Capítulo 67

"¿Desde cuándo tienes un Gege?"

Cuando en el anciano Lu se apresuró desde la sala de al lado, el dorso de la mano de Hu Hai ya estaba completamente rojo. Xiang Xi agarró su mano, pero no se atrevió a tocar la zona afectada, se dio la vuelta y gritó hacia el anciano: —¿Tiene alguna medicina? 

—No te preocupes —dijo Hu Hai: —Simplemente hay que dejarlo bajo agua fría y la temperatura del agua tampoco estaba muy alta. 

Xiang Xi rápidamente lo soltó y siguió a Hu Hai hacia el fregadero: —¿Te duele? Realmente no fue intencional, yo...

—¿Sucedió algo con la tetera? —El anciano Lu se acercó. 

—Esa tetera —Xiang Xi todavía no se había descubierto qué sucedió bien con la tetera: —el mango...estaba resbaladizo.

—¿Resbaladizo? —El anciano Lu se quedó atónito: —Oh, yo, eso...

—Tocaste la tetera sin lavarte las manos, ¿verdad? —Hu Hai se giró para mirar al anciano Lu: —Cuando hiciste las galletas de mantequillas, tus manos estaban aceitosas y tomaste la tetera, ¿verdad?

—Olvidé ese detalle —El anciano Lu regresó a la mesa de té y tomó la tetera que Xiang Xi había arrojado: —Está realmente resbaladizo...

Xiang Xi se quedó un poco sin palabras. Hu Hai terminó de enjuagarse las manos y se volvió a sentar en la mesa de té, tomando un trapo y limpiando el agua derramada sobre la mesa, limpió con cuidado. Tomó la tetera y la limpió con cuidado, lavándolo con jabón para manos.

¡El anciano es realmente poco confiable! 

Cuando Xiang Xi se sentó en la mesa, se sintió deprimido y no pudo decir nada. En su mente, regañó al anciano Lu como ochenta veces.

Hu Hai por otro lado, probablemente estaba acostumbrado a las acciones del anciano Lu. Después de todo, son maestro y aprendiz que han actuado juntos por muchos años.

—Lo olvidé, no lo lavé debido a que estaba conversando contigo —el anciano Lu sonrió: —¿Arde mucho? 

—Ni siquiera estaba hablando contigo cuando estaba tocando —Hu Hai se miró la mano: —No sé con quién estabas hablando...y la mano está bien, solo quiero que prestes más atención. ¿Qué hubiera pasado si esto no lo hubiera tomado Xiang Xi y tú si? ¿Se te habría caído encima? ¿Crees que es cómodo, no? 

—Estaba conversando con Xiang Xi —El anciano Lu señaló a Xiang Xi. 

—¡Yo acababa de entrar! —Xiang Xi no pudo evitar gritar.

Hu Hai estaba divertido: —Esta persona es así, cree que sigue siendo joven a su edad.

Aunque esto no fue en completo culpa suya, él fue quien vertió el agua sobre la mano de Hu Hai. Ahora, al mirar el enrojecimiento en el dorso de la mano de Hu Hai, quien tocaba el piano, sentía un poco de pena por ello. 

—¿Por qué se está poniendo cada vez más rojo? —Xiang Xi se inclinó y miró fijamente su mano: —No, puedo preguntarle a alguien. 

—¿A quién le preguntarás? —Hu Hai sonrió. 

—Puedo preguntarle a un doctor —Xiang Xi sacó su teléfono y marcó el número de Cheng Boyan: —Aunque es un doctor ortopédico...

El teléfono sonó una sola vez y luego escuchó la voz de Cheng Boyan al contestar: —¿Qué pasa? 

—¿Estás en casa? —Xiang Xi se levantó y fue hacia un lado. Cheng Boyan se escuchaba muy tranquilo, por lo que probablemente estaba en casa. 

—Mm, ¿has comido? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Ya comí, solo quiero preguntarte algo —dijo Xiang Xi: —¿Cómo se puede tratar una quemadura provocada por agua caliente? no hay medicina aquí. 

—¿Te quemaste? —La voz de Cheng Boyan inicialmente perezosa, de repente se tensó: —¿Dónde te quemaste? 

