Capítulo 51

"¿Por qué te gusto....?"

Después de que Bian Nan dijo estas palabras, los dos dejaron de hablar. 

Qiu Yi lo miró en silencio, la habitación también estaba en silencio. La luz del sol entraba por la ventana y se extendía sobre la mesa. 

—A mi... —Qiu Yi tardó mucho en recuperarse después de escuchar estas palabras, colocando su mano sobre el hombro de Bian Nan, apretándola ligeramente y diciendo: —también me gustas. 

Bian Nan no dijo nada, solo lo miró inmóvil. 

Esperó un momento, luego levantó la mano y la agitó frente a sus ojos: —¿Te quedaste dormido? 

—Jodete —Bian Nan sonrió y apartó su mano con una palmada: —Solo estoy disgustando el sabor que me quedó en la boca, aún no me lo he tomado con calma. 

—Entonces tómatelo con calma —Qiu Yi sonrió, se inclinó y lo besó. 

Bian Nan colocó su mano sobre su regazo y recorrió un lento camino hacia su espalda, pero se detuvo sobre su cintura. Para deslizar sus dedos dentro de sus pantalones y agarrar su trasero a través de su ropa interior. 

Las manos de Bian Nan estaban tan calientes que provocó que temblara. 

Qiu Yi enredó la punta de su lengua con la de él, para también lentamente colocar su mano sobre la cintura de Bian Nan y probar un poco. 

La piel suave de Bian Nan también estaba caliente, y los altibajos provocados por su respiración acelerada también temblaba bajo la palma de su mano. Como si fuera un nivel de provocación alto. 

La yema de sus dedos levantaron despacio la cintura de sus pantalones, rozando su vientre plano. 

—Mmh —el cuerpo de Bian Nan de repente se tensó. 

. . .

—¡Hermano! —la voz de Qiu Yan provino repentinamente desde afuera de la puerta, para luego sentir como estaba a punto de mover la cerradura de la puerta. 

—¡Ah! —Qiu Yi se sobresaltó y se alejó de Bian Nan. Saltó directamente desde el medio de la cama hasta los pies, yendo hacia la cerradura de la puerta y colocar el seguro, antes de que Qiu Yan pudiera abrir la puerta.

—¡Gran tigre! —Qiu Yan giró la cerradura de la puerta pero no logró abrirla, por lo que golpeó mientras gritaba: —¡Hermano! 

—Maldita sea —Bian Nan saltó hacia el suelo y casi se golpeó su cabeza contra el armario. Este accidente fue mucho más emocionante que el beso con Qiu Yi. Y también admiró la respuesta rápida de Qiu Yi: —Maldita sea.

Qiu Yi lo miró, extendió la mano y abrió la puerta. 

—¿Por qué la puerta está cerrada? —Qiu Yan entró, se subió directamente a los pies de la cama. Rodeando el cuello de Qiu Yi y sentándose sobre él: —Hermano, ¿me llevarás a la escuela en un rato? 

—Por supuesto que te llevaré —Qiu Yi frunció el ceño, levantándolo y alejándolo de sus piernas: —Siéntate sobre tus piernas. 

—¡Oh! —respondió Qiu Yan. Volviendo la cabeza para mirar a Bian Nan, que estaba de pie a un lado: —¿También vas Gran Tigre? quiero ir en auto. 

Bian Nan miró a Qiu Yi y se sintió divertido, pero cuando vio que Qiu Yan lo estaba mirando, se sentó rápidamente sobre la silla: —Vamos, te llevaré ahí y te recogeremos por la tarde para salir a comer todos juntos. 

—¡Está bien! —gritó Qiu Yan en voz alta. 

—Baja la voz —Qiu Yi le dio unas palmaditas sobre su cara: —¿Papá está dormido? 

—Papá está dormido, cerré su puerta —dijo Qiu Yan y tocando la espalda de Qiu Yi: —Hermano, ¿no tienes frío? 

