Capítulo 78

"Estar decepcionado significa que todavía te aferras a la esperanza"

En el momento en que Hu Hai dijo estas palabras, Xiang Xi sintió como si un trueno antes de una tormenta de verano, lo golpeó con fuerza. 

De repente se quedó paralizado en la silla, sintiéndose un poco sin aliento y entró en pánico. 

Tercer cumpleaños. 

El hermano de Hu Hai tenía tres años cuando se perdió. 

Un niño de tres años puede caminar y hablar, ya no era solo un bulto de piel. 

Tampoco como si tuviera recuerdo alguno...

No. 

No era el hermano menor de Hu Hai. 

Él no era el hermano menor de Hu Hai. 

Esta respuesta en verdad no era sorprendente. Siguió recordándose a sí mismo que esto sólo era una pequeña posibilidad, algo que podría o no podría ser. 

Pero tal vez porque había estado esperando a sus padres y a su familia, el colgante de jade que usó para poder mostrar su riqueza sobre su pecho ya había perdido su relevancia incluso antes de aparecer, y no podía simplemente aceptarlo. 

Ya ni siquiera necesitaba preguntarle a Hu Hai, si reconocía el colgante de jade o si su hermano menor tenía un lunar lagrimal en su rostro. 

Todas las líneas que preparó, tantos giros y vueltas, nada de eso importaba. 

Un sentimiento de decepción de apoderó de él y se extendió por todo su cuerpo. Esto era tan pesado que Xiang Xi no podía quedarse quieto. 

—Tú... —Hu Hai permaneció en el alfeizar de la ventana durante mucho tiempo, al no escuchar la voz de Xiang Xi, giró la cabeza y se sorprendió un poco cuando lo vio: —¿Qué pasa? 

Xiang Xi volvió a sus sentidos y no habló, pero inconscientemente se tocó la cara. 

No había lágrimas. 

Estaba bien. 

Probablemente sea sólo que la expresión de su rostro no era muy agradable. 

—Nada —Xiang Xi bajó los párpados y miró el Qin que estaba frente a él. Y no pudo evitar suspirar suavemente: —Él ya tenía tres años. 

Hu Hai se recostó en la silla, lo miró fijamente durante un rato y se inclinó hacia adelante. Extendió la mano hacia su cuello y tocó ligeramente la pequeña esquina del colgante: —¿Te lo compraste? 

—No —Xiang Xi sonrió y sacó el colgante: —Esto es de...mis padres, tal vez. 

—Es un Ruyi [1] —Hu Hai lo miró y dijo: —Escuché al anciano hablar sobre esto. 

—Yo... —Xiang Xi lo miró: —¿Puedo ver tu colgante? 

Hu Hai no dijo nada, simplemente sacó su colgante de jade de su cuello y lo colocó sobre su mano: —Mi madre me dio esto y lo he estado usando todo este tiempo. Mi hermano...no tiene, un lunar como el tuyo. 

Parecía que Hu Hai había entendido sus intenciones. Xiang Xi bajó la cabeza y miró el colgante de jade de su mano. 

Tal como dijo Cheng Boyan, esta pieza de jade era muy hermosa y color jade era de buena calidad. Se parecía mucho a su propio colgante, pero el tamaño era diferente. La pieza de Hu Hai era mucho más pequeña y la talla no era un Ruyi, sino que tenía la forma de un conejo redondo.

Realmente no. 

El hermano menor de Hu Hai no tiene un colgante de jade. Aparte de que ambos eran buenas piezas, no había otra coincidencia más. 

Tampoco tenía un lunar. 

—¿Naciste en el año del conejo? —Preguntó Xiang Xi. 

Cuando levantó los ojos para mirar a Hu Hai, sintió picazón en la comisura de los ojos. Y antes de bajar la cabeza, una lágrima se había deslizado por su rostro y goteó sobre su mano. 

—Mm —Hu Hai se levantó, sacó un pañuelo de papel sobre la mesa de té y se lo entregó. 

