Capítulo 40

¡¿Se...se están besando?!.

Cheng Boyan siempre sintió que Xiang Xi era tan fuerte que no tenía lágrimas. Pero recientemente, vio a Xiang Xi llorar dos veces, lo que lo dejó un poco perdido en cuanto a cómo lidiar con eso. 

Xiang Xi se iba a sentir incómodo al ver estas fotos y palabras, eso había pensado, pero no esperaba que se iba a sentir tan incómodo hasta este punto. 

Dudó entre acercarse o fingir no haberlo visto y alejarse. 

Mientras dudaba, de pronto vio las piernas desnudas de Xiang Xi. Se congeló. 

Las piernas de Xiang Xi son rectas y largas, y debido a que un poco más delgadas, se veían más largas. Después de mirarlo por un momento, no pudo evitar decir: —¿Dónde están tus pantalones?.

—¡Oye! ¿Ya saliste? —Xiang Xi pareció desconcertado, de repente levantó la mano y se frotó los ojos, luego se miró las piernas: —Me quité los pantalones, o me iba a sentar aquí con los pantalones que he estado usando afuera todo el día y no puedes ahogarme con desinfectante. 

—Te conseguiré unos pantalones —Cheng Boyan retiró la mirada y se giró hacia el dormitorio. 

—No lo hagas, me quedaré así. Cada vez que vengo, me das uno y si me lo pasas, ¿luego no creerás que no está limpio y no querrás que lo regrese? —La voz de Xiang Xi era nasal: —Traeré mis propios pantalones la próxima vez. 

—No lo regreses, solo lávalo —Cheng Boyan entró al dormitorio, tomó un par de pantalones, salió y se la arrojó a Xiang Xi. 

—En realidad, es realmente innecesario. —Xiang Xi tomó los pantalones, pero aún se mantuvo sentado en la silla y sin moverse: —Ya está bien...no quiero moverme ahora...

A la mitad de las palabras dichas por Xiang Xi, su voz se volvió más baja. Cheng Boyan no habló, llenó un vaso con agua y lo colocó sobre el escritorio de la computadora, manteniéndose de pie en la parte posterior del computador. 

Pero la voz y los ojos rojos de Xiang Xi, eran demasiado obvios. Sería demasiado falso si no preguntara, así que preguntó: —¿Qué estás mirando? ¿Seguirás llorando?. 

—Mirando la red amarilla —Xiang Xi abrió la boca y habló, se frotó los ojos después de hablar y luego le sonrió. 

—La selección de  las diez mejores actrices con los mejores movimientos audiovisuales en la red amarilla, ¿verdad? —dijo Cheng Boyan: —Que sentimental estás.

—Joder —Xiang Xi bajó la cabeza, y al pensar en eso, luego dejó de hablar. —Ge, déjame decirte algo. 

Desde que le contó a Xiang Xi sobre Cheng Boyu, Xiang Xi nunca volvió a llamar a Cheng Boyan así. Y ahora, cuando lo llamó "Ge" tan de repente, la mano de Cheng Boyan tembló ligeramente.

—¿Qué pasa? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Es sobre Fang Yin, el fotógrafo del que te hablé —Xiang Xi lo miró, encogió las piernas sobre la silla y se abrazó, apoyando su barbilla sobre sus rodillas: —Se acercó a mi antes y me dijo que quería fotografíar un tema especial y que quería fotografiarme a mi. 

—Mm —Cheng Boyan caminó hacia él, apoyándose al borde la mesa y mirándolo. 

—No pensé que fuese algo interesante en un principio, pero luego me dijo que me daría dinero, cincuenta por día y de esa forma...yo acepté. —Xiang Xi lo miró por un momento y luego bajó los párpados: —Ha pasado un tiempo desde que comenzó a tomarme fotos, y él...simplemente me ha seguido.

—¿Y entonces? —Preguntó suavemente, Cheng Boyan. 

—De pronto me dijo, que quería que viera esas fotos  —Cuando Xiang Xi dijo esto, su voz comenzó a temblar nuevamente e hizo una pausa antes de mirar la pantalla: —Acabo de verlas.

