Capítulo 40

Qiu Dabao cayó del cielo...

Bian Nan agarró la muñeca de Qiu Yi con fuerza, pudiendo sentir el hueso de la muñeca de Qiu Yi en su palma. 

De hecho, todavía no sabía qué es lo que quería hacer con este agarre. Tal vez debido a ese sentimiento que se esparcía por todo su cuerpo que quería detener, o tal vez, debido a ese mismo sentimiento de querer tocar a Qiu Yi. 

De todos modos lo agarró, y muy fuerte. 

Qiu Yi se reclinó en la silla, tratando de retirar su mano, pero su postura no era muy fuerte y lo intentó dos veces sin tener éxito. 

—¿Qué estás haciendo? —Tuvo que retraer las piernas que tenía sobre la mesa y colocarse de pie. 

—¿Qué estás haciendo tú? —Bian Nan lo miró. Cuando Qiu Yi quiso volver a sacar su mano, se sentó y agarró con aún más fuerza la muñeca de Qiu Yi para tirar de él. 

Qiu Yi se tropezó y cayó de costado, apoyando el brazo sobre la cama. 

Bian Nan sintió que probablemente estaba enfermo. Cuando Qiu Yi no tuvo el tiempo suficiente para levantarse, saltó y torció la muñeca de Qiu Yi detrás de él, presionándola directamente sobre la espalda de Qiu Yi. 

—¡Oye! —Gritó Qiu Yi, empujado sobre la cama. 

Bian Nan no estaba usando camiseta y la ropa de Qiu Yi se deslizó debido a que lo empujó. Su piel que quedó fuertemente adherida a la espalda de Qiu Yi, de repente se calentó. 

No pudo evitar apretar con más fuerza la muñeca de Qiu Yi, y no sabía qué hacer a continuación. Por lo que simplemente presionó con fuerza a Qiu Yi y mantuvo agarrado el brazo de Qiu Yi. 

—¿Cómo te atreves a molestar al joven maestro? —Bian Nan se contuvo durante mucho tiempo antes de bajar la cabeza y susurrarle algo a Qiu Yi en su oído. 

Qiu Yi quedó atónito y se rió: —¿Qué tal tú? 

Bian Nan se quedó mirando su perfil, pestañas, nariz recta y su hermosa barbilla: —Puede ser. 

Qiu Yi suspiró y no luchó, solo se quedó allí y no habló más. 

. . .

Bian Nan se aferró a él por un rato, pero de repente lo soltó, se dio media vuelta y saltó de la cama. 

—¿Ya terminaste? —preguntó Qiu Yi. 

—Tengo una urgencia urinaria —Bian Nan se colocó las pantuflas de Qiu Yi y salió corriendo como una ráfaga de viento. 

Qiu Yi se sentó y escuchó la serie de acciones de Bian Nan. Primero golpeó la pérgola de uvas, luego pateó una maceta y finalmente corrió hacia el baño mientras maldecía. 

Se levantó, se bajó la ropa y sacudió sus pantalones. Se recostó en la silla, frunció el ceño, tomó el bolígrafo y se dio la vuelta. 

Sonó su teléfono que estaba sobre la mesa, lo tomó y lo miró, era un mensaje de texto de Bian Xinyu. 

Solo fue una oración bastante común: "¿Estás en el trabajo?" 

Miró la hora y marcó el número de Bian Xinyu. 

—Ah, ¿no estás en el trabajo? —Bian Xinyu respondió el teléfono rápidamente, junto con una sonrisa en su voz. 

—Hoy tengo un día de descanso, —dijo Qiu Yi: —Bian Nan me dio el brazalete, gracias. 

—No seas tan formal —Bian Xinyu sonrió un poco avergonzada: —Lo compré cuando salí a divertirme y pensé que se te vería bien, ¿te gusta?

—Me gusta —Qiu Yi sonrió: —pero ya no vuelvas a comprarme algo como esto, te lo agradezco por esta vez. 

—No es nada, siempre le traigo recuerdos a mis amigos cuando salgo a divertirme, no tiene otro significado. Tú y Bian Nan tienen los mismos —dijo Bain Xinyu con una sonrisa: —Ahora estoy feliz de que lo hayas aceptado, me sentía preocupada. 

—¿Mm? —respondió Qiu Yi. 

—Me preocupaba de que me odiaras o algo así, —susurró Bian Xinyu— Como al parecer tienes una buena relación con Bian Nan y como nunca he tratado mucho con él...

—No te odio —Qiu Yi entendió lo que Bian Xinyu quiso decir: —Bian Nan jamás me ha dicho algo. 