—Tengo —Qiu Yi lo levantó y lo arrojó hacia un lado, se levantó de la cama y caminó hacia el armario: —acabo de recordar que iba a colocarme ropa. 

Bian Nan miró a Qiu Yi y se frotó la nariz. Cuando estaba a punto de mirar hacia otro lado, vio una larga cicatriz en el estómago de Qiu Yi. 

—Joder —Bian Nan no pudo evitar estirar la mano y tocarlo: —tienes una cicatriz. 

—¡Hermano! —Qiu Yan de pronto mandó un grito. 

—¿Qué te pasa Erbao? —Bian Nan se sobresaltó. 

—Se asustó —Qiu Yi sacó una camiseta de mangas largas del armario: —¿Cuántos años tienes? lloras cada cinco minutos, la próxima vez volveré a tomarte el tiempo. 

Bian Nan siguió la línea de visión de Qiu Yan y miró por encima. Qiu Yi también tenía una puñalada debajo de su costilla izquierda. 

—No da miedo —Bian Nan rechistó, limpiando las lágrimas del rostro de Qiu Yan: —solo es angustiante, ¿no es así, Erbao? 

Qiu Yan asintió mientras bajaba la cabeza y se frotaba los ojos. 

—Tu hermano está bien —Qiu Yi se vistió, apoyó sus brazos al borde de la cama y se inclinó para besar el rostro de Qiu Yan. 

Bian Nan se quedó atónito por un momento, luego se sintió divertido. Cuando Qiu Yi se acercó esta vez, pensó que Qiu Yi lo iba a besar a él. 

Qiu Yi probablemente notó su vergüenza en este momento y lo miró junto con una sonrisa: —Vamos, llevemos a Erbao a la escuela. 

Bian Nan tomó las llaves del auto y pasó a golpear su hombro contra la puerta cuando salió, frunciendo el ceño. 

—¿Tienes problemas para conducir? —Qiu Yi no puedo evitar preguntárselo después de seguirlo. 

Bian Nan volvió la cabeza y lo miró con fiereza: —¡No hay problema! ¡Déjate de tonterías! 

—Oh —Qiu Yi sonrió. 

Qiu Yan cargó su mochila, tomando la mano de Bian Nan para arrastrarlo hacia adelante desesperadamente, mientras gritaba con entusiasmo: —¿Dónde iremos a cenar esta noche? ¿Una barbacoa? 

—Puede ser una barbacoa si lo quieres —dijo Bian Nan: —Busquemos una granja [1] y vayamos a comer, con una estufa y brochetas ya preparadas. 

—¿Con tiendas de campaña? —preguntó Qiu Yan. 

—No, ¿Es necesaria la tienda de campaña? ¿Qué pasó con la que traje la última vez? —Bian Nan se sintió impotente: —Solo busca algo para que duermas boca arriba. 

—¡Está bien! —gritó Qiu Yan. 

La emoción de Qiu Yan probablemente no iba a desaparecer. Su hermano finalmente estaba en casa, el Gran Tigre lo llevó de regreso a la escuela, por lo que se asomó por la ventana del auto y alzó la voz cuando vio a sus compañeros de clases que conocía en el camino. 

Cuando finalmente llegaron a las puertas de la escuela, habían cuatro niños que se bajaron del auto, incluido él. Incluso estaba Fang Xiaojun, que no le agradaba para nada a Bian Nan. 

Todos eran niños pequeños que armaban más escandalo que los perros cuando aullaban y armaron un alboroto en el asiento trasero. Bian Nan sintió que su cabeza estaba por explotar. 

—Está bien, salgan rápidamente del auto, —Qiu Yi se dio la vuelta desde el asiento del copiloto: —Ustedes son realmente ruidosos, apresúrense. 

—¿Me recogerán más tarde? —preguntó Qiu Yan con preocupación. 

