Capítulo 50: Patinaje

Jiang Ran no sabía qué iba a suceder a continuación, pero eso no le impidió la vergüenza que le trajo esta postura y la inexplicable ansiedad sobre el futuro. 

—Levántate. 

Tan Ye tenía una sonrisa lasciva en su rostro: —No me levantaré. 

Jiang Ran habló nuevamente: —Que incómodo es ser presionado así. 

Tan Ye estaba muy cerca de él, susurrándole deliberadamente en el oído: —¿Dónde te sientes incómodo?. 

Sonaba como una pregunta común, pero Jiang Ran sintió que algo andaba mal. 

—¿Por qué sigues preguntando? —El rostro de Jiang Ran enrojeció y sintió que en este momento estaba pensando demasiado. 

—Me preocupo por ti. 

Después de que Tan Ye dijo esto, bajó la cabeza y besó sus labios. 

Esta vez fue como si tuvieran algo más, los dos no pudieron evitarlo, se hicieron una bola y se besaron juntos. 

Han pasado unos minutos desde que todo se calmó. 

Jiang Ran jadeó con los labios entreabiertos, estaba acostado en la cama al lado de Tan Ye y mirando las luces del techo. 

Preguntó: —¿Las vacaciones están por terminar y pronto comenzarán los exámenes?. 

Tan Ye preguntó: —¿Aún ahora todavía eres capaz de preocuparte por los estudios?. 

Con él aquí, ¿Cómo podría haber algún problema?. 

La piel clara de Jiang Ran y justamente al lado de Tan Ye, marcaba un contraste con él. Lo miró y sonrió. 

Tan Ye también lo miró y sonrió. 

Se transfirió aquí desde la capital Imperial y originalmente solo quería mantenerse fuera de la vista de su familia, dejando así que pasara aquí sus tres años de escuela secundaria. 

Pero nunca pensó que Jiang Ran iba a irrumpir en su mundo. 

Este chico tonto al principio, obediente, educado y serio, con una confianza casi persistente en él. 

No era una persona de sangre fría. 

Los labios de Jiang Ran estaban un poco rojos e hinchados, se lamió los labios y volvió a tocarlo con su mano, sintiendo que aún podía sentir la sensación que Tan Ye le había dejado hace un momento. 

Tan Ye entrecerró los ojos y lo miró fijamente. 

—Quiero tocarte de nuevo. 

—¿Eh?

—Tocarte y besarte de nuevo. 

Habiendo dicho esto, Jiang Ran rápidamente bajó la mano. Aunque le gustó, ya era suficiente, si lo volvía a besar de esa manera, mañana no podrá ver a nadie. 

Así que parpadeó: —¿Vas ir a visitar a tus familiares mañana?. 

Tan Ye dijo: —No tengo familiares aquí y es imposible regresar a la ciudad Imperial ahora, así que no iré este año. 

Jiang Ran tomó la iniciativa de decir: —Yo no tengo familiares. 

Todavía los tenía en las memorias de cuando era niño, en ese momento sus abuelos lo querían mucho y a menudo jugaba con ellos. 

Posteriormente, tras su muerte, se quedó en casa y cada año visitaba a varios amigos pintores de su padre. Ahora, esos tíos se han ido al extranjero a establecerse. 

Por parte de Lu Min, pareció nunca haber tenido familiares. 

De todos modos, en los últimos años, Jiang Ran nunca la ha escuchado tomar la iniciativa de llevarlo a visitar a sus familiares, y tenía menos claridad acerca de los demás. 

Para él, el Año Nuevo Chino no es diferente a los festivales habituales. 

Tan Ye giró la cabeza y sonrió: —En el futuro vendrás conmigo a visitar a mis familiares. 

Jiang Ran dijo: —Piensas tan lejanamente. 

Tan Ye no pensó que hubiera problema alguno y creía que esta era un idea muy factible: —No está muy lejos. 

Realmente estaba pensando en el futuro de ambos. 

Jiang Ran se encontró con sus ojos oscuros, su figura se reflejó en ellos y sus emociones fueron claras de un solo vistazo. 

Tan Ye dijo: —¿No quieres?

Jiang Ran negó con la cabeza: —No. 

Tan Ye extendió la mano y acarició su cabello, luego estiró su mejilla: —Todavía necesitas comer más para subir de peso. 

Jiang Ran respondió: —Está bien. 

Cuando se despertó al día siguiente, Jiang Ran todavía estaba aturdido. 

Siempre hacía esto al despertar, Tan Ye había estado conviviendo con él durante un semestre y ya lo conocía muy bien. 

Arregló la ropa de Jiang Ran, sintiendo que era nuevamente lindo, lo besó y dijo: —Levántate, pequeño compañero de asiento. 

