EXTRA DOS

"Solo espero que ustedes dos caminen como un reloj, sin parar y juntos, durante ciento ochenta años más" 

Ha estado nevando desde ayer, y no ha se ha detenido hasta hoy. 

Bian Nan estaba sentado dentro del auto junto con la calefacción encendida y mirando por la ventana. Todo estaba muy animado afuera de la estación del tren, habían muchas personas que llevaban todo tipo de equipaje, unos llegaba a casa y otros se iban a casa. 

Cada año por estas fechas, todo estará muy animado, un año más. 

Es realmente un año tras año. 

Miró la hora, sacó su teléfono y estaba a punto de hacer una llamada cuando su teléfono sonó, era un llamada de Qiu Yan. 

—¿Estás aquí? —Contestó el teléfono y preguntó. 

—Mm, estoy por salir, solo espera en el estacionamiento —Qiu Yan sonaba muy feliz: —¿Estás conduciendo un auto grande? 

—Es un auto grande —dijo Bian Nan: —Todavía eres capaz de prestarle atención a esto, el auto es suficiente para poder venir a recogerte. 

—Llevo a alguien conmigo —dijo Qiu Yan con una sonrisa. 

—¿A quién? —Preguntó Bian Nan de inmediato: —¿Viniste con una novia? 

—No, bueno está bien, saldré ahora —dijo Qiu Yan. 

Después de que la llamada colgó desde el otro lado, Bian Nan dijo: —¿Es otra vez Fang Xiaojun? 

Cada vez que Qiu Yan regresaba para las vacaciones de verano, venía junto con Fang Xiaojun. Bian Nan realmente no podía entender cómo Fang Xiaojun, un jodido niño, era de rostro duro, fue capaz de hacerle frente con su cara la última vez, y esa vez, también vino junto a él para las vacaciones de invierno. 

¡Y todavía tenía que llevarlo en el auto!

Bian Nan se quedó dentro del auto por un rato y desde lejos, vio a Qiu Yan arrastrando su maleta. 

Efectivamente, Fang Xiaojun venía detrás de él. 

Salió del auto y se colocó al lado del auto, malhumorado. 

—¡Gran tigre! —Gritó Qiu Yan, encargando su maleta a Fang Xiaojun y corriendo hacia su dirección. 

—¡No grites! ¡Estoy de mal humor ahora! —Gritó Bian Nan también, pero aún así en la comisura de su boca no pudo contener una sonrisa. 

Cada vez que Qiu Yan regresaba, sentía que este niño había crecido un poco más, con brazos y piernas largas, que incluso era más alto que él y Qiu Yi. Su hermoso rostro se parecía cada vez más a Qiu Yi, y lo único que probablemente no ha cambiado es el cabello rizado sobre su cabeza, que volvía a su estado original luego de una semana alisándolo. 

—¿Me extrañaste? —Qiu Yan corrió y le dio un abrazo a Bian Nan: —¡Dime rápido que me extrañaste! 

—Hasta morir, cuando dijiste que ibas a regresar, no he podido dormido bien durante varias noches —Bian Nan lo abrazó y le dio unas palmaditas en la espalda: —Casi volé para venir a recogerte. 

—Muy falso —dijo Qiu Yan con una sonrisa, fue hacia la parte trasera del auto y abrió el maletero, gritándole a Fang Xiaojun: —Date prisa, ven a guardar tus cosas. 

—Nan-ge —Fang Xiaojun saludó a Bian Nan y fue corriendo mientras arrastraba su equipaje. 

—Siempre puedo verte, ustedes dos no van a la misma universidad —Bian Nan lo miró fijamente. 

—Solo soy feliz —Fang Xiaojun colocó su equipaje en el maletero: —Esperé a que Qiu Yan decidiera regresar en estos dos días, para poder hacerlo juntos. 

Bian Nan no se molestó en prestarle atención y se subió al auto. 

La casa de Fang Xiaojun no estaba en el mismo camino que la de ellos, y lo primero que tenía que hacer era llevar a Fang Xiaojun de regreso y luego regresar atrás. Si no fuera por ese rostro que tenía Qiu Yan, ya habría arrojado a Fang Xiaojun a mitad de la carretera. 

—¿Está mi hermano en casa? —Qiu Yan se sentó en el asiento de copiloto y miró la hora. 

—No lo sé —respondió Qiu Yan. 

—¿No lo sabes? —Qiu Yan se volvió para mirarlo. 

—Mm —Bian Nan chasqueó la lengua: —No regresé anoche, ni tampoco regresé hoy, vine directamente a recogerte. 

—¿Tan ocupado estás? —dijo después de un rato Fang Xiaojun, para luego chasquear la lengua un par de veces. 

—¿Por qué estás en todas partes? —dijo Bian Nan. 

Después de dejar a Fang Xiaojun en la puerta de su comunidad, Bian Nan condujo de regreso. 

Qiu Yan sacó su teléfono: —Llamaré a mi hermano y le preguntaré. 

