Capítulo 07

¡Qué jodidamente increíble!

Xiang Xi sentía que usualmente era una persona muy cautelosa. Comparado con Mantou, era alguien maduro y reflexivo...que idiota. 

No sé que había pasado en estos dos días, estaba bien decir algunas tonterías y olvidarse de otras, pero fue capaz de sacar la billetera con facilidad delante de la persona que se la robó. 

Y además, la vista de Cheng Boyan eran realmente muy buena, dándose cuenta de que ni siquiera tenía tiempo para guardar la billetera. 

—...oh...ah... —Xiang Xi se colocó en cuclillas mientras se cubría el estómago, no sabiendo si se trataba de dolor de estómago o se lamentaba de que su imagen cayó al abismo ante los ojos de Cheng Boyan. Finalmente, estiró la voz y suspiró: —Ahh....

Cheng Boyan siguió mirándolo, y después de estar en cuclillas en el suelo y no hablar, finalmente sacó una tarjeta y se lo entregó a la chica que estaba en el cajero: —Pasa mi tarjeta, llámenme cuando hayan terminado. 

Xiang Xi levantó la cabeza y quiso darle los trescientos, pero Cheng Boyan se colocó en cuclillas frente a él y guardó el sobre dentro de su ropa: —Ya estamos claros, ya no vuelvas a verme. 

Antes de que Xiang Xi pudiera hablar, se colocó de pie, para darse media vuelta y salir de la tienda. 

Cuando Xiang Xi lo siguió, solo lo vio subirse a un taxi y desaparecer hasta el final de la carretera en dos minutos. 

—¡Qué jodidamente increíble! —Xiang Xi chasqueó la lengua y regresó a la tienda, mirando hacia el cajero, se arregló la ropa y volvió a guardar el sobre en su bolsillo interior, y lo sacudió levemente. 

Cheng Boyan lo despreciaba y le resultaba molesto, tampoco quería volver a verlo...y por supuesto, tampoco planeaba ir a ver a Cheng Boyan. Aún era capaz de comprender este sentimiento y más particularmente, cuando los demás trataban de evitarlo. 

Especialmente, puede comprenderlo.

Porqué él mismo lo haría consigo mismo. 

¡Fueron cuatro mil yuanes!  

Pero las palabras de Cheng Boyan esta vez lo hicieron sentir un poco deprimido y no fue capaz de reírse tal como lo hacía antes. Tal vez es porque no ha estado en contacto con "gente normal" desde hace mucho. 

La última vez que habló con una "persona normal" fue un inquilino que se quedó por un corto período de tiempo en el número 20 en el distrito de Dawali, que era un fotógrafo de unos treinta años. 

Esa persona había estado en muchos lugares y había tomado muchas fotografías de un lugar como Zhaojiayao, y Xiang Xi había visto algunas de estas fotos de Zhaojiayao y no se parecía en nada en el lugar que ha vivido casi veinte años. 

—Hay algo mal aquí, es mucho más desordenado que esto —dijo Xiang Xi. 

—¿Solo te fijaste en el desorden? —dijo el fotógrafo: —yo todo lo que veo es otro tipo de vida. 

Xiang Xi no pudo entenderlo, por lo que miró la foto durante mucho tiempo: —¿Mi vida también está dentro de esto? 

—Así es, parte de mi vida también está ahí —dijo— he estado aquí durante un mes de mi vida. 

—Eres un poeta demasiado vanidoso —Xiang Xi pensó por un segundo y luego se rió: —Solo estás viendo una obra de teatro, no sabes cómo es la vida aquí y definitivamente no quieres saberla. Aquí se encuentran asesinos y los provocadores de fuego muy prometedores, e incluso en ocasiones hablar se vuelve inútil. 

—Eres alguien interesante, a comparación de los demás —dijo el fotógrafo con interés:— Conversemos más cundo tengamos la oportunidad. 

Pero luego no tuvieron la oportunidad de volver a conversar. Al tercer día después de conversar, al fotógrafo le robaron su dinero, tarjetas, así como su cámara que contenían "vidas". 

