Capítulo 65

"Si todos lo supieran, no sería tan estresante"

Por la mañana, Bian Nan estaba envuelto en su edredón y quiso volver a dormir. Cuando de pronto, Wan Fei rugió: —¡Jaja! ¡Jajaja! ¡Está nevando! 

—Oye —Bian Nan se cubrió la cabeza con la colcha, tenía mucho sueño. 

Después de que Qiu Yi salió del trabajo anoche, los dos hablaron por teléfono por más de una hora. No sabía si Qiu Yi se quedó dormido de manera inmediata después de la llamada por teléfono que se terminó casi a las dos en punto. Pero, todos modos estuvo pensando en ello durante mucho tiempo antes de quedarse dormido y a las cinco, era la hora donde sentía más sueño. 

—Vamos, levántate —Wan Fei palmeó su edredón varias veces, luego se colocó de pie junto a la ventana y miró: —Este año nevó tarde, es casi Año Nuevo. 

—¿Lao Jiang no dijo ayer que no hay necesidad de correr? es una nieve pesada —Sun Yifan se sentó sobre su cama, aún envuelto en su adredón. 

—Que no te engañe, ¿No corrimos de igual manera durante los dos días de ventisca de nieve el año pasado? —dijo Zhu Bin mientras se cubría con el edredón. 

—¡Así es! Nan-ge ese día se cayó con la cara sobre el suelo —Wan Fei se rió cuando lo recordó. 

—A ti te haré caer de cara —Bian Nan levantó la colcha y se sentó, para señalarlo: —Cuando peleas tú tienes la necesidad golpear el trasero de alguien y si alguien te lo hiciera, ¿lo soportarías?

—Te juro que me controlé aquella ocasión, e hice todo lo posible para evitarlo. Pero lo bueno es que no te bajé los pantalones —dijo Wan Fei con una sonrisa, dándose media vuelta y abriendo un poco la ventana: —todos ustedes levántense ahora mismo. 

El frío viento de norte se precipitó por la rendija de la ventana. La cama de Bian Nan estaba junto a la ventana, y después de que el viento los exprimió, se pudo escuchar el mismo grito y al mismo tiempo de estas personas: —¡Mierda! 

Después de que Wan Fei hiciera un movimiento como este, todos en el dormitorio se levantaron, convirtiéndose en el dormitorio más activo de todo el pasillo.

Tan pronto como Bian Nan salió del dormitorio, sacó su teléfono y llamó a Qiu Yi. 

Qiu Yi probablemente se estaba levantando, junto con un tono nasal en su voz: —¿Qué ocurre? 

—Está nevando —Bian Nan dio una saltito y caminó hacia adelante: —Hace mucho frío. 

—Mm, lo sé, Erbao me despertó a las 4:30 —Qiu Yi sonrió: —¿Vas a correr? 

—Sí, ya están todos afuera, —Bian Nan subió el cierre de su cremallera hasta el final: —No soporto tener sueño y frío. 

—Yo también tengo sueño, —Qiu Yi bostezó: —Erbao se resfrió y roncó en mi oído toda la noche. 

—¿Erbao tiene un resfriado? —Bian Nan frunció el ceño: —Su condición física debe fortalecerse, si yo me entierro en la nieve por dos días, yo no me resfriaré. 

—Así es —dijo Qiu Yi— Si te congelas hasta morir, no hay forma de que te resfríes. 

Los dos conversaron casualmente. Bian Nan después colgó la llamada y siguió al equipo que estaba corriendo fuera de las puertas de la escuela. 

No había corrido siquiera dos vueltas y la nieve que caía era tan fuerte que apenas podían ver con claridad, junto con el viento que soplaba con fuerza. La primera nevada de este año fue realmente muy brutal. 

—Oye, Nan-ge, —El sombrero de Wan Fei estaba tan bajo que casi tenía sus ojos bloqueados por completo: —Para el día de Año Nuevo, que son tres días libres, ¿Cómo los pasarás? 

—Escuchando la clase —dijo Bian Nan, junto con una aliento cálido que sobresalía de su boca al hablar. 