—Que tontería —dijo Bian Nan. 

—¿Cómo? —Qiu Yan se rió, luego se acercó a Bian Nan y susurró: —¿Se pelearon? 

—No hubo pelea —Bian Nan lo miró: —Tu hermano simplemente está enfermo, ni tampoco tengo el tiempo para pelear con él. 

—Parece una pelea —Qiu Yan se rió durante mucho tiempo: —¿Por qué se pelearon? 

—¿Qué razón puede haber?, te dije que él es el enfermo. Cuando lleguemos, prepárate, ya que te llevaré a un buffet de mariscos. —dijo Bian Nan. 

—Quiero comer arroz frito —dijo Qiu Yan. 

—¡¿Aún no te has cansado de comer arroz frito durante más de diez años?! —Bian Nan palmeó el volante. 

—Extraño a mi hermano —dijo Qiu Yan con una sonrisa. 

Cuando llegaron a casa y estacionó el auto, Bian Nan miró el otro espacio en el estacionamiento, que todavía estaba vacío. Qiu Yi aún no había regresado. 

La pequeña maceta pateada por Bian Nan todavía estaba tirada en el suelo, Qiu Yan después fue a colocarla a su lugar: —Descubrí que el propósito de plantar flores es patearlas y jugar con ellas cuando están enojados. 

—Tu hermano plantó en esa maceta —Bian Nan llevó su equipaje hacia la casa. 

—Lo pateaste con ira, así que te pateó con ira, ¿verdad? —Después de entrar a la casa, Qiu Yan fue directamente a la despensa, sacó una bolsa de papas fritas y comenzó a comerlas. 

Después de que el proyecto en la casa de Qiu Yi fue implementada, compraron una nueva casa. Era una casa dúplex, junto con un pequeño patio, y aunque la casa no era grande, era lo suficiente para que tres personas vivieran, y la razón principal es que el patio era bastante agradable. 

Bian Nan tuvo muchas ideas antes de mudarse, aunque el patio era semicerrado, podían plantar flores, criar peces y disfrutar de la sombra. Pero ahora no hay nada más que 16 macetas de flores. 

Ambos están tan ocupados saltando de un lado a otro, que no podían cuidarlo en absoluto. 

Después de que Qiu Yan se comió las papas fritas, fue a ducharse y Bian Nan se sentó en el sofá. Así que sacó su teléfono y llamó a Qiu Yi. 

—¿Bian Nan? —Qiu Yi respondió el teléfono con bastante rápidez. 

—Tonterías, ¿no tienes un identificador de llamadas? —dijo Bian Nan. 

—No lo vi, ¿fuiste a recoger a Erbao? —Desde el lado de Qiu Yi, los sonidos eran caóticos.

—Mm, él quiere comer arroz frito, así que regresa y prepáraselo —Bian Nan miró la hora. Era más de las cuatro, así que cuando Qiu Yi regrese será probablemente a las seis o siete en punto. 

—¿Perderás los estribos? —preguntó Qiu Yi. 

—Nop —Pero Bian Nan se enojó nuevamente cuando pensó en lo que sucedió ayer: —¡Pero no podré deshacerme de mi ira si no te tomas tu medicamento! 

—Entonces no regresaré —dijo Qiu Yi: —¿Regresar y volver a pelear? 

—¡No es como si no hubiéramos peleado antes! —Bian Nan se colocó de pie: —¿Así que por qué no regresas y peleamos una vez más? 

—Una persona que tiene casi 30 años, sigue siendo tan infantil —Qiu Yi sonrió. 

—Eso también va para ti, ¿no? —Bian Nan pasó por la puerta del baño y echó un vistazo: —Date prisa y discúlpate conmigo, o nunca volverás a ver a Erbao, lo ataré e iré a venderlo. 

—Te lo dije hace algún tiempo. El cerebro de Erbao es rápido ahora y ya no se preocupa de que nos volvamos rivales —dijo alegremente Qiu Yi: —pero ahora quieres venderlo...

—¿Te piensas disculpar? —Bian Nan lo interrumpió. 

—Perdón —dijo Qiu Yi. 

—¿Perdón por qué? —Preguntó Bian Nan. 

—Perdón, no debí haberme puesto celoso —Qiu Yi sonrió. 

—No debes colocarte celoso, no puedes estar celoso, no hay un por qué para estar jodidamente celoso —Bian Nan lo educó seriamente. 

—Me equivoqué, no volveré a colocarme celoso —Qiu Yi se rió durante mucho tiempo: —Regresaré en un rato, todavía debo hacer algo aquí, tengo que esperar que Luo Yiyang venga y firme algo. 

—Mírate, yo no me colocó celoso cuando estás todo el día con Luo Yiyang —dijo Bian Nan. 

—No te importa tanto como a mí —Qiu Yi chasqueó la lengua. 

