Capítulo 05

Si realmente me rechazan, será la primera vez, así que puedes presenciarlo. 

A las diez de la noche, Qiu Yi se vistió y salió por la puerta trasera del restaurante. De pie junto al bote de basura en la puerta trasera, encendió un cigarrillo, bajó la cabeza y sacó su teléfono. 

Había una llamada perdida de hace diez minutos, era el número de su padre, así que devolvió la llamada.

El teléfono sonó un par de veces y fue atendido por una voz inmadura al otro lado de la línea:—Hermano.

—¿Qiu Yan? ¿Por qué aún no estás dormido? —Qiu Yi frunció el ceño— ¿Fuiste tú el que acaba de llamar?

—Estoy acostado, te llamó desde la cama —susurró Qiu Yan.

—Regresaré de inmediato, así que ve a dormir —dijo Qiu Yi— si todavía no estas dormido cuando regrese, nada bueno sucederá. 

—Estoy dormido —dijo rápidamente Qiu Yan y colgó el teléfono. 

Qiu Yi fumó dos cigarrillos y vio que había algunos mensajes sin sentido enviados por Zhang Xiaorong, los cuales borró. Cuando guardó su teléfono en su bolsillo, escuchó el sonido de unos tacones altos detrás de él y cuando se giró, pudo oler su perfume. 

—Man-jie —saludó a la mujer que salió por la puerta trasera. 

El nombre de Man-jie es Xiao Man, tiene unos 30 años, es una de las propietarias del restaurante y se hace cargo de varias operaciones habituales. 

—Gracias por tu arduo trabajo el día de hoy —Xiao Man se detuvo y lo miró— tú fuiste presentado por Zhang Ting antes, ¿Qiu Yi, verdad? aún no he hablado contigo. 

Xiao Man no es alguien arrogante y tiene una buena relación con los empleados. Le gusta que las personas la llamen "hermana" y también cuando no tiene nada que hacer, tiende a hablar con el personal. 

—Mm —Qiu Yi asintió, tambaleó un paso y se retiró del viento que estaba a favor de Xiao Man, ya que sostenía entre sus dedos un cigarrillo. 

—El olor a humo de cigarrillo no me molesta —Xiao Man sonrió y lo miró de nuevo— ¿Dónde vives? puedo llevarte. 

—No es necesario, me iré en bicicleta...— dijo Qiu Yi. 

—¿A qué tipo de bicicleta te puedes subir con este viento tan fuerte? —Xiao Man interrumpió sus palabras y le dio una palmada en la espalda— solo súbelo a mi auto y te llevaré. 

Antes de que Qiu Yi pudiera decir algo más, Xiao Man ya se había dando la vuelta y dirigido al estacionamiento.

Qiu Yi frunció el ceño y la siguió.

El auto de Xiao Man era en realidad una camioneta de marca Toyota, Qiu Yi ni siquiera pudo encontrar una razón para decir "en el maletero no cabe la bicicleta", así que solo tuvo que tirar su bicicleta a la parte trasera de la camioneta y subirse. 

—Zhang Ting dijo que estabas en segundo año, ¿verdad? —Xiao Man condujo en dirección a su casa.

—Mm —respondió Qiu Yi. 

—¿Es difícil ir a clases y trabajar a la vez? —preguntó nuevamente Xiao Man. 

—Está bien, —Qiu Yi miró por la ventana— no es difícil. 

—Un estudiante que trabaja tan duro, ¿tu familia tiene algunos problemas? —Xiao Man giró su cabeza para mirarlo.

—Mm —Qiu Yi también se giró. 

—Si tienes alguna dificultad, solo dímelo, nuestra agencia ayudará en lo necesario a sus empleados —dijo Xiao Man. 

—Gracias Man-jie —Qiu Yi sonrió. 

—Eres un joven que no habla mucho —Xiao Man continuó mirándolo con interés. 

—Hace frío —Qiu Yi volvió a mirar por la ventana. 

Esta oración hizo reír a Xiao Man durante mucho tiempo, extendió la mano y le dio una palmada en la pierna: —Eres gracioso.

La casa de Qiu Yi estaba un poco lejos del restaurante, la entrada era un antiguo callejón, pero la ubicación era buena. Su padre ha estado esperando la demolición de este lugar, pero a pesar de que ya han pasado más de diez años no ha habido movimiento alguno. 

Cuando llegó a casa, el patio estaba muy tranquilo y las luces de varios hogares que lo rodeaban tenían sus luces apagadas. 

Sacó las llaves y abrió la puerta, las luces de la sala de estar de la casa también estaban apagadas, pero había una pequeña luz al costado de la puerta encendida y unos pocos rayos se revelaban débilmente debajo de la rendija de la habitación de su padre. 

