Capítulo 74

El hermano menor de Hu Hai...¿está perdido o desaparecido?

Zhang Hui fue el oficial de policía encargado de su interrogatorio ese día y dijo que se comunicaría con él si surgiera alguna situación. Xiang Xi originalmente pensó que una vez que este asunto se explicara claramente, no pasaría nada más, pero ahora de repente recibió una llamada del oficial Zhang y se repente se asustó. 

¿El tío Ping y los demás habían sido capturados? Y si no los capturaron, ¿Qué pasó? 

—Ya dije todo lo que sé  —La voz de Xiang Xi era un poco débil y miró a Cheng Boyan: —¿Hay algo...? 

Cheng Boyan se acercó a él y se sentó, lo miró y le articuló: —Tranquilízate. 

—Ese no es el caso —dijo Zhang Hui: —No te coloques nervioso, te hablo sobre tu asunto y he considerado tu situación. Tu situación es diferente a la de Li Mantou...

¿Li Mantou? Xiang Xi se congeló por un momento antes de darse cuenta de que el oficial Zhang estaba hablando del Mantou que conoce. 

—Puede que sea difícil para ti, pero primero puedes solicitar una tarjeta de identificación  —dijo el oficial Zhang: —Ve a la comisaría de Zhaojiayao. Ya me he puesto en contacto con ellos y le conté específicamente sobre tu situación...tú no sabes de dónde eres, no tienes un registro de hogar ni certificado de nacimiento, eres tomado como un huérfano sin hogar. Este tema del registro hogares de personas sin un hogar, tiene sus políticas...

—¿Quiere decir que puedo ir y solicitarlo? —Xiang Xi se pudo de pie inmediatamente, su ligero disgusto porque el oficial Zhang lo clasificó como una "persona sin hogar" fue instantáneamente eclipsado por la sorpresa: —¿Podré obtener una tarjeta de identificación? 

—Tienes que ir y averiguar más sobre el proceso específico. Podría ser problemático, si no tienes algún documento como respaldo... 

—¡No importa, no importa! —Gritó Xiang Xi: —¡No importa si es problemático! ¡Siempre que se pueda hacer! 

—Entonces ve y pregunta, puedes ir cuando puedas... —El oficial Zhang dijo unas palabras más, pero Xiang Xi ni siquiera escuchó qué dijo después. Todo lo que podía pensar en lo que puede hacer. Si era un poco problemático, ¡no importa mientras pueda hacerlo! 

—Te deseo buena suerte —Recuperó el sentido, solo después de escuchar las últimas palabras del oficial Zhang. 

—¡Gracias! —Gritó Xiang Xi hacia el teléfono. 

—¿Qué está pasando? —Preguntó Cheng Boyan, después de esperar a que colgara el teléfono. 

—¡El oficial Zhang me pidió que fuera a Zhaojiayao! dijo que una persona sin hogar puede ir a solicitar un registro de hogar —Xiang Xi estaba muy emocionado. Ayer Cheng Boyan le preguntó con respecto a esto a algunos de sus compañeros y quedó esperando alguna novedad. No se atrevía a pensar si había alguna esperanza en este asunto, pero ahora que recibió esta llamada, sus manos casi comenzaron a temblar: —¡Iré mañana a preguntar! 

—Este asunto necesita ayuda de la policía —Cheng Boyan se rió y la sonrisa en el rostro de Xiang Xi lo emocionó un poco: —Mañana es fin de semana y no tengo que trabajar, ¿puedo ir contigo el lunes? 

—¿No irás a trabajar? —Xiang Xi lo miró. 

—Puedo...¿pedir permiso? —dijo Cheng Boyan. 

—Olvídalo, ni siquiera tienes tiempo para orinar el trabajo y quieres pedir permiso —Xiang Xi agitó la mano de buen humor: —Iré solo y primero averiguaré cómo hacer todo. 

Cheng Boyan realmente no se atrevía a fácilmente pedir permiso, así que lo pensó: —Entonces, si tienes alguna pregunta, llámame de inmediato. Como también si hay algo que no entiendas, pregunta. 

—¡Lo sé! —Xiang Xi reía felizmente: —No soy tan tonto. 

—Creo que ya te ves tonto —Cheng Boyan lo vio reírse y quiso también reír. 

