Capítulo 66

"Quiero pan dulce, gracias papá"

Cheng Boyan sabía que su madre diría esto. Aunque Xiang Xi se ha calmado y ha cambiado mucho, las personas que no interactúan a menudo con él con frecuencia aún pueden sentirlo, especialmente su madre, que ha tenido contacto con Xiang Xi antes. 

La personalidad de Xiang Xi, que es diferente a los de los chicos comunes, no era fácil de ocultar. Y nunca ha dejado que Xiang Xi le preste atención a este aspecto. Le gustaba ver al verdadero Xiang Xi y no quería que Xiang Xi cambiara algo que tenía escrito en sus huesos. 

Pero para los padres, esta clase de aspectos ciertamente no cumplen con sus requisitos. 

—Solo habla un poco brusco y a veces, su temperamento es precipitado —Cheng Boyan sonrió: —Pero prestara bastante atención si se lo dices, es alguien muy sensato. 

—Boyan —Su madre lo miró: —No creas que esa clase de cosas me importan...

—¿De qué forma? —Cheng Boyan rodeó los hombros de su madre y caminando lentamente hacia el estacionamiento: —Sé que no te importa. 

—¿Qué hace su familia? —Preguntó su madre. 

—Su familia... —Cheng Boyan pensó por un momento: —No tiene padres, siempre ha estado solo. 

—¿Solo? —Su madre estaba un poco sorprendida: —¿Sus padres fallecieron? 

—No sé si fallecieron o no, y él tampoco lo sabe —Cheng Boyan vaciló por un momento, no hablando con mucha claridad: —Debió haber sido abandonado. 

—Oh... —Su madre frunció el ceño: —Debió ser difícil para él estar solo, ¿Creció en un orfanato? 

—...Mm —Cheng Boyan asintió. 

Rara vez mentía. El ambiente en casa siempre ha sido relajado y no necesitaba mentir, pero en el caso de Xiang Xi, no podía hacer que madre aceptara a Xiang Xi en tan poco tiempo, por lo que solo puede ocultar una parte primero. 

—Ya veo, no es de extrañar que no fuera a la escuela —Su madre guardó silencio por un momento: —¿Entonces ahora está aprendiendo la ceremonia del té? 

—Sí —respondió Cheng Boyan: —Con el señor Lu, quien le agrada mucho al jefe. ¿No fue mi papá también a beber té con todos ellos? él debería también conocerlo. 

—Entonces... —Su madre parecía querer preguntar algo más, pero después de pensarlo, no continuó. Y solo le dio unas palmaditas en la espalda: —Boyan, respóndele una cosa a mamá, ¿por qué te gusta Xiang Xi? 

—Esta pregunta es demasiado difícil de responder —Cheng Boyan se rió: —Déjame pensar en eso. 

—Solo dime lo que se te ocurra —Su madre también se rió: —Después de todo, esta vez realmente estás yendo en serio, por eso hago tantas preguntas. Así será fácil conversar con tu papá más tarde o de lo contrario, no sabré qué decir si hace también muchas preguntas. 

—Xiang Xi, —Cheng Boyan comenzó a hablar con lentitud, le era realmente difícil de explicar con claridad: —Es muy real, no es pretencioso y vive con mucha sencillez, tiene en claro lo que le gusta y lo que no le gusta...

—Pude verlo —dijo su madre con una sonrisa: —No le agradó mucho tu tía, pero tu tía tampoco fue muy respetuosa. 

—También trabaja muy duro —Cheng Boyan sonrió: —Para ser honesto, tuvo una vida muy dura y a pensar de eso...nunca se ha rendido. Creo que esto es lo que me atrajo, él quiere vivir, cambiar y seguir adelante. Y mientras le quede un rayo de esperanza, no se detendrá. 

Su madre lo miró sin decir alguna palabra y él, hizo una pequeña pausa por un momento: —¿No es un poco hipócrita decir esto? 

—Para nada —dijo su madre: —¿Hay algo más? 