Sin encender las luces, abrió suavemente la puerta de su padre y dijo en voz baja: —Estoy de vuelta. 

—Un poco antes de lo habitual —dijo su padre mientras estaba sentado en una silla de ruedas. 

—Qiu Yan ya está dormido, así que hay que hablar bajo —Qiu Yi entró al dormitorio y cerró la puerta—  Tú también debes ir a dormir, ¿quieres ir al baño?

—Ya fui —dijo su padre bajando la voz. 

—No me esperes todo el tiempo, sé que debo regresar siempre a casa —Qiu Yi empujó la silla de ruedas hacia la cama, y cuando tomó en sus brazos a su padre sintió el dolor en sus costillas, por lo que apretó los dientes. Después de recostar a su padre en su cama, frotó el lugar donde la rodilla de Bian Nan se estrelló. 

Después de cerrar la puerta de la habitación de su padre, Qiu Yi entró a su habitación y vio a Qiu Yan acostado sobre la almohada, con la luz que atravesaba la ventana y con la espalda descubierta fuera del edredón. 

Se acercó e inclinó y mirando el rostro de Qiu Yan. El pequeño tenía sus ojos cerrados, pero sus pestañas temblaban levemente.

—Sigue fingiendo —dijo Qiu Yi. 

Qiu Yan no se movió, con todavía los ojos cerrados y sus pestañas ahora temblaban intensamente. 

—La próxima vez tendré que asegurarme de que te duermas antes de las diez o no te despertarás correctamente mañana —dijo Qiu Yi

—Entonces, ¿podrías volver antes? —Qiu Yan abrió los ojos y dijo con agravio. 

—¿Ya no finges? —Qiu Yi se colocó en cuclillas junto a la cama— Si vuelvo antes, en el futuro no tendremos dinero y si nos quedamos sin dinero, ¿empujaras la silla de ruedas de papá por la calle y mendigaras por comida?

Qiu Yan se mordió el labio y enterró la cara en la almohada. Después de un tiempo, sus hombros comenzaron a temblar levemente. 

—¿Estás llorando? —Qiu Yi se colocó de pie, se cambió la ropa por una camiseta, abrió la puerta y antes de salir se dirigió nuevamente a Qiu Yan: —Me iré a dar una ducha, así que te doy diez minutos para que puedas llorar. 

Cuando Qiu Yi regresó a la habitación después de ducharse, Qiu Yan todavía estaba acostado sobre la almohada pero ya no lloraba. 

Apagó la luz, se fue a la cama y se acostó junto a Qiu Yan. Extendió la mano y le dio unas palmadas en el trasero: —Ven aquí, abrazo de hermano. 

Qiu Yan rápidamente se dio la vuelta y colocó sus brazos alrededor de su cintura. 

—Oye —Qiu Yi se retrajo un poco— no presiones mis costillas, me duele. 

—Hermano —Qiu Yan enterró su rostro entre sus brazos, junto a una voz nasal— ¿saliste a pelear de nuevo?

—Me atacaron —Qiu Yi abrazó a Qiu Yan, los ojos furiosos de Bian Nan brillaron frente a él y sonrió— solo por una simples palabras.

—Hoy me gané una pequeña flor roja [1] por obtener la máxima puntuación en el examen de matemáticas —la voz de Qiu Yan era baja, pero sonaba muy orgullosa. 

—¿En serio? eso es increíble —Qiu Yi se sentó y sacó su billetera del abrigo que estaba sobre la cama, tomó un par de monedas y los colocó sobre la alcancía que estaba junto a la cama y luego le dio una palmaditas al rostro de Qiu Yan— ve a dormir. 

Los momentos más felices de Qiu Yan son las mañanas de los dos días del fin de semana. Qiu Yi generalmente asiste a clases durante el día y trabaja por la noche, y durante la tarde de los fines de semana, le da lecciones de recuperación a algunos chicos de secundaria, y las únicas veces que puede quedarse junto a él son esas mañanas. 

Desde que Qiu Yi se levantó por la mañana y salió a comprar el desayuno, Qiu Yan lo siguió como una sombra mientras hablaba de la escuela, sobre lo que dijo la maestra, lo que dijo su compañero de mesa y no paraba de balbucear en ningún momento. 

Qiu Yi generalmente no habla mucho, de vez en cuando respondía junto a unos "Mm" y Qiu Yan seguía hablando sin cesar. 

Qiu Yi se pasó toda esa mañana sentado en el patio junto con él, amasando plastilina y pintando. Alrededor del mediodía Qiu Yan se frotó la nariz y dijo: —Hermano, quiero comer carne seca.