Xiang Xi fue a ducharse, y después de salir, siguió hablando con Cheng Boyan durante mucho tiempo: —¿Qué papeles crees que me pedirán? 

—Deberían darte algunos formularios o algo así, y luego en base de estos papeles, te pedirán un certificado de residencia, sellado y aprobado. Pero, está la cuestión de dónde puedes registrar tu residencia de forma permanente para tener este certificado; un antiguo compañero de clases, me dijo ayer que se puede solicitar un registro en una institución local o algo similar, así puedes recién solicitar una tarjeta de identificación —Cheng Boyan lo abrazó, frotó suavemente su cabello con los dedos y dijo lentamente: —También quería preguntarte si podías solicitarlo para mi casa...

—¿Aquí? —Xiang Xi quedó atónito: —¿Por qué aquí? 

—No lo sé —Cheng Boyan sonrió: —La razón principal es que no sé como registrar la relación. Entre familia o cónyuges sirve, o también, podemos colocarlo como padre e hijo...

—¡Mira como te diviertes! —Xiang Xi se rió. Y después de reír, se frotó suavemente la cara: —No esperaba que algún día discutiera el tema de registro de hogar con alguien. Realmente...jamás esperé esto. 

—Iré a ducharme —dijo Cheng Boyan con una sonrisa: —Tengo algo para ti más tarde. 

—¿Qué cosa? —Preguntó Xiang Xi, vacilante: —Vi a la Directora Xu te dio una bolsa...

Se detuvo a la mitad de sus palabras, si la Directora Xu le diera algo, con eso no tenía confianza y de repente, se sintió avergonzado. 

—Que observación más cuidadosa —Cheng Boyan fue al dormitorio y sacó algo de ropa: —Eso es todo. Terminaré de ducharme y la miraremos juntos más tarde. 

—¿De verdad? —Xiang Xi lo miró: —Esa bolsa que te dio la Directora Xu...

—Mm —Cheng Boyan asintió: —Es un pequeño regalo para ti. 

—¡Oh! —respondió Xiang Xi, elevando un poco más el tono de su voz. 

Tan pronto como Cheng Boyan entró al baño, se levantó de un salto y caminó hacia la mesa, mirando fijamente la pequeña bolsa. Extendió la mano y la tocó. Era una bolsa colorida, llena de cuadros de diversos colores y con una línea en inglés impresa, pero no podía entender lo que estaba escrito. 

La bolsa contenía una cajita larga, la sacó y la miró. La caja también estaba bordada con flores y con las mismas letras incomprensibles impresas. Pero no la abrió ni la guardó. 

Luego se sentó en la mesa y esperó pacientemente a que Cheng Boyan terminara de ducharse. 

¿Qué podría ser? 

La caja no parecía ser tan grande, ¿Qué puede ser? 

Xiang Xi nunca había recibido ningún regalo y ahora estaba pensando sobre qué tipo de regalo sería, y la verdad no se le ocurría nada. 

¿Algo devuelto? ¿té? ¿un pañuelo de seda? 

....¿Qué era? 

Cuando Cheng Boyan salió del baño, ya había guardado la caja de la bolsa, la había mirado tres veces y la había pesado, pero al final no pudo adivinarlo. 

—¿Qué es? —Preguntó inmediatamente cuando vio a Cheng Boyan salir. 

—¿No lo miraste? —Preguntó Cheng Boyan con una sonrisa. 

—No, solo estaba intentando adivinar y esperaba ver esta sorpresa contigo —Xiang Xi se frotó las manos: —Sabes lo que es, ¿verdad? ¿lo viste? 

—Sé lo que es —Cheng Boyan se apoyó en la mesa con los brazos y sacó la pequeña caja de la bolsa: —Pero no la he visto. Mi madre solamente me dijo que era para ti y que yo no podía quedármelo. 

—¿Qué es? —Xiang Xi estaba un poco ansioso. 

—Ábrelo tú mismo y mira —Cheng Boyan colocó la caja frente a él. 

Xiang Xi abrió la caja con cuidado y se sorprendió cuando vio el contenido dentro de la caja. Le tomó mucho tiempo decir: —¿Est es...un reloj? 

—Déjame ver —Cheng Boyan se inclinó y miró: —Sip, es un reloj. 

—Que...¡lindo! —Xiang Xi miró fijamente el reloj dentro de la caja: —¡Es muy genial! 

