Capítulo 57

Me gustas

Aunque Xiang Xi se había tragado la leche, todavía fue capaz de atragantarse y se esforzó demasiado por no toser. 

—Aún queda bastante tiempo, ¿por qué no vamos al centro comercial? —Cheng Boyan lo miró con una sonrisa. 

—¿Por qué vamos al centro comercial? —Xiang Xi se secó la boca con el dorso de la mano: —¿No siempre sueles ir al supermercado a comprar cosas? 

Cheng Boyan no dijo nada, pero miró sus manos. Suspiró, sacó un pañuelo húmedo y le secó las manos. Luego, Cheng Boyan continuó: —Quiero comprar ropa, quiero que me ayudes a elegir algo. 

—¿De verdad quieres comprarlo? —Xiang Xi lo fulminó con la mirada: —¿Acaso puede caber algo más en tu armario? Nadie sabe que usas un suéter debajo de tu bata blanca todos los días, ¿y aún así quieres comprarlo? 

—Solo vayamos a mirar —Cheng Boyan sonrió: —De todos modos, es muy temprano para reunirnos todos. 

—Entonces...está bien —Xiang Xi asintió. 

El centro comercial no estaba muy lejos del restaurante y estaba justamente al otro lado de la calle. Pero esta zona, es el principal campo de batalla en la vida nocturna y en este momento, el estacionamiento del centro comercial estaba casi lleno, por lo que esperaron por un rato en la fila para poder estacionar el auto. 

Cheng Boyan llevó a Xiang Xi directamente a la sección de ropa para hombre en el cuarto piso, y después de caminar por un rato, Xiang Xi frunció el ceño: —¿Por qué mejor no vas al mercado mayorista cuando estés libre en estos dos días? 

—¿Qué sucede? —Cheng Boyan tomó una camiseta y la miró. 

—El precio es demasiado arbitrario —Xiang Xi miró la etiqueta del precio de la camiseta que sostenía en la mano: —Esa camiseta rota cuesta más de 200 yuanes y siento que al verlo, ya casi me han dado ocho infartos. Pero aquí esto se le puede considerar barato...el que tengo solo me costó 30 yuanes. 

—La calidad es diferente —Cheng Boyan comparó casualmente la ropa con él y dijo: —Si la compro, valdrá diez veces más de la que tienes. 

—¡Qué! —Xiang Xi dio un paso atrás y lo miró fijamente: —No la quiero. 

—No te pregunté si la querías —Cheng Boyan tomó otro y lo miró. 

—Tengo ropa suficiente para vestir. Tengo el uniforme del trabajo —Xiang Xi entendió el propósito de Cheng Boyan y se sintió un poco ansioso, ya que le preocupaba bastante el dinero: —No salgo con eso después del trabajo. 

—Ya me cansé de ver esas dos prendas tuyas todo este verano —Cheng Boyan tomó dos camisetas y se acercó hacia los pantalones: —Creo que la ropa de esta tienda es bastante buena, así que compremos todo aquí. 

La guía de compras vio la ropa en manos de Cheng Boyan y se acercó, lista para presentar los pantalones. 

—¡No vengas aquí! —Xiang Xi la detuvo rápidamente: —¡No vengas aquí! 

—Entonces elija con tranquilidad —La guía de compras se detuvo y dijo esto con una sonrisa. 

—¿Te gusta este? —Le preguntó Cheng Boyan mientras tomaba un par de jeans rotos y con agujeros: —Ya tranquilízate, por fin tengo tiempo para ir de compras. 

Xiang Xi miró los pantalones que tenía en la mano y no dijo nada.  

—Solo quiero comprarte ropa —Le susurró Cheng Boyan: —Tampoco sales a comprar todos los días, ¿no sabes que cada día la ropa se desgasta? 

—¿Eh? —Xiang Xi se congeló. 

—¿No viste que las mangas están deshilachadas? —Cheng Boyan tiró de sus mangas: —Solo compremos dos de buena calidad, que te puedan durar mucho. 