Cheng Boyan se quedó en silencio, se inclinó tentativamente hacia adelante y al ver que Xiang Xi no lo detuvo, giró la pantalla hacia él. 

La página se detuvo en dos fotos. La primera, era de la puerta del restaurante de arroz a la cacerola y que estaba a las espalda de Xiang Xi, que entraba después de haber servido los platos a los clientes y se secaba el sudor con las manos. 

「  Xiao Z es el único trabajador en el restaurante, además de servir comida, también es responsable de ordenar y hacer algunas otras tareas, barrer el piso, sacar la basura y lavar los platos. Cuando hay muchas personas, si la comida se sirve lentamente, los clientes comenzarán a regañar. Si se tardaba en ordenar la mesa, lo regañarán y lo regañarán muchas veces.  」

「 Pero en general se mantiene en silencio. 」

Todavía hay algunas líneas de escritura al medio. Cheng Boyan no leyó con cuidado, solo miró la foto de abajo y no hay ningún Xiang Xi en esta imagen, solamente varias figuras borrosas del jefe y su esposa, con también la de algunas personas que se movían de un lado a otro. 

「 Después de que estas personas destrozaron algunas cacerolas en el restaurante, Xiao Z me llamó y me pidió que lo ayudara a llamar a la policía. Después de eso, nunca más apareció en el restaurante.  」

「 Él perdió su trabajo. 」

—Todos son así —Xiang Xi cerró los ojos: —Mantente al margen y lee una historia. Esta persona se escapó de Zhaojiayao, se enfermó y más tarde, fue a trabajar aún estando enfermo y luego, tuvo problemas y perdió su trabajo...ay, esto es tan miserable...no importa cuánto lo intente, cuán duro trabaje, no importa en verdad cuánto lo intente, nadie lo sabe y nadie lo quiere saber, porque no es de su incumbencia. 

Xiang Xi mantuvo sus ojos cerrados e inclinó la cabeza, Cheng Boyan todavía era capaz de ver sus pestañas mojadas. Una pequeña lágrima se deslizó por el rabillo de su ojo, se deslizó sobre su lunar y finalmente goteó sobre su pierna. 

—Trabajas duro, duro y muy duro. —Cheng Boyan siguió sus palabras, extendió la mano y tocó suavemente su lunar: —Eso yo lo sé.

Xiang Xi no habló, pero tomó su mano y lo presionó sobre sus ojos. 

La palma de su mano se humedeció al instante, sus lágrimas tibias de Xiang Xi parecían estar ardiendo sobre su palma. Cheng Boyan se quedó quieto. 

—Mantou no se escapó. Siempre pensé que se había ido a casa, pero todavía está aquí. No se escapó. —La voz de Xiang Xi era un poco ronca: —Lo vi en las noticias, trabajaba en esa licorería ilegal y fui a verla hoy, me dijeron que su jefe lo golpeaba todos los días...

Cheng Boyan finalmente entendió el por qué Xiang Xi había estado mirando las noticias de la televisión, durante varios días en el hospital. 

—Nadie se preocupa por él. Si no hubiera preguntado, nadie habría pensado en él... —La voz de Xiang Xi temblaba: —¿Quién se preocuparía por él?, nadie ha leído su historia. ¿De dónde vino?, ¿y a dónde va?, ¿por qué aún está aquí? ¡A quién le importa! ¡Quién quiere saberla!. 

—¡Y yo también! —Xiang Xi agarró la mano de Cheng Boyan con fuerza, casi pellizcando con la yema de sus dedos su mano. Su voz era ronca: —¡De dónde vengo! ¡Adónde voy! ¡Qué estoy haciendo! ¡Qué es lo que quiero! ¡Las personas que leen no quieren saber el final de la historia! ¡Quién la quiere saber! ¡¿Esto es lo que quieren ver?! ¡Él solo rueda! ¡Él no puede levantarse!.

—Xiang Xi —Cheng Boyan se inclinó, retirando la mano que había estado presionando sobre sus ojos y tocó su frente, para mirarlo a los ojos: —Nadie necesita saber de dónde eres, a dónde vas, lo que estás haciendo, lo que quieres, de verdad. Pero yo lo sé.

