Capítulo 19

"Mm, soy a lo que tú llamas anormal"

—¿Qué? —Cheng Boyan quedó atónito. Él no escondió esta carpeta, vivía solo y nadie suele encender su computadora para mirarla. Sin embargo, esta carpeta estaba en la parte más inferior y se sorprendió que Xiang Xi lo encontrara con unos pocos clics. 

Realmente era analfabeto. Probablemente no leyó los nombres de esas películas con cuidado, porque no podía reconocer todas las palabras...

—Refrescante...lo leí bien, ¿verdad? —dijo Xiang Xi: —No debería estar mal, hay un vendedor de té de hierbas en la intersección de Zhaojiayao, tenía una olla por debajo y tenía escrito "refrescante"...

—Es correcto —Cheng Boyan asintió: —Mira otras cosas primero, no entenderías lo que hay ahí. 

—Si quieres decir que puedo leer o no, lo admito. ¿Pero qué no puedo entender de una película...? además tiene un nombre muy lindo, "pequeña pieza"...¿es una caricatura? —Mientras Xiang Xi hablaba, sonaba como si hubiera hecho clic en la carpeta del archivo. Después de dos segundos de silencio, chasqueó la lengua: —¿Qué diablos? todos estos caracteres están en inglés y japonés... ¿Qué? pa...¿quete?...

—Te dije que no lo entenderías —Cheng Boyan se sintió agotado sosteniendo a Xiaoxi con solo uno de sus brazos y sosteniendo el teléfono con la otra. Así que no se molestó en preocuparse en si Xiang Xi lo miraría o no: —Puedes ver otras películas primero, todas son muy buenas, colgaré. 

—Oh —respondió Xiang Xi. 

Cheng Boyan colgó el teléfono y estaba a punto de guardarlo, cuando Xiaoxi extendió la mano y tomó su teléfono: —Telefonono. 

—Teléfono —Cheng Boyan la dejó sostener su teléfono: —No es telefonono. 

—Nono —dijo Xiaoxi. 

—Nono, es nono —Su prima Li Yan sonrió y se acercó para acariciar la cabeza de Xiaoxi: —Es el nono de tu Gege. 

—...Eres una buena madre —Cheng Boyan suspiró con impotencia: —No hables así, no sigas hablándole como a una bebé. Tiene que aprender a hablar bien el futuro.  

—Que divertido —Li Yan aplaudió: —¿Xiaoxi acaso puede caminar por si sola? no hay que dejar que todo el tiempo la cargue. 

—Caminaré sola —Xiaoxi asintió, mientras sostenía el teléfono. 

—Xiaoxi es realmente capaz —Cheng Boyan la colocó en el suelo, viendo a Li Yan extender una cuerda alrededor de su abrigo e inmediatamente, la atrajo: —La guiaré por un rato, aún no la había sacado así. 

Cheng Boyan había comprado esta correa de tracción, fue solo diversión en ese momento, pero Li Yan dijo que era bastante fácil de usar. Lo usaba para los pequeños niños pequeños, luego la llevó a la calle y así no tenía miedo de que se perdiera. 

Cheng Boyan pensó era muy interesante, era como llevar a una cachorro, tirando de la cuerda de esta forma: —Xiaoxi, el tío no conoce el camino, ¿puedes llevar al tío a cenar?. 

—Bien —Xiaoxi lo miró y luego lo llevó lentamente hacia el frente. 

—Oye —Li Yao lo tocó con el brazo: —¿Hay alguien de tu familia contigo?. 

—Sí, tengo a un amigo —Cheng Boyan sonrió: —Comerá solo por la noche, no te preocupes, no afectará nuestra comida. 

—No estoy preocupada, más bien soy chismosa —Li Yan chasqueó la lengua: —¿Qué amigo es?. 

—Es un paciente, tiene algunas cosas en casa y no tiene a dónde ir, así que estará en mi casa por un par de días mientras se las arregla —Cheng Boyan explicó de manera breve. 