Xiang Xi miró las mangas de su ropa. Era cierto que no solo estaba deshilachada, sino que también un poco rota y se preguntó si fue demasiado duro cuando lavó la ropa. 

Pero nunca antes le había importado esos detalles. Si tiene dinero, comprará ropa y si no tenía, usará lo mismo todos los días e incluso si su ropa favorita tenía agujeros, la usaría de todas formas. 

Pero mirando la forma de vestir siempre meticulosa, limpia y fresca de Cheng Boyan, ya sea formar e informal, dudó por un momento: —¿De verdad quieres comprármelo? 

—Mm, solo un par de pantalones y dos camisetas, ¿Qué te parece eso? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Entonces... —Xiang Xi miró los pantalones y tomó otro par de pantalones de jeans que había a su lado: —de acuerdo, pero sin agujeros. 

—Pensé que gustaban de este tipo —Cheng Boyan dejó el par que tenía en la mano: —¿No te vestías así antes...? incluso llevabas esas botas con tachuelas, que geniales. 

—¿Aún las recuerdas? esas botas me costaron 60 yuanes...ya no me gustan más —Xiang Xi sonrió. Si, ya no le gustan. Ahora quiere siempre vestir limpio y ordenado, al igual que Cheng Boyan: —No quiero con agujeros. 

—Entonces este —Cheng Boyan tomó el que eligió y lo miró: —Ve a probártelos, esta talla debería quedarte. 

—¿Cómo sabes...? —Xiang Xi luego se calló a mitad de sus palabras, solo tomó los pantalones y se dio la vuelta para caminar hacia el probador. 

Cheng Boyan todavía fue capaz de responder de forma rápida y enérgicamente: —Porque lo he visto. 

Xiang Xi se dio la vuelta y lo fulminó con la mirada. Cheng Boyan se apoyó en el estante y se rió durante mucho tiempo. 

Las pantalones al final le quedaron bien, Cheng Boyan lo vio con bastante precisión. Xiang Xi se paró frente al espejo y se miró.  

—¿Le queda bien en la cintura? —Preguntó la guía de compras a su lado, que luego se arrodilló y acomodó el dobladillo de sus pantalones: —Estos pantalones favorecen mucho tus piernas. Éste te queda genial y no es necesario cambiar el dobladillo de tus pantalones, te quedan perfectos. Tus piernas son muy largas. 

Xiang Xi no dijo nada y de repente, se sintió un poco orgulloso. 

¡Estas son las verdaderas piernas largas! 

Cuando la guía de compras se alejó para emitir un boleto, estiró las piernas frente a Cheng Boyan: —¿Son largas? 

—Son largas —Cheng Boyan asintió, mientras sacaba su billetera: —¿Quieres que las toque? 

—¡¿Estás loco?! —Xiang Xi rápidamente se giró a mirar a la guía de compras. 

Cheng Boyan fue a pagar el dinero y regresó. Xiang Xi llevaba los pantalones nuevos y camiseta nueva. Y le preguntó: —¿Lo usarás ahora? 

—Mm —Xiang Xi asintió y luego le susurró al oído: —¿No tienes miedo de que avergüence más tarde?

—No —Cheng Boyan lo miró: —Nunca he pensado de esa manera, tampoco pensé de esa forma cuando terminaste avergonzado de ti mismo. 

Xiang Xi sonrió y sintió que Cheng Boyan estaba diciendo la verdad. Por esa razón, dijo la palabra "condado Shaxian" con tanta tranquilidad delante de sus amigos. 

Era ese tipo de confianza profundamente arraigada en sus huesos. Miró a Cheng Boyan, que estaba esperando a que la guía de compras empacara la ropa. Cheng Boyan era el tipo de persona que podía tomarme una selfie con confianza con un teléfono 2G de 50 yuanes. 

De repente se sintió un poco orgulloso. 

Esta vez, no habían tantas personas como en la fiesta de cumpleaños de la última vez, eran cuatro o cinco personas y la bonita Xiao Lang no estaba aquí. Sin embargo, Fatty Chen le parecía muy familiar y cuando vio a Xiang Xi, agitó la mano: —¡Xiao Xiang! ¡estás aquí! 

