Capítulo 64

"¿Mi suegra?"

Cheng Boyan todavía estaba conversando con la Directora Xu y Xiang Xi, estaba ansioso por pedir detalles. Así que no esperando oportunidad, tuvo que acercarse y empujarlo, articulando: —¡Cuelga primero! 

Cheng Boyan asintió y le dijo algunas palabras más a la directora Xu. Para finalmente colgar el teléfono.

—¿Viene tu madre? ¿Viene la directora Xu? —Cuando Xiang Xi vio que colgó el teléfono, inmediatamente lo agarró del brazo y le preguntó. 

—Mm, también viene...mi abuela y mi tía mayor... —Antes de que Cheng Boyan terminara de hablar, Xiang Xi ya se había dado media vuelta y se apresuró al dormitorio. Lo siguió y cuando vio a Xiang Xi abriendo el armario y sacando su ropa, se congeló: —¿Qué estás haciendo?

—¡Viene tu madre! ¡tu abuela! ¡e incluso tu tía! —Xiang Xi arrojó su ropa sobre la cama con ansiedad: —¿Dónde está mi bolso? ¿Cuánto tardarán en llegar? 

—Xiang Xi —Cheng Boyan tiró de él: —¿Quieres huir? 

—De lo contrario, ¿debería quedarme aquí? —Xiang Xi lo miró: —¡Es tu madre! la Directora Xu, también la suegra de la Directora Xu y la cuñada de la Directora Xu...

—¿Y qué? —Cheng Boyan todavía tiraba de él y no lo soltó. Con la otra mano, tomó la ropa que había arrojado sobre la cama y la colgó dentro del armario, una por una. 

—Yo...no lo sé —Xiang Xi frunció el ceño: —Simplemente siento que...no es apropiado para mí...quedarme aquí, ¿verdad? Cuando la directora Xu estuvo aquí la última vez, estaba tan asustado que casi me oriné...

—¿Por qué sería inapropiado? Mi madre sabe de mí, mi abuela lo sabe. Toda mi familia lo sabe —Cheng Boyan frunció el ceño cuando pensó en cómo toda su familia supo sobre esto: —Estamos en una relación y vivimos juntos, ¿Qué es lo inapropiado? 

—Tu casa... —Xiang Xi se congeló por un momento, luego luchó para apartar la mano de Cheng Boyan: —Sabes que no funcionará, ¿por qué no salgo a caminar primero? estoy algo satisfecho, ¡ah! los tazones y los platos aún no los he retirado...

—Xiang Xi —Cheng Boyan lo tomó por la barbilla y lo miró a los ojos: —No necesitas estar tan nervioso. 

—¡No estoy nervioso! —Xiang Xi lo miró de forma fija: —Solo...tengo miedo. 

—¿No te atreves? —Cheng Boyan sonrió: —Solo...

—Necesito ir al baño —Xiang Xi volvió a luchar: —¡Déjame ir primero! ¡déjame ir! ¡Tengo muchas ganas de ir al baño! 

Cheng Boyan no tuvo más remedio que soltarlo, y Xiang Xi rápidamente corrió hacia el baño, cerrando la puerta. 

Cheng Boyan se quedó de pie en la sala de estar y esperó por varios minutos. Xiang Xi no salió, así que caminó hacia la puerta del baño y llamó a la puerta: —¿Acaso estás estancado? 

—¡De verdad hablas bien! —Xiang Xi chasqueó la lengua desde dentro y luego suspiró: —Quiero orinar, pero no puedo hacerlo si estás ahí...

—Sé lo que estás pensando —Cheng Boyan se sostuvo con la mano sobre el marco de la puerta: —¿Crees que mi madre y los demás te menospreciarán? 

Xiang Xi guardó silencio dentro y al cabo de un rato, respondió en voz baja: —Sí. 

—No tengo el tiempo para hablar sobre esto contigo —Cheng Boyan le dio unos golpecitos a la puerta con los dedos: —Tú...

—Que hijo tan sobresaliente eres. Eres guapo, tienes buena figura, estudias y trabajas bien —dijo Xiang Xi en voz baja: —Dondequiera que te miren, eres él que más llama la atención. Pero, de pronto se cruzó con delincuente que ni siquiera tiene una tarjeta de identificación y que lleva sobre él mucha basura...