—Está bien —Qiu Yi sacó su teléfono móvil para verificar la hora. Por lo general no dejaba que Qiu Yan comiera ciertos bocadillos, pero le permitía relajarse los fines de semana— vamos a comprarlo. 

Había un pequeño supermercado en la entrada del callejón, Qiu Yan estaba un poco indeciso en el estante de bocadillos e incapaz de elegir entre carne seca o tofu. 

—Quiero comer, pero ¿puedo comprar ambos? —le preguntó a Qiu Yi con el rostro levantado.

—No, elige solo uno —respondió Qiu Yi con simpleza. 

—¿Tú vas a comer? —Qiu Yan estaba un poco deprimido 

—No comeré —dijo Qiu Yi. 

—Quiero ambos —Qiu Yan se agarró de sus pantalones. 

Qiu Yi se dio media vuelta y caminó hacia la entrada del supermercado. 

—Carne seca, carne seca, carne seca... —dijo Qiu Yan apresuradamente detrás de él.  

—¿El grande o el pequeño? —Qiu Yi regresó frente al estante. 

—El grande —Qiu Yan señaló la bolsa grande

—¿Todavía eres capaz de comer tanto al mediodía? —Qiu Yi sonrió y tomó la bolsa para ir a pagarlo. 

—Puedo comer —Qiu Yan saltó felizmente detrás de él. 

. . .

Bian Nan y Wan Fei durmieron hasta el mediodía, antes de que la madre de Wan Fei los fuera a despertar con varios golpes a la puerta de la habitación: —¡Es hora de comer! ¡No duerman más! ¡Estoy comenzando a dudar si realmente duermen en la escuela!

—Dormimos...—Bian Nan estiró su cintura y pateó a Wan Fei— solo que no lo suficiente...

Wan Fei casi es expulsado de la cama, por lo que solo suspiró y se sentó. 

—¿Te llegaron mensajes? —Wan Fei vio que el teléfono de Bian Nan, el cual arrojo a la mesita de noche y estaba parpadeando, así que lo tomó y miró— ¡Oh! ¿Zhang Xiaorong?

—¡Entrégamelo! —Bian Nan agarró el teléfono. 

Zhang Xiaorong le envió un mensaje de voz en WeChat hace medía hora y Bian Nan quería escucharla, cuando acercó su teléfono a la oreja se detuvo al encontrarse con la mirada de Wan Fei. 

Wan Fei estaba en un estado de espera, cuando lo vio de esa forma, se levantó incómodo del edredón que lo tenía envuelto y dijo:  —¿Qué pasa? ¿Temes que escuche como alguien te rechaza? 

—Mierda, es esa mirada tuya de sinvergüenza que tienes, ¿acaso no has visto lo suficiente cuándo nos duchamos...? —Bian Nan se cambió de ropa interior y dijo con alegría —Si realmente me rechazan, será la primera vez, así que puedes presenciarlo. 

—Está bien —Wan Fei acercó una de sus orejas. 

Bian Nan presionó para escuchar, y la suave voz de Zhang Xiaorong vino del teléfono: —Bian Nan ¿Cómo esta tu herida? 

—¡Maldita sea! —rugió Wan Fei —¡Maldita sea!

Bian Nan también estaba sorprendido. Este amable saludo eliminó instantáneamente su incomodidad anterior con Zhang Xiaorong. Miró a Wan Fei y respondió también con un mensaje de voz: —Está bien, ¿Qué estás haciendo?

—¿Qué fue lo que salió hoy? ¿el sol o la luna? —Wan Fei corrió hacia la ventana y abrió las cortinas— Es el sol...¿acaso sus sentimientos de culpabilidad brotaron con este sol?

—¿Qué sentimiento de culpabilidad? no soy mucho para ella —Bian Nan tiró el teléfono a un lado, saltó de la cama, se vistió y corrió hacia la sala estar mientras llamaba a la madre de Wan Fei —¡Tía! 

—Date prisa y ve a lavarte la cara para comer o de lo contrario deberé guardarlo, ¿Qué habría pasado si no los despierto a ustedes dos? ¿acaso no planean comer hoy? —dijo la madre de Wan Fei con una sonrisa. 

Después de comer una gran mesa llena de platos hechos por la madre de Wan Fei, Bian Nan se recostó a medias en el sofá, mientras que con una de sus manos tomaba su teléfono. 

Después de querer renunciar ante esta situación varias veces, llegó la respuesta de Zhang Xiaorong: —Fui abandonada por mis compañero de clases, es tan aburrido ir de compras sola...

