Capítulo 54

La juventud es realmente vigorosa y caliente...

Xiang Xi siempre ha sentido que es de piel bastante gruesa. Después de tantos años, con engaños y huidas, y las muchas veces que lo patearon, lo maldijeron y golpeado muchas veces, pero nunca hubo un momento en que se sintiera particularmente avergonzado. 

Pero dentro de ese ambiguo momento entre dos personas, sintió muy profundamente que hay diferentes tipos de personas de piel gruesa, él es del tipo  que es capaz de hacer cosas malas. 

Cheng Boyan era del tipo hooligan desvergonzado.

Y de primera calidad. 

Del tipo extremadamente grueso. 

Xiang Xi no ha pensado en la clase de relación que existe entre él y Cheng Boyan, o en otras palabras, la forma en cómo trata a Cheng Boyan y cómo Cheng Boyan lo trata a él. Si Cheng Boyan quería besarlo o tocarlo...no se iba a negar, se sentiría más bien cómodo, los latidos de su corazón se acelerarán se sonrojará y se emocionará. 

Pero se sintió muy avergonzado cuando llagaba a la hora de hablar. 

Quiero besarte. 

Que muevas la lengua. 

También que hagas un informe. 

No sabía cómo el desvergonzado Cheng Boyan podía decir estas palabras, pero de todos modos, miró fijamente a Cheng Boyan durante mucho tiempo, sin saber si decir "Lo apruebo", "no lo apruebo". 

En los pocos segundos en que estuvo pensando de un lado a otro, Cheng Boyan ya se había inclinado y su aliento con aroma a limón ya le había rozado el rostro. 

—No lo he aprobado todavía —Xiang Xi miró el puente de su nariz. 

—Solo es una solicitud informal —dijo Cheng Boyan. Posicionado su mano sobre la pared un poco arriba de su cabeza, tocando ligeramente sus labios y su voz era muy baja: —Será lo mismo si lo apruebas o no. 

Xiang Xi se sintió un poco mareado, sin saber si era por la forma en cómo lo miraba o la agradable voz baja de Cheng Boyan, pero no volvió a hablar. 

Avanzó suavemente para acercarse a él y los labios de Cheng Boyan lo siguieron de cerca. 

Xiang Xi no era ajeno a mover la lengua, esta no era la primera vez que Cheng Boyan hacía esto. Pero esta vez, el sentimiento era completamente diferente. 

No sentía miedo ni confusión. Cuando la lengua de Cheng Boyan empujó suavemente entre sus dientes, Xiang Xi sintió a su corazón acelerarse, cambiando repentinamente de un simple "bang bang" y como si fuera un clic, comenzó a dispararse como una ametralladora. Provocando que su respiración se volviera caótica. 

Afortunadamente, no se resfrió, o de lo contrario habría tenido problemas con su nariz. 

Y luego sería golpeado por Cheng Misofobia...

La mente de Xiang Xi estaba hecha un desastre y no sabía lo que estaba pensando. Cheng Boyan agitó la punta de su lengua dentro de su boca, tocándose y enredándose una y otra vez, provocando que sintiera una bola de llamas dentro de su cuerpo, retorciéndose y girando, quemando donde quiera que fuera. 

Cheng Boyan llevó sus manos hacia su cintura, se deslizó bajo su ropa y lentamente avanzó hasta lo largo de su cintura hasta su espalda. Abrazó a Cheng Boyan y se aferró a su espalda a través de su ropa, sin saber lo que quería hacer. 

Fue solo por esto, que los brazos de Cheng Boyan se apretaron más a su alrededor de su cintura, sus manos frotaron con más fuerza su espalda y cintura un par de veces más, por lo que el beso ya no fue tan suave. 

Chupar y morder, la punta de la lengua, entre los dientes...

Xiang Xi se estaba quedando sin aliento. 

Pero ese no era el sentimiento más fuerte en este momento. 

Abrazó fuertemente a Cheng Boyan y respondió a sus ataques y burlas. Su cuerpo ardía y solo quería quemar a Cheng Boyan también. 

Dos personas que estaban ardiendo juntas. Tú ardes, yo también ardo, todo el mundo está ardiendo...

Solo hasta que Xiang Xi sintió ganas de toser sin motivo alguno y sin poder contenerlo que, de mala gana, empujó a Cheng Boyan. 

Cheng Boyan lo soltó y lo miró muy de cerca. 