—Sí —Bian Nan asintió. 

—¡¿Entonces también nos subiremos al auto después?! —preguntó de inmediato Fang Xiaojun. 

—En tus sueños —Bian Nan lo señaló: —Si no fuera por Qiu Yan, ni siquiera habría dejado que te subieras al auto, ¡largo! 

—¡¿Crees que eres muy genial?! —Gritó Fang Xiaojun, saliendo del auto— ¡Qué auto tan roto! ¡y estás tan orgulloso de esto! 

—¡Maldición! —Bian Nan apretó los dientes y abrió la puerta para salir del auto. 

—¿Qué estás haciendo? —Qiu Yi lo agarró: —¿Piensas salir del auto y pelear con un niño de ocho años? 

—No lo entiendo, —Bian Nan cerró la puerta del auto: —Este niño estafó a Qiu Yan por dinero y también quería hacerlo con sus juguetes, y si no lo hubiera visto, habría acabado engañado, ¿acaso no lo ve? 

—Te estás preocupando demasiado —Qiu Yi sonrió, y después de un rato, se apoyó en el asiento y se estiró: —Los amigos puede hacerlos él solo y depende exclusivamente de él. Ante eso, no importa lo que hagamos, pero estamos "interfiriendo en su derecho de hacer amigos", y después de que aprenda bien a ver a las personas, sabrá lidiar con ellos. Si rompen o no su amistad o ser precavido a la hora de divertirse, es su decisión. 

—¡Oye! —Bian Nan gritó: —¡muy complicado! solo tiene ocho años, ¡Quién sabe si es posible para él! 

—Siempre terminará entendiendo, para algunas personas es mejor sufrir una perdida y recordarla toda la vida, que ser protegido toda tu vida —Qiu Yi bajó la ventanilla del auto, sacó un cigarrillo y lo encendió: —¿Vas a estar aquí hasta que Erbao termine la escuela? 

Bian Nan encendió el auto y condujo hacia adelante. Después de un rato le preguntó: —¿A la casa? 

—A donde sea, —Qiu Yi seguía fumando su cigarrillo: —vamos a donde quieras. 

—Mm —Bian Nan condujo el auto hacia la carretera principal y no condujo en dirección a la casa de Qiu Yi. 

Veinte minutos después, el automóvil se detuvo al lado de un parque, en la calle. 

Había una pequeña tienda de té en el parque, junto con un corredor de vidrió al lado de un lago. Sentarse en ese pasillo, tomar el sol y mirar el lago, es muy cómodo. 

Bian Nan se sentó y pidió una taza de té de Tieguanyin. Su padre estaba bebiendo este té últimamente, y también pidió algunos bocadillos. 

Después de que el camarero dejará el té y los bocadillos, Qiu Yi y él se quedaron en ese corredor. Las mesas, las sillas y los pisos de madera se llenaron de la luz del sol de la tarde, lo que provocaba que las personas se sintieran relajadas. 

A la luz de este sol, el cabello de Qiu Yi brillaba bajo una tenue luz dorada, al igual que sus ojos, y su rostro perfectamente delineado por el sol. Provocando que el corazón de Bian Nan latiera con fuerza cada vez que lo miraba. 

Se colocó de pie y se sentó junto a Qiu Yi, los dos se sentaron juntos frente al lago. 

—Siento que, —Bian Nan lo pensó por bastante tiempo: —hoy es como un sueño. 

—Mm —Qiu Yi tomó la taza de té y bebió un sorbo, entrecerrando los ojos y mirando el lago. 

—Sobre... —Bian Nan se frotó la nariz y no supo qué decir por unos segundos: —eso, ¿es cierto lo que dijiste? 

—¿Qué oración? —Qiu Yi lo miró: —Dije mucho el día de hoy. 

—No actúes como un jodido estúpido —Bian Nan rechistó. 