Jiang Ran finalmente recuperó el sentido: —Me levantaré. 

Tan Ye señaló su cabello: —Está de pie de nuevo. 

Aunque el cabello de Jiang Ran es muy suave, pero mientras que no haya dormido bien por la noche, tendrá algunos mechones de su cabello de pie al día siguiente. 

Para Tan Ye se veía muy lindo. 

Pero a Jiang Ran no le gustaba mucho esta apariencia desordenada, estaba acostumbrado a ser limpio y ordenado, una personalidad que erradicaba desde sus huesos.  

Jiang Ran presionó su cabello y preguntó: —¿Así está bien?. 

—No. 

—¿Y ahora?

—Claro que no. 

Después de varias veces seguidas, Jiang Ran se dio por vencido y habló con frustración: —Lo bajaré con agua al irme a lavar. 

Cuando Tan Ye fue a lavarse, Jiang Ran encendió su teléfono. 

La tía Sun lo llamó: —Joven maestro, la señora no regresó ayer, así que no dije nada. 

Jiang Ran dijo: —Ya veo, gracias, tía Sun. 

—¿Qué hay que agradecer?, es lo que debo hacer. ¿Regresarás hoy a la casa a cenar? —Preguntó la tía Sun con una sonrisa.

—Probablemente no regresaré —Pensó Jiang Ran por un momento. 

—Está bien —La tía Sun lo sabía. 

Después de colgar el teléfono, recordó que era el cumpleaños de Jiang Ran en dos días.

Esta vez era diferente a lo que sucedía antes, su cumpleaños número 18 es el más importante. Como adulto, puede hacer algunas cosas. 

La tía Sun pensó en comprar un pastel, y luego escuchó sonar el teléfono fijo en la sala de estar.  

Se apresuró a contestar: —¿Hola?

—Hola, ¿es la casa de Jiang Ran? —Desde el otro lado, escuchó la voz de un hombre de mediana edad. 

—Sí, ¿Quién es? —La tía Sun tiene buena memoria y no recordaba haber escuchado la voz de este hombre. 

La otra parte respondió: —Soy el abogado del señor Jiang y quiero asegurarme de que el decimoctavo cumpleaños de Jiang Ran es en dos días, ¿verdad?. 

La tía Sun respondió: —Sí, es en dos días. 

Nunca había oído hablar del abogado del señor Jiang, pero eso no quiere decir que era capaz de entenderlo, e incluso la señora nunca había mencionado el tema de los abogados. 

—Bien, entiendo, gracias. 

Al escuchar el tono el tono ocupado, el corazón de la tía Sun latió como si fuera un tambor y sintiendo que algo estaba por suceder. 

Jiang Ran no sabía sobre estos asuntos familiares. 

Probablemente porque solía tratarlo como un día común de cumpleaños, y por lo general, solo el tío Zhou y la tía Sun le celebraban su cumpleaños. Así que a menudo no podía recordar qué día era su cumpleaños. 

Además, había estado con Tan Ye en los últimos dos días, así que con menos razón lo recordaba.

Se sentía muy reacio a separarse. 

Jiang Ran se levantó y fue al baño, y al pasar por la sala escuchó movimiento de la cocina. La abuela Tan se había levantado temprano y estaba preparando el desayuno.  

Al verlo salir, la abuela Tan sonrió y dijo: —¿Despertaste?. 

Al ver nuevamente su cabello, la abuela Tan sonrió muy profundamente: —Tu cabello tiene al parecer personalidad propia, ¿Por qué estás así de rizado?, ¿acaso no dormiste en una posición correcta anoche?. 

Jiang Ran estaba un poco avergonzado: —Mm. 

—Está bien, no te preocupes por eso —La abuela Tan lo consoló. 

Jiang Ran se miró en el espejo durante un rato en el baño, lo presionó y luego volvió a levantarse. Su cabello parecía si tener personalidad propia. 

Olvídalo, no importa. 

De todos modos, Tan Ye pensaba que se veía bien. 

Si el novio pensaba que se veía bien, por supuesto que no necesitaba preocuparse demasiado, y de todos modos, nadie más lo estaba viendo. 

El desayuno de la abuela Tan fue muy sencillo, leche de soja y palitos de masa frita, más una olla de gachas de frijoles rojos. El aroma flotaba por toda la casa. 

A Jiang Ran le gustaba mucho esto, era igual a lo que preparaba la tía Sun. Por el contrario, a Lu Min no le gustaba desayunar al estilo occidental, realmente no.  

La abuela Tan preguntó: —Algunos lugares deberían estar abiertas hoy, ¿así que por qué no se van a divertir?, ¿No crees que no es adecuado quedarse todo el tiempo en casa?. 

