Capítulo 37

"Señor Fang" Cheng Boyan le habló a sus espaldas.

"¿Buscas trabajo?"

"Solo mirando". 

Xiang Xi miraba exactamente las imágenes, sobre el tablero de información de reclutamiento, y Cheng Boyan de pronto sintió un ira incontrolable.  

Xiang Xi no podía leer muchas palabras, y probablemente porque no podía leer bien las palabras sobre información, estaba viendo esa imagen. No fue hasta que Cheng Boyan vio esta foto, que de repente se dio cuenta, de que nunca había pensado en cómo él encontraba el contenido realmente útil en este tipo de cosas. Para luego, encontrar el trabajo de arroz a la cacerola. 

Y cuando Fang Yin tuvo esa conversación con Xiang Xi, no había duda de que una respuesta como esta, definitivamente no era cierta. 

"Solo mirando" 

Tal respuesta surgía desde la autoestima de Xiang Xi, envuelto en pensamientos sensibles, y que era su última protección subconsciente, contra el coeficiente intelectual con el que estaba luchando.   

Fang Yin era consciente de esto, y lo que expresaba, era exactamente eso. 

Al igual que la comida de ese día, una palabra casual sobre el condado de Shaxian, hizo que Xiang Xi explotara y Cheng Boyan sabía lo que le importaba a Xiang Xi. ¿Qué pensaría Xiang Xi cuando viera una foto así?. 

Fang Yin fue al supermercado durante por varios días e incluso, habló con Xiang Xi y debió haberle estado tomando fotos a Xiang Xi. Si Xiang Xi estaba de acuerdo con esto, ¿acaso ha visto las fotos?. 

¿En qué estaba pensando este chico?. 

Cheng Boyan frunció el ceño, se sirvió un vaso con agua y se lo bebió. Se sentó frente a la computadora, levantó el mouse y desplazó la página hacia abajo. 

「 Cuando tomé esta foto de Xiao Z, acababa de salir de hospital. Por neumonía. 」

「 Le hablé sobre esta sesión de fotos y él no estaba interesado, que no quería. Incluso arrojó la colilla de cigarro sobre mi taza de café.  」

「 Pero al final, accedió. Tal vez sea por la curiosidad de quedar congelado en la cámara, sobre un determinado escenario. 」

「 Aunque tal vez, solo tal vez. Sea solo porque le prometí que le pagaría algo todos los días. 」

—Por supuesto que es por el dinero —Cheng Boyan se reclinó en la silla, y dijo en voz baja. 

Esta frase, va seguida de una foto. Xiang Xi estaba sentado junto a una taza de café, apoyado en la silla y fumando un cigarrillo, bajo la luz de sol de la tarde y que caía sesgadamente sobre su rostro. Sus ojos estaban entrecerrados, había desdén y una impaciencia en sus ojos y en su expresión. 

El Xiang Xi a través de esa cámara era un poco extraño, no tenía esa sonrisa alegre a la que estaba acostumbrado. 

Así lucía cuando Cheng Boyan lo vio por primera vez, sentando en una silla en el hospital. Con un rostro tranquilo e indiferente, no podía ocultar el bandolerismo y la arrogancia cuando estaba por ahí buscando problemas con las personas en la calle y viendo el dónde. 

Todavía había algunas fotos más, pero no quería mirarlas más. Así que simplemente fue hacia la parte más baja de la página. 

Casualmente miró los cientos de comentarios y cerró la página. 

Su ira inicial fue reprimida lentamente, y su estado de ánimo era un poco complicado en este momento. Ya sea que estuviera enojado o preocupado, o por ser precavido, no era bueno que él interfiriera directamente en este asunto. 

Xiang Xi no es un niño pequeño, el cómo vive y qué tipo de persona que conoce y sobre qué hace, es su propia decisión. 

Pero no podía convencerse así mismo, al mirarlo así. 

Sentado frente a la computadora y pensando por un momento, Cheng Boyan tomó el teléfono y llamó a Song Yi: —Permíteme tomar un permiso de ausencia para Xiang Xi. 

—Lo que quieras —dijo Song Yi: —¿Qué pasa?. 

—Los clavos de acero en sus piernas deben ser removidos. Cuando estaba trabajando antes, dijo que no podía pedir permiso. —Cheng Boyan sonrió— Debería ser fácil pedir una licencia, ahora contigo. 