—¿Te gusta? —Le preguntó Cheng Boyan. De hecho, este reloj era demasiado moderno para que su padre lo use. La correa era de un color negra mate, manecillas negras y una esfera era transparente. Se podían ver varios engranajes de color rojo, amarillo y azul girando. Su madre tuvo razón, era ya muy mayor para que incluso él lo use. 

—¡Me gusta! —Xiang Xi sacó con cuidado su reloj: —¡Maldita sea! ¡Es jo...!

Cheng Boyan rápidamente levantó la mano y palmeó su frente con fuerza. 

—¡Oh! ¡Dios mío! ¡Es tan hermoso! ¡Tan genial! —Xiang Xi se cubrió la frente y cambió sus palabras: —¡Me gusta mucho! 

—Intenta ponértelo —Cheng Boyan tomó el reloj: —Úsalo primero en la mano derecha y cuando puedas mover la izquierda, úsala ahí. 

—¡Bien! —Xiang Xi estiró el brazo. 

Cheng Boyan lo ayudó a ponerse el reloj. La piel de Xiang Xi era bastante clara y la correa del reloj se veía muy hermosa sobre su muñeca. Era aproximadamente del mismo tamaño. 

—¿Cómo se ve? ¿Se ve bien? —Xiang Xi se llevó la mano hacia el pecho y la agitó levemente: —¿No se ve muy bien? tiene un estilo único, un espíritu especial, tiene un... 

—tiene, tiene, tiene, tiene, si, algo muy especial —Cheng Boyan le levantó el pulgar. 

—Voy a mirarme al espejo —Xiang Xi se apresuró hacia el dormitorio. 

Cheng Boyan sonrió y se sentó en el sofá, escuchando a Xiang Xi permanecer en silencio durante un largo rato en el dormitorio y luego, reírse largamente. Cuando salió, todavía buscaba sus ojos al reír. 

—¡Agradécele a la Directora Xu por mi! ¡me gusta mucho! Esta es la primera vez en mi vida que uso un reloj —Xiang Xi sacudió su muñeca: —No quiero quitármelo...no, no le agradezcas por mi, solo dame el número de la Directora Xu. 

—¿Eh? —Cheng Boyan lo miró sorprendido. Siempre pensó que Xiang Xi sentía que como no le agradaba a su madre, evitaría un contacto directo con ella, pero no esperaba que esta vez Xiang Xi le pidiera su número. 

—Le agradeceré yo mismo —Xiang Xi sonrió: —Te lo dije, en ocasiones tengo confianza. 

Cheng Boyan tomó el teléfono de Xiang Xi y registró el número de su madre. Bajo el nombre de "Directora Xu". 

Xiang Xi se sentó en el sofá y miró la hora. Era un poco más de las diez, no era tan tarde, así que tomó el teléfono y marcó el número sin dudarlo. 

—¿Puedo escuchar? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Escucha —dijo Xiang Xi. De hecho, es bastante insensible a veces y no ha tenido miedo de tratar con los demás desde que es un niño. Podía soportar que los demás lo regañaran, lo menospreciaran y lo rechacen, pero ahora estaba decidido a cambiar la visión que tenía la Directora Xu sobre él. Sin mencionar que podía llegar al primer nivel de desvergüenza, como también podía llegar al octavo nivel. 

El teléfono sonó dos veces y la Directora Xu contestó: —Hola. 

—Tía, soy Xiang Xi —dijo Xiang Xi. Aunque estaba un poco preocupado, todavía fue capaz de sentirse un poco nervioso cuando escuchó la voz educada de la Directora Xu. 

—¿Xiang Xi? —Había una evidente sorpresa en la voz de la Directora Xu, pero rápidamente escuchó una sonrisa: —¿Aún no estás dormido? ¿Por qué llamas? 

—Es sobre el reloj que me dio —Xiang Xi sonrió: —Es genial, me gusta mucho. Solo quería darle las gracias. 

—Es bueno que te guste, me preocupaba mucho que pensaras que sea un poco infantil —dijo la Directora Xu, con una sonrisa: —algo elegante. 

—Simplemente me gusta, especialmente esos engranajes coloridos. Gracias tía —Xiang Xi miró el reloj: —Nunca antes había usado un reloj. Esta es la primera vez que uso un reloj un tan bonito y lo miré a través del espejo durante mucho tiempo. 

