Capítulo 80

¡Ya nadie más me va a retener! ¡Nunca más!

Temprano por la mañana, mientras Xiang Xi todavía se retorcía mientras dormía, su teléfono sonó y se dio la vuelta confundido. Abrió un poco los ojos confundido, pero sin querer levantarse para contestar el teléfono. 

El teléfono sonó unas cuentas veces más. Cheng Boyan entró desde afuera, tomó su teléfono y lo miró, vaciló por un momento y pareció querer contestar por él, pero finalmente le entregó el teléfono: —es tu...Gege. 

—¿Mm? —respondió vagamente Xiang Xi. 

—El número de teléfono de tu Gege —dijo Cheng Boyan nuevamente, luego se dio la vuelta y salió del dormitorio: —Tan temprano llama...

Sí, era muy temprano por la mañana. Xiang Xi miró la pantalla de manera doble e hizo clic para responder: —¿Hola? 

—¿Aún no te has levantado? —Escuchó la voz de Hu Hai, que sonaba muy enérgica. Como si hubiera estado despierto hace menos de dos horas. 

—¿Qué hora es? —murmuró Xiang Xi: —¿Pasa algo? 

—Ven por la mañana. El maestro tiene que salir a hacer algo por la tarde y tú debes ir a Yunshui por la noche para ocupar su lugar —dijo Hu Hai: —Él te explicará todo por la mañana. 

—¿Qué? —Xiang Xi se despertó por completo cuando escuchó esto y se sentó. 

—Él no puede ir, así que pidió que fueras y que te familiarices más. Ayer tu desempeño fue muy bueno —Hu Hai sonrió: —Deberías estar bien para hoy, ¿no? 

—¡Hay muchas personas por la noche! —Xiang Xi estaba un poco preocupado. Aunque ayer se jactó ante Cheng Boyan que ya no tenía miedo y no le importaba si pasara de la tarde a la noche, pero todavía se sentía un poco incómodo, ya que ahora estaba solo y sin el maestro. 

—Puedes conversarlo con el maestro cuando estés aquí —dijo Hu Hai y colgó. 

Xiang Xi se sentó en la cama con su teléfono y quedó congelado por un momento, luego se levantó lentamente de la cama y salió del dormitorio. 

Cheng Boyan estaba ocupado preparando el desayuno en la cocina, se acercó y acarició la espalda de Cheng Boyan, para luego abrazarlo por la cintura y no moverse más. 

—¿Qué quería? —Cheng Boyan llevó su mano detrás de su espalda y acarició su cintura. 

—Me dijeron que fuera a la casa de té por la mañana. El maestro tenía algo que hacer por la tarde y no podrá ir por la noche a Yunshui, así que me pidió que fuera yo —Xiang Xi frotó su cara sobre la ropa de Cheng Boyan. 

—¿No es eso genial? —dijo Cheng Boyan: —¿A qué hora será esta noche? No estoy de servicio hoy, así que puedo ir e ir a verte. 

—Alrededor de las ocho —Xiang Xi lo soltó y caminó lentamente hacia el baño. 

—Date prisa —Cheng Boyan le dio unas palmaditas en el trasero: —Podemos comer juntos hoy, antes de que me vaya. 

—Oye, no me des palmadas —Xiang Xi se tocó el trasero: —No puedo moverme rápido. 

—¿Por qué? —Cheng Boyan lo miró. 

—Me duele el trasero —Xiang Xi se dio la vuelta. 

—¿Aún te duele? —Cheng Boyan frunció el ceño, dejó que la olla que estaba revolviendo y lo siguió: —Yo...

—No me duele, solo siento incómodo mi trasero —Xiang Xi lo miró de reojo y luego cerró la puerta del baño. 

—¿Real o falso? —Cheng Boyan estaba de pie en la puerta: —Normalmente, ambos lo hicimos...

—¡Y por qué no experimentas estar en mi lugar! —dijo Xiang Xi desde dentro: —¿No siempre tienes pepinos listos cuando no tienes nada que hacer? ¿por qué no lo pruebas tú? 

—Eres tan arrogante ahora —Cheng Boyan se rió. 

—No hay nada que puedas hacer. Solo dejemos que pase el tiempo, estaré bien y solo debo soportarlo un poco más —dijo Xiang Xi: —Vete y no vigiles la puerta, ¿acaso no puedo estar tranquilo en el baño?