—No, no, no, no soy yo, el agua se vertió... —Xiang Xi se explicó rápidamente.  

—¿Quemaste a tu maestro? —Cheng Boyan se colocó nervioso. 

—No, estaba vertiendo agua cuando se me resbaló y pasé a quemar a mi Gege [1]  —Xiang Xi bajó la voz, avergonzado: —El dorso de su mano está rojo, ¿Qué debo hacer?

—¿Gege? —Cheng Boyan se congeló: —¿Desde cuándo tienes un Gege? 

Xiang Xi susurró: —Es el otro aprendiz de mi maestro, el dorso de su mano arde...

—¿Cuántos años tiene este Gege? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Está entre los 20 y los 30. Espera, ¿Qué tiene que ver esto con la quemadura? —Xiang Xi estaba confundido por su pregunta: —Te estoy preguntando, ¿Qué debo hacer ante una quemadura? ¿Sabes cuál es el punto? 

—Oh —La voz de Cheng Boyan ya no mostraba signos de nerviosismo ni preocupación como antes, y dijo de forma perezosa: —Que vaya al hospital. 

—¡Cheng Boyan! —Xiang Xi se colocó junto a la ventana, asomando la cabeza y gritó ahogadamente: —¡Eres un doctor! ¿eres acaso incapaz de salvar vidas y ayudar a los heridos? ¡este no es tu estilo! ¡Yo fui el que lo quemó! 

Cheng Boyan chasqueó la lengua y dijo algo, solo después de un tiempo: —Dile a tu Gege, que busque un poco de azúcar, sumerja un poco en agua y la esparza sobre su mano. Si no le salen ampollas ni ardor en la piel, mañana no se verá nada. 

—¿En serio? ¿De verdad no es este un pequeño y engañoso juego tuyo? —Xiang Xi tenía sospechas, la voz perezosa de Cheng Boyan era la misma cuando le jugaba bromas a él. 

—Yo no lo he intentado, pero he visto que funciona en otros, así que hazlo —dijo Cheng Boyan: —O que vaya al hospital. 

—Entonces lo intentaré —Xiang Xi asintió: —Sigue leyendo. 

—¿Qué libro debería  seguir leyendo ahora...? —Cheng Boyan pensó por un momento: —Te esperaré en la intersección.

Después de colgar la llamada, Xiang Xi siguió las instrucciones de Cheng Boyan y consiguió un poco de azúcar en agua para que Hu Hai se lo aplicara en el dorso de su mano. 

—No sé si vaya a funcionar o no —dijo Xiang Xi. 

—Gracias —Hu Hai miró el dorso de su mano: —Debería estar bien, no te pongas nervioso. 

—Yo traeré las galletas —El anciano Lu se levantó y le dio una palmada en el hombro a Xiang Xi: —Entonces haz el té.

—Oh —Xiang Xi tomó la tetera lavada y echó un poco de agua, para hervirla. 

—Lávate las manos —añadió Hu Hai, mirando la espalda del anciano Lu. 

Xiang Xi sonrió, esta frase de alguna manera le recordó a Cheng Boyan y de repente, sintió a Hu Hai como un conocido. Cuando hirvió el agua y comenzó a preparar el té, ya no se sentía tan nervioso como antes.

—Es como preparar té en casa —El anciano Lu sacó las galletas de mantequillas y las colocó sobre la mesa: —informal y no hay necesidad de pensar en algo en especifico. 

—Mm —Xiang Xi lavaba el té: —Eso tendrá que esperar hasta que me familiarice con esta serie de pasos. Si no pienso en el siguiente paso, simplemente tomaría esto y lo bebería.

—Entonces bébelo —dijo el anciano Lu con una sonrisa: —Todo se elabora después de todo para beber.

Xiang Xi sonrió y continuó con el proceso de preparación del té. El anciano Lu estaba conversando con Hu Hai sobre té y escuchaba con atención. 

Esta clase de conocimiento, si le pidieran que estudiara seriamente como una clase, probablemente no aprendería mucho y se aburriría. Pero, conversar de esta manera, resultó sorprendentemente interesante.

—La temperatura del agua es alta —El anciano Lu tomó el té que había preparado y bebió un sorbo: —Pero no está mal.  