—¿Por qué suenas tan extraño? —Song Yi estaba apoyando en la silla y jugaba con su teléfono: —Parece un papá elefante que acaba de encontrar a su bebé elefante, ¿hay un elefante aquí? 

—Pronto lo será —respondió Cheng Boyan. 

De repente, varias personas comenzaron a divertirse y se rieron todas juntas. ¡Cheng Boyan realmente estaba loco!  

—¿Viste eso? —Song Yi le dio un pequeño codazo a Song Yi: —Te lo dije antes, su cara ahora se volvió más grande. 

La comida fue invitada por Fatty Chen, quien dijo que se estaba recuperando de la agitación de la batalla anterior y quería celebrar. 

Xiang Xi ya no se sentía tan incómodo, como cuando cenó la última vez.

Aunque no podía hablar sobre muchos temas, estaba de buen humor y se sentía cómodo, así como estable. Lo que hacía que llenara su estómago sin darse cuenta. 

—Song Yi cantará después, la sala privada ya ha sido reservada —Lin He le dio un ligero golpe a la copa: —¿Cuándo iremos a la batalla? 

—Creo que ya fue suficiente —dijo Fatty Chen— ¿ya estás satisfecho? si no, ¿por qué no pedimos dos platillos más? 

—Ya no puedo más, llegué a la cima —dijo Lin He. 

Todo expresaron que estaban satisfechos. Fatty Chen miró a Xiang Xi nuevamente: —¿Ya has comido suficiente Xiao Xiang? Eres el más joven y aún estás creciendo. Necesitas comer más y no lleves el mismo ritmo que ellos.

—Estoy satisfecho —Xiang Xi miró la cara redonda de Fatty Chen y de repente quiso reírse: —Estoy muy satisfecho. 

—No le hagas mucho caso a Chen-ge —dijo Son Yi, extendiendo la mano y acariciando la barriga de Fatty Chen: —Esto crece, crece y sigue creciendo. Él todavía es joven y no es bueno que crezca así. 

Después de salir del restaurante, los que había bebido tomaron el auto de Lin He y corrieron al campo de batalla del karaoke. Cheng Boyan llevó a Xiang Xi a buscar el auto. 

—¿Cómo te sientes? ¿te sientes incómodo? —Cheng Boyan colocó su brazo sobre los hombros de Xiang Xi, después de entrar al estacionamiento. 

—Muy bien —Xiang Xi sonrió— muy lleno. 

—Déjame tocarte también —dijo Cheng Boyan con una sonrisa, extendiendo la mano y tocando su estómago: —Está bastante plano. 

Xiang Xi hinchó su estómago y dijo: —Estoy lleno. 

—Ay, me asustaste —Cheng Boyan lo volvió a tocar: —Puedes retraerlo y soltarlo libremente.

—Es casi lo mismo que tu actitud de desvergonzado —dijo Xiang Xi: —Papá. 

—¿Eres tan vengativo? —Cheng Boyan estaba divertido. 

—Es inevitable no ser vengativo, ya que siempre te burlas de mi —Xiang Xi chasqueó la lengua. 

—Y todavía quiero seguir haciéndolo —Cheng Boyan inclinó la cabeza y besó la punta de su oreja. 

Estas palabras en forma de susurro contra su oreja y ese suave toque en la punta de oreja, le provocaron un escalofrío. Xiang Xi casi se tambaleó y ni siquiera fue capaz de recuperarse por completo cuando llegó al auto. 

—¿En qué estás pensando? —Cheng Boyan lo miró. 

—Nada —Xiang Xi se apoyó contra la puerta del auto y sacudió la cabeza. Cheng Boyan estaba muy cerca y podía sentir el calor proveniente del cuerpo de Cheng Boyan. 

—Yo... —Cheng Boyan se inclinó frente a él: —Olvídalo. 

—¿Olvidar...qué? —Preguntó Xiang Xi con cierta dificultad. El aliento de Cheng Boyan ya había llegado a su rostro y el agradable aroma a limón lo envolvió. Y de repente, esperó los suaves y húmedos labios de Cheng Boyan. 