—De acuerdo, que regrese al trabajo cuando se recupere. —Song sonrió y dijo: —Por favor, invítame a cenar. Mis empleados aquí deberían ya pensar que es mi pequeño novio.  

—No hay problema —dijo Cheng Boyan. 

Cuando Cheng Boyan le dijo a Xiang Xi sobre quitarse los clavos de acero por teléfono, Xiang Xi dijo sorprendido: —Todavía no estoy listo. 

—Que gracioso —Cheng Boyan se rió: —¿Para qué necesitas estar listo? ¿No el que debería estar listo soy yo?

—Estoy un poco asustado. —Xiang Xi chasqueó la lengua: —No sabía nada en esa cirugía en que los clavaste. 

—No te preocupes, es una cirugía menor —dijo Cheng Boyan. 

—No, no, no, no —Cuando Xiang Xi escuchó la palabra "Cirugía", inmediatamente se puso nervioso— ¡No me atrevo! ¡no puedo! ¡No es como un simple clavo que se quita en cualquier momento! Son varios clavos, le tengo miedo al dolor y no creo que pueda caminar bien. 

—Solo se te anestesiará de manera lumbar, no lo sentirás —Cheng Boyan lo consoló. 

—Soy cosquilloso —dijo Xiang Xi. 

—¿Qué tiene que ver con ser anestesiado en tu espalda, a que seas cosquilloso? —dijo Cheng Boyan, con impotencia. 

—¿Por qué la parte de la espalda debe ser anestesiada? —Preguntó Xiang Xi. 

—Es una anestesia en la parte inferior de la espalda, por lo que no sentirás nada en la parte inferior del cuerpo. —Explicó Cheng Boyan. 

—¿La parte inferior del cuerpo? —Xiang Xi chasqueó la lengua: —Entonces la parte inferior de mi cuerpo, quedará lisiada...

—Ven a verme mañana al hospital —Cheng Boyan era demasiado perezoso, como para seguir hablando tonterías con él: —Solo llama a Song Yi y pide un permiso. Se lo dije antes, así que no desayunes y no comas nada antes de la cirugía. 

. . .

Después de que fue ingresa nuevamente en el hospital, Xiang Xi sintió que esto era bastante familiar. Solía pensar que los hospitales daban miedo, pero ahora solo se siente cálido. 

Cheng Boyan dijo que esta vez se trataba de una círugia menor, y que sería dado de alta después de quitarse los clavos luego de una semana. Todavía se sentía un poco nervioso al principio, pero después de ver a algunas enfermeras que conocía, se sintió un poco más relajado después de conversar con ellas. 

—Te estás recuperando bien —Cheng Boyan estaba de pie junto a su cama, sosteniendo una radiografía de rayos X en sus manos: —Haré los preparativos para que te quiten los clavos por la tarde. 

—¿Tú lo harás? —Xiang Xi confirmó nuevamente con él. 

—Mm —Cheng Boyan se inclinó y lo miró: —¿Todavía tienes miedo?. 

—Un poquito —Xiang Xi sonrió: —Pero si lo haces tú, no tendré miedo. 

—No tienes que tener miedo, no importa quién lo haga —dijo Cheng Boyan. 

—Ya no tengo miedo, de verdad —Xiang Xi se frotó la nariz. 

—No pude ver lo asustadizo que eres —Cheng Boyan estiró su dedo meñique frente a sus ojos y se pellizcó la yema de sus dedos: —Eso será todo. 

—No es el tamaño adecuado —dijo Xiang Xi, apartando de una palmada su mano. Se quitó la curita debajo del rabillo de su ojo, señalando su lunar lagrimal: —A lo más, los clavos serán de este tamaño. 

—Te quedarás solo —Cheng Boyan sonrió: —Vendré al mediodía. 

Xiang Xi inicialmente quería traer al hospital un libro de lectura, pero después de pensarlo, se sintió avergonzado de ser un hombre joven, sentado en una cama del hospital y leyendo con atención "Acompañando a mi madre al supermercado". Así que simplemente trajo un cuaderno y un bolígrafo. 

Se apoyó en la cama y escribió las palabras que había estado aprendiendo en los últimos días en su cuaderno, una y otra vez. 

Su letra era fea, pero después de unos días de práctica, su letra se volvió más pequeña y no ocupaba más de dos o tres líneas. 

Al mediodía, Fang Yin lo llamó: —¿No fuiste hoy a trabajar? 

