Capítulo 88

La abuela parecía la persona más increíble y astuta de aquí...

Lin Wuyu miró el ascensor que bajaba lentamente desde el último piso, estaba tan ansioso que quería de una vez abrir la puerta y entrar, y de paso gritarle. El ascensor en un momento se detuvo en el segundo piso, lo cual era algo increíble. 

—No puedo entender a las personas que toman el ascensor desde el segundo piso —dijo Liu Jinpeng— Aún con el ascensor llegue al segundo piso, ese tiempo en que se abre y se cierra la puerta, es suficiente para que pueda bajar las escaleras...

Las puertas del ascensor se abrieron y una tía salió, y los miró a ambos. 

Lin Wuyu se apresuró a entrar al ascensor, y Liu Jinpeng lo siguió. 

Aunque solo eran dos dentro del ascensor, todavía sentía que Liu Jinpeng vestido así se sentía apretado, como si estuviera a punto de subir una montaña y el ascensor se llenó apenas entró.  

—No seas impulsivo, hay que tocar primero la puerta —dijo Lin Wuyu— Si alguien te dice algo, solo dile que vienes por Ding Ji para poder salir. 

—Tocar la puerta tal vez sirva, pero decir que estoy aquí y pretender que los estoy invitando a salir...su padre no sospechará que no estoy aquí exactamente para eso, sino que más bien a pelear, ¿verdad? —dijo Liu Jinpeng. 

—Sé precavido. —dijo Lin Wuyu— Concentremos en eso. Si él piensa eso, será debido a su suposición. 

—Tan meticuloso —Liu Jinpeng lo miró. 

—Ayudarás a Ding Ji de esa forma si lo piensas de otra forma —Lin Wuyu también lo miró— Así que debes hablar de forma muy meticulosa. 

—Solo obsérvame —dijo Liu Jinpeng— Aunque no haya ido a la universidad, no significa que no fui a la escuela. 

Lin Wuyu sonrió. 

—¿Aún eres capaz de sonreír? —dijo Liu Jinpeng, con algo de admiración. 

—¿Entonces debería llorar? —Lin Wuyu suspiró— La verdad es que estoy tan nervioso que siento mis sienes saltar. 

—Yo estoy tan nervioso que siento la parte posterior de mi cuello saltar —dijo Liu Jinpeng. 

—Eso es porque tu ropa es demasiado pesada —dijo Lin Wuyu. 

—Tonterías —Liu Jinpeng agarró de su ropa de cuero y lo levantó, para luego mover el cuello: —Pero parece...ah, ¡ya estamos llegando, estamos llegando...!

Lin Wuyu jamás había planeado hacer algo tan escandaloso hasta este punto de su vida, por lo que estaba muy nervioso. Liu Jinpeng reaccionó como si el ascensor jamás se tuviera que detener, que parecía que llegando al piso, iba a salir corriendo en dirección al baño. 

—Controla tus emociones, no hagas un escándalo e intenta evitarlo —Lin Wuyu salió del ascensor. 

—Mm —Liu Jinpeng se detuvo frente a él— Yo seré él que toque la puerta, después de todo, los miembros de la familia me conoce. Si eres tú el que abre la puerta y te ven, sabrán enseguida lo que está pasando, y la situación no se calmará. 

—Está bien —Lin Wuyu asintió. 

. . .

—¿A qué tipo de pollo se refiere esto? —le preguntó la abuela a la tía. 

—Quién sabe, no sé si se trata de algún pollo nativo, criado, un pollo negro o un faisán —la tía miró a su hermano con cierto desagrado: —Tu hijo solo permitió que lo vieras, que él te de las explicaciones. 

Ding Ji destrozó por completo la puerta y salió del dormitorio. 

Dentro de este milagroso momento crítico, primero gritó y luego rompió la puerta, pero nadie lo detuvo, ni siquiera sus padres se movieron. 

Como si todo el espacio se hubiese congelado. 

No fue hasta que pateó el trozo de madera que cayó a un lado de sus pies y mirando a su padre, que su tía reaccionó. Para correr hacia él y abrazarlo: —¡Ding Ji! ¡¿Qué estás haciendo?! 

—¡Tú! —Ding Ji miró a su padre— ¿Tomaste mis cosas? 

Su padre frunció el ceño: —Dejaste tu ropa tirada en el sofá, tu mamá solo la tomó, ¡y se cayó! 