—Bien, bien, bien, me iré —Cheng Boyan suspiró: —Eres un tío ahora. 

Cheng Boyan le preparó un sándwich para el desayuno de hoy. El pan era muy fresco y supuso que fue abajo a comprarlo por la mañana; estaba relleno de salchicha, huevo y un trozo de hoja de lechuga, y untado en salsa, sabía muy bien.  

—Esto está delicioso —Xiang Xi bebió un sorbo de leche y dijo: —Comamos esto de nuevo por la mañana, es raro hacer algo delicioso y vamos a comerlo por un tiempo hasta cansarnos. 

—¿Qué quieres comer esta noche? —Preguntó Cheng Boyan. 

—¿Harás algo esta noche? será demasiado tarde —Xiang Xi calculó el tiempo: —No volverás a casa hasta casi las siete, si vas a Yanshui tendrás que estar ahí a las ocho, por lo que deberías salir pasada las 7. No creo que llegues a tiempo si quieres ir a verme. 

—Si no te voy a dejar, ¿Quién más lo hará? —Cheng Boyan entrecerró los ojos. 

—Mi Gege —dijo Xiang Xi de inmediato, conteniendo la voz y guiñándole un ojo: —Hu Hai. 

—Entiendo —Cheng Boyan sonrió: —Entonces que Hu Hai te lleve y traiga de allí, e iré solo más tarde, justo a tiempo para llamar a Peng Yunfan y concertar una cita para beber té...buscaré su tarjeta de presentación...

—¿Tarjeta de presentación? —Xiang Xi se burló: —Ni lo intentes. La tiré por el inodoro anoche, cuando me fui a duchar. 

—¿Qué? ¿la tiraste por el inodoro? —Cheng Boyan lo miró sorprendido. 

—¡Mira lo nervioso que estás! —Xiang Xi no estaba contento con su reacción: —¡Mira lo asustado que estás al tirar esa tarjeta de presentación! 

—Simplemente lo tiraste —Cheng Boyan lo miró fijamente: —Quieres decir, ¿por el inodoro? 

—¡Sí! lo tiré por el inodoro, presioné el botón y se fue, desapareció sin dudarlo —Xiang Xi chasqueó la lengua. 

—La próxima vez, no arrojes nada al inodoro —Cheng Boyan lo señaló: —Si se bloquea, lo sacarás con tus propias manos. 

—Es fácil que se obstruyan. Los inodoros de hoy en día son... —dijo Xiang Xi mientras comía. 

—¿Sabes que el inodoro que uso es bueno? —Cheng Boyan dejó su sandwich: —Aún no he pagado la hipoteca. Al renovar, lo más barato que encontré fue un inodoro de 100 yuanes. 

—Un inodoro que puede calentar tu trasero sólo cuesta 100 yuanes, ¿no es extraño? Tu baño y tu inodoro están llenos de secretos...¿de verdad es un secreto? —Xiang Xi se rió durante mucho tiempo, cuando se calmó, dijo: —¿No es algo repugnante hablar sobre esto mientras comemos? 

—Oh, todavía eres capaz de sentir náuseas por esto —dijo Cheng Boyan, yendo al dormitorio a cambiarse. 

Xiang Xi miró de manera divertida el sandwich a medio comer: —¿Te vuelves loco que ni siquiera puedes seguir comiendo? 

—Comételo tú —dijo Cheng Boyan. 

—Entonces comerás más para el almuerzo —Xiang Xi terminó de comer la porción que tenía en la mano, luego agarró la mitad de Cheng Boyan y se lo comió: —Esperaré a que me lleves esta noche. 

—Mm —Cheng Boyan se cambió de ropa y salió: —Te traeré algo para comer, puedes comerlo lentamente en el auto. 

—Bien —Xiang Xi asintió y volvió a gritar cuando lo vio poniéndose los zapatos, a punto de salir: —Espera, espera, espera, espera...

Cheng Boyan se detuvo y lo miró, se secó la boca, corrió y besó a Cheng Boyan en la cara: —Ahora si. 

Cheng Boyan sonrió, abrió la puerta y salió. 

Cuando Xiang Xi llegó a la sala de té, el anciano Lu estaba sentado en la terraza tomando té y Hu Hai estaba mirando los peces. 

