Capítulo 17

Los dos miraron la televisión y se sumergieron en el abismo en donde fingían no estar nada incómodos.

El cielo estaba un poco nublado y se estima que habrá fuertes lluvias. 

Bian Nan frunció el ceño y caminó lentamente por la vereda. Mientras miraba su teléfono, deslizó la guía telefónica de un lado a otro, para finalmente marcar el número de Wan Fei. 

Mientras esperaba que la llamada se conectara, un automóvil se acercó desde el frente, y Bian Nan se hizo a un lado, pero aún así el auto tocó su bocina dos veces. 

La vereda de la casa no es ancha, pero incluso si pasara un tanque no habría problema alguno. Mientras Bian Nan seguía haciéndose a un lado, no tuvo de otra que mirar con impaciencia.  

El auto estaba muy cerca y Bian Nan vio claramente a Bian Hao sentado en el asiento del conductor, a sus ojos, que tenía una mezcla de disgusto con indiferencia. 

Los ojos de Bian Nan se encontraron con los de él, volviendo a presionar la bocina, y el sonido fue realmente desagradable. 

No había expresión en el rostro de Bian Nan. Cuando vio a la chica de cabello largo sentada de copiloto, entendió la razón de por qué la tía no lo dejó regresar a casa hoy. Probablemente, era porque Bian Hao iba a llevar a su novia a la casa el día de hoy. 

Hasta que llegó al macizo de flores que estaban al costado de la carretera, Bian Hao volvió a tocar la bocina y después eso, aceleró y avanzó. 

—Mierda, es un idiota acelerando como si fuera el viento —maldijo Bian Nan, la llamada se conectó y se llevó el teléfono a la oreja— ¿Estás en casa?

—En la casa de mi abuela, regresaré mañana —dijo Wan Fei— ¿Qué pasa? ¿Dónde estás? ¿No dijiste que te ibas a ir a casa?

—Sí —Bian Nan ahogó su voz. 

—¿Bian Hao también se fue a casa? —Wan Fei pensó por un momento— ¿Por qué no vas a mi casa? volveré ahora. 

—No hay necesidad —dijo Bian Nan apresuradamente. Wan Fei va a la casa de su abuela un día al mes. Su abuela no soportaría que se fuera y Bian Nan, se sentiría infeliz si molestara a la anciana en medio de su felicidad familiar— Estoy bien. 

—¿Estás en casa o afuera? —preguntó Wan Fei. 

—En casa —Bian Nan miró hacía atrás y dijo: — tú solo ve a hacerle compañía a tu abuela, colgaré. 

—Mañana me iré a casa y te llamaré —dijo Wan Fei. 

—Mm. 

Bian Nan colgó el teléfono y se quedó deprimido en la puerta de la comunidad. No había comido nada y llevaba un bolsa de ropa que necesitaba lavar, pero ni siquiera podía entrar a la casa. 

Después de estar de pie por unos minutos, levantó la mano y detuvo un taxi. Planeó volver a la escuela y comer algo, para luego dormir en el dormitorio

Cuando el taxi se dirigió a la intersección de la escuela y giró al costado de la carretera, Bian Nan le pidió al conductor que se detuviera, ya que había un lugar que vendía bocadillos al frente. 

Abrió la puerta del taxi mientras pagaba el dinero y sacó una pierna.

—¡Bian Nan! —Gritó alguien cerca de una tienda: — ¡Llegaste preciso! 

Bian Nan no respondió, solo miró rápidamente a lo largo de esa voz y vio a la pandilla de Pan Yifeng en cuclillas en la entrada de la tienda de té con leche. Cuando Pan Yifeng lo vio, inmediatamente saltó y caminó en dirección al taxi.  

Rápidamente metió la pierna al taxi y cerró la puerta: —Shifu, conduce, no me quiero bajar aquí.