Xiang Xi agarró un pañuelo y rápidamente se frotó los ojos. ¿De verdad estaba llorando?

Ni siquiera tenía ganas de llorar, solo se sentía decepcionado. ¿Por qué estaba llorando? 

—Pensé... —Xiang Xi se aferró al pañuelo y sonrió: —Puede que pienses que es gracioso. 

—No lo creo —Hu Hai se recostó en el taburete del piano, bajó la cabeza y comenzó a tocar suavemente las cuerdas: —Entiendo lo que sientes. Yo no soy tu hermano, por lo que también estoy un poco decepcionado. 

Xiang Xi no habló, solo sonrió en silencio. 

—La decepción también es un sentimiento —dijo Hu Hai: —Estar decepcionado significa que todavía te aferras a la esperanza, ¿verdad? y es terrible cuando la decepción desaparece. 

—Tú... —Xiang Xi lo miró: —¿Te sientes decepcionado? 

—Sí —Hu Hai sonrió: —Tú no eres mi hermano menor, lo que me hace sentir muy decepcionado. 

Esta frase hizo que Xiang Xi, que acababa de secarse los ojos y estaba recuperando aliento, perdiera repentinamente el control y las lágrimas brotaran como si una puerta se hubiera abierto. 

—¿Dije algo malo? —Hu Hai dejó de tocar y lo miró confundido: —Xiang Xi, no llores. 

—Estoy bien —Xiang Xi se puso de pie y con los brazos cubriéndose los ojos: —Yo solo estoy...un poco agraviado. 

Antes de que Hu Hai pudiera hablar, se dio la vuelta y entró a la cocina. Abrió el grifo, se inclinó sobre el fregadero y se lavó la cara vigorosamente. 

Solo era agravio. 

No sabía por qué se sentía agraviado. 

No sabía por qué tuvo una reacción tan grande antes algo que no tenía esperanza. 

El piano de Hu Hai volvió a sonar y se apoyó al borde del fregadero con sus brazos para escuchar. 

La canción que Hu Hai tocó antes era muy tranquila y lenta. Cuando había alguna emoción y el ritmo se aceleraba, sonaba tal como un llanto, notándose la diferencia de llorar por felicidad e infelicidad. Pero lo que estaba tocando ahora, no era algo que escuchó de manera habitual. 

Xiang Xi fue capaz de tararear la canción. 

Xiang Xi se sintió más alegre después de escuchar por un rato, se secó la cara con su ropa y salió de la cocina: —¿Bubugao? [2] parece como si ya fuese año nuevo...

—¿Qué te pareció? —dijo Hu Hai: —¿Estás feliz? 

—Mm —Xiang Xi asintió.

—Ya no llores —dijo Hu Hai mientras aún tocaba: —Tu maestro pensará que te estoy intimidando. 

—No te preocupes —Xiang Xi sonrió, se sentó en la mesa de té y comenzó a hervir agua: —Puedo cambiar mi rostro rápidamente, es una de mis habilidades. 

El anciano Lu llegó mientras Xiang Xi estaba preparando té, y había una niña detrás de él, Xiang Xi aún la recordaba. Ella fue quien se negó a dejarlo entrar cuando llegó como aprendiz aquí por primera vez, la nieta del anciano Lu. 

—Hola —La niña lo saludó y él también lo saludó, luego se acercó a Hu Hai y se sentó cerca de él: —Maestro Hai, una canción melodiosa. Tu maestro hoy me regañó y estoy de mal humor. 

—Mi nieta, Lu Maioyu —El anciano Lu tomó la taza, bebió un sorbo de té y se sentó frente a él: —No te preocupes por ella, vayamos a los nuestro. 

—Bien —Xiang Xi asintió. 

Lu Miaoyu era bastante silenciosa y no era tan ruidosa como lo parecía. Simplemente se quedó ahí sentada, escuchando a Hu Hai tocar y se acercaba de vez en cuando a beber una taza de té. 