Todavía era temprano y el viento de la mañana era bastante fresco, y mirar los árboles verdes meciéndose por el viento, también era refrescante. 

—Esos son árboles de té —El anciano le sirvió una taza: —Se ven bastante bien, ¿no? 

—Mm —Xiang Xi miró hacia la montaña: —Parecen arbustos rodeadas en una zona de aislamiento. 

—No tienen mucha fragancia —dijo el anciano Lu, sosteniendo la taza y oliendo el té: —Así que, cuando recoges las hojas de té, hay que secarlas, revolverlas, enrollarlas...diferentes tés, diferentes procesos, capa por capa y finalmente tenemos té. Tantas hojas frescas, tan poco té. 

—¿No es como un ser humano? —dijo Xiang Xi. 

—Si lo vemos así, —El anciano Lu lo miró y dijo con una sonrisa: —Desde el momento en que recoges el té y lo empiezas a preparar, experimentas un proceso, lo que es un reflejo de tu propia vida. Del cómo pasaste de un simple arbusto a un té bastante fragante. 

Xiang Xi se reclinó en la silla, giró su taza de té vacía que tenía en la mano y cerró los ojos. 

—El agua hervida es simple y clara, lo que es bueno. En cuanto al té, al primer sorbo, algunas personas lo encuentran amargo, otros astringente. Pero la verdad, el sabor a té es compleja y vale la pena saborearla —La voz del anciano Lu flotaba suavemente junto a la fresca brisa de la mañana: —Cada uno tiene sus propias fortalezas. 

Xiang Xi no dijo nada. 

Cheng Boyan puede tener una vida tan simple y clara como el agua hervida, tal vez si bebes un sorbo puedes notar que no es tan único, pero que no podrá dejarlo pasar pase lo que pase. 

¿Y qué hay de él? ¿Fue un sorbo de té que Cheng Boyan probó con atención? 

Puede ser. Sonrió. 

—El buen té, se toma, se prepara y se vierte en una taza. El color, la fragancia y la forma son prueba de ello —El anciano Lu le dio una palmada en el hombro: —Tienes que tener más confianza en ti mismo. 

—Maestro —Xiang Xi inclinó la cabeza: —¿Me está diciendo esto porque teme que esté nervioso esta noche? 

El anciano Lu se rió: —No me importa si estás nervioso esta noche, tampoco es que esté nervioso yo, solo hay que tener mucha confianza para hacer las cosas. Yo soy yo y el té es té. 

Xiang Xi asintió a medias entendiendo, el anciano Lu a veces si podía ser un semidiós. Si luego no se lo explicaba con claridad, tendría que descubrirlo por si mismo. 

—Prepárame una taza de té —le ordenó el anciano Lu. 

—Bien —Xiang Xi sonrió. 

El anciano Lu no tenía nada importante que hacer por la tarde o la noche, de hecho, un viejo amigo vendría a visitarlo por la tarde, por lo que varios ancianos y ancianas se reunirán. Dos de ellos no gozaban de buena salud, por lo que es posible que sea de las últimas veces que se reúnan de esta manera. 

—Te lo he dicho —Xiang Xi sonrió, mientras preparaba té: —¿Cuántos años tiene? Cuando llegue a su edad, lo más probable me iré de viaje. 

Sí, como tendrá una tarjeta de identificación, ¡podrá viajar! 

Después de varias décadas, adquirirá suficientes habilidades. 

—Es bueno que tu corazón sea así —dijo el anciano Lu: —Las personas deberían vivir con esa mentalidad. 

—Mm —Xiang Xi susurró con una sonrisa: —Maestro, tendré una tarjeta de identificación pronto, estará lista en unos días. 

—Estas son buenas noticias —El anciano Lu aplaudió y levantó la voz para decirle a Hu Hai: —¿Escuchaste que pronto tu pequeño compañero tendrá una tarjeta de identificación? Pude notar su cambio de ánimo en estos últimos días. 

—Celebremos friendo algunos platos deliciosos para el almuerzo —Hu Hai sonrió. 

Los platos que mencionó Hu Hai eran realidad solo dos, pero muy buenos. Pez mandarin ardilla y costillas de cerdo agridulces, que estaban tan deliciosos que Xiang Xi casi se echa a llorar al comerlos. 

—Hai-ge —Se llenó la boca con costillas: —De verdad eres un gran cocinero, de esos que contrataría un gran restaurante. 

