Capítulo 84

"Procura prestarle atención a tu cuerpo"

Cuando la furgoneta de Liu Jinpeng salió del estacionamiento, Ding Ji de repente se sintió abrumado, por las emociones en forma de olas, que llegaban a él. 

A partir de este segundo, el tiempo que pasaba con Lin Wuyu entró en cuenta regresiva. 

Y desconoce por completo el fin de esta cuenta regresiva. 

Muy nervioso e inquieto. 

Aunque dentro de ese tiempo de pasarlos juntos y conversar unas pocas palabras, la verdad es que se quedaron en silencio durante todo el camino. 

Después de que Liu Jinpeng encendió nuevamente la radio, la tensa atmósfera se volvió menos opresiva. 

Cuando la furgoneta se acercó a la pequeña plaza, Lin Wuyu se aclaró la garganta. 

Ding Ji se irguió y tomó con más fuerza la mano de Lin Wuyu. 

—¿Me detengo aquí? —Liu Jinpeng lo miró por el espejo retrovisor. 

—Mm —respondió Lin Wuyu— Solo debo dar la vuelta por la intersección. 

—No es seguro. —dijo Liu Jinpeng— Estoy conduciendo un auto, y tampoco son unos pocos pasos, iré a dejarte a la puerta. 

Lin Wuyu vaciló por un momento y le dio la dirección de su casa. 

—Entendido —asintió Liu Jinpeng— entonces te llevaré a las puertas de la comunidad.

—Gracias —dijo Lin Wuyu. 

—¿No crees que es algo molesto? —dijo Liu Jinpeng— ¿De dónde viene tanta cortesía?

—No es cortesía —dijo Lin Wuyu— Solo es un proceso de conversación estándar, ya que no hay mucho qué decir. 

Liu Jinpeng se congeló por unos segundos antes de reír. 

Ding Ji también se rió. 

La furgoneta se detuvo en la puerta de la comunidad. Ding Ji miró hacia afuera y todavía se sentía algo familiarizado con este lugar, después de todo, había estado aquí varias veces. 

Cuando estaba a punto de abrir la puerta de la furgoneta y salir, Lin Wuyu lo detuvo: —No es necesario que te bajes. 

Ding Ji hizo una pausa y no se movió. 

—Te enviaré un mensaje cuando llegue a casa —dijo Lin Wuyu. 

—Está bien —Ding Ji asintió.

Quería decir algo más, pero no sabía exactamente qué. No había dicho nada durante todo el camino. 

Antes de que Lin Wuyu entrará por la puerta de la comunidad, Liu Jinpeng ya le había dado la vuelta a la furgoneta y condujo en dirección a la casa de sus abuelos. 

Ding Ji miró hacia atrás y rechistó: —¿Tienes prisa por reencarnar? 

—¿Quieres que sea derribado por tu familia? —dijo Liu Jinpeng— no quiero eso, pero no será problema si los veo en la casa de tus abuelos. 

—Largo de aquí —Ding Ji se rió. 

—No estés tan deprimido el día de hoy. —dijo Liu Jinpeng— Le dije a la abuela antes de salir que vendría a buscarte, que me quedaré a cenar esta noche y no iré a trabajar por la noche, me iré por la mañana. 

—Mm —Ding Ji asintió. 

—De esta forma, aunque tu padre te mire y yo estoy ahí junto a los abuelos y tu tía, él no será capaz de decir algo —dijo Liu Jinpeng— entonces, esta noche es como...¿una amortiguación psicológica? lo mismo que me dijiste antes, eso es lo que quiero decir.  

Ding Ji sonrió y palmeó el hombro de Liu Jinpeng: —¿Qué haría yo sin ti? 

—¡No lo digas! —dijo Liu Jinpeng— Si no me tuvieras, aún tienes a Lin Wuyu, al Dios del estudio Lin. Pero no al mismo nivel que yo. 

—¡No es necesario que lo menciones! —Ding Ji le dio una palmada. 

Liu Jinpeng es su amigo de hierro, un símbolo de su vida imperfecta, pero agradable durante más de diez años. Con Liu Jinpeng interrumpiéndolo de esta manera, gradualmente se sentía menos nervioso. 

Lin Wuyu le envió un mensaje diez minutos después. Ding Ji originalmente había pensado que cuando llegara a casa, una tormenta se había puesto sobre él y le tomaría al menos una media hora en enviar un mensaje. 

- No están en casa, fueron a un examen médico, iré al hospital. 

Resultó que no estaba en casa, Ding Ji quedó atónito. 