Bian Nan se aferró a su teléfono y después de pensarlo, llamó directamente a Zhang Xiaorong, después de que sonara un par de veces contestó y fue recibido por una voz perezosa. 

—¿A dónde vas de compras? —Preguntó Bian Nan.

—A la calle peatonal, ¿a dónde más puedo ir de compras? —dijo Zhang Xiaorong— ¿Qué estás haciendo?

—Iré ahí —Bian Nan se colocó de pie, entró a la habitación de Wan Fei para tomar su abrigo y se lo colocó— Espérame en "Honeymoon Dessert" estaré en veinte minutos ahí. 

La casa de Wan Fei estaba muy cerca de la calle peatonal y solo se tarda diez minutos al tomar un taxi. 

Miró hacia dentro de la tienda, pero no vio a Zhang Xiaorong, por lo que la volvió a llamar.

—Ah, pasé a un lado de un cine y ahora voy hacía allí —La voz de Zhang Xiaorong no era ansiosa, ni tampoco lenta— Espérame dos minutos, voy caminado junto con varias cosas. 

—Mejor espérame en donde estás y yo iré —dijo Bian Nan. Realmente no tenía mucha paciencia con las chicas, pero después de todo era Zhang Xiaorong. 

Terminó la llamada, regresó su teléfono a su bolsillo y estaba a punto de caminar hacia el cine, pero tan pronto como levantó la mirada sus pasos se detuvieron.

Ja ja

¡JA JA! ja ja...

Cuando el destino interfiere, nadie puede detenerlo. 

Pero lo que más le sorprendía a Bian Nan no fue el hecho de que pudiera encontrarse con Qiu Yi al dar dos pasos en la calle peatonal, ¡sino que Bian Xinyu estaba al lado de Qiu Yi! 

¿Acaso Qiu Yi tenía alguna relación con Bian Xinyu?

¿Qué diablos estaba pasando?

Bian Nan no se movió de su lugar y miró a Qiu Yi. Estuvo aturdido durante mucho tiempo, y no sabía si debía fingir que no lo vio y alejarse, acercarse para darle un puñetazo o seguir paralizado.

¿O decirle feliz cumpleaños a Bian Xinyu?

. . .

Qiu Yi obviamente también estaba sorprendido y tampoco se movió de su lugar, solo se quedó de pie. 

—¿Mm? ¿Bian Nan? —Bian Xinyu rompió el silencio y levantó las cejas. Cuando se dio cuenta que los ojos de Bian Nan no estaban sobre ella, giró la cabeza para mirarlo un poco desconcertada— oye, ¿ustedes dos se conocen?

—Algo así —Qiu Yi sonrió. 

—Vámonos —Bian Xinyu miró de reojo a Bian Nan, tiró de la manga de Qiu Yi para caminar hacia adelante y pasar directamente a Bian Nan. 

Qiu Yi no se movió, mirando todavía a Bian Nan. 

. . .

Los sentimiento en el corazón de Bian Nan ahora son un poco indescriptibles e incluso los conflictos que lo involucraron con Qiu Yi ya no son el punto esta vez. Qiu Yi y Zhang Xiaorong, Qiu Yi y Bian Xinyu, lo que estaba pasando ahora ya no le importaba, no sintiendo nada cuando se enfrentaba a los provocativos ojos de Qiu Yi. 

Solo había una pregunta en su mente, si Bian Xinyu conoce a Qiu Yi: ¿Qué es lo que le dijo a Qiu Yi?

Pasó a Bian Xinyu en silencio y caminó hacia adelante sin girar la cabeza.  

. . .

—¡Vámonos! —Bian Xinyu levantó la voz, repitiéndoselo a Qiu Yi. 

Qiu Yi miró hacia atrás, mirando la espalda de Bian Nan y luego siguió los pasos de Bian Xinyu. 

Después de caminar hacia adelante por un buen tiempo, Qiu Yi preguntó: —¿Cuál es tu relación con Bian Nan?

—¿Yo y él? —Bian Xinyu se burló, con una voz llena de desdén— ¿Qué relación puedo tener con él? con solo pensarlo me da miedo. 

—Oh —Qiu Yi sonrió y no dijo nada más. 

Bian Xinyu se burló nuevamente: —¿Crees que Bian Nan y yo tenemos una relación de hermano y hermana o algo así? 

—¿No es así? —Qiu Yi la miró. 

—Puede ser, pero no es algo que me de vergüenza decir, —Bian Xinyu frunció el ceño— mi papá lo tuvo con otra mujer. 