Ding Ji creyó esta oración de manera intuitiva. Sabía que su madre tomaría su ropa que dejó en el sofá, pero sin importar si su colgante fue descubierto de manera intencional o no, no podía aceptar que su padre se lo entregara a su abuela. 

—¡¿No puedes volver a guardarlo?! —Ding Ji lo miró fijamente, su voz se quebró— ¡Si se cayó! ¡¿No puedes simplemente regresarlo a su lugar?! 

—Esta placa de identificación, ¿temes que alguien más la mire? —dijo su padre. 

—¡Temer a que alguien lo vea y que lo expongas de esta manera son dos cosas completamente diferente! —Ding Ji rugió. 

—¡Xiao Ji! ¡cálmate! —La tía lo empujó contra la pared con cierta dificultad, para luego sujetarlo con todas sus fuerzas, mientras lo presionaba. 

—Xiao Ji, no grites, no grites —la abuela se acercó rápidamente y envolvió con sus manos su rostro, sus manos temblaban de manera violenta: —no te enojes, no te enojes...¿Por qué tu rostro se ve tan mal? ¿No comiste nada? No dormiste bien, ¿verdad? 

—Comí y dormí —Ding Ji tomó las manos de su abuela— Estoy bien, no te preocupes abuela. 

Su tía lo soltó lentamente y se giró para mirar a su padre. 

—¿Te golpeó? ¿él te golpeó? —la voz de la abuela tembló cuando preguntó esto. 

—No —dijo Ding Ji. Al escuchar la voz de su abuela y verla, las llamas que ardían sobre su cabeza se apagaron lentamente: —No realmente, no es eso. 

—Ten —la abuela colgó el colgante del "manual de crianza de pollo" en su cuello: —Te lo devuelvo, no te enojes así, ¿sí? 

—Abuela... —Ding Ji se secó los ojos con fuerza y se sintió muy angustiado. Si la abuela supiera lo que colgaba en su cuello, no sabría que pasaría, no sabía si llorará o lo regañará...

—¿Qué tipo de colgante es? ¿Es realmente tan importante? —la abuela volvió a tocar el colgante— ¿A qué tipo de pollo se refiere? 

—No sé trata realmente de criar pollos, es más bien una referencia —dijo su padre. 

—¿Qué es lo que quiere decir? —la abuela miró a Ding Ji y preguntó suavemente. 

Ding Ji no habló, lentamente giró la cabeza para mirar a su padre. 

Su padre tenía el ceño fruncido y lo miraba. 

Ding Ji no podía ver nada en sus ojos, pero si desilusión y tristeza. 

Esto es realmente extraño, ¿Cómo las personas que están unidas por la sangre eran capaces de no sentir algún sentimiento más allá que no sea de solo "dar"?

Aunque la contradicción principal en la batalla entre su padre y él no fue exactamente por esa llamada telefónica, sabía exactamente que sí la abuela le hacía esa pregunta, su padre no sería capaz de guardarle este secreto.

Él ahora no tenía ninguna otra opción. 

—Este pollo soy yo —Ding Ji miró a su abuela. 

—¡Xiao Ji! —la tía lo llamó en voz baja a su lado. 

Los ojos de la abuela mostraban sorpresa y a la vez eran complicados. 

—¿Eres tú? —preguntó la abuela. 

—...Mm —Aunque tanto las preguntas como las respuestas eran muy extrañas, Ding Ji asintió. 

—¿Acaso no permites que otros te llamen pollito, hermano pollo o algo así? —la abuela tomó el colgante, vio cada uno de los pequeños cuadrados y lo miró. Luego se volvió para mirar a su tía: —léemelo, no puedo verlo de manera clara. 

—Mamá —su tía frunció el ceño— ¿Cuál es punto de todo esto...? 

—¡Léelo! —la abuela levantó la voz— ¡Tengo ganas de saber que dice! ¡tanto problema! 

Su tía no se movió. 

—Le gustan las piruletas, no lo llames hermano pollo, —dijo Ding Ji, mientras decía estas palabras, intentando que su voz no flaqueara: —Muy feroz, pero también llora, recógelo y devuélveselo a...Lin Wuyu. 

—¿ah? —la abuela lo miró. 

Ding Ji dijo con cierta dificultad: —Este es...un regalo de cumpleaños, que Lin Wuyu hizo para mi. 

—¿Es de la pequeña hada? —preguntó la abuela. 

—Mm —Ding Ji asintió. 

La abuela no dijo nada, solo lo miró en silencio. 

Ding Ji se preguntó, si la abuela podría entender el significado de estas palabras, sin la necesidad de los comentarios por parte de su padre. 

