Capítulo 68

"Te lo advierto, si vuelves a decir malas palabras, te castigaré"

Xiang Xi dejó de beber té de la taza, miró la taza con los párpados bajos y después de un rato, levantó los ojos para mirar a Cheng Boyan. 

—¿Qué? —Cheng Boyan se reclinó hacia atrás, arqueó una de sus piernas y colocó su brazo sobre su rodilla, y lo miró. 

—Eres capaz de emborracharte incluso bebiendo té —Xiang Xi bebió té de la taza, luego lo dejó y siguió preparando té: —¿Cómo fue que llegaste hasta aquí en los últimos treinta años...? 

—Déjame decirte algo —Cheng Boyan jugueteó con la cámara en la mano: —En realidad, no me he contenido durante los 30 años, tal vez solo fueron 10 años. 

—...Oh —respondió Xiang Xi. 

—Antes de ti, retenerlo era lo normal y no había de otra que hacerlo. Era solo una cuestión de usar las manos —Cheng Boyan entrecerró los ojos y lo miró: —Ahora que estás conmigo, nos besamos, nos tocamos y masturbamos...no es normal todavía retenerlo. 

Xiang Xi cerró la tapa de la tetera y lo miró. 

—Tengo un pequeño novio, que es guapo y tiene piernas largas y rectas —Cheng Boyan continuó con calma: —Al final, tengo que ir al baño a resolver todo por mi mismo en cada ocasión...

—¿Por qué siempre? —Xiang Xi lo fulminó con la mirada: —¿No te ayudé ese día...? 

—Oh, sí, me ayudaste esa vez —dijo Cheng Boyan con una sonrisa: —una vez y esa vez, oh creo que la cantidad de veces son muy pocas como para recordar. 

—¡Entonces qué quieres! —Xiang Xi tomó la tetera y estaba a punto de hervir el agua, pero cuando escuchó esto, retiró la tetera. 

—No quiero aguantar más —Cheng Boyan bajó las piernas y se inclinó hacia él, apoyando los brazos sobre sus piernas y mirándolo fijamente: —Quiero hacerlo. Si quieres hoy, lo haremos, pero si no quieres...

—¿Y qué harás? —Preguntó Xiang Xi de inmediato. 

—Seré duro —dijo Cheng Boyan: —De todos modos, vamos a hacerlo y será una cosa de la que no te podrás negar. 

Xiang Xi no sabía qué tipo de expresión hacer y que sea la más adecuada para esta situación. Cheng Boyan dijo estas palabras como un ultimátum, quien a veces es gentil, a veces infantil, a veces descarado, pero siempre muy elegante. Su mente estuvo hecha un lío por un momento.  

—Ve a ducharte —Cheng Boyan tomó una  taza de té y la bebió: —Se me olvidó mencionar que el té que haces es delicioso y la forma en cómo lo haces es muy preciosa, así que si vas ahora a una casa de té, no tendrás problema alguna. 

Xiang Xi no dijo nada y ni siquiera le prestó atención a cómo Cheng Boyan lo elogiaba, lo único en que podía pensar era en lo  que iba a pasar pronto. 

—Ve a ducharte —Cheng Boyan se colocó de pie: —No creas que puedas evitarlo postergando las cosas y no ducharte. 

—¿Ah? —Xiang Xi estaba atónito. 

—Si no te duchas, no me importará, estoy impaciente —Cheng Boyan lo miró: —Te lo digo muy en serio, si no te vas a duchar, ve directo al dormitorio. 

Xiang Xi se levantó de un salto, se apresuró al dormitorio, tomó algo de ropa y corrió al baño. 

Cuando el agua se estaba derramando sobre su cabeza en la ducha, Xiang Xi miró hacia la puerta del baño, sintiendo como si Cheng Boyan iba a entrar de repente e iba a acabar con él ahí mismo, en el baño.  

Pero esto no sucedió, la puerta del baño no se movió. Xiang Xi pensó en esto y sintió que era bastante divertido, ¿no era simplemente...acostarse en la cama? Después de tanto tiempo, esto es bastante normal y además, no es que no se haya hecho alguna idea con Cheng Boyan, tenía muchas ideas...

