Capítulo 56

Bian Nan, eres una basura inútil

Bian Nan estaba de pie fuera de la puerta del estudio, con las manos en alto y sin saber si debía tocar la puerta ahora o mejor darse la vuelta y alejarse. 

Su padre no supo que decir, y su tía suspiró: —Xiao Nan no es alguien con ambiciones desde que era un niño, solo ha crecido como alguien que se divierte cada día. Pero si sigue el mismo camino de Bian Hao y es instruido, puede que aprenda administración o que vaya a la universidad. 

—¿Cómo podría ir a la universidad? pensando en lo poco que estudia en la escuela secundaria y que tampoco le gusta jugar al tenis, —su padre habló en voz baja: —solo quiero hacer algo por él, es mucho mejor a comparación de que siga perdiendo el tiempo y que cause problemas durante todo el día. 

—Primero debe tener motivación —dijo la tía también en voz baja. 

Bian Nan golpeó la puerta del estudio y dijo: —¿Papá? 

—Adelante —respondió su padre desde el interior. 

Bian Nan abrió la puerta, su tía estaba sentada en el sofá, y cuando lo vio entrar, sonrió: —Justamente estaba hablando de ti con tu padre, llegas en un preciso momento en que se necesita tu opinión. 

—¿Sobre qué? —Bian Nan se colocó de pie contra el librero. 

—Estás a punto de graduarte y debes hacer una pasantía para el Año Nuevo —dijo su padre, lentamente mientras tomaba té: —estaba conversando con tu tía, ¿Qué te parece si vas primero a la empresa logística de Bian Hao y que él te guíe?  

—Papá... —Bian Nan miró a su padre, para después mirar a su tía, y finalmente bajó la cabeza para quedarse en silencio por un momento: —Sobre quedarme junto a Bian Hao, supongo que él tiene sus propias opiniones. 

—Él no tiene opinión alguna, —su tía sonrió: —le pregunté al respecto y estuvo de acuerdo. 

Bian Nan se quedó atónito, pensó en la propuesta de su tía dentro de un pensamiento temporal, pero no esperaba realmente que esto ya fue conversado con Bian Hao. 

¿Y Bian Hao no tiene opinión alguna sobre esto? 

¡Pero por supuesto que no puede tenerla! Ya que la empresa logística se le fue entregada a Bian Hao, él era el que tenía la última palabra en todo. Si va allí, se convertirá en un soldado, ¿así que, qué opinión podría tener? 

No es diferente a llevarlo a la puerta de la infelicidad, y esto se podría considerar una forma de que Bian Hao no se sienta aburrido.

—Sé que te preocupa no poder llevarte bien con Bian Hao —su padre tomó un sorbo de té: —pero el trabajo es trabajo, por lo que esto no debería afectarlos. 

—Papá, yo... —Bian Nan se sentía indefenso, rara vez discutía algo con su padre y su tía al mismo tiempo. Incluso si la hubiera, jamás colocaría una objeción, y ahora, no estaba preparado para hablar, descubriendo también que su propia falta de coraje estaba desapareciendo rápidamente: —yo...

—¿Mm? puedes decirme si tienes alguna opinión —su padre lo miró. 

Estando afuera, en la escuela, frente a sus compañeros de clases y amigos, jamás había sentido esta clase de presión que sentía en casa, siendo capaz de sentirse incómodo y nervioso al emplear cualquier movimiento. 

Ahora, frente a su padre y tía, sentía calor y picazón al mismo tiempo en todo su cuerpo, se estaba sintiendo tan incómodo, que quería adentrarse de una vez en la bañera para tomarse un baño. 

Después de quedarse en silencio durante mucho tiempo y cuando su coraje estaba a punto de evaporarse debido a su nerviosismo, Bian Nan apretó los dientes y dijo: —¿Puedo yo no ir a la empresa de logística? 

—¿No quieres ir? —su tía frunció el ceño: —¿Por qué? primero debería informarte sobre eso, estúdialo, conoce la sensación de adentrarte a la sociedad, de lo contrario, una vez que salgas, ¿Qué piensas hacer? 

Bian Nan abrió la boca, pero no dijo nada. 

Aunque las palabras de su tía no fueron muy agradables, no fue capaz de refutarla. 

¿Qué es lo que puede hacer él? 

Él realmente no podía hacer nada.