Qiu Yi sonrió: —¿Cómo puede tal cosa ser una mentira? 

—¿Qué está pasando aquí? —Bian Nan miró el lago, también a su alrededor y en silencio apretó la mano de Qiu Yi: —Esto es demasiada coincidencia. 

—¿De verdad? —Qiu Yi se echó hacia atrás, apoyándose en el respaldo de la silla: —Si niegas todo lo que pasó, te maldeciré por pervertido y luego voy a pelear contigo. 

—Muy tarde —dijo Bian Nan con una sonrisa. Después de un rato, se dio la vuelta y se apoyó a su lado, mirando a Qiu Yi: —Entonces eres, ah...¿Cómo debería decirlo? realmente no esperaba que te gustaran los hombres. 

Qiu Yi sonrió, levantó la mano para cubrir su rostro del sol y dijo algo después de un rato: —¿Qué te dio esa ilusión? 

—¿Mm? —Bian Nan se congeló. 

—Nunca me han gustado las chicas —dijo Qiu Yi en voz baja. 

. . .

Así es, nunca. 

Qiu Yi no podía recordar con exactitud cuándo se dio cuenta de que era diferente a los demás. 

¿Escuela primaria? o ¿antes? 

Cuando los niños jugaban todos juntos en el callejón y las niñas competían por ser sus novias, él siempre se resistía, sintiendo la necesidad de esconderse cuando veía a una niña que pretendía pelear por él con fuerza. Era tanto que cuando creía que lo iban a encontrar, le preocupaba que ella gritara mientras se apresuraba:  "¡Entremos a la cámara nupcial!" 

No tenía interés en actuar como un novio, es más, estaba más dispuesto a ser un maestro de las artes marciales que va de aquí y allá, buscando justicia y cuando fuese necesario, sacar un cuchillo y ayudar, simple. 

Tiempo después, poco a poco se volvió más inteligente. 

Probablemente en su primer año de escuela secundaria, soñó con un maestro de educación física, y cuando se despertó mientras sudaba, sintió miedo. 

Y los siguientes impulsos hacia los hombres, una y otra vez, le hicieron darse cuenta de que era diferente a los chicos que lo rodeaban, y al mismo tiempo, se sentía asqueado de sí mismo.  

Asqueado muy profundamente. 

Incluso pensó en ir a un psiquiatra a escondidas, y se preguntó si la muerte de su madre lo había afectado hasta este punto. 

Todos tiene un secreto que no quieren revelar. Los secretos de Bian Nan son acerca de su extraña identidad y sus complicadas relaciones familiares. 

Y para él, la lucha que ha tenido por bastantes años con su sexualidad. 

A pesar de los años, e incluso después de que Shen Tao se enteró, y dijo que aunque no podía aceptar esto, como su mejor amigo, lo comprendía. Aún con esto, en el que Shen Tao podía "comprenderlo", todavía no era capaz de enfrentarse a sí mismo. 

—Xiao Yi, ¿Por qué aún eres tan pequeño? date prisa y crece rápido, tu madre tiene muchas ganas de ver a tu esposa y a tus hijos, de verdad lo ansío.

La sonrisa radiante de su madre, junto a aquel idioma de chino inexperto, pareció quedar grabado en su corazón. 

Por bastante tiempo, no se atrevía a recordarla, pensando en su madre en relación a cualquier cosa, se volverá doloroso, ya que recordaba su sexualidad.

Su madre jamás le preguntó nada. 

—Está bien que un niño sea feliz, mamá siempre es feliz cuando te ve sonreír —su madre lo miró con la barbilla levantada. 

Una repentina mala noticia como esta, dejaría a su madre con una expectativa bromista al final. 

Gustarle un hombre le provocaba un fuerte sentimiento de culpa. 

. . .

—¿Por qué? —la voz de Bian Nan llegó a sus oídos. 