Apartó la cara de Cheng Boyan, giró la cabeza y tosió con fuerza. Ya se sentía un poco hipóxico, pero casi se estaba quedando sin aliento después de toser así. 

—¿Qué pasa? —Cheng Boyan le dio una palmada en la espalda: —¿Te lamí la garganta? 

—Si me hubieras lamido la garganta, tendría ganas de vomitar —Xiang Xi quería divertirse, pero a la vez tosía. Estuvo inclinado durante mucho tiempo y cuando finalmente se recuperó un poco, se apoyó contra la pared y tomó un hondo respiro: —No sé qué pasó, de repente tuve ganas de toser.

—Me tengo que ir —Cheng Boyan miró el reloj de la pared: —Te besé durante dos minutos. 

—¿...tan ocioso estabas? —Xiang Xi simplemente no sabía qué decir: —¿Miras el reloj mientras haces esto? 

—No —Cheng Boyan sonrió, le acomodó la ropa, le dio una palmada en el trasero y fue a la cocina: —Simplemente verifiqué la hora antes de besarte, para ver si llegaba tarde. 

—Entonces vete, ¿o piensas llegar tarde? Tienes un retraso de dos minutos. Que terrible suena —Xiang Xi lo siguió a la cocina y vio a Cheng Boyan inclinado sobre el fregadero, lavándose la cara: —¡Mal...! ¡estoy realmente impresionado contigo! ¡¿Incluso necesitas lavarte los dientes?!

—No es necesario lavarse los dientes...solo me estoy lavando la cara, no puedo salir con saliva en toda mi cara —Cheng Boyan se secó la cara. 

—¿Ti...enes? —Xiang Xi se tocó la cara. 

—No lo sé —Cheng Boyan se acercó y lo besó en el rostro: —Bien, me voy. Puedes quedarte desde ahora con las llaves de repuesto, no hay necesidad de que se lo entregues al portero y recuerda, carga tu teléfono.

—¡Ah, lo tengo! —Gritó Xiang Xi. 

Después de que Cheng Boyan se fue, Xiang Xi fue a lavarse la cara. No era porque quería lavarse, pero sentía que le ardía mucho la cara. En el espejo, su rostro todavía estaba rojo, con gotas de agua colgando en su rostro y al mirar cómo estaba, sentía que no habría necesidad de secarse. El calor de su cara por sí solo, podría secar las gotas de agua en menos de un minuto.

Se quitó la toalla, se tocó la cara y luego se lamió los labios. Esa sensación anterior regresó de repente y rápidamente volvió a frotarse la cara con la toalla. 

Cuando volvió a colgar la toalla, se dio cuenta de que estaba sosteniendo la toalla de Cheng Boyan. 

Estuvo tan feliz durante dos minutos que se dio la vuelta y regresó a la cocina. 

La máquina de leche de soja emitió un pitido. Cuando la leche de soja estuvo lista, Xiang Xi tomó un tazón, se sirvió y lo probó. Sabía bastante bien, bastante suave. 

Añadió dos cucharadas más de azúcar, tomó el tazón y se sentó en la mesa del salón.

El pan que compró Cheng Boyan era integral. Se veía feo, pero sabía bien. Xiang Xi bebió un tazón de leche de soja y un bocado de pan, pero su mente todavía estaba dentro de esa confusión. De vez en cuando, pensaba en la sensación de ahora, y luego los pelos de su cuerpo se erizaban como una descarga eléctrica...

Rebuscó dentro de la bolsa de pan y cuando lo sintió vacío, sólo entonces se dio cuenta de que se había comido toda la bolsa de pan.  

—Ah... —Se tumbó en la mesa, se cubrió el estómago con las manos y se lo frotó. 

Xiang Xi no sabía si Cheng Boyan iba a llegar tarde, pero cuando llegó al supermercado, llegó unos minutos más tarde de lo habitual. Yu Baoquan ya había abierto el supermercado y estaba barriendo el piso junto a la puerta. 

—Lo siento, lo siento —Xiang Xi corrió: —Llegué tarde. 

—No es tan tarde, aún no hemos abierto correctamente —Yu Baoquan lo miró: —¿No estuviste ayer en el supermercado? 

—Mm —Aunque Song Yi le permitía estar fuera del supermercado una o dos noches al mes, pero Xiang Xi todavía se sentía un poco avergonzado y tomó la escoba de la mano de Yu Baoquan. 