Cuando Xiang Xi comenzó a preparar té para la segunda ronda, se dio la vuelta, se recostó en el respaldo de la silla, lo miró y luego extendió la mano: —Quiero una taza, maestro. 

—¿Llamas a cualquiera maestro? —Xiang Xi le acercó una taza. 

—¿Qué se lo digo a todos? —dijo con una sonrisa: —No, todas las personas a las que llamo maestro se sienten como maestros, y pareces uno. 

—Gracias —dijo Xiang Xi: —Me lo tomaré en serio. 

—De verdad, te estoy elogiando —Lu Miaoyu bebió un sorbo de té: —Te ves muy bien con este estilo que tienes y de verdad lo tienes, siento que estás listo para enseñar. ¿Verdad, abuelo? 

El anciano Lu se rió durante mucho tiempo después de escuchar esto, luego bebió un sorbo de té y miró a Xiang Xi: —Creo que sí. 

—¿Eh? —Xiang Xi quedó atónito: —Si no cobras las clases, no puedes arreglártelas bien ¿verdad? Solo he estado aquí unas pocas veces ¿y ahora quiere echarme?  

—¿Quién quiere echarte? —El anciano Lu miró el té en su taza: —Hay que obtener algo de experiencia práctica. 

—¿Qué quiere decir? —Xiang Xi lo miró con sospecha. 

—¿Qué tal si vienes a la casa de té contigo la próxima vez? —dijo el anciano Lu: —A Yunshui Fanxin. 

—¿Yo? —Xiang Xi se sorprendió. Yunshui Fanxian es una casa de té de muy alta gama y muchas personas que van allí saben mucho sobre té. Las palabras del anciano Lu le impidieron reaccionar a tiempo: —¿Sentarme a su lado? 

—Te sentarás detrás de la mesa de té —El anciano Lu lo miró con insatisfacción: —Eres una persona que usualmente es tan inteligente, ¿por qué ahora actúas tan lento cuando se trata de un asunto serio? 

—¿Qué pasa si comento un error? ¿Qué pasa si me equivoco? —Xiang Xi de repente se puso nervioso. La escena de estar sentado allí, preparando té para un grupo de personas amantes del té y mirándolo, casi tira la tetera con tan solo pensarlo. 

—Entonces todo lo que has aprendido habrá sido en vano, y si se rompe, que se rompa —dijo el anciano Lu con facilidad. 

—Si se rompe, el dinero será reducido al maestro —dijo Hu Hai desde un lado: —Todo bien. 

—Y él lo hizo —Lu Miaoyu señaló inmediatamente a Hu Hai: —por lo que fue expulsado de la clase, ahora se gana la vida tocando el piano y haciendo artes escénicas. 

Xiang Xi se divirtió y se rió durante mucho tiempo. 

—No te entrometas —El anciano Lu agitó la mano: —estoy hablando asuntos serios con Xiang Xi. 

—Entonces hablen —Lu Miaoyu se giró y continuó escuchando a Hu Hai tocar. 

El anciano Lu estaba hablando muy en serio y realmente planeaba llevar a Xiang Xi a Yunshui Fanxin. 

Xiang Xi se asustó cuando escuchó esto. La verdad, ahora estaba muy familiarizado con la preparación del té, pero el anciano Lu nunca le había alguna instrucción sobre los movimientos que debía usar en una preparación, simplemente decidió hacer lo que más le resultara cómodo. No tenía idea si estaba calificado o no. 

El anciano Lu estaba muy confiado y agitó la mano: —¿lo has olvidado? el té no es algo que deba ser estrictamente formal. Todo el mundo es capaz de beberlo y cada uno tiene sensaciones diferentes después de beberlo, no hay un estándar. 

Xiang Xi no dijo nada. 

—Siempre y cuando muestres tu estilo, es suficiente —dijo el anciano Lu: —¿Algunas personas no creen que ya tienes un cierto estilo? 

