Capítulo 02

¡Doctor, venga aquí y mire! ¡¿Cuánto cree que cuesta esta pierna?!

La persona que cayó frente a Xiang Xi y Mantou fue Li Hui, la hija de la esposa de Erpan. 

Li Hui y su madre se fueron a vivir junto con Erpan, ella decía que era hija de Erpan, pero él no la reconocía.

Era una pequeña niña de catorce años, era tan delgada como un pequeño mono. Xiang Xi siempre sintió que si el pasaba un fuerte viento, sería capaz de salir volando dos millas de distancia con un solo intento. 

Todas estas casas antiguas eran de baja altura, por lo que la caída de Li Hui no debió haber sido demasiado fuerte. Permaneció en el suelo por un buen tiempo, luchando por colocarse de pie. 

Mantou miró hacia arriba, dudó durante dos segundos y luego extendió su mano para ayudar. Li Hui miró hacia arriba con nerviosismo, empujó hacia un lado a Mantou, bajó la cabeza y se colocó de pie a un lado de la pared.  

—Vaya —la voz de Erpan vino desde la plataforma del segundo piso: —Mantou sigue siendo un verdadero caballero con una mujer. 

Ge —Mantou se sobresaltó, levantó la cabeza y sonrió, y comenzó a correr a la casa mientras cojeaba: —Ge, estoy aquí...

Xiang Xi miró a Li Hui y pasó al lado de ella, preparándose para regresar al 17. 

—¡Xiao Zhan! —Li Hui gritó detrás de él, su voz era ronca y casi inaudible: —ayúdame. 

Xiang Xi fue hacia el número 17 sin detenerse y cerró la puerta con un revés. 

Habían bastante personas en la casa, uno de los pasatiempos del tío Ping es beber té y jugar cartas. En este momento, estaba sentado en la sala de estar tomando té con algunas personas, y Xiang Xi los conocía a todos. El tío Ping no tiene una "banda criminal" en el sentido estricto, pero habían personas que se consideraban una gran fuerza principal, que era lo central en toda especie de pandilla. 

—Regresaste —dijo el tío Ping mientras sostenía su taza de té, bebía lentamente y disfrutaba. 

—Mm —Xiang Xi bajó la cabeza y se colocó de pie junto a la mesa de café. 

—Realmente has crecido —el tío Ping dejó la taza y dejó escapar un largo suspiro: —Ahora te atreves a regresar a casa con las manos vacías. 

Xiang Xi no habló. 

—El año aún no ha terminado —el tío Ping se sirvió otro sorbo de té y se apoyó en el sofá. 

Nadie en la sala dijo una palabra, lo miró con frialdad y Xiang Xi también guardó silencio. El tío Ping siempre hablaba así, no era igual que Erpao, que era capaz de perdonar al llegar con las manos vacías. 

El tío Ping siempre hablaba tranquilo y con seriedad, pero Xiang Xi sabía que si no traía dinero, le daría una horrorosa lección. 

—¿Ya comiste? —preguntó el tío Ping. 

—Comí algo —Xiang Xi miró hacia el pasillo que conducía hacia el patio trasero del primer piso: —Tengo dolor del estómago el día de hoy. 

—Te duele el estómago otra vez, ¿Qué sucede con tu estómago? —el tío Ping frunció el ceño: —todavía hay algo de sopa caliente en la cocina, ve a beber un poco. 

—Oh —Xiang Xi entró a la cocina y bebió un plato de sopa. 

De hecho, no tenía apetito en este momento, pero debe beber esta sopa siempre que el tío Ping se lo diga. 

Después de que se bebió la sopa, caminó por el pasillo hacia el patio trasero y silbó. 

El llamado "patio trasero" no es un patio, sino más bien era una hilera de edificios autoconstruidos cada uno con una puerta trasera, que daba hacia un pasaje a un metro de la pared, que era largo, oscuro y sucio. 

Después del silbido, escuchó a Erpan maldecir mientras regañaban a Mantou. 

Volvió a silbar, el silbido era para el perro. 

Xiang Xi tiene un perro, pero no es exactamente la persona quién lo crió. No sabía de qué familia era el perro, pero aquella época era otoño y debido a tiempo complicado, lo encontró comiendo del bote de basura. 

Xiang Xi lo vio en un estado lamentable, así que le dio algo de comer, por lo que el perro ha estado a su alrededor desde ese día. Xiang Xi no le dio un nombre, pero silbaba y sabía que el perro iba a venir. 