—¿Fuiste a la casa de un amigo? —Preguntó Yu Baoquan, mientras sostenía la sombrilla. Después de pensarlo, se rió de nuevo, bajó la voz y dijo: —¿o saliste con una chica? 

—Sólo en casa de un amigo —Xiang Xi barrió el suelo: —Y solo estuve yo.  

—Ah...aburrido —Yu Baoquan sonrió y entró al supermercado. 

Xiang Xi ordenó el supermercado y llevó su teléfono a la habitación individual para cargarlo. Cuando lo encendió, aparecieron varios mensajes de texto y llamadas perdidas de Cheng Boyan.

Además de algunos que hubo anoche, hubo uno que llegó hace media hora. 

"¿Guardaste tus fotos?"

Xiang Xi quedó atónito por un momento, luego se puso feliz y le envió una respuesta a Cheng Boyan. 

Ayer fue a la casa de Cheng Boyan sólo para guardar las fotos, pero regresó sin haber hecho algo.

No...si hizo algo. 

Xiang Xi chasqueó la lengua y saltó en el acto. Ahora ya no sentía la misma vergüenza que antes, pero al pensar un poco en esto...su rostro se había endurecido un poquito.

"Ven a guardarlos tú mismo cuando tengas tiempo. De todos modos, ya tienes las llaves"

Al mirar el mensaje de Cheng Boyan, Xiang Xi sacó las llave de su bolsillo y las miró. Una copia de la llave, la llave de la puerta y dos llaves desconocidas que pesaban un poco en su mano. 

Xiang Xi nunca ha tenido un concepto de llaves, nunca ha tenido llaves propias. Cuando alquiló una casa después de irse de Zhaojiayao tuvo llaves que habían pasado anteriormente por otras personas y nunca sintió ese sentido de pertenencia. 

Y ahora con este juego de llaves, que correspondía a la casa de Cheng Boyan, en donde no había inquilino alguno, puede ir en cualquier momento. Cocinar y comer en la casa, mirar la televisión, deambular por la casa y dormir en el dormitorio. Por supuesto, puede que el rey de la misofobia lo golpee, pero al menos ayer no lo golpearon. 

Que gran sentimiento. 

Ya no existirá esa sensación de no tener un lugar donde estar. 

. . .

Hubo mucha actividad en el supermercado en estos dos días, había muchos clientes en el supermercado, comprando muchas cosas, muchas mirando cosas y también personas que deambulan por ahí. 

Ya tenía mucha experiencia en esto y lo ha hecho muchas veces antes. 

Algunos en busca de cigarrillos, vinos, etc. Ya sea por falta de dinero o por conveniencia. 

Yu Baoquan y él caminaron lentamente por el supermercado, cada uno responsable de la mitad del supermercado y no sabía si Yu Baoquan sería capaz de reconocer a un ladrón, pero definitivamente él era capaz. 

Por ejemplo, el chico que llegó alrededor del mediodía.

Por ejemplo, los estudiantes de una escuela cercana que caminaban lentamente frente a los estantes de pequeños electrodomésticos después de entrar, tomando algo para mirar de vez en cuando. 

Parecía un cliente común y corriente eligiendo cosas, pero Xiang Xi estaba seguro de que quería robar algo. Estaba un poco nervioso, sus ojos nunca miraban el objeto que tenía en la mano y fingía estar mirando algo con demasiada concentración.

Xiang Xi caminó hacia el pasillo separado a él por un estante, se acercó lentamente y lo miró desde el espacio entre los estantes. 

Efectivamente, después de caminar unos pasos, el chico tomó un pequeño ventilador eléctrico del tamaño de una palma. La abrió, fingió probarlo y lentamente lo acercó al bolso que traía a su lado. 

—Oye —Xiang Xi lo llamó desde el estante. Su voz no era lo suficientemente alta, como para que él la escuchara: —Eso no se puede desempaquetar. 

El chico se sobresaltó, levantó la mano de repente y lo miró con pánico en los ojos. 

—Hay unos de prueba en el cajero —Xiang Xi señaló: —Puedes ir y probar el que está ahí. 

—Oh —El chico colocó el pequeño ventilador en el estante, luego miró los estantes con ojos errantes mientras caminaba lentamente hacia la puerta y finalmente salió del supermercado. 

Xiang Xi se acercó, volvió a colocar el pequeño ventilador dentro de la caja y lo reorganizó. 