Lu Miaoyu que estaba sentada de espalda a ellos, no miró hacia atrás cuando escuchó esto. Simplemente levantó la mano: —Presente. 

Xiang Xi ya no luchó más, solo pensando en que podría intentarlo y lo peor que podría hacer era romper una taza. El anciano Lu tenía tanta demanda que ni siquiera necesitaba una invitación y es posible que las personas no digan nada.

Cuando Xiang Xi bajó las escaleras después de hablar sobre té, se sintió un poco cansado.  

El auto de Cheng Boyan estaba estacionado bajo la sombra de los árboles de abajo, Cheng Boyan estaba sentado dentro del auto y con la cabeza gacha, mirando su teléfono. 

Xiang Xi se paró frente al auto y sintió que su estado de ánimo era muy complicado esta noche. Cuando se estaba divirtiendo con el anciano Lu y Lu Miaoyu, ni siquiera sabía lo que estaba pensando. 

Ahora que de repente veía a Cheng Boyan, tuvo un sentimiento real. Todo su cuerpo se relajó, esos diversos sentimientos de fatiga, pérdida, una indescriptible decepción y esperanza, todo estaba ahí. Esos sentimientos de querer algo, pero no sabiendo dónde empezar le hicieron querer encontrar un lugar para recostarse. 

—Oye —dio una palmada en la parte delantera del auto: —Esto es un robo. 

Cheng Boyan levantó la cabeza dentro del auto y le sonrió cuando vio que era él: —Sube. 

—Baja —dijo Xiang Xi: —No quiero moverme. 

Cheng Boyan abrió la puerta, salió del auto y caminó hacia él: —¿Qué pasa? 

—Hablemos de eso más tarde —Xiang Xi se apoyó en él y abrazó su cintura: —Dame un abrazo. 

—Mm —Cheng Boyan no hizo más preguntas, estiró los brazos y lo abrazó con fuerza. 

—Más fuerte —Xiang Xi cerró los ojos y tomó un respiro hondo. Inhalando el familiar y tranquilizador aroma a limón del cuerpo de Cheng Boyan. 

Cheng Boyan lo apretó más entre sus brazos, abrazándolo con más fuerza. 

Esta sensación de seguridad envuelta, inmediatamente hizo que Xiang Xi se relajara.

. . .

Después de subirse al auto, Xiang Xi se dejó caer en el asiento, se acostó y cerró los ojos.  

Antes de que el auto llegara a la intersección, Cheng Boyan escuchó sus ligeros ronquidos y giró la cabeza sorprendido, descubriendo que se había quedado dormido. 

Cheng Boyan bajó el volumen de la música que se escuchaba en el auto. Podía adivinar el resultado de la demostración de su colgante de esta noche, la reacción de Xiang Xi lo decía todo. 

De hecho, esto no era inesperado. Cheng Boyan sabía que la posibilidad de que dos hermanos se encontraran en el vasto mar de personas era tan baja que podía ignorarse, pero cuando vio a Xiang Xi así, de repente se sintió arrepentido. 

Nunca había sido tan impulsivo al hacer las cosas, pero esta vez, fue tan impulsivo debido a un colgante que destelló ante sus ojos, e impulsar la alegría de Xiang Xi fue en vano.

Suspiró suavemente, fue realmente impulsivo.  

Después de regresar a casa, Xiang Xi fue al baño a darse una ducha sin decir ninguna palabra, mientras que Cheng Boyan se mantuvo sentado en la sala de estar. Tomó el libro y lo abrió, pero por mucho tiempo no fue capaz de leer ninguna palabra. 

Cuando Xiang Xi salió del baño, su cabello goteaba y no se había secado. Cheng Boyan miró el agua que goteaba en el suelo y no dijo nada. 

Xiang Xi se sentó a su lado, encendió la televisión y la miró, y después de unos minutos dijo: —Hu Hai no es mi hermano, su hermano ya tenía tres años cuando se perdió. 