—Prestaré atención la próxima vez —Xiang Xi también bebió un sorbo. Para ser honesto, no era sensible a la temperatura del agua y no podía sentir lo cambios de temperatura en el té entre lo alto y lo bajo. 

—El té es algo que sólo hay que beber en gran cantidad, para poder entenderlo —dijo el anciano Lu: —Cuando bebemos té, hacemos muchas preparaciones para conseguir el sabor más adecuado. Al igual que escuchar música, necesitas unos buenos auriculares para poder escuchar el efecto, pero a veces el propósito de los auriculares no son lo mismo. Algunos lo usan por moda y hay otras diferencias más, pero todavía debemos recordar que la razón original para beber té es porque queremos beberlo. 

Xiang Xi asintió, y después de terminar la primera ronda de preparación de té, continuó con la segunda. 

Después de que Hu Hai comió algunas galletas, se levantó y conversó con el anciano. Caminaba lentamente por la sala y finalmente se sentó en el banco del piano. 

Las cuerdas del piano emitieron una serie de sonidos bajo sus movimientos aparentemente casuales. Debido a que habían tantas personas en Yushui Fanxin ese día, no le había prestado atención al piano, por lo que no escuchó lo bueno que era. 

Ahora, en el tranquilo salón de té, el sonido del piano reveló sus verdaderos colores en medio de la fragancia del té y la luz de la luna fuera de la ventana. Cuando vertía en el té en la taza, el leve sonido del agua y el sonido del piano, coincidían.

El anciano Lu le estaba contando hoy la historia de varios tipos de té. Mientras bebían té y conversaban, Xiang Xi no se sentía cansado en absoluto, aunque al final no parecía recordar nada...

Cuando eran las casi las diez, el anciano Lu miró la hora: —Es casi la hora, lo dejaremos hasta aquí por hoy. El autobús llega a las 10:30 y si sales ahora, puede que lo tomes. 

—Mm —Xiang Xi se levantó y se inclinó: —Gracias por su arduo trabajo, maestro.

—No es complicado. Si puedes entender lo que se dice, no será complicado —El anciano Lu sonrió y dijo: —Puedes irte.

—Primero iré al baño —Xiang Xi se dio la vuelta y salió corriendo del salón: —Bebí demasiado té.

Después de ir al baño, se sintió completamente renovado. Cuando regresó al salón a buscar su bolso, Hu Hai todavía jugaba con las cuerdas del piano. 

—¿Te vas? —Preguntó el anciano Lu, tomando una pequeña lata de té y entregándosela a Xiang Xi: —Toma esto y bébelo.

—No me iré hoy —dijo Hu Hai, bajando la cabeza y continuar tocando el piano.

—Entonces quédate y cierra la puerta con llave cuando te vayas —El anciano Lu se levantó y dijo: —Iré a dar un paseo por la montaña.

En medio de la noche iba ir a dar un paseo en la montaña, el anciano Lu dijo que iba a salir a caminar después de comer demasiado. Xiang Xi tenía mucha envidia, cuando el comía demasiado, solo puede caminar por la comunidad de Cheng Boyan. Por cada tres pasos, parecía un hijo pequeño, por cada cinco pasos que daba, tenía una especie de madre detrás de él...

Después de salir de la casa de té, el anciano Lu fue directamente a la montaña que estaba detrás de la casa. Xiang Xi caminó por el sendero y vio tres figuras a lo lejos, muy dedicados son. 

Solo había una lámpara bastante lejos en el camino. Las sombras de los árboles proyectadas sobre el suelo entre la lámpara, salpicaba algunos puntos de luz de la luna. Xiang Xi sacó su cámara y se detuvo para tomar algunas fotos mientras caminaba. 

Tan pronto como llegó a la intersección, vio el auto de Cheng Boyan estacionado al costado de la carretera. De repente se sintió enérgico, corrió y dio algunos saltos. 

—¿Cuánto tiempo llevas aquí? Ni siquiera me enviaste un mensaje avisándome —Xiang Xi abrió la puerta del auto y se subió. 