—Regresa con la abuela —dijo la abuela— tus padres ya nos separaron por dos días, así que te quedarás conmigo, y como no hay nada más que resolver, no hay necesidad de que vuelvas a estar encerrado. 

—¡Mamá! —Su padre se molestó— ¡No hay ningún problema resuelto! ¡Estás haciendo demasiado alboroto! ¡si sigues así, todo este esfuerzo no habrá valido la pena! 

—¡Ya no hay nada que resolver! ¡solo tonterías dices! —Cuando la abuela vio a Ding Ji, y debido a que probablemente estaba demasiado angustiada, fue aún más grosera con su hijo: —¡¿Qué problemas crees que puedes resolver así?! ¡Tantos libros que has leído en el extranjero! ¡En qué libro y de qué país te dice que la mejor forma de solucionar un problema es encerrando a tu hijo! 

Hubo un breve silencio en la casa. 

Entonces, sin esperar a qué alguien más hablara, hubo un repentino golpe en la puerta. El timbre no sonó, solo se escuchó el golpe a la puerta.

Todos en la casa quedaron desconcertados, incluso si Ding Ji sabía que vendría alguien a romper la puerta en este momento, definitivamente sabía que exactamente se trataba de Liu Jinpeng con ese golpe a la puerta. 

—¿Quién será? —Su madre vaciló por un segundo, luego caminó hacia la puerta. 

Justo cuando ella estaba a punto de mirar por la mirilla de la puerta, volvieron a golpear la puerta y su madre dio un paso hacia atrás en estado de shock.

—¡Ding Ji! —la voz de Liu Jinpeng se escuchó afuera de la puerta: —¡Ding Ji! ¡abre la puerta! ¡Sal y vamos a divertirnos! 

Ding Ji miró hacia la puerta y sintió que probablemente el cerebro de Liu Jinpeng estaba pasando por un cortocircuito. Tal vez todo era idea de Lin Wuyu, pero era probable que Lin Wuyu no esperaba que Liu Jinpeng golpeara la puerta y gritara. 

¡Esa forma de engañar no es buena! 

¡Fingir no se le da bien! 

Tan extraño. 

Esto se ve como "mira, aquí estoy yo inventando tonterías y no quiero admitir en verdad mis razones". 

—¡Es Peng peng! —la abuela escuchó la voz de Liu Jinpeng— ¡abre la puerta! 

Su madre dudó por un momento, y mientras abría la puerta, miró a Ding Ji. 

—¡Hola a todos! —Liu Jinpeng estaba vestido como un ciego de color negro e irrumpió de esa manera. Estaba lleno de vigor y sus habilidades para actuar eran tan malas, pero entró por la puerta y dijo las mismas líneas que se le fueron entregadas: —¡Ding Ji! ¡Sal y vamos a divertirnos! 

Ding Ji vio a Lin Wuyu de pie detrás de Liu Jinpeng. 

La expresión en el rostro de Lin Wuyu era un poco impotente. Pero cuando sus ojos se encontraron, Ding Ji de inmediato vio la sonrisa en sus ojos. 

No importaba qué viniera después, Ding Ji se sintió más relajado y tranquilo al mismo tiempo. 

—¿Por qué estás aquí? —preguntó la tía con sorpresa. 

—Estoy aquí por Ding Ji, quiero invitarlo a salir —Aunque Liu Jinpeng también había pasado su tiempo alrededor de la pequeña plaza, inventando tonterías como Ding Ji al abrir la boca, pero jamás ha experimentado este tipo de confrontación con sus padres. 

—Ding Ji vino a ser rescatado —dijo su padre— Tal vez ha estado esperando abajo. 

—No —dijo Lin Wuyu— hace demasiado frío afuera, ¿Quién podría soportar esperar a alguien afuera con este frío? 

. . .

Cuando hizo una videollamada con Ding Ji el día de ayer, Ding Ji le dijo sobre el colgante del "manual de la crianza de pollos". Pero ahora, tan pronto como abrió la puerta, vio el colgante en el cuello de Ding Ji.

Lin Wuyu sabía que este asunto, probablemente ya había llegado a este punto. 

Pero, lo que quería decir y qué hacer ahora. Al ver a Ding Ji, que parecía poder irse en cualquier momento, no había la necesidad de venir a robárselo. 

—Me iré con mi abuela —Ding Ji caminó hacia el perchero, tomó su abrigo y se lo colocó. 