—No, ¿aún quieres tomarme fotos mientras trabajo? —dijo Xiang Xi de forma perezosa: —¿No has estado ya tomando fotografías por varios días y aún no terminas?. 

—No he capturado ningún sentimiento especial, por lo que tomar dos más hoy —dijo Fang Yin: —¿Estás descansando hoy? 

—No estoy con ningún descanso, tomé una licencia —dijo Xiang Xi: —Los clavos de acero en mis piernas deben ser removidos y me operarán por la tarde. 

—Oh, ¿eso es todo? —Fang Yin pensó por un momento: —Iré a verte. 

—Mira tú, ¿acaso quieres venir y tomar tus dos fotos? —Xiang Xi miró la hora y vaciló: —Está bien, ven ahora mismo. Pero debes irte antes de que llegue el doctor al mediodía, no quiero que él te vea. 

—Bien, estaré allí —dijo Fang Yin. 

. . .

Después de que Cheng Boyan terminó de comer, regresó a la oficina para terminar los registros médicos que tenía en la mano y luego ir a la sala. En el camino, se encontró con un paciente escondido junto a la ventana del ascensor, fumando a escondidas en una silla de ruedas. 

—Tío —Cheng Boyan se le acercó, le quitó el cigarrillo y lo arrojó al bote de basura que estaba junto a él: —¡Cuántas veces te lo dicho! 

—¡Oye! —el tío extendió sus manos hacia el bote de basura, angustiado. 

—¿Dónde está la pitillera? ¿De dónde sacaste los cigarrillos? —Cheng Boyan lo miró. 

—¡Se ha ido! —el tío palmeó el reposabrazos de la silla de ruedas: —¡Escondí este y terminó tirado por ti! 

—Que buen lanzamiento hice —Cheng Boyan aplaudió, llamando a la enfermera que acababa de regresar después de ir a lavar algunos platos: —No permitas que vuelva a fumar, volvió a fumar en secreto. 

—¡Estás realmente desesperado! —La enfermera mayor, empujó la silla de ruedas de este tío. 

—¡Todavía quiero mirar un rato más el paisaje! —Gritó el tío. 

—La verás desde tu sala —dijo la enfermera mayor: —¡Saliste a fumar! ¡y miraste un paisaje tan elegantemente! ¡De verdad no le prestas atención a tu salud, en absoluto!. 

Cheng Boyan sonrió y salió de la sala. 

Al pasar por la puerta del ascensor, la puerta se abrió y un hombre salió corriendo a toda prisa. Llevaba con él un gran bolso negro y casi choca con Cheng Boyan. 

—Lo siento, lo siento —El hombre se disculpó una serie de veces, y luego caminó hacia la sala. 

—No te preocupes. —Cheng Boyan miró el bolso de este hombre y frunció el ceño. 

Era un bolso de cámara. 

. . .

Cuando Fang Yin entró corriendo a la sala, Xiang Xi todavía estaba apoyado en la cama, mientras apoyaba su cuaderno sobre sus piernas levantadas y escribía. Cuando levantó la vista, Fang Yin sacó la cámara de su bolso. 

—Ah... —Él suspiró. 

Fang Yin presionó el obturador dos veces: —Continua escribiendo. 

—Vete rápido—Xiang Xi bajó la cabeza y escribió dos veces sobre su cuaderno. Después de que escuchó el sonido de Fang Yin y presionando el obturador, levantó la cabeza: —¿Ya terminaste?. 

—¿Puedes comer? —Fang Yin guardó su cámara: —¿Qué tal si te compro algo para comer?. 

—No, se me dijo que tengo que ayunar por 8 horas. Todavía no he desayunado. —dijo Xiang Xi. 

—Está bien, entonces retírate los clavos de acero y descansa bien. —Fang Yin le dio una palmadita en el hombro, sacó un sobre su bolso y lo colocó sobre la mesa a un lado de la cama: —El dinero de los últimos días, está aquí. Te llamaré cuando venga a verte. 

—Mm —Xiang Xi tomó el sobre y lo guardó en el bolso que dejó a un lado. 

. . .

De pie en la puerta de otro sala, Cheng Boyan vio salir a Fang Yin y lo siguió. 

Fang Yin caminó hacia el ascensor, presionó el botón y sacó su teléfono para ver la hora. 

—Señor Fang —Cheng Boyan le habló a sus espaldas. 

—¿Eh? —Fang Yin giró la cabeza: —¿Me hablaste? 