Hoy hubo tantas personas que Xiang Xi ni siquiera tuvo tiempo de descansar junto a los estantes en toda la mañana. Un repartidor se acercó y ayudó con el transporte de la mercancía durante mucho tiempo.

No hubo muchas personas al mediodía y muchos vinieron a comprar bocadillos, por lo que durante la hora de la comida, no podían dejar solo a uno afuera. Así que se turnaron para entrar al salón uno por uno a comer. 

Xiang Xi fue el último en entrar a comer, cuando salió después de comer, todavía habían muchas personas en el supermercado. 

—Hay mucha actividad hoy en el supermercado. Song-ge estará feliz hasta morir —dijo Yu Baoquan con una sonrisa. 

—No estaba para nada feliz. No pudo ver a muchos en estos últimos dos días. Pero estuvo aquí por la mañana y dijo que estaba molesto por toda esta multitud, así que se escapó —Zhang Xin se acercó junto a un trapeador: —¿Quién de ustedes tiene el tiempo de trapear la entrada? alguien acaba de derramar leche. 

—Yo voy —Yu Baoquan tomó el trapeador y se alejó. 

Había un gran charco de leche en la entrada. Yu Baoquan lo trapeó varias veces. Alguien entró y casi lo pisó con el trapeador y rápidamente dijo: —Lo siento. 

—No se preocupe —dijo el hombre. 

Xiang Xi estaba ordenando las cosas que estaban desordenadas en los estantes, y al escuchar esta voz, giró bruscamente la cabeza. 

Cuando vio claramente a la persona que entraba, casi no podía creer lo que estaba viendo. Y controló su voz, para no gritar. 

¿Mantou? 

Mantou lo miró sin saludarlo, sin ninguna expresión en su rostro, simplemente caminó por el estante de comidas como un cliente común y corriente. 

Xiang Xi vaciló por un momento, dejó las cosas que tenía en la mano y lo siguió lentamente. 

Mantou había perdido mucho peso. Siempre se reía de él por estar delgado, pero ahora está tan delgado como una caña de pescar y todavía estaba cojo. 

La ropa de su cuerpo estaba bastante sucia y parecía que no se había cambiado desde hace unos días. Incluso a tres pasos de distancia, Xiang Xi podía oler el sudor agrio en Mantou.

Mantou no era así antes, él era muy exigente y el mal olor en su cuerpo era algo que no podía tolerar. 

—¿Tienen de sabor a leche? —Mantou tomó una caja de galletas, la miró y se volvió para preguntarle. 

—Sí —Xiang Xi asintió, se acercó, tomó una caja de sabor a leche y se la entregó. Luego bajó la voz: —¡Qué sucedió contigo! 

—Sabía que estabas aquí —Mantou miró la caja, luego tomó otra caja y luego comparó a ambas cajas para poder compararla: —También sé que me estás buscando. 

La capacidad de Mantou para fingir era mucho más profesional que las del chico de antes, parecía un cliente que hacía preguntas y elegía algo en base a preguntas con el vendedor. 

—¿Qué diablos te pasó? —Preguntó Xiang Xi, concentrándose sólo en este asunto. 

—En un inicio no pude escapar —Mantou tamborileó con los dedos sobre la caja y habló rápidamente: —Me enfermé y casi muero, pero el grupo de Erpan comenzó a buscarme, así que me he estado escondiendo aquí y allá. Alguien me dijo que te escapaste y cuando pensé que debía ser por mi culpa, quise encontrarte...

—Aquí lo importante es, ¿Dónde está el dinero? —dijo Xiang Xi. 

—Tan Xiaokang me estafó y me robo el dinero, no fui capaz de encontrarlo... —Mantou hablaba con mucha calma, pareciendo que al parecer ha pasado medio año y ya no sentía nada. 

—¿Tan Xiaokang? —Xiang Xi tuvo que reprimir el volumen de su voz y empuñó sus manos, sus nudillos crujieron dos veces. 

—No lo menciones más. Todo se acabó. Hoy solo vine aquí a verte y a despedirme de ti —Mantou dejó la caja de galletas en el estante y tomó la más pequeña, sosteniéndola. 

—¿A dónde vas? —Xiang Xi miró fijamente el rostro de Mantou, sintiendo que algo andaba mal: —¿Te irás a casa? 

—Creo que tú estás bien —Mantou se giró para mirarlo: —Demasiado bien, Xiao Zhan. No es fácil para personas como nosotros tener un camino, especialmente un buen camino. 