—Con que fue así —dijo Cheng Boyan en voz baja. 

—Su colgante es diferente al mío, y su hermano menor no tenía uno cuando se perdió —Xiang Xi se quitó el colgante de jade, sacó un trozo de papel y envolvió la cuerda dentro del papel. Y luego el jade. 

—No lo vi con claridad —Cheng Boyan extendió la mano y rascó suavemente su nuca. 

—Pero no es nada —Xiang Xi abrió el papel, sacó el colgante y lo miró: —¿No también me tomé una muestra de sangre? quizá pueda encontrarlos. 

Antes de que Cheng Boyan pudiera hablar, volvió a decir: —Quizá, y aunque no haya comparación, no importa. 

Cheng Boyan no sabía qué decir, solo lo abrazó y frotó su espalda varias veces: —Lo siento, si no me hubiera vuelto impulsivo por el colgante de Hu Hai, no se habría resultado así y no habría hecho que te decepcionaras tanto. 

—¿Cómo puedo culparte? —Xiang Xi apoyó la barbilla en su hombro: —Si hay esperanza, te decepcionarás. Tener algo de esperanza es algo bueno. 

—Mm —Cheng Boyan siguió dándoles suaves palmaditas en su espalda. 

—Lo que dijo Hu Hai, tuvo sentido —dijo Xiang Xi: —me siento mucho más relajado después de escucharlo. 

—¿Por qué no lo...reconoces como tu verdadero hermano? —dijo Cheng Boyan. 

Pero cuando dijo esto, se arrepintió y quiso presionar un botón para retroceder, como también coserse la boca. 

—¿Eh? —Xiang Xi inclinó la cabeza hacia atrás y lo miró: —Es bastante bueno, pero...

—Solo hablo de manera casual —dijo rápidamente Cheng Boyan. 

—¿Crees que no estará de acuerdo? —dijo Xiang Xi en voz baja. 

—No, eso no...no es lo que quise decir —Cheng Boyan sintió que su coeficiente intelectual parecía haber retrocedido hasta el nivel 0, de manera reciente: —Solo lo dije casualmente, ¿realmente quieres reconocerlo como tu hermano? 

—¿No se puede? —Xiang Xi levantó los ojos y miró la lámpara: —Creo que es como un hermano mayor, igual que tú, es muy amable y habla con mucho sentido...

—¿Qué quieres decir que es igual a mí? —Cheng Boyan chasqueó la lengua: —Yo soy tu novio, no te equivoques. 

—Oh —Xiang Xi pensó por un momento. De pronto se sentó erguido, cruzó las piernas en el sofá y lo miró fijamente durante mucho tiempo. Y de repente se rió: —Cheng Boyan. 

—¿Qué pasa? —Cheng Boyan lo miró. 

—Finalmente lo entiendo —Xiang Xi no podía dejar de reír: —¿Estás celoso? 

Cheng Boyan no habló, después de un rato, se reclinó en el sofá y dejó escapar un largo suspiro de alivio: —¿Finalmente lo descubriste? 

—¿Estás realmente celoso? —Xiang Xi se rió aún más cuando escuchó esto: —Dios mío. 

—He estado trabajado duro y más trabajando con mis celos durante tanto tiempo sin dudarlo ¿y estás así de feliz? —dijo Cheng Boyan con una sonrisa. 

—No —Xiang Xi se frotó la cara: —¿Estás loco? ¿toleraste tus celos con Hu Hai? 

—De lo contrario, ¿de quién más estaría celoso? ¿de tu maestro? —dijo Cheng Boyan. 

—Mi maestro era muy talentoso cuando era joven —Xiang Xi estaba tan feliz, que se tumbó en el sofá y colocó sus pies sobre sus hombros, balanceándolos: —También pinta y escribe caligrafía. ¿No lo viste cuando fuiste la última vez? Las palabras escritas al costado del gabinete de té, fueron escritas por él y también, me dijo que me haría una cuando tuviera tiempo...