—¿Fang Yin? —Cheng Boyan lo miró. 

—Sí —Fang Yin asintió: —Tú eres...

—Tomar fotografías no está permitida en las salas —dijo Cheng Boyan. 

—Ah —Fang Yin se congeló— Lo siento, no lo sabía, yo soy...amigo de Xiang Xi. Vine a verlo. 

—Oh —Cheng Boyan sonrió. 

Fang Yin sacó una tarjeta de presentación y la entregó: —Por favor, cuídelo. 

Cheng Boyan tomó la tarjeta de presentación, la miró y se la guardó en el bolsillo: —La cirugía de Xiang Xi es muy simple, no te preocupes. 

—Comprendo —dijo Fang Yin. Pensando en ello, preguntó de nuevo: —¿Cómo sabes mi nombre?. 

—He visto tu trabajo —Dijo Cheng Boyan. 

—Oh, con que es eso —Fang Yin se rió: —¿Cuál es tu apellido?. 

—Mi apellido es Cheng —Cheng Boyan señaló la puerta del ascensor: —El ascensor ya está aquí. 

—Oh, bien. —Fang Yin entró al ascensor— Si el doctor Cheng está interesado, puede darme su opinión. 

—Puede que lo haga —Cheng Boyan sonrió, se dio media vuelta y se retiró. 

Cuando fue a la sala, Xiang Xi estaba sentado en la cama. En su mano izquierda estaba girando un cuaderno y giraba un bolígrafo en la mano derecha. 

—¿Quieres cambiar de profesión para hacer malabarismo? —dijo Cheng Boyan. 

—¡Qué te parece! —dijo Xiang Xi, mientras seguía girando las manos y diciendo con un poco de orgullo: —¿No es increíble?

—Muy increíble —dijo Cheng Boyan— Yo también puedo hacerlo. 

—¡Imposible! hazlo —Xiang Xi inmediatamente le arrojó el cuaderno: —Déjame verlo. 

Cheng Boyan tomó el cuaderno con su dedo índice y lo giró ligeramente. El cuaderno comenzó a dar vueltas en la punta de su dedo índice, luego lo giró dos veces con la palma de su mano extendida y el cuaderno giró rápidamente. 

—...Bien —Xiang Xi chasqueó la lengua. 

—Cuando estaba en la escuela secundaria, —Cheng Boyan miró el cuaderno que giraba y dijo con una sonrisa: —Las páginas pesaban más...

—¿Qué tal si le agregas un bolígrafo? —Xiang Xi le entregó el bolígrafo. 

—No lo sé, intentémoslo —Cheng Boyan tomó el bolígrafo, tratando de darle la vuelta. Pero el bolígrafo se le resbaló de la mano y golpeó la frente de Xiang Xi. 

—¡Oye! —Gritó Xiang Xi, mientras se agarraba la frente: —¡Preciso! 

—Lo siento —Cheng Boyan se detuvo rápidamente y extendió la mano para tocarle la frente: —¿Te duele?. 

—No me duele, solo me asustó —Xiang Xi sonrió y dijo: —Todavía no eres capaz. 

—Mm —Cheng Boyan asintió: —Le diré a Song Yi después, que ya no irás al supermercado. Te irás mejor a un circo. 

—Estás loco —Xiang Xi se acostó sobre la almohada: —Mira mis notas, ¿No crees que mejoré mi letra?.

Cheng Boyan abrió su cuaderno. En unos pocos días, Xiang Xi había usado un tercio del cuaderno. Una de las razones, es porque su letra era demasiado grande y la otra, es que había escrito mucho. 

—Un poco más y lo harás mejor —Cheng Boyan levantó el pulgar— Luego puedes ir y escribir tu nombre en el uniforme. 

—Practicaré más —dijo Xiang Xi, con una sonrisa. 

—¿Alguien vino a verte hace un momento? —Cheng Boyan dejó su cuaderno y le preguntó: —Me pareció ver a alguien salir de esta sala. 

—¿Eh? —La sonrisa en el rostro de Xiang Xi se congeló por un momento y luego volvió a sonreír: —Es el fotógrafo del que te hablé, vino a...verme. 

—Oh —Cheng Boyan sonrió —¿Han estado en contacto?. 