No sabe nada, no entiende nada, a excepción del tenis, no sabe hacer nada más. 

De pronto se sintió muy frustrado. Sobre el hecho de que sabía muy bien sobre esto y sobre que jamás volvería a pensar en ello, se le volvió a presentar una vez más. 

Bian Nan, eres una basura inútil. 

—Solo piénsalo —Su padre notó el enredo, se colocó de pie, se acercó a él y le dio unas palmaditas en el hombro: —Tu tía y yo hemos estado pensando en ti, dímelo si tienes alguna opinión. 

—Entonces lo pensaré, —dijo Bian Nan con cierta dificultad. Ni siquiera podía entender que estaba pasando consigo mismo, así que solo quería salir del estudio y perderse de la vista de su padre y su tía: —Yo primero regresaré a mi habitación. 

Después de haber dicho esto, se dio la vuelta y salió del estudio. Después de cerrar la puerta del estudio, recordó que había olvidado mencionar la sugerencia que Lao Jiang le había dado. 

Vacilando por unos segundos, finalmente bajó las escaleras.

¡Bian Nan, eres un jodido inútil! 

¡Jodidamente inútil! 

Bajando las escaleras y girado hacia el pasillo, Bian Nan vio a Bian Xinyu, paseando de un lado a otro fuera de la puerta de su habitación. 

—¡Ah! —Bian Xinyu se sobresaltó cuando lo vio bajando las escaleras: —¡No estabas en tu habitación! 

—¿Sucede algo? —Bian Nan se acercó, abrió la puerta de su habitación y miró a Bian Xinyu. 

—Sí —Bian Xinyu miró las escaleras y lo empujó: —Entra y conversemos. 

Bian Nan no estaba de humor para lidiar con Bian Xinyu ahora, estaba rodeado de irritabilidad y molestia de adentro hacia afuera. Después de haber entrado a la habitación, se sentó junto al escritorio y no miró a Bian Xinyu, simplemente se mantuvo congelado. 

—En realidad no es algo tan complicado, solo quiero preguntarte, ¿Qiu Yi está bien?, ¿papá lo hizo sentir incómodo el día de hoy?, ¿Dijo algo a ciega frente a los demás? llamé a Qiu Yi, pero él no me respondió —Bian Xinyu probablemente estaba incómoda y nerviosa, y después de decir una serie de oraciones rápidamente, se quedó en silencio. 

—No —Bian Nan respondió esta variedad de preguntas de Bian Xinyu con solo una palabra. 

Bian Xinyu frunció el ceño: —¡Qué actitud llevas contigo! 

—Qiu Yi está bien, papá no lo hizo sentir incómodo, no dijo nada sin sentido y no sé por qué Qiu Yi no respondió el teléfono —Bian Nan la miró: —¿Todo bien ahora? 

Bian Xinyu palmeó su escritorio y gritó: —¡¿Crees que debo rogarte?! 

—Lo dudo —dijo Bian Nan. 

Bian Xinyu lo fulminó con la mirada, se dio la vuelta y salió corriendo. Fue a su habitación y luego cerró la puerta de un solo golpe.

Bian Nan suspiró, se acercó y cerró la puerta. Fue al baño a darse una ducha y cuando salió, se tiró sobre su cama y cerró los ojos sin vestirse. 

. . .

—¿Todavía no piensas regresar? —Qiu Yi miró a Shen Tao, que estaba sentado debajo de la pérgola de uvas con la cabeza levantada: —quiero ir a dormir, tengo mucho sueño. 

—Estoy admirando las luces —Shen Tao sonrió, tomó la tetera y se sirvió una taza de té: —No me alejes, después de que saliste, no he tenido el tiempo suficiente para conversar contigo. 

—Conversemos después de la escuela —Qiu Yi se sentó en la silla reclinable que estaba frente a él, se apoyó sobre el respaldo de la silla y se meció suavemente. 

—¿Está básicamente resuelto el asunto de subir abordo en cuanto a la pasantía? —preguntó Shen Tao. 

—Mm, el barco comercial nacional es bastante bueno, las condiciones también son buenas y el tiempo no es tan largo —Qiu Yi encendió un cigarrillo y se lo llevó a la boca: —Estimo que Erbao, que ha estado aquí durante diez días y medio, no morirá debido a la conmoción. 

—¿Qué sucede con la otra cosa? —Shen Tao también encendió un cigarrillo. 