Los ojos de Xiang Xi estaba rojos, y su mirada era muy amplia. Lo miró fijamente durante mucho tiempo, antes de decir: —¿Te irás? después de leer esto. 

Cheng Boyan suspiró suavemente, se enderezó y acarició ligeramente la cabeza de Xiang Xi con la mano: —No.

Xiang Xi no habló más, estiró los brazos y abrazó su cintura con fuerza, hundiendo su rostro sobre su estómago. 

Cheng Boyan no se movió, solo se quedó donde estaba. Xiang Xi no emitió ningún sonido, solo lo abrazó inmóvil y no podía decir si estaba llorando o no. 

—Hoy comí algunos bollos. El Doctor Liu estaba de servicio hoy, su esposa le cocinó algunos y los llevó hoy al hospital, así que agarré algunas. —Cheng Boyan acarició ligeramente su cabeza, de arriba y abajo: —Comí demasiado rápido y al parecer no mastiqué bien. ¿Lo escuchas? ¿Puedes oír el sonido de cómo da vueltas y vueltas?. 

Xiang Xi no habló, y después de un rato, se rió un par de veces junto a su voz apagada y soltó sus brazos. 

—¿Terminaste de llorar? —Cheng Boyan miró su ropa. Habían dos pequeñas manchas húmedas en su estómago.

—No me gusta llorar. Pero después de conocerte, siempre lloro. —Xiang Xi estiró las piernas, se apoyó sobre el respaldo de la silla y levantó la cabeza. Sus ojeras todavía estaban muy rojas, pero había una sonrisa en su rostro: —Solía pensar que era realmente tonto llorar. Especialmente, cuando el tío Ping siempre decía que de esa forma se desharía de mi lunar, me resistía aún más a llorar. 

—¿Es un interruptor? —Cheng Boyan presionó el lunar, debajo del rabillo de su ojo: —Llora.

—Estás loco. —Xiang Xi rió felizmente, con el rostro hacia arriba. 

Cheng Boyan sonrió y no dijo nada. Xiang Xi sonreía hermosamente, con sus ojos inclinados y la comisura de su boca curvadas hacia arriba. Fue solo cuando reía así, sintió que era como un niño pequeño. 

Su dedo sobre su lunar se movió lentamente hacia la comisura de la boca de Xiang Xi. Y a lo largo de la comisura de su boca, enganchó suavemente sus labios. 

Cuando Cheng Boyan se inclinó para acercarse a Xiang Xi, todavía estaba riendo. Y solo cuando los labios de Cheng Boyan cayeron sobre los suyos, se detuvo. 

Con sus manos sujetando el reposabrazos de la silla, la persona que estaba sobre la silla se congeló. 

Los labios de Cheng Boyan estaban húmedos y suaves, su respiración era suave y cayó sobre su rostro con calidez. 

Xiang Xi sintió que alrededor de su cabeza, se sentían muchos ruidos. Pero no podía decir si ese zumbido que también sentía, provenía de su cabeza o de sus oídos, y no podía ver nada delante de sus ojos, solo que si intentaba ver con sus ojos, solo podía poder ver de forma borrosa.  

Esto es tan...¿Qué estás haciendo?. 

Los ojos de Xiang Xi se abrieron...¡¿se...se están besando?!. 

Pero antes de que pudiera reaccionar, los labios de Cheng Boyan ya se habían retirado. Y justamente cuando ajustó el enfoque de sus ojos, vio a Cheng Boyan darse media vuelta y entrar al baño.

Todavía estaba agarrado al reposabrazos de la silla con ambas manos, con la espalda recta e incapaz de volver a sus sentidos durante un buen tiempo. 

Unos minutos, o dos segundos, tal vez un poco más o un poco menos, pero incluso cuando Cheng Boyan salió del baño, todavía no se movía. 

—Tú... —Mirando a Cheng Boyan, su cuerpo se colocó rígido y preguntó: —¿Te enjugaste la boca?. 

Cheng Boyan lo miró, y se tocó la boca: —...No. 