—¿Escuchando la clase? —Wan Fei se quedó atónito por un segundo, y luego bajó la voz: —¿Cómo qué escuchando la clase? ¿no estarás con Qiu Yi? 

—Escuchando la clase de Qiu Yi —Bian Nan suspiró. Los dos habían hablado sobre esto durante mucho tiempo el día de ayer. 

Bajo el concepto de Bian Nan, las vacaciones era para divertirse, pero para Qiu Yi, era todo lo contrario, era una oportunidad de ganar dinero durante las vacaciones y quien ya había hecho arreglos para los tres días del Año Nuevo. Por el lado del restaurante, estaba ya bastante ocupado cuando se trataba de los días festivos y no podía tomar vacaciones, además de que los estudiantes de tercer año no tienen vacaciones y se reúnen todos por unos días. 

—Lo siento —dijo Qiu Yi con un tono de disculpa: —no pensé bien. 

—¿Por qué lo sientes? —Cuando Bian Nan escuchó estas palabras, se sintió muy incómodo. Qiu Yi estaba en una situación diferente a la suya, tenía que trabajar muy duro como para pensar en tomar unas vacaciones: —De todos modos, puedo verte cuando quiera, no pasará nada si son más de dos días. 

—¿Por qué no pospongo uno...? —Qiu Yi pensó. 

—No, no, no —Bian Nan se sentía aún más apenado. Y finalmente apretó los dientes: —¿Qué tal si te sigo para las clases de recuperación? 

El resultado de la conversación fue que Bian Nan y Qiu Yi fueran juntos a las clases recuperaciones de los estudiantes. 

Que gracioso. 

Sin embargo, Bian Nan sintió que, era mucho más interesante que estar como una gato en el dormitorio o en casa, o pasar el rato con sus compañeros de clases y amigos. 

Realmente quería ver cómo se veía Qiu Yi, bajo una identidad seria y dando lecciones de recuperación para los demás. 

De hecho, realmente no importaba si quería divertirse con Qiu Yi durante las vacaciones. De todos modos, siempre hay más de dos personas en todas partes, caminando por la calle, ir a ver una película y comer, no es diferente a lo habitual. 

Si quería pasar el tiempo junto con un grupo de persona, tenía que renunciar a muchas cosas. Por ejemplo, tomarse el tiempo de extender la mano y tocarse las cinturas o algo así. 

Al pensar en esto, Bian Nan volvía a sentirse deprimido. 

Anoche, algunas personas se escaparon del dormitorio para ir al karaoke. Aunque el lugar no era muy bueno al lado de la escuela, y en donde el ambiente era escandaloso, junto con aquella combinación de áreas urbanas y rurales, pero no fue impedimento para que Wan Fei y Xu Rui cantaaán a dúo canciones de amor. Viendo también a otros también cantando, inclinados y cantando mientras coqueteaban.

Bian Nan se deprimía aún más así, y aún más cuando veía a parejas jóvenes en la calle.

¡Deprimido!

Afortunadamente, su corazón era grande. 

Este tipo de depresión ocurría cada que vez que lo pensaba o lo veía. 

Y se iba en unos minutos. 

Por ejemplo, cuando estaba esperando a Qiu Yi, vio a una pareja joven comiendo batatas asadas y caminando junto con una sonrisa, y hace unos segundos, estaba pensaba en aquella asfixia. Pero en cuanto giró la cabeza y vio a Qiu Yi caminando, cambió de inmediato su humor.

—¿Por qué no me dijiste que fuera a la casa y te esperara ahí? —Bian Nan encogió el cuello y saltó. 

—Si vas a la casa y Erbao te ve, ¿sería capaz de dejarte ir? —Qiu Yi sonrió y colocó algo cálido sobre su mano: —Pruébalo. 

—¿Ah? —Bian Nan miró hacia abajo, en su mano había una batata asada caliente: —¿De dónde vino? 

—Un vecino las estaba haciendo —dijo Qiu Yi, caminando hacia la pequeña intersección de la calle: —Su familia las vende y estaba apunto de montar su puesto, así que tomé dos. 