—Mentira, solo demuestras que no has madurado para nada en el tema de los celos durante todos estos años —Bian Nan suspiró. Antes de que pudiera volver a hablar, la puerta del baño se abrió de repente y Qiu Yan salió corriendo desnudo, así que no pudo evitar gritar: —¡Erbao! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!  

—¡Olvidé tomar mi ropa interior! —Gritó Qiu Yan, mientras corría hacia su propia habitación. 

—¿No puedes envolverte con una toalla? —Bian Nan se apresuró a cerrar las cortinas: —¿Qué hay con la exposición? 

—¿No me has visto desde que era un niño? —Qiu Yan entró a su habitación. 

Bian Nan miró su espalda por un momento, luego de pronto bajó la voz: —¿Desde cuando Erbao tiene un tatuaje en su pantorrilla? 

—¿Ah? ¿imposible? no recuerdo haberlo visto cuando regresó de vacaciones la última vez —Qiu Yi se sorprendió: —¿Se ve bien el tatuaje en su pantorrilla? 

—¿Es una cuestión de que si se le ve bien? —Bian Nan se recostó en el sofá: —Regresa y habla con él esta noche, este niño no ha estado aprendiendo cosas malas, ¿verdad?, yo era malo a su edad, pero no tenía ningún tatuaje. 

—Ni siquiera pudiste ver su tatuaje —dijo Qiu Yi. 

—¡Piérdete! —Gritó Bian Nan y colgó el teléfono. 

Qiu Yan salió de la habitación con la ropa puesta, se dejó caer en el sofá y colocó sus piernas sobre las de Bian Nan: —¿Llamaste a mi hermano? ¿Cuándo volverá? 

—Tenemos que esperar que el señor Luo regrese a hablar sobre algunas cosas, así que será más tarde —Bian Nan lo agarró del tobillo y subió sus pantalones: —Debes tener hambre, te llevaré a comer algo ahora. 

—No tengo hambre —Qiu Yan sonrió y se retorció: —Me pica. 

—¿Qué es esto? —Bian Nan torció su pantorrilla y lo miró, rugiendo: —¡¿Esta cosa es una cicatriz?! 

—Mm, me golpeé —Qiu Yan encogió las piernas: —¿Qué creíste que era? 

—Pensé que tenías un tatuaje —Bian Nan frunció el ceño. Hasta ahora, Qiu Yan seguía siendo Erbao, el pequeño bollo en su corazón, y ver tal cicatriz de repente hizo que su corazón le doliera: —¿Cómo te lo hiciste? esta cicatriz no es pequeña. 

—Solo fue un golpe —Qiu Yan se dio la vuelta y se acostó en el sofá: —Gran tigre, por favor aprieta mi trasero, duele después de estar sentado bajo muchas horas de viaje. 

—Te apretaré la cabeza, no me interrumpas —Bian Nan le dio una palmada en el trasero: —Sigue fingiendo frente a mi, aún eres demasiado joven. Esto no se produce por un golpe, nadie puede golpearse una pantorrilla y que quede así. 

—ah...—Qiu Yan suspiró: —Te lo dije, no te preocupes tanto por mi. 

—No hay garantía —dijo Bian Nan. 

—No hablemos de eso —Qiu Yan alcanzó la carne seca que estaba sobre la mesa de café y miró la televisión mientras comía.  

—Entonces espera a que tu hermano regrese y habla con él —Bian Nan bajó las perneras de su pantalón, y miró la televisión en silencio. 

Qiu Yan se tumbó en el sofá después de un rato: —Me empujaron y me golpearon. 

—¿Quién te empujó? —Preguntó Bian Nan. Qiu Yan no es pequeño, desde que era niño siempre ha sido enérgico y gozaba de muy buena salud. También ha estado jugando al tenis durante varios años, y era poco mágico que alguien lo llegue a empujar y golpear. 

—Un rival en el amor —Después de que Qiu Yan terminó de hablar, se sintió divertido y acostado boca abajo se entretuvo: —Me convertí en un rival en el amor, ni siquiera me di cuenta, y de repente alguien me empujó y me golpeó. 

—Le robaste una novia a alguien, ¿verdad? —Bian Nan lo miró. 

—No, de todos modos ni siquiera me gusta —Qiu Yan volvió la cabeza y le sonrió: —Es lo mismo que cuando viste a mi hermano como tu rival en el pasado. 

—¿En serio? —Bian Nan creía que sería bueno que los niños no supieran todo, ya que en cualquier momento podría usarlo en tu contra: —¿Cómo lo manejaste? 

—Fui a la enfermería de la universidad para que me lo traten, ¿Qué más debí hacer? —Qiu Yan se dio la vuelta nuevamente, se tumbó y colocó su pie sobre el hombro de Bian Nan. 

—Me refiero a cómo manejaste la situación con esa persona —Bian Nan le apartó el pie. 

—No lo tomé en cuenta, no fue grave y la cicatriz sanará en unos días. Las demás personas pueden malinterpretar si hago algo, si peleo con él y luego lo lastimo, parecerá una victima —Qiu Yan volvió a poner el pie sobre su hombro: —y esa chica luego pensará que peleé por ella, que problemático sería, ni siquiera puedo recordar cómo es ella.  