—Sólo lo hice por diversión —dijo Hu Hai. 

—¿No eres un chef profesional? —Xiang Xi no lo creía: —Siempre pensé que eras un chef que se jubiló cuando ganó lo suficiente y prepara té frente a una montaña. Así que, ¿Cómo te mantienes? 

—Mendigo —Hu Hai sonrió: —Me siento en la calle, junto con una caja y toco algo de música. 

—¡Lo digo en serio! —Xiang Xi chasqueó la lengua: —¿O por qué mejor no me dices dónde estás mendigando? te lanzaré un par de monedas de paso. 

—Es un afinador —dijo el anciano Lu con una sonrisa: —Normalmente instala un puesto en la calle y afina instrumentos para tocarle a las personas. 

—Eso es asombroso —Xiang Xi suspiró. De hecho, no sabía qué era un afinador de pianos, ¿De verdad era necesario afinar cuerdas de un piano?, ¿es una especie de maestro? Pero mientras se relaciones con enseñar, sentirá que esto es genial. Eso pensaba mientras comía un trozo  de costilla de cerdo. 

—Mi hermano menor —Hu Hai vaciló por un momento, luego dijo en voz baja: —era muy codicioso, así que pensé en...aprender a cocinar. Si un dia...lo encontraba, cocinaría para él. 

Xiang Xi de repente perdió la voz. 

Ese indescriptible sentimiento de perdida mezclado con un rastro de tristeza, cuando descubrió que Hu Hai no resultó ser su hermano regresó nuevamente. 

Estaba tan bloqueado que no pudo hablar durante mucho tiempo. 

Ese día, en el centro de pruebas, donde se podía recolectar sangre para que los padres encuentren a sus hijos. 

¿Mantou volverá a casa con sus padres? 

Hu Hai y su hermano menor perdido. 

Como también...él mismo. 

Todo el mundo estaba indefenso, pero aun así tenían esperanza. 

—Es bueno hacerlo para mi ahora —Xiang Xi guardó silencio por un momento y de repente, hizo una pausa y miró a Hu Hai: —Hermano. 

Hu Hai lo miró por un momento y luego sonrió; —¿No te gusta el pescado? veo que solo comes costillas. 

—También me gusta el pescado, pero es más conveniente comer costillas —dijo Xiang Xi con cierta vergüenza. 

El anciano Lu sonrió desde un lado y dijo: —Yo soy Sheng-ge, ¿así que puedes hacerme un poco de salsa de cerdo? 

—Es inútil que alguien te llame maestro —dijo Hu Hai: —Tu esposa te ha dicho que no comas carne grasosa y ya es un secreto que hoy dejé que comieras costillas y más de cerdo. 

Xiang Xi no se atrevió a decirle a Cheng Boyan que le había dicho "hermano" a Hu Hai, aunque la idea de reconocer a Hu Hai como su hermano fue hecha por el propio Cheng Boyan. 

Así que cuando Cheng Boyan lo llamó y le pidió que lo llevara a Yunshui, no se atrevió a decir nada más. 

Este hombre era tan celoso, que si se le ocurría seducirlo, quizá mañana no pueda levantarse de la cama por todos los trucos que haría toda la noche. 

Pero para ser honesto, cuando le dijo a Hu Hai "hermano", de repente sintió como si de verdad tuviera un hermano. 

Era el tipo de afecto familiar que había anhelado durante mucho tiempo y aunque no fuera real, era capaz de hacerlo feliz. 

Le había dicho "Ge" a Cheng Boyan en un inicio, pero esto era diferente. En ese momento, era solo una cuestión de amistad, quería acercarse a Cheng Boyan y también, quería que alguien le echara una mano...además, Cheng Boyan no quería que lo llamaran así, ya que es su novio. 

También era "papá" cuando estaba de mal genio, no podía llamarlo por una generación más joven...

—El arroz en tubos de bambú que te compré en el restaurante de té, ¿no dijiste que era bastante delicioso? —Cheng Boyan le entregó una bolsa empacada, que contenía algunos tubos de bambú bastante grandes. 

—Huele tan bien, solo lo dije casualmente, ¿pero aun así lo recuerdas? —Xiang Xi se conmovió en secreto y abrió un tubo de bambú: —¿Lo has comido? 

—No, iré a la casa de té más tarde y pediré algo para comer. Te miraré mientras como —Cheng Boyan sonrió: —¿Estás de tan buen humor hoy? 