Así que se vio obligado a irse, pero antes de hacerlo, le dio una tarjeta de presentación y le dijo que lo contactará más tarde. 

Xiang Xi guardó la tarjeta de presentación en aquella caja vieja en el callejón de TongKui.   

Unos días después, vio al tío Ping juguetear con la cámara del fotógrafo, diciendo que costaba más de cien mil, por lo que esas "vidas" ya se han ido. 

Él también suspiró junto con algunas emociones por un rato. Realmente la vida que fue captada por los ojos del espectador de la obra de teatro, en un abrir y cerrar de ojos, se borró.  

De hecho, también le gustaba ver películas, principalmente cuando tenía tiempo libre. Además de ofrecerles ofrendas al tío Ping, no tenía nada más que hacer, así que cuando los demás lo miraban, él también lo hacia. 

Con Chen Boyan por ejemplo, no dudaría en volver a ver a Cheng Boyan. Quería ver a Cheng Boyan, pero no se le permitía. 

Simplemente esto no tiene sentido. 

. . .

Después de las vacaciones de invierno, la familia del tío Ping se fue y Xiang Xi regresó al 17. 

Aburrido, repetir constantemente esta rutina es aburrido. 

Por la tarde salió a dar una vuelta, solo y no recorrió demasiado, con temor a volver a toparse con Lu Lian. 

Lu Lian siempre le ha tenido rencor al tío Ping, pero nadie sabía a qué se debía ese rencor. Probablemente ni ellos lo sabían. Lo más seguro se debía que "me robaste el trabajo y estás en mi territorio", "no soy agradable a la vista", "te debo dinero". 

Pero en el pasado, cuándo estas personas se reunían, no se amenazaban tanto y solo se golpeaban. Xiang Xi sintió que algo más había pasado aquí, algo probablemente reciente. 

El tío Ping no le dijo nada, el tío Ping simplemente comenzó a protegerse de él. 

Xiang Xi frunció el ceño y chasqueó la lengua, realmente no quería saber sobre esto. 

Al abrir la puerta de la casa, Xiang Xi vio a algunas personas sentadas en la sala, además del tío Pin, Er Pan, también habían algunas personas que conocía y otras no. 

Xiang Xi estaba un poco sorprendido, estas personas no se encontraban en el mismo círculo que pertenecía el tío Ping. El tío Ping pertenecía al círculo de los delincuentes, y los otros pocos círculos, son lo que van a cometer grandes cosas en cualquier momento. 

Miró a las personas dentro de la casa, se dio la vuelta y volvió a salir, se acuclilló junto a la pared y miró un gato callejero que se encontraba en la pared opuesta, teniendo cosquillas debido al sol. 

—Xiao Zhan —Después de un rato, la puerta se abrió detrás de él y alguien asomó su cabeza para llamarlo: —Ve a buscar de comer. 

—¿Quién eres tú? —Xiang Xi volvió la cabeza, solo lo había visto una vez, Er Pan lo trajo: —¿Me hablas a mi? 

El hombre cerró la puerta y se rió: —¿Ah? ¿y a quién más? 

—Vete a la mierda, si quieres comer algo, ve a comprarlo tú mismo —Xiang Xi continuó mirando al gato con un cigarrillo en la boca, sin importar si era alguien familiar o desconocido, cómo se atrevería a acercarse a él y ordenarle: —No tengo tiempo. 

—¡Mierda...! —El hombre no pudo soportarlo, pateó la puerta y salió. 

—Lao si —Alguien le habló desde adentro: —¿Qué haces? ven a beber té. 

—Por ahora no me encargaré de ti —Lao si regañó detrás de Xiang Xi, se dio al vuelta y regresó a la casa. 

Xiang Xi se colocó de pie y se estiró, salió de Dawali y fue pedir algo de comida rápida en el restaurante que estaba en la intersección, con entrega en el número 17. 

—Xiao Zhan, la última deuda aún no ha sido pagada —el jefe lo miró de mala gana. 