—¿Qué otra cosa? —Qiu Yi lo miró. 

Shen Tao frunció el ceño, levantó la mano para quitar el humo frente a él y se aclaró la garganta: —Con respecto a Bian Nan, ¿Por qué creo que ustedes dos están bien? 

—Ah —respondió Qiu Yi sin decir nada más. 

—Ah mi trasero —Murmuró Shen Tao en voz baja: —Si no te gusta hablar, entonces no lo hagas. 

Qiu Yi sonrió y ninguno de los dos habló más. 

Shen Tao tomó un sorbo de té, Qiu Yi siguió meciéndose en la silla reclinable. 

Hacía frío y el frío en medio de la noche podría fácilmente penetrar a través de su abrigo. Shen Tao bebió té mientras hervía agua y los tres primeros tres sorbos estaban calientes. 

Después de estar sentado por más de media hora, no pudo más y se colocó de pie: —Me voy. 

Qiu Yi no dijo nada, se inclinó para mirarlo y descubrió que Qiu Yi se había quedado dormido en la silla. 

—Vas a resfriarte —Shen Tao se colocó su abrigo y se apresuró al baño. 

Cuando salió del baño, todavía no se había movido. Shen Tao quería despertarlo y que se fuera a dormir, pero justamente cuando su mano tocó su brazo, Qiu Yi de repente se reincorporó en la silla. 

—¿Te asusté? —Shen Tao se sobresaltó y rápidamente retiró su mano. 

Qiu Yi entrecerró los ojos, estaba jadeando pesadamente y después de un rato se giró para mirarlo: —¿Te vas? 

—Mm, ¿estás bien? —Shen Tao lo miró fijamente. 

—Estoy bien —Qiu Yi colocó sus brazos sobre sus rodillas, bajó la cabeza, se frotó su rostro con sus manos y después de una pausa, dijo en voz baja: —estaba soñando. 

Shen Tao no respondió, volvió a recostarse sobre la silla reclinable y cerró los ojos: —Soñé con mi madre. 

Shen Tao suspiró, extendió la mano y le dio unas palmaditas sobre su hombro: —¿Quieres que te cante una canción de cuna? 

—Vete a la mierda —dijo Qiu Yi, colocándose de pie y estirándose: —Regresa, no habrá transporte alguno después. 

—Entonces me voy —Shen Tao se dio la vuelta y caminó hacia la puerta del patio. Pero después de dar dos pasos, se detuvo y lo miró: —Qiu Yi, no soy del tipo que habla a las espaldas de alguien, pero tienes que pensar claramente sobre tu asunto con Bian Nan. 

—¿Mm? —Qiu Yi lo miró. 

—Después de todo, él es diferente a ti. No es problema alguno que exista el caso de que vuelva a juntarse con una ex novia, —dijo Shen Tao: —¿entiendes lo que quiero decir? no digo que él no sea alguien bueno, quiero decir que es alguien que está un poco aturdido y es impulsivo, y puede que no sea el mismo si de pronto reacciona. 

—Hablas mucho —Qiu Yi guardó las tazas que estaban sobre la mesa: —Lo sé. 

—¿Realmente lo sabes? no pareciera que lo supieras ahora mismo —Shen Tao sonrió: —Solo espero que no creas que soy molesto. 

Qiu Yi no habló, solo giró la cabeza y lo miró. 

—Lo entiendo, es molesto —Shen Tao abrió la puerta del patio y salió: —Me voy. 

Qiu Yi se colocó de pie frente a la mesa durante mucho tiempo y encendió otro cigarrillo. Después de haberse colocado en cuclillas junto al fregadero, suspiró suavemente. 

Cuando entró a la habitación trasera con pasos ligeros luego de haberse dado una ducha, Qiu Yan se había dado la vuelta y rodó hasta el centro de la cama, dejando de lado su edredón. 

Se acercó y tiró del edredón. Fue por dos pequeñas mantas y apiló una a cada lado del cuerpo de Qiu Yan, para evitar que volviera a rodar. 

Aunque antes tenía sueño, tanto ese sueño y las palabras de Shen Tao fueron en verdad como un refresco. Ahora no sentía somnolencia, por lo que se sentó en el escritorio. 