—Ex delincuente —Cheng Boyan lo corrigió.  

—Es lo mismo si incluso eres un ex delincuente. Hay algunas cosas, que incluso pude sentir que quedaron en el pasado, como tú también, al igual que tus propios amigos. —La voz de Xiang Xi se escuchaba un poco inestable: —Pero a los ojos de tu familia, es difícil que comprendan esto. ¿Entiendes lo que quiere decir? 

Cheng Boyan no dijo nada. 

—Si fuera una persona cualquiera, creo que a la Directora Xu no le importaría sobre lo que hizo en el pasado, y tal vez, me animaría a mirar hacia adelante —Xiang Xi bajó la voz: —Pero sabiendo que alguien como yo es el novio que eligió su precioso hijo, ¿seguirá pensando lo mismo? Es la naturaleza humana, y no me digas que no has pensado en esto. 

—¿Y entonces? —Preguntó Cheng Boyan, después de permanecer en silencio por un rato. 

—¿Y entonces qué? —Preguntó Xiang Xi, confundido. 

—Incluso si lo que dices es correcto y tiene sentido, —dijo Cheng Boyan: —¿y entonces? ¿vas a huir? de acuerdo, entonces te dejaré hacerlo. Si quieres huir y dar un paseo, ¿entonces qué seguirá después? 

No se escuchó sonido alguno del baño. 

—Quiero preguntarle a la persona que está estancada —Cheng Boyan llamó a la puerta: —¿y entonces qué? 

La puerta del baño del baño sonó y se abrió, y Xiang Xi se quedó en la puerta: —No es que esté estancado, solo no puedo orinar. 

—¿En serio? —Cheng Boyan silbó: —¿y así? 

Xiang Xi quedó atónito: —¿Qué haces? 

Cheng Boyan volvió a silbar: —¿Ahora puedes orinar? 

—...No tienes remedio —Xiang Xi pasó junto a él y fue a la sala de estar. —Tengo la sensación de que cuando la Directora Xu venga, también comenzarás con tus locuras. 

—¿No piensas ir dar un paseo? —Cheng Boyan lo siguió y se sentó en el sofá con una sonrisa. 

—No iré, pero ahora muy nervioso —Xiang Xi se sentó a su lado y colocó su mano sobre su pierna: —¿lo sientes? 

Las manos de Xiang Xi estaban temblando y muy violentamente. 

Cheng Boyan tomó su mano y la frotó con fuerza: —Esto el día de hoy fue muy repentino. No te preocupes, si todavía te sientes nervioso, puedes ir al dormitorio y quedarte allí. Nadie entra a mi dormitorio. 

—¿Estás nervioso? —Xiang Xi giró la cabeza y lo miró: —Siento que incluso me zumban los oídos. 

—¿Yo? —Cheng Boyan de repente se rió y se reclinó en el sofá: —Tan pronto como madre dijo que iba a venir, ni siquiera me molesté en preguntar si mi abuela le fue bien en el hospital. He sentido mis oídos zumbando desde entonces y aún no ha parado. 

A Xiang Xi esto le hizo gracia: —Maldita sea, pensé que las personas como tú no se colocaban nerviosos por naturaleza. 

—No suelo colocarme nervioso por otro tipo de cosas, pero debido a este asunto es inevitable no colocarme nervioso —Cheng Boyan llevó su dedo sobre su lunar: —Xiang Xi, te diré algo, no te obligaré en nada. Pero evita maldecir y evita saltar frente a mi madre. 

—Oh —Xiang Xi cerró los ojos, tomó un hondo respiro dos veces y exhaló lentamente: —No hablaré. 

Ambos estaban muy nerviosos. Después de recoger los tazones, platos y palillos de la mesa, se sentaron uno al lado del otro en el sofá y miraron la televisión, la cual no estaba encendida. 

Cuando sonó el teléfono de Cheng Boyan, Xiang Xi se levantó de un salto y se paró en medio de la sala de estar: —¡Es la directora Xu! 