Se retractó de sus pensamientos y siguió mirando el lago, sintiendo sus ojos un poco entumecidos. Apretó sus ojos y giró la cabeza: —¿Por qué? ¿Qué? 

—¿Por qué te gusto....? —Bian Nan se aclaró la garganta—¿yo? 

—Porque eres lo suficientemente estúpido como para intimidarte —dijo Qiu Yi sin pensar. 

—¡Jodete! —Bian Nan estaba encantado: —hablo en serio. 

—¿Por qué te gusto? —Qiu Yi le preguntó de vuelta. 

—Bonito, —Bian Nan le dio un pulgar hacia arriba— eres muy hermoso. 

Qiu Yi sonrió y le mostró su dedo medio: —No sabía que eras tan superficial. 

—Me gusta lo visual, ¿acaso te atreves a decir que no te fijaste en mi porque soy guapo? —Bian Nan chasqueó la lengua varias veces: —fue lo primero que noté, después vino lo otro. 

—¿Después? —Qiu Yi tomó la tetera y se sirvió una taza de té: —Este té es bastante bueno. 

—Después pensé que no eras alguien tan molesto, —Bian Nan lo pensó por un momento: —Ya sabes, cuanto más odies a alguien, más le prestarás atención. Después de un tiempo, notas la diferencia entre aquellos que son tus compañeros de clases y amigos comunes, y cuando descubres que esta persona no es tan molesta como crees, será demasiado tarde. 

—¿Y con Pan Yifeng? —Qiu Yi de repente se rió. 

—¡Maldita sea! ¡Esa es la persona más molesta que puede haber! —Tan pronto como Bian Nan pensó en Pan Yifeng, tuvo la urgencia de inmediatamente de tomar un gran cuchillo, esconderlo en su espalda e ir al centro de detención: —Ni siquiera me he molestado en preguntar, ¿la puñalada cómo fue?

—La lesión no fue a mayores... —Qiu Yi fue interrumpido por Bian Nan antes de que terminara de hablar. 

—Espera, —Bian Nan tomó un sorbo de té y le dio un mordisco a un pequeño pastel: —nos salimos del tema. 

—Oh —Qiu Yi lo miró: —¿y cuál es el punto? 

—Es tu turno, ¿Por qué? —preguntó Bian Nan. 

Qiu Yi se quedó en silencio. Bian Nan aún se aferraba a este "¿Por qué te gusto?" tan fuerte, y aunque no encajaba del todo con su personalidad aparentemente despreocupada, Qiu Yi podía entenderlo. 

Aquella sensación de inseguridad. 

Bian Nan de manera superficial se ve así, despreocupado. Pero es cuidadoso, sensible y tal vez suspicaz. 

Y que no cree en ningún tipo de amor. 

Y tal persona de repente, le gustaba un hombre. 

No es tan fácil aceptarlo y decir "me gusta un hombre y casualmente también le gusto a este hombre" como algo tan natural. 

—Muy guapo —pensó Qiu Yi por un momento. 

—Maldita sea, ¿puedes evitar seguir mis pasos? —Bian Nan se comió el resto del pastel de un solo bocado. 

—Todavía no he terminado —Qiu Yi lo miró. 

—Continúa —Bian Nan apretó la taza de té. 

—Juegas muy bien, y también te ves genial cuando peleas, —Qiu Yi habló lentamente, aquellos recuerdos de cuando vio por primera vez a Bian Nan destellaron en su mente: —Cuando actúas como un vándalo también te ves guapo. 

—¿Cuándo he sido uno? ese es Wan Fei, ¿no lo recuerdas? —Bian Nan agregó. 

Qiu Yi se llevó los dedos a sus labios: —No hables. 

—Oh —respondió Bian Nan. 

—Eres amable y tu temperamento no es tan malo como los demás lo creen —Qiu Yi lo miró: —Al principio no tenía ningún sentimiento especial por ti, solo eras muy amable con Erbao. 