—Pensé que era... pero es bastante sospechoso, un paciente... —Lin Yan se rió, pero al menos su ventaja es que al menos no era tan curiosa como su tía mayor, por lo que cambió su enfoque después de reírse por un rato: —Hay un extraño viviendo contigo, por lo que sufrirás. ¿Tienes suficiente desinfectante? ¿Quieres que esta hermana te venda dos cajas?. 

Antes de que Cheng Boyan pudiera hablar, volvió a aplaudir: —No, no serás tú el que se sienta incómodo, ay, será más bien la persona que viva contigo, no puedo realmente imaginarlo...

—¿Quieres que vayamos a comer? —Cheng Boyan se detuvo. 

—A comer, comer, comer, comer —Li Yan le dio unas palmaditas en el hombro, se inclinó para abrazar a Xiaoxi y corrió hacia adelante, diciendo: —Rápido, tenemos que correr o el tío no nos invitará a cenar...

Xiaoxi no podía quedarse quieta después de no haber comido desde hace mucho tiempo. Cuando estuvo llena, dijo que quería ir a casa y jugar con Tiao Tiao. Tiao Tiao era el cachorro de su familia, un perro callejero que recogió Li Yan, era tan feo como un ratón al principio y se veía muy miserable. Después de haberlo criado durante un año, todavía era feo, pero era tan arrogante que se volvió el cuarto integrante de la familia. 

—Gege, ve a ver a Tiao Tiao —Xiaoxi tomó la mano de Cheng Boyan. 

—Dime tío —dijo Cheng Boyan. 

—Tío, ve a ver a Tiao Tiao —Xiaoxi cambió sus palabras. 

—No iré a verlo, Tiao Tiao es demasiado feo —dijo Cheng Boyan. 

—El tío es el feo —dijo Xiaoxi de inmediato. 

Cheng Boyan se rió: —¿En serio? ¿Tu tío es feo? Tu tío es obviamente muy guapo. 

Xiaoxi lo miró seriamente por un momento, luego asintió: —El tío es guapo. 

—Sí, tu tío es guapo —Cheng Boyan le dio un pulgar hacia arriba: —Tiao Tiao es el feo. 

—Mamáaaaaaa —Xiaoxi se congeló por un momento, se dio la vuelta y abrazó la pierna de Li Yan, gritando mientras se quejaba. 

—Tiao Tiao no es feo, Tiao Tiao es el más lindo, tu tío es el más feo y tu tío es el más loco. No se puede comparar a un perro —Li Yan tomó a Xiaoxi, pateó a Cheng Boyan y le arrojó las llaves del auto: —Camina y conduce mi auto hasta aquí, desde el estacionamiento del hospital. 

El lugar para comer estaba muy cerca del hospital. Cheng Boyan fue por el auto de Li Yan, Li Yan le colocó el cinturón de seguridad a XiaoXi, se dio la vuelta y palmeó su pecho: —Regresaré. Recuerda mantenerme al tanto si sucede algo nuevo, estás casi sobre los treinta...

—Buenas noches —Cheng Boyan sonrió mientras le abría la puerta y la empujó dentro del auto, luego agitó la mano hacia Xiaoxi: —Buenas noches, Xiaoxi. 

—Buenas noches, gege —Xiaoxi agitó la mano, mientras se reclinaba en su asiento: —Buenas noches, tío. 

No tardó mucho en comer y eran un poco más de las nueve cuando Cheng Boyan regresó a la casa. Miró desde abajo hacia la ventana, solo la sala de estar estaba iluminada. 

Entró al ascensor, preguntándose si Xiang Xi vio esas películas al final y realmente esperaba que no lo hubiera hecho. 

