Capítulo 42

¿Era el primer beso de Qiu Yi? 

El leve olor a menta en la boca de Qiu Yi fue muy agradable de lamer, y Bian Nan, empujó la punta de su lengua contra su boca y asomándose entre sus dientes. 

La lengua de Qiu Yi no lo evadió. Tal vez aún no habiendo regresado a sus sentidos, que cuando tocó la punta de su lengua, vino una suave y resbaladiza sensación, encendiendo aquella corriente, junto con un entumecimiento inexplicable que se extendió. 

En ese momento, Bian Nan reaccionó repentinamente. 

¡Estaba besando a Qiu Yi! 

Después de ese momento de congelamiento, los dos se empujaron, usando sus brazos para alejarse del otro casi al mismo tiempo. 

. . .

Bian Nan rebotó como si lo hubieran mordido, y sin siquiera en molestarse en decir algo, salió corriendo de la tienda casi rodando y gateando. 

Qiu Yi se quedó quieto, con el ceño fruncido durante mucho tiempo y presionando su mano contra su boca. 

Después de un rato de estar con la espalda arqueada, estiró las piernas junto con su bañador. 

—¡Gran tigre...! —Qiu Yan todavía estaba jugando en el río cuando vio a Bian Nan corriendo y maldiciendo, pero no le dijo nada a él.

Qiu Yi se sentó, y después de otro rato, sacó la cabeza de la tienda para echar un vistazo. Bian Nan se había ido y no sabía a donde. 

—¡Hermano...! —Qiu Yan lo llamó desde el río. 

—¿Ya pescaste un pez? —preguntó Qiu Yi. 

—¡No! ¡estoy buscando gemas! ¡mira! —Qiu Yan pisó el agua, sosteniendo algunas piedras en su mano: —¿Por qué se fue el gran tigre? 

—No lo sé, tal vez a orinar —Qiu Yi salió de la tienda, pero no vio la sombra de Bian Nan a su alrededor: —¿A dónde fue él? 

—Hacia allá —Qiu Yan señaló el fondo del bosque: —¿Vas a ir también? yo acabo de orinar en el río. 

—Iré —Qiu Yi tomó los zapatos de Bian Nan y caminó hacia el bosque. 

. . .

Bian Nan no pudo correr más lejos, ya que no estaba usando zapatos. Después de correr solo cien o doscientos metros, sus pies comenzaron a dolerle al pisar las piedras, al igual que la hierba que arañaba y pinchaba sus piernas. 

Cuando los pasos de Qiu Yi llegaron desde atrás, estaba sentando en una gran roca examinando la poca sangre de la pequeñas heridas que tenía en las piernas. 

Al escuchar a Qiu Yi acercarse, sintió que la sangre se le subía al rostro. No habiendo mucha sangre en sus piernas, estaba demasiado avergonzado de girar la cabeza hacia atrás. 

—Pensé que te habías ido —dijo Qiu Yi con una sonrisa y arrojando sus zapatos a su lado. 

—No tenía las llaves del auto, —Bian Nan se frotó la suciedad debido a la hierba sobre la piedra en sus pies y se colocó los zapatos: —además, ni siquiera miré en que dirección iba, ni donde dejé estacionado el auto. 

Qiu Yi estaba de pie detrás de él y Bian Nan estaba sumamente avergonzado. Con la cabeza baja y tomando un poco de pasto con la mano, jugando sin decir ninguna palabra. 

Después de un rato de silencio, Qiu Yi dijo: —Vamos a comer, Erbao tiene hambre y ya es hora de la barbacoa. 

—Oh —Bian Nan dejó de jugar con el pasto, se colocó de pie y al darse la vuelta y mirar a Qiu Yi, volvió a entrar en pánico. Dijo de manera inexplicable: —Ya no tengo la menta. 

Qiu Yi vaciló y se aclaró la garganta: —Yo me la tragué. 