—No más informes médicos —dijo Cheng Boyan, tocando su cintura y deslizando sus manos hacia lo largo de su cintura. Lo abrazó y presionó sus labios contra los de él.

La respiración de Xiang Xi se detuvo, pero cuando la lengua de Cheng Boyan tocó ligeramente sus labios y se adentró entre sus dientes, no dudó ni por un momento, simplemente avanzó con naturalidad y expectación.

Las manos de Cheng Boyan acariciaron su espalda y la temperatura calientes de las palmas de sus manos pasaron hacia su cuerpo. Solo haciendo que levantara las manos y enganchara con fuerza el cuello de Cheng Boyan, enredando más la lengua...

Este beso fue un poco corto. Cuando Cheng Boyan se alejó de sus labios, Xiang Xi lo siguió y se lamió los labios dos veces. 

—Xiang Xi —Cheng Boyan todavía lo abrazaba y besó el lóbulo de su oreja, y con una ligera respiración agitada, lo besó hasta llegar a su cuello: —Me gustas mucho. 

El cuerpo de Xiang Xi tembló levemente, Cheng Boyan le besó el hombro y le susurró al oído: —Siendo más serio, no me atrevo a decir nada más de forma tan casual, por miedo a asustarte. Pero a la vez, no puedo soportar no decir algo...

Xiang Xi no habló, abrió los ojos muy abiertamente y miró la luz que estaba sobre su cabeza, sintiéndose un poco mareado. 

Los labios de Cheng Boyan se detuvieron en su clavícula, luego se movieron hacia arriba, hasta su cuello, barbilla, labios y finalmente aterrizó sobre su lunar, en el rabillo de su ojo: —Me gusta este lunar. 

—Yo... —Xiang Xi abrió la boca, sin saber lo que quería decir. 

Justamente cuando estaba retirando esos dispersos pensamientos, sintió un calor húmedo sobre el rabillo de su ojo. Se apoyó por completo sobre la puerta del auto e incluso, casi se arrodilló. 

Cheng Boyan lamió suavemente su lunar. 

¿Qué más dijo Cheng Boyan después de eso? ¿Acaso se miraron en silencio? Xiang Xi no lo recordaba. 

—¿No hace un poco de calor? —Las palabras de Cheng Boyan finalmente lograron que volviera a la realidad y sintió que su cuerpo estaba cubierto de sudor.

—No es un poco —Xiang Xi llevó su mano detrás de su espalda y se tocó la espalda: —Tengo tanta calor que me siento como una fuente. 

—Sube al auto, yo también estoy sudando —Cheng Boyan abrió la puerta del auto y lo empujó hacia adentro. 

Después de encender el aire acondicionado del auto, Xiang Xi exhaló un largo suspiro de alivio y girando las pequeñas aspas del ventilador del aire acondicionado hacia él, se reclinó en el asiento y no se movió más. 

—No se sopla así —Cheng Boyan colocó en marcha el auto y empujó la pequeña aspa del ventilador a un lado. 

—Calor —Xiang Xi lo volvió a girar, hacia su dirección. 

—Si tienes calor, desabrígate —Cheng Boyan volvió a extender la mano y empujó nuevamente.

—Necesito de todas formas el soplido —Xiang Xi quería extender la mano nuevamente, pero Cheng Boyan le dio una palmada en el dorso de su mano. 

—Quítate la ropa primero —Cheng Boyan lo miró. 

—Piensas bonito —dijo Xiang Xi, acomodándose en el asiento y de repente comenzó a reír, y no se detuvo en mucho tiempo más. 

Siguió riendo hasta que salieron del estacionamiento. 

—Señor, disculpe —Cheng Boyan bajó la ventana del auto y le preguntó al cobrador del peaje, mientras entrega la tarjeta de estacionamiento y el dinero: —¿Sabe dónde está la farmacia más cercana? 

—Si va hacia el norte y cruza la intersección, podrá ver una farmacia grande —dijo el cobrador del peaje. 

—Gracias —Cheng Boyan cerró la ventana y salió. 