—¿Algo más? —Cheng Boyan se rió después de pensar en ello: —Es muy guapo y tiene una linda personalidad. 

—Vaya —Su madre le dio unas palmaditas: —¿Cuántos años tienes para solo fijarte en eso? 

—Seré así incluso si tuviera 80 años —Cheng Boyan la abrazó: —¿Es esta una respuesta aceptable? 

—Por ahora no, pero me queda solo aceptarlo —Su madre suspiró: —Tú eres así, eres del tipo que no escucha lo que los demás dicen. 

—Escucharé —dijo Cheng Boyan de inmediato. Ya que quería más sobre la opinión de su madre: —Te escucharé a ti. 

—Boyan —Su madre hizo una pausa por un momento, antes de dejar de sonreír: —Las cosas que te atraen ahora, incluida su personalidad, experiencia de vida y antecedentes, son cosas que puede que las demás personas que lo rodean no pueden ver, pero habrá un día, que esto tan novedoso ya no tenga efecto y estas cosas, pueden convertirse en fuente de varios conflictos entre ustedes. 

Cheng Boyan no dijo nada, solo miró su madre. 

—Es joven y su temperamento es incierto, y nadie sabe lo que ocurrirá a futuro —Su madre también lo miró, hablando con calma: —No quiero interferir contigo, pero tengo que recordarte que estar emparejado no es todo, hay diferentes sentidos. Y no se trata de si eres alguien digno o no, apto o no, más bien se trata de la compatibilidad, la forma en cómo crecieron, entorno familiar, conocimientos, experiencia, visión y en ninguno de eso ustedes son iguales. Y puede que una vez que se acabe la época apasionada, estas cosas determinarán hasta dónde pueden llegar. 

Cheng Boyan seguía sin hablar y esperaba en silencio a que su madre terminara de hablar. 

—No niego que dos personas incompatibles puedan estar juntas al final —Su madre bajó la cabeza y miró su reloj: —Pero la posibilidad es muy pequeña. Tal vez él seguirá creciendo y siga junto a ti, pero aún así tenia que decir algo, después de todo...ahora solo tengo un hijo. 

—Mamá —dijo Cheng Boyan en voz baja: —Lo sé. 

—Ya está bien, no diré más —Su madre sonrió: —Este es un asunto tuyo. Todo lo que digo es sólo mi opinión y depende de ti, considerar algo de lo que digo. 

Cheng Boyan estacionó el auto y salió junto con algunas botellas de mermelada. Vio a las mismas tres personas que pertenecía al equipo de guardaespaldas de Song Yi, quería acercarse y saludar, pero probablemente Song Yi les dijo que se mantuvieran alejados, por lo que ellos se alejaron en cuanto lo vieron. 

No sabía si Xiang Xi salió hoy, por lo que entró rápidamente al ascensor. 

Quedó atónito tan pronto como abrió la puerta cuando llegó a casa. Xiang Xi yacía en el suelo, de espaldas y ni siquiera se movió cuando entró por la puerta, parecía dormido. 

—¡Oye! —Cheng Boyan cerró la puerta y gritó mientras se cambiaba de zapatos: —¡Trapeador humano! ¡tú! 

Después de que gritó, pasaron dos segundos antes de que Xiang Xi de repente abriera los ojos y rebotará en suelo. Se tambaleó un par de veces y se afirmó sosteniéndose en la mesa: —¿Ya llegaste? 

—¿Qué estás haciendo? —Cheng Boyan lo miró. 

—¡Aquí, aquí! —Xiang Xi dio un paso atrás: —¡Mira! ¡Este es un piso anti pulgas! 

—¿Limpiaste el piso? —Cheng Boyan se cambió de zapatos y miró el suelo. Estaba bastante limpio. 

—¡Mm! —Xiang Xi tomó la bolsa en su mano y dijo: —¡Estuve limpiando por casi dos horas! ¡Estoy cansado! De hecho, no está sucio e incluso el papel no se oscureció. 

—Muy asombroso —Cheng Boyan se acercó y lo besó en la frente: —Gracias por tu arduo trabajo. 

