Capítulo 49

"¿Acaso eres reacio a darle chocolates de amor a los demás?"

Xiang Xi no había mencionado muchas veces a este Mantou, pero Cheng Boyan sabía que era amigo de Xiang Xi y que quería huir de aquí, pero al parecer no lo logró.

También sabía que debido a experiencias similares y ahora que recorrían caminos completamente diferentes, Xiang Xi se preocupaba mucho por él. 

—No pudo haber corrido por mucho tiempo —Xiang Xi se colocó en cuclillas al costado de la carretera y observó los autos que iban y venían, frunciendo el ceño: —Debió haberse escondido. 

De hecho, corría bastante rápido. Cheng Boyan todavía recordaba el momento en que Xiang Xi sacó su billetera y cuando se dio la vuelta, ya había desaparecido. Pero esta vez, aún cuando se adelantó y con la velocidad que tenía Xiang Xi, no logró alcanzarlo. Probablemente, se había escondido en alguna parte. 

—¿Por qué querías encontrarte con él? —Preguntó Cheng Boyan, de pie a su lado. 

—¿Alguna vez te lo dije? —Xiang Xi sonrió: —él tomó el dinero de Erpan, 30.000 y luego se escapó. Solo fue unos días antes de ir a buscarte al estacionamiento.

—Mm —respondió Cheng Boyan. 

—Pero la verdad, no sé por qué me quería encontrar con él —Xiang Xi tomó un hondo respiro y exhaló lentamente: —Solo quiero saber qué pasó con él, ¿por qué está haciendo esto? ¿por qué no se fue? ¿Dónde quedó el dinero? ¿Por qué no logró escapar una vez que tomó el dinero? él tenía tantas ganas de regresar a casa...

—¿Mantou tiene un nombre real? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Lo tiene, Li Zhenjie, e incluso una vez lo escribió para que sea capaz de leerlo —giró la cabeza: —¿Por qué me siento un poco nervioso? 

—Eso es algo normal —Cheng Boyan lo agarró del hombro y lo apretó suavemente: —Está dentro del alcance de tu entendimiento. 

Cheng Boyan se quedó en la calle junto a Xiang Xi por un rato y compró una botella de agua. Luego, siguió la ruta de escape de Mantou y rodeó varios callejones y pequeñas calles. 

—Si se está escondiendo en algún lugar —Cheng Boyan colocó su mano sobre el hombro de Xiang Xi y empujó medianamente a Xiang Xi hacia adelante, que se encontraba algo apático: —Lo más probable no fue muy lejos de aquí, por esa razón pudo ser visto ahora y tal vez, al darse cuenta que lo seguías antes...porque si hubiera querido verte, habría venido directamente a ti. 

La verdad, es que Cheng Boyan ya no quería que Xiang Xi tuviera contacto alguno con ese tal Mantou, no quería que lo metiera es más problemas debido a su pasado. Pero de todas formas, no se llevó a Xiang Xi directamente de aquí. 

—Tal vez —Xiang Xi sonrió y suspiró suavemente: —Al principio pensé, ¿Qué pasaría si realmente se fue a casa y hubiera encontrado a sus padres? ¿y exactamente no vino aquí a presumir ante mi?

—Él volverá —dijo Cheng Boyan: —Tal vez algún día venga a presumir ante ti. 

—Entonces, definitivamente lo golpearé —Xiang Xi se rió dos veces: —Estaré enojado, porque sabe que no sé dónde pueden estar mis padres. 

Xiang Xi sonreía de mala ganas. Insistió en mantener expuesto ese lunar lagrimal en su rostro y guardó cuidadosamente ese colgante, que ahora estaba guardado en el armario en casa de Cheng Boyan. Cheng Boyan fue capaz de sentir ese anhelo, de un hogar y de sus padres. 

—Vamos a comer —Cheng Boyan le dio una palmada en la espalda. 

—Mm, vayamos a la calle de bocadillos... —Xiang Xi asintió y luego se congeló al mirarlo: —¡Oye! ¡y dónde están los folletos! 