—Ocasionalmente —Xiang Xi se frotó la nariz y dijo con una sonrisa: —Tiene un amigo que también está hospitalizado aquí, y se enteró que me iban a quitar los clavos de acero, así de paso vino a verme. Conversó un poco conmigo y se fue, incluso quiso comprarme algo para comer. 

Las habilidades de decir cosas sin sentidos por parte de Xiang Xi, seguían siendo muy competentes. Si Cheng Boyan no hubiera estado mirando su rostro y notar que su expresión cambió por unos segundos, estas palabras habrían sido dichas con mucha naturalidad. 

Cheng Boyan no hizo más preguntas, Xiang Xi obviamente no quería que él lo supiera. Sin importar cuál fuera la razón, no podía hacer más preguntas.  

—Descansa un poco, la enfermera estará aquí antes de la cirugía —dijo Cheng Boyan. 

—Mm —Xiang Xi asintió. 

. . .

Después de que Cheng Boyan salió de la sala, Xiang Xi respiró aliviado. Cheng Boyan no le preguntó nuevamente por qué Fang Yin vino a verlo, y no sabía si había creído sus palabras. 

Xiang Xi se rascó la cabeza y cerró los ojos, pensando en que Cheng Boyan pudo haber sentido algo. 

Pero todavía no quería que Cheng Boyan supiera, que Fang Yin le pedía tomarle fotos todos los días, esto no era algo muy agradable. No quería que Cheng Boyan sintiera, que mientras intentaba deshacerse de su pasado, Fang Yin seguía observando su vida del pasado, como punto de apoyo. 

Ni siquiera soy capaz de expresar mi propio disgusto.  

La cirugía estaba programada para las 3 de la tarde, y la enfermera llegó al mediodía para hacerle un examen de rutina. Le pidió que se colocara una bata quirúrgica y le dijo: —No uses pantalones. 

—¿Ah? —Xiang Xi se congeló. Inconscientemente agarró la cintura de sus pantalones.

—¿Qué pasa? —dijo la enfermera con una sonrisa: —No puedes usar pantalones durante la cirugía. 

—Pensé que solo se trataba de enrollar los pantalones... —Xiang Xi de pronto, pensó en la última cirugía: —¡Jiejie! ¿fue lo mismo en la última cirugía?. 

—Si, siempre es así. Ni siquiera tenías ropa de cirugía la última vez, y estabas esa vez gravemente herido. —dijo la enfermera: —Solo te sacarán los clavos esta vez y es una cirugía menor. No te preocupes. 

—...Oh —respondió Xiang Xi. 

Cuando Xiang Xi fue llevado hacia el quirófano, tuvo sentimientos encontrados. Sufrió todo tipo de molestias después de la última cirugía y no había pensado en esto a detalle, en absoluto. Ahora, cuando vio a Cheng Boyan en el quirófano, de repente se sintió un poco avergonzado. 

—No te coloques nervioso —Dijo Cheng Boyan, sonriendo. 

—No estoy nervioso... —Xiang Xi frunció el ceño y miró su pierna. 

Cheng Boyan siguió su mirada y de repente se echó a reír: —Las cirugías son así. 

—¡No te rías! —Susurró Xiang Xi y miró al anestesista a su lado. El anestesista fue a conversar con él antes, le preguntó su peso y otras cosas más, y Cheng Boyan lo conocía bastante bien. 

—Te dolerá un poco —El anestesista se acercó: —Estarás bien en un rato. 

Xiang Xi siempre ha sido muy tolerante al dolor, y el dolor de la anestesia no era nada para él. Pero, no pasó mucho para que escuchara la voz de Cheng Boyan, preparando el equipo quirúrgico y terminó colocándose un poco nervioso. 

—Puedes dormir un rato —Cheng Boyan estaba junto a la cama. 

—¿Puedo dormir? Yo... —Xiang Xi cerró los ojos. —Esos movimientos se escuchan bastante aterradores. 

—Entonces cierra los ojos y recita el libro "Acompañando a mi madre al supermercado" —dijo Cheng Boyan con una sonrisa. 

—Joder —Xiang Xi se rió. 

La cirugía no fue tan aterradora como pensaba, y no sintió nada en la parte inferior de su cuerpo. Si no hubiera podido escuchar voces todo el tiempo, habría pensado que aún no ha comenzado. 

Xiang Xi mantuvo los ojos cerrados. Originalmente, quería abrir los ojos para ver cómo se veía Cheng Boyan durante una cirugía, pero estaba demasiado avergonzado. Aunque la atención de Cheng Boyan estaba en sus piernas, todavía sentía que al abrir los ojos, comenzaría a pensar que estaba acostado desnudo frente a Cheng Boyan. 