Bian Nan casi quería agacharse y golpear su cabeza contra una piedra. ¡Qué diablos es esto!

Qiu Yi parecía estar un poco incómodo, por lo que se dio la vuelta y regresó. 

Bian Nan bajó la cabeza y lo siguió unos pasos antes de detenerse: —Sobre eso, no fue mi intención, no sé lo que realmente me pasó. 

—Mm —Qiu Yi lo miró: —Lo sé. 

—El punto es que no fue mi intención... —Bian Nan se rascó el cabello: —no quiero que creas que soy un degenerado...

—No lo creo —Qiu Yi sonrió. 

—¿Realmente no lo crees? —Bian Nan chasqueó la lengua: —Si alguien me hiciera esto, definitivamente lo golpearía. 

—Realmente no lo creo —Qiu Yi mantuvo su sonrisa: —¿No sueles ser de piel gruesa? ¿Por qué estás tan...? 

—Esto es diferente, no suelo besar a nadie y sacar la lengua —Bian Nan agitó la mano— ¡Mierda! ¡No soy en realidad de piel gruesa! 

—Creo que no tienes una compresión correcta de ti mismo —dijo Qiu Yi con una sonrisa. 

—La tengo —Bian Nan se señalo a sí mismo: —Soy guapo, tengo buena figura y tengo un buen temperamento, y soy capaz de cocinar de acuerdo a la recetas para perezosos.

Qiu Yi lo miró y se rió por un rato, sin detenerse. Bian Nan lo pensó por un momento: —Jodete con tu risa, y de verdad sigo recetas para los perezosos. 

Cuando regresaron al borde de la tienda, Qiu Yan seguía revoloteando en el agua. No sabía de donde sacó una rama tan gruesa como su brazo, pero intentaba flotar en el agua mientras se sujetaba y no teniendo éxito alguno. 

—Erbao no pasará con éxito la prueba física en el futuro —Bian Nan instaló la parilla, colocó el carbón y la encendió. 

—¿En esta bolsa viene la carne de res? —Qiu Yi abrió la bolsa de carne y la colocó sobre un plato. 

—No lo sé —Bian Nan se colocó en cuclillas a su lado: —solo sé que hay alitas de pollo y algunas albóndigas. 

La vergüenza anterior disminuyó lentamente y la actitud tranquila de Qiu Yi hizo que Bian Nan se sintiera aliviado. 

Aunque aquella vergüenza se ha ido, la mente de Bian Nan se ha mantenido un poco desordenada, debido a que principalmente no sabía qué estaba pasando consigo mismo.

¿Te gusta Qiu Yi? 

El palito de bambú en su mano atravesó directamente sobre la alita de pollo y casi se lo clava en la palma de la mano. Este dolor provocó que su mano temblara y casi tirara la alita de pollo. 

Imposible, la idea de dos hombre juntos le colocó repentinamente la piel de gallina. 

¿Entonces qué pasó? 

Probablemente y debido a que casi se ahogaba con agua, se estaba volviendo un poco loco. 

Y más si se trataba de Qiu Yi. 

Aunque no se le puede culpar a Qiu Yi por ser guapo, debería ser esa la razón principal. De lo contrario, cuando él y Wan Fei generalmente se unían para meterse en problemas, ¡¿Por qué nunca pensó en besar a Wan Fei?! 

Bian Nan se centró en preparar las alitas de pollo y luego le entregó a Qiu Yi una brocha junto con la salsa para la barbacoa. 

—¡Yo también quiero hacerlo! —Qiu Yan tiró de una rama y corrió hacia la orilla: —¡Yo también quiero participar...! 

—Aquí, esparce la salsa con la brocha sobre la carne —Qiu Yi tomó la brocha y se lo entregó. 

—¿Cuánto debo esparcirle? —Qiu Yan sostenía la brocheta de carne con una mano y con la otra la brocha. El agua sobre su cabello junto con la salsa de la brocha seguían goteando.