—Pídesela al tío Ping, —Xiang Xi exprimió un trozo de carne, lo envolvió con verduras y se lo llevó a la boca: —Yo no he comido. 

El jefe se quedó en silencio y se quedó quieto mientras sostenía un cucharon para freír en su mano. Xiang Xi lo miró, suspiró y se acercó para darle una palmada en el hombro: —Ve ahora, puede hacerlo, la casa está llena y si lo pides, de seguro te lo dará. 

—¡Oye! —reaccionó el jefe enojado y agregó después de ver a Xiang Xi darse media vuelta: —¡Por qué mejor todos ustedes no se mueren! 

Xiang Xi no dijo nada, solo sonrió. 

¿Morir? solo espera por eso. 

Tenía hambre, había un montón de gente desconocida en el 17, tampoco había conseguido algo para comer y tampoco tenía mucho dinero...aún teniendo dinero, se negaba a comer. 

Xiang Xi ha estado ahorrando dinero y no sabe exactamente por qué, pero no ha sido por bastante tiempo. 

Después de haber deambulado por la calle por bastante tiempo, finalmente se dirigió a un rincón de Zhaojiayao. Esta área podía considerarse segura y el tío Ping hasta estado recaudando dinero aquí por bastante tiempo. 

Se decidió buscar algo para comer, él después de todo no había pagado este mes. 

Este jefe era un hombre de mediana edad, muy honesto. Cuando Xiang Xi viene a recolectar dinero para el tío Ping, nunca lo ha lastimado, e incluso una vez no pudo obtener el dinero, Xiang Xi no se lo exigió, por lo que solo regresó, pero debido a esto, el tío Ping lo abofeteó dos veces. 

Tan pronto como entró, habían algunas personas comiendo dentro y cuando el jefe lo vió, se acercó con una sonrisa irónica: —¿Xiao Zhan? 

—Tráeme dos bollos de carne —Xiang Xi se sentó en un esquina. 

El jefe trajo dos bollos de carne y lo colocó sobre la mesa frente a él. Lo vio comerse dos bocados y luego susurró: —¿Qué pasa con ustedes? Lu Lian vino aquí ayer, tomó el dinero y destrozó dos mesas...

—¿Qué? —Xiang Xi levantó las cejas: —¿Por qué no me lo dijiste ayer? 

—Tampoco he sabido sobre ti, no has venido en todo este mes, pero cuando lo vi junto a su gente, me pregunté si era...—el jefe frunció el ceño: —pero mi mesa fue destrozada. 

Este no era un asunto menor, después de todo este no era el territorio de Lu Lian, y ahora, que su gente venga a recaudar el dinero, es decir que, estaba desafiando al tío Ping. 

Xiang Xi entendió porque Lu Lian y su gente lo persiguieron y lo golpearon, esta era una forma de reclamar su territorio. 

—Llámame cuando regrese por aquí su gente, —Xiang Xi se colocó de pie con el bollo de carne en la boca y dijo mientras salía: —No le digas que sé sobre esto. 

—¿Ese dinero...? —preguntó vacilante el jefe. 

—Hablemos sobre eso después, me voy —Xiang Xi levantó la cortina y se retiró.

Esto no sorprendió al tío Ping, y Xiang Xi tampoco preguntó mucho. Esas pocas personas a las que llamó el tío Ping en casa pudo haber sido esta la razón, pero definitivamente no solo era por esto. Y es solo porque los mafiosos no sueles juntarse para nada con este tipo de personas. 

Xiang Xi sintió que el tío Ping estaba envejeciendo, comenzando a cortejar a la misma muerte. 

—No salgas por un tiempo —el tío Ping tomó la tetera: —Solo quédate en casa y no te vayas tan lejos. 

—Oh —respondió Xiang Xi. 

—Xiao Zhan —el tío Ping se acercó a él, se inclinó y lo miró fijamente durante un rato: —No ha sido fácil para mi criarte hasta este punto. 

—Gracias, tío —dijo Xiang Xi, con los ojos fijo en escote de la ropa del tío Ping, un trozo de cuerda rojo estaba expuesto, y sabía muy bien que era un colgante de un Jade de color verde claro. 