—Temía molestarte mientras preparas té —Cheng Boyan sonrió, sacando un pañuelo y secando el sudor en la punta de su nariz: —¿Cómo estuvo hoy?

—Fue bastante bueno, conversamos muchas cosas —Xiang Xi se palmeó el vientre: —También comimos y bebimos mucho...

—¿No saliste junto a tu maestro hoy? —Cheng Boyan miró hacia el camino. 

—No, fue a caminar por la montaña —Xiang Xi dio unas palmaditas sobre la ventana del auto: —Vamos.

—¿Dónde está tu...Gege? —Cheng Boyan colocó en marcha el auto y volvió a preguntar. 

—Se quedó tocando el piano en el salón de té. Dijo que no se iba a ir hoy —Xiang Xi se frotó la nariz: —Su mano realmente se quemó...

—¿Tocando el piano? —Cheng Boyan lo miró. 

—No te lo dije, ¿verdad? —Xiang Xi se enderezó: —Él toca el piano, aunque no sé si es el Guqin o el Guzheng. Pero de todos modos, la última vez que fuimos a Yunshui Fanxin, ¿no es el anciano tenía a un pianista a su lado? era él.

—Oh, era un Guqin, no un Guzheng —dijo Cheng Boyan. 

—¿Aún eres capaz de distinguirlos? —Xiang Xi estaba un poco sorprendido: —Inicialmente, quería preguntar esto. Pero soy demasiado aficionado como para preguntar. 

—Solo debes mirar las manos, en el Guqin no necesitas usar nada en tus dedos [1] —Cheng Boyan sonrió: —Tu Gege es bastante...elegante.

—Sí, tiene bastante estilo —Respondió Xiang Xi, pero volvió a recordar lo de antes: —pero le quemé su mano antes.

—No pregunté a detalle antes, ¿Pero cómo sucedió? —Preguntó Cheng Boyan. 

—El anciano Lu, hizo galletas de mantequilla y luego no se lavó las manos, así que cuando tomó el mango de la tetera, la dejó cubierta de aceite. Así que cuando yo la tomé, se me resbaló ¡y salpiqué el agua sobre la mano de Hu Hai! —Xiang Xi se sintió muy deprimido: —¿Por qué ese anciano no se lava las manos? 

—Con que su nombre es Hu Hai —dijo Cheng Boyan. 

Xiang Xi lo miró: —Realmente no sé cómo te has estado desviando en las conversaciones esta noche. 

—¿De verdad? —Cheng Boyan se mostró pensativo por un momento: —Sí, ¿por qué el anciano no se lavó las manos? 

Cuando llegó a casa, Xiang Xi colocó las hojas de té en el gabinete de la cocina: —El maestro me dio más té, aunque no me he terminado el té de la última vez. 

—Vamos a comprar un juego de té —dijo Cheng Boyan— y preparemos té en casa. 

—No, solo bebamos en una taza y ya —dijo Xiang Xi: —Es un desperdicio comprar un juego de té. Costará uno miles.  

—Quiero mirarte —Cheng Boyan se apoyó sobre el gabinete: —Verte preparar té.

—¿Qué tiene de bueno eso? —Xiang Xi agitó un par de veces: —Temo que solo vas a reírte. 

—Todos los demás te han visto, pero yo no —Cheng Boyan le dio un golpecito en la frente, yendo después al dormitorio y sacando un conjunto de ropa: —Quiero verte. 

—Tú... —Xiang Xi lo miró y suspiró: —Entonces, ¿por qué no le preguntó al maestro la próxima vez? tal vez tenga alguno y puede que salga barato comprar un juego, ¿o tal vez me lo dé? 

—Realmente tienes un punto bien tacaño —Cheng Boyan sonrió y fue al baño. 

Xiang Xi realmente creía que Cheng Boyan realmente era infantil a veces. Además, se vuelve infantil y no tiene regla alguna, y siguió insistiendo en verlo preparar té. 

Xiang Xi originalmente quería hablar con el anciano Lu, pero antes de que pudiera ir al salón de té y dos días después, Cheng Boyan regresó con un juego de té después de salir del trabajo. 

—Este conjunto debe cumplir con varios requisitos —Abrió la caja y dijo: —Ven, maestro Xiang, mira esto.