—Eso es bueno. El manual, la garantía y otras cosas están allí. Si tienes algún problema con el reloj, puedes pedirle a Boyan que lo lleve al servicio posventa por ti —dijo la Directora Xu: —La tía agradece mucho el pañuelo de seda que me diste hoy. Es muy bonito y se puede usar en todo momento. 

Cheng Boyan estaba recostado en el sofá, mirándolo hablar por teléfono y con una sonrisa en el rostro. De vez en cuando, aplaudía en silencio o levantaba los brazos en silencio, en forma de ánimo. 

Después de que Xiang Xi habló por un rato, sintió un poco de ganas de divertirse con él. Así que terminó rápidamente el tema de conversación, le dio las buenas noches a la Directora Xu y colgó el teléfono. 

—¿Por qué eres así? ¡Qué debí haber hecho si me reía a mitad de la conversación! —Xiang Xi lo miró: —¡No puedes calmarte! 

—Tu calidad psicológica es realmente excelente —Cheng Boyan sonrió y apludió: —No esperaba eso. 

—¿Hay algo que no esperabas? No puedo fingir —Xiang Xi se cruzó de piernas en el sofá y miró su reloj en la muñeca: —en ocasiones puedo estar tan emocionado que lloro sinceramente. 

—Asi es —Cheng Boyan estiró las piernas y las frotó: —Por cada mentira que dices, es como comprar uno y llevarse otro gratis. 

—No le digas nada de esto a la Directora Xu —Xiang Xi le tocó las piernas: —De lo contrario, pensará que todo lo que digo es falso. 

—Mm, ese es nuestro pequeño secreto. Ahora las habilidades para mentir de Xiang Xixi solo se usan para hacer buenas acciones —dijo Cheng Boyan. 

Cuando se fueron a la cama por la noche, Xiang Xi no se quitó el reloj. Acostado en la cama y apoyado en Cheng Boyan, su mano seguía acariciando el reloj y lo hacía de forma muy ligera. La correa del reloj era suave y se sentía particularmente bien al tacto, por lo que simplemente no podía dejar de usarla. 

—Te diré algo —Cheng Boyan lo abrazó por detrás: —Puede que la capa de la correa se despegue. Si sigues tocándola y pellizcándola así, puede que amanezca brillante cuando te despiertes por la mañana. 

—Se siente bien al tocarla —Xiang Xi sonrió: —Realmente me gusta mucho y no es por complacer a la Directora Xu. 

—Lo sé, a mi también me gusta —dijo Cheng Boyan: —Yo no tengo un reloj. Cuando mi padre me regaló uno cuando estaba en la universidad, lo rompí a los dos meses y no he vuelto a usar un reloj desde entonces. 

—¡Te lo prestaré! ¡Si, haré eso! —Dijo Xiang Xi, luego lo pensó y dijo: —¿Cuánto cuesta uno? 

—No es tan caro, tal vez uno cientos, pero no puedo usarlo. Las personas puede que se den cuenta que estoy usando el reloj de mi hijo —dijo Cheng Boyan: —Mejor ahorra dinero y cómprame un modelo que se adecue como papá. De todos modos, cuesta como unos miles. 

Xiang Xi pensó durante mucho tiempo: —Eres tan descarado. 

—Sólo dime si quieres regalármelo o no, son solo unos miles —dijo Cheng Boyan: —No lo quiero si cuesta menos que eso, pronto serás una persona con tarjeta de identificación. 

—...de acuerdo —Xiang Xi chasqueó la lengua. 

Como Xiang Xi no podía ir a trabajar, en ocasiones no tenía una idea clara sobre los días de la semana. Pero estos dos días fueron muy claros para él y tenía muchas ganas de ir a la comisaria el día lunes. 

Si algún día hubiera tenido las ganas de ir a la comisaría y más, hace un año atrás, probablemente se habría reído como un loco. 

Lo único que podía aliviar su ansiedad, era ir al salón de té. Hoy iba ir a cenar con Cheng Boyan al salón de té y se sentía bastante bien con su nuevo reloj. 

Cheng Boyan iba a ir a trabajar hoy, pero regresaría temprano por la tarde. Y trajo una caja de bocadillos muy exquisitos. 

Xiang Xi lo miró y dijo: —¿Esto está recién hecho? Vamos a comer, ¿acaso quieres comer unos bocadillos primero? 