—Solo cepíllalo una vez —Bian Nan frotó una alita de pollo con la brocha. 

—¡Entendido! —Qiu Yan bajó la cabeza son seriedad y comenzó a esparcir la salsa con la brocha. 

La incorporación de Qiu Yan hizo que la atmósfera fuera mucho más cómoda. Bian Nan todavía estaba reflexionando en su corazón, pero lentamente comenzó a desviarse. 

¿Era el primer beso de Qiu Yi? 

Debería ser. 

Bian Nan pensó en su primer beso, si no hubo toque así de labios, ¿cuenta este como su primer beso también? 

Solo hubo un pequeño toque de labios una vez con una ex novia, y no sintió nada, solo sintió el bálsamo labial que se había puesto. 

No hubo latidos del corazón, ni aquella sensación como si estuviera borracho. 

No fue como besar a Qiu Yi esta vez. 

¿Qué diablos significa este pensamiento? 

—Iré a nadar un rato al río, —Bian Nan de repente arrojó lo que tenía en la mano sobre el plato, saltó y corrió hacia el río: —¡Hace calor! 

—¡No te vayas tan al medio! —gritó Qiu Yi detrás de él: —¡Si te ahogas, no podré sacarte a tiempo! 

¿Ahogarse? 

Entre las olas del agua, la imagen de un Qiu Yi con ojos sonriente pasó ante sus ojos. 

Bian Nan tropezó con sus pies y cayó directamente sobre el agua, tomó un hondo respiro y se zambulló en el agua. 

Mientras exhalaba lentamente, Bian Nan agarró lentamente las plantas acuáticas de las aguas poco profundas y se sumergió hasta lo más profundo del río. 

No se detuvo hasta llegar al lugar donde se encontraba las gemas, mientras sostenía un puñado de plantas acuáticas en el agua.  

Miró las pequeñas burbujas que salían de su boca en dirección a la superficie. 

¡Bian Nan, qué es lo que te pasa! 

¡No ha pasado nada bueno desde que terminó de beber aquel día! 

¿Qué estaba sucediendo? 

De repente una pequeña ola lo empujó. Bian Nan giró la cabeza y vio la cara de Qiu Yi. 

Qiu Yi nadó rápidamente a través del agua hasta él, lo agarró del brazo y lo arrastró fuera del agua. 

—¿Qué estás haciendo? —Bian Nan se limpió el agua de la cara. 

—¿Qué es lo que estás haciendo tú? —Qiu Yi frunció el ceño: —Pensé que te habías ahogado. 

—Estaba practicando mi buceo —Bian Nan sonrió, un poco avergonzado. 

—Estuviste ahí por un largo rato —Qiu Yi lo llevó hasta la orilla nadando: —Deja de hacerlo, vamos a comer, ¿no escuchaste a Erbao llamarte? 

—No —Bian Nan miró hacia la orilla, Qiu Yan sostenía un ala de pollo y miraba hacia aquí. 

Después de buceo, Bian Nan sintió como el hambre regresaba y cuando olió el aroma de la parilla de barbacoa, su estómago gruñó. 

—¡Está delicioso! —Qiu Yan corrió y le entregó una brocheta de ala de pollo: —¡Realmente delicioso! 

—¿En serio? lo probaré —Bian Nan sonrió y le dio un mordisco a la alita de pollo: —¡Mm! ¡Está buena! ¿tú le colocaste la salsa? 

—¡Sí! ¡Yo le coloqué a varias alitas de pollo! —Gritó Qiu Yan con ojos brillantes. 

—¡Impresionante! comeré algunas más —Bian Nan mordisqueó la alita de pollo y fue a buscar otra. 

—¿Puedes comer comida picante? —le preguntó Qiu Yi, con una botella de chile en polvo en su mano y a punto de rociarlo. 

—Un poco, solo un poco —Bian Nan no suele comer comida picante, por lo que miró fijamente la mano de Qiu Yi, con temor a que derramara demasiado: —Laoganma [1] es demasiado picante, cada vez que lo pruebo debo apretar los dientes y la picazón incluso la siento en la planta de mis pies. 