—Entonces, ¿Te fuiste a lavar? —Xiang Xi sintió que estaba dentro un cortocircuito. 

—No me lavé nada —Cheng Boyan se estaba sintiendo impotente con su pregunta: —Solo fui al baño. 

—Oh —Xiang Xi todavía se sentía rígido: —¿Entonces no te lavas manos después de ir al baño?. 

Cheng Boyan tomó el vaso que había llenado de agua y estaba a punto de servírselo. Pero al escuchar sus palabras, suspiró y se giró para mirarlo: —Tú...

—Solo...preguntaba —Xiang Xi continuó en un estado rígido: —Solo...es una pregunta. 

Cheng Boyan lo miró fijamente por un momento, luego de repente se acercó dando dos pasos y colocó el vaso con agua sobre la mesa con fuerza, para luego apretarle la barbilla y besarlo. 

Xiang Xi finalmente estuvo seguro esta vez, se...estaban besando. 

Cheng Boyan lo besó con más fuerza esta vez y presionó sus labios con fuerza. Incluso tocó con la punta de su lengua sus labios. 

Este beso finalmente hizo que Xiang Xi reaccionara por completo. Cuando Cheng Boyan volvió a tomar el vaso, saltó de la silla. 

Luego, se dio cuenta de que no estaba usando pantalones y repentinamente se sintió avergonzado. Entre saltos, agarró el par de pantalones que Cheng Boyan le lanzó y quiso ponérselo sobre las piernas, y entre tiros al final lo arrojó a un lado. 

Cheng Boyan se hizo a un lado y lo vio correr hacia a puerta, sacando sus propios pantalones del armario. Se lo colocó rápidamente y dio dos vueltas. 

—Xiang Xi... —Cheng Boyan se aclaró la garganta. 

—Yo...aún no he comido —Después de dar una tercera vuelta, Xiang Xi se dio cuenta de que necesitaba sus zapatos. Abrió el zapatero y sacó sus zapatos, tirando de paso todos los zapatos que habían ahí a un lado y no molestándose en ordenarlos. Se colocó sus propios zapatos y abrió la puerta: —Tengo hambre, voy a ir a comer.

Cheng Boyan no habló, solo vio a Xiang Xi salir corriendo por la puerta y la cerró de un golpe. 

Apretó el espacio entre sus cejas, dudando en ordenar los zapatos que estaban esparcidos por todo el piso o sentarse en el sofá. Finalmente se sentó en el sofá, cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiro. 

Luego se puso de pie y fue a ordenar todos los zapatos que estaban esparcidos en suelo, en el zapatero. 

. . .

Después de que Xiang Xi salió corriendo de la casa de Cheng Boyan, todavía estaba un poco confundido. Se subió al autobús y regresó a la "Guarida de ladrones" y después de bajarse, no se olvidó de comprar una pequeña lonchera de bollos para él.

¿Por qué comprar bollos...? tal vez porque Cheng Boyan dijo que comió bollos. 

Regresó a casa con una pequeña lonchera en los brazos y se sentó aturdido en la cama durante mucho tiempo. Luego, cuando se lavó las manos y estaba a punto se seguir comiendo bollos, descubrió que la lonchera estaba vacía. 

—¿Maldita sea? —Xiang Xi miró fijamente la lonchera. ¿Cuándo terminó de comer?. 

Se frotó el estómago, no sintió nada. No sintió hambre, no se sintió lleno...Llevó la lonchera al basurero de la puerta y la tiró. La joven pareja de al lado estaba conversando algo, la chica se reía tanto que sentía que temblaba, como una rama que temblaba.

Entró a la habitación, cerró la puerta, se apoyó en la puerta y no quiso moverse una vez más. 

Cheng Boyan lo besó, no solo una vez, sino que dos y lo besó en la boca...finalmente, ahora estaba despierto y no sabría decir cómo se sentía. 

Cuando Tan Xiaokang lo tocó varias veces antes, estaba tan disgustado que quería cortarlo con un cuchillo. Pero con Cheng Boyan, no pensó siquiera en tomar un cuchillo cuando lo besó dos veces, solo se sintió mareado. 