—Es para tu maestro —dijo Cheng Boyan: —No puedo ir con las manos vacías y no es demasiado caro. Es mejor llevar algo de comida, junto con unas salchichas. 

—Al anciano le gustará, le encanta los bocadillos. Siempre tiene a la mano algo cuando bebe té —Xiang Xi fue a la cocina, tomó una bolsa y dividió la mitad de las salchichas que le dio la abuela, la guardó y salieron juntos. 

Debido a que el área del instituto de investigación del té estaba cerca de la montaña y habían muchos árboles, tan pronto como se acercaron el auto, le temperatura había bajado unos grados y el viento que entró cuando la ventana del auto fue abierta se sintió más fresca.  

Xiang Xi se reclinó cómodamente en el asiento y entrecerró los ojos: —Te lo digo, el anciano sabe cómo disfrutar. En un lugar como este, hay una sala de té privada. Si no hay nada más qué hacer, viene aquí a tomar aire fresco, beber té y escuchar el piano. La vida de ese anciano semidiós es realmente buena. 

—Cuando seas anciano, ven y conviértete en un semidiós —dijo Cheng Boyan. 

—No hay necesidad de esperar la vejez —Xiang Xi inclinó la cabeza: —Hai...no, ge...Hu Hai aún no es mayor, ha estado aquí desde hace mucho tiempo. Dijo que conoce el anciano desde hace veinte años y solo ha estado diez años aprendiendo con él, siempre estando aquí. 

—Entonces mejor múdate para vivir aquí, a tomar el té y a escuchar el piano —dijo Cheng Boyan. 

—No lo haré —Xiang Xi se rió: —Todavía no estoy a ese nivel, pero siento que tú podrías estarlo. 

—¿Yo? No tengo tiempo —Cheng Boyan suspiró. 

—Oye, creo que tú y Hu Hai podrían conversar —Xiang Xi lo miró: —No sé por qué, pero puedo sentirlo, tal vez sea porque...

—¿Y por qué? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Te dije que no te enojes —Xiang Xi dudó: —El anciano dijo...que el hermano menor de Hu Hai en algún punto se fue, aunque no sé perdió o...

—¿En serio? —Cheng Boyan estacionó el auto junto al árbol debajo del salón de té. 

Al subir las escaleras, Xiang Xi escuchó algo de movimiento en el piso del salón de té, Xiang Xi gritó mientras subía las escaleras: —¡Maestro! 

—Soy yo, tu maestro aún no ha llegado —la voz de Hu Hai llegó desde arriba: —¿Ya estás aquí? 

—Mm —Xiang Xi dio dos pasos hacia adelante: —¿Qué estás haciendo? 

—Es el pequeño baniano plantado por tu maestro, lo estoy moviendo —Hu Hai estaba arrastrando algunas macetas hasta la altura de su muslo hacia la terraza con cierta dificultad: —¿Estás aquí con tu amigo? 

—Aquí está también —Xiang Xi se dio la vuelta y vio a Cheng Boyan, detrás de él: —Este es mi amigo doctor, Cheng Boyan. 

—Hola —Cheng Boyan sonrió y asintió con la cabeza hacia Hu Hai. 

—Hola —Hu Hai sostuvo la maceta sin soltarla, asintiendo también con la cabeza. 

—Mi gege, Hu Hai —añadió Xiang Xi, mirando la maceta: —¿Te ayudo? 

—Olvídalo —Hu Hai lo miró: —Mi brazo no está herido y me sobra un poco más de fuerza. 

—Entonces... —Xiang Xi miró a Cheng Boyan. 

—Yo lo haré —Cheng Boyan se acercó. 

Hu Hai no dijo nada, sus ojos se posaron en la mano herida de Cheng Boyan. Su herida había mejorado mucho, pero todavía estaba cubierta por una gasa. 

—No te preocupes —Cheng Boyan miró su mano y usó la otra para ayudarlo a llevar la maceta hacia la terraza. 

Xiang Xi quería ayudar, pero era obvio que no podía ayudar, por lo que tuvo que caminar a su lado. 

El anciano Lu plantó muchas cosas en la terraza, flores y plantas. También había un estanque Koi con una apariencia torcida y azufaifas agrietadas, pero todo estaba muy bien cuidado. El pequeño bananiano también estaba creciendo muy bien y parecía muy llamativo. 