—¿A dónde vamos? ¿No tomarás el autobús? —Bian Nan lo siguió mientras comía, caminó junto a Qiu Yi y después de dar dos pasos, apretó a Qiu Yi. 

—Metro, así podremos llegar directamente —Qiu Yi fue apretado varias veces por él y cuando estaba a punto de caerse de la acera, tuvo que empujarlo un poco: —¿No ves bien? 

—Joder —dijo Bian Nan: —No puedo tomar tu mano, no puedo besarte en la boca, solo puedo apretarte y así poder sentir tu existencia. 

Qiu Yi suspiró, sacó una de sus manos de su bolsillo y rodeó su hombro: —¿Está bien así? 

—Está bien —Bian Nan sonrió. Aunque esta postura era un estilo común de caminar junto a un amigo, también es algo mucho más cercano que caminar uno al lado del otro. 

Durante las vacaciones, sin importar el clima, las calles siempre estaban llenas de personas, con los altavoces de las tiendas en ambos lados eran muy fuertes, mucho más que el otro, y solo diversos sonidos llegaron a sus oídos, como también colores bastante llamativos frentes a ellos. 

Lo mismo ocurrió en el metro, las personas estaban abarrotadas. Bian Nan en momentos como esto suele estar molesto, pero estando con Qiu Yi, era diferente. Cuanta más gente, mejor. 

Después de ingresar al metro, básicamente estaba a un lado de Qiu Yi. 

Habían dos chicos frente a Qiu Yi que se estaban apretujando, así que tomó del anillo y cedió. Bian Nan aprovechó la oportunidad para poner tranquilamente una mano sobre su cintura. 

—¿Qué haces? —Qiu Yi lo miró con una sonrisa en los labios. 

—Calentando mis manos —Bian Nan guardó sus manos en los bolsillos del abrigo de Qiu Yi y lo abrazó: —Hace frío. 

—¿Todavía sientes frío aquí? —Qiu Yi sonrió. 

—Si digo que hace frío, hace frío. Le temo mucho al frío —dijo Bian Nan chasqueando la lengua. Si no fuera por el temor de ser demasiado obvio, habría apoyado la barbilla sobre el hombro de Qiu Yi. 

Es una pena que ese lugar donde se impartirá las clases de recuperación no quedara tan lejos, y tendrán que bajarse después de un par de paradas. 

No fue hasta que se detuvieron en la parada y las personas que lo rodeaban no fueron lo suficiente para cubrirse, Bian Nan sacó las manos de mala gana y salió con Qiu Yi. 

—Solo di que eres mi compañero de clases y que planeas darles clases de recuperación a otros, por lo que viniste y escucharás cómo lo hago —Qiu Yi le explicó. 

—Mm —Bian Nan se rascó la cabeza: —Pero si me presentan estudiantes, ¿Qué debería hacer? 

—No —Qiu Yi lo miró— Viéndote no pareces un buen estudiante. 

—¡Maldita sea! —Bian Nan apretó su cara: —Vete a la mierda. 

—Pero si tienes tanta suerte, solo preséntame a mi —dijo Qiu Yi con una sonrisa. 

—¿No estás ya bastante ocupado? pareciera que ya no duermes —Bian Nan frunció el ceño. Era capaz de ver las ojeras de Qiu Yi, aunque no eran demasiado obvias. 

—Puedo transferírselos a mis compañeros de clases y obtener a cambios algunas tarifas de presentación. Ya varios de ellos incluso están esperando que se los presente. 

—Eres muy bueno en los negocios. 

Solamente era un chico que tenía clases de recuperación el día de hoy, no había adultos en casa, todos se fueron de compras. Por lo que Bian Nan básicamente no tuvo que preocuparse por ser visto y que alguien le presentara estudiantes. 

El chico usaba anteojos y parecía un buen estudiante. Fue alguien muy cortés al llevarle agua y bocadillos a Bian Nan. 

Cuando Qiu Yi sacó un trabajo de matemáticas del chico, Bian Nan descubrió que este chico, que parecía un buen estudiante, sus calificaciones en realidad eran un desastre y parecía bastante estúpido.