—Mm —Cheng Boyan tomó el teléfono y respondió la llamada: —¿Mamá? 

—¿En qué piso vivías? —Escuchó la voz de su madre. 

Luego, se escuchó la voz de su abuela: —¿Cómo es eso? Ni siquiera recuerdas en qué piso vive tu hijo...

—Doce —Cheng Boyan sonrió: —¿Están aquí? 

—Estamos aquí, subiremos ahora. Creo que tu abuela probablemente quiere volar directamente para verte —dijo su madre. 

—Mamá —Cheng Boyan vaciló y decidió preparar a su madre: —Tengo... a alguien aquí conmigo. 

—¿Estás con un amigo? —Su madre hizo una pausa: —O tal vez...

—Mm —Cheng Boyan miró a Xiang Xi, quien estaba rígido y no se movió: —Deberías recordarlo, lo has visto antes. 

Su madre se quedó en silencio por un momento, antes de decir: —Ya veo, pero no lo recuerdo muy bien. Así que subiré y lo veré. 

—¿Dijo algo la Directora Xu? —Preguntó Xiang Xi con voz tensa, con su cuerpo rígido. 

—Solo dijo que vendría a verte un poco más tarde —Cheng Boyan lo abrazó, lo apretó entre sus brazos y lo sacudió. 

—De acuerdo, si muero, entonces moriré —Xiang Xi se mordió el labio: —Arriesgaré mi vida. 

Cheng Boyan se rió, lo soltó y encendió la televisión: —No es tan grave. 

—Oye, enciendes la televisión así sin más —Xiang Xi gritó: —Acabo de decir que estoy en riesgo, que incluso el silencio que me colocaba nervioso y me sentía mal. 

—¿Te sientes mejor ahora? —Le preguntó Cheng Boyan. 

—No, sólo te puedo promete que no maldeciré —Xiang Xi se frotó la nariz. 

—Tómatelo con calma —Cheng Boyan se acercó a él y lo besó con fuerza en la frente. 

—...No me colocaré nervioso —Xiang Xi se tocó la frente: —Me golpeaste con tus dientes. 

La puerta de la casa de Cheng Boyan está bastante insonorizada, así que por lo general no se podía escuchar los sonidos del pasillo. Pero hoy, Xiang Xi escuchó el timbre cuando llegó el ascensor al piso, ese sonido fue más alto que la televisión. 

—¡Llegó! ¡llegó! —Señaló la puerta. 

Cheng Boyan se sentía un poco incómodo al principio, pero cuando vio que Xiang Xi estaba por enfrentarse a un enemigo formidable, no pudo evitar sentirse divertido: —Bebé, eres después de todo un adulto y nunca has experimentado algo como esto...

—¡Deja de decir tonterías! —Xiang Xi bajó la voz: —¡Abre la puerta! 

Tan pronto como dijo esto, sonó el timbre. 

—¡Ve! —Xiang Xi empujó a Cheng Boyan, pero estaba tan nervioso que no controló su fuerza y lo hizo tropezar. 

Cheng Boyan sonrió y se acercó a abrir la puerta. 

—La temperatura del aire acondicionado está demasiado baja, la diferencia de aquí a comparación de afuera es de quince grados... —La primera persona que habló después de entrar, fue la directora Xu. Y después de decir esto, miró alrededor de la casa. 

Xiang Xi dio un paso adelante y quiso arrodillarse para saludar a la reina madre, pero sentía que estaba tan nervioso que parecía más bien una rendición. 

—Él es Xiang Xi... —Cheng Boyan lo presentó. 

Antes de que terminara de hablar, Xiang Xi hizo una reverencia ante la Directora Xu: —Hola, tía. 

—hola, hola, no es necesario que seas tan educado —La directora Xu abrió el zapatero y sacó algunos pares de pantuflas. 

Xiang Xi vio de pronto a una anciana gorda que venía detrás de la Directora Xu y rápidamente volvió a inclinarse: —Hola, abuela. 

Tan pronto como pronunció este saludo, la Directora Xu se quedó atónita y se volvió para mirarlo. 

—¡Dios mío! —Gritó con torpeza la anciana gorda: —¿Cómo me llamaste? 