Era un poco gracioso pensar en esto, con los ojos aún así cerrados, no cambiaría nada en que estaba frente a él con el trasero desnudo...

Solo cerrando los ojos y pensando de una manera tan aleatoria, gradualmente se confundió un poco. 

No sabía cuándo terminó la cirugía. Después de que la enfermera empujó la camilla de regreso a la sala, preguntó aturdido: —¿Se acabó? 

—Mm, ya se acabó —respondió la enfermera. 

—Al parecer me quedé dormido —Xiang Xi sonrió, cuando vio a Cheng Boyan de pie junto a la cama. 

—Te dije que era una cirugía menor, muy simple —Cheng Boyan se inclinó y lo miró: —Ahora tienes que permanecer acostado, puede que sientas un poco de dolor de cabeza y náuseas. Todo eso es normal. Así que si te sientes incómodo, solo díselo a la enfermera. 

—Ahora tengo náuseas —susurró Xiang Xi. 

—No te preocupes —Cheng Boyan le tocó el rostro: —Solo descansa bien. 

La mano de Cheng Boyan estaba muy cálida cuando tocó su rostro. Xiang Xi se sintió muy cómodo, entrecerró los ojos y dijo de forma deliberada: —Tócame de nuevo. 

Tan pronto como dijo esto, Cheng Boyan se sorprendió y Xiang Xi en un instante recuperó el sentido. Inmediatamente, sintió que se había vuelto loco, por lo que rápidamente miró a la enfermera que estaba a su lado, pero afortunadamente nadie se dio cuenta. 

—Acuéstate bien —Cheng Boyan acarició ligeramente con sus dedos su rostro: —Todavía tengo que ir a otras salas. Iré a verte después de que termine mi trabajo en un rato. 

—Mm —Xiang Xi cerró los ojos. 

. . .

Xiang Xi seguía igual que en la última cirugía, solo dijo que tenía náuseas en un principio y luego, no dijo nada más sobre que se sentía incómodo. Cheng Boyan fue a la sala dos veces, pero solo se tumbó en la cama obedientemente y con los ojos cerrados. 

Cuando Cheng Boyan pasó después del trabajo, Xiang Xi seguía dormido. 

Cheng Boyan salió a buscar algo para comer, regresó a la sala y se sentó junto a la cama de Xiang Xi durante más de una hora, Xiang Xi seguía dormido y no se despertó. 

Cheng Boyan estimó que podría despertarse mañana por la mañana, por lo que se quedó por un rato más y luego se fue a casa. 

Cuando llegó a casa, ordenó y se sentó frente a la computadora. Al principio quería mirar con casualidad, pero cuando abrió el navegador, recordó las fotos que vio anoche, junto con las palabras escritas por Fang Yi. Cosa que lo incomodaba, sin importar qué. 

Chasqueó  la lengua, y sacó la tarjeta de presentación de Fang Yin. 

Después de mirar el número de teléfono en esta famosa tarjeta por un tiempo, finalmente tomó su teléfono y lo marcó. 

—¿Hola? —Fang Yin contestó el teléfono. 

—Señor Fang, soy el del apellido Cheng —dijo Cheng Boyan— Nos conocimos hoy, en el hospital. 

—Ah, hola Doctor Cheng. —Fang Yin se escuchaba sorprendido: —La razón por la que me llama, ¿para qué sería?. 

—Si no le importa, —Cheng Boyan tomó el bolígrafo que estaba sobre la mesa y lo giró: —¿Podemos conversar?. 

—¿Sobre qué? —Preguntó Fang Yin. 

—Sobre los "30 días" de Xiang Xi —Cheng Boyan abrió el blog. 

Fang Yin se quedó en silencio en el otro lado, y después de un rato, dijo: —Antes mencionó que tenía un amigo y que vivía antes con ese amigo, ¿así que deberías ser tú?. 

—Puede ser —dijo Cheng Boyan. 

—¿De qué quieres hablar? —Preguntó Fang Yin nuevamente: —¿Existe alguna importancia en este tema?. 

Fang Yin era muy inteligente. Cheng Boyan puede que ya haya adivinado el porqué de esta llamada. 

—Solo quiero saber la razón, por la que buscas a Xiang Xi —dijo Cheng Boyan.