Bian Nan sonrió y se quedó en silencio. El pequeño de ese entonces, ahora habla de una forma realmente alta, estaba tan lleno de emociones que estaba por escribir un libro. 

—Es casi el Año Nuevo Chino, por lo que debe haber muchas canchas vacías, así que vamos a jugar en algún rato —Qiu Yan se sentó. 

—¿Con quién piensas jugar? no tengo el tiempo para acompañarte. Tengo muchas cosas que hacer todavía a fin y a principio de año —dijo Bian Nan. 

—Te llamé dos veces hace unos días y esas dos veces estabas jugando al tenis con mi hermano, que ocupado estás —Qiu Yan se rió: —Olvídalo, ustedes dos han estado enamorados durante diez años y no se han cansado de eso. No los molestaré a ninguno de los dos, mejor buscaré a alguien más. 

—¿Diez años? —Bian Nan estiró las piernas: —Ha pasado mucho tiempo. 

—Mm, ha pasado mucho tiempo. Los he visto pasar de adolescentes a tíos —Qiu Yan dijo con cierta emoción: —que genial. 

. . .

Qiu Yi estacionó el auto, y cuando se bajó del auto, miró el gran auto en el espacio de estacionamiento a su lado. Parecía ser el estilo de estacionamiento de Bian Nan, siempre de forma torcida y era demasiado incómodo de ver. 

Sacó la llave del gran auto, se subió y enderezó el auto. 

Tan pronto como la puerta del patio la cerró, Qiu Yan salió corriendo de la casa: —¡Hermano! 

—Más len... —Qiu Yi no tuvo tiempo de terminar sus palabras, Qiu Yan se apresuró a abrazarlo y fue derribado, golpeando en medio de la cerca de la pared del patio: —¡Oye! ¡Está rota!

—No —Qiu Yan sonrió y palmeó la cerca. 

—Hablo de la cintura de tu hermano —Qiu Yi suspiró, lo abrazó y lo palmeó: —Está bien, entremos a la casa. 

—Me muero de hambre —Qiu Yan se apresuró a la casa: —¡Voy a cambiarme de ropa y salgamos a comer! 

—¿No dijiste que quería comer arroz frito? —Preguntó Bian Nan. 

—Si no digo que quiero comer arroz frito, ¿habría llamado a mi hermano? —Qiu Yan subió corriendo las escaleras arriba. 

Qiu Yi se quitó el abrigo y lo arrojó hacia un lado, miró hacia arriba y se acercó a Bian Nan: —¿Quieres pelear? 

—La medicina está en el cajón —Bian Nan señaló el cajón debajo de la mesa de café. 

—¿Me extrañaste anoche? —Qiu Yi sonrió, se inclinó y besó con fuerza los labios de Bian Nan. 

—Me quedé dormido y no soñé, ahora creo que tienes que tomarte un tiempo, ya que estaba bastante ocupado —Bian Nan enganchó su cuello y lo apartó hacia un lado. Qiu Yi cayó sobre el sofá, por lo que se levantó y lo presionó. Metiendo su mano dentro de la ropa de Qiu Yi: —Déjame tocarlo rápidamente. 

—Sé moderado —dijo Qiu Yi con una sonrisa: —Erbao saldrá en un rato. 

—Él es un narcisista, que no es capaz de salir en diez minutos si la ropa no le gusta —Bian Nan enterró la cabeza y mordió el cuello de Qiu Yi: —Estuve de servicio anoche en el trabajo, así que debes compensarlo esta noche. 

—Eso no cuenta —Qiu Yi metió las manos dentro de sus pantalones y lo tocó. 

—Joder —Bian Nan sonrió y apretó su mano: —No toques a ciegas, ¿te harás responsable de esta clase de burla? 

—Vamos a la habitación —Le susurró Qiu Yi en el oído. 

—Cállate —Bian Nan se enderezó y se acomodó los pantalones. Justo cuando estaba a punto de de levantarse del sofá, Qiu Yan bajó corriendo las escaleras. 

Antes de que Bian Nan mirara hacia atrás, se dio la vuelta y corrió rápidamente. 

—¡Baja! —Qiu Yi se sentó y gritó. 

—¿Tan pronto? —Qiu Yan mostró la mitad de su cabeza de la esquina: —En realidad, no tengo mucha hambre. 

—Que absurdo —Bian Nan se levantó del sofá, tomó su abrigo y se lo colocó: —Ven, vamos al Shabu-Shabu

—Que molesto —Qiu Yi también se colocó de pie. 

—Veré que puedo hacer por ti —Bian Nan rebuscó en su billetera, sacando algunas tarjetas VIP y miró: —Vamos al recién inaugurado restaurante dado por Wan Fei. Este mes, me dio una tarjeta del 50% de descuento y junto con ello, bebidas gratis. 