Xiang Xi finalmente dejó de reír y giró su cabeza: —¿Te sientes mal? 

—No, te iba a comprar algo —Cheng Boyan lo miró: —Oye, ¿ya no te ríes más? 

Xiang Xi quedó atónito por un momento y luego, inexplicablemente, comenzó a reír de nuevo. 

—¿Acaso besé el interruptor de tu risa? —Cheng Boyan extendió la mano y le dio un golpecito en la frente. 

—No lo sé —dijo Xiang Xi felizmente: —No sé qué me pasa. Doctor, por favor ayúdeme. 

—No hay cura para esta tonta enfermedad —Cheng Boyan suspiró: —Tendrás que aguantarlo. 

Xiang Xi, me gustas mucho. 

Me gusta este lunar. 

Me gustas mucho. 

Me gusta este lunar. 

Me gustas mucho.

Me gustas mucho. 

Me gustas. 

Me gustas. 

Xiang Xi cerró los ojos y apoyó la frente sobre la ventana del auto, dejando que su frente golpeara levemente la ventana. No sentía nada en absoluto y en lo único en lo que podía pensar era en lo que Cheng Boyan dijo antes. 

Estas palabras fueron dichas suavemente sobre su oído, junto con una respiración agitada. 

Ahora, cuando pensaba en ello, sintió picazón en su cuerpo y entumecimiento, como una descarga eléctrica.

No puedo calmarme.   

.......

Y parecía que cierto accidente ocurrió. 

No, un pequeño accidente que aún no ha ocurrido por completo. 

Xiang Xi abrió un ojo, primero miró su entrepierna y luego miró en silencio a Cheng Boyan. 

Cheng Boyan estaba mirando el auto que iba adelante y no notó su movimiento. 

Muy lentamente, bajó sus manos y sacudió sus pantalones.

Justamente cuando estaba a punto de volver a sacudir sus pantalones, Cheng Boyan dijo de repente: —¿Estás duro? 

Xiang Xi se sorprendió y movió violentamente las manos. Cuando escuchó esto, se sintió avergonzado y molesto, y no pudo evitar darse una palmada en la pierna: —¡¿Puedes no asustarme?! ¡Me asusté tanto que casi agarro el huevo! 

—Puedes quitarte los pantalones con tranquilidad —Cheng Boyan se rió, luego extendió la mano y agitó sus pantalones: —Eso es todo. 

—¡No soy tan desvergonzado tomo tú! —dijo Xiang Xi. 

—¿Qué es lo desvergonzado de agitar los pantalones? no estoy agitando los pantalones de nadie más —Cheng Boyan todavía miraba hacia el camino y susurró: —Oye, la farmacia todavía está abierta. Me pregunto si tienen medicina para lo desvergonzado...

Xiang Xi giró la cabeza, sin saber qué decir. Realmente no se había dado cuenta en un principio que fuese un verdadero sinvergüenza.

Usa una bata blanca, lucía erguido y siempre tenía una educada sonrisa, y cada una de sus acciones estaban llenas de educación. Pero al final, resultó...

Xiang Xi pensó salvajemente durante mucho tiempo, antes de que finalmente cayera la bandera apasionada de su entrepierna.  

Dio un suspiro de alivio, miró a Cheng Boyan y no pudo evitar preguntar: —¿Te has puesto duro? 

—La próxima vez podrás sentirlo y lo averiguarás —dijo Cheng Boyan. 

—¡¿De verdad puedes mantener una conversación así?! —Xiang Xi gritó y saltó en su asiento. 

—Me asusté muchísimo...que difícil —Cheng Boyan sonrió: —No hace falta preguntar, no hay nada de malo en esto. 

—Oh —Xiang Xi dejó de hablar, se sentía demasiado avergonzado como para seguir mirando a Cheng Boyan y miró por la ventana del auto. 

—¿Entonces cantarás conmigo? ¿La pareja que regresó a casa? —Le preguntó Cheng Boyan, mientras se estacionaba fuera del Karaoke. 