Después de tres silbidos, no pudo ver al perro llegar feliz. 

Volvió a entrar a la sala y caminó al lado del tío Ping: —Tío, ¿Dónde está el perro? 

El tío Ping lo miró con la tetera en la mano, y se escuchó un grito desde el exterior de una casa. Era Mantou, que estaba siendo golpeado por Erpao en la puerta de la casa. 

—¿Dónde está el perro? —Xiang Xi podía ver algo en los ojos del tío Ping, pero no estaba seguro, así que volvió a preguntar de manera persistente: —Es un perro amarillo, ¿Dónde está? 

Alguien en la sala se burló, había una voz de Schadenfreude [1]

El tió Ping seguía sin hablar, con la cabeza hacia un lado, como si estuviera escuchando a Erpao golpear a Mantou. 

Xiang Xi no hizo más preguntas, se dio media vuelta y salió por la puerta. Se detuvo a tan solo dos pasos de Erpan, que estaba a punto de golpear el estómago de Mantou. 

—¡Largo! —Erpan lo miró fijamente. 

—¿Dónde está mi perro? —Xiang Xi lo miró y preguntó. 

—¡Qué diablo voy a saber yo de un perro! ¡largo! —Erpan agitó los brazos y empujó a Xiang Xi. 

—Xiao Zhan... —Mantou le habló mientras estaba medio acuclillado detrás de él. 

—Te estoy preguntando, —Xiang Xi se tambaleó en dos pasos, no tomó en cuenta a Mantou y rápidamente se detuvo frente a Erpao, quedando casi cara a cara con él: —¿Dónde está el perro? 

—¡Pedazo de mierda! ¡estás enfermo! —Erpao rugió, levantando la mano y queriendo golpear la cara de Xiang Xi.

Xiang Xi se balanceó para esquivarlo, y cuando Erpao no se había equilibrado bien, se apresuró y empujó a Erpao con fuerza, también rugió: —¡¿Dónde está mi perro?! 

—¡Ve a joder a tu madre! —Erpao probablemente se conmovió por su inexplicable persistencia, lo agarró del brazo y lo estrelló contra la pared: —¡Maté a tu jodido perro y me lo comí! 

Xiang Xi estaba atónito y el dolor causado por el golpe en su hombro contra la pared, decidió no tomarlo tan en serio. 

—¿Qué fue lo que dijiste? —Volvió la cabeza bruscamente y miró fijamente a Erpao.  

—¡Dije que me comí a un podrido perro! ¡una olla de guiso! —Erpao escupió hacia el suelo y caminó hacia Mantou mientras maldecía: —siempre comía tan tranquilamente, ¡De qué sirve criar a ese jodido perro! 

Cuando Erpao levantó la pierna y pateó a Mantou que estaba escondido detrás de él. Xiang Xi rugió, saltó detrás de él y le golpeó con su codo su nuca: —¡Quién mierda te permitió hacer eso con mi perro! ¡era mi perro! 

Xiang Xi sabía que su forma de golpear era como si un huevo golpeara una roca. Erpan era como una torre, y cada vez que se paraba a su lado, se sentía como la arena y las piedras junto a un gran sol, que lo cubrían. 

Pero aún así se abalanzó sobre él, y al segundo siguiente, Erpan lo agarró del brazo para salir volando de su hombro y ser arrojado al suelo. 

Estaba un poco mareado producto de la caída, tampoco había comido demasiado hoy y lo volvieron a golpear. Después de eso, sentía mareo en sus ojos y cuando miró a Mantou, las piernas llegaban a él de un lado...

Erpao no se quedó tranquilo después de que lo lanzó al suelo y lo golpeó, se acercó y comenzó a patear sus piernas. 

Xiang Xi abrió la boca, pero no pudo emitir ningún sonido. 

Era tan doloroso, el dolor que llegó en ese momento lo dejó solo con la fuerza suficiente para caer al suelo y jadear. 

Erpao quería volver a golpearlo, pero Mantou desde un lado se abalanzó para abrazar sus piernas y apretó los dientes en silencio. 

—¡Jodete! —Erpao lo abofeteó y cuando a punto de volver a maldecir, el tío Ping salió del número 17. Al ver al tío Ping, se detuvo. 

—¿Por qué estás tan molesto? —Con una tetera en la mano, el tío Ping dijo en voz baja: —¿Crees que está calle es tu casa? Realmente no te avergüenza golpear a tus propios hijos con tanta fuerza, ¡Eres demasiado prometedor! 