—Cada vez te pareces más a mi hermano, siempre pensando en los descuentos —Qiu Yan suspiró: —No será problema comer alguna buena comida con el dinero que te transferí el semestre pasado, ¿verdad? 

—Mejor ahorra, de esa forma no pagaremos nada cuando te cases —dijo Qiu Yi solemnemente. 

Bian Nan se rió durante mucho tiempo: —No es mi hermano. 

—Lo dejaré para cuando los dos se casen —Qiu Yan abrió la puerta y saltó hacia afuera. 

. . .

Bian Nan en realidad no sabía dónde estaba el reciente restaurante, nunca había comido allí antes desde que Wan Fei le diera la tarjeta. 

Después de llegar al lugar, deambuló durante mucho tiempo pero no pudo encontrarlo. A regañadientes, estacionó el auto al costado de la carretera y llamó a Wan Fei: —La última vez me diste la tarjeta, ¿Dónde me dijiste que quedaba el restaurante?. No he sido capaz de encontrarlo por más de 20 minutos. 

—Mierda —Wan Fei gritó: —¡Todo se encuentra dentro de mi territorio! ¿y no me estás llamando para cenar? ¡Nan-ge, de verdad me defraudaste!. 

Bian Nan se rió: —Es una decisión temporal, ¿acaso no has comido todavía? 

—Puedo volver a comer —dijo Wan Fei: —¿Erbao regresó?

—Mm —Bian Nan pensó por un momento: —¿Tienes algo que hacer? ven con nosotros si no tienes nada que hacer y trae a tu hijo contigo. 

—No —Wan Fei se negó inmediatamente: —La última vez lo aprestaste tanto y lo hiciste llorar, ¿y aún así quieres que lo lleve? 

—Me lo tomaré con calma esta vez, —Bian Nan estaba feliz. El hijo de Wan Fei acababa de cumplir un año y estaba tan gordito como una masita, lo que le parecía divertido: —Date prisa, mi auto está justo fuera de tu casa, en el supermercado. 

Después de colgar el teléfono, Bian Nan miró a Qiu Yan: —Erbao, todavía no has visto al hijo de Wan Fei, ¿verdad?. Se llama Wan Boyan, es un nombre que se lo dio tu hermano. 

—"El desarrollo de la música no tiene fin" —Qiu Yan yacía en el asiento trasero: —¿Lo va a traer? ¿Por qué no voy al supermercado a comprar un sobre rojo, por vernos por primera vez? 

—No, ustedes dos pertenecen a la misma generación —dijo Bian Nan. 

Qiu Yi no emitió ningún sonido, no pudo contener su alegría a su lado. 

—Tío tigre —Qiu Yan miró a Bian Nan con los ojos entrecerrados: —¿Son así todos los de la generación tuya y la de mi hermano? Creo que si tuvieran un hijo lo tratarían así. 

—Mejor date prisa y búscate una chica, para así darme a tu hijo —Bian Nan también estaba feliz, sacó su billetera y se la arrojó a Qiu Yan: —No hay necesidad de sobres rojos, solo tómalo. 

Cuando Wan Fei llegó con su hijo envuelto como una gran bola de masa de arroz. Bian Nan salió del auto y fue a tomar al pequeño con sus brazos: —Xiao Yanyan, ¡dime tío! 

—No te molestes. Cuando está de buen humor solo dice "mamá", pero no "papá" —Wan Fei lo empujó: —Sube al auto, hay mucho viento. 

—Qiu Yi, conduce tú, jugaré un rato —Bian Nan pateó la puerta del copiloto. 

—No lo hagas llorar otra vez —Qiu Yi salió del auto y se movió hacia el asiento del conductor: —¿Dónde está Xu Rui? 

—Se quedará en casa, está resfriada —Wan Fei se subió al auto, y cuando vio a Qiu Yan, inmediatamente le dio una palmada en el hombro: —Erbao, te pareces cada vez más a tu hermano, cada vez que te veo siento que he retrocedido en el tiempo. 

—Ahora que lo dices —Qiu Yan sonrió y se inclinó hacia adelante, sobre el respaldo del asiento del copiloto: —Si miro a mi sobrino, me pregunto si también retrocederé en el tiempo cuando él crezca. 

—No lo creo, se parece más a Xu Rui —Bian Nan levantó a Wan Boyan, el pequeño lo miró mientras se reía, y Bian Nan chasqueó la lengua dos veces: —es muy lindo, afortunadamente se parece a Xu Wui. 

—Siempre lo dices —Wan Fei chasqueó la lengua: —No lo sostengas así, ¿no crees que me asusta? 

Bian Nan colocó al pequeño sobre su regazo: —Wan Fei, ahora hablas mucho desde que te convertiste en padre, ¿te has dado cuenta?. 

—No me he dado cuenta, pero sé que como no tienes un Erbao para frotarlo así, lo haces con mi hijo —dijo Wan Fei con una sonrisa: —¿Por qué no vas a casa y lo haces con tu sobrina?. 