—Ah, yo no quise decir eso de esa manera, estás equivocado... —Bian Nan Xinyu se había puesto un poco ansiosa: — no quise decir esto, no, en fin. Es bueno que te haya gustado el brazalete, colgaré, adiós. 

—Buenas... —Antes de que Qiu Yi terminara de hablar, Bian Xinyu colgó el teléfono y suspiró— noches. 

Bian Nan se adentró a la casa después de unos minutos. Qiu Yi escuchó a Qiu Yan correr desde la habitación de su padre hasta la sala de estar, probablemente estaba demasiado emocionado que le costaba conciliar el sueño y cuando vio a Bian Nan, volvió a pensar en la barbacoa de mañana. 

—¿La barbacoa tiene alitas de pollo? —preguntó Qiu Yan en voz baja. 

—Si, también de ternera y cordero —respondió Bian Nan, también en voz baja: —Compremos la carne que quieras comer. 

—Quiero comer salchichas de jamón —dijo Qiu Yan. 

—Bien, entonces hagamos perritos calientes —Bian Nan sonrió. 

—Es mucha carne, ¿Qué debo hacer si mi hermano no me deja comerla? —Qiu Yan estaba un poco preocupado: —Dice que si siempre como carne y no verduras, subiré de peso y engordaré. 

—No es necesario comer tanto, solo come un bocado de cada tipo de carne —Bian Nan le dio una idea: — o deja que tu hermano vaya a nadar y come mientras él nada. 

Los dos se comunicaron entre susurros en la sala de estar por diez minutos, antes de que Qiu Yan regresara a la habitación a dormir. 

. . .

Bian Nan entró a la habitación, se sentó en la cama, miró a Qiu Yi y volvió a mirar hacia otro lado: —Creo que Erbao dará algunas vueltas más hasta la mitad de la noche para poder conciliar el sueño 

—Le diste buenas ideas —Qiu Yi sonrió. 

—No escuches a escondidas —dijo Bian Nan— Solo lo estoy consolando, solo deja que coma todo lo que quiera y si crees que es suficiente, dile que solo lo deje. 

—Ve a dormir —Qiu Yi sacó un libro y se recostó en la silla para leerlo. 

—¿Has terminado de dibujar? —Bian Nan señaló el cuaderno que estaba sobre la mesa: —quiero verlo. 

—Mm —Qiu Yi asintió. 

Bian Nan siempre ha mantenido un estilo de dibujar a palitos desde la escuela primaria, por lo que siempre ha admirado a las personas que pueden dibujar. 

Abrió el cuaderno con expectación, planeando apreciar los bocetos de Qiu Yi y de paso, ver si había podido dibujar su verdadero yo. 

Este cuaderno de bocetos es nuevo, cuando vio la primera página, pudo ver el dibujo de Qiu Yi de un solo vistazo. 

Bian Nan se quedó atónito después de una mirada, giró la cara para mirar a Qiu Yi y luego volvió a mirar el dibujo durante unos segundos y regresar la cabeza otra vez: —Maldita sea, ¿Dibujaste estas pequeñas y gordas cabezas todo este tiempo frente a mi? 

—¿Qué pasa? —Qiu Yi sonrió: —¿No se parecen a ti? 

—¡Pensé que dibujaste un boceto o algo así! ahora entiendo de que me permitieras moverme —Bian Nan miró fijamente a la docena de personitas en el cuaderno. Desde todos los ángulos, frontal, lateral, mirando hacia arriba y hacia abajo, sonriendo, enojado y mirando fijamente, el estilo de dibujo es realmente muy bueno. De un solo vistazo, podía ver que era él mismo, siendo capaz encontrar aquella similitud entre su comportamiento y sus facciones: —Es realmente similar, incluso eres capaz de hacer una versión de dibujo animado.  

—Iré a darme una ducha —Qiu Yi cerró el libro y se colocó de pie. 

—Yo también... —Cuando Bian Nan estaba diciendo esto y vio a Qiu Yi, se detuvo y lo miró. Chasqueando la lengua dijo:— quiero decir que yo iré después y quiero tomar algo de tu ropa. 

—Sácala tu mismo del armario —Qiu Yi tomó la ropa que estaba desplegada junto a la cabecera de la cama y salió. 

—Oh —Bian Nan se levantó y abrió el armario. 

Qiu Yi no tenía mucha ropa, lo ha visto vestir casi todo. Sacó una camiseta y encontró los pantalones deportivos que usó la última vez, junto con un par de ropa interior nueva. 