El tío Ping se subió su escote, se rascó la cabeza dos veces y subió las escaleras con la tetera. 

Xiang Xi tiene una habitación propia en el número 17, es pequeña. Cuando era más joven, estaba justo al lado del pasillo que daba al patio trasero, y solo había un espacio para la cama, y cuándo venía la familia del tío Ping, todo su equipaje se guardaba aquí. 

Xiang Xi se sentía aburrido dentro de la casa durante unos días, las personas iban y venían desde afuera. El tío Ping y Er Pan a menudo salen, no sabe que es lo que están planeando y es posible que hayan comenzando a implementarlo. 

No podía pensar en ello, le dolía el estómago. Su estómago es realmente increíble, solo suele comer y descansar de manera irregular, pero el dolor se incrementó, más que las veces que ha estado acostado en esta cama. 

Si seguía así, realmente necesitará ir al hospital.  

Después de que el tío Ping y Er Pan entraron y salieron durante unos días, de repente se calmaron. 

Pero el dolor de estómago de Xiang Xi no se calmó, no ha podido comer nada más de un día y comenzó a sentir dolor en sus piernas. Le pidió algo de dinero al tío Ping y junto a Mantou fueron al hospital temprano por la mañana. 

—¿Por qué le pediste dinero al tío Ping? debiste ver sus ojos —Mantou frunció el ceño junto con su pie cojo y dijo: —¿sabes?, yo iré a hacerme una examen físico completo hoy...

—Ah —Xiang Xi se divirtió, agarrándose el estómago: —¿Examen físico completo? eso es tan particular para las personas de Zhaojiayao. 

—Lo mejor será que te hagas un examen médico, no eres alguien que le teme a la muerte —dijo Mantou con seriedad: —¿Conoces a ese doctor? a ver si puedes hacer algunos arreglos por ti...

—Cállate —Xiang Xi lo interrumpió: —Eres tú el que no le teme. 

No es que Xiang Xi no le tenga miedo a la muerte, es todo lo contrario, le tiene mucho miedo. Además de que el dolor en su estómago no se ha calmado, tenía mucho más miedo, por lo que decidió ir al hospital. 

Pero él no irá a hacerse un examen médico, y tampoco entendía por qué Mantou le dijo que debía someterse a un examen físico como este, haciéndolo parecer una persona normal, que come, duerme, trabaja, vive bien y va a hacerse un examen médico. 

Después de haber ingresado al hospital, Mantou fue al centro de los exámenes médico y Xiang Xi fue al departamento de Gastroenterología. 

Según el mapa de los departamentos, encontró el departamento de Gastroenterología y descubrió que era el mismo piso en el que estaba el departamento de Ortopedia. 

Chasqueó la lengua y el rostro de Cheng Boyan tembló frente a sus ojos. 

Fue al segundo piso, y el ascensor subió, en la parte izquierda del departamento de Ortopedia, y a la derecha estaba el departamento de Gastroenterología en la que se dirigía Xiang Xi. 

Xiang Xi miró hacia la izquierda, luego a la derecha y se alejó. 

. . .

Cheng Boyan estuvo ocupado durante toda la mañana y no tuvo tiempo para comer al mediodía, así que finalmente se tomó un momento y planeó ir al baño, pero la señora de la limpieza estaba ocupada adentro. 

—No sé quién vomitó aquí, —dijo la hermana mayor: —Doctor, lo mejor será que vaya al otro. 

Cheng Boyan ya se sentía desafortunado por no haber almorzado, por lo que rápidamente retrocedió y trotó por el pasillo. 

Hay muchas personas que vinieron a ver al médico el día de hoy. El primer o el segundo mes después del Año Nuevo Chino, hay más pacientes de la habitual en el departamento de Gastroenterología, y las sillas que estaban afuera de la sala se llenaron por completo. 

Cuando Cheng Boyan se acercó, miró casualmente a la multitud y los ojos de una persona se encontraron con los suyos. 