Bian Nan estaba sentado en el sofá, detrás del chico, y cuando levantaba la vista, podía ver a Qiu Yi. 

—Te enseñé sobre esto la última vez, ¿por qué sigues así? —Qiu Yi señaló el papel. 

—¿Me lo enseñaste? —El chico se inclinó y miró. 

—No finjas —Qiu Yi tomó el cuaderno, lo abrió, pasó algunas páginas y colocó el cuaderno frente a él: —Si la próxima vez no entiendes, solo dímelo, no hay problema alguno si tengo que enseñártelo unas cuantas veces más. 

—Mm —el chico asintió. 

—Entonces te lo volveré a enseñar, si no lo entiendes, solo dímelo —dijo Qiu Yi. 

Bian Nan apoyó su frente y vio a Qiu Yi darle una clase al chico. 

Un poco sorprendido. 

Siempre ha pensando que Qiu Yi era capaz de dar lecciones de recuperación porque estudiaba bien y no pensó en nada más. 

Solo fue después de que Qiu Yi comenzó a dar la clase sobre el tema que se dio cuenta de probablemente no solo se debía a que era bueno estudiando, sino porque también es el tipo de persona que se expresa con claridad, hablando de manera sencilla y metódica. 

Durante la escuela secundaria, las calificaciones de Bian Nan eran tan bajas que su padre se alegraba cada vez que lograba pasar de grado, especialmente en matemáticas. El maestro de matemáticas era un anciano, quien tenía buen conocimiento, pero no sabía cómo expresarse. 

Bian Nan quería dormir tan pronto como la clase de matemáticas comenzaba, el anciano ni siquiera hablaba con cadencia, era como sentarse en un templo, pero si el maestro fuese Qiu Yi...

Bian Nan no entendía si el chico había entendido o no, pero de vez en cuando levantaba las orejas para escuchar y lograba comprender un poco.

Esta era la primera que no se durmió después de escuchar la explicación sobre un tema de alguien. 

De repente, creyó que Qiu Yi se veía bastante guapo. 

Qiu Yi le dio al chico dos horas de clases de recuperación. Pero, después de que terminaron esas dos horas, habló durante una hora y media más, y solo cuando se aseguró que no había nada que no entendiera el chico, comenzó a ordenar sus cosas. 

Cuando salieron de la casa del chico, Bian Nan sintió que su trasero estaba un poco entumecido. 

Se palmeó el trasero: —Oye, Dabao, ¿estás cansado? 

—Es lo normal —Qiu Yi estiró sus brazos: —se necesita mucho esfuerzo planificar clases recuperativas para este chico, también de que entienda, pero otras personas pueden entender fácilmente. 

—Si hay alguien así en el futuro, transfiéreselos a alguien más o no lo aceptes —Bian Nan caminó de un lado a otro, de derecha a izquierda, torciendo su cintura. 

—Tengo que tomarlas de todas formas y si compenso al menos esta clase, puedo considerarlo como una forma de anunciar mis clases —Qiu Yi apretó ligeramente detrás de su cintura: —¿Puedes cansarte al estar solamente sentado allí? 

—¡Ah! —Bian Nan sintió cosquillas y dio un salto hacia adelante de manera abrupta. Se rió y frotó su cintura durante mucho tiempo: —Descubrí que aún eres capaz de pensar correctamente, ¿esto también lo compensarás? 

—También las elijo, no cobro por mi primera clase. Que lo intenten primero, yo elijo a los estudiantes o ellos me eligen a mi, y aunque suene como una estupidez, pero si alguien está dispuesto a trabajar duro, puede lograrlo —Qiu Yi lo miró: —Incluso alguien como tú puede pasar. 

—Tonterías —Bian Nan estaba divertido: —La verdad es que fui capaz de escuchar el tema de tu clase, y lo hice por bastante tiempo. No tengo la necesidad de leer las preguntas, soy capaz de entender bastante. 