—¿Laoganma es tan picante? —Qiu Yi lo miró. 

—¡Maldita sea! ¡mejor lo haré yo mismo! —Bian Nan tomó rápidamente la botella de chile de su mano, golpeó ligeramente la botella con el dedo y derramó solo un poco: —Bien, mira, esta es la forma en como me lo como yo. 

—Puedo ya verte con granos —Qiu Yi lo miró. 

—Soy capaz de soportarlo —Bian Nan le dio un mordisco— está bueno. 

Qiu Yan generalmente no come mucho, pero hoy era la primera vez que salía a hacer una barbacoa y había una carpa a su lado. Estaba tan emocionado que tuvo que sentarse dentro de la tienda y comer en un plato. 

Después de comer, salió corriendo de la tienda, y entre vueltas y vueltas que daba, se cayó mientras corría con su plato en su mano y una bebida en la otra. 

—Ya lo ves, todo terminó en el suelo —Qiu Yi lo miró y dijo con una sonrisa. 

—¿Dónde te lastimaste? —Bian Nan se sobresaltó, saltó y levantó a Qiu Yan del suelo. 

—No estoy lastimado, solo que toda mi carne se ha ido —Qiu Yan se agachó deprimido y recogió la carne ensartada en el plato. 

—Hay más —Bian Nan se sintió un poco angustiado al ver un pequeño rasguño en su rodilla: —¿Te duele? 

Qiu Yan se miró las rodillas: —¡No se compara al dolor de que toda mi carne se haya ido! 

—Pero si no has perdido nada de carne —Bian Nan le apretó el estómago: —hay carne aquí y es bastante gruesa. 

Qiu Yan se rió un par de veces en voz alta y luego bajó la cabeza después de reírse: —Es carne desperdiciada. 

—Sin desperdicio, no estás en la calle, no está sucio —Bian Nan lo consoló y tomó el plato, volviendo a colocar las brochetas a la parrilla, cambiando de plato y entregándoselo a Qiu Yan: —Solo deja que tu hermano te de otros. 

Qiu Yi sopló los pequeños pedazos de pasto sobre la carne, le agregó nuevamente salsa con la brocha y volvió a hornearlas: —¿Tú te la vas a comer? 

—La mitad cada uno —para no hacer que Qiu Yan sintiera que esto era un desperdicio, decidió comer la carne. Pero jamás ha comido nada del suelo y mucho menos recogido algo desde que era un niño: —No debe estar contaminada, ¿verdad? 

—Probablemente no —Qiu Yi le entregó un montón de carne asada. 

—¿Cómo que probablemente? —Bian Nan le dio un mordisco, sin sentir nada diferente mientras comía. 

—¿Quién asegura de que nadie vino por aquí?, además de nadadores también hay pastores con su ganado y el ganado de todo lanza por aquí —Qiu Yi lo miró. 

—¡Jodete! —maldijo Bian Nan. 

Qiu Yi sonrió, tomó un montón de carne y le dio un mordisco: —Joven maestro, tu nivel de apetito es bastante superficial. 

Bian Nan se rió dos veces y de repente se quedó un poco aturdido cuando vio la sonrisa de Qiu Yi. Se dio la vuelta rápidamente y tomó dos grandes tragos de Coca-Cola. 

¡Mierda! ¡Esto aún no se acaba! 

Qiu Yan se lo pasó genial esta tarde, asistió a una barbacoa. Después de asar carne comía. Después de comer iba al río a nadar para sacar algunas piedras y guardarlas dentro de la tienda, para luego seguir comiendo. 

Después de dar vueltas y vueltas hasta que oscureció, finalmente se durmió en la tienda mientras aún sostenía una alita de pollo. 