Dentro de dos días, tendrá que comprarle a Qiu Yi un par de ropa interior nueva, él anteriormente ya había tomado un par. 

Al pensar en la ropa interior, el trasero bien definido de Qiu Yi en su traje de baño rápidamente se deslizaron frente a sus ojos. 

—Mierda —Bian Nan se arrojó junto a la ropa sobre la cama y pateó sus piernas dos veces. Después de ir al baño y estar de pie ahí durante mucho tiempo, aquella fuerza que logró reprimir volvió a surgir y enterró su rostro en la ropa de Qiu Yi: —a la mierda. 

Cuando Qiu Yi regresó a la habitación después de tomar una ducha, Bian Nan mantuvo su postura sin cambios. 

—Oye —Qiu Yi le dio unas palmaditas en la pierna— ¿no quiere ir a bañarte? 

—Ya voy —Bian Nan agarró su ropa y rebotó: —tomé prestado otro par de ropa interior. 

—Solo tómalo o crees que no dejaré que la uses, ¿o si? —dijo Qiu Yi. 

—Tú eres el tipo de persona que es capaz de dejar colgado a alguien, pero ahora no tengo algo que colocarme y además, me acabas de quitar algo —Bian Nan señaló las pantuflas en los pies de Qiu Yi: —¿no son esas mis pantuflas?

Qiu Yi se sentó en la cama y pateó las pantuflas frente a él. Sonrió y dijo nada. 

Bian Nan no habló. Ambos estaban sin camiseta y el tema de usar o no ropa interior lo avergonzaba en este momento, por lo que bajó la cabeza, se cambió de pantuflas y salió corriendo de la habitación como el viento por segunda vez. 

Qiu Yi estuvo sentado junto a la cama por un rato, luego fue hacia el armario descalzo, sacó un par de ropa interior y se lo colocó. 

Bian Nan se duchó y pasó por la sala de estar, al mirar hacia la habitación de papá Qiu, descubrió que la puerta estaba un poco abierta. 

Señaló la rendija de la puerta y dijo en voz baja: —¡Erbao! ¡Aún no te has dormido! 

—¿Qué hacemos si no tenemos tiendas de campaña? —preguntó Qiu Yan en voz baja, revelando un ojo por la rendija de la puerta. 

—Si tenemos una —Bian Nan se acercó y se agachó junto a la puerta: —Te prometo que se conseguirá todo, pero vete a la cama o no te llevaré conmigo si no te levantas temprano por la mañana. 

—Buenas noches Gran tigre —dijo Qiu Yan con una sonrisa. 

—Buenas noches Erbao —Bian Nan le tocó la punta de su nariz. 

Qiu Yi estaba acostado, las luces de la habitación estaban apagadas y solo estaba encendida la lámpara de lectura que estaba junto a la cama. 

Bian Nan se acercó a la ligera y al darse cuenta de que los ojos de Qiu Yi todavía estaban abiertos, inmediatamente se sentó al lado de la cama: —Pensé que estabas dormido. 

—Temía que tu somnolencia provocara que te sientes en mi cara —Qiu Yi suspiró. 

—¿Qué tal es la lámpara? —Bian Nan se subió a la cama, se recostó contra la pared y se sentía un poco orgulloso cuando vio la lámpara. Es bastante adecuado, ya que a Qiu Yi generalmente le gustaba acostarse en la cama y leer un libro o algo así: —¿Es mucho más conveniente? 

—Mm, gracias —Qiu Yi giró la lámpara en un círculo: —Es divertido. 

—No me des las gracias a mi, tienes que agradecérselo a Erbao —Bian Nan se rió dos veces. 

—Ya se lo agradecí —Qiu Yi apagó la luz: —Ve a dormir, tienes que descansar bien, ya que ir a jugar con Erbao cansa más que arar por un día. 

—Buenas noches —Bian Nan tiró del edredón y se tapó. 

—Buenas noches. 

Había pasado casi una hora después de decir buenas noches y Bian Nan aún no se había dormido. Cerró los ojos y su cabeza estaba hecha un desastre, no sabía en qué pensaba. 

Después de dar vueltas varias veces, Qiu Yi le dio una palmada en el brazo: —Si no te duermes te irás a dormir al sofá. 

—No hay aire acondicionado ahí, no iré —Bian Nan se dio la vuelta y miró hacia la pared, y comenzó a contar ovejas en su corazón, una oveja, dos ovejas, tres ovejas, cuatro cabras, cinco ovejas, seis ovejas rizadas, siete erbao...