—El maestro Xiang cree que no sólo tienes misofobia, si no que tienes algo malo en tu cabeza —Xiang Xi estaba acurrucado en el sofá. Con solo mirar la caja, supo que esta caja de té no era barata y estaba muy angustiado. 

—¿Qué tal si viene aquí y miras el juego de té que te compró alguien con algo malo en la cabeza? —Cheng Boyan sacó lentamente la tetera, las tazas y varias cosas más.

—No iré —Xiang Xi se rehusó a moverse en el sofá, aún con esa expresión de angustia en su rostro: —¿Cuánto costó eso? el maestro Xiang siente tanto dolor y no puede caminar, al pensar en ese dinero. 

Cheng Boyan sonrió, se acercó, rodeó su cintura con sus brazos y lo levantó del sofá. Entre lo cargó y lo arrastró, lo sentó en la silla de la mesa: —Yo no compré esto. 

—¿Lo recogiste? —Xiang Xi inmediatamente se giró para mirarlo.

—¿Lo crees? Si no lo compro, ¿sólo queda recogerlo? —Le preguntó Cheng Boyan con impotencia: —Le pedí esto al jefe, tiene muchos. Así que hoy me trajo este muy especialmente.

—¿No se gastó dinero? —Los ojos de Xiang Xi se iluminaron. 

—Mm, cuando me escuchó que quería uno, vino hasta mi puerta llorando y gritando como si hubiera encontrado a su alma gemela —dijo Cheng Boyan. 

—Entonces, déjame verlo —Xiang Xi lo empujó, bajó la cabeza y comenzó a mirarlo. 

—¿Qué tal si preparamos té esta noche? —Cheng Boyan se aferró a su espalda y abrazó su cintura: —luego de puré de papas. 

Xiang Xi se alegró cuando escuchó esto y se rió durante mucho tiempo antes de darse la vuelta: —¿Estás pensando en conquistar al mundo con puré de papas en esta vida? 

—Si no hay puré de papas, sólo queda comer gachas de frijoles mixtos —Cheng Boyan sonrió. 

—No es necesario mezclar algo, solo bebamos té —dijo Xiang Xi: —Pero, esta tetera y tazas, deben primero limpiarse antes de usarla.

Cheng Boyan planeó preparar gachas de costillas de cerdo y hacer un salteado de verduras para la cena de hoy. Pero mientras cocinaba, Xiang Xi llenó una tetera con agua que hirvió con una olla grande en la cocina, colocó las hojas de té y el juego de té sobre la mesa, por lo que dejó a cocer todo a fuego lento. 

—¿Estará bien las gachas de costillas de cerdo? —Preguntó. 

—Está bien —Xiang Xi miró el mostrador: —¿Y qué más hay?

—Si no hay verduras, simplemente haré gachas de costillas de cerdo y verduras salteadas —dijo Cheng Boyan.

—...¿Puedes freír un poco de carne? —Preguntó Xiang Xi: —Casi está haciendo frío, ¿no es algo inapropiado llevar una dieta tan vegetariana? 

—No —Cheng Boyan lo miró. 

—¿Entonces puedes colocar un par de costillas de carne más? —Xiang Xi miró las costillas: —Soy un poco codicioso con la carne. 

—Bien —Cheng Boyan asintió, tomó algunas costillas más y las colocó en la olla: —Pareciera que alimento a un cerdo. 

—¿Acaso estás ciego? —Xiang Xi colocó su cara frente a sus ojos: —¿Hay acaso un cerdo que pueda ser más guapo que yo? ¿y además obediente? 

—Eres mi cerdo —Cheng Boyan besó la punta de su nariz: —Mi cerdo también puede hacer té y sus patas son largas y rectas. 

—¡Así es! —Xiang Xi se alegró cuando escuchó esto, dio dos pasos hacia atrás y levantó las piernas. Colocándolos al borde del mostrador, diciendo: —¡Mira estas piernas largas y rectas! 

—¡Bájalo! —Cheng Boyan le dio una palmada en la pierna: —¡Si quieres también las echo en la olla y lo hago guiso!

Xiang Xi rápidamente echó las piernas atrás y se escondió contra la pared: —Mis piernas volvieron a crecer y ya me las quieres volver a cortar.