—Entonces ve, ve rápido —Cheng Boyan apartó sus pies y lo empujó dos veces: —Vete con tu maestro. 

—Será en dos días, no, mañana —Xiang Xi pensó en esto y volvió a sentirse feliz. 

—¿Por qué regresarás mañana? —Cheng Boyan quedó atónito: —¿Tienes clases extras? 

—No —Xiang Xi se sentó y frunció el ceño: —El maestro me dijo que me llevaría a trabajar...a trabajar, ir a Yunshui Fanxin. ¿Crees que puedo hacer esto? 

—¿A partir de mañana? —Cheng Boyan se sorprendió aún más, que cuando lo escuchó por primera vez. 

—Mm, no me pagarán, pero puedo ir y sentir el ambiente —Xiang Xi se frotó las manos: —¿Por qué me siento un poco nervioso?  

—Eres increíble —Cheng Boyan le dio unas palmaditas: —¿Eres el primero entre los muchos aprendices de tu maestro en convertirse en un discípulo? 

—Antes de ser un discípulo, todavía debes seguir aprendiendo y solo voy a sentir —dijo Xang Xi, pero además de estar nervioso, todavía había un poco de orgullo manifestado en su rostro. 

—Entonces ve y siéntelo —Cheng Boyan sonrió: —¿Será por la noche? 

—Por la tarde —dijo Xiang Xi: —Hay muchas personas por la noche, así que me dijeron por la tarde, por temor a colocarme nervioso. 

—Entonces no podré ir —Cheng Boyan suspiró: —Me perderé tu primera actuación. 

—¿Qué podrías perderte? Si realmente soy capaz, habrá muchas oportunidades a futuro —Xiang Xi tiró de su cabello y dijo con una sonrisa: —Oye, la nieta del maestro me llamó Maestro hoy. 

—Maestro Xiang Xi, no lo entiendes, es como perderse la primera actuación de mi hijo —Cheng Boyan sintió que una gota de agua se acercaba a su cara y chasqueó la lengua: —¿Dónde está el secador? ¡o mejor, por qué no usas estas gotas para regar la maceta de mentas! 

—Eres tan problemático —Xiang Xi se levantó y fue al baño a secarse el cabello. Luego fue al dormitorio y regó las pequeñas macetas de menta con la pequeña regadera en forma de elefante: —Oye, ¿le compraste esta regadera a tu hijo? que infantil. 

—Sí —Cheng Boyan entró al baño: —Mi hijo disfruta mucho usándolo. 

Era bueno hablar de Yunshui Fanxin, de esa manera, podría distraer de manera temporal su estado de ánimo deprimido. 

. . .

Cuando se levantó temprano por la mañana, sacó el juego de té que trajo Cheng Boyan y practicó solo de un lado a otro en la casa. 

Era solo práctica, pero no sabía qué más practicar. Es decir, solo era preparar una y otra vez té. 

Tal como dijo el anciano Lu, no debería haber estándares para este asunto, simplemente debía hacer lo que más lo acomode. El buen té siempre viene del corazón. 

Al mediodía, de repente recordó algo importante. Rápidamente tomó su teléfono y llamó al anciano Lu: —¡Maestro! ¿Qué debería ponerme por la tarde? 

—Pues ropa —No sabía si el anciano Lu era tonto o simplemente se estaba burlando de él. 

—¿No puede ser algo más? —Xiang Xi frunció el ceño: —Quiero decir, no sé cómo decirlo, usar eso o no...al igual que usted y Hai-ge. 

—¿Tienes algo así? —Preguntó el anciano Lu. 

—No —dijo Xiang Xi. 

—¿Entonces qué deberías ponerte además de ropa? —dijo el anciano Lu. 

—¡¿No es esto lo que estoy preguntando?! —Xiang Xi se volvió ansioso. 

—Solo usa tu ropa habitual —El anciano Lu se rió: —Mira lo nervioso que estás, estarás bien, pase lo que pase. 