—¿Pensabas venir a rescatar a alguien? —El padre de Ding Ji miró a Lin Wuyu, sus ojos eran muy groseros. 

—No —Lin Wuyu también lo miró— Solo pasé a buscarlo para ir a divertirnos, pero si la abuela quiere venir por él y tomarlo, nosotros la ayudaremos. 

El padre de Ding Ji hizo una pausa y no dijo nada. 

Ding Ji dijo que su padre no era alguien bueno, a la hora de discutir con alguien, por lo que parecía ser cierto. 

—Espérame —Ding Ji lo miró a él y a Liu Jinpeng. 

—¡Te esperaremos! —Las palabras de Liu Jinpeng todavía seguían siendo muy imponentes, e incluso, le agregó algunos gestos y agitó las manos. 

Ding Ji se dio la vuelta y entró al dormitorio. 

Lin Wuyu miró las tablas de madera rotas en el suelo, y también, la cerradura de la puerta caída, por lo que no pudo evitar fruncir el ceño. 

Realmente no esperaba que Ding Ji saliera de la habitación de esa manera. 

Probablemente tuvo prisa. 

Así que se volvió para mirar a la abuela. 

La abuela parecía la persona más increíble y astuta de aquí. Con aquel rostro tranquilo que tenía en este momento, mientras que la tía a su lado, parecía estar apoyando a su reina madre. 

La abuela no habló con él ni con Liu Jinpeng. Ni siquiera los miró. Su mirada se centró en ver a Ding Ji entrar con calma a la habitación y sacar su bolso. 

Lin Wuyu no pudo notar algo fuera de lo normal en su expresión. 

No fue hasta que Ding Ji se colocó su abrigo, que la abuela dijo: —Vámonos.

Liu Jinpeng y Lin Wuyu se hicieron a un lado, y Ding Ji salió.  

—Ve mañana temprano a la casa, no llegues como siempre a la hora de cenar como el 30 del año pasado —la abuela miró a los padres de Ding Ji—la luz de la casa está parpadeando, así que ve y averigua si hay algún problemas con los cables. 

—Mm —respondió el padre de Ding Ji. 

—Me voy —la abuela se dio la vuelta. 

Varias personas salieron en silencio por la puerta. 

Cuando se escuchó que la puerta se cerró por completo detrás de él, Lin Wuyu sintió que Liu Jinpeng, que estaba al frente, se relajó en un instante, y todos terminaron encogiéndose.

Pero nadie habló, este grupo de personas permaneció en silencio hasta la puerta del ascensor. 

Lin Wuyu volvió la cabeza y miró a Ding Ji.  

—Estoy bien —dijo Ding Ji. 

—Toma algo de tu dinero de Año Nuevo —dijo la abuela— ve a comprar una puerta, no permitas que tu padre vaya a comprar una. 

—Mm —Ding Ji bajó la cabeza. 

Varias personas continuaron en silencio, y después de entrar al ascensor, la abuela dijo otra frase: —¿Le dijiste a la pequeña hada que venga para la cena de víspera de Año Nuevo? 

—Él... —Ding Ji miró a Lin Wuyu— El debe...ahora él...

—Trae algunos fuegos artificiales o algo cuando vengas —dijo la abuela— a la pequeña frijol le gustará, así que pueden comprar algunos y llevarla a la pequeña plaza, donde podrán encender algunos fuegos artificiales. 

Lin Wuyu miró a la abuela y se preguntó qué tipo de actitud llevaba la abuela. Por el rabillo de su ojos, pudo ver que Ding Ji se encontraba también confundido. 

—Mm —respondió Ding Ji. 

El ascensor llevaba una atmósfera en si deprimente. Era difícil no sentirse incómodo bajo esta situación y más al estar todos amontonados, y ahora todo era tan incómodo, que se mantuvo de la misma forma desde el noveno piso hasta el primero. 

Fue solo que pudieron respirar aliviados al salir todos del ascensor. 

—Llevaré a la abuela a casa —la tía los miró a los tres— se irán en al auto junto con nosotras o...

—Ellos se irán solos —dijo la abuela— ¿No iban a salir a divertirse? 

—Entonces que vayan a divertirse —la tía agitó la mano y nuevamente suspiró— Vayan. 

Los tres acompañaron a la abuela y a su tía al auto, y observaron cómo se subían en silencio. Y después de ver cómo el auto se alejaba, y hasta que desapareció de la vista, Liu Jinpeng con los dientes apretados, dijo: —Mierda. 