No hay nadie que controle la escuela los fines de semana, por lo que se puede entrar y salir libremente. Así que es una buena instancia para poder pelear. 

La única razón por la que Pan Yifeng se queda aquí es para reunir personas y buscar problemas.

En primer lugar, Bian Nan no estaba dispuesto a mezclarse con él, y ahora que golpeó a Qiu Yi de esa manera, es reacio a causar más problemas.  

Cuando el taxi dio la vuelta y se alejó, Bian Nan miro hacia atrás. Pan Yifeng señaló el taxi y maldijo, no pudiendo escuchar qué le estaba gritando. 

—¿A dónde va? —pregunto el conductor. 

—Al centro comercial —dijo Bian Nan casualmente, reclinandose en su asiento.

El conductor condujo hacia el centro y Bian Nan miró algo aturdido por la ventana. Si estuviese con Wan Fei, los cibercafé e ir a la ciudad de los videojuegos serían buenos lugares, pero se sentirá aburrido si está solo en esos lugares. 

No le gusta mucho divertirse y se sentirá aún más incómodo estando solo. 

Cuando el taxi llegó al lugar, Bian Nan salió y caminó lentamente hacia el centro comercial. 

Habían muchas personas en el centro comercial en este momento y se mezcló con la multitud unas cuantas veces. Cuando fue al último piso y quiso comer algo informalmente, descubrió que todas las tiendas estaban llenas de adultos y niños, por lo que bajó lentamente las escaleras. 

Cuando llegó al área de juguetes para niños en el cuarto piso, vaciló y caminó entre los estantes. 

Habían muchos transformers, grande y pequeños. 

Sacó su teléfono y marcó el número de Qiu Yan. 

—Gran tigre —Alguien contestó el teléfono. 

Bian Nan quedó aturdido: —Maldita sea, ¿Qiu Yi? 

—Sí —respondió Qiu Yi. 

—Estoy buscando a Erbao —dijo Bian Nan con voz apagada. 

Dos segundos después, la feliz voz de Qiu Yan vino desde el teléfono: —¡Gran tigre! 

—Te compraré un transformer, ¿Cuál te gusta? —dijo Bian Nan—ve a un lado y dime en voz baja, no dejes que tu hermano te escuche. 

—¡Mm! —Qiu Yan probablemente entró corriendo a la habitación y dijo— ¡Me gusta Bumblebee! ¡Me gusta Bumblebee! 

—Está bien, será Bumblebee —Bian Nan asintió y tomó el Bumbleblee que medía 20 cm de altura, esto no es demasiado complicado y es más adecuado que sea colocado en un agujero del árbol y que el niño lo saque cuando quiera ir con otros a jugar. 

—Gran tigre, ¿ya has comido? —preguntó Qiu Yan. 

—He comido —dijo Bian Nan, pero su estómago gritó sin cooperar. 

—¿En serio? mi hermano frío filete de pescado hoy —Qiu Yan fue tentativo: — ¿Quieres comer? 

—Yo... —El estómago de Bian Nan volvió a gritar. Conocía muy bien los pensamientos cuidadosos de Qiu Yan, este pequeño probablemente quiere tener a Bumblebee hoy— Tu hermano quien no puede caminar, ¿todavía es capaz de freír filetes de pescado?

—Estaba en la silla de ruedas —dijo Qiu Yan con una sonrisa: — pronto estará completamente frito, mientras que yo salí a comprar guisado de ternera...¿Quieres comer? 

Bian Nan se apoyó en el estante y suspiró: —Entonces iré ahora. 

—¡¿De verdad?! —la risa feliz de Qiu Yan llegó desde el otro lado y fue enorme. 

—Si, de verdad —Bian Nan sonrió. 

Después de colgar el teléfono, tomó el bumblebee para ir a pagarlo y cuando bajó las escaleras estaba un poco preocupado. Realmente no quería ver a Qiu Yi, por lo que tuvo que enfatizar la razón por lo que tuvo que quitarse la ropa en ese momento. 