Su orientación sexual no es un secreto entre su familia y amigos cercanos, incluso él mismo nunca lo ha evitado de forma deliberada. Sin embargo, el tal Tan Xiaokang antes, provocó que Xiang Xi se sintiera disgustado con este asunto, tampoco tenía la intención de que Xiang Xi lo supiera, ya que no habrá mucha interacción en el futuro entre Xiang Xi y él, por lo que no hay necesidad de hacérselo saber.

Pero con el carácter que tiene Xiang Xi, deber haberlo visto. 

Cheng Boyan sacó la llave y abrió la puerta, para luego quedar congelado. 

En la sala de estar, la televisión estaba encendida, la computadora estaba encendida y había dos loncheras de comida en la mesa. Uno estaba vacío, con granos de arroz pegados, el otro, tenía sobras de pimiento verde, también cuatro gotas de sopa de verdura fuera de la lonchera. 

Xiang Xi estaba acostado en el sofá, completamente dormido. Sus pies aún usaban las pantuflas y descansaban sobre el respaldo del sofá. 

Era difícil para él dormir en una posición difícil y tan dividida. Incluso alguien abrió la puerta y la cerró, y no fue capaz de despertarse.  

Cheng Boyan se cambió de zapatos, sacó un cojín de su costado y lo golpeó en la cara: —¡Levántate! 

—¡Oye! —Xiang Xi ni siquiera abrió los ojos. Con un movimiento rápido de su pierna, las pantuflas de sus pies fueron arrojadas directamente hacia Cheng Boyan y Cheng Boyan no estaba preparado, por lo que casi lo golpeó en la cara. 

—Ge, ¿has vuelto? —Xiang Xi vio que era él, levantó la mano para limpiarse la comisura de su boca, luego tocó el reposabrazos del sofá y susurró:  —¿No lo babeé...? 

—¿No te quitas las pantuflas cuando duermes? —Cheng Boyan se quedó sin palabras al ver sus movimientos, volvió hacia el zapatero, exprimió un poco de desinfectante, se la frotó en las manos y entró a cambiarse de ropa. 

—Me acosté por un rato en el sofá y no fui a dormirme a la cama, ¿Por qué me quitaría las pantuflas? —Xiang Xi pateó las pantuflas y se las colocó: —Además, mira las suelas de estas pantuflas. Están más limpias que mi cara, incluso están aptas para lamerlas, ¿a qué le temes?. 

—Entonces lámelos —Salió Cheng Boyan después de cambiarse de ropa, señalando sus pantuflas: —Hazlo y te saco los ojos. 

—No lo haré —dijo Xiang Xi: —Así no vería ningún programa, no lo lameré. 

—Limpia esas cosas tuyas —Cheng Boyan frunció el ceño y abrió la ventana de la sala de estar: —Toda la casa huele a aceite. 

—Oh —Xiang Xi se acercó a ordenar la lonchera, lo arrojó al bote de basura y luego tomó un trapo para limpiar la mesa: —El restaurante de comida rápida de tu comunidad no es mala. El tocino con pimiento verde es bastante delicioso.

—Eso es un paño para secar —Cheng Boyan miró el paño de cocina en su mano, pensó y luego agitó la mano: —Olvídalo, lo reemplazaré más tarde, usaste ese mismo para limpiar el piso, ¿verdad?. 

—¿Limpiar el piso? ¿Con este? —Xiang Xi sacudió el trapo: —¿Por qué no lo recuerdo?. 

. . .

Cheng Boyan no habló, solo miró, para luego darse media vuelta e ir a la cocina. 

Xiang Xi lo siguió y vio a Cheng Boyan sacar tres trapos nuevos del cajón, reemplazando los tres originales. 

—Maldita sea, que desperdicio, esos pocos aún eran nuevos —no pudo evitar decir. 

Cheng Boyan todavía no hablaba, fue hacia la computadora de la sala de estar, tomó un marcador y pequeñas notas adhesivas, para regresar a la cocina. 