—No está mal —Xiang Xi le dio un mordisco con la cuchara— ¿Aún eres capaz de saber si estoy de buen humor? 

—Por supuesto que soy capaz, tu estado de ánimo siempre se demuestra en tu rostro. Eres igual que las hojas de menta que hay en casa, las hojas se caen cuando estás de mal humor, pero son erguidas cuando estás de buen humor 

—Las hojas de mentas se levantan solo después de regarlas —dijo Xiang Xi: —Esta comparación es incorrecta. 

—Sí, ya que un elefante lo regó —dijo Cheng Boyan con una sonrisa: —¿Qué ocurre? 

Xiang Xi no dijo nada, solo dio dos bocados más antes de darse cuenta de lo que dijo y se atragantó: —Tú, desvergonzado impredecible. 

—A mí no me culpes, otros no lo entienden así —Cheng Boyan lo miró: —Tú eres el único que lo malinterpreta, ¿y me culpas a mí? 

—¡Tonterías, anoche me regaste! —Xiang Xi lo miró fijamente durante un rato, luego bajó la cabeza y se llevó a la boca dos bocados: —...olvídalo, mejor comeré. 

Hoy, Xiang estuvo solo y Peng Yunfan no lo recibió personalmente en la puerta trasera. Salió del auto y entró por la puerta trasera, mientras que Cheng Boyan entró por la puerta principal. 

Para ser honesto, todavía temblaba un poco, especialmente cuando pasó por el salón y vio que todas las mesas en el interior estaban ocupadas, y varios camareros sirviendo té, yendo de aquí y por allá. 

Afortunadamente, vio a Hu Hai cuando entró al salón, así que se apresuró y se sentó junto a Hu Hai: —Hermano. 

—¿Estás nervioso? —Hu Hai lo miró. 

—Un poco, pero si estás aquí, tendré los pies en la tierra —Xiang Xi se calmó y dijo: —Coloquemos algo de música genial esta noche. 

—¿Por ejemplo? —Preguntó Hu Hai. 

—Solo...algo normal, no seas demasiado elegante o me pondré nervioso —Xiang Xi apretó sus nudillos: —No creo poder compararme con el estilo libre del maestro, muy minucioso, ¿sabes a qué me refiero? 

—Entiendo —Hu Hai sonrió y asintió: —Lo intentaré. 

Hu Hai iba a pasar primero y tocaba algo casual para estirar un poco los dedos. Xiang Xi tomó un hondo respiro después de comenzar a escuchar el piano y le envió un mensaje de Cheng Boyan: "¿Ya te has sentado?" 

"Ya me senté, solo estoy esperando verte. Encontré una mesa justo al frente"

Xiang Xi sonrió, y cuando pensó en que podría ver a Cheng Boyan al levantar la mirada, inmediatamente se relajó y caminó por el pasillo, hacia el salón. 

Obviamente hoy habían muchas más personas que ayer por la tarde. Había algunas caras conocidas, pero la mayoría eran personas que no había visto ayer. Todos debieron venir para poder ver al anciano Lu. 

Como era de esperar, la posición donde estaba sentado Cheng Boyan era en la mesa grande de al medio, junto con otras personas más. Con la personalidad que tenía Cheng Boyan, si no fuera por el hecho de verlo, nunca compartiría una mesa con otros. 

Cuando se sentó detrás de la mesa, al medio, todos en el salón lo miraron. Ya había experimentado toda esta clase de miradas ayer, así que cuando lo miraron así nuevamente hoy, ya no se sentía tan indefenso como antes. 

La camarera le trajo el té como ayer. 

Cuando tomó la pala, para tomar las hojas de té, el sonido del piano de Hu Hai bajó. Después de algunos sonidos más, cambió la melodía. 

Xiang Xi escuchó durante un rato. Solo pensó que Hu Hai podría tocar algo que normalmente escuchaba con frecuencia, pero nunca esperó que Hu Hai comenzara directamente a tocar algo sobre fuegos artificiales. 

Si Xiang Xi no tendría que estar trabajando con sus manos, casi habría empezado a cantar. 

Pero tenía que decir que se escuchaba bien. Xiang xi puso las hojas de té en la tetera y suspiró mientras probaba la temperatura con los dedos sobre la tetera. De hecho, era solo una persona común, las canciones de Guqin que suele tocar Hu Hai no eran tan frías como esta canción de fuegos artificiales que estaba escuchando hoy. 