—Los tiré cuando venía siguiéndote —Cheng Boyan sonrió: —Puedo ir a recogerlos más tarde. 

Xiang Xi pensó por un momento y sacudió la cabeza: —Olvídalo, de todas formas es caro. Solo quiero ganar prontamente dinero, pero a la vez no soporto gastar mucho dinero, aún si se trata de una moneda o yuan. 

—Si realmente quieres aprender algo, no contará como perder, a eso se le llama inversión —dijo Cheng Boyan: —Te ayudaré a pensar en ello cuando regrese. 

La comida en la calle de bocadillos no era muy deliciosa, pero el flujo de personas era enorme. Pero incluso si no sabía muy bien, no había necesidad de preocuparse de venderse. Afortunadamente, Xiang Xi no buscaba una comida en especifico, solo que siempre y cuando pueda comer. 

A Cheng Boyan le costaba comer, pesar de que su sentido del gusto no funcionaba bien. Pero la forma de comer en una calle de bocadillos, donde no hay agua y sólo los platos están cubiertos con bolsas plásticas, le resultaba un tanto doloroso y dejó de usar los palillos a la mitad de su comida de arroz frito. 

—Cómelo, que desperdicio —Xiang Xi simplemente hundió la cabeza mientras terminaba su plato de fideos fritos frente a él y al levantar la vista, podía ver una capa de arroz frito en su tazón. 

—No comeré más —dijo Cheng Boyan— Si sigo comiendo, sentiré como si estuviera comiendo una bolsa de plástico.  

—¿Cómo has estado viviendo hasta ser tan viejo siendo así de quisquilloso...? —Xiang Xi aún no se sentía satisfecho y quería dos alitas de pollo que estaban sobre la parrilla. Solo los llevó directamente sobre su tazón y dijo: —Yo no tengo miedo de comer bolsa de plástico. 

Cheng Boyan le entregó un pañuelo: —Ten esto, úsalo. 

Después de comer, ya era tarde. Cheng Boyan estaba de servicio por la noche, por lo que llevó de regreso a Xiang Xi al supermercado y se preparó para ir al hospital. 

—¿No te irás a casa? ¿No es algo temprano que te vayas ahora? —Xiang Xi le preguntó: —¿No te sientes aburrido?

—Es demasiado problemático regresar a casa y volver a salir —dijo Cheng Boyan con una sonrisa: —Cuando vas al hospital, naturalmente hay muchas cosas por hacer. Voy siempre que hay trabajo por hacer, y así no te aburrirás. 

—Eso se escucha agotador y todavía tienes tu brazo herido —Xiang Xi vaciló y señaló el supermercado: —¿te gustaría entrar a mi habitación a sentarte por un rato?

Cheng Boyan lo miró y sonrió, pero justamente cuando estaba a punto de hablar, de repente abrió la puerta y saltó fuera del auto: —Olvídalo, mejor ve al hospital. 

—Piensa nuevamente en esas clases —Cheng Boyan asomó la cabeza por la ventana del auto. 

—Mm —Xiang Xi asintió, se dio la vuelta, caminó dos pasos y se detuvo, para luego regresar hacia el auto y susurrar: —¿Tienes contigo mi ropa? 

—Ve a buscarla cuando tengas tiempo —dijo Cheng Boyan: —Ya la lavé. 

—Oh —respondió Xiang Xi: —tú...¿también has lavado la ropa interior? 

—Si no la lavaba, ¿acaso debí haberla tirado? —Cheng Boyan lo miró. 

—Tenía mucho más miedo de que tiraras toda la ropa —murmuró en voz baja Xiang Xi y le dio unas palmaditas a la puerta del auto: —Está bien, ve al hospital. 

A Cheng Boyan no le importaba si Xiang Xi quería comenzar con esas clases. Si Xiang Xi estaba dispuesto a inscribirse, entonces que lo haga y si no quería, que no quiera. A opinión de Cheng Boyan, la mayoría de esas clases que daban capacitación está llena de algunas personas que se meten en problemas. 