- Entonces espéralos en casa, ¿Por qué vas al hospital? 

- Quedarse en casa es aburrido, tengo que encontrar algo qué hacer. 

Ding Ji miró los mensajes de Lin Wuyu y lo admiró un poco. Analizando estas palabras, jamás tomaría la iniciativa de ir a buscarlos, definitivamente se quedaría en casa. Es más, solo tomaría un paraguas y esperaría que llegara la tormenta. 

—¿Cómo está él? —preguntó Liu Jinpeng. 

—No había nadie en casa, fue al hospital a buscar a sus padres —dijo Ding Ji. 

—Es alguien Increíble —dijo Liu Jinpeng. 

A comparación de Lin Wuyu, la situación de Ding Ji es bastante buena. 

La furgoneta de Liu Jinpeng se estacionó abajo cuando la abuela, que estaba apoyada en la ventana, mirando hacia abajo, gritó: —¡Regresó....! 

—¡Regresé...! —Ding Ji salió de la furgoneta y gritó hacia arriba. 

—¡Regresó....! —La abuela asomó a una pequeña cabeza a su lado y esta gritó: —¡Gege...! 

—¡Frijol...! —Ding Ji sonrió y respondió. 

—¡¿Y qué hay de mi?! —Liu Jinpeng también gritó. 

—Solo sube rápido —dijo la pequeña frijol— no actúes como si no nos hubiéramos visto hace años. 

—¡Oye! —Liu Jinpeng quedó atónito y gritó. 

Ding Ji se apoyó en la furgoneta y se rió por bastante tiempo. Aunque sus padres estaban arriba, con los que no quería enfrentarse, al menos en este momento estaba de buen humor. 

Era como si estuviera seco y de repente alguien rociara agua en su cara, sintiéndose aliviado. 

Y aunque sabía que el agua en cualquier momento iba a desaparecer y volverá a estar seco, en este momento se sentía cómodo. 

Liu Jinpeng subió corriendo las escaleras y Ding Ji lo siguió. 

Tan pronto como llegó al segundo piso, Ding Ji escuchó la voz de su abuela: —¿Está subiendo? 

—Lo está —también escuchó la voz de su tía— ¿Quieres ir abajo a encontrarlo? él es tu nieto y tú su abuela, ¿No puedes esperar a que él llegue corriendo, llorando y te abrace? 

Ding Ji sonrió, le dio unas palmaditas en el hombro a Liu Jinpeng y pasó corriendo junto a él.

La abuela estaba de pie en la puerta, y cuando lo vio, sonrió y abrió los brazos. 

—¡Abuela! —Ding Ji dio un salto y abrazó a su abuela— Te extrañé demasiado. 

—Yo estoy bien —la abuela se rió y le dio palmaditas— no te he extrañado demasiado. 

Ding Ji aferrándose a su abuela, rápidamente miró hacia adentro de la casa y todos estaban allí. Su tía estaba de pie junto a la puerta, y sus padres estaban de pie a un lado de la puerta de la cocina, su tía también se acercó a a recibirlo. Mientras que su abuelo estaba en el sofá y lo miraba con una sonrisa en los labios. 

—¡Abuelo! —Ding Ji alzó nuevamente la voz. 

—¡Pasa! ¿Qué haces en la puerta? —el abuelo le hizo una seña. 

Ding Ji soltó a su abuela y se adentró junto con su abuela a la casa. Miró a su tía y ella asintió con la cabeza, como una forma de decirle que las cosas estaban tranquilas por ahora. 

—Tío —saludó a su tío, abrazó a la pequeña frijol que estaba saltando y luego se volvió para mirar a sus padres que estaban al otro lado, sintiendo que su garganta estaba un poco seca: —Papá, mamá. 

—Mm —su padre tenía un rostro frío y con una notoria dificultad, levantó la comisura de su boca. Y que parecía más bien, un tic nervioso. 

Su madre no mostró ninguna expresión, solo asintió: —Ve a lavarte el rostro, te ves algo sucio. 

—Imposible. —Liu Jinpeng lo siguió y se sentó junto al abuelo— aunque mi furgoneta es un poco vieja, su aire acondicionado en bueno y no debe haber algo como polvo, solo tal vez un poco de aceite. 

—Peng peng ahora se ve diferente que tiene un auto —dijo el tío— es difícil hablar con él. 

Todos en la casa se rieron. 

Ding Ji miró a su padre y la tía desde un lado le dijo: —Mira la cara apestosa de tu padre, tiene ampolla en la boca, por lo que no puede abrirla y tampoco sonreír. 