La pequeña figura de arcilla que Bian Nan le había pegado sus partes, todavía estaban sobre el escritorio. Debido a que las habilidades de restauración de Bian Nan eran demasiado pobres, no permitió que Bian Nan se lo llevara a casa, planeó restaurarlo y dárselo. 

No era difícil para Qiu Yi reparar esto, después de hacerles algunos ajustes a la base, no le tomaría mucho tiempo llenar los demás huecos. 

Mañana podría colorearlo. 

Su teléfono vibró, era un mensaje de Bian Nan.

"No puedo dormir"

Qiu Yi miró el pequeño reloj despertador que estaba sobre el escritorio, era un poco más de las 12 en punto. 

"¿No tuviste una buena conversación con tu papá?"

"No fui capaz de decirle algo, ¿No soy alguien inútil?" 

Qiu Yi sonrió, y luego pensó por un momento antes de responder el mensaje.

"¿Por qué siempre te rindes tan fácil contigo mismo? solo dile mañana junto con los huevos revueltos" 

"Bien, haré mi mejor esfuerzo"

. . . 

Bian Nan se levantó temprano y el perro siguió ladrando alegremente debajo de su ventana. Pero después de que se levantó, el perro fue recién a descansar. 

Hoy debía hacer el desayuno. Aunque no estaba muy feliz, decidió levantarse después de rodar desnudo sobre su cama con sus brazos alrededor de su edredón durante unos diez minutos, por lo que no tuvo de otra que levantarse temprano para prepararlo.

Al entrar a la cocina, la ama de llaves, Zhang-jie, estaba a punto de ir a calentar la leche. 

—Zhang-jie, —Bian Nan se frotó los ojos: —¿Hay huevos?

—Si, listos para ti, tu tía dijo que querías hacer huevos revueltos, ¿es así? —la ama de llaves sonrió y le entregó los huevos: —¿Quieres que te ayude? 

—No te preocupes, es fácil, —Bian Nan tomó un gran tazón y rompió cinco o seis huevos. Luego arqueó la espalda y usó unos palillos para sacar las cascarás de huevo que habían caído: —¿Hay cebollas verdes? haré panqueques de huevos con cebollas verdes, junto con sándwiches

—Hay cebollas, —la ama de llaves sacó cebollas verdes del refrigerador y lo ayudó a lavarlas: —¿A qué sabe el sándwich de cebolla verde y huevo? 

—No lo sé —Bian Nan se rió dos veces: —Hay que probarlo, si no sabe bien, entonces hay que comerlo por separado.  

Bian Nan sacó a la ama de llaves de la cocina, sacó su teléfono y llamó a Qiu Yi: —¿Estás despierto? 

—Estoy levantado —la voz de Qiu Yi era clara, y Qiu Yan, que estaba cantando a su lado, era mucho más claro. 

—¿Cómo se hacen los panqueques de huevo con cebollas verdes? —preguntó Bian Nan, mientras revolvía los huevos con los palillos. 

—¿No solo eran huevos revueltos? ¿Por qué ahora son panqueques de huevo? —Qiu Yi se quedó atónito. 

—Creo que hay algunas rebanadas de pan, así que pensé que podría hacer sándwiches —dijo Bian Nan. 

Después de estar en silencio por un rato, Qiu Yi se escuchó divertido: —Aún no los he probado de tu mano, así que hay que hacerlo. 

—Ya tengo las cebollas y huevos, ¿Cómo los hago? —preguntó Bian Nan. 

—¿Hay una sartén por ahí? —dijo Qiu Yi con una sonrisa. 

—Sí —Bian Nan caminó por la cocina. Su padre y Bian Hao eran muy exigentes con la comida, pero la cocina era tan complicada como la cocina de un restaurante, por lo que no vio una sartén durante mucho tiempo: —No parece haber uno aquí. 

—¿Hay una sartén? —Qiu Yi volvió a preguntar, y la voz de Qiu Yan, que debido a su voz mientras cantaba oscurecía por completo su voz. 

—Si, acabo de encontrar la sartén —Bian Nan levantó la sartén: —¿Cuánto tiempo lleva el concierto de Erbao? 

—Más de una hora —Qiu Yi decidió ir al patio: —Bate primero los huevos, coloca un poco de sal y aceite de sésamo, para colocar luego un poco de harina. 

—Mm —Bian Nan hizo caso a las instrucciones de Qiu Yi y comenzó a trabajar: —¿Qué tal si voy a verte el lunes? 