. . .

Qiu Yi tenía un poco de sueño al principio, pero después de abofetear a Bian Nan, su somnolencia se fue, por lo que tuvo cerrar los ojos para volver a cultivar el sueño. 

Bian Nan se durmió después de un rato, y su característica más notable es que cuando se dio la vuelta, colocó su brazo sobre el estómago de Qiu Yi de manera elegante. 

Qiu Yi dejó escapar un largo suspiro, quería apartar su brazo, pero después de dos segundos, todavía sostenía la mano de Bian Nan y no se movió. Al final, lo soltó e ignoró el brazo de Bian Nan. 

Bian Nan dijo que no tenía la costumbre de abrazar almohadas, pero esa noche Qiu Yi no durmió bien, y mientras lo intentaba, podía sentir los brazos y las piernas de Bian Nan golpeando su pecho, estómago, piernas y la parte inferior de su abdomen. Al final tuvo que darse la vuelta y abrazar de manera aturdida a Bian Nan y presionó su pierna sobre la pierna de Bian Nan. 

Finalmente se detuvo.

. . .

Bian Nan se despertó muy temprano por la mañana. La casa del vecino aún no estaba iluminada y no sabía por qué comenzó a maldecir al gallo. Y como el gallo fue regañado, cantó varias veces, despertando a Bian Nan. 

Antes de que pudiera moverse, giró la cara y vio la frente de Qiu Yi. 

¿Lo abrazó de nuevo? Bian Nan estaba un poco avergonzado, pero pronto descubrió que estaba durmiendo boca arriba. 

Era Qiu Yi quien lo estaba abrazando. 

Bian Nan comenzó a reírse hacia el techo y no podía dejar de hacerlo. 

Qiu Yi se despertó debido a su risa y murmuró: —¿Has traído tu medicina? 

—Qiu Dabao —Bian Nan se volvió para mirarlo y siguió riendo: —hoy eres tu él que me está abrazando. 

—Mm —Qiu Yi no se había despertado por completo, después de responder le apretó la cara y revolvió su cabello: —Dormiré un poco más. 

Qiu Yi probablemente lo confundió con Qiu Yan, pero esta suave acción provocó que Bian Nan, quien se había despertado riendo, se congelara por completo. Sintió que Xiao Bian, que se había despertado temprano necesitaba un soporte para comenzar a cantar. 

Rápidamente empujó a Qiu Yi, se sentó y después de calmarse, saltó de la cama. 

Corrió hacia el patio y el viento fresco de la mañana que venía desde diferentes dirección hacia él varias veces, logró que se sintiera por fin aliviado.

Fue el primero en levantarse, acababa de amanecer y no sabía que hora era. Bian Nan planeaba ir al callejón después de lavarse, a comprar el desayuno primero. 

Después de lavarse la cara, encontró el enjuague bucal en su bolso y justo cuando tenía su cuello inclinado para tomarlo, Qiu Yi repentinamente salió de la habitación del fondo: —También quiero enjuague bucal. 

Bian Nan quien tomó un sorbo, se tragó el enjuague bucal directamente por lo que corrió hasta el patio, se inclinó y tosió durante mucho tiempo: —Maldita sea, ¿Cómo puedes asustarme así? 

—No creí que te asustaras con tanta facilidad, ¿sabes? —Qiu Yi se sintió un poco impotente y le dio unas palmaditas en la espalda: —¿Está delicioso? 

—¡Ten! —Bian Nan le entregó la botella de enjuague bucal: —¡Pruébalo! 

—Iré a dar lecciones de recuperación por la mañana —Qiu Yi no lo tomó en cuenta, se agachó hacia el fregadero y comenzó a lavarse la cara: —Comienza a las ocho y media y estaré de regreso a las diez de la mañana. 

—Mm —Bian Nan tomó otro sorbo de enjuague bucal y asintió. 

—Ve a casa y consigue todas las herramientas primero. Cuando esté de regreso, iré directamente al supermercado a comprar alitas de pollo preparadas, carne, etc —Qiu Yi hizo los arreglos mientras se lavaba la cara. 

—Mm —Bian Nan continuó asintiendo con la cabeza. 

—Con tres bicicletas son suficientes —Qiu Yi tomó el cepillo de dientes. 

—Mm —Bian Nan asintió, pero luego giró bruscamente la cabeza después de asentir: —¿Mm? 

—¿Todavía quieres conducir sin una licencia? —Qiu Yi lo miró. 

Bian Nan escupió el enjuague bucal de su boca: —He estado conduciendo desde que tengo 14 años, llevo varios años conduciendo. 