Simplemente dejaría que pensara en qué habilidades Xiang Xi debería aprender. La idea de Xiang Xi era tener un mejor trabajo y ganar más dinero.

Siempre le había preocupado que Xiang Xi se sintiera satisfecho con su coeficiente intelectual. Un delincuente que vino de Zhaojiayao y no sabe hacer nada, excepto engañar y robar, y que probablemente un trabajo en un supermercado lo haga sentirse bien. Y con el tiempo, puede que el trabajo lo aburra y un salario normal pueda detener el impulso inicial de Xiang Xi de salir adelante. 

Pero ahora que sabía que Xiang Xi pensaba así, se sentía mucho más tranquilo. 

Es sólo que debía pensar con más detenimiento, en lo que quería aprender.

Sin embargo, no hubo movimiento alguno de Xiang Xi durante varios días. Cuando Cheng Boyan le preguntó al respecto sobre esto por teléfono, simplemente dijo que todavía estaba pensando en ello.

—Quiero pensar con más detenimiento —dijo Xiang Xi, con seriedad. 

Cheng Boyan no sabía cuán profundo quería pensar en esto, en lo duro que debía ser y en qué debería pensar. Pero, no tenía intención de apresurarlo.

—No tengo ropa para cambiarme —dijo Xiang Xi nuevamente— quiero ir a tu casa a buscar mi ropa, ¿está bien mañana? 

—Estaré de servicio mañana —dijo Cheng Boyan. De hecho, mañana no estaba de servicio, pero la abuela convocó a todos sus hijos e hijas para ir a cenar a su casa. Y no quería decírselo a Xiang Xi, por temor a que pensara en Mantou y en su familia nuevamente: —¿Pasado mañana? 

—Bien, de acuerdo —dijo Xiang Xi: —Alguien del trabajo hizo unos pocos chocolates. Te llevaré algunos para que los pruebes, están deliciosos. Pregunté sobre cómo hacerlo, y si te gusta, puedo prepararte algunos.  

—...antes, viste a alguien hacer fideos, pero no tuvieron un buen resultado. ¿Cómo serás capaz de hacer chocolate si solo preguntas? —Cheng Boyan no tenía expectativa alguna sobre las habilidades culinarias de Xiang Xi, razón por la cual rechazó de inmediato la clase de habilidades para cocina. 

—Intentémoslo. Tal vez no sea de alto nivel, pero veamos qué sale —Xiang Xi se escuchaba muy feliz: —Pero primero debo comprar los moldes. Vi que tiene muchas formas y son bastante divertidos. Cocinarlo ahora no es el problema, si no que necesito un molde donde hacerlo y luego poderlo sacarlos...¿pero dónde compro esto?. 

—Yo tengo, ven a divertirte cuando sea el momento —dijo Cheng Boyan. 

Tal molde si lo tenía, pero no estaba con Cheng Boyan, estaba en la casa de su tía. Cheng Boyan se había reunido con todos en la casa de su abuela y ese niño gordo molestó a su abuela para que se lo comprara y al final, nunca lo usó ni una sola vez. 

Pero fue inútil. Cuando Cheng Boyan sacó los moldes del mueble de la cocina de la casa de su abuela, el montículo comenzó a aullar tan pronto como lo vio: —¡Es mío! ¡Es todo mío! 

—Solo quiero mirarlos —Cheng Boyan originalmente quería quitárselo directamente, pero probablemente no pueda contra la actitud del montículo, así que palmeó su cabeza y estaba por regresar el molde al lugar donde estaba. 

—¡No me toques! ¡Quién te dio el permiso de mirarlos! ¡Por qué miras mis cosas! —El montículo le dio un puñetazo en la pierna. 

Cheng Boyan se detuvo cuando estaba a punto de guardar el molde, lo miró y luego, colocó el molde frente a sus ojos y la abrió, sacó dos más y las apiló en sus manos. 