Ding Ji lo notó hace un momento, había una ampolla en la comisura de la boca de su padre, probablemente porque estaba enojado. 

—Está enojado —dijo su madre. 

Ding Ji no dijo nada, fue al baño y cerró la puerta. 

- Llegué a casa, todo está bien. 

- ¿Están todos ahí? 

- Sí, Peng peng se quedará aquí toda la noche, así mis padres no tendrán posibilidad de venir hacia mi.

- Puedes tomarte un tiempo para hablar mañana, ya que temo que no podrás prologar por mucho tiempo esto. 

- Mm, si surge algo solo dímelo.

- Aún no he ido al hospital, te enviaré un mensaje después de la reunión. 

- Bien. 

Ding Ji miró el cuadro de chat y leyó la conversación varias veces, para luego guardar su teléfono en el bolsillo. 

Cuando salió después de haberse lavado la cara, todos estaban conversando en la sala. La abuela y su tía fueron a la cocina y comenzaron a preparar la cena. 

—Xiao Ji —su tía asomó la cabeza desde la puerta de la cocina— Ven a contarle a tu abuela sobre la universidad, está que se muere porque se lo cuentes. 

—¿Qué más podría decir? —Ding Ji entró a la cocina— ¿No dije mucho cuando nos reunimos la última vez? 

—¿No fue cuando estaba comenzando la escuela? —dijo la abuela— Ha pasado ya un semestre, ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te ha ido en los exámenes? 

—Me ha ido bien —Ding Ji exprimió un trozo del estofado de cerdo, que estaba en forma de rodajas en la cocina y se lo llevó a la boca: —No he fallado en ningún examen y ahora siempre procuro en ir a resguardarme a la biblioteca. 

—Eso está bien, para ti antes era difícil que leyeras libros. —dijo la abuela mientras cortaba las verduras: —También fuiste en parte influenciado por la pequeña hada, quien no solo es inteligente, sino que también muy trabajador. 

Ding Ji sintió su corazón latir con fuerza, sus manos se entumecieron un poco y miró a su tía con nerviosismo. 

La tía le guiñó un ojo, diciéndole que todo estaba bien. 

—Él no trabaja tan duro —susurró Ding Ji— solo tiene muy buen cerebro. 

—Entonces continua hacia adelante y aprende bien. —la abuela lo miró— Esta vez tu papá puede darte una lección. Ahora que regresaste, es capaz de preparar un montón de libros profesionales para ti. 

Ding Ji no dijo nada. 

La alegría de estar en casa y ver a sus abuelos, gradualmente se desvanecía con cada mirada vergonzosa cuando miraba a sus padres. Ding Ji se quedó en la cocina durante más de diez minutos, si no salía, entrará dentro de un estado de incomodidad y además, el abuelo estaba afuera...

Por lo que tuvo que darse la vuelta, Liu Jinpeng se hizo a un lado y le cedió el puesto que estaba junto a su abuelo, separándolo de su padre.

Ding Ji sintió que debía darle a Liu Jinpeng un gran sobre rojo este año.  

—Abuelo —Se acercó y se sentó junto a él. 

—¿Estás cansado? —El abuelo estaba haciendo té y le dio una taza. 

—No estoy cansado, ¿Cómo podría estarlo? —dijo Ding Ji— Tengo compañeros de clases, que se sientan más de diez horas para irse a casa, y ellos son en verdad los cansados. 

—Ustedes salen a correr todos los días, ¿lo sigues haciendo? —preguntó el abuelo. 

—Corro y es inevitable —Ding Ji suspiró—aún con viento o lluvia. 

—También es algo bueno ser obligado a hacer ejercicio. —dijo su tío mientras sonreía— Yo llevo a la frijol a correr dos veces al día. 

—Corro, para luego quedarme una hora sin poder respirar bien —La pequeña frijol hizo una V con los dedos, mientras miraba televisión. 

—Te llevará a la muerte —dijo Ding Ji con una sonrisa. 

Sus padres no hablaban demasiado. Al igual que cuando llegaron a la casa de sus abuelos, básicamente se sentaron en silencio, miraron la televisión y cuando hablaban, generalmente lo educaban. 

Pero sus padres obviamente en este momento, no quieren educarlo. No había nada más que podían decirle, y su padre, de vez en cuando le decía una o dos palabras a su tío. 

Cuando Ding Ji conoció a sus padres, Ding Ji una vez pensó que a su padre lo adoptaron, ya que a comparación de la forma de ser de los demás integrantes de la familia, y no importaba como lo mirase, no parecía ser de la familia. Él mismo, en algún punto creyó haber nacido de su tía, pero la edad de su tía era realmente un poco incorrecta, lo que rompió por completo su imaginación. 