Cada vez que escuchaba la sexy voz de Cheng Boyan y su respiración entrecortada en sus oídos, sentía que debía estar listo y que no tenía nada de malo. 

¡Por qué debería estar tan nervioso!

Cuando salió del baño después de ducharse, vio que las luces de la sala de estar estaban apagadas y había luz proveniente de la puerta del dormitorio que no estaba bien cerrada. Se acercó en puntillas a la puerta del dormitorio como si fuera un ladrón y se asomó por la rendija de la puerta. 

Cheng Boyan estaba apoyado en el pequeño sofá, leyendo un libro. 

Xiang Xi se sorprendió. ¡Este hombre había dicha todas esas palabras desvergonzadas! ¡Pero ahora estaba sentado muy tranquilamente y leyendo un libro! 

¡Y también tomando notas!

—¿Terminaste de ducharte? —Cheng Boyan de repente levantó la cabeza y le habló. 

—Ah —Xiang Xi se sorprendió, luego abrió lentamente la puerta y entró: —ya terminé de ducharme. 

—Entonces yo iré a ducharme —Cheng Boyan cerró el libro y usó un marcapáginas para no olvidar la página. Y después de tomar su ropa, dejó su teléfono junto a la cama: —Ve una película mientras. 

—Oh —Xiang Xi asintió. ¿Ver una película? 

Después de que Cheng Boyan entró al baño, Xiang Xi se sentó al borde de la cama, tomó el teléfono y lo encendió, para luego apoyarse en la cabecera de la cama. 

Había un vídeo en pausa en su teléfono e hizo clic para reproducirlo. Pero antes de que pudiera apoyarse, dos personas enredadas en la pantalla hicieron que se sentara derecho. 

Antes de que pudiera recuperarse, escuchó voces provenientes del teléfono que lo hicieron sonrojar. 

—Mal...dición... —Xiang Xi sostuvo el teléfono. Este repentino y poderoso impacto visual como auditivo hizo que no supiera qué hacer, solo se quedó mirando la pantalla sin mucha comprensión.

Después de un rato, se relajó lentamente y bajó el volumen del video. 

Los gemidos muy exagerados disminuyeron, pero la estimulación seguían siendo fuerte...

La última vez que Xiang Xi vio estas cosas en la computadora, ni siquiera las miró con mucha atención. En ese momento, aparte de estar en shock, no tuvo otra ninguna reacción. 

Pero ahora sus sentimientos han cambiado. 

Los débiles sonidos de fricción entre pieles y el enredo de cuerpos, todo le recordaba a Cheng Boyan, con sus fuertes músculos y tensos, su vientre plano y...

Cuando Cheng Boyan regresó al dormitorio después de ducharse, Xiang Xi se apoyó en la cama y lo miraba fijamente, arrojando su teléfono a un lado. 

—¿Has terminado de mirar? —Preguntó y se acercó para apagar la lámpara. 

Justamente cuando estaba a punto de encender la luz del techo del dormitorio, Xiang Xi dijo: —No dejes la luz encendida, ¿bien? 

—¿Por qué? —Preguntó Cheng Boyan mientras encendía la luz del techo.

—Oye —Xiang Xi se tapó los ojos: —Eso es...

—¿No es bueno? —Cheng Boyan sonrió, se subió a la cama y se montó a horcajadas sobre él. Se inclinó y besó su lunar: —La luz no es muy brillante. 

—Sigue siendo muy brillante a mi opinión —dijo Xiang Xi. 

Cheng Boyan no dijo nada, volvió a levantarse de la cama y abrió el armario. 

Xiang Xi movió un poco su brazo sobre sus ojos y vio a Cheng Boyan hurgando en el armario, luego sacó dos corbatas y quedó atónito: —¿Qué piensas hacer? 

—Yo quiero verlo, pero si tú no quieres verlo... —Cheng Boyan se acercó, apartó el brazo, colocó la corbata sobre sus ojos y la ató. Luego le susurró al oído: —Es una buena manera para sentirlo. 

La habitación estaba bastante silenciosa y se sentía aún más silenciosa debido a la oscuridad frente a él. Xiang Xi podía escuchar el sonido de Cheng Boyan subiéndose a la cama, el sonido de él quitándose la ropa e incluso, ese pequeño sonido de las pieles frotándose suavemente cuando Cheng Boyan levantaba su ropa y sus manos se deslizaban hacia abajo. 