Ningcheng era un lugar muy visitado, así que por lo general no habían recintos cerrados en estas épocas de vacaciones en medio de festividades. 

—¿Qué lugares hay aquí? —Preguntó Jiang Ran con curiosidad. 

Por lo general, no sale a divertirse y no había estado aquí antes, así que solo puede preguntarle a Tan Ye, quien ha estado aquí durante algunos años. 

—Ninguno —respondió Tan Ye. 

"....." Jiang Ran no sabía qué decir. 

La abuela Tan miró fijamente a Tan Ye: —Claro que pueden salir a divertirse con la nieve o de lo contrario, ir de paseo, eso es mejor que quedarse en casa. 

—Abuela, ¿Cuántos años crees que tenemos? no somos niños, no jugaremos en la nieve —dijo Tan Ye sin levantar la cabeza. 

La abuela Tan se giró hacia Jiang Ran: —¿Tú no quieres o si quieres Xiao Jiang?. 

Frente a su pregunta, Jiang Ran dudó por unos segundos entre su novio y ella, antes de tomar una decisión: —Sí. 

Estaba bien admitir que de todos modos eres un niño. 

Tan Ye: "...."

Habiendo dicho esto, tan pronto como acabaron de desayunar, la abuela Tan no podía esperar a sacarlo de la casa, independiente de lo que pensara Tan Ye. 

De todos modos, ella era alguien mayor, así que por supuesto, ni siquiera ambos podían decir algo. 

Tan Ye simplemente llevó a Jiang Ran a la pista de patinaje más cercano. 

Aunque era invierno, aún así habían muchas personas que venían a divertirse aquí. La mayoría de ellos eran hermanos y hermanas mayores con hijos, como también parejas que estaban aquí para una cita. 

Hacía mucho frío en la pista de patinaje, Jiang Ran llevaba una chaqueta gruesa y se podía ver aún así, que su figura era bastante delgada. 

Antes de irse, la abuela Tan le dio a Jiang Ran una bufanda bastante gruesa, ahora envolvía su cuello, hasta cubrir su labios. 

Tan Ye preguntó: —¿Puedes?. 

Jiang Ran negó con la cabeza y su voz salió dentro de la bufanda, pareciendo un poco ronca: —Jamás he jugado a esto. 

Tan Ye levantó las cejas: —Entonces deja que tu novio te enseñe hoy. 

Jiang Ran frunció los labios y sonrió: —Está bien. 

Tan Ye y él fueron al otro lado para cambiarse de zapatos, ambos se veían realmente bien y muchas chicas los miraron, pareciendo que incluso alguien quería ir al frente a presentarse. 

—Ve tú. 

—Ve a pedirlo tú, te esperaré aquí. 

—No iré, ve tú. 

Ambas chicas eran de lejos, otras escuelas y rara vez veían a los estudiantes de la escuela secundaria Yizhong. Incluso si habían escuchado el nombre de Tan Ye, no sabía cómo era él. 

El sonido de estas pequeñas discusiones llegó a los oídos de Tan Ye. 

Su mente se movió un poco y después de que Jiang Ran se colocó los zapatos, se colocó en cuclillas en suelo para ayudarlo a atarse los cordones, luego se levantó y extendió la mano: —Vamos. 

—Ten cuidado —Jiang Ran no pensó que hubiera problema alguno y colocó su mano sobre su palma. 

Las chicas no muy a lo lejos se mostraron con miradas sorprendidas, sintiendo que algo andaba mal y no tenía intención alguna de ir a pedir el ID de algunos Wechat. 

Jiang Ran se aferró a la barandilla con la otra mano y se deslizó lentamente hacia adelante. Podía ver el perfil de Tan Ye cuando inclinaba la cabeza y él también se dio la vuelta, mirándolo. 

—No tengas miedo, estoy aquí. 

Tenía que decir que, era muy encantador cuando hablaba así. 

Jiang Ran fue hechizado por él, colocó su otra mano sobre la suya también. Para guiarlo mientras se deslizaba por el hielo. 

Innumerables personas bajo la misma postura, se deslizaron a su lado. 

Al principio, Jiang Ran tenía miedo de que otras personas lo vieran, por lo que no evitó sentirse avergonzado, pero luego dedicó por completo con su corazón al patinaje. 

Él sonrió: —Es bastante divertido. 

Tan Ye apretó su mano con fuerza. 

Tiró un poco más fuerte, pero el hielo era demasiado resbaladizo, por lo que Jiang Ran se arrojó a sus brazos y lo abrazó por completo. 

Tan Ye le mordió la oreja: —Estás en mis brazos otra vez.