Xiang Xi se rió entre dientes y llevó la bolsa a la cocina. 

—Ve a darte una ducha —Cheng Boyan se cambió de ropa y entró a la cocina: —Prepararé algo para comer, ¿hacemos algo de pan esta noche? 

—De acuerdo, junto con puré de papas, hoy compré papas —Xiang Xi señaló las papas que dejó sobre el mostrador: —Tu ayudaré, y ya me duché. 

—El puré de papas es algo dulce...¿te has duchado? —Cheng Boyan se congeló por un momento, luego de giró para mirarlo: —¿Y estabas tirado en el suelo después de ducharte? 

—El suelo está más limpio que mi cara y estuve acostado ahí por tres minutos —dijo Xiang Xi. 

—Estabas dormido —Cheng Boyan todavía lo miraba. 

—Yo... —Xiang Xi se mostró pensativo y luego agitó la mano: —Está bien, está bien, me lavaré. 

Xiang Xi solo permaneció en el baño durante cinco minutos. Incluyendo el tiempo que le tomó quitarse la ropa y se lavarse con agua, Cheng Boyan estimó que había acabado tan pronto como se mojó el cuerpo. 

—¿Qué debo hacer? —Xiang Xi estaba junto a él. 

—Lava las papas —Cheng Boyan estaba tomando una taza, para medir la cantidad de la harina: —¿Qué tal si le colocamos unas pasas al pan? 

—Sí, me gustan las pasas —dijo Xiang Xi mientras lavaba las papas: —Oye, ¿puedo hacerte una petición? 

—Endulzar más el pan —dijo Cheng Boyan: —¿Era eso, no? 

—¡Sí! —Xiang Xi —realmente eres como un gusanito que me conoce bien. [1]

—Cállate y no me disgustes —Cheng Boyan frunció el ceño. 

—Entonces, déjame cambiarlo. Realmente vives en mi mente... —Xiang Xi pensó durante mucho tiempo, pero no pudo encontrar las palabras correctas: —¿Como peste? 

—¡No le agregaré nada de azúcar al pan! —Cheng Boyan regresó a su lugar al tarro de azúcar que había tomado. 

—No lo hagas, no, no, no... —Xiang Xi rápidamente tiró las papas y volvió a poner el tarro de azúcar sobre su mano: —No diré nada más. Quiero pan dulce, gracias papá. 

—Lava las papas —Cheng Boyan lo divirtió esa frase. 

Xiang Xi lavó las papas según el pedido de Cheng misofobia y las colocó en un plato, en espera de ser cocido a vapor. 

Mientras observaba a Cheng Boyan haciendo pan, se inclinó y preguntó en voz baja: —Hoy...¿Llamaste a...la Directora Xu? 

—No la llamé, pero... —Cheng Boyan lo miró. No quería mencionarlo en un principio, pero cuando vio la mirada en los ojos de Xiang Xi, se decidió en decir la verdad. La misma razón por la que le ocultó información a su madre, no lo iba a hacer con Xiang Xi: —Me topé con ella cuando fue al hospital a buscar los resultados de mi abuela y conversamos un poco. 

—Ah —Xiang Xi se apoyó en el mostrador y sonrió: —La conversación no fue muy buena, ¿verdad? 

—Depende de cómo definas "no fue muy buena" —Cheng Boyan vertió la harina dentro de la máquina para hacer pan. 

La susceptibilidad de Xiang Xi le permitió adivinar inmediatamente el contenido de la conversación que tuvo con su madre, lo que hizo que Cheng Boyan se sintiera angustiado. 

—No importa cómo lo defina, simplemente no fue bueno. Puede adivinarlo, tan pronto como te pregunté —Xiang Xi suspiró suavemente: —La verdad, solo fue una pregunta casual, nadie tendría otras ideas sobre este asunto. 

—Mi madre simplemente expresó sus pensamientos y no va a interferir con mi decisión —Cheng Boyan se lavó las manos, tomó a Xiang Xi en sus brazos y le dio unas suaves palmaditas: —Solo hizo un par de sugerencias y no tiene nada que ver contigo, no tienes que preocuparte de nada. Está bien por ahora. 