—¿Dónde nos veremos? —Qiu Yi se congeló. 

—En la escuela, —Bian Nan sonrió: —Ahora la situación no es estricta, comamos juntos después de la escuela el lunes por la tarde, ¿aún no has comenzando a trabajar? 

—Ya fui a tu escuela con arrogancia, y ahora vendrás a nuestra escuela también con arrogancia, ¿eso me estás diciendo? —Qiu Yi preguntó. 

—Joder —Bian Nan se rió por bastante tiempo: —no quiero verte de esa forma, si es así, ¿Por qué mejor no vamos juntos a las puertas de la escuela de salud? 

Qiu Yi se rió: —¿Irás en busca de Zhang Xiaorong? 

—No menciones eso, —Bian Nan chasqueó la lengua: —Si no hubiese sido por Zhang Xiaorong, es posible que no te haya notado. 

Hacer panqueques de huevos son relativamente sencillo de hacer, y aunque los movimientos de Bian Nan eran un poco antiestéticos, la operación en sí no fue para nada mala. Excepto que tuvo un pequeño accidente cuando quiso voltear el panqueque de huevo. 

—¡Ah! —Gritó Bian Nan sostenía la espátula. 

—¿Qué pasa? ¿Acabó todo en el suelo? —Qiu Yi inmediatamente se rió. 

—¿Estás esperando que todo acabe en el suelo y luego comenzar a aplaudir? —Bian Nan chasqueó la lengua varias veces: —Este panqueque solo se ha dado la vuelta hasta la mitad, mientras que la otra mitad no se ha movido, por lo que se partió, ¿Qué debo hacer ahora? 

—Entonces dale la vuelta a esa mitad, ¿acaso tu coeficiente intelectual se mezcló con natilla? —Qiu Yi suspiró. 

—No me refiero a eso, quiero decir, no se ve bien, no se ve de color de un huevo entero. 

—No es huevo entero desde el inicio, ¿no eran varios huevos?

—Qiu Dabao, ¿hablas en serio? ¡Dudo que puedas entender mis palabras! —dijo Bian Nan hacia el teléfono con saña. 

—Simplemente sácalo de la sartén, sobre un plato puedes cortarlo en algunos pedazos y dividirlos, con eso sigue siendo una cuestión de coeficiente intelectual —Qiu Yi suspiró. 

—¡Mi coeficiente intelectual no funciona cuando se trata de cocinar! —Bian Nan agitó la espátula. 

—¿Hay alguna salsa de carne o algo así por ahí? si es así, agrégale un poco, sabrá delicioso —Qiu Yi dijo con una sonrisa. 

—Está bien —Bian Nan asintió. 

Cuando los panqueques de huevo estuvo fuera de la sartén, Bian Nan se inclinó y lo olió. La temperatura del panqueque de huevo estaba bien controlada por el tiempo estimado de Qiu Yi y olía delicioso. 

Tomó los palillos, sacó un poco del borde del panqueque y se lo llevó a la boca para saborearlo. Luego le envió un mensaje a Qiu Yi: "Cuando salga de la escuela, iré a tu callejón por la mañana e instalaré un puesto, y venderé desayunos".

Qiu Yi le respondió rápidamente: "Entonces dile a tu papá que ya te has decidido, comienza primero con un pequeño puesto de desayuno y continuando así, tendrás diversos puestos a nivel nacional de panqueques de huevo".

Bian Nan se rió junto a su teléfono por bastante tiempo. 

Al salir de la cocina con el panqueque de huevo, Bian Nan miró hacia el comedor y se quedó atónito por un segundo. 

Toda la familia estaba sentada en la mesa, su padre lo miraba expectante y la tía le indicó a la ama de llaves que trajera el resto del desayuno. 

Bian Hao con la cabeza inclinada, miraba la televisión. Bian Xinyu estaba recostada sobre la mesa jugando con su teléfono, junto con una expresión poco clara cuando se levantó. 

—¿Lo cambiaste a panqueque de huevo? —Su padre lo vio colocar el plato sobre la mesa e inmediatamente se levantó para olerlo: —¡Huele realmente bien! 

La tía sonrió y tomó un trozo para colocarlo sobre su plato: —Entonces pruébalo. 

Su padre lo tomó y se lo llevó a la boca. Después de masticar un par de veces, se rió y le dio un pulgar hacia arriba a Bian Nan: —¡Bueno! ¡Muy bueno! ¡No esperaba que la forma de cocinar de Xiao Nan fuese tan buena! 