—¿Debería usar jeans? —Preguntó Xiang Xi. 

—Sí —el anciano Lu suspiró: —No olvides lo que dije cuando te pongas nervioso. 

—...está bien, lo entiendo —Xiang Xi se calmó: —El té es té, beber té es beber té, ya lo sé. 

Alguien inesperadamente hizo una entrega de comida rápida en la puerta al mediodía. Cuando Xiang Xi fue llamado y le pidieron que bajara a buscarlo, casi pensó que era una estafa o que el tío Ping le había tendido una trampa. 

—El señor Cheng ordenó la comida, diciendo que era para su hijo —dijo el repartidor. 

—¿Hijo? yo...bajaré a buscarla —Xiang Xi colgó el teléfono. Mientras se cambiaba de zapatos, susurró: —Joder, esa adicción suya. 

Cheng Boyan le pidió un almuerzo al restaurante de té que estaba frente a la comunidad. Cheng Boyan estaba bastante satisfecho con la comida en ese restaurante y hoy le pidió unos fideos, junto con una sopa. 

Xiang Xi subió con la lonchera y le envió un mensaje de texto a Cheng Boyan. 

"La comida fue recibida papá" 

Cheng Boyan no le respondió, probablemente porque estaba demasiado ocupado. 

Estaba felizmente sentado con las piernas cruzadas en el sofá, comiendo y mirando la televisión. Después de comer, notó una gran gota de sopa en el sofá. 

—¡Estoy jodido! —Empacó la lonchera con horror y se tumbó en el sofá, para examinarla cuidadosamente. 

La revisó por dos minutos, para asegurarse de que solo fuera esta gota de sopa. Pero como el sofá estaba hecho con una tela de arpillera y si algo goteaba en él, no se podría limpiar con papel. 

Estaba un poco deprimido. Aunque Cheng Boyan quitaba la funda del sofá y la enviaba a la lavandería cada pocos meses, no había pasado ni siquiera veinte días desde que la reemplazó...

Había goteado en un lugar bastante obvio, en el asiento habitual de Cheng Boyan. 

Después de luchar durante mucho tiempo y aún no poder deshacerse de la gota de sopa, el anciano Lu lo llamó. Dijo que ya había llegado en un auto y le pidió que saliera. 

Tuvo que tomar un cojín y colocarlo sobre la gota de sopa, luego agarró su bolso y salió corriendo por la puerta. 

El anciano Lu dijo que había un auto estacionado en la entrada de la comunidad, y después de básicamente salir por la puerta y mirar hacia ambos lados, solo había un Q7 color blanco. 

Justamente cuando dudaba si acercarse y echar un vistazo, alguien en el auto tocó la bocina. De pronto una cabeza asomó del auto y agitó la mano. 

Vio claramente que esta persona era Hu Hai y se sorprendió un poco. Para ser honesto, ni Hu Hai ni en el anciano Lu parecía alguien que condujera un Q7, así que se acercó y miró el auto: —¿De quién es este auto? 

—Es de tu maestro —dijo Hu Hai: —Súbete al auto. 

—¿El maestro todavía un auto tan bueno? él... —Xiang Xi abrió la puerta y se sentó en el asiento trasero. Después de que se sentó, se dio la vuelta y vio a alguien a su lado. Cuando lo miró con calma, parecía ser un gánster con un par de gafas de sol y quedó atónito: —¿Ma...estro? 

—Aquí estoy —dijo el anciano Lu. 

—Hoy está nublado —Xiang Xi miró por la ventana y agitó la mano frente a sus ojos: —¿Qué día es hoy? 

—No molestes —El anciano Lu sonrió: —Mis ojos no se sienten bien hoy y el viento hace que incluso derrame lágrimas. 

—¿Está bien que no descanses? —Xiang Xi se acercó hacia sus gafas para ver sus ojos: —¿Te gustaría ir al hospital? mi amigo trabaja en el hospital. 