—Por supuesto que no tiene nada que ver conmigo —Susurró Xiang Xi: —¿Cómo podría una persona bien educada como la Directora Xu exigirme algo? Si tu madre fuera como tu tía mayor, simplemente le diría a un chico como yo algo, sobre qué hacer o de lo contrario, que sea así...

—Eres realmente... inteligente —Cheng Boyan se rió: —Pero sigo diciendo lo mismo, simplemente haz lo que estás haciendo ahora, no hay necesidad de cambiar algo de forma deliberada. Ya sea que esté caminando o corriendo hacia adelante, esto llevará tiempo y casualmente, yo tengo mucho tiempo. 

Cenar algo dulce para la cena, fue bastante especial. Pan de pasas, puré de papas con leche y pulpa de mango. 

A Xiang Xi le encantaba los dulces y disfrutaba mucho comiéndolos. Pero después de comer, se sintió un poco deprimido y miró la comida en la mesa. Frunció el ceño y se tocó el estómago: —Obviamente todavía no estoy lleno, pero ya no puedo comer más. 

—Agotador —Cheng Boyan sonrió desde un lado: —Originalmente, quería hacer puré de papas con pimienta negra, pero dijiste que querías algo dulce y el pan quedó dulce. 

—¿Pimienta negra? —Xiang Xi de repente giró la cabeza, con ojos brillantes: —¿Puré de papas con pimienta negra? 

—...Está bien —Cheng Boyan se colocó de pie, impotente: —Hagamos puré de papas con pimienta negra. 

—Genial —Xiang Xi se reclinó felizmente en la silla: —Sabes, eres todavía bueno haciendo puré de papas, sólo practica un poco más. 

Cheng Boyan preparó puré de papas con pimienta negra y lo combinó, con sopa de tomate y huevo. Xiang Xi ya estaba hecho bolita y cuando recuperó el sentido, sintió que realmente estaba muy lleno. 

Después de aferrarse a su estómago y caminar por la casa varias veces, Cheng Boyan lo llevó escaleras abajo y caminó durante media hora, seguido por el equipo de guardaespaldas. 

Cuando estaba acostado sobre la cama por la noche, todavía se frotaba el estómago: —Es realmente extraño, siento mi estómago aliviado ahora. 

—A futuro, ya no comas algo dulce y salado. Es fácil comer demasiado —Cheng Boyan se acostó y frotó su estómago: —Déjame contarte que mi papá solía comer bollos con el jefe...que es su hermano mayor durante el año nuevo chino. Comió bollos, bebió un tazón de gachas dulces y luego quiso volver a comer bollos. Después de acabarse los bollos, quería beber nuevamente gachas dulces y así estuvo por un rato. Al final, terminó yendo al hospital. 

Xiang Xi estuvo divertido durante mucho tiempo: —¿Alguna vez lo hiciste cuando niño? puede que sea hereditario. 

—No, probablemente se saltó de generación, de su hijo —dijo Cheng Boyan con seriedad. 

—Solo que aún no lo admites —Xiang Xi todavía sonreía: —Todos los niños son así. 

—Realmente no. Siempre he sido inteligente y autocontrolado, mientras que mi hermano me.... —Cheng Boyan sonrió y de repente se detuvo a la mitad de sus palabras. Después de un rato dijo: —De todos modos, no lo hice. 

Xiang Xi no dijo nada, pero levantó la mano y le acarició el rostro. 

—Vamos a dormir —Cheng Boyan tomó su mano, besó la palma y apagó la luz. 

Xiang Xi se dio la vuelta y se apretó a su lado, abrazándolo, colocando sus piernas encima de él. 

—Creo que, —dijo Cheng Boyan: —probablemente sea suficiente para nosotros usar una almohada. Tu almohada es sólo un adorno, déjala secar y guárdala mañana. 

—No, mi almohada sirve para ocupar mi lugar —dijo Xiang Xi con una sonrisa: —Esto prueba que la mitad de esta cama es mía. 