El procedimiento seguía siendo el mismo que ayer, pero el té era diferente y los requisitos de temperatura del agua eran diferentes. Para Xiang Xi, no había diferencia. 

Con su mente fija, sus movimientos se volvieron mucho más suaves e incluso hizo un trabajo elegante al sellar la tapa. Colocando la tapa junto al preciso sonido fuerte del piano de Hu Hai. 

Después de esta acción, incluso quiso reírse un poco y antes de que sucediera algo, como un incidente...miró en dirección a Cheng Boyan. Cheng Boyan estaba comiendo bocadillos y mirándolo con una sonrisa en los labios. 

También levantó la comisura de su boca, sin querer sonreír con tanta obviedad. 

Mientras sellaba la tapa de la olla y esperaba, la primera parte de la canción que estaba tocando Hu Hai estaba por terminar, y cuando el sonido se hizo cada vez más débil, luego repentinamente se escuchó con claridad otra canción, Xiang Xi, que estaba tentado un poco a reír, ya no pudo soportarlo más. 

No pudo evitar mirar a Hu Hai, que todavía tocaba seriamente con la cabeza gacha. 

Había dos mesas de jóvenes en la sala que rieron, la canción que Hu Hai de repente tocó una canción sobre cebollas. 

. . .

Cheng Boyan estimó que Hu Hai debió haberlo hecho a solicitud de Hu Hai. Fue un poco inesperado que comenzara con una canción de cebollas, pero de repente regresó con una canción más fría sobre fuegos artificiales, lo que de alguna manera encajaba con el temperamento de Xiang Xi. 

Hubo un ataque indescriptible con el ligero nerviosismo y la casual indiferencia que mostraba cuando se concentraba en preparar té. 

Cheng Boyan miró a Hu Hai. Realmente estaba celoso de este hombre y a la vez lo consideraba buena persona. 

—Señor Cheng —de pronto escuchó la voz de una mujer detrás de él: —¿Por qué no me dijo nada cuando vino? 

Cheng Boyan reconoció la voz de Pan Yunfan y cuando se dio la vuelta, Peng Yunfan ya se había sentado a su lado. Entonces, una chica trajo una taza de té y la colocó sobre la mesa. 

—Jefa Peng... —Cheng Boyan sonrió. 

—Dime Yunfan o Xiao Peng —Susurró Peng Yunfan con el dedo índice levantado hasta sus labios: —Este es el té que normalmente me gusta beber, señor Cheng, pruébelo. 

—No entiendo sobre té —Cheng Boyan tomó la tetera antes de que Peng Yunfan le sirviera té, para servirlo en las dos tazas: —Pero puedo probarlo. 

—No importa si entiendes de té o no, solo si vas a beberlo o no —dijo Peng Yunfan con una sonrisa: —¿Está aquí para ver la actuación de Xiang Xi? 

—Mm —Cheng Boyan asintió y sus ojos se volvieron hacia Xiang Xi. 

—Este joven es bastante especial —Peng Yunfan también lo miró: —Como era de esperar del aprendiz del señor Lu, me gusta mucho el efecto que provoca y los invitados están muy interesados. Es fresco...¿está familiarizado con él señor Cheng? 

—Supongo que lo somos —dijo Cheng Boyan. 

—Entonces, si Xiang Xi está dispuesto a venir a mi casa de té, el señor Cheng vendrá a menudo para apoyarlo —dijo Peng Yunfan: —A su esposa, ¿le gusta el té? Si es así, pueden venir aquí, también tenemos un excelente té floral.  

—Estoy...solo —dijo Cheng Boyan, y sonrió cuando sus ojos se encontraron con los de Xiang Xi. 

Xiang Xi entrecerró los ojos, bajó la cabeza y abrió la tapa de la tetera. La música de Hu Hai había regresado a la segunda mitad sobre fuegos artificiales. 

Durante más de una hora, Xiang Xi preparó té lentamente y de fondo se escuchaba la canción de Hu Hai sobre fuegos artificiales. Pero lo que impresionó a Cheng Boyan fue que nunca fue lo mismo, las melodías, los ritmos cambiaron, y el contenido que le agregaba a mitad de cada una de las canciones, era improvisada. 