Sentía que no podía ver claramente, aún con sus ojos bien abiertos. 

Muy mareado. 

¿Asustado?. 

Se cansó de estar de pie en la puerta por un buen rato. La incisión quirúrgica en su pierna aun no se había recuperado por completo y se hincharía después de estar de pie durante mucho tiempo. Frunció el ceño y se tumbó en la cama. 

Después de estar acostado durante dos minutos, se levantó de nuevo y se quitó la ropa. Se colocó un conjunto de ropa para usar en casa y se recostó en la cama. 

Cansado, también con un poco de sueño.

Pero cuando cerraba los ojos...

Cuando abrazó a Cheng Boyan por la cintura y escondió su rostro en su estómago, esa sensación de firmeza todavía estaba ahí. 

Cuando Cheng Boyan lo miró a los ojos y dijo que "él lo sabía", esa sensación todavía estaba allí. 

Cuando Cheng Boyan lo consoló, acariciando suavemente su cabeza, todavía estaba allí.

Ese sutil mareo cuando los suaves labios de Cheng Boyan se presionaron sobre los suyos...todavía estaba allí.  

—¡Ah...! —Xiang Xi se dio la vuelta, abrazó la almohada y hundiendo su rostro en ella. Gritando. 

¿Qué era todo esto?. 

Cheng Boyan, ¿Qué estaba haciendo?.

¿Una consolación?

¿Bebió demasiado?

O...¿le gustaba?

No, no, no, no, es imposible que le guste...

Xiang Xi se dio nuevamente la vuelta. Pensando en ese gustar, recordó el "por qué" que le preguntó antes y una ola de vergüenza al pensar en esto llegó a él y su rostro se calentó de inmediato. 

Su teléfono sonó. 

Xiang Xi levantó los brazos abruptamente, mirando el teléfono que arrojó a su lado.

El nombre de Cheng Boyan apareció en el teléfono. 

Aprendió a escribir el nombre de Cheng Boyan hace unos días y cambió su número 1 a Cheng Boyan. 

Se quedó mirando estas tres palabras, un poco asustado de responder la llamada. 

El teléfono sonó durante un rato y luego, se desconectó. 

La habitación se quedó en silencio. 

Xiang Xi de repente de no haber contestado el teléfono, así que tomó el teléfono y al dudar en si regresar la llamada, volvió a sonar, lo que lo sobresaltó y casi tiró su teléfono. 

Después de tomar aire, contesto el teléfono: —¿Hola?.

—¿Ya comiste? —La voz de Cheng Boyan se escuchaba tranquila. 

—Comí algunos bollos —Xiang Xi recordó la lonchera inexplicablemente vacía: —Probablemente me la comí. 

—¿Eh? —Cheng Boyan se quedó atónito por un momento, y luego dijo otra oración, después de un tiempo: —Estoy en la intersección, ¿Quieres salir? te llevaré a comer algo. 

—¿Qué? —Xiang Xi saltó de su posición de boca abajo y se sentó con las piernas cruzadas: —¿Dónde estás?. 

—Intersección. Por lo general, donde siempre me estaciono cuando te traigo. —dijo Cheng Boyan.

—¡Qué haces aquí! —Gritó Xiang Xi. No esperaba que Cheng Boyan viniera por la noche y se sintió apenado por un momento.

—Oye, no grites. —Cheng Boyan suspiró: —Te tengo miedo...si no quieres salir, olvídalo. Solo me estaba preguntando si volviste.

—He comido... —Xiang Xi vaciló. No se atrevía a estar cara a cara ahora con Cheng Boyan, y sentía que sudaba después de unas pocas palabras por teléfono: —Yo...he comido. 

—Xiang Xi —Cheng Boyan se aclaró la garganta: —En verdad, siento mucho lo de hace un momento, yo...

—¡No, no, no, no! —Tan pronto como escuchó las palabras "lo de hace un momento" su rostro de inmediato ardió: —Estoy bien, estoy bien, estoy bien...no es nada, no fue nada....yo...regresa rápido, yo estoy bien. 