—Ya no —Xiang Xi abrió la puerta del auto y salió: —Canta tú solo "Las olas del lago Honghu". 

—Es muy irrespetuoso —Cheng Boyan sonrió y salió del auto: —¿Entonces quién canta "la pareja que regresó a casa"?

—Bueno... —Xiang Xi se divirtió y lo miró con una sonrisa: —Realmente quiero saber una cosa, ¿Eres así solamente delante de mi o eres así con todos? 

—¿Así cómo? —Cheng Boyan pasó uno de sus brazos sobre sus hombros y caminaron hacia la sala privada. 

—Así como un loco —dijo Xiang Xi, pellizcando ligeramente la punta de sus dedos. 

—Solamente cuando estoy contigo —Cheng Boyan sonrió: —Cuando estoy contigo, me relajo y no me tenso. 

—¿Entonces eres así delante de la Directora Xu? —Preguntó nuevamente Xiang Xi. Cuando pensó en la majestuosa Directora Xu, realmente no podía imaginarlo. 

—Por supuesto que no —Cheng Boyan pensó por un momento: —ese es un tipo diferente de relajación. 

—Entiendo —Xiang Xi asintió: —En normal relajarse en casa, pero no es la misma relajación que muestras delante de mi, a esto se le llama mostrar tu "forma original". 

Todos dentro de la sala privada ya estaban cantando y mientras, ellos aún estaban afuera de la puerta, escucharon a Lin He gritar: —¡TÚ ERES EL VIENTO Y YO SOY LA ARENAA!

Luego vino la voz de Song Yi: —¡NO ESTOY LOCO, TÚ ERES EL ESTÚPIDO!

Xiang Xi se rió tan pronto como escuchó esto, ninguno de los dos estaban sintonizados y estaba mil veces alejada de las montañas. 

—¡Aquí llegaron! —Lin He los vio entrar y tomó el micrófono: —¡Pensé que ustedes dos se habían ido solos otra vez!  

—Ustedes dos solo continúen —Cheng Boyan agitó la mano y tiró de Xiang Xi para sentarse juntos en el sofá. 

Tan pronto como Xiang Xi se sentó, Cheng Boyan estiró su mano detrás de su espalda y lo acarició a través de su ropa. 

Las luces de la sala eran tenues, pero esta acción no asustó a Xiang Xi, pero aún así se giró para mirar a Cheng Boyan. 

—¿Qué pasa? —Los dedos de Cheng Boyan se engancharon sobre su espalda baja. 

—Nada —Xiang Xi sonrió: —Cosquillas. 

—¡¿Vas a cantar Boyan?! —Gritó Song Yi, después de cantar una desafinada canción. —¿Xiang Xi? 

—Esperaré un poco —Cheng Boyan sonrió y se giró hacia Xiang Xi: —¿Quieres cantar? 

—Cantaré —Xiang Xi pensó por un momento y dijo: —"Las olas del lago Honghu". 

—¡¿Qué?! —Song Yi no escuchó con claridad y preguntó en voz alta. 

—"Las olas del lago Honghu" —dijo Lin He y explicó con seriedad: —Vamos, la canción especial para Boyan. 

Todos en la sala estaban encantados y se echaron a reír. 

—¿Realmente piensas vengarte? —Preguntó Cheng Boyan con una sonrisa. 

—Olvídalo —Xiang Xi se colocó de pie, caminó hacia el lado de Song Yi y miró la máquina de Karaoke: —Vamos por una canción más antigua. 

—¿Lo cantarás para nosotros los mayores? —Suspiró Lin He con voz larga: —Desde que Xiang Xi se integró, siento que somos tan mayores que nuestras edades son tan notorios, es inevitable.  

—Mm —Asintió Xiang Xi: —Song-ge, ayúdame a pedir una canción. 

—¿Qué canción quieres? —Preguntó Song Yi. 

—"Me gustas" —dijo Xiang Xi. 

Song Yi levantó las cejas y miró a Cheng Boyan con una sonrisa. 

Xiang Xi también se giró. 

—Canta —Cheng Boyan se reclinó en el sofá y levantó la comisura de su boca.