Las pasos de Qiu Yi se detuvieron, Bian Xinyu se dio la vuelta, caminó unos pasos hacia adelante, y su voz fue un poco fría: —Él es hijo de una amante. 

Qiu Yi se quedó en silencio. 

Bian Xinyu no continuó después de decir esto, solo cambió de tema: —¿Qué tal si me hago un rizado en las puntas de mi cabello? 

—¿Tú escuela permite esa clase de peinados, en especial a los de primer año? —preguntó Qiu Yi.

—Solo serán mis puntas —Bian Xinyu sacudió su cabello— ¿Crees que se me verá bien? 

—No lo sé —dijo Qiu Yi. 

—Oye, durante las vacaciones de invierno, cuando le diste una lección de recuperación a Chen Tingting, ¿no estaba con ella? y las puntas de mi cabello estaban rizadas en ese momento —Bian Xinyu le recordó. 

—...No lo recuerdo —Qiu Yi lo pensó por un momento. 

—¿No lo recuerdas? —Bian Xinyu lo miró decepcionada: — En ese entonces mi cabello era mucho más largo de lo que es ahora, ¿no lo recuerdas?

Qiu Yi se cubrió la boca con su mano y tosió ligeramente: —¿Te has cortado el pelo?

—¡Oye! —Bian Xinyu lo fulminó con la mirada, y levantó la voz— ¿Te acuerdas siquiera como me veía?

—¿No fue así? —dijo Qiu Yi— ahora lo recordaré cuando te vea. 

¿Qué más podía decirle a Bian Xinyu? Qiu Yi señaló la calle que estaba hacía la derecha: —Feliz cumpleaños, tú debes irte a peinar y yo debo irme por aquí, porque la hora de las lecciones de recuperación está cerca. 

Sin esperar que Bian Xinyu dijera algo más, Qiu Yi se dio media vuelta y caminó con largos pasos hacía la calle. 

. . .

Cuando Bian Nan vio a Zhang Xiaorong, ella estaba sentada en una banca al lado de la calle y jugando con su teléfono. Su largo cabello cubría la mitad de su rostro, luciendo tranquila y cómoda. 

Sin embargo, una escena como esta, que pudo haber conmovido el corazón de Bian Nan, ahora, ya no siente ningún sentimiento en especial. Caminó hacia Zhang Xiaorong y se sentó en la banca. 

—Me asustaste —Zhang Xiaorong se giró para verlo y se dio unas palmaditas en el pecho— ¿Por qué no me llamaste?

—¿No es lo mismo que llamarte? —dijo Bian Nan— ¿Has comido?

—Estoy perdiendo peso, —Zhang Xiaorong se tocó su cara: — mi cara está muy redonda. 

—Yo no puedo notarlo, te ves bonita —Bian Nan la miró. 

—¿Por qué me dices eso? —Zhang Xiaorong se rió. 

Bian Nan sintió que la sonrisa de Zhang Xiaorong era demasiado obvia, por lo que también sonrió: —¿Es por Qiu Yi?

—No intentes adivinar —Zhang Xiaorong no dejó de lado su sonrisa, pero después de dos segundos, frunció el ceño: — no tiene un segundo significado.

Bian Nan no era una persona muy paciente, además, ahora se sentía muy molesto. Como si se hubiera caído a un río y en el momento en que se colocó de pie, lo hubieran devuelto al agua con una sola patada. No sabía si Zhang Xiaorong estaba haciendo todo esto de manera intencional o involuntaria, pero esto lo hacía sentir infeliz: —¿Dije que tenía otro significado?

Zhang Xiaorong se quedó atónita, esta era la primera vez que Bian Nan usaba ese tono con ella, y luego comenzó a atarse el cabello: —No diré nada más, los dos somos amigos y no quiero que me guardes alguna clase de rencor...

—¿Amigos? —Bian Nan se reclinó en la banca y la miró— No sé que está pasando con Qiu Yi, pero sabes que guardo algunos sentimientos por ti y no digas que no sabes sobre esto. 

Zhang Xiaorong bajó la cabeza, todavía con una sonrisa en el rostro: —Bian Nan...

—Tengo mal genio y no tengo mucha paciencia, —la interrumpió Bian Nan, muy irritado— Si te gusto o no, solo dímelo claramente, ¿es interesante para ti dejarme colgado de esta manera? ¿lo disfrutas? 

—¡¿De qué estás hablando?! —la sonrisa de Zhan Xiaorong se congeló en su rostro


......

[1] Flor roja: Entregar o ganarse una flor roja, significa esperanza y belleza, se puede ver normalmente en china, cuando las maestras se lo dan a los infantes como recompensa por hacer un buen trabajo.