Bian Nan abrió la puerta del patio con el bumblebee en su mano. En el patio había varios ancianos y ancianas que estaban sentados bajo la pérgola de uvas y papá Qiu estaba sentado en la silla de ruedas, conversando con ellos. 

—Oh, ¿estás aquí Dahuzi? —dijo Papá Qiu cuando lo vio. 

—¡Gran tigre! ¡Gran tigre! —Qiu Yan salió corriendo de la casa y alzó la voz mientras corría— ¡Estás aquí! 

La escena y las voces frente a él, hicieron que Bian Nan se sintiera inexplicablemente con los pies en la tierra. Saludó a Papá Qiu y a algunos vecinos, luego se inclinó para abrazar a Qiu Yan: —¿Fui rápido? 

—¡Sí! —Qiu Yan asintió vigorosamente, luego sus ojos se posaron sobre la caja que sostenía y susurró emocionado: —¿Es un bumblebee

—Sí —Bian Nan también susurró.  

—Entremos a la casa —Qiu Yan lo arrastró dentro de la casa. 

—¡Hermano, el gran tigre está aquí! —Qiu Yan entró a la casa y le gritó a Qiu Yi. Quién estaba viendo la televisión en la sala de estar con una pierna levantada, para luego llevar a Bian Nan a la habitación. 

—¿Has comido? —Qiu Yi asintió y le preguntó casualmente. 

—Yo... comí —respondió Bian Nan, pero el aroma a filete de pescado frito y el guisado sobre la mesa flotó sobre su nariz, logrando que su respuesta fuera un poco incómoda. 

—Erbao, —Qiu Yi miró a Qiu Yan, quien mantuvo su cabeza inclinada y arrastrando a Bian Nan a la habitación— ¿Qué estás haciendo? 

—...¿Qué estoy haciendo? —Qiu Yan se detuvo— entrando a la habitación para jugar con Gran tigre. 

Qiu Yi miró la caja en la mano de Bian Nan y frunció el ceño: —¿Qué es eso? 

—Esto es... —Cuando Bian Nan vio la expresión en el rostro de Qiu Yi, supo que no estaría de acuerdo en permitir a Qiu Yan aceptar el bumbleblee, por lo que rápidamente descubrió que hacer: — esto es un bumbleblee. 

—Oh —Qiu Yi lo miró— ¿Y qué? 

Qiu Yan apretó con fuerza la mano de Bian Nan y Bian Nan se colocó nervioso luego de ser descubierto. Después de apretar los dientes, le entregó la caja del Bumbleblee a Qiu Yi: —Es para ti. 

—¿Qué? —Qiu Yi quedó atónito. 

—Para ti, un Bumbleblee —dijo Bian Nan. 

Qiu Yi levantó las cejas con sorpresa, pero no dijo nada. Después de un rato se echó a reír y no dejó de hacerlo durante mucho tiempo. 

—Al diablo con tu risa —Bian Nan colocó la caja sobre su regazo— si alguien te da algo, debes tomarlo. 

—¿Por qué me das un Bumblebee? —Qiu Yi colocó sus dedos sobre su frente y lo miró, aún riendo. 

—¿Qué razón necesito para...? —Bian Nan casi dijo la razón de porque te lesionaste de esa forma por mí. Afortunadamente, fue rápido, miró a Qiu Yan y luego se giró para volver a mirar a Qiu Yi— solo date prisa y que tu pierna se sane, y si no te gusta puedes dárselo a otra persona. 

Qiu Yi finalmente dejó de reír y luego suspiró suavemente: —Tu coeficiente intelectual es comparable a la de Erbao. 

—¿Puedes encargarte? —Bian Nan tomó la caja y la metió entre los brazos de Qiu Yan— se lo di a tu hermano, ayudarlo a guardarlo. 