—Ella es mi tía mayor —Cheng Boyan se dio la vuelta y lo miró con una sonrisa reprimida en los labios. 

En ese momento, Xiang Xi casi saltó por la ventana. 

¿Es realmente la tía mayor? 

¿Esta anciana gorda era la tía mayor? 

Avergonzado y nervioso, de repente no supo qué hacer. 

Normalmente, esta tía debería verse más joven que la Directora Xu...

¡Pero parece impaciente y además está gorda! 

—¡Que ansiedad por querer unirte a la diversión! ¡Avanza de una vez! —Se escuchó la voz de una anciana desde afuera de la puerta: —¡y si sigues así! ¡Serás una abuela más pronto! 

—...Hola, tía —Xiang Xi finalmente volvió a sus sentidos y después de saludar, se acercó y se dirigió a la abuela que todavía estaba afuera de la puerta: —Hola, abuela. 

—Está bien, está bien —Respondió la abuela, dándole un empujón a la tía mayor: —Entra rápido. 

—¿No te vas a cambiar de zapatos? —dijo la anciana tía mientras se quitaba los zapatos y sus ojos seguían mirando de un lado a otro a Xiang Xi: —Boyan es igual que mi cuñada, muy particular. Le dije aún así que no era necesario venir, es muy difícil. 

—No es necesario que te cambies —dijo Cheng Boyan: —No he limpiado bien el piso en los últimos dos días. 

Debido a que había comido antes, la temperatura en el aire acondicionado en la casa estaba baja, pero tan pronto como entraron varias personas, Xiang Xi estaba tan nervioso que su espalda comenzó a sudar. 

Ver a Cheng Boyan ayudar a la abuela sentarse en el sofá, Xiang Xi recordó algo. Se apresuró a la cocina, sacó un juego de vasos, sirvió agua y se la llevó a la abuela, a la Directora Xu y la anciana gorda....no, a la anciana tía gorda. 

—Él de Boyan... —La anciana tía miró a Xiang Xi de arriba y abajo, luego se inclinó hacia el oído de la Directora Xu y susurró: —hombre...

La Directora Xu sonrió y no dijo nada, solo miró a Cheng Boyan. 

—¿La abuela fue al hospital hoy para que le revisaran la vista? —Cheng Boyan no tomó en cuenta a la anciana tía, le dio unas palmaditas en el brazo a Xiang Xi y se sentó en el sofá, junto a su abuela. 

Xiang Xi rápidamente lo siguió y se sentó junto a Cheng Boyan. 

—Mm, tu madre insistió que me hiciera un chequeo y dijeron que necesitaba cirugía, así que me llevó al hospital —La abuela tomó el vaso y bebió un sorbo de agua, luego miró a Xiang Xi: —¿Te llamas Xiang Xi? 

—Xiang, Xiang Xi —dijo Xiang Xi con una sonrisa. 

—Yo, es bastante llamativo. Bu Wang Xi, Xiang Xi [1] —dijo la abuela con una sonrisa, miró a Xiang Xi nuevamente y tocó con su brazo a la anciana tía: —Que guapo es. 

—Es guapo —La anciana tía asintió y luego preguntó: —¿Están ustedes dos viviendo juntos ahora? 

Ella preguntó esto mientras miraba a Xiang Xi, quien está atónito y no sabía cómo responder. 

La palabra "vivir juntos" salió de la boca de la anciana tía, junto con un tono indescriptible. Las palabras en sí mismas e incluso si se preguntara directamente entre familiares sería normal quedarse en silencio, ya que tenía ese mismo tono curioso y entrometido. 

Esto lo hizo un poco infeliz. 

—¿Por qué no me lo dijiste cuando fuiste a nuestro hospital para que te revisara la vista? —Cheng Boyan peló un plátano y se lo entregó a la abuela. 

—Solo fue un chequeo, una revisión y te avisaré cuando deba operarme —dijo la Directora Xu desde un lado: —Tu abuela tampoco podría ir a buscarte. 

—Estás tan ocupado que no tenía sentido decírtelo —la abuela le dio unas palmaditas en la mano: —Tampoco es que no camine, como si estuviera causándote problemas.