Qiu Yi sonrió, colocó sus brazos sobre sus hombros y lo abrazó, suspirando: —Eres muy inteligente. 

Bian Nan levantó las cejas con orgullo, se rió durante mucho tiempo. Pero al final cerró su sonrisa y suspiró: —Realmente creo que trabajas demasiado y muy duro. 

—No lo siento ya que estoy acostumbrado. Estas preguntas se las enseño a los estudiantes todos los días y es casi como un reflejo condicionado, que incluso puedo dar una conferencia mientras camino —Qiu Yi chasqueó los dedos sobre su oreja: —Tú solo deberías preocuparte de tu pasantía, y si decides ir, solo procura hacerlo bien. 

—Yo soy alguien sorprendente. Sé que puedo hacerlo bien, no te preocupes —Bian Nan también chasqueó los dedos. 

Después de que tuvo esa última conversación con su padre, no hubo más discusión en casa sobre su pasantía. Bian Nan se sintió aliviado, y aunque no estaba muy interesado en el tenis, todavía intentará hacerlo bien. 

Qiu Yi conocía muy bien esta área y cuando salieron de la comunidad, giró en la siguiente calle: —Vamos a comprar algo de estofado de cerdo, hay un lugar por aquí cerca que los hace muy bien y a Erbao le gusta. 

—Compra un poco más, comeré en tu casa al mediodía —dijo Bian Nan. 

—Esta clase de cosas ya no necesitarán decirse a futuro —Qiu Yi sonrió. 

No sabía si la comida en el restaurante sabía bien o no, pero el negocio era realmente bueno. Había una docena de persona haciendo fila en un día tan frío y les tomó casi una medía hora que tomaran su turno. A Bian Nan le preocupaba que las personas frente a ellos compraran todo. 

—¿Qué quieres comer? —le preguntó Qiu Yi. 

—Comeré lo mismo que come Erbao —dijo Bian Nan. 

Qiu Yi compró mucho y cuando ambos llevaron las bolsas al metro, Bian Nan sentía un inexplicable sentimiento de felicidad. 

De regreso a la casa de Qiu Yi, y tan pronto como entró por la puerta, Qiu Yan corrió mientras estornudaba: —¡Gran tigre! 

—Oye, ese pequeño sonido nasal suena realmente doloroso —Bian Nan lo abrazó: —Tu nariz está muy roja, ¿Cómo pudiste resfriarte? 

—Mis compañeros de asiento por delante y atrás están resfriados —Qiu Yan se frotó la nariz: —y me contagiaron. 

—¿Has tomado tu medicina? —preguntó Bian Nan. 

—Me la tomé —Qiu Yan asintió mientras sacaba una mascarilla de su bolsillo y se la colocó. 

—¿Qué haces? —Bian Nan sonrió. Tan pronto como Qiu Yan se colocó la mascarilla, solo un par de ojos grandes se destacaron en su rostro.

—Tengo miedo de contagiarte, lo uso mientras estoy en casa, también tengo miedo de contagiar a mi papá —dijo Qiu Yan. 

—Entonces, ¿también lo usas cuando duermes con tu hermano? —Bian Nan bromeó. 

—No lo uso, no podría respirar —Qiu Yan se quedó atónito por un momento, y después de un rato, bajó los párpados, diciendo con una voz deprimida: —¿Qué debería hacer? 

—Oye, oye, estoy bromeando contigo, si quieres resfriar a tu hermano ya lo habrías hecho —Bian Nan lo palmeó rápidamente: —Él goza de buena salud, no le teme a esto y yo tampoco, así que ven y déjame darte un beso. 

Bian Nan le quitó la mascarilla a Qiu Yan y le dio un fuerte beso en la nariz. 

El estofado de cerdo realmente sabía muy bien. Pudo ver que Qiu Yan realmente la amaba y aunque no puede olerla cuando está resfriado, se sumergió en comer mucho. Por lo que finalmente tomó una ala de pollo y le dio un mordisco. 

El frío aumentó después de que la nieve llegó y papá Qiu tenía tos. Después de que terminó de comer, conversó con ellos de manera informal y volvió a su habitación para ver la televisión. 