Zhan hong....no, Xiang Xi, estaba sentado en una silla con la cabeza inclinada y las manos apoyadas al frente, mirándolo. 

Después de que sus ojos se encontraron, Xiang Xi levantó la comisura de su boca y sonrió. 

Cheng Boyan no sabía si había regresado después de haber encontrado problemas o a ver a un médico, por lo que lo ignoró y se apresuró primero hacia el baño. 

Cuando salió del baño, Xiang Xi todavía estaba sentado ahí en la misma posición y no se movió. Su rostro no se veía bien y estaba muy pálido, y la pequeña curita debajo de la esquina de sus ojos era particularmente obvio. 

¿Todavía llevaba esa curita? ¿Es un accesorio? 

—¡Doctor Cheng! —gritó Xiang Xi al pasar. 

—Ah —respondió Cheng Boyan: —¿Vienes a ver al médico? 

—Tengo dolor de estómago —dijo Xiang Xi— estoy esperando la gastroscopia. 

—¿Estás ayunando? —Cheng Boyan miró su rostro, parecía que realmente tenía problemas estomacales o también estaba inventando tonterías, que era la fuente de su vida, superior a todo... 

—No he comido nada desde ayer —Xiang Xi sonrió. 

—Entonces tú... solo sigue esperando un poco más —Cheng Boyan pensó en su billetera y dinero, así como en su tarjeta de identificación, y la tarjeta bancaria que no sabía a dónde fueron arrojadas, por lo que no estaba de humor para hablar con él: —Yo todavía tengo pacientes. 

Hubo mucho más pacientes por la tarde, Cheng Boyan pasó de tener mucha hambre a no tenerla, y finalmente, cuando estaba saliendo del trabajo, sintió que estaba por convertirse en un ser inmortal. 

Cuando se fue el último paciente, Cheng Boyan descubrió que habían pasado 40 minutos de su hora de salida. Se cambió de ropa, abrió el cajón y lo miró, encontrando un pastelillo de chocolate, para comérselo en dos bocados y salir de la consulta. 

—Doctor Cheng, está saliendo del trabajo —una enfermera pasó corriendo junto a él. 

—Mm —él sonrió. 

—Aún es temprano el día de hoy, creo que el doctor Liu todavía está bastante ocupado —la enfermera corrió hacia el ascensor. 

Cheng Boyan se estiró y movió nuevamente los brazos. Sacó su teléfono y llamó a su madre; su padre iba a tener una reunión mañana en su viaje de negocios, por lo que prometió volver a comer hoy. 

—¿Vas a venir? —su tía anciana contestó el telefpno. 

—Acabo de salir, ¿hay algo que quieres que lleve? —Cheng Boyan bajó las escaleras. No habían muchos pacientes en el departamento de consulta interna, dando dos pasos y deteniéndose en la escalera mecánica. 

Xiang Xi estaba sentando en una silla con la cabeza gacha, sosteniendo su teléfono algo ido. 

Su rostro aún no se veía bien y parecía bastante deprimido. Era bastante alto, y sus largas piernas lo hacían parecer delgado. 

¿Acaso los resultados de la gastroscopia no salieron bien? 

—No es necesario que traigas algo, solo vuelve rápidamente y por cierto, olvidé decirte algo, —dijo la tía anciana: —tu tarjeta de identificación acaba de llegar a casa, ¿pasó algo? 

—¿Mm? —Cheng Boyan se congeló: —¿Mi tarjeta de identificación? 

—Sí, fue hace unos meses, pero estaba tan ocupada que se me olvidó decírtelo —dijo la tía anciana: —¿Alguien la recogió y la envió por el buzón? 

—...Probablemente —Cheng Boyan pensó por un momento: —Déjalo, ya estoy usando de todas formas mi nueva tarjeta de identificación. 

Después de colgar la llamada telefónica, Cheng Boyan vaciló y caminó hacia el lado de Xiang Xi. 