—No, me pasa todo el tiempo —el anciano Lu le dio unas palmaditas en la pierna y dijo: —Tomará un poco más de tiempo hoy, será casi una hora y estarás unos diez minutos. 

—¿Qué? —Xiang Xi quedó atónito. El anciano Lu normalmente actuaba por una hora, por lo que pensó que subiría y estaría menos que eso, pero no esperaba que el tiempo se revertiera ahora. 

El anciano Lu sonrió y no dijo nada. 

—¡Vamos! —dijo Hu Hai al frente. 

Ahora era demasiado tarde como para actuar y discutir. Antes de que Xiang Xi pudiera adaptarse al caos causado por el repentino cambio de hora, el auto ya había llegado a la parte trasera de Yunshui Fanxian. 

Una mujer con falda larga estampada, la misma que vio presentando el té a los invitados cuando llegó ese día de pie en la puerta, los vio cuando su auto se había detenido, sonrió y se inclinó levemente. 

Cuando Xiang Xi se bajó del auto, miró al anciano Lu. Por lo general, no usaba gafas de sol, pero hoy llevaba un abrigo y gafas de sol, y de repente tuvo la ilusión de que un jefe mafioso salió a divertirse con uno de sus hermanitos, un conductor y un guardaespaldas. 

—Señor Lu, está aquí —dijo la mujer con una sonrisa. 

—No pensé que iba a estar aquí. Este es el aprendiz del que le hablé, Xiang Xi —El anciano Lu señaló a Xiang Xi con una sonrisa y luego se giró para presentársela a Xiang Xi: —Este es la jefa de Yunshui Fanxin, Peng Yunfan. 

¿Jefa? ¿Ella? 

—Hola —Peng Yunfan sonrió y le tendió la mano. 

Xiang Xi rápidamente dio un paso adelante y le estrechó la mano: —Hola, jefa Peng. 

—Planeé pedirle a Xiang Xi que viniera conmigo hoy —dijo el anciano Lu: —¿Tiene alguna objeción? 

—Por supuesto que no hay objeción, ¿Cómo podría tener alguna objeción sobre su aprendiz? —Peng Yunfan se volvió y miró a Xiang Xi: —Gracias por su arduo trabajo hoy. 

—No es difícil —dijo Xiang Xi. Sería bueno no terminar rompiendo la taza, así qué, ¿qué más lo molestaría? 

Aún no había llegado el momento, por lo que Peng Yunfan los invitó a sentarse primero en el salón. Xiang Xi la siguió hasta el final y pasó por la sala donde el anciano Lu preparó té la última vez, miró hacia el interior. 

Ya había siete u ocho invitados sentados adentro, tomando té y conversando, no había muchas personas. Xiang Xi exhaló un suspiro de alivio y justamente cuando estaba a punto de darse la vuelta y seguir caminando, un cliente en la mesa junto a la ventana de repente levantó la mano y la agitó hacia él. 

Quedó atónito cuando lo vio, ¿Song Yi?  

—¿Song-ge? —Se inclinó hacia la ventana y preguntó en voz baja. Al mismo tiempo, vio a Lin He sentado frente a Song Yi: —¿Qué hacen aquí? 

—Boyan nos pidió que viniéramos a apoyarte —Lin He sonrió. 

Tan pronto como escuchó el nombre de Cheng Boyan, vio a Song Yi y luego a Lin He, sintiendo que su corazón se calentó repentinamente. Provocando que la mayor parte de su nerviosismo anterior se disipó repentinamente. Golpeó ligeramente con sus dedos el alféizar de la ventana y dijo con una sonrisa: —Gracias, mírenme luego. 

.......

[1] Ruyi (如意) es un tesoro artesanal tradicional chino, generalmente está hecho de jade u oro y simboliza que "todo va bien" o de prosperidad. 

[2] Bubugao (步步高) es una obra representativa del famoso maestro musical de Guangdong Lu Wencheng.