—Oh —Qiu Yan vaciló durante dos segundos, dándose media vuelta y corriendo hacia la habitación. 

—¿Por qué estás haciendo esto? —Bian Nan observó a Qiu Yan entrar a la habitación, para luego presionar su voz y hablar. 

En ocasiones la actitud de Qiu Yi hacia Qiu Yan lo hacía sentir incómodo. 

—¿Cuánto costó? —le pregunto Qiu Yi. 

—¿Qué cuánto costó el Bumbleblee? —Bian Nan suspiró— unos cuantos yuanes, no es caro. 

—Eres tú quien piensa que unos cuantos yuanes no es caro, no le compres nada más él en un futuro —Qiu Yi ajustó su postura sentada y dijo en voz baja— No es bueno para él obtener cosas que están más allá del alcance financiero de nuestra familia. 

Bian Nan no habló, sabía lo que quería decir Qiu Yi y no pudo encontrar las palabras adecuadas para poder refutarlo durante un tiempo. Estuvo quieto por un rato, un poco avergonzado, luego se acercó a la mesa y tomó un filete de pescado frito y se lo llevó a la boca. 

—¡Oye! —Después de masticar dos veces, Bian Nan no pudo evitar levantar la voz— El sabor es bueno, ¿tú lo hiciste? 

—Sí —Qiu Yi tomó el control remoto y cambió el canal— ¿No comiste? 

—Comí —Bian Nan tomó otro filete de pescado— Solo pasé por mi ropa. 

—Está colgado en el patio, solo ve y tómalo —dijo Qiu Yi. 

—¿Lo lavaste? —Bian Nan de pronto se sintió un poco avergonzado. 

—Solo lo tiré a la lavadora o de lo contrario, ¿dejarlo así y guardarlo? —dijo Qiu Yi— y también está tu ropa interior. 

—¡No es necesario especificar!

Bian Nan se giró y fue al patio a recoger su ropa. Cuando entró a la casa, papá Qiu estaba a punto de regresar a la casa, así que lo ayudó empujándolo de regreso. 

Papá Qiu no goza de buena salud, y después de conversar con Bian Nan alguna palabras, dijo que estaba cansado y que quería ir a acostarse a la cama. 

—¡Erbao! —Gritó Qiu Yi. 

—¡Voy! —Qiu Yan salió corriendo de la habitación del fondo y empujó la silla de ruedas de papá Qiu a la habitación con mucha habilidad y luego salió corriendo a buscar los medicamentos, tomó una toalla, limpió el rostro de su papá, para finalmente ayudarlo a acostarse y regresar a la habitación para jugar con el Bumblebee. 

Originalmente Bian Nan quería ayudar, pero no encontró la oportunidad. 

—Erbao es realmente capaz y sensato, a excepción de cocinar, sabe hacer todo —Bian Nan suspiró y tomo dos filetes de pescado más, listo para ir a la habitación y jugar con Qiu Yan por un tiempo— No necesitas mirarlo tan fijamente. 

—Ahora eres mucho más casual —dijo Qiu Yi. 

Bian Nan se sorprendió al descubrir lo que significaban las palabras de Qiu Yi, se llevó los filetes a la boca y fue a la habitación. 

Qiu Yan sacó el Bumbleblee de la caja y estaba jugando felizmente sobre la cama. 

—¿Te gusta? —Bian Nan le tocó la cabeza. 

—Me gusta —Qiu Yan arrugó la nariz mientras estaba acostado en la cama y sonrió: — Gracias. 

Bian Nan se sentó junto a la cama y jugó con Qiu Yan. Miró la feliz sonrisa de Qiu Yan y pensando en las palabras de Qiu Yi, y no sabiendo en lo que había en su corazón, solo podía sentir pena por Qiu Yan. 

—Gran tigre —Qiu Yan se recostó sobre su pierna y sostuvo al bumblebee —¿Has comido filetes de pescado? 