Todos estaban hecho de acero inoxidable y la calidad era bastante buena. 

—¡Vete al infierno! —El montículo pateó con fuerza a Cheng Boyan en la rodilla. 

Cheng Boyan casi se arrodilló debido a esta patada, así que se dio unas palmaditas en los pantalones y dijo: —¿Por qué debería irme? no quiero. 

—¡Abuelaaaaa! —Gritó el montículo tan pronto como cerró los ojos. 

—Dios mío, ¿Qué está pasando? ¡qué es este escandalo! —la tía corrió hacia la cocina: —Boyan, ¿Cómo es que siempre lo haces llorar? 

—Ya estaba llorando incluso antes de molestarme con él —dijo Cheng Boyan. Agitó la caja de moldes que tenía sobre la mano, ante el montículo frente a él: —Si te lo compro, ¿me lo vendes? 

—¡No te lo venderé! ¡vete al infierno! ¡no te lo te lo venderé! —gritó el montículo en voz alta. 

—¡Cheng Boyan! —Su madre levantó la voz y le llamó la atención desde la sala— ¡Qué estás haciendo! 

—¿Quieres venderlo por 100 yuanes? —Le preguntó Cheng Boyan al montículo. 

—...¡no está a la venta! —el Montículo le escupió.  

—¿200? —Preguntó nuevamente Cheng Boyan. 

—Véndelo —Su tía empujó al montículo: —Y quédate con el dinero. 

—Lo vendo, quiero el dinero —El montículo levantó la mano. 

—Tú —Cheng Boyan se inclinó para mirarlo: —Realmente piensas tan bien, ya no quiero esta basura tuya. 

Cheng Boyan volvió a guardar los moldes dentro del mueble, se dio la vuelta y salió de la cocina. El montículo estaba enojado con su tía en la cocina, llorando y haciendo berrinches. 

—¿Acaso te volviste loco? —Su madre estaba sentada en la sala de estar, conversando con Li Yan y frunció el ceño cuando lo vio salir: —Ya tienes 30 años y estás peleando con un niño, ¡Qué sucede contigo! 

—Si —Cheng Boyan sonrió y asintió. 

—¿Por qué querías robárselo? —Preguntó la abuela, mientras se sentaba a su lado. 

—No iba a hacerlo, solo quería el juego de moldes para chocolates que compraste antes —dijo Cheng Boyan. 

—Oh Boyan, eres realmente increíble —Li Yan se echó a reír al escuchar esto: —¡Estás loco! ¿Para que quieres eso? 

—Por diversión —Cheng Boyan sonrió. 

—Hiciste enojar demasiado a tu tía —la abuela frunció el ceño: —Eso puede comprarlos en el supermercado de abajo, puedes comprarlo por ti mismo. 

—¿El de abajo? —Cheng Boyan se inclinó y rodeó con un brazo a Xiao Xi, que estaba acostada en el sofá: —Xiao Xi, ven con tu tío y te compraré dulces, ¿de acuerdo? 

—Está bien —Xiao Xi inmediatamente comenzó a reír mientras la sostenía con su brazo, con sus brazos y piernas revoloteando: —Gege, cómprame algunos dulces. 

—Tío —Cheng Boyan la sacó de la puerta. 

—Tío, cómprame algunos dulces —Xiao Xi agitó los brazos felizmente. 

De hecho, había moldes en el pequeño supermercado de abajo y había varios tipos. Cheng Boyan vio el mismo tipo que tenía el montículo, de tamaño mediano. 

Pensó por un momento y tomó el set de molde más grande, había casi el doble de moldes diferentes formas que el conjunto del montículo. 

Realmente infantil...Cheng Boyan sonrió. 

Li Yan realmente no dejaba que Xiao Xi comiera dulces. Entonces, Cheng Boyan solo le compró unas pequeñas golosinas de leche, y después de pensarlo, también compró una bolsa de cecina de cecina que al montículo le encantaba comer. 