Las palabras de la anciana tía se pasaron por alto, así que solo bebió de su vaso de agua y empezó a mirar la televisión. 

En los diez años de experiencia de Xiang Xi en leer con la mirada a las personas, le permitieron hacer un juicio aproximado sobre los tres miembros de la familia de Cheng Boyan que estaban frente a él, en solo unos minutos. 

La abuela era una anciana habladora y sentía mucha pena por Cheng Boyan. La anciana tía...no era muy simpática, lo que se podía ver al ver el hecho de que Cheng Boyan simplemente ignoraba sus palabras y podía notar la insatisfacción en sus palabras. 

No estaba seguro sobre qué decir de la Directora Xu, no dijo mucho y era difícil de saber lo que estaba pensando. Xiang Xi ni siquiera podía estar seguro si todavía recordaba sobre la última vez que compró comida.  

La abuela conversó un rato con Cheng Boyan y luego miró a Xiang Xi: —Wang...Xiang Xi. 

—Puede decirme Wang Xi —Xiang Xi sonrió y se acercó a la abuela: —Abuela. 

—¿Cuántos años tienes? ¿Aún estás estudiando? —Le preguntó la abuela. 

—Tengo 20 años y no estoy estudiando —dijo Xiang Xi: —Ahora estoy aprendiendo la ceremonia del té con un maestro. 

—¿Ceremonia del té? ¿Cultivo del té? —La abuela no lo entendía del todo. 

La Directora Xu sonrió desde un lado: —Es la ceremonia del té, en la que tu hijo mayor piensa todo el día. 

—Oh, lo entiendo —La abuela asintió: —Un juego de teteras y unas cuentas tazas, echando agua de un lado a otro, ¿aún es necesario aprender eso? Realmente no hay mucho qué aprender...

—Oye, Boyan, déjame echarle un vistazo a tu cocina —La anciana tía no podía mantenerse sentada en el sofá, así que se colocó de pie de nuevo y caminó hacia la puerta de la cocina, mirando hacia adentro: —Oye, ni siquiera sabes cocinar y ¿todavía piensas tener todo esto? 

—Todo estaba así cuando me mudé y decoré —Cheng Boyan se volvió para mirarla. 

—Que desperdicio —La anciana tía chasqueó la lengua dos veces y se volvió para mirar a Xiang Xi: —¿Eres tú quien cocina? 

Xiang Xi no dijo nada, la anciana tía andaba preguntando si estaban viviendo juntos y si no hubiera sido por un poco de dignidad, probablemente podría haber ido al dormitorio y mirado el armario. 

—De lo contrario, ¿Quién más? —dijo Xiang Xi. 

La anciana tía quedó atónita y se abofeteó la cara varias veces con la mano, diciendo: —Oh, este niño realmente es agresivo cuando habla. 

—Es mucho mejor que yo —Cheng Boyan sonrió. 

—De verdad hablas mucho. Si no puedes sopórtalo, regresa primero —La abuela tomó un mango y le dio una palmada en el hombro a Cheng Boyan: —Corta un poco para tu tía y que se calle un poco. 

—No puedo comer eso ahora, estoy tratando de perder peso —dijo la anciana tía. 

—Entonces tú y mi madre compartan la mitad —Cheng Boyan miró a su madre. 

—Está bien —Su madre asintió. 

Cheng Boyan bajó la cabeza, cortó el mango y le quitó el corazón. Xiang Xi estaba sentado a su lado y no dijo nada mientras sacaba la pulpa de la fruta con un cuchillo. 

Podía sentir que Xiang Xi estaba nervioso e incómodo por su posición sentada. Una persona que nunca ha tenido ningún contacto "ordinario" con familiares, de repente se ve envuelto en esta sesión de "conocer a los padres"...

—¿Quieres comer? —Cheng Boyan le entregó el mango a su madre y a su tía, girando la cabeza y preguntándole: —¿Quieres compartir la mitad con la abuela? 

—Ya no puedo comer más —La abuela agitó la mano rápidamente: —Ustedes dos compartan uno, si vuelvo a comer tan tarde, tu madre me llamará la atención. 