—Cuidado con tu cara —Bian Nan tocó al Bumblebee— ¿Cómo sabes que comí filetes de pescado? 

—Por el olor —dijo Qiu Yan con una sonrisa— hueles a filetes de pescado. 

—Maldita sea —Bian Nan se frotó las manos en los jeans— tu nariz es muy buena. 

—¿Sabe bien? —Qiu Yan levantó la pierna, tanto con sus manos y piernas aprisionó el Bumblebee, moviéndose de un lado a otro mientras tenía sudor sobre su nariz. 

—Mm —Respondió Bian Nan. Aunque no quería admitirlo, la cocina de Qiu Yi era realmente buena, especialmente para las personas que tenían hambre. 

Es posible que Qiu Yan no reciba juguetes tan a menudo. Estaba felizmente jugando con el Bumblebee y Bian Nan le tomó algunas fotos con su teléfono. 

—Eres bastante fotogénico —Bian Nan miró las fotos en su teléfono y los grandes ojos de Qiu Yan eran muy lindos. 

—Jajaja —Qiu Yan se inclinó para echar un vistazo, se rió a carcajadas y gritó hacia la sala de estar— ¡Hermano! ¡Hermano, miras las fotos de Bumblebee y yo! 

—No puedo verlas —dijo Qiu Yi desde la sala de estar. 

—Vamos a enseñárselo a mi hermano —Qiu Yan estaba muy emocionado y empujó desesperadamente a Bian Nan. 

—Bien, bien, pero no empujes, no empujes —Bian Nan tuvo que colocarse de pie, tomar su teléfono, caminar hacia la sala de estar y entregárselo a Qiu Yi— Solo mira. 

Qiu Yi tomó el teléfono y miró el álbum de fotos con una sonrisa: —Es una buena toma. 

Después de revisar tres o cuatro veces se detuvo y después de unos cuantos giros más, le devolvió el teléfono a Bian Nan: —¿Ese es Wan Fei? 

—¿Eh? —Bian Nan tomó el teléfono y lo miró, y vio que Qiu Yi había vuelto hacia atrás— Sí. 

—Son muchas —dijo Qiu Yi— ¿Cuál es la relación de ustedes dos? 

—Mierda, ¿en qué diablos estás pensando? —Bian Nan suspiró. Después de hojear hacia adelante y hacia atrás, descubrió que las diez o más fotos en su álbum eran en realidad de Wan Fei. Hizo demasiadas tomas mientras comía o en clases, no pudiendo evitar divertirse: —Maldita sea, ¿tan aburrido estaba...?

—No vuelvas a jugar con Erbao —Qiu Yi miró el reloj— Hoy no ha hecho su tarea. 

—Oh, ¿Cuánta tarea puede tener en segundo grado? puede hacerlo en cinco minutos —Bian Nan también miró la hora, eran más de las ocho. 

—Tiene que copiar un nuevo vocabulario o algo así, el caso es que escribe lentamente como si estuviera tallando placas de acero... —dijo Qiu Yi. 

—Entonces regresaré a la escuela —Bian Nan pensó por un momento, ahora Pan Yifeng debería haber pospuesto su idea de venganza y luego haber salido a comer, estaba bien que regresara ahora a la escuela para ir a dormir. 

Bian Nan tomó su bolso y metió la ropa en ella, luego se detuvo hasta la mitad y luego lo acomodó por mucho tiempo, hasta que una manga sobresalió: —Aún no he lavado tu ropa, te la traeré después de hacerlo. 

—Como sea —Qiu Yi miró la ropa en su bolso— ¿Vas a regresar a la escuela? 

—Mm —Bian Nan estaba en medio de un lío con su ropa. 

—¿Sacas un montón de ropa sucia del dormitorio, la llevas a dar una vuelta y luego regresas? —Qiu Yi movió su pierna y la colocó en el taburete en un ángulo diferente— es bueno hacer ejercicio y mantenerse fuerte. 