Xiang Xi no dijo nada. 

—Siempre me has dicho que no soy tu amigo y pensándolo bien, es mejor no serlo. Nadie me ha visto aquí —Mantou cojeó hacia la caja con las galletas en la mano, luego giró la cabeza y susurró: —Tú estás bien, y ya no me busques más. Si sigues así, comenzaré a pensar que me tratas como a un amigo. 

Xiang Xi se quedó allí sin moverse ni hablar, mirando cómo Mantou cojeaba hacia la caja, pagando y saliendo lentamente del supermercado con la pequeña caja de galletas. 

El sol brillaba mucho al mediodía y la luz blanca del sol brillaba con tanta intensidad que era casi imposible abrir los ojos. 

Cuando Xiang Xi lo siguió por la puerta del supermercado, la figura de Mantou pareció haberse derretido y desaparecido bajo la luz blanca que llenaba todo el campo de visión.

Puede que algo malo le ocurra a Mantou. 

Esta fue la primera reacción de Xiang Xi. 

Pero no hizo más preguntas ni detuvo a Mantou. 

Las personas son diferentes. Él es diferente de las personas comunes de esta sociedad, se enfuerza en integrarse a la vida "normal" poco a poco porque tiene a Cheng Boyan. 

Desde el momento en que Cheng Boyan se acercó a él, Mantou y él fueron se volvieron diferentes. 

Lo mismo ocurría en Zhaojiayao, Mantou luchaba para ir por un camino diferente, de forma indefensa y aparentemente incapaz de poder cambiar. Este camino era paralelo a Zhaojiayao, tal vez un cruce o fuese más abajo. 

Y él no es Cheng Boyan. 

No tiene el capital ni la fuerza necesaria para alcanzar a Mantou. 

Incluso si extendía la mano, no tenía la fuerza necesaria para sostener a Mantou. Si intentaba acercarse, puede que haya sobrestimado su propia capacidad y Cheng Boyan, quien lo sosteniente a él, puede que tropiece. 

Mantou también lo sabía. 

Tú estás bien, dijo esto dos veces. 

Todos tienen una conciencia sobre sí mismos y personas de este tipo saben el tipo de camino que siguen, la forma de caminar de esta manera era su norma, una trayectoria que solo ellos conocían. Incluso el tío Ping y Erpan siguieron ese camino, llegando a un mismo destino por caminos diferentes. 

Hay muy pocas personas que pueden tomar un "buen" camino. 

Al igual que no puede soportar que una "persona normal" como Cheng Boyan se viera afectado por él, Mantou no quería que volviera a ser arrastrado hacia la oscuridad.

Incluso si el mundo estaba llena de luz, seguirás encontrado sombras si no tienes cuidado. 

Xiang Xi permaneció en el supermercado toda la tarde, observando a los clientes entrar y salir, pero nunca vio a alguien similar a Mantou. 

En este mundo, el pasado entre él y Mantou, con el incomprensible futuro de Mantou, era verdaderamente invisible para cualquiera, como si nunca hubiera existido. 

Había una pequeña brecha entre Mantou y él, pero quizás, jamás lo vuelva a ver. 

. . .

Después de salir del trabajo, Xiang Xi se dio una ducha y salió a comprar algo de comida rápida, regresó y se sentó en la habitación, viendo televisión y comiendo. 

No podía explicar cómo se sentía. 

La impotencia era su mayor sentimiento. 

Cheng Boyan no volvió a salir del trabajo a la hora hoy y cuando lo llamó, eran las ocho.

—¿Has comido? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Yo salgo del trabajo a tiempo —Xiang Xi miró la lonchera sobre la mesa, se levantó y la arrojó al bote de basura que estaba afuera de la puerta: —¿Estás cansado hoy? 

—Mm, estoy muy cansado —La fatiga en la voz de Cheng Boyan era obvia: —¿Vendrás esta noche para guardar las fotos? 

—No voy a ir, mejor regresa, come algo y duérmete —Xiang Xi suspiró: —¿Vas a morir por exceso de trabajo? 

—No, no morí ni siquiera cuando no dormí por tres días —Cheng Boyan se rió: —Déjame decirte algo, hoy le pedí  al jefe la dirección del señor Lu, tú...¿todavía quieres ir?.  

—Iré —dijo Xiang Xi sin pensarlo: —Yo iré. 

Si, definitivamente irá. 

Tú estás bien. 