—Que celoso, —dijo Bian Nan y lo señaló: —En serio, si Erbao fuese una niña, tal vez ni me habría fijado en ti. 

—Por favor, no interrumpas —Qiu Yi sonrió: —Ya ni se qué decir, tampoco hay mucho que decir. Solo que al principio no quería que me gustarás, pero al final me terminaste gustando y tampoco quería decírtelo, pero finalmente lo hice, es todo. 

—Mm —Bian Nan lo miró y lo pensó: —Probablemente este sea el caso, y que realmente no existe una razón detallada ante este tipo de cosas. 

Los dos continuaron tomando té frente al lago. 

. . .

—Por cierto, —Bian Nan fue al baño y regresó, pidiendo otra porción de bocadillos: —Mi papá quiere invitarte para una comida formal, como agradecimiento. 

—¿Gracias por qué? —preguntó Qiu Yi. 

—Gracias por tomar el cuchillo por mi, —Cuando Bian Nan pensaba en esto, se sintió incómodo por un tiempo y no se atrevió a mirar hacia atrás durante los últimos dos meses: —No sabes cómo sentí cuando me desperté en el hospital, así que quería preguntarte en persona si estabas loco. 

—¿Por qué debería agradecerse por esto? —dijo Qiu Yi con desdén. 

—Entonces díselo a mi papá, si no vas, él llevará regalos a tu casa —Bian Nan rechistó: —Mi papá es así y además, a mi también me gustaría agradecerte. 

—¿Mm? ¿también me quieres agradecer? —Qiu Yi sonrió: —tú agradeciendo, ¿Cómo lo harás? 

—Haz lo que quieras, —Bian Nan lo miró, y sintiéndose un poco incómodo después de un rato: —¿Por qué sonríes tan maliciosamente? 

—Siempre sonrío así, —Qiu Yi todavía sonreía: —No sabes que tal vez pienses en tu corazón, pero cuando ves a las personas sonreír, puedes ver el problema. 

—¿De verdad? —Bian Nan lo miró fijamente por un momento, luego susurró: —Oye, Qiu Yi. 

—¿Mm? —respondió Qiu Yi. 

—Quiero besarte —Bian Nan bajó la voz y se inclinó hacia él. 

Qiu Yi miró hacia la barra de té y rápidamente le dio una beso en la boca a Bian Nan. 

Antes de que pudiera sentarse correctamente, Bian Nan ya lo había perseguido. Lo besó en la boca y tocó la comisura de su boca con la punta de su lengua. 

—¿Cómo te sientes? —preguntó Bian Nan en voz baja. 

—¿Eh? —Qiu Yi tomó taza de té: —Muy cómodo. 

—¿Qué más? —preguntó nuevamente Bian Nan. 

—¿Me estás preguntando que si tengo alguna reacción? —Qiu Yi miró su entrepierna mientras bebía té. 

Bian Nan chasqueó la lengua: —Si, ¿hay? 

—Sería extraño que no lo hubiera —dijo Qiu Yi: —esto también te lo pregunto. 

Bian Nan de repente se rió y apoyó las piernas sobre la barandilla por bastante tiempo. 

—¿De qué te ríes? —Qiu Yi apretó su mano. 

—Solo quiero reírme de repente, están sucediendo tantas cosas en este momento —Bian Nan levantó la mano y miró el sol que brillaba entre sus dedos: —¿Conoces este sentimiento? en el que tuve un sueño infeliz toda la noche y de repente desperté. Solo fue un jodido sueño, solo eso, y te llega esa sensación de alivio y alegría. 

—¿En serio? —Qiu Yi sonrió. Levantó su brazo para colocarlo sobre el respaldo de la silla, detrás de Bian Nan, y pellizcar con sus dedos el lóbulo de su oreja. 

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[1] es el término general para lugares de vacaciones de turismo, entretenimiento y ocio en los suburbios de las ciudades.