Xiang Xi es muy devoto a la hora de estar ido, aún cuando Cheng Boyan permaneció junto a él por bastante tiempo y no levantó la vista, por lo que finalmente Cheng Boyan tuvo que aclararse la garganta: —¿Tu examen ya terminó? 

—¿Ah? —Xiang Xi levantó la cabeza y se sorprendió un poco cuándo lo vió: —¿Doctor Cheng? Maldita sea, por eso me pregunté que idiota estaba tan aburrido que se colocó de pie a mi lado y mirándome mientras estaba aturdido...

Cheng Boyan se había quedado sin palabras que no sabía cómo responder.

—Ya terminó, no tengo un tumor —Xiang Xi le sonrió y se puso de pie: —¿Estás saliendo del trabajo? 

—De salida —Cheng Boyan asintió— sobre...mi tarjeta de identificación, ¿la enviaste? 

—¿Ya la recibiste? ¿Tanto tiempo se tomó para recibirla? —Xiang Xi bufó: —Escuché que si arrojas la tarjeta de identificación en el buzón, el cartero puede devolvértela debido a su dirección, por lo que resultó ser cierto.  

—Hace unos meses —Cheng Boyan casi soltó un "gracias", pero recordó que Xiang Xi le envió la tarjeta de identificación y también le robó, así que rápidamente se retiró.

Entonces no supo qué más decir, y cuando se dio la vuelta para irse, se detuvo nuevamente, esto era realmente insoportable. Señaló la curita en el rabillo del ojo de Xiang Xi: —¿Esa cosa creció sobre tu cara? 

Xiang Xi se quedó atónito por un momento, y luego se sintió feliz luego de frotarse la mano sobre el rabillo de su ojo: —Sí, me lo saco cuando está en mal estado, dura mucho. La última vez el diseño fue de hello kitty y ahora es de Doraemon

Cheng Boyan lo vio pasar un buen rato, para que al final, volviera a darse una media vuelta y caminar hacia las escaleras mecánicas, sin saber qué más decir.  

—Doctor Cheng —Xiang Xi dejó de reír y lo llamó desde atrás. 

Cheng Boyan suspiró, se detuvo y se dio la vuelta. 

Xiang Xi se acercó, se arrancó la curita de la cara y señalo el rabillo de su ojo: —está bloqueando esto. 

Cheng Boyan no lo comprendió mucho: —¿Un lunar lagrimal? 

La piel alrededor del lunar lagrimal es muy blanca y obviamente diferente a la piel a su lado, se podía notar que había estado adherida por mucho tiempo...que razón tan milagrosa. 

—Mm —Xiang Xi asintió y sacó una pequeña bolsa de tiritas de su bolsillo, todos los cuales eran dibujos animados, eligió uno de osito y se lo colocó: —Es algo desafortunado. 

Cheng Boyan se sintió inexplicable, ¿Qué es lo afortunado o desafortunado de un lunar? pero no lo dijo. 

Porque cuando quiso hablar, Xiang Xi arqueó la pierna, dándose una palma y pisoteando dos veces, por lo que esta acción hizo cambiar su preguntar: —¿Tienes dolor en las piernas? 

—Ah, este dolor de estómago se ha extendido hasta mis piernas... —Antes de que Xiang Xi terminara de hablar, Cheng Boyan de repente se inclinó y presionó su pierna, y se sobresaltó: —¿Qué pasa? 

—¿Dónde te duele? ¿Aquí? ¿o aquí? —preguntó Cheng Boyan: —¿Es dolor muscular o de huesos? ¿hace cuánto tiempo estás así? 

Xiang Xi no respondió a sus preguntas por bastante tiempo, y después de reaccionar, saltó de su lugar: —Dolor muscular, es posible que debido a que estuve acostado en la cama por bastante tiempo en los últimos dos días y sin moverse...¿Por qué te colocas tan nervioso por algo cómo esto? 

—No es así, ¿pero estás seguro de que solo es dolor muscular? si es dolor de huesos y no mejoras, debes venir al hospital —Cheng Boyan se enderezó, y sin decir nada más, se volvió nuevamente hacia la escalera mecánica.