Arrancó tres notas y las pegó sobre la pared, arriba de casa trapo. Escribió primero con el marcador "tazón", luego se volvió para mirar a Xiang Xi: —¿Reconoces esta palabra? 

—Tazón —respondió Xiang Xi. 

—Mm —asintió y escribió la palabra "tabla" en la segunda nota: —¿y esta?

—...Esto es...es... —Xiang Xi se rascó la cabeza, un poco inseguro. 

Cheng Boyan arrancó la nota y colocó una nueva nota, escribiendo "Tablero" en ella: —¿Sabes esta?

—Tablero —dijo Xiang Xi de inmediato: —Es fácil de reconocer. 

—¿Conoces la palabra "Cuchillo"? —Preguntó nuevamente Cheng Boyan. 

—Lo sé —Xiang Xi se acarició los dedos. 

—Ya veo —Cheng Boyan escribió en las tres notas adhesivas y las señaló con el bolígrafo: —Para lavavajillas, secar la tabla de cortar y la de los cuchillos, no cometas un error por eso. 

—Oye... —Xiang Xi soltó una larga voz y se apoyó contra la pared: —Ge, ¿estás cansado?

—Estoy cansando, pero estaría mejor si no tienes tan mala memoria —dijo Cheng Boyan y salió de la cocina. 

—Entonces, ¿Qué usas para limpiar el piso? —Xiang Xi lo siguió: —Limpiar la mesa, los vidrios o cosas así. 

Cheng Boyan suspiró, se dio la vuelta y agarró a Xiang Xi del brazo, llevándolo de regreso a la cocina, abrió un gabinete a un lado del refrigerador y señaló: —Usa estos, toallas húmedas para fregar. 

—Que desperdicio —Xiang Xi sacó una bolsa y la miró: —¿No puedes usar un trapo?

—Después de que limpies, quedarán restos y se volverá negro. No puedo lavarlo, que incómodo —dijo Cheng Boyan: —¿Por qué no vas a limpiar el piso?. 

—No necesito esto para limpiar el piso, qué molestia, prefiero acostarme en el suelo y limpiarlo de esa forma por ti —Xiang Xi chasqueó la lengua. 

—Adelante —Cheng Boyan lo miró y se fue a su dormitorio: —Me daré una ducha, ve la televisión por un rato y te conseguiré ropa para dormir más tarde. 

—Ge, —Xiang Xi se paró frente a la puerta del dormitorio y dijo de manera vacilante: —Quiero preguntarte algo...

—¡Xiang Xi! —Gritó repentinamente Cheng Boyan dentro del dormitorio —¡Fuera de aquí! 

—¡Q...! ¡¿Qué...?! —Xiang Xi se sobresaltó, casi se cae y se apoyó sobre el marco de la puerta, echando un vistazo dentro del dormitorio. 

—¡Te dije que si te atrevías a dormir en mi cama, morirías! —Cheng Boyan lo señaló. 

—Yo no... —Xiang Xi miró apresuradamente hacia la cama y al ver un evidente agujero sobre el edredón de la cama, se congeló por un momento, así que se dio la vuelta y corrió hacia la puerta. 

—¿Y te atreves a correr? —Cheng Boyan lo persiguió. 

Justo cuando Xiang Xi había tocado la cerradura de la puerta, Cheng Boyan ya lo había agarrado del cuello, lo cargaron a medias y lo arrojaron sobre el sofá. 

—Lucha, lucha, lucha, lucha... —Xiang Xi abrazó su cabeza y se encogió en una bola, luego arrojó rápidamente sus pantuflas al suelo. Luego se giró su cuerpo y cabeza hacia el respaldo del sofá, diciendo con voz apagada: —¡No te contengas! 

Cheng Boyan permaneció junto al sofá, sin moverse ni hablar. 

Xiang Xi esperó por un momento, luego giró la cara para mirarlo: —No lo hice a propósito. 