—Come —Su madre sonrió desde un lado: —No te diré nada. 

—Realmente ya no puedo comer —la abuela colocó los ojos en blanco: —¿Crees que tengo miedo a lo que me digas? 

Cheng Boyan tomó otro mango y lo cortó lentamente, mientras Xiang Xi se mantenía sentado a su lado, sintiéndose incómodo. 

No estaba acostumbrado a esta situación de personas desconocidas sentadas en una habitación. Antes, cuando venía alguien a la casa del tío Ping, se escondía afuera. Ahora, no solo tenía que estar sentado aquí, sino que también tenía que comportarse moderadamente y educado como Cheng Boyan. Esto es realmente...doloroso. 

No sabía qué decir. 

No sabía hacia dónde mirar. 

Excepto cuando Cheng Boyan le entregó el mango, en secreto pellizcó el trasero de Cheng Boyan para demostrarle que se sentía incómodo y se quedó en el sofá, con la espalda recta. 

—Xiang Xi —Lo llamó de repente la Directora Xu desde el lado opuesto. 

—Ah —Xiang Xi de repente se levantó de un salto: —Tía, ¿Qué sucede? 

—...Prepárame una taza de té —La Directora Xu probablemente se sorprendió y se reclinó: —Algo más ligero. 

—Está bien —Tan pronto como Xiang Xi escuchó esto, inmediatamente se dio al vuelta y se apresuró a la cocina. 

Tan pronto como entró a la cocina, se sintió relajado y colocando las manos sobre la encimera, cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiro de alivio. Luego lentamente hirvió agua, lavó las tazas y sacó las hojas de té. 

—Boyan —dijo la anciana tía mientras masticaba el mango: —¿Cuánto tiempo se conocen ustedes dos? ¿Por qué este niño se le ve molesto? 

—No presiones —Cheng Boyan sonrió: —Eso es todo. 

—Oye, mira esa forma de contestar —La anciana tía suspiró: —Eso lo aprendiste de tu abuela. 

—No todo el mundo es como Boyan —dijo su madre: —A pesar de que tiene 20 años, no puede ocultar su temperamento. Incluso, casi se pelea con alguien mientras intentaba ayudar a otros en la calle. 

Cheng Boyan quedó atónito cuando escuchó esto y miró a su madre. 

—¿Una pelea? —La anciana tía se emocionó al escuchar esto: —Cuñada, ¿Qué sucedió? ¿Lo viste? 

—Él me defendió —dijo su madre: —Me encontré con una persona que no era razonable y comenzó a pelear. Él vino a ayudarme. 

—Pensé que se trataba de algo más malo —Cuando la anciana tía escuchó esto, inmediatamente perdió el interés y se reclinó en el sofá. Después de pensarlo, susurró: —Cuñada, ¿era realmente irrazonable? 

—Demasiado, no importaba lo que le dijera —Su madre la miró y dijo con una sonrisa: —Incluso si preguntas, no diré nada más. 

—Ya veo —dijo la abuela a un lado: —¿y por qué te preocuparía? solo quieres saber. Pero después de todo, nadie te escucha. 

¿Xiang Xi defendió a su madre en medio de la calle? 

Cheng Boyan miró hacia la cocina. Xiang Xi nunca le había contado esto. 

Su madre no dijo nada más y comenzó a conversar con su abuela. Él no se sentía cómodo volviendo a preguntar frente a ella, pero seguía pensando en ello en su corazón. 

La escena de Xiang Xi defendiendo a su madre, casi se la pudo imaginar. Tal vez, simplemente se arremangó, maldijo y luego corrió...

Era difícil decir, qué tipo de impresión dejó en su madre. 

Xiang Xi sacó el té preparado y lo colocó frente a su madre: —Tía, el té está un poco caliente. 

—Gracias —Su madre sonrió: —¿Qué tipo de té es este? 

—Esto me lo dio mi maestro, es el nuevo té de este año del Instituto de investigación del té. Es bastante bueno —dijo Xiang Xi. 

—De acuerdo, entonces lo probaré —Su madre asintió, tomó la taza y bebió un sorbo: —La verdad, no sé cómo saborear el té. Siento que beber té es un desperdicio. 