—No es sólo tuya la mitad de la cama —Cheng Boyan sonrió. 

Xiang Xi se acercó a él nuevamente, apoyó la barbilla sobre su hombro y preguntó después de un rato: —¿Ah? ¿Serás honesto hoy? 

—¿Qué? ¿lo has pensado? —Las manos de Cheng Boyan se movieron a lo largo de sus piernas hasta su trasero y pellizcándolo: —Si quieres, puedo...

—Solo era una pregunta casual —Xiang Xi chasqueó la lengua: —¿Todavía puedes conversar? 

—Estoy cansado hoy —Cheng Boyan giró la cabeza y lo besó: —¿Vas a ir salón de té mañana? No sé si podré llegar a tiempo para poder llevarte. 

—No te preocupes, hay un autobús hasta la intersección. Es bastante seguro —Xiang Xi sonrió: —Y los chicos que contrató Song-ge definitivamente me seguirán. 

—Será muy tarde por la noche, así que definitivamente tendré que ir —Cheng Boyan suspiró: —Ser alimento para los mosquitos no es bueno, y entonces, ¿Qué comen? 

—Mi maestro me dijo ese día, está bien si no se come. Ahí hay té y bocadillos para comer todos juntos —Xiang Xi frotó la punta de su nariz sobre el lóbulo de la oreja de Cheng Boyan: —Él mismo lo hace y quiero aprender de él. 

—Antes de irte, entonces compra algunas ollas y llévalas contigo, así lo compensarás desde un inicio las que rompas —dijo Cheng Boyan. 

Al día siguiente, Xiang Xi no llevó ninguna olla cuando fue a la casa de té del anciano Lu. Pero metió dos mangos en su bolso y planeó comérselos mientras conversaba con el anciano. 

Las tres personas contratadas de Song Yi lo seguían a la distancia. Originalmente, estaba pensando en pedirles a esas personas que subieran todas juntas al autobús, pero como resultado, estas personas lo siguieron en auto y cuando llegaron a la intersección del instituto de investigación de té, dejaron el auto y caminaron. 

Si hubiera sabido que se iban a subir a un auto y vendrían, él no habría sudado todo el camino en autobús. Xiang Xi chasqueó la lengua. 

Las luces estaban encendidas en el salón de té del anciano Lu, y Xiang Xi saltó y corrió antes de entrar. Antes de que abriera la puerta, escuchó el sonido del piano proveniente desde el interior y quedó atónito. ¿El anciano estaba tocando el piano? 

No, debería ser el aprendiz del anciano, quien sabía tocar el piano. 

Cuando abrió la puerta, la música en la sala se detuvo, echó un vistazo y efectivamente, el anciano Lu estaba sentado en la mesa del té, con un hombre sentado detrás del piano que estaba a su lado. 

—Maestro —Lo llamó Xiang Xi: —Estoy aquí. 

—¿Ya comiste? —El anciano Lu sonrió y lo saludó con la mano: —Ven aquí. 

—No he comido todavía —respondió Xiang Xi con sinceridad: —Estaba pensando en venir a comer unos bocadillos...

—Eso es perfecto —El anciano Lu sonrió: —Pero primero déjame presentarte a mi otro aprendiz, Hu Hai. 

—¿Hu Hai? —Xiang Xi pensó que este nombre sonaba un poco extraño, pero aún así saludó a Hu Hai: —Hola, mi nombre es Xiang Xi. 

—Hola —Hu Hai se levantó detrás del piano, caminó hacia la mesa de té y se sentó: —Xiang Xi, tu nombre es muy especial. 

—¿En serio? —dijo Xiang Xi, mirando a este hombre. El día en que fue a Yunshui Fanxin, vestía un bata blanca, pareciendo un anciano y después de mirarlo más de cerca, descubrió que Cheng Boyan y él deberían tener aproximadamente la misma edad: —Tu nombre también es...bastante especial. 

—Ríos, lagos y mares —dijo el anciano Lu mientras preparaba té: —Bastante grandioso. 