Después de decir esto, el tío Ping levantó la barbilla hacia Mantou: —Ayúdalo a entrar. 

Mantou se apresuró y trató de levantar a Xiang Xi, pero Xiang Xi frunció el ceño cuando se sentó en el suelo y ejerció fuerza sobre sus piernas. Mantou extendió la mano para tocar su pierna, pero lo bloqueó: —No lo toques, me duele. 

—¿Está rota? —la voz de Mantou tembló un poco, probablemente recordando la pierna que le lesionaron en el pasado. 

Mantou estaba ansioso mientras lo ayudaba a entrar a la casa, y cuando pasó junto al tío Ping, susurró: —Tío Ping, creo que él debe ir...al hospital. 

—¿Esta rota? —el tío miró a Xiang Xi. 

—Probablemente —dijo Xiang Xi. 

—¿En serio? —el tío Ping sonrió: —de acuerdo, pronto llegará el año nuevo chino, hiciste lo que pudiste. 

Xiang Xi no habló, sabía a lo que sé refería el tío Ping al haberlo ido a ayudar tan abiertamente. De hecho, el tío Ping estaba muy feliz de que Erpao lo venciera con dos movimientos y era justo de que tuviera ahora un hueso roto. 

Era como un castigo, probablemente ha provocado la ira del tío Ping y que se sienta incómodo recientemente 

. . .

Desde el comienzo del invierno ha habido muchos pacientes provenientes del departamento de ortopedia, la mayoría eran fracturas de diversas índoles, algunos que resbalaban con hielo y se lesionaban las piernas, también algunos que se lesionaban las muñecas al caer en el suelo...tanto el departamento de pacientes hospitalizados como ambulatorios estaban ocupados. Cheng Boyan estuvo ocupado en la clínica ambulatoria el día de hoy y el departamento de emergencias también trajo a varias personas heridas. 

No volvió a salir a tiempo del trabajo, y después de examinar al último paciente que vino por una consulta, se colocó de pie de la silla y se estiró, mientras pensaba qué comer para la cena, pero la voz de una anciana resonó inmediatamente en su mente. 

Cómo comer sano para la cena...comenzó la clase de buena nutrición...

Alguien en la sala de emergencia gritó, la voz era muy fuerte y Cheng Boyan se tomó un momento para mirar hacia allá. 

No era algo sorprendente escuchar este tipo de sonidos en la sala de emergencia, pero se dio la vuelta y se acercó. La semana pasada, un compañero que había estado bebiendo demasiado, cayó por los escalones, y llegó a urgencias con el rostro todo ensangrentado. Cuando el médico lo agarraba, quería de inmediato abofetearlo en la cara, diciendo de inmediato que se ganaría un viaje de inmediato a la luna. 

Este sonido era similar al de ese momento. 

Después de caminar, Cheng Boyan vio que no se trataba de alguien que había bebido, sino más bien que era un hombre sentado con la cabeza inclinada en una silla que estaba al lado de la puerta de emergencia, y tres personas a su alrededor estaban gritando. 

—¡Eras tu quién quiso venir al hospital! ¡por eso estamos aquí! —un joven con rostro enojado señaló a otro hombre y gritó: —¡Ahora el doctor dijo que es un fractura! ¡Qué más se debe saber! ¡date prisa! ¡Dame el dinero! 

—¡No te daré el dinero! —el hombre también rugió: —¡Es un hueso roto! ¡Sé qué es eso! ¡Pero que te hace pensar que te daré el dinero para tratarse! 

—Conduces tan rápido, y sabía tú que el límite es de 20 km, ¿no? ¡pero conduces a una velocidad de 60 km que piensas que el cielo se va a caer al segundo siguiente! —Otro chico que parecía más joven habló. 

—¡Doctor! —Después de que le chico terminó de hablar, dio dos pasos hacia la sala de emergencia: —¡Doctor, venga aquí y mire! ¡¿Cuánto cree que cuesta esta pierna?! 

¿Es cojo? Cheng Boyan le miró la pierna varias veces. 

Habían muchas personas en el departamento de emergencia en este momento y ninguno de los médicos estaba desocupado, y uno de ellos volvió la cabeza y miró hacia él, y al ver a Cheng Boyan dijo: —Xiao Cheng, ¿estás libre...? 

—Iré a ver —dijo Cheng Boyan y caminó hacia la persona que estaba sentada en la silla. 

—¿Eres médico? —el hombre lo miró fijamente. 