—...Oh —Cheng Boyan hizo una pausa— Entonces descansa tempranamente, yo regresaré.

—¡Sí! —respondió Xiang Xi y asintiendo vigorosamente.

Después de colgar el teléfono, Xiang Xi no se movió mientras aún sostenía el teléfono. Sentado con las piernas cruzadas en la cama. No se acostó ni estiró las piernas, hasta que sintió que la herida le dolía. 

Cheng Boyan estaba preocupado por él y lo siguió. 

Xiang Xi lamentó haber entrado en pánico cuando se fue y se escapó sin siquiera dejarlo terminar su oración. 

Cheng Boyan incluso hizo un viaje en medio de la noche. 

Se dio la vuelta y se acostó boca abajo.

Cheng Boyan incluso vino aquí en auto, ¡y dejó que regresara de esta manera! 

Esto es demasiado...inapropiado, ¿no?. 

Xiang Xi se sentó de nuevo. 

Cuando le preguntó a Cheng Boyan "¿Te irás?", aquella respuesta real y conmovedora de Cheng Boyan, resonó en sus oídos.

No.

Cheng Boyan dijo: No.

¿Y ahora qué?. 

Xiang Xi estaba repentinamente preocupado, ¿y ahora?

¿Se irá?

¿Qué debería hacer ahora que se va? 

Xiang Xi agarró el teléfono. No se atrevió a pensar en la sensación de no tener a Cheng Boyan a su lado. Con ese pensamiento tan repentino, comenzó a asustarse. 

Marcó el número de Cheng Boyan, quien respondió rápidamente.  

—¡¿Te fuiste?! —gritó Xiang Xi. 

—Oye, no grites —dijo Cheng Boyan— todavía no me he ido.

Xiang Xi se congeló: —¿Dónde estás?. 

—Intersección —respondió Cheng Boyan.

—¡No te vayas! ¡no te vayas! ¡no te vayas! —Xiang Xi saltó de la cama, se puso los zapatos, abrió la puerta y salió corriendo: —¡Voy a salir! ¡espérame!

. . .

Cuando Cheng Boyan colgó el teléfono, todavía sentía sus oídos zumbando. La nítida voz de Xiang Xi provocó que casi sintiera que su teléfono iba a explotar.

Apagó el auto, abrió la puerta y salió. Apoyado en la parte delantera del auto, miró la calle oscura de enfrente, ya que no había luces en la calle. 

Xiang Xi fue bastante llamativo cuando lo vio correr, llevaba la misma camiseta que usaba en sus días de escuela secundaria y tenía un patrón reflectante en el pecho, que brillaba en la oscuridad. 

Cuando todavía estaba a unos metros de distancia, Xiang Xi redujo la velocidad y parecía un poco incómodo. Tanto, que mientras caminaba, parecía que buscaba algún lugar para salir corriendo. 

—¿Comiste o no comiste? —dijo Cheng Boyan. 

—Debí haber comido —Xiang Xi se rascó la cabeza: —Compré una lonchera de bollos y volví a descansar por un rato. Cuando quise seguir comiendo, descubrí que estaba vacío...debí haber comido. 

—¿Todavía tienes hambre? —Cheng Boyan sonrió.

—No lo sé, no siento nada —Xiang Xi se acercó a él, bajó la cabeza y se frotó la nariz. 

No se atrevía a mirar a Cheng Boyan. Y aunque le gustaba ver a sonreír a Cheng Boyan, cuando Cheng Boyan sonreía, siempre levantaba primero la comisura izquierda de su boca. Que le daba una sensación de falta de sinceridad en su seria expresión. 

Por lo general, sentía que cuando sonreía, pareciera ser capaz de ver a través de él. Ahora su mente seguía siendo un caos, sentía que lo que llevaba sobre sus hombros no era su cabeza, sino que un frasco que de pronto puede derramarse. No se atrevía a mirar a Cheng Boyan, e incluso si todavía no pensaba en nada, todavía tenía miedo de que Cheng Boyan vea algo. 

—¿Hay algún lugar cerca que conozcas para comer? —Le preguntó Cheng Boyan. 