—No —Cheng Boyan se lavó las manos, se dio la vuelta y caminó hacia la sala de estar: —Ya va siendo hora de que escriba las 100 reglas del acuerdo, no puedo retrasarlo más. 

—Oye, oye...¿por qué cien? —Xiang Xi se apresuró a abrazarlo: —Me equivoqué, no volveré a levantar las piernas. Primero cocina y cálmate, si escribes esas 100 reglas terminarás mañana...

—Tarde o temprano me ocuparé de ti —Cheng Boyan lo fulminó con la mirada. 

—¡Hazlo! ¡Puedes hacerlo! —Xiang Xi asintió vigorosamente y luego empujó a Cheng Boyan hacia la cocina: —¿Y cómo lo harás? 

—Me acostaré contigo —dijo Cheng Boyan con seriedad. 

—Tú... —Xiang Xi abrió la boca y dijo después de un rato: —¿Es esto lo único que tienes en mente en este momento? 

—No, tengo mucho en qué pensar—Cheng Boyan se dio la vuelta y continuó preparando las gachas de costillas de cerdo: —Sobre la comida del trabajo, en lo agotador que es, sobre los pacientes que son prolijos y ¿Cuánto tiempo pasará para que pueda llegar a casa? Sobre no esperar a quedar atrapado en el tráfico y ¿Cuál libro leí la última vez? y que quiero acostarme contigo. 

Xiang Xi estaba divertido, se apoyó contra la pared y se rió durante mucho tiempo, hasta que se frotó la cara: —Oye, realmente me gustas cuando estás así. 

—¿De forma desvergonzada? —Cheng Boyan revolvió las costillas en la olla. 

—...Sí, cuando dices ese tipo de cosas —Xiang Xi se rió un par de veces: —Eres muy lindo. 

—Ese halago fue poco obvio —Cheng Boyan se dio la vuelta y lo miró: —Pero me gusta oírlo. Así que todas las costillas de esta olla son para ti esta noche.

Las gachas de costillas de cerdo de Cheng Boyan tampoco sabían muy bien, es decir, solo porque las costillas de cerdo estaban deliciosas que esta olla de gachas no sabía tan insípida. 

Pero las verduras verdes no tuvieron tanta suerte. Xiang Xi se comió un trozo de costillas de cerdo y con los palillos algunas verduras verdes. Y después de que se lo tragó, suspiró: —Al menos colócale un poco de aceite, esta verdura simplemente sabe a pasto silvestre. Es mejor  comerla cruda.

—Entonces cométela cruda. Todavía quedan algunos en la cocina —dijo Cheng Boyan. 

—¡Solo quiero colocar un poco de aceite! —dijo Xiang Xi. 

—¿Crees que nose fríen con agua? —Cheng Boyan tomó el plato de verduras y lo llevó hacia la luz: —Mira, si hay aceite. Aunque no es mucha aceite, pero no es bueno mucha aceite. Todos los días...

—Ah, lo entiendo —dijo rápidamente Xiang Xi: —No más de 30 gramos, dos cucharadas al día. 

—¿Qué tal si te doy aceite de oliva, la remojas entero y te la comes? —Cheng Boyan no podía soportar esto. Había estado acostumbrado a esta dieta desde que es un niño, por lo que Xiang Xi no será capaz de acostumbrarse a eso en un tiempo. Y la razón principal es que la comida sabe desagradable y es aún más desagradable sin aceite.

—¿Alguna vez has visto a alguien comiendo verduras bañadas en aceite? —Xiang Xi  se rió: —¿Qué tal si me das un poco de salsa de Laognama? 

—No hay ningún Lao aquí —Cheng Boyan se señaló: —Solo está tu papá aquí. 

—Papá, por favor dame un poco de salsa de soja —Xiang Xi suspiró. 

—De acuerdo —Cheng Boyan fue a la cocina y le sirvió media cucharada de salsa de soja. 

Después de la comida, era la hora del té. Cheng Boyan estaba ansioso por beber té, así que como Xiang Xi había sacado el juego de té de tetera y tazas, lo dejó todo sobre la mesa.  