—¿Cuál es la situación? —Lin Wuyu se volvió para mirar a Ding Ji: —¿Por qué rompiste la puerta? 

—Mi papá le mostró el colgante del "manual de crianza de pollo" a mi abuela —dijo Ding Ji— ¿Cómo no podría haber salido sin romper la puerta...? aunque en parte no sirvió mucho haber salido, de todas formas la abuela preguntó que tenía escrito. 

—¿Él se lo dijo? —preguntó Lin Wuyu. 

—Yo se lo dije —dijo Ding Ji— Si realmente había algo que tenía que decirle, eso me corresponde a mi, ¿Qué derecho tiene él al decirlo por mi?

—¿Qué manual de crianza de pollo? —preguntó Liu Jinpeng desde un lado, para luego señalar el colgante que estaba sobre su pecho: —¿Eso? 

—Mm —Ding Ji lo miró. 

—¿No lo tenías puesto cuando regresaste? ¿no es solo una colgante de identificación con flores ahuecadas? —Liu Jinpeng lo tomó y lo miró, y después de mirarlo durante más de diez segundos, levantó la cabeza y los miró: —Lo admito, es muy romántico. 

—¿La abuela pudo entenderlo? —preguntó Lin Wuyu. 

—Si ella hubiera intentado entender todo sola, probablemente no lo hubiera hecho —Ding Ji frunció el ceño— pero debido al tono y actitud de mi papá en ese momento, y mi abuela no es tonta, es alguien mucho más inteligente que las ancianas promedio...

—De lo contrario, no hubiera tenido a un hijo, que es tu padre, y a un nieto como tú. El coeficiente intelectual todavía está estrechamente relacionado con la genética —Liu Jinpeng estaba tan emocionado que se salió por completo del tema: —El coeficiente intelectual no es algo que está determinado un 80% de la madre hacia el hijo...

—Cállate —Ding Ji lo interrumpió. 

—Ya que al parecer el coeficiente de mi propia madre no es algo bueno —Liu Jinpeng insistió en terminar su oración: —o de lo contrario, no me sentiría tan intimidado cuando ustedes dos están frente a mi. 

Ding Ji extendió la mano y apretó el hombro de Liu Jinpeng: —Deja de decir tonterías, aunque esto no pudo haber funcionado sin ti. 

—Sí —Lin Wuyu asintió— esta vez, hay que agradecerle a Peng peng. 

—¿Qué hacemos ahora? —Liu Jinpeng pensó por un momento: —¿Por qué no nos vamos de aquí primero? no quiero estar de pie bajo la casa de tus padres. Tengo miedo de ellos salgan y comiencen a perseguirnos. 

—Vamos —Ding Ji se desabrochó la chaqueta y caminaron hacia la intersección.

. . .

Cuando Lin Wuyu se acercó, metió su mano en el bolsillo del abrigo de Lin Wuyu. La mano de Lin Wuyu estaba muy caliente y cuando la tomó, pudo sentir como su temperatura cálida, subía desde los dedos de su mano hasta su corazón. 

Pero el peso que llevaba en su corazón, no se alivió al sentir tal calidez. 

No hubo arrebato alguno, discusiones acaloradas, argumentos, torrentes acusaciones, lágrimas o llanto...

No hubo nada de esto.

Solo usó su boca para poder tomar un hondo respiro. 

El no sabía el por qué. 

Cuando estaban a punto de llegar a la intersección, el teléfono de Ding Ji vibró. Casi no tuvo el valor suficiente para sacar su teléfono, pero lo hizo a la primera. 

Era un mensaje de su tía. 

Lin Wuyu y Liu Jinpeng se acercaron cuando abrió el mensaje. 

Solo era una oración de cinco palabras.

- La abuela lo entendió todo. 

Ding Ji sintió que sus ojos se nublaron en tan solo un instante, y las lágrimas cayeron sobre la pantalla. 

Sus piernas se debilitaron, y Lin Wuyu no alcanzó a sostenerlo a tiempo, cuando sin saber ya se había arrodillado en el suelo.  

De repente supo por qué todo lo que esperaba no sucedió. 

Porque todo se trataba de la comprensión de la abuela 

Lin Wuyu tomó el teléfono de Ding Ji y rápidamente le envió un mensaje a la tía. 

- ¿Qué tal? ¿Regresamos de inmediato?

- Por fortuna no hay necesidad de volver, solo vayan a divertirse primero. Para la noche, pídele a Peng Peng y a Lin Wuyu que vengan a cenar.