—Dios mío, —Bian Nan entró a la tienda para echar un vistazo, tomó la alita de pollo de su mano y se acostó junto a Qiu Yan, dejando escapar un largo suspiro de alivio: —por fin se tranquilizó. 

—¿Estás cansado? —Qiu Yi apagó el fuego, estaba en cuclillas afuera y empacó lentamente la comida sin terminar. 

—No lo sé, pero comparándolo con un trabajo normal, —Bian Nan colocó su brazo como almohada y colocó una manta sobre la espalda de Qiu Yan: —Jamás me he cansado tanto incluso después de haber entrenado toda una tarde. Erbao es demasiado enérgico. 

—¿Quién te pidió que corrieras junto con él de un lado a otro? —Qiu Yi guardó las cosas, tomó una bolsa de basura y recogió la basura que estaba esparcida en el suelo: —Puedes dejarlo solo. 

—Es sencillo salir y divertirse una vez con él, su hermano no lo ignora y el Gran tigre tampoco, eso es tan aburrido —Bian Nan acarició el cabello de Qiu Yan: —Es realmente bueno tener un hermano menor, Erbao es muy divertido. 

—Te lo regalo —dijo Qiu Yi— llévatelo ahora. 

Bian Nan no habló, se dio la vuelta y miró a Qiu Yan. 

Qiu Yan estaba durmiendo muy profundamente, su rostro estaba presionado contra la estera a prueba de humedad y su nariz estaba arrugada. 

Bian Nan le tocó la punta de nariz. No sabía si Qiu Yi era tan lindo cuando era niño, como un pequeño bollo de carne. 

Pensando en ello, de repente se dio la vuelta y trató de sentarse. Qiu Yi en ese momento entró a la tienda y quiso sacar la bolsa de bocadillos que había arrojado antes dentro de la tienda. 

Los dos se encontraron cara a cara. Bian Nan estaba molesto porque podía pensar en Qiu Yi en todo momento, e inmediatamente se sintió avergonzado, por lo que rápidamente se recostó sobre la estera. 

Esta forma de acostarse, junto a la postura inclinada de Qiu Yi, lo avergonzó aún más, por lo que tuvo que sentarse nuevamente. Sé dispuso a limpiar junto con Qiu Yi, así que salió de la tienda: —Llevaré primero esto al auto. 

Qiu Yi no se movió. Al escuchar a Bian Nan alejarse con sus cosas, suspiró suavemente, entrando y empacando la bolsa de bocadillos. 

Después de llevar todo al auto, Qiu Yi sacó a Qiu Yan de la tienda y Bian Nan guardó la tienda, no volviendo a mirar a Qiu Yi. Después de guardarla, se apresuró hacia el auto y la guardó dentro de ella. 

Qiu Yi acostó a Qiu Yan al asiento trasero, cambiándolo de ropa. Qiu Yan se dio la vuelta y continuó durmiendo boca abajo después. 

Bian Nan se sentó en el asiento del conductor y encendió el auto. Qiu Yi sostuvo la puerta: —¿No te cambiarás de ropa? 

—Oh —Bian Nan se congeló por un momento, apagó el auto y sacó la ropa de su bolso. Como ya estaba oscuro, no se escondió y se cambió de ropa directamente al lado del auto. 

Qiu Yi se cambió de ropa y se subió al auto, mirándolo: —Tú...

—¿Mm? —Bian Nan no lo miró, encendió el auto, se dio la vuelta y respondió. 

—No es nada, conduce despacio —dijo Qiu Yi. 

—No te preocupes —Bian Nan sonrió. 

Lo dos no hablaron en todo el camino, Bian Nan reprodujo música y la tocó en voz baja, la "ópera Yue" resonó durante diez minutos, y luego miró a Qiu Yi: —¿El estilo de mi papá es adecuada? 

—Suena bien —dijo Qiu Yi con una sonrisa. 

—Mejor escuchemos otra cosa —Bian Nan sintonizó la estación de radio y buscó de un lado a otro durante mucho tiempo, pero no pudo encontrar una buena estación para reproducir música: —¿Qué tal si cambiamos de disco para escuchar algo más? 