—Espera un minuto —Cheng Boyan se sentó al medio del sofá: —Dame la cámara, tomaré algunas fotos. 

—Oh —Xiang  Xi se acercó y le dio la cámara: —De verdad...

Cheng Boyan tomó la cámara, le hizo algunos ajustes y luego hizo un gesto con la mano: —Empecemos. 

—¿Puedo sentarme en el sofá? —Xiang Xi se paró frente a la mesa de centro y lo miró: —¿O  debería inclinarme para preparar té? 

—¿No hay pequeño sillón en el estudio? tú siéntate ahí y yo me siento en el sofá, lo disfrutaré lentamente —Cheng Boyan levantó la cámara. 

Xiang Xi no tuvo más remedio que ir al estudio por ese pequeño sillón, traerlo y sentarse en el. Luego bajó la cabeza y comenzó a preparar lentamente el té.

Normalmente, si Cheng Boyan se sentara frente a él con una cámara y lo mirara así, debería estar muy nervioso, pero no lo estaba. Estaba muy relajado mientras tomaba las hojas de té, calentaba la taza y colocaba el agua hervida sobre la tetera. 

Tal como hacer algo normal, junto a alguien que te hace sentir a gusto y hacer algo muy común. Solo eran dos personas bebiendo té, todo lo que hacían era disfrutar, oliendo la leve fragancia de té que se impregnaba en el entorno y disfrutar el momento de tranquilidad juntos. 

Por supuesto, puede que este no sea el caso de todo. La otra razón que no puede  que esté nervioso, podría ser porque Cheng Boyan era un aficionado, y era del tipo que normalmente solo bebía algunas hojas de menta y observaba con emoción. 

. . .

Al principio, Cheng Boyan miraba a Xiang Xi a través de la pantalla de la cámara y después de tomar algunas fotografías, acercó la cámara hacia sus ojos y lo miró más de cerca por el visor. 

El visor era algo mágico, parecía capaz de aislar todas esas interferencias y dejándolo solo a Xiang Xi, que se concentraba en el agua y el té con la cabeza gacha, quedándolo solo frente a él.  

Las manos de Xiang Xi eran muy hermosas, sus dedos largos y fuertes, y el juego de té iba y venía, junto con esa sensación de ocio. Cheng Boyan entrecerró los ojos. 

Normalmente veía a chicas guapas preparando té mientras bailaban. Imaginó que Xiang Xi debería ser elegante o elegante como Lao Cheng, pero Xiang Xi no es ninguna de estas dos cosas. 

El mismo orden, el mismo enfoque, pero Xiang Xi le transmitía un sentimiento completamente diferente, un poco elegante, casual y muy guapo.  

Después de preparar el té, Xiang Xi colocó la taza frente a él: —Bebe. 

Cuando Cheng Boyan escuchó este "bebe" tan descuidado, dejó la cámara y se rió. Esta escena no era muy diferente de la imagen de Xiang Xi preparando té que había imaginado antes. 

Pero sorprendentemente, era bastante tentador. 

Tomó la taza y bebió un sorbo: —Buen té. 

—Esto es fuerte. Si no lo bebes con frecuencia, es posible que no te guste —Xiang Xi tomó la taza y bebió un sorbo: —Puedo hacer algo más ligero después. 

Cheng Boyan no dijo nada, solo se apoyó en el sofá y lo miró. 

—¿Qué sucede? —Xiang Xi dejó la taza y le preguntó. 

Cheng Boyan sonrió: —Tengo muchas ganas de ocuparme de ti.

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[1] La traducción original aquí es 師兄 (shī xiōng) que significa "hermano mayor", que se refiere a la forma en como se dirige alguien al otro aprendiz de su maestro. Y Xiang Xi se refiere así a Hu Hai por ser mayor que él. Pero yo le coloqué el "Gege" para más drama (ES QUE CHENG BOYAN ES UNA COSA BÁRBARA JAJJA) y que tenga un poco más de sentido para lo que se viene más adelante :D 

[2] Diferencias entre el Guqin (古琴) y el Guzheng (古箏) en la primera se usan los dedos, mientras que en la segunda un objeto. (y lo coloqué "piano" para no interferir tanto con la lectura)