Xiao Xi estaba muy satisfecha, sosteniendo su golosina de leche en la boca y tomando la mano de Cheng Boyan, saltaba. 

De regreso a la casa de la abuela, el montículo miró el gran conjunto de moldes y cuando vio que Xiao Xi estaba saboreando algo, inmediatamente comenzó a hacer problemas y Cheng Boyan le dio la cecina. 

—¡No quería que me lo compraras! —gritó el montículo. 

—Solo colócalo sobre la mesa y comételo más tarde —dijo Cheng Boyan. 

El montículo agarró la cecina y escapó. 

Hoy toda la familia estaba aquí. Incluso el tío, que solía estar ocupado y que poco se veía, estaba aquí y conversaba con su padre mientras bebía una taza de té. 

—Es lo mismo que te dije la última vez —el tío le dio un golpecito al frasco de té: —es un poco más amargo que el que te di antes, pero, recuerdo que te gusto lo amargo, ¿no? 

—Mm —su padre asintió: —Sí, de lo contrario el sabor será muy débil. 

—Cuando tengamos algo de tiempo, vayamos a la casa de té y bebamos algo —dijo el tío: —Gasté mucho dinero en ese lugar y se ve bien. Hace unos días dijeron que estaban buscando a alguien para realizar una ceremonia del té chino, pero no sé si han encontrado a alguien adecuado. 

—¿Ceremonia del té chino? —Su padre pensó por un momento: —Hay muy pocas presentaciones serias, ¿no son normalmente ceremonias del té japonesas?

—No, no hay muchas personas que practiquen el estilo Chino. De hecho, ahora hay muchas casas de té que intentan hacer esto y en una de esas casas, hay un anciano que practica el té. Parece casi un semidiós y el sabor de su té es delicioso —el tío sonrió. 

Cheng Boyan estaba jugando con Xiao Xi y se detuvo después de escuchar esto. Dejó a Xiao Xi en el sofá y se sentó junto a su tío: —Jefe. 

—Oye, ¿ya no quieres jugar con el angelito Xiao Xi? —el tío sonrió y le dio unas palmaditas en la pierna. Llamaba a su tío "jefe" cada vez que se dirigía a él y su tío se alegraba cada vez que lo escuchaba: —¿Quieres venir a tomar té con nosotros? 

—Solo quiero mirar, ese estilo Chino —dijo Cheng Boyan. 

—Tendremos entonces que esperar a que encuentren a alguien. Hoy en día, es difícil encontrar a quien lo practique bien —dijo el tío. 

—¿Hay algún lugar donde alguien pueda estudiar? —Preguntó nuevamente Cheng Boyan. 

—Si, hay uno, es como un instituto de investigación del té. Aunque no hay muchas personas que estudien ahí, el anciano es muy exigente y no acepta a cualquiera —El tío lo miró y dijo: —¿Quieres aprender? pero alguien como tú, que solo se coloca su bata y se sienta ahí, sea lo tuyo. 

—¿Hablas de la Bata blanca? —su madre respondió desde el otro lado: —Si es así, te recuerdo que los tres integrantes de mi familia nos sentamos ahí. 

Todos en la sala de estar se rieron. 

—Jefe, te llamaré —le dijo Cheng Boyan a su tío con una sonrisa: —Cuéntame más detalles después. 

—¡De acuerdo! —A su tío le encantaba tomar té y estaba muy feliz de que alguien esté dispuesto a hablar con él sobre esto. 

No sabía si Xiang Xi estaba interesado en el té y no sabía si Xiang Xi estaba interesado en aprender la ceremonia del té chino. Pero, Cheng Boyan sintió que sería capaz. Hay pocas personas que son capaces de aprender esto y las casas de té estaban muy dispuestas a aceptar a alguien si quiere practicar este estilo. 

Al día siguiente, cuando Xiang Xi entró a la casa con una gran bolsa de cosas desconocidas, miró fijamente a Xiang Xi e imaginó cómo sería para Xiang Xi sentarse detrás de una mesa de té y jugando con el té. 