Cheng Boyan no entendía muy bien sobre música, pero fue capaz de escuchar por más de una hora y no se sintió aburrido, ni tampoco la encontró repetitiva. 

Miró a Xiang Xi, que había terminado con la ceremonia y estaba ordenando sus cosas. Le dijo a Peng Yunfan que estaba a su lado: —Gracias, Jefa Peng por el té. Debo irme. 

—¿Llevarás de regreso a Xiang Xi? —Peng Yunfan sonrió: —Espero verte de nuevo. 

—Sí —Cheng Boyan asintió. Si no fuera por motivos laborales, probablemente traería y se llevaría a Xiang Xi cada vez que viniera. 

Xiang Xi salió por la puerta trasera junto a Hu Hai, Hu Hai se subió al Q7 del anciano y se fue.. Mientras que Xiang Xi se apresuró y se subió al auto.  

—Hoy estuviste... —Cheng Boyan quería decir que hoy estuvo muy genial, pero antes de que pudiera terminar sus palabras, Xiang Xi lo interrumpió. 

—¡Que genial lo que pasó hoy! —Xiang Xi lo miró fijamente: —¡Pasando la noche con la hermosa jefa! ¿Te volvió a dar una tarjeta de presentación? ¡tírala ahora o la tiraré al inodoro cuando lleguemos a casa! 

Cheng Boyan no pudo evitar reírse: —No me dio ninguna tarjeta de presentación ¿y por qué me daría una nueva? no es esa clase de persona. 

—¿De qué hablaron ustedes dos toda la noche? —Xiang Xi se abrochó el cinturón de seguridad: —¡Tenía muchas ganas de ir a servirles una taza de té en persona! 

—No hablamos nada, solo fueron unas cuantas palabras. Estuve solo mirándote —Cheng Boyan se acercó y besó la punta de su nariz: —De verdad, estuviste tan guapo esta noche. Si esto no hubiera sido una casa de té, realmente hubiera querido acercarme y presionarte sobre la mesa, para quitarte los pantalones...

—¡No estamos en la casa ahora! —Xiang Xi gritó: —¿Puedes prestarle más atención a esto? 

Cheng Boyan encendió el auto mientras reía, y cuando estaba dando la vuelta para alejarse, el teléfono de Xiang Xi sonó. Lo sacó y tardó un poco en atender, lo miró y volvió a gritar: —¡Es el oficial Zhang! ¡El oficial Zhang! ¡Qué habrá...! 

—Date prisa —dijo Cheng Boyan. 

Xiang Xi contestó el teléfono, sintiendo que le temblaba la mano, así como su voz: —¿Oficial Zhang? 

—Xiang Xi, ¿verdad? —Escuchó la voz del oficial Zhang al otro lado: —Debería haber llamado antes, pero acabo de terminar mi trabajo...

—Sobre...el tío Ping...¿hay noticias? —Preguntó Xiang Xi. 

—Sí, deberían de informar todo en las noticias de esta noche —La voz del oficial Zhang se escuchaba un poco cansada, pero junto con ese tono de alivio. 

—¿Por qué no me lo dice antes? ¡tardarán un poco en las noticias! —Xiang Xi se rió y dijo en voz alta: —¡¿Realmente lo atraparon?! 

—Después de mucho y de varios inconvenientes, los principales culpables han sido capturados —El oficial Zhang rió de buena gana: —Una cosa más, Xiang Xi, ven mañana. Todavía tengo algunas preguntas en las que necesito tu ayuda.  

—¡De acuerdo! ¡No hay problema! —Xiang Xi asintió vigorosamente. 

Después de colgar la llamada, vio que sus dedos se habían puesto de color blanco debido a que ejerció fuerza. 

—¡Los atraparon! —Se giró para mirar a Cheng Boyan: —¡atraparon al tío Ping! ¡También atraparon a Erpan! 

—¡Sí! —Asintió Cheng Boyan. 

—¡Los atraparon a todos! —Xiang Xi tiró el teléfono hacia el asiento trasero, lo agarró del brazo y lo sacudió con fuerza, con lágrimas en los ojos: —¡Los atraparon a todos! De ahora en adelante, nadie...¡ya nadie más me va a retener! ¡Nunca más! 

—Nadie podrá retenerte más —Cheng Boyan acarició su cabeza: —Nadie más, nunca.