No veía nada, pero cada movimiento y toque de Cheng Boyan, le brindaba una estimulación inesperada, e incluso, la respiración de Cheng Boyan dentro y fuera de sus oídos lo excitaba repentinamente.

Los movimientos de Cheng Boyan no fueron demasiados suaves, sus caricias y frotamiento de sus manos en su cuerpo estaban llenas de fuerza. Hubo un ligero salvajismo cuando le bajó los pantalones y le quitó la ropa. 

Cuando la palma caliente de Cheng Boyan tocó su muslo, Xiang Xi escogió las piernas inconscientemente. Cheng Boyan agarró de su tobillo y tiró de él. Inmediatamente después, Xiang Xi sintió sus labios suaves y húmedos caer sobre su pierna, besándolo lentamente desde el interior hasta su pantorrilla. 

La respiración de Xiang Xi de repente se aceleró. Cuando Cheng Boyan pasó sus manos sobre su pierna y regresaron hacia su cuerpo, resopló suavemente. 

—Xiang Xi —Cheng Boyan lo presionó y le mordió el lóbulo de la oreja, con una voz jadeante: —Realmente me gusta mucho escucharte...

Esta era la primera vez que Xiang Xi y Cheng Boyan han estado tan cerca el uno del otro sin ninguna barrera, sus pieles se rozaban sin obstáculos...

Inclinó la cabeza y sus labios tocaron el rostro de Cheng Boyan. Cheng Boyan rápidamente se acercó a él, empujando su lengua dentro de su boca y enredándola con cuidado. 

Las manos de Cheng Boyan lo recorrieron, acariciando su cintura y piernas. Nunca antes, Xiang Xi había tan excitado por un beso como ahora. 

Pero cuando Cheng Boyan bajó las manos para separar sus piernas, arqueó inconscientemente  su cuerpo y extendió la mano, para bloquear el movimiento de Cheng Boyan.  

—No te muevas —dijo Cheng Boyan en voz baja. Colocó sus manos detrás de su espalda y lo empujó con fuerza, dándole la vuelta y presionándolo boca abajo sobre la cama.

Las manos de Xiang Xi fueron sujetadas detrás de su espalda y luego, fueron envueltas con la otra corbata alrededor de sus muñecas.  

—¿Qué haces? —Preguntó Xiang Xi casi sin aliento. 

—Temo que te vas a resistir más tarde —Cheng Boyan le ató la manos y se acercó a su oreja: —Respondiendo a lo que dijiste, esto no es encarcelamiento, más bien esclavitud y tal como estás ahora. 

—Mierda... —Xiang Xi susurró. 

Cheng Boyan usó sus rodillas para separar su piernas, abrazó su cintura y le presionó, besándolo en la espalda: —Te lo advierto, si vuelves a decir malas palabras, te castigaré.

..............

La respiración agitada en el dormitorio aún no se había calmado. Cada beso, cada jadeo, cada toque, cada profundidad, todavía persistía en la mente y en el cuerpo de Xiang Xi. 

Se sentía un poco mareado, confundido y débil. 

—¿Duele? —Preguntó Cheng Boyan en voz baja, empujando ligeramente a Xiang Xi hacia un lado, desatando sus manos que todavía estaban atadas a su espalda y masajeando sus muñecas. 

—¿Me preguntas por mis muñecas...? —Xiang Xi se tumbó: —¿O por mi trasero? 

Cheng Boyan se rió: —Pregunto por tu trasero, no te até las muñecas con suficiente fuerza. Así que entonces, ¿por qué te duele? 

—No siento...nada en este momento —Xiang Xi levantó la mano para quitarse la corbata de los ojos. 

Pero tan pronto como levantó la mano, Cheng Boyan lo sujetó y lo tomó por la barbilla: —No te muevas, te limpiaré la cara. 

Xiang Xi se quedó atónito por un momento, antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo. Antes, estaba tan mareado que estaba completamente confundido. Ahora, cuando Cheng Boyan dijo esto, reaccionó: —¡Te corriste en mi cara! 