—No —Xiang Xi seguía cabizbajo y luego pensó por un momento: —Todos los lugares de aquí, después de que siquiera le das un bocado a la comida, tendrás que enjugarte la boca con desinfectante.

—...¿Dónde compraste los bollos? —Cheng Boyan sonrió: —Vamos allí, y comamos un poco más.

—Oh —Xiang Xi giró la cabeza y señaló: —El condado de Shaxian de ahí. 

En este momento, no había nadie en el condado Shaxian y el jefe estaba limpiando. Las mesas ya estaban retiradas y guardadas dentro del local, pero aún quedaba una mesa en la puerta. 

Xiang Xi se sentó al borde de la mesa. Cheng Boyan también se sentó y Xiang Xi sintió que él dudó cuando se sentó

—El taburete está bastante limpio. —Susurró Xiang Xi, levantando el trasero y tocando el taburete. 

—....no dije que estuviese sucio —Cheng Boyan también susurró.

La voz de Cheng Boyan fue agradable de escuchar y Xiang Xi repentinamente se sintió aturdido. Así que rápidamente giró la cabeza y le gritó al jefe: —Jefe, tráenos bollos y fideos al vapor, ¿queda sopa?.

—Sí, espera —dijo el jefe. 

—¿Qué quieres? —Xiang Xi se giró para preguntarle a Cheng Boyan. Y después de mirar a los ojos, se volvió a dar rápidamente la vuelta. 

—Bolas de masas —dijo Cheng Boyan.

—¿Será suficiente con eso? —Preguntó Xiang Xi: —Los fideos son deliciosos, ¿no quieres probarlos?. 

—No —Susurró Cheng Boya, tapándose la boca con la mano: —Siempre he sentido que los fideos, que se hacen a mano...

Xiang Xi estaba encantado cuando lo escuchó y sonrió con la cabeza cabizbaja: —¿Qué tal un poco de sopa? Es una tazón pequeño, incluso si se hace a mano, se hierve. 

—Mm —Cheng Boyan asintió con una sonrisa. 

El jefe se movió muy rápido, y a los pocos minutos les sirvió todos los platos. 

Xiang Xi todavía se sentía bastante avergonzado y no dijo mucho, así que bajó la cabeza y se centró en comer. 

Cheng Boyan tomó una bola de masa y lo comió lentamente. Después de mirarlo por un rato, dijo: —Esa foto...

—¿Eh? —Xiang Xi levantó a vista, mientras mordía la mitad de una bola de masa. 

—Si te sientes incómodo —dijo Cheng Boyan: —Solo dile a Fang Yin que ya no quieres que te tome más fotos. 

—Oh —Xiang Xi volvió a bajar la cabeza. Recordó que fue hoy a la casa de Cheng Boyan solo para ver las fotos, y fue bastante incómodo ver esas fotos. Pero al final, se sintió completamente mareado por los dos besos de Cheng Boyan y casi lo olvidó. Así que se tragó la bola de masa: —En realidad...no lo sé...son cincuenta yuanes al día. No quiero más fotos, pero a la vez me siento un poco reacio a deshacerme del dinero. 

—Aceptaste tomarte fotos por dinero, ¿verdad? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Mm, no es poco en un mes —Xiang Xi bebió un sorbo de sopa. 

—Entonces, su hubiera otra forma en que ganes 50 yuanes, ¿todavía aceptarías tomar las fotos? —Pensó Cheng Boyan por un momento. 

—No más fotos —Xiang Xi frunció el ceño: —Quiero ganar este dinero en otra parte, por lo que no quiero más fotos. Al pensar bien en eso, me siento atascado y todavía no olvido que hubo comentario por debajo, aunque no puedo leer mucho y no leí ninguna linea...no quiero leerlo...es muy incómodo. 

—¿Qué te parece esto? —Cheng Boyan dejó los palillos: —Te pediré un trabajo privado. 

—¿Qué? —Xiang Xi quedó atónito. 

—Mañana te traeré una cámara —dijo Cheng Boyan, sin prisa: —Tomas tres fotos al día, tomar las fotos que quieras o simplemente no tomar nada en un día, te daré 50 yuanes al día.