—Sí, de ortopedia —Cheng Boyan asintió: —los médicos de emergencia están ocupados, así que me debes dejar verte, no te preocupes. 

—¿Ortopedia? ¡Ya veo! —dijo el hombre junto a la persona sentada, volvió a mirar su reloj y dijo con ansiedad: —¿Puedes verlo? ¿es grave? ¿es una fractura? 

—¿Dónde te golpeaste? —preguntó Cheng Boyan colocándose en cuclillas frente al hombre. 

La persona sentada en la silla mantenía la cabeza baja, y cuando Cheng Boyan preguntó, finalmente levantó la cabeza. 

Para ser honesto, a menudo hay personas que buscan problemas en el departamento de emergencia y hay fracturas muy serias, también habían facturas que tenían un tardío tratamiento de tres semanas, también habían personas que se tomaban rayos X y se escabullían de aquí, y la forma de actuar era igual a esta. 

Cheng Boyan estableció temporalmente una personalidad para este grupo de personas, especialmente para él que fue golpeado. A Cheng Boyan no le gustó en particular cuando vio al del "peinado mohicano" [2], sumado a las botas de cuero con botones de cobre y con pantalones algo cortos...hace mucho frío. 

Después de que el hombre levantó la vista, Cheng Boyan pudo ver claramente su rostro. Había una pequeña curita de dibujo animado pegada en la esquina de su ojo derecho, parecía más joven que el hombre cojo, era muy guapo y sus ojos eran confusos, puro e inocente.  

—Pantorrilla izquierda —dijo el hombre, su voz era tranquila, marcado un contraste con la de su amigo, que no dejaba de gritar como si su cerebro no dejara de burbujear. 

—Primero echaré un vistazo —Cheng Boyan le indicó que se levantara las perneras del pantalón: —¿te duele? 

—¿Qué clase de médico ortopédico eres? —dijo el hombre con tranquilidad mientras se tiraba de las perneras del pantalón: —Según tu ortopedia, ¿has encontrado a algún Dios que fue golpeado de esta manera y no siente ningún dolor? 

Sus palabras eran bastante agresivas, pero Cheng Boyan lo miró y no dijo nada. 

Su pantorrilla ya estaba hinchada, parecía una lesión nueva y para nada leve, por lo que tal vez debía ser hospitalizado. Cheng Boyan se acercó y quiso presionar para confirmar, pero cuando tocó la piel de su pierna, el hombre apartó su mano. 

—Ge, —frunció el ceño: —me duele. 

Cheng Boyan lo miró fijamente a los ojos durante unos segundos y luego se colocó de pie: —¿Cómo te llamas? necesito hacerte unos rayos X. 

—Zhan Hongtu —respondió el hombre— Zhan Hongtu, Zhan Hongtu [3]

Tan pronto como escuchó que era un hueso roto, la situación no fue demasiado clara. Varias personas a su lado gritaron y comenzaron a quejarse nuevamente alrededor del hombre. El hombre miró su reloj y dijo: —Doctor, ¿Cuánto tiempo llevará eso? 

—Tomará más de una hora, dependiendo de la extensión de la fractura —Cheng Boyan sacó su teléfono y estaba a punto de llamar al departamento de radiología para ver si podía hacerlo de inmediato. 

El ruido de los pocos que estaban a su lado era realmente molesto, por lo que caminó hacia el pasillo para hacer una llamada telefónica.

Después de contactar con el departamento de radiología y cuando regresó al lado de la puerta de la sala de emergencia, Cheng Boyan descubrió que los alrededores estaban bastante tranquilos, uno de los hombres parecía haberse ido y solo quedaron tres chicos en la silla. 

Uno de ellos estaba sosteniendo una pila de dinero. 

¿Está pagando?

—Ve y paga la tarifa, y ve a tomar un examen de rayos X, el ascensor está allí —Cheng Boyan no hizo más preguntas y explicó: —Después del examen, te atenderá un médico de guardia. 

—Gracias, doctor Cheng —el chico llamado Zhan Hongtu lo miró y le habló. 

—¿Eh? —Cheng Boyan quedó atónito. 

—¿El médico del departamento de emergencia no te acaba de llamar Xiao Cheng? 

—Oh, si —dijo Cheng Boyan— de nada.

Cuando llegó a casa, Cheng Boyan tenía mucha hambre, pero en realidad no quería comer. Cuando pensó en la idea de comer su propia comida, se sentía un poco enojado y triste, por lo que el apetito se fue. 