—No es un desperdicio —Xiang Xi se sentó junto a Cheng Boyan: —Beber té es como leer un libro y escuchar música. Lo escuchas, lo ves, lo bebes...es igual. 

Cheng Boyan giró la cabeza y lo miró. Fue un poco sorprendente que palabras tan filosóficas salieran de la boca de Xiang Xi, y más bajo una situación tan tensa. 

Obviamente su madre también estaba sorprendida, bebiendo un sorbo de té y no diciendo nada. 

—Así es, si lo bebes y llega a tu estómago, no se desperdiciará —su anciana tía estuvo de acuerdo. 

—Eso...no es lo que quise decir —Xiang Xi intentó explicarse, impotente: —Yo...

—Lo sé —Su madre sonrió. 

Después de conversar por un rato, la abuela se levantó y caminó lentamente por la casa, comprobando las condiciones de vida de Cheng Boyan. 

¿Comes bien? ¿Duermes bien? ¿Estás cansado de ordenar así la casa todos los días...? 

—No te preocupes —Cheng Boyan lo siguió: —Soy una persona ya grande. 

—Ustedes dos, —La abuela lo llevó al dormitorio y le preguntó en voz baja: —¿Es definitivo? 

—¿Definitivo? —Cheng Boyan no sabía cuál era el concepto de "definitivo" de su abuela, por lo que solo podía tratar de entenderla bajo sus propias ideas: —Es definitivo. 

—No importa lo que diga tu tía —dijo la abuela: —Creo que este niño es bastante bueno, guapo y de buen comportamiento. 

—Sí —Cheng Boyan sonrió y asintió. 

¿Xiang Xi de buen comportamiento? 

Si es así, al menos el día de hoy tuvo buen comportamiento. 

Después de quedarse más de media hora, la abuela hizo un gesto con la mano y dijo: —Vámonos a casa. 

Xiang Xi se levantó rápidamente: —¿La abuela se va? 

—Te acompañaré abajo —dijo Cheng Boyan. 

—No es necesario —dijo su madre: —El auto está estacionado y bajar todos juntos es complicado. No tomará más de un par de minutos bajar por el ascensor. Deberían limpiar. 

Xiang Xi miró la mesa. Solo habían unos pocos vasos y cáscaras que no habían sido tiradas al basurero. No sabía qué limpiar exactamente y solo, simplemente sintió que esta misofobia fue realmente heredada de la Directora Xu...

Siguió a Cheng Boyan y llevó a la abuela y a los demás hasta la puerta del ascensor. Después que entraron, se inclinaron y se despidieron de cada uno. Luego de ver la puerta del ascensor cerrarse, exhaló junto con una voz larga: —¡AAAAH! 

Cheng Boyan señaló la luz indicadora de piso del ascensor y dijo con una sonrisa: —El ascensor aún no ha bajado por completo, ¿acaso no tienes miedo de que te escuchen gritar de esa forma? 

—Maldita sea —Xiang Xi se sobresaltó, se cubrió la cara, se dio la vuelta y corrió de regreso a la casa. 

—¿Cómo te sientes? —Cheng Boyan entró a la casa y cerró al puerta: —¿Estás cansado? 

—Estoy agotado —Xiang Xi se dejó caer en el sofá: —Me duele la cara de tanto sonreír, me duele la cintura y la espalda...

—Acuéstate —Cheng Boyan se puso en cuclillas junto al sofá: —Te daré un masaje. 

—¿Y este servicio tan considerado? —Xiang Xi inmediatamente se dio la vuelta y se acostó. 

—Mm, tu comportamiento fue bastante bueno delante de tu suegra —Cheng Boyan apretó suavemente su espalda: —Aunque llamaste a alguien de forma equivocada...

—¿Mi suegra? —Xiang Xi inclinó la cabeza y levantó las cejas. 

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[1] Bu Wang Xi, Xiang Xi (不往西, 向西) Es una especie de mantra, en la que se refiere a una persona que habla de forma testaruda y que su comportamiento es rebelde. Si se le pide algo, hará lo contrario.