—¡Toma esto! —Gritó Xiang Xi— o lo dejaré en el suelo y si lo dejo en el suelo, no me hablaras bien. 

—Tu ropa está en el estudio —Cheng Boyan sonrió y tomó la bolsa. Este grito hizo que su imaginación que era como una pantalla en forma de mosaico se convirtiera en un Xiang Xi que se sentó con las piernas cruzadas, sosteniendo una tetera con una mano y gritando "¡¿Piensas beberlo?!"

Cuando pensó en esto, Cheng Boyan no fue capaz de dejar de reír y se rió todo el camino hasta la cocina junto a la bolsa. 

—¿Qué acaba de pasar? viéndote reír así —Xiang Xi se cambió de ropa y fue a la cocina: —Es porque haré chocolate y saldrá mal, ¿verdad? 

—No, estaba pensando en otra cosa —Cheng Boyan sonrió y dijo: —¿Quieres beber té? 

—¿Hablas de ese té de menta tuyo? —Preguntó Xiang Xi. 

—No —Cheng Boyan sacó algunas bolsitas de té que su tío le dio ayer: —té negro. 

—De acuerdo, chocolate y té... —Xiang Xi sonrió: —¿de verdad eres capaz de beber té? 

—Bebo poco, ¿a ti te gusta beber? —Cheng Boyan abrió la bolsa y echó un vistazo. Dentro de la bolsa había una caja de bombones enteros y varios tarros pequeños de nueces picadas, cosas así por el estilo. 

—No se trata de si te gusta o no. En el pasado...el tío Ping siempre lo bebía y yo en ocasiones lo bebía. ¿Dónde está el molde? oh y una sartén —Xiang Xi sacó las cosas y las alineó. Sacó una pequeña caja rosa en forma de corazón y dijo: —Mi compañera de trabajo me hizo esto, pruébalos.  

—Primero enjuaga la sartén, hace tiempo que no se usa —Cheng Boyan le trajo la sartén y se sorprendió cuando vio la caja en forma de corazón. Cuando la abrió, vio que los chocolates que estaban en el interior se veían delicados y hermosos, todos en forma de corazón. Miró a Xiang Xi y dijo: —¿Compañera de trabajo? 

—¿Eh? —Xiang Xi lavó la sartén: —Si, ¿Quién más puede hacer estas cosas para los hombres? 

—¿No había algo más simple? —Cheng Boyan sonrió y dijo: —¿esta compañera de trabajo le dio un regalo así a todos o solo a ti? 

—Ella le dio una a todos. Le dio uno a las cuatro personas de nuestro turno —dijo Xiang Xi: —Pruébalo rápido. Hay dos tipos, los que tienen maní picado y el otro, nueces picadas. 

—¿Toda las cajas eran así también? —Cheng Boyan tomó un chocolate de corazón y le dio un pequeño mordisco. Sabía bastante bien, le había añadido leche. 

—No, la caja de Yu Baoquan era una caja redonda azul, la de Zhang Xin tenía la forma de una flor, un rojo brillante y... —Xiang Xi se detuvo a la mitad de sus palabras y se giró para mirar a Cheng Boyan:— el mío tenía la forma de un corazón rosa. 

—Si, uno rosa en forma de corazón —Cheng Boyan se llevó a la boca el resto de chocolate en forma de corazón que tenía, mordiéndolo con fuerza. 

—Ella... —Xiang Xi pareció haber recobrado el sentido: —¿Qué me querrá decir ella? 

—¿Cómo quieres que lo sepa? —Cheng Boyan tomó otro chocolate y continuó comiendo. 

—Oye, puedes comerte dos, pero déjame algunos. ¡ni siquiera podrás comer después de que yo termine de cocinar! —Xiang Xi pareció colocarse un poco ansioso, al ver comía un chocolate tras otro: —¿Acaso tienes hambre o algo así?

—Qué te importa —respondió Cheng Boyan. Habían cinco chocolates en la caja, sacó los tres restantes que quedaban y se los llevó todos a la boca. 