Tú estás bien.

Las palabras de Mantou resonaron en sus oídos. 

Así es, está bien, esto es lo más importante que puede hacer y debe hacer, no podía dejar escapar ninguna oportunidad de tener algo en que pudiera sostenerse y ayudarlo a continuar en este "buen camino". 

—Entonces, memoriza  —dijo Cheng Boyan. 

—Envíamelo. Tomaré un bolígrafo y escribiré la dirección mañana por la mañana —Xiang Xi se rascó la cabeza. 

—Oh, lo olvidé. Te enviaré un mensaje más tarde —Cheng Boyan bostezó: —Ya ni siquiera quiero comer, volveré y me acostaré. 

Hablando de dormir, Xiang Xi recordó de repente que aún no había cambiado las sábanas de Cheng Boyan e inmediatamente sintió un poco de pena: —Olvidé cambiarte las sábanas. 

—No te pedí que las cambiaras —Cheng Boyan sonrió: —Las cambiaré mañana cuando tenga tiempo. 

—Entonces, ¿eres capas de soportarlo? —Xiang Xi estaba un poco preocupado. 

—Te dije que no tengo misofobia —Cheng Boyan suspiró. 

—¿No podemos decir cosas como estas que suenan tan falsas a futuro? —Xiang Xi chasqueó la lengua: —Que digas que no tienes misofobia es tan falso que yo tengo cultura. 

Cheng Boyan no dijo nada y se rió durante mucho tiempo por teléfono, antes de detenerse. 

—¿No puedes ser más sincero? —añadió después Xiang Xi. 

—Soy demasiado vago para hablar —dijo Cheng Boyan con una sonrisa: —Volveré primero y te llamaré si todavía no te has dormido a las diez de la noche. 

—Mm —respondió Xiang Xi. 

—Dame un beso —Cheng Boyan de repente bajó la voz. 

—¿Eh? —Xiang Xi se congeló. Cuando Cheng Boyan hablaba en voz baja, se escuchaba bien. Pero cuando el sonido pasó a través del receptor y entró en sus oídos, tal como una corriente eléctrica pasó desde su oreja derecha hasta su codo derecho y a su pierna derecha e inmediatamente cayó sobre la cama: —ah, estoy paralizado...

—¿Paralizado? —Cheng Boyan estaba sorprendido por lo que dijo, y después de unos segundos, dijo: —Está bien estar paralizado, pero tu boca no lo está, así que dame un beso. 

—¿Tienes algo de humanidad? —Xiang Xi se rió: —Estoy paralizado...di algunas palabras más y baja la voz. 

—¿Por qué? —Cheng Boyan bajó la voz cooperativamente. 

—Se escucha bien —Xiang Xi se recostó en la cama y cerró los ojos: —Di algunas palabras más. 

—Xiang Xi, estás tan fascinado conmigo....ya que soy guapo y tengo voz agradable... —Susurró Cheng Boyan sin reírse. 

—Que desvergonzado —dijo Xiang Xi con alegría. 

—Entonces sigamos hablando —Cheng Boyan se rió y continuó susurrando: —¿Qué debo hacer si soy una persona desvergonzada en secreto? ¿Qué tal si te leo algunos casos ortopédicos de un libro...?

Xiang Xi no habló y no escuchó claramente lo que Cheng Boyan dijo a continuación, solo sintió que su voz le hacía suavemente cosquillas en el oído, sonaba bien y era muy...sexy. 

—Después de que el tratamiento mostró malos resultados, le dieron el alta del hospital y se fue a casa descansar por más de diez días antes de ser readmitido en el hospital para recibir tratamiento, se le realizó ozonoterapia y su nervio epitelial glúteo... —No sabía qué estaba pensando Cheng Boyan. 

—No entiendo —dijo Xiang Xi en voz baja. Por un momento, al escuchar la voz de Cheng Boyan, de repente tuvo un sentimiento incontrolable: —Ya está bien. 

—¿Mm? —Cheng Boyan se detuvo: —¿Has escuchado suficiente?

—Ya escuché suficiente, vete a casa —dijo Xiang Xi: —¡Adiós! 

Antes de que Cheng Boyan pudiera decir algo, Xiang Xi colgó el teléfono. 

Luego arrojó el teléfono sobre la cama, se dio la vuelta y se acostó de lado, encorvado. Extendió la mano y se bajó los pantalones. 

La juventud es realmente vigorosa y caliente...