—Por supuesto que no fue intencional —dijo Cheng Boyan: —Si lo hubieras hecho a propósito, ya te habría echado.  

—Yo solo creía...creo... —Xiang Xi susurró: —Esa cama se ve tan jodidamente...no, es muy cómodo, grande...y suave, nunca había dormido en una cama tan corrupta, así que me acosté por un segundo para sentirlo. Solo fue un segundo, un chasquido y luego me levanté...

Cheng Boyan no lo tomó en cuenta, entró a su dormitorio, tomó un cambio de ropa y fue al baño a ducharse. 

. . .

Cuando salió de la ducha con una toalla puesta sobre su cabeza, descubrió que Xiang Xi todavía estaba acurrucado en el sofá, inmóvil. Se inclinó para echar un vistazo y descubrió que Xiang Xi se había vuelto a dormir. 

—Oye, —Cheng Boyan empujó su brazo: —Levántate y toma algunas cosas. 

—¿Eh? —Xiang Xi se frotó los ojos y se sentó: —Ge, ¿ya no estás enojado?. 

—No me enojé —Cheng Boyan entró el dormitorio, abrió su armario y sacó una estera: —Ven aquí y tómalo. 

Xiang Xi asomó la cabeza por la puerta del dormitorio y, después de escuchar esto, entró y tomó la estera. Cheng Boyan después sacó un edredón: —Ve a la otra habitación. 

El sofá cama era bastante grande cuando se desplegaban. Después de colocar la estera, se volvía mucho más gruesa; Xiang Xi estiró su mano y la presionó, era muy cómoda. 

—Es casi tan gruesa como mi cama, —Cheng Boyan colocó el edredón sobre el sofá cama y fue a traer una almohada: —Si quieres divertirte, solo salta sobre el. Pero si vuelves a saltar sobre mi cama, te sacaré a patadas. 

—Entendido —Xiang Xi saltó y cayó sobre el sofá cama, gritando: —¡Oh, cómodo! 

—Ve a darte una ducha primero —Cheng Boyan frunció el ceño: —¿Tienes toalla? 

—Sí, salí a comprar por la tarde —Xiang Xi se sentó, tomó su bolso que estaba sobre el suelo junto a él y sacó aquellas necesidades básicas que compró: —Es una pena, no me molesté en tomar las cosas que tenía en la casa de Tan Xiaokang. 

—A excepción de la pasta de dientes, las toallas y la taza, el resto solo puedo usarlos yo —dijo Cheng Boyan. 

—Oh —Xiang Xi asintió y se rió de nuevo luego de pensarlo después: —¿Qué sucede con el jabón? ¿Después de que me lo frote también te lo frotarás? ¿Eres capaz?. 

—No hay jabón —Cheng Boyan lo miró: —Será mejor que no te metas conmigo en este momento. 

Xiang Xi tomó el cambio de ropa y se apresuró al baño. 

Cheng Boyan quitó el edredón de su cama y volvió a cambiar la funda del edredón, le tomó mucho tiempo ponerlo. Mientras lo hacía, tenía muchas ganas de sacar a Xiang Xi del baño y darle una paliza. 

Lo que más odiaba era el edredón, era como hacer gimnasia radiofónica. Levantar y estirar, realmente era una molestia. 

Después de estirarlo, sintió que haberse duchado fue en vano. Tomó unas cuentas hojas de menta en el alféizar de la ventana, las lavó, se preparó una taza de agua con menta y luego se sentó frente a la computadora. 

No había ningún icono nuevo en el escritorio, Xiang Xi no descargó ningún juego. Probablemente...no. 

Cheng Boyan hizo clic en el reproductor y vio que se estaba reproduciendo las dos últimas películas. Viendo un poco más adelante... realmente pertenecía a sus "pequeñas piezas refrescantes". 

Hay varios más de forma seguida. Cheng Boyan hizo clic para continuar y descubrió que solo había visto cada uno por un corto período de tiempo. A excepción por el primero en que hizo clic, que duró aproximadamente un minuto, lo siguiente solo fueron de unos segundos. 