Cheng Boyan no dijo nada, le limpió la cara con un pañuelo y luego le quitó la corbata: —No creas que no importa si dices malas palabras ahora. Definitivamente me correré en tu boca la próxima vez si dices algo más. 

Xiang Xi no habló, la luz del dormitorio era muy tenue. Pero sus ojos, que los tenía vendados, todavía tardó un poco en adaptarse, y luego pudo ver claramente a Cheng Boyan, que estaba acostado a su lado con esa luz de fondo. 

Cheng Boyan tenía los brazos levantados y lo miraba. Habían finas gotas de sudor en su frente y en la punta de su nariz, extendió la mano y tocó la boca de Cheng Boyan. 

Cheng Boyan tomó su mano y mordió suavemente la yema de sus dedos: —¿Quieres ir a darte una ducha? puedo llevarte y ayudarte a ducharte.

—Yo...mismo me ducharé —Xiang Xi se giró hacia un lado: —Yo me ducharé. 

—De acuerdo —Cheng Boyan lo abrazó y frotó su espalda: —¿Quieres comer algo? 

—Fideos....olvídalo, que sea leche con huevos, pero agrégale un poco más de azúcar —Xiang Xi se sentó, tomando sus pantalones y colocándoselos. Luego, miró a Cheng Boyan: —¿Qué tal si me llevas en tu espalda? no quiero caminar más.

—Está bien —Cheng Boyan se puso los pantalones y se sentó en la cama. 

Xiang Xi se acercó y se acostó sobre su espalda, apoyó su barbilla sobre su hombro y cerró los ojos: —¿Estás cansado? 

—Nada cansado —Cheng Boyan se levantó y salió con él sobre su espalda: —¿Qué sucede? 

—Da un par de vueltas más —dijo Xiang Xi. La sensación de estas acostado sobre la espalda de Cheng Boyan lo hizo sentir muy cómodo y no quiso moverse. 

Cheng Boyan no dijo nada y le dio un paseo por la sala de estar, y después de caminar lentamente un par de veces, entró al estudio por un rato. Xiang Xi lo abrazó por el cuello y con los ojos cerrados, disfrutaba de los ligeros golpecitos que sentía cuando caminaba.

—¿Te gustaría salir a caminar? —Cheng Boyan caminó hacia la puerta de la casa: —Al pequeño jardín...

—Loco —Xiang Xi se rió: —Iré a ducharme. 

Cheng Boyan lo llevó al baño y lo bajó. Cuando se dio la vuelta para salir, lo pensó y luego se detuvo, diciendo: —Dime si te sientes incómodo. 

—...Oh —respondió Xiang Xi. 

Xiang Xi no sabía cuánto tiempo le llevó duchándose. Primero, se sentó aturdido en el inodoro, luego apoyó sus manos sobre la pared y miró aturdido los ladrillos en la pared, luego miró el agua de forma aturdida y finalmente, tomó la toalla y se quedó aturdido durante mucho tiempo antes de comenzar a secarse. 

Cuando salió del baño, vio que Cheng Boyan había cambiado todas la sábanas y edredones y estaba en el pequeño sofá y casi dormido. Luego miró la hora y vio que habían pasado casi cuarenta minutos...

—Ve a ducharte —Xiang Xi empujó a Cheng Boyan. 

—¿Terminaste de ducharte? —Cheng Boyan abrió los ojos, tomó el teléfono y echó un vistazo: —Pensé que ibas a pasar la noche en el baño. 

—No —Xiang Xi estaba sobre la cama. 

—¿Te sientes incómodo? —Cheng Boyan se acercó y le tocó el trasero. 

—No te preocupes —Xiang Xi apartó su mano de un golpe: —No es demasiado incómodo...

—Entonces iré a ducharme —Cheng Boyan apretó su cara: —Los fideos están en la cocina, probablemente hecho grumos. 

Xiang Xi se levantó de repente y lo miró: —¿Fideos? 

—Mm, ¿no querías comer fideos? —dijo Cheng Boyan: —Fui a comprarlo. Si hubiera sabido que te ibas a tardar en ducharte, no me hubiera apresurado y habría ido con mucha más calma. 