Tan pronto como extendió la mano, Qiu Yi golpeó el dorso de su mano: —Solo escuchemos "ópera Yue", no te molestes, solo mira el camino. 

—Oh —Bian Nan retiró la mano. 

De regreso al callejón, todas las personas que salieron del trabajo estaban de regreso, por lo que los autos estaban estacionados a ambos lados de la carretera e incluso en lugares con o sin estacionamiento. 

—No voy a poder entrar, puedes llevar tú las cosas a la casa y no es necesario que compres víveres para dos días —Bian Nan estacionó temporalmente el auto en medio de la carretera. 

—Mm —Qiu Yi abrió la puerta y saltó, luego se dio la vuelta y dijo: —Gracias. 

—¿Qué? —Bian Nan estaba un poco distraído. 

—Por sacar a Erbao el día de hoy —Qiu Yi lo miró: —Gracias. 

—¿Por qué estás siendo tan cortés? —Bian Nan se frotó la nariz— pareciera que nos conocemos por primera vez. 

Qiu Yi sonrió, tomó la bolsa con una mano y con la otra cargó a Qiu Yan. Cerrando la puerta del auto: —Conduce más despacio. 

—Sí, en un rato comenzaré a empujar el auto desde atrás —dijo Bian Nan. 

Al ver desaparecer la silueta de Qiu Yi en el fondo del callejón, Bian Nan manejó saliendo de ahí y doblando en una esquina camino a casa. 

Otra frase familiar volvió a salir del altavoz y Bian Nan tarareó: —Qiu Dabao cayó del cielo...

Diez minutos después, estacionó el auto en un estacionamiento temporal que estaba al costado de la carretera, y después de hurgar en su bolso durante mucho tiempo, encontró un paquete de cigarrillos. 

Salió del auto y se acuclilló al costado de la carretera, encendiendo un cigarrillo y dándole una calada. 

Después de atragantarse después de cinco o seis caladas, sintió que sus pulmones estaban a punto de reventar producto de la tos. Un poco molesto, apagó el cigarrillo en el suelo y miró aturdido la doble línea que estaba en medio de la carretera. 

Después de un rato, sacó su teléfono y marcó el número de Wan Fei, y colgó después de dos segundos. 

Después de pensarlo, marcó de nuevo y volvió a colgar rápidamente, volviendo a guardar su teléfono en el bolsillo. 

Unos minutos más tarde, Wan Fei lo llamó: —Maldita sea, ¿Desde cuándo comenzaste a ahorrar para la fractura telefónica? 

—¿Realmente llegó la llamada? —Bian Nan estaba atónito. 

—Joder, llamas una vez, suena y cuelgas, pensé a la primera que fue un error, pero volviste a marcar y colgaste, —Wan Fei dijo: — ¿Qué sucede? ¿me extrañas? 

—Sí, como un loco, ¿Cuándo regresarás? —preguntó Bian Nan con una sonrisa. 

—Me iré mañana por la tarde, ¿no hay entrenamiento en dos días? ¿Quieres quedarte en mi casa unos días y luego nos vamos directamente a los dormitorios? —Wan Fei arregló todo con buen humor. 

—Estaba esperando tus palabras —Bian Nan ha estado esperando regresar a la escuela para poder ir a los dormitorios, y luego ir a la casa de Qiu Yi a comer y de vez en cuando quedarse. Pero ahora que las cosas se han vuelto así, ya no puede ir a la casa de Qiu Yi. 

—¿Estás bien? ¿Por qué no suenas emocionado? —preguntó Wan Fei. 

—¿Qué puede haberme ocurrido? regresa de una vez e invítame a comer —Bian Nan colgó el teléfono y siguió mirando aturdido la doble línea que estaba en medio de la carretera. 

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[1] Es una marca de alimentos con sabor a aceite de chile y salsa picante.