Se cambió de ropa, se recostó en el sofá y cerró los ojos, pensando en pedir comida para llevar. 

Tan pronto como cerró los ojos, escuchó el gorjeo locos de una pareja de periquitos del departamento de al lado. 

—ah... —suspiró, frunciendo el ceño. 

Estaban demasiado cerca, y Cheng Boyan abrió los ojos a regañadientes cuando escuchó el sonido de una pelea en el mercado de verduras. Frunció el ceño y se calmó, volviendo a cerrar los ojos, tratando de controlar sus emociones por medio de algunas respiraciones profundas, solo entonces pudo reprimir su impulso de abrir la ventana y usar una honda para noquear a los pájaros enjaulados que estaban al otro lado. 

Estos dos pares de loros fueron traídos el mes pasado, porque ambos eran azules, y se veían mucho mejor que los amarillos y verdes que usualmente veía. Cheng Boyan miró con interés la ventana y en silencio los nombró, uno, dos, tres y cuatro. 

Ahora que lo pensó, parecía tan infantil, ahora solo piensa en darle un nombre de uno, dos, tres y cuatro. 

Finalmente entró a la habitación y entró la caminadora, se colocó los audífonos, subió el volumen de la música y comenzó a correr. 

Olvídalo, lo mejor es no comer. 

. . .

—¿Ya nos vamos? —Mantou se colocó de pie al lado de Xiang Xi, mirando de un lado a otro al costado de la calle, en busca de un triciclo. 

—Mm —respondió Xiang Xi con el ceño fruncido. 

—Ya te han tomado un par dos veces hoy, al menos no tuviste una gran lesión y pudiste ser tratado —Mantou miró su pierna: —no llegaste demasiado tarde, como yo...

—No tengo tan mala suerte como tú —Xiang Xi lo miró. 

—¿Ah? —Mantou se quedó atónito. 

—Tú, boca de cuervo [3] —Xiang Xi saltó en el acto: —Debo tener suerte esta noche y tener una ronda mañana o el tío Ping no me dejará ir. 

Mantou no habló y suspiró después de mucho tiempo. 

Xiang Xi nunca ha hecho del trabajo de "buscar problemas" y Mantou solía hacerlo bastante feliz con ser un hombre discapacitado. Caer al suelo, saltar en una pierna, cojear y gritar, logrando interpretar el papel de un victima desafortunada, lograba que las personas se detuvieran y le dieran dinero. 

Xiang Xi siempre ha menospreciado este tipo de cosas, y esta vez, el tío Ping no le estaba dejando otra alternativa. De lo contrario, por algo estaba jugando durante estos dos días con sus "compañeros" que generalmente parecían infelices. Tenía que calmar la ira de su tío o no tendrá un buen año. 

—Oye, justo ahora tenía miedo de lo que diría el doctor, que estando heridos y discapacitados, y si nos hubiera descubierto, no habría sido fácil correr —dijo Mantou. 

—¿Qué miedo? —Xiang Xi tiró del cuello de su ropa. Cheng Boyan, ah. 

Mantou volvió la cabeza y vio a un triciclo saliendo del callejón que estaba al otro lado de la calle, e inmediatamente gritó: —¡Oye! ¡amigo! ¡aquí! 

El triciclo redujo la velocidad, luego aceleró y salió huyendo. 

—¡Que se joda! ¡Qué servicio es este! —Mantou estaba muy molesto. 

—¿Cuál es la prisa? —Xiang Xi lo miró y le hizo una pregunta mientras se apoyaba en un árbol. 

—¿No quieres regresar? hace frío, pero cuando dije que podríamos tomar un taxi, tampoco quisiste —suspiró Mantou. 

—¿Por qué tienes tanta prisa de regresar? —Xiang Xi miró el cielo y parecía haber pequeños copos de nieve cayendo— Tienes tanta prisa en un mal día como hoy, pero vamos, ¿Qué seguirá después de esto? 

—¿Ah? —Mantou no podía entender lo que estaba diciendo. 

—Que Erpan debe estar esperándote —Xiang Xi se rió. 

—¡Mierda! —gritó Mantou enojado. 

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[1] Alguien o actitud de disfrutar la desgracia de los demás. 

[2] Peinado Mohicano, imagen de Xiang Xi uwu

[2] Un modismo, "Zhan" significa abrir un pergamino; una metáfora de realización. "Hongtu", se refiere a una estrategia y plan. ("cumplir un/a plan/estrategia")