Qiu Yi lo ignoró y se concentró en cepillarse los dientes. 

—Hay pocas personas y autos en la carretera al salir de la ciudad, no te preocupes. Conduciré despacio, no habrá problema alguno, lo prometo —Bian Nan levantó la botella de enjuague bucal— Después de todo hoy no es fin de semana. 

Qiu Yi siguió ignorándolo y todavía centrado en cepillarse los dientes. 

—Dabao, Dabao-ge, Gege —Bian Nan se inclinó más cerca de él y lo golpeó en el hombro: —Ge. 

—Jodete —Qiu Yi fue golpeado directamente en el hombro. Cayó sentado en el suelo, su boca envuelta en pasta de diente y maldijo. 

Se apresuró a levantar a Qiu Yi y susurró: —Te lo ruego, conduciré tranquilamente, si conduzco demasiado rápido me detendré y ¡yo mismo llevaré todas las cosas! 

—De acuerdo, hazlo, hazlo, hazlo —Qiu Yi lo miró: —Solo esta vez y conduce despacio. 

—¡No te preocupes! —Bian Nan le dio una palmadita en el hombro. 

Bian Nan fue a la entrada del callejón a comprar el desayuno y temeroso de que Qiu Yan esté ansioso por esperarlo en casa, así que no desayunó, tomó un taxi y fue a casa. 

Cuando llegó a casa, solo la tía Lin estaba levantada y sentada en la sala de estar desayunando frutas muy tranquilamente, y se sorprendió un poco al verlo llegar corriendo: —¿Xiao Nan? Pensé que regresarías hasta el mediodía, ¿desayunaste? 

—Ya desayuné —Bian Nan sonrió: —Tía, ¿Dónde están las herramientas para la barbacoa? iré a hacer una barbacoa con unos amigos. 

—Deja que Li-jie te ayude a buscarlas, recuerdo haberlas colocado en el cuarto de servicio —la tía fue a la cocina y le pidió a la ama de llaves que lo fuera a buscar, luego regresó a la sala y colocó un tazón de frutas frente a él: —Come algo de fruta. 

—Oh —Bian Nan tomó un tenedor y se llevó algunos trozos a la boca: —¿Mi papá está despierto? 

—Está en el estudio. 

No es difícil pedirle prestado el auto a su padre, cuando Bian Nan fue a pedirle las llaves del auto, su padre le dijo que el Land Rover iba a recorrer una larga distancia en dos días y necesitaba mantenimiento y le preguntó si con el Ford estaba bien. 

—Está bien, siempre y cuando no me hagas conducir el auto de Bian Hao —Bian Nan se rió dos veces. 

—¿Vas a sacar a pasear a una chica? —su padre lo miró y preguntó. 

—¿Ah? No —Bian Nan tomó un pequeño pastel de la bandeja de té de su padre y se lo comió. 

—Siento que hoy estás de muy buen humor, pensé que ibas a sacar a tu pequeña novia a jugar —su padre sonrió. 

—¿Qué pequeña novia? —Bian Nan de repente pensó en Zhang Xiaorong y ni siquiera recordaba quién era la chica que perseguía antes de ella. Sintió que este semestre ha estado girando solo alrededor de Qiu Yi. 

—Ve a sacar una licencia el próximo mes, tienes la edad adecuada y te daré un auto una vez que te gradúes de la escuela —Su padre le dio unas palmaditas en el hombro. 

—Gracias papá —Bian Nan se rascó la cabeza— hablemos del auto después, además no tengo oportunidades para conducirlo. 

Cuando sacó las llaves del estudio y estaba a punto de bajar las escaleras, su padre lo persiguió con otra oración: —¿No es realmente una chica? ¿Por qué siento que sí? 

—No realmente —Bian Nan se sintió indefenso: —¿Cuándo me he tomado la molestia de sacar en auto a una chica?

—Ya veo, pero te veo realmente feliz. 

De hecho, Bian Nan nunca ha salido a divertirse con una chica de esta forma. La primera razón es porque tenía pocas oportunidades de conducir y la otra es que le resultaba problemático. 

Pero de verdad estaba de muy buen humor el día de hoy. 

Guardó las herramientas y la tienda de campaña en el maletero y se subió al auto. Al encender la música del auto, parecía el tipo de estilo de su padre. 

Ajustó el asiento y mientras conducía el auto fuera del garaje, cantó: —Qiu Dabao cayó del cielo...

Después de cantar, sintió que algo andaba mal, así que cerró la boca y cambió de disco.