—¿Qué demonios...? ¿No es importante si la hierba crece? —Xiang Xi vio una hierba en forma de barba junto al pequeño tronco baniano, se acercó y la sacó del suelo. 

—¡Oye! —Gritó Hu Hai. 

—¡No hables! —Gritó Cheng Boyan al mismo tiempo. 

Los dos gritaron al mismo tiempo, lo que sorprendió a Xiang Xi, quien simplemente pellizcó la hierba y no se atrevió a moverse: —¿Qué...pasa?

—Esa es la raíz —dijo Cheng Boyan— debe crecer. 

—Se tardó más de un año en hacer crecer eso —Hu Hai miró la hierba: —¿y así querías arrancarla? 

—¿Ah? —Xiang Xi miró más de cerca y descubrió que el otro extremo realmente estaba conectado a otra rama. El extremo que sacó del suelo tenía pequeñas raíces fibrosas creciendo en el: —¿Qué debo hacer? 

Antes de que alguien pudiera responder, se inclinó sobre la maceta y cavó un hoyo sobre la tierra con los dedos, para introducir la raíz y enterrarla nuevamente. 

—¿Está bien así? —Xiang Xi miró a Cheng Boyan y a Hu Hai. 

Cheng Boyan se rió tanto que no fue capaz de hablar. Hu Hai solo lo miró y dijo: —Sí. 

La maceta no parecía demasiado grande, pero era bastante pesada debido a que estaba llena de tierra. Cheng Boyan ni siquiera se molestó en mirar más de cerca a Hu Hai, mientras lo ayudaba a mover la maceta. 

No vio claramente a Hu Hai hasta que colocó la maceta al lado del estanque de peces. 

Tenía aproximadamente la misma edad que él. Con una camiseta, un par de pantalones holgados de lino y un par de zapatos de tela viejo, se veía...bastante bien, no, simplemente bien...bueno, ni tampoco tan bien. 

De hecho, solo bien. 

—Creo que sí —Xiang Xi se apoyó en la barandilla de madera de la terraza y miró la montaña de té: —La montaña de té en este momento se ve hermosa, con la puesta de sol se ve como cuadro. 

—Mm —Cheng Boyan se apoyó contra la barandilla, con sus ojos todavía escaneando a Hu Hai de un lado a otro. 

—¿Qué dices? Ni siquiera la miraste —Xiang Xi le dio un codazo: —El té que le llevé a tu padre se llama Sanfeng, que viene de esas montañas que están conectadas. 

—¿De verdad? —Cheng Boyan se dio la vuelta y miró la montaña de té. En verdad era muy hermoso, de un vistazo lo hacía respirar mucho más tranquilo. 

Xiang Xi le presentó la montaña de té a Cheng Boyan y Cheng Boyan asentía a medida que escuchaba, y mirando de vez en cuando a Hu Hai. 

Este Hu Hai parecía no hablar demasiado. Se le podía considerar medianamente un maestro y como tenía invitados aquí, aparte de saludar y hablar sobre que las raíces del pequeño baniano tardaba de crecer un año, nunca dijo una palabra más. Solo se centró en arreglar las macetas y alimentar a los peces. 

¿Cómo llegó Xiang Xi a la conclusión de que podía hablar con esta persona?, ¿poder conversar sobre que ambos no tienen un hermano menor? 

Demasiado inocente. 

Ni siquiera se molesta en parecer querer hablar. 

—¿También hay montañas de té allí? —Cuando Cheng Boyan estaba a punto de darse la vuelta y preguntarle a Xiang Xi, Hu Hai se inclinó y recogió la pala de flores del suelo. 

Hizo una pausa, y aunque estaba a un metro de distancia, aún fue capaz de ver un colgante muy bueno, era comparable al que tenía Xiang Xi. Pero antes de que pudiera ajustar el enfoque de sus ojos, Hu Hai ya había metido el colgante dentro de su cuello. 

—Así es. Las siete colinas de esta zona están llenas de plantaciones de té. ¿Quiere ir y ver cómo se recoge el té? —Xiang Xi sonrió y dijo: —Le diremos al maestro que no lleve a recoger té. 

—Está bien —respondió Cheng Boyan, se dio la vuelta y miró las colinas a los lejos con Xiang Xi. Después de mirar por un rato, se giró para mirar a Xiang Xi y preguntó en voz baja: —El hermano menor de Hu Hai...¿está perdido o desaparecido?