Cheng Boyan se repente quiso reírse, sintiendo que podía imaginar a Xiang Xi, el cómo se veía mientras miraba estos contenidos. 

De pronto escuchó el sonido de la puerta del baño y luego hubo otro golpe. Cheng Boyan se colocó de pie y estaba a punto de decir que la puerta suele atascarse, que no la había atornillado por completo. La puerta de repente comenzó a temblar de forma salvaje, como una corriente de aire, Xiang Xi probablemente estaba haciendo todo lo posible adentro abriéndola, junto con un tintineo. 

—¡Oye! —Corrió casi sin palabras y golpeó la puerta: —¡Qué estás haciendo! 

—Maldita sea, ¡Qué le pasa a esta puerta! —Gritó Xiang Xi, estaba retorciéndose y temblando dentro otra vez. 

—¡No uses la fuerza! ¡Cálmate! —Cheng Boyan no sabía qué decir. 

Xiang Xi abrió la puerta, sin camiseta, con agua en la cara y gritó tan pronto como abrió la puerta: —¡Mierda! ¡Realmente pensé mal! ¡Pensé que como me acosté en tu cama por un segundo, me encerrarías en el baño y me dejarías aquí hasta asfixiarme!. 

—Mira ahí —Cheng Boyan le dio unas palmaditas en el hombro, señalando la ventana del baño: —Se puede abrir, ¿Cómo podrías asfixiarte así? pero si mueres, mueres. 

—No sabía qué estaba pasando, me sorprendió. Todo aquí es de alta gama, limpio y ordenado, ¿Quién iba a pensar que la puerta del baño de aquí estaba rota? —Xiang Xi sacudió el agua de su cabeza. 

De pie frente a él, su rostro fue salpicado. Abrió la boca, pero al final no dijo nada. Lo empujó a un lado, entró al baño y abrió el grifo del lavabo para lavarse. 

Luego se dio la vuelta y miró a Xiang Xi: —Contrato. 

—¿Qué no puedo salpicarte de agua? —Xiang Xi lo miró sorprendido. 

—No quiero escucharte volver a maldecir —dijo Cheng Boyan. 

—No es necesario que lo digas, prestaré atención. Vaya, me sorprendió, pensé que el salpicarte de agua también sería parte del contrato —Xiang Xi colocó la toalla sobre su cabeza y se la secó. 

—También evita salpicar agua. —Agregó después Cheng Boyan. Se dio la vuelta, regresó a la sala de estar y se sentó frente a la computadora. 

—Doctor Cheng —dijo Xiang Xi mientras se secaba la cabeza: —Yo encontré...

—¿Mm? —respondió Cheng Boyan, abrió la página web y planeó leer las noticias. 

Xiang Xi no habló, Cheng Boyan giró la cabeza y lo miró: —¿Qué pasa?. 

—Ge, —Xiang Xi señaló la computadora: —Entonces, Qué....yo...yo, entonces...entiendo, yo...

—Viste los vídeos, ¿no es así? —Cheng Boyan sonrió: —¿Eso quieres decir?

Xiang Xi hizo una pausa: —¿Eres igual...que Tan Xiaokang?. 

—No soy lo mismo —Cheng Boyan entrecerró los ojos: —¿Me sobrepasé contigo?. 

—...¡No es eso! ¡Oye! no quise decir eso, solo quiero decir...él dijo que yo le gustaba... —Xiang Xi se rascó la cabeza. 

—Yo no dije que me gustaras —dijo Cheng Boyan. 

—Ge, lo estás haciendo a propósito, ¡Sabes a lo que me refiero! —Xiang Xi cayó sobre el sofá: —Simplemente no vas al punto. 

—Mm —Cheng Boyan colocó las piernas sobre la mesa: —Soy a lo que tú llamas anormal.