—¿No dije que estaba bien la leche con huevos? —Xiang Xi no supo qué decir, así que saltó de la cama y abrazó a Cheng Boyan: —Temía que fueses a comprarlo. 

—Entonces no debiste decirlo, pero al final lo dijiste y ¿crees que no hubiera ido? —Cheng Boyan revolvió su cabello: —Además, esta noche es diferente. Si me hubieses dicho incluso que quería comerte a los gorjeos de al lado, me habría subido a la red antirrobo y los atraparía solo por ti.  

Xiang Xi se rió y dijo: —¿Qué odio tienen esos pájaros por ti? piensan en ti todo el día. 

—Piensan demasiado en mi y comienzan con sus gorjeos cuando no tienen nada qué hacer —Cheng Boyan caminó hacia el baño y dijo: —Ah, ese chico guapo se está levantando, vamos a verlo...

Xiang Xi entró a la cocina con una sonrisa y los fideos fueron colocados sobre la encimera, un tazón con tapa. No había lonchera alguna en el basurero, así que creía que Cheng Boyan probablemente lo pidió con un tazón y lo trajo así directamente. 

Este hombre es verdad tan meticuloso...

Xiang Xi tomó el tazón y lo revolvió con los palillos, los fideos estaban un poco grumosos y comenzaron a secarse, pero aún sabía bien después de probarlo. Añadió un poco de agua del recipiente, luego se paró en la cocina y se devoró los fideos.

Cheng Boyan se duchó mucho más rápido que él. Justamente cuando se terminó los fideos y estaba lavando el tazón, Cheng Boyan salió y preguntó: —¿Era comestible? 

—Sí, y bastante delicioso —Xiang Xi asintió: —Muy delicioso. 

Cheng Boyan tiró de su cabello y dijo: —Vamos a dormir.

—Mm —Xiang Xi se dio la vuelta y salió. Cheng Boyan se quedó quieto y pensó por un momento, antes de girarse y entrar al baño nuevamente: —¡Lo sé! ¡A lavarse los dientes! ¡lavarse los dientes! 

Tenía bastante sueño. Xiang Xi de repente sintió sueño mientras se cepillaba los dientes y no sabía si fue por haber comido algo que hizo que sus párpados temblaran. 

Cuando entró al dormitorio, vio que Cheng Boyan estaba acostado. Se subió a la cama y quiso subirse arriba del cuerpo de Cheng Boyan, pero Cheng Boyan lo abrazó antes.

—Ah... —Se acostó sobre Cheng Boyan, demasiado vago como para moverse más. Así que simplemente cerró los ojos. 

—A dormir —dijo Cheng Boyan en voz baja, apagando la luz y le dio una serie de palmaditas sobre su espalda, una y otra vez. 

Xiang Xi sintió que no se quedó dormido y tan pronto como Cheng Boyan le dio dos palmaditas, pareció haber perdido el conocimiento. 

Cuando se despertó  por la mañana, Cheng Boyan ya se había levantado. Dio vueltas en la cama y luego lentamente se levantó. 

Se sentía un poco incómodo, le dolían las piernas, como también su cintura y...su trasero. 

Frunció el ceño. De hecho, le dolía un poco la mandíbula también. Ayer, Cheng Boyan le ató las manos sobre su espalda y cuando se arrodilló en la cama, presionó su barbilla y frente sobre la cama...¡mierda! 

Cuando pensó en eso, de repente sintió un poco de calor en todo su cuerpo. 

—¿Estás despierto? —Cheng Boyan estaba ocupado en la cocina, con huevos fritos que todavía humeaban.

—Mm —Xiang Xi se rascó la cabeza: —¿No dijiste sobre comer menos comida frita? 

—No está mal que lo comas de vez en cuando, para satisfacer tus antojos —Cheng Boyan se lavó las manos, se acercó y lo abrazó.

—¿Solo uno? ¿No quieres comer uno para satisfacer tu antojo? —Xiang Xi se apoyó en él y miró el plato. 

—Anoche ya satisfice mis antojos —Cheng Boyan susurró: —Ya no seré codicioso. Come lo que quieras y come hasta hartarte. 

—¡¿Ahora debo cantar todos los días para