Pero los ojos de su padre no estaban para nada en silencio. De vez en cuando pasaban por su rostro, de forma afilada, como una cuchilla. 

Ding Ji mantuvo sus manos en su bolsillo, había colocado en vibración su teléfono y siguió tocándolo con sus dedos, con miedo de perderse los mensajes de Lin Wuyu. 

Pero cuando su teléfono vibró, no se atrevió a sacarlo y mirarlo de inmediato. 

En cambio, Liu Jinpeng tomó su teléfono y luego de mirarlo, se acercó a él: —Ding, déjame mostrarte algo divertido que acaban de enviarme. 

—¿Mm? —Ding Ji inclinó la cabeza. 

De un solo vistazo, vio el nombre de Lin Wuyu en el cuadro de mensaje en la pantalla. 

De repente se emocionó. 

Lin Wuyu probablemente supuso que era un inconveniente mirar su teléfono, por lo que también le envió un mensaje a Liu Jinpeng. 

Cuando vio el contenido del mensaje, pasó de la emoción al nerviosismo. 

El mensaje de Lin Wuyu solo son dos palabras. 

- El comienzo. 

. . .

Cuando su padre lo pateó, Lin Wuyu no se escondió. 

Su padre probablemente intentó patearlo en el vientre con esa patada rápida, lo cual no salió muy bien al final. 

Debido a que su padre no hace mucho ejercicio, levantar demasiado la pierna fue un inconveniente, por lo que Lin Wuyu cubrió directamente la parte inferior de su abdomen con sus brazos. 

La patada de su padre, realmente iba hacia la parte inferior de su abdomen. 

Lin Wuyu solo dio un paso hacia atrás y se quedó quieto 

Y cuando su padre le iba a plantar una segunda patada, esta vez se hizo a un lado y lo evitó. 

—¡Qué están haciendo! —Un doctor que estaba de paso, corrió y gritó— ¿Por qué están peleando aquí? ¡Esto es un hospital! 

—No puedes pelear con un tu hijo así —dijo un tío que estaba junto a él— No puedes hacerle eso, ya eres un hombre adulto...

—¡Él no es mi hijo! —su padre lo señaló— ¡No tengo un hijo así! 

—Mm —Lin Wuyu también lo miró— Jamás lo he sido. 

—¡No discutan aquí! —dijo el doctor— ¡Pueden afectar a los demás pacientes! ¡Salgan afuera y discutan ahí! Si continúan así, llamaré a la policía. 

—Lo lamento, doctor —le dijo Lin Wuyu al doctor, para darse la media vuelta y caminar hacia la puerta del hospital. 

Su padre lo siguió y los dos caminaron juntos. Hasta quedar debajo de un árbol que estaba al costado del camino. 

—Te lo preguntaré de nuevo —su padre lo miró fijamente— ¡¿Estás haciendo esto a propósito?! ¡¿De manera deliberada quieres vengarte de nosotros y vernos sufrir?! ¡Míranos!  

—No tengo tanto tiempo libre —dijo Lin Wuyu— solo vine a decirte que no encontré a Lin Zhan y tampoco debo hacerlo. 

Su padre hizo una mueca de desagrado. 

—No vuelvas a pensar más en la familia de Ding Ji. Él ya se lo ha dicho a su familia, lo que no es malo —Lin Wuyu dijo: —pero aún quiero advertirte una cosa, que si te atreves a hacer esa llamada, yo mismo me atrevo a ir a destrozar tu casa. 

—¿Qué clase de actitud es esa? —su padre lo miró— ¿Me estás amenazando? ¿Quién te crees que eres? ¿Qué clase de actitud tienes al hablarme de esa forma? 

—Esta es la actitud por parte de un extraño —dijo Lin Wuyu— ¿No es así? 

—¡Lin Wuyu! —Rugió su padre, mirándolo aún de manera fija y con los ojos enrojecidos. 

—Papá, lo siento, pero será la última vez —Lin Wuyu lo miró— En los últimos diez años, yo no te traje ningún recuerdo feliz, tampoco llevé a cabo la tarea que me fue entregada desde que nací. Originalmente ni siquiera quería estar aquí, pero vine por tu culpa, y ahora que todo está hecho, los restos de días que me quedan en mi vida, me pertenecen. 

Podía ver los labios de su padre temblaban, temblaba mucho y no podía decir palabra alguna. 