—Estaba yendo a mi casa —Bian Nan tomó el bolso y lo tiró al suelo. Pensando en la idea de irse a casa antes, se sintió ahogado y no estaba de humor para pelear con Qiu Yi— hay algo en casa...y no regresaré. 

—Oh —Qiu Yi sonrió y miró la televisión. 

Bian Nan lo miró, ¿acaso era demasiado sensible?. La sonrisa de Qiu Yi era muy significativa, haciéndolo sentir que lo hubieran desnudado y arrojado a la calle, por lo que no pudo evitar patear su bolso: —¿Por qué te ríes? 

Qiu Yi hizo una pausa antes de reaccionar: —¿No te cansas de pensar demasiado? 

—Pensé que te estabas riendo de mi a ciegas —al ver la reacción de Qiu Yi, Bian Nan comprendió que no parecía reírse de él, por lo que se inclinó y recogió su bolso. 

—No sé tanto como crees —dijo Qiu Yi. 

—¿Cuánto sabes? —Bian Nan lo miró fijamente. 

—¿Así que te preocupa eso? —Qiu Yi tomó la taza y bebió agua— ¿bebes agua? 

—Me lo tomó muy en serio —Bian Nan caminó hacia la fuente de gua potable y tomó la taza roja de Qiu Yan, tomando media taza de agua— ¿Crees que no te golpearé por una frase? 

Aunque la situación es completamente diferente. 

Bian Nan levantó la cabeza y se tomó el resto del agua de la taza. 

Qiu Yi se rió y se detuvo por un momento antes de hablar: —Yo solo conozco la identidad de tu madre y nada más. 

—Eso es suficiente —Bian Nan frunció el ceño y miró la taza— ¿Por qué tu agua tiene sabor a Radiz? [1]

—Lo siento, olvidé decírtelo —Qiu Yi sonrió— El compañero de mesa de Qiu Yan se resfrió, por lo que temía que se resfriara también, así que le di un poco de radiz y probablemente no lavó la taza. 

—Ah... —Bian Nan enjuagó la taza y tomó otra taza. 

—Gran tigre —Qiu Yan asomó la cabeza fuera de la habitación del fondo y cuando vio su bolso en el suelo, se puso inmediatamente ansioso— ¿Te vas a ir? 

—Sí, quiero volver a la escuela —sonrió Bian Nan. 

—¿Te irás después de que termine mi tarea? —Qiu Yan salió corriendo y tomó su bolso. 

Bian Nan miró a Qiu Yi, Qiu Yi no reaccionó, por lo que solo le asintió a Qiu Yan: —Está bien, pero tienes que escribirla en serio y debes hacerlo ahora. 

—¡Sí! —Qiu Yan asintió vigorosamente y corrió de regreso a la habitación trasera. 

Bian Nan se sentó en el sofá y tomó un sorbo de agua, aún con el leve sabor a radiz en su boca. 

Qiu Yi miró fijamente la televisión, por lo que tuvo que colocar su mirada en la pantalla de la televisión: —Cambia a una estación que pueda entender, no siempre mires lo dramas de los ídolos. 

Qiu Yi presionó el control remoto y cambió el programa a donde un tío granjero estaba enseñando en el momento y con rostro serio cómo castrar ovejas. 

—Oh, ¿es algo así? —Bian Nan miró, el tío levantó el cuchillo con la mano derecha y la oveja no pareció sentir dolor y después de ser castrado, bajó al suelo y escapó. 

Qiu Yi chasqueó la lengua y luego cambió una estación que transmitía una película.

Los dos miraron la televisión y se sumergieron en el abismo donde fingían no estar nada incómodos. 

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[1] Aquí solo lo abrevié, la palabra original es Radix isatidis o Banlangen, que es una medicina tradicional china (MTC) famosa por su amplia actividad antiviral.