—La niña ya está en la escuela primaria —Dijo Qiu Yi con una sonrisa mientras conducía el auto: —Si se atreve a hacer algo como esto, Bian Hao no dudará en golpearlo como si fuera un vándalo. 

—¿Ya está en la escuela primaria? —Wan Fei se dio unas palmaditas en las piernas: —Pareciera como si fuera ayer que tú y Bian Hao no se llevaban bien, ahora tiene tiene una hija que está en la escuela primaria, vaya giro...

—Todavía planea tener otro —Bian Nan jugó con Wan Boyan: —Mi papá quiere un nieto. Por aquí no hay esperanza, ya que Qiu Yi no puede darme una cebra, así que solo puedo hacerme a un lado. 

—Los nietos son buenos, pero puede dejar que Bian Xinyu dé a luz a un niño. ¿Ella no está casada? —dijo Wan Fei. 

—Ella no desea tener hijos, así que no dará a luz. Además, no tiene planes para regresar a China y dudo que esté aquí si decide tener un hijo —Bian Nan suspiró, de repente sintió que todas estas personas y con relación a estas cosas, en verdad fue capaz de notar que han pasado muchos años. 

Unas cuantas personas entraron al restaurante y pidieron una sala privada, para sentarse, comer y conversar. 

Qiu Yan no estaba interesado en contenido de la conversación, que era la misma que antes. Así que cuando estuvo lleno, fue a abrazar a Wan Boyan para jugar en el pequeño sofá, y el pequeño se durmió después de un rato. 

—Wan Fei-ge, tu hijo es tan fácil de cuidar —dijo alegremente Qiu Yan: —es capaz de quedarse dormido en tan solo unos minutos. 

—Sí —Wan Fei sonrió con satisfacción: —Es mucho mejor que cuando eras niño. Quien no se detenía por un segundo, y me siento mareado con tan solo recordarlo. 

—Lo sabrás cuando sea más grade, Qiu Yan era fácil de cargar cuando era pequeño, pero se volvió molesto después de que comenzó a caminar —Qiu Yi miró la hora: —Regresemos, Xu Rui debería estar preocupada. 

—Le dije que Bian Nan quería jugar con él —dijo Wan Fei con una sonrisa: — y me respondió que se lo diera directamente. 

—Trato hecho —Bian Nan se colocó de pie, fue a tomar a Wan Boyan que estaba en el sofá y besó con cuidado su frente, por temor a despertarlo: —Ahora es mío. 

Después de llevar de regreso a Wan Fei, Bian Nan condujo a casa y la música estaba encendida en el auto, y Qiu Yan estaba sentado en el asiento trasero, cantando en voz baja. 

Bian Nan extendió la mano para apagar la música, Qiu Yan se sorprendió: —¿Por qué la apagaste? 

—No puedo escucharte con claridad cuando la música está encendida —Dijo Bian Nan felizmente: —No te he escuchado cantar en mucho tiempo. 

Qiu Yan se rió y pateó el respaldo del asiento del conductor: —Ahora soy menos desafinado. 

—Todavía eras un cantante bastante original, cuando volviste en tus últimas vacaciones —Qiu Yi se apoyó contra la ventana y sonrió: —¿De dónde sacaste la confianza para decir eso? 

—No eres mi hermano —Qiu Yan se rió durante mucho tiempo, luego se tumbó en el asiento trasero, cerrando los ojos y comenzando a cantar, para luego detenerse después de cantar: —¿Escucharon lo bien que lo hago?

—No —dijeron Bian Nan y Qiu Yi al mismo tiempo. 

—Ahh... —Qiu Yan dejó escapar un largo suspiro. 

. . .

Cuando llegaron a casa, Qiu Yan sacó las cosas que había comprado y las colocó sobre la mesa de café: —Relojes de pareja. 

—Esta vez tendré que usarlo en los pies —Qiu Yi sonrió y fue a la cocina: —Haré un poco de té de frutas, ¿Quieres beber? 

—Beberé —respondió Qiu Yan de inmediato. 

—Eres realmente increíble, —Bian Nan lo miró: —Desde que ganaste dinero con tu primer trabajo a tiempo parcial, ¿Cuántos relojes de pareja nos has comprado hasta ahora?. Tu hermano y yo acabamos de adquirir tantos relojes que nos has dado, que es suficiente para abrir una tienda, así que, ¿puedes darnos algo más? también puedes obsequiarnos otro par de cosas para parejas. 

Qiu Yan se inclinó frente a él y lo miró seriamente: —Solo espero que ustedes dos caminen como un reloj, sin parar y juntos, durante ciento ochenta años más. 

Bian Nan lo miró, sonrió y le dio unas palmaditas sobre su cabeza: —¿Por qué de pronto te colocas tan serio? 

Qiu Yan se acercó y lo abrazó, hundiendo su rostro en su hombro, diciendo en voz baja: —Tú y mi hermano, son las personas más importantes que tengo. Cuando mi papá se fue, estaba muy asustado, temeroso de que hubiera menos personas en mi familia...