—Muy educado de escuchar —Xiang Xi inmediatamente vio que no era el tipo de anciano que imaginaba e inmediatamente se relajó: —Si se interpreta bien, sería también "comer y beber sin restricciones" 

Hu Hai se quedó atónito por un momento y luego se echó a reír: —Bastante bueno, me siento cómodo al escucharlo. 

—Come algunos bocadillos —El anciano Lu tomó algunos platos de bocadillos de la mesa y lo dejó frente a Xiang Xi: —Si no estás satisfecho, dejemos que Hu Hai cocine algo. Sus habilidades son mucho mejores que las mías. 

—¿Eh? —Xiang Xi miró sorprendido a Hu Hai. Este hombre parecía bastante recto y tenía una cierta actitud cuando tocaba el piano, por lo que era difícil relacionarlo con la cocina. 

—¿Vas a beber en su lugar? —Hu Hai se rió. 

—Es lo mismo con el té, el vino o lo que sea —El anciano Lu comenzó a juguetear lentamente con el juego de té y a prepararlo: —Xiang Xi, lo que bebemos no es lo importante, sino que más bien el estado de ánimo y el sentimiento. 

Xiang Xi asintió y miró al anciano Lu, que estaba preparando té como de costumbre y jugando con el juego de té. Siempre había algo en los movimientos del anciano que no podía imitar, y probablemente sea por su estado de ánimo.  

Cuando el anciano Lu estaba a punto de tomar la tetera, se escuchó un repentino ruido metálico de la sala de al lado y se colocó de pie: —Las galletas de mantequillas están horneadas. Yo las traeré, Xiang Xi, prepara un poco de té. 

—¿Yo? —Xiang Xi tomó las hojas de té y la palita del té. 

Aunque ya conocía el proceso general, todavía se sentía un poco inseguro cuando de repente le pidieron que lo preparara. 

No importaba si estaba solo, no importaba si dejaba que el anciano Lu lo mirara de vez en cuando. La clave ahora, era que la persona sentada a su lado era Hu Hai, con quien no estaba familiarizado. También era el aprendiz del anciano Lu, por lo que se sentía un poco incómodo. 

Mirando a Hu Hai, estaba comiendo un trozo de galleta y observaba con interés. 

Xiang Xi tomó un hondo respiro, colocó las hojas de té en la tetera y luego tomó la tetera con una mano. Tratando de tomar el plato de postres con la otra.  

—Yo lo hago —Hu Hai extendió la mano para ayudarlo. 

Cuando Xiang Xi tomó la tetera, sintió que algo andaba mal. Cuando tomó la tetera se dio cuenta de que algo andaba mal porque...¡el mango estaba tan resbaladizo como si lo hubieran aceitado! 

Y como no podía sostener el mango con fuerza, la tetera comenzó a inclinarse a una velocidad que le resultaba difícil de controlar. Justamente cuando a punto de retirar la tetera y dejarla sobre la mesa, fluyó un poco de agua y se derramó directamente sobre la mano de Hu Hai que movía el plato. 

—¡Maldita sea! —Gritó Xiang Xi, tirando la tetera al suelo y saltó. 

Hu Hai de repente retiró su mano y la empuñó. Frunciendo el ceño y tomando un hondo respiro. 

—Lo siento, lo siento... —Xiang Xi estaba tan asustado, que dijo esto varias veces: —¿Te quemaste mucho? 

El té del anciano Lu hoy era té negro y la temperatura del agua era de 90 grados, por lo que probablemente comenzaría a salirle ampollas en un tiempo más. Tomó la mano de Hu Hai y lo miró, ya estaba roja. 

¡Está arruinado! 

Tan pronto como entró al salón, le quemó la mano a este Gege, ¡¿Cómo seguirá después de esto?!

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[1] Ah, aquí le tuve que cambiar la frase o más bien, combinar para que tenga sentido y se entienda. 你是我肚子里的蛔虫 (Eres la lombriz en mi vientre) que significa "conocer muy bien a alguien".