—¡Oye! ¡¿acaso estás loco?! —Los ojos de Xiang Xi se abrieron como platos. 

—¿Qué pasa? —Cheng Boyan lo miró y dijo vagamente: —¿Acaso eres reacio a darle chocolates de amor a los demás?

—Yo... —Xiang Xi abrió la boca, pero no habló. Solo miró a Cheng Boyan durante mucho tiempo: —Bien, puedes comértelo, yo no lo quiero. 

—¿Quieres de este tipo? —Cheng Boyan sacó un molde y lo desarmó para mostrárselo. 

—Si, de esos —la atención de Xiang Xi cambió de inmediato, tomó algunos y los miró: —Esta tiene cabecitas de gatos, esta de un ratón y esta...

—Usa esta —Cheng Boyan sacó tres en formas de corazón y de diferentes tamaños. Las colocó sobre la tabla de cortas y guardó las demás. 

Xiang Xi no dijo nada y miró fijamente los tres moldes en forma de corazón por un minuto. Luego, se volvió para mirar a Cheng Boyan: —¿Qué quieres decir?

—Adivina —Cheng Boyan luchaba por tragarse el chocolate, se dio la vuelta y salió de la cocina: —Beberé un poco de agua, siento que me ahogo. 

—...loco —susurró Xiang Xi. Se giró y continuó mirando los moldes de corazón. 

. . .

He Xiaoru dijo que hacer chocolates es muy simple, simplemente derrite el chocolate y agrega leche, agregar maní o nueces picadas...después de que Xiang Xi terminó los preparativos, sacó un cartón de leche del refrigerador. 

¿Cuánta leche debía agregar?

Xiang Xi no lo recordaba y He Xiaoru no pareció haberlo dicho. Las palabras "agrega un poquito", ¿Cuánto quería decir con "poquito"?

Lo pensó durante mucho tiempo y finalmente se dio la vuelta, para pedirle a Cheng Boyan que buscara información por él. Pero tan pronto como entró a la sala de estar y antes de que abriera la boca, encontró a Cheng Boyan medio dormido en el sofá, con los brazos tapándose los ojos. 

Esta era la primera vez que Xiang Xi veía a Cheng Boyan dormido y a esta hora. Probablemente, tuvo muchos pacientes el día de hoy. Se quedó paralizado por un momento, luego caminó silenciosamente hacia la computadora y intentó averiguar cuánta leche necesitaba agregarle al chocolate. 

La computadora estaba encendida y cuando Xiang Xi tocó el mouse, la pantalla se iluminó. Cheng Boyan probablemente estaba usando la computadora antes de que llegara. 

Miró la página abierta y se detuvo cuando estaba a punto de abrir una nueva página. Esta página parecía un poco extraña, de un vistazo hay muchas fotos. 

¿Qué era esto? Xiang Xi miró fijamente las palabras en la parte superior izquierda de la página. Tardó bastante en leer las palabras. 

Se quedó atónito después de leer. 

¿Archivo de personas desaparecidas? 

¿Qué estaba averiguando Cheng Boyan?

Xiang Xi miró a Cheng Boyan, que todavía estaba dormido en el sofá, y luego regresó la vista hacia la pantalla. En las dos páginas emergentes, vio el nombre de Li Zhenjie. 

¿Li Zhenjie? la mano de Xiang Xi tembló. ¿Cheng Boyan estaba buscando información de Mantou? 

Pero los dos resultados de esta página de Li Zhenjie que se mostraban, obviamente no eran Mantou. Xiang Xi estaba entre emocionado y decepcionado. 

Cuando vio la otra página abierta, de repente tuvo ganas de reír. 

En la otra página, mostraba que Cheng Boyan buscó el nombre "Li Mantou", pero por supuesto, no hubo resultado alguno. 

Xiang Xi cerró la página, se paró frente a la computadora durante mucho tiempo y luego caminó silenciosamente hacia el sofá. Se inclinó y miró a Cheng Boyan.