—Oye bebé, no digas eso —Bian Nan rápidamente le acarició vigorosamente la espalda varias veces: —¿Cómo es posible? déjame decirte algo, Erbao, tu hermano y yo definitivamente pasaremos el resto de nuestras vidas juntos, hasta la muerte. Además, ¿alguna vez lo has visto celoso? ayer tuvimos una pelea debido a ese asunto, y aún así es imposible que nos separemos, y si me atreviera a hacer algo así, él no dudaría en cortarme con un cuchillo debido a lo gran celoso que es, ¿puedes creerlo? 

—Él no podría soportar eso —Qiu Yan se rió. 

—Nuestra familia solo crecerá más y más, tu esposa, tu hijo, tres, cuatro, cinco pequeños erbaos —Bian Nan le dio unas palmaditas en el hombro y dijo en voz baja: —Deja de pensar de esa manera, tu hermano comenzará a preocuparse si sabe que piensas así. 

—Mm —Qiu Yan se frotó la nariz y fue a la cocina: —Hermano, coloca un poco más de azúcar. 

Después de beber té de frutas, Qiu Yan les dio un informe de ideas para este semestre mientras miraban la televisión en la sala de estar. Con unas poco de palabras más, contestó una llamada y se fue a su dormitorio, y una vez que la puerta se cerró, no salió en media hora. 

—Es una chica —Bian Nan se acurrucó en el sofá: —Lo escuché cuando contestó. 

—Estás tan preocupado —Qiu Yi bostezó y se colocó de pie: —Supongo que no saldrá en toda la noche, vamos a dormir, tengo sueño. 

—Dormir mi trasero, —Bian Nan lo siguió al dormitorio: —Mira, te dije sobre lo de esta noche, ¿tienes sueño o no? 

—Entonces inténtalo —Qiu Yi entró al baño, y lo miró con un cepillo de dientes en la boca. 

—Olvídalo, vamos a dormir, tu rostro está a punto de parecerse al mío —Bian Nan miró la cara de Qiu Yi. La escuela intensiva se estaba volviendo cada vez más grande, Qiu Yi y Luo Yiyang recientemente están planeando dar clases de idioma extranjero, por lo que estaban demasiado ocupados. 

—Estoy bien —Murmuró Qiu Yi, mientras se cepillaba los dientes: —Incluso si mi cara cambia, no es malo que mi cara termine pareciéndose a la tuya. 

—Deberías cuidarte mejor, eres un tío. Y tómate las cosas con calma, aún quedan muchas décadas por delante —Bian Nan también tomó su cepillo de dientes y comenzó a cepillarse. Él no estaba cansado, el objetivo de ser entrenador en jefe ya ha sido logrado, pero aún no ha encontrado una nueva dirección por la que luchar. 

Cuando salió después de lavarse, Qiu Yi estaba acostado en la cama y leyendo un libro junto la cabecera de la cama. 

—Deja de leer —Bian Nan saltó y se arrojó sobre la cama, tomando el libro y arrojándolo al suelo. Apagando la luz: —Oye, es cómodo dormir aquí. 

—Bian Nan —Qiu Yi se dio la vuelta y lo abrazó, frotando ligeramente sus labios sobre su hombro: —Te lo preguntó...

—No tengo nada que ver con esa mujer, si me lo preguntas otra vez, realmente te daré una paliza —Bian Nan lo empujó, se dio media vuelta y se montó sobre él: —Shen Tao me la presentó de su trabajo, y como es la persona que me la presenta mi amigo, tengo que ser educado. Así que, ¿por qué no vas a pelear con Shen Tao? 

Qiu Yi se rió y extendió su mano para tocar el vientre de Bian Nan: —Oye, después de todos estos años, todavía estás en buena forma. 

—No me halagues —Bian Nan le bajó los pantalones, Qiu Yi estaba en buena forma y no se ha convertido en un hombre blanco gordo. Mantenía su vientre plano, junto con músculos firmes y todo gracias a Wan Fei, que cuando no tenía nada que hacer, llamaba para que se animen a ir a su gimnasio. 

—No quería preguntarte sobre esa mujer, ya me disculpé contigo —dijo Qiu Yi con una sonrisa. 

—Entonces, ¿Qué quieres preguntar? —Bian Nan chasqueó la lengua, se inclinó sobre él para cerrar los ojos y oliéndolo. El familiar olor de Qiu Yi no ha cambiado en todos estos años y siempre hará que se sienta a gusto. 

—¿De verdad quieres tener un hijo? —Qiu Yi acarició suavemente su pierna. 

—Así es, siempre me han gustado los niños —dijo Bian Nan en voz baja: —¿Me darás uno? 

—¿Por qué no consigues tener uno? —dijo Qiu Yi. 

—¿Eh? —Bian Nan se sorprendió: —¿Por qué me dices esto tan de repente? 