—¿En serio? —Bian Xinyu también tomó los palillos y le dio un mordisco: —Es un poco ligero, pasable. 

Bian Nan no dijo nada. La apariencia inusual y feliz de su padre lo hizo sentir un poco indescriptible y las palabras que quería decir, se quedaron atoradas en su garganta. 

—Te escuché hablando por teléfono en la cocina, —Bian Xinyu tomó un trozo de pan: —¿Llamaste a alguien para que te enseñara a hacer esto ahora? 

Bian Nan la miró: —Mm. 

—¿A quién llamaste para preguntarle? —Su padre de pronto se interesó en su conversación— ¿Es una chica? 

—Claro que... —Bian Nan tomó un pan y se lo llevó a la boca, diciendo vagamente: —No

—Debe ser una chica, un chico no sería capaz de esto —la tía empujó a su padre: —No preguntes tonterías. 

Bian Nan dejó de hablar y se sumergió en su desayuno. Bian Nan siempre ha estado acostumbrado a estar en silencio en medio de una escena en la que estaba toda la familia. No encontrando un tema, al cual poder unirse. 

Bian Hao terminó de desayunar rápidamente, se colocó de pie y fue a la sala de estar a colocarse su abrigo. 

—¿Vas a salir? —le preguntó la tía. 

—Mm, iré a la empresa —Bian Hao miró hacia arriba: —¿Xinyu irás de compras con alguien? te llevaré, ya que estoy de camino. 

—¡No! —Bian Xinyu lo miró de reojo: —¿Qué calle está abierta a las 8:30? ¡Ni siquiera el mercado de verduras está abierto tan temprano! 

—Tú... —Bian Hao frunció el ceño. 

—No te preocupes, ve a lo tuyo, y no creas que no hay alguien para que la lleve después —la tía agitó la mano: —No la molestes. 

Después de que Bian Xinyu terminó de comer, subió las escaleras. Su tía sacó a pasear al perro al patio, y en el comedor, solo quedaron Bian Nan y su padre. 

Bian Nan se quedó mirando el plato vacío frente a él, y abrió la boca recién cuando su padre terminó de comer y se colocó de pie: —Papá. 

—¿Mm? —Su padre se volvió a sentar y respondió: —¿Qué? 

—Lo he pensando —Bian Nan empuñó sus manos debajo de la mesa: —y no quiero ir a la empresa de logística. 

Su padre lo miró y después de un momento, suspiró: —No te molestes por esto, Bian Hao no ha dicho nada. 

—No —Bian Nan levantó la cabeza: —El entrenador Jiang tiene un amigo en Zhanfei y quiere recomendarme allí. 

—¿Un club de tenis? ¿Cómo entrenador? —Su padre frunció el ceño. 

—No como entrenador, como asistente o algo así. 

—¿Cuál es el punto de ser uno? ¿Qué clase de desarrollo te llevará eso? —su padre se mostraba poco satisfecho: —¡En qué clase de cosas piensas! 

Bian Nan solo miró a su padre, y no dijo nada. 

—Si me dices que quieres ir a club a jugar, no diré nada —Su padre le dio un golpe a la mesa: —tampoco colocaré ninguna objeción si quieres tomar el examen de ingreso a algún instituto deportivo, ¿pero piensas ser un asistente? ¿Qué clase de trabajo es ese? 

Bian Nan seguía en silencio. 

—¿Qué diablos estás pensando? —Su padre se colocó de pie: —¡No te quedes callado! ¡Dime que diablos estás pensando! 

—¿De verdad quieres saber lo que estoy pensando? —Bian Nan se levantó repentinamente y la silla se cayó al suelo. 

—¡¿Qué está pasando?! —Escuchó la voz de su tía, que se acercaba apresuradamente desde el patio. 

—¡Qué intentas decir! —Su padre lo miró fijamente. 

—Tú no quieres saber lo que en verdad estoy pensando, nadie lo quiere —Bian Nan habló, sintiendo sus manos temblorosas. No sabía por qué reaccionó así tan de repente, ni tampoco en qué lugar las palabras de su padre lograron golpearlo: —Es mejor que no me lo preguntes esta vez. 

Después de decir esto, Bian Nan se dio la vuelta y salió del comedor.