—Quiero vivir como quiero, así que ya déjame en paz. —Lin Wuyu siguió mirándolo— Soy una persona que jamás ha logrado que te sintieras satisfecho, tampoco alguien que te haya hecho feliz y ni mencionemos acerca de la decepción, ¿verdad? 

—Nos estás matando —dijo su padre. 

—No deberías decir esas cosas, deberías de una vez por toda dejarlo pasar —dijo Lin Wuyu— El por qué Lin Zhan se fue, es posible que lo sepas en tu corazón o simplemente no quieres saberlo. Pero tu amor es un cuchillo y eso, a él lo mató. Ahora la persona que vive en algún lugar ya no es tu hijo, ya no es Lin Zhan...

Su padre levantó repentinamente la mano y le dio una bofetada en la cara. 

Lin Wuyu pudo haberlo esquivado, pero no lo hizo. Esta bofetada hizo que unas flores doradas aparecieran frente a sus ojos. 

Sus padres, jamás lo habían golpeado en más de diez años, para ser preciso, no lo habían tocado en absoluto. Jamás lo abrazaron, jamás lo tomaron de la mano, jamás lo consolaron, ni siquiera les nació haberle dado una bofetada. 

La bofetada de hoy, probablemente sea algo que daba recordarse, ya que fue el único "contacto intimo" que ha tenido con sus padres en los últimos años. 

De repente, se sintió como alguien realmente lamentable. 

Ding Ji realmente no equivocaba cuando lo llamaba "pobre niño".  

—Me voy —dijo Lin Wuyu— Procura prestarle atención a tu cuerpo. 

—Lin Wuyu, ¡¿Qué es lo que quieres?! —rugió junto con una voz ronca. 

—Quiero ser huérfano —Lin Wuyu se dio la vuelta— ya no te preocupes. Ya cumplí con mi deber, sobre lo otro...ya no más. 

Este no eral final que quería Lin Wuyu. No era la dirección que él imagino y mucho menos, pensó que tendría una oportunidad de hablar de esta manera. 

Pero su madre rompió directamente la taza y su padre lo pateó. 

No estaba en sus planes, pero no fue algo sorprendente. 

Las palabras que dijo y las decisiones que tomó, solo fueron impulsos que salieron dentro de su rango de control.

Siempre y cuando, pueda estar seguro de que su padre no contacte a la familia de Ding Ji, puede ser alguien sin escrúpulos y revelándose contra su padre bajo esa misma actitud. 

Con tan solo esta clase de impulso, fue capaz de colocarle fin a muchas cosas. 

Caminó por bastante tiempo, caminó hacia su casa desde el hospital, tomó su equipaje con algunas cosas que quería llevarse pero no pudo tomarlas antes, cerró por completo su maleta y salió de esa casa. 

Arrastró su equipaje y se encaminó hacia un hotel. 

Ni siquiera se tomó el tiempo de leer el nombre del hotel. 

Después de que entró a la habitación, lo primero que hizo fue llamar a la recepción, para que le trajeran algo para comer. 

Fuiste un cerdo en tu última vida, ¿verdad? 

La voz de Ding Ji llegó a sus oídos. 

Lin Wuyu se rió, incapaz de contenerse. 

. . .

- Me ha ido muy bien por aquí, no hay problema. 

Ding Ji estaba de pie en el baño, se apoyó contra la puerta y al ver el mensaje de Lin Wuyu, se sintió aliviado. 

No tuvo una noche fácil. Todos estaban felices durante la comida y él hizo todo lo posible para ocultar sus emociones, dijo todo lo que se debía decir y todo al final debía seguir así, reírse, y asegurarse de que sus abuelos no sospechen. 

Pero cada vez que miraba el rostro de su padre, su corazón temblaba y podía sentir que cada una de sus "reacciones normales", parecía más bien una provocación hacia sus padres. 

No fue hasta que vio el mensaje de Lin Wuyu, que logró que se sintiera más tranquilo.

Después de ajustar su estado anímico, salió del baño. 

—Abuela —Liu Jinpeng estaba ayudando a la abuela a limpiar la mesa— Dame a mi y a Ding Ji algunos pasteles, queremos un refrigerios nocturno y lo más seguro, tendremos una larga conversación, que creo que no dormiremos. 

—Está bien —la abuela asintió con una sonrisa. 

—Hoy Ding Ji.... —su padre habló de repente: —Regresará con nosotros y se quedará ahí. 

Ding Ji se congeló, al igual que Liu Jinpeng, quien abrió la boca y no dijo nada. 

—No quiero —Después de que Ding Ji volvió en si, dijo sin pensarlo.