—Parecía que estabas a punto de secuestrar a Wan Boyan y traerlo a casa —Qiu Yi sonrió: —Realmente tengo mucho miedo de que un día no puedas soportarlo más y que encuentres a alguien más con quien vivir. 

—Mejor date prisa y ve a tomar tu medicamento —Bian Nan se rió: —Qiu Yi, ¿es posible que puedas corregir tal pensamiento a ciegas? 

—¿No sería bueno tener uno? —dijo Qiu Yi. 

—No —Bian Nan besó el lóbulo de su oreja: —No tenemos el tiempo para criar a un niño, además, con Erbao ya obtuve una idea. 

—¿Eh? —Qiu Yi se giró para mirarlo. 

—Ha sido nuestro bebé desde que era un niño, fue mimado y siempre ha ido de la mano con nosotros. Y más después de que tu papá se fue, se volvió inquieto —Bian Nan levantó los brazos y acarició el rostro de Qiu Yi: — y ahora volver a traer a un niño, sería volver a pasar por el período de rebeldía. 

Qiu Yi sonrió y chasqueó la lengua: —No podría volver a soportarlo. 

—Así es —Bian Nan no pudo evitar fruncir el ceño, cuando pensó en los años de escuela de Qiu Yan cuando estaba en la secundaria: —Cuando finalmente se detuvo, tranquilamente y maduramente fue a la universidad. Tiene buenas calificaciones, es guapo e inteligente y nadie puede meterse con él. 

—Entonces, ¿Qué vas a hacer? —Qiu Yi le dio unas palmaditas sobre su trasero, hacia arriba y hacia abajo.

—Oye, solo me gustan los niños y no tengo que tener uno propio. En el futuro, Erbao me dará uno para que yo me divierta —Bian Nan suspiró: —Como también pueden ser con dos, apoyaremos de esa forma a su esposa y los vamos a cuidar. 

Qiu Yi cerró los ojos y se rió durante mucho tiempo: —¿Por qué eres tan lindo? 

—De ahora en adelante, solo me dirás que soy lindo en privado, no puedo dejar que las personas lo escuchen. Una persona de casi treinta años siendo muy lindo, eso afecta mi imagen —Bian Nan chasqueó la lengua. 

—Este año está terminando, el próximo año deberíamos respirar con más tranquilidad—Qiu Yi tomó el teléfono y hojeó el calendario: —Salgamos de viaje cuando haga más calor. Ya casi es hora de que pidas una semana libre. 

—¿A dónde vamos? —Bian Nan extendió la mano y encendió la lámpara de la mesita de noche, para mirar el marco de la pared: —Según mis instrucciones de hace diez años, los viajes se harán a los cuarenta...

En el marco de la pared, estaba la vergonzosa carta de amor que un estudiante de primaria escribió en ese entonces. Qiu Yi estaba realmente loco dejando esto en la habitación y ha estado colgado durante diez años, e incluso cuando se mudaron, lo tomó y lo volvió a colgar aquí.  

Todos los días, antes de acostarse, Bian Nan tenía que leer su obra maestra de la adolescencia. No sabía cómo fue, pero Qiu Yi se veía muy satisfecho todo el tiempo, por lo que lo leía si no tenía nada que hacer. 

La obra maestra de Qiu Yi estaba abajo, marcando un contraste con la de Bian Nan. 

Había un pequeño gabinete debajo del marco del espejo, en donde hay doce pequeñas figuras de arcilla, cuatro Bian Nan, cuatro Qiu Yi y cuatro Qiu Yan, uno por cada año. 

Planeó hacer un retrato familiar el próximo año. 

—No he pensado en eso, —Qiu Yi rodeó con sus brazos su cintura y presionó su rostro sobre su espalda: —¿Hay algún lugar que quieras ir? 

—Cualquier lugar, realmente no tengo un lugar particular al que quiera ir. Puede ser cualquier parte, siempre que sea contigo —Bian Nan tomó su mano: —¿Por qué no llevamos una tienda de campaña y nos quedamos junto al río durante unos días?. Solo nosotros dos, cortando leña para cocinar, contando las estrellas por la noche y viviendo una vida primitiva. 

—Bien —Qiu Yi chasqueó los dedos: —Es tonto, pero me gusta. 

—¿Qué es lo que te gusta? —Bian Nan se volvió para mirarlo. 

—Tú me gustas, me gusta estar contigo —dijo Qiu Yi con una sonrisa: —Cuando pienso en nosotros dos todavía juntos, siento que todo lo que hago me gusta. 

—¿También lo dirás cuando seamos dos ancianos, todavía capaces de sentarse y conversar juntos? —Bian Nan pensó por un momento. 

—Dilo, ¿Qué sucede con eso? de todos modos, mis dientes se caerán en ese momento y no le temo al ácido —dijo Qiu Yi. 

—Bajo a ese nivel, vamos a tener a juegos dos dentaduras postizas —Bian Nan chasqueó la lengua dos veces. 

Los dos se recostaron en la cama y se divirtieron durante mucho tiempo. 

FIN DE LOS EXTRAS.