La casa de Qiu Yi estaba equipada con radiadores y hacía bastante calor. Pero después de que papá Qiu entró a su habitación, Qiu Yi tomó otro calentador eléctrico, lo colocó junto a su pierna, lo encendió y provocando que el calor aumentara. 

—¿No tienes calor? —Bian Nan le preguntó a Qiu Yi en voz baja. 

—Por mi papá tiene que ser así, su salud no es buena y cuando hace frío en invierno, los problemas aumentarán —dijo Qiu Yi. 

—Hermano, ¿puedo ir a ver la televisión también? —Qiu Yan se mostró reacio a dormir al mediodía, debido a las vacaciones. 

—No puedes ir a la habitación de papá para ver —dijo Qiu Yi. 

—Lo veré en la sala de estar —Qiu Yan se acostó en el sofá. 

—Entonces mira —Qiu Yi encendió el televisor para él y luego miró nuevamente a Bian Nan: —¿Quieres ir a dormir? ¿No estás cansado por la mañana? 

—Oh —respondió Bian Nan y entró a la habitación. 

Unos minutos más tarde, Qiu Yi también entró a la habitación y justo después de que cerró la puerta, Bian Nan saltó y corrió. Abrazó a Qiu Yi, lo besó en la cara y en el cuello varias veces: —No voy a dormir. 

—Me asusté —Qiu Yi sonrió y lo abrazó también: —Pensé que querías pelear. 

—Solo quiero abrazarte —Bian Nan cerró sus brazos. 

—¿Quieres estar de pie y abrazarnos todo el mediodía? —Qiu Yi giró la cabeza para mirarlo y lo besó en la cara. 

—No lo sé —Bian Nan frotó su rostro sobre el hombro de Qiu Yi: —Solo abrasémonos un poco. 

—Está bien —Qiu Yi se apoyó contra la pared y no dijo nada más. 

Bian Nan cerró los ojos y esta sensación de abrazarse fuertemente era muy agradable. Parecía que esta era la única forma en la que podía calmarse. 

Los dos se quedaron abrazados en silencio por un rato y cuando Qiu Yan de repente gritó en la sala de estar: —¡Hermano, papá te está llamando! 

Bian Nan se sobresaltó, Qiu Yi rápidamente lo empujó y se acomodó la ropa: —¡Voy! 

—Oye —Bian Nan también se ajustó la ropa: —estaba a punto de quedarme dormido, me sobresalté y casi me caigo. 

—¿No dijiste que no ibas a dormirte? ¿Pero casi te quedas dormido de pie ahora? —Qiu Yi sonrió, abrió la puerta y salió. 

Bian Nan suspiró y se acostó sobre la cama. 

Papá Qiu quería ir al baño, probablemente porque llevaba demasiada ropa como para moverse y le pidió ayuda a Qiu Yi. 

Bian Nan esperó por un rato y cuando estaba pensando en ir a ayudar, Qiu Yi regresó a la habitación. 

—¿Ya está hecho? —preguntó Bian Nan. 

—Mm —Qiu Yi sonrió: —Su ropa se quedó enganchada en la silla de ruedas, necesitaba ayuda para eso. 

—Es una suerte que no vino directamente a avisarte —Bian Nan se sentó, lo pensó y dijo: —Si todos lo supieran, no sería tan estresante. 

—¿Qué? —Qiu Yi estaba abriendo la puerta de la estantería para sacar un libro y cuando escuchó lo que dijo, giró la cabeza bruscamente y la sonrisa en su rostro desapareció. 

La reacción de Qiu Yi inmediatamente dejó de piedra a Bian Nan y tardó mucho en hablar: —Hablo sobre si la familia se enterara, fue algo casual, no significa nada más. 

Qiu Yi no dijo nada y cerró la puerta de la estantería después de un rato, caminó frente a él, se inclinó y lo abrazó.  

—Lo siento —Qiu Yi lo abrazó con fuerza y le susurró al oído: —tampoco me refiero a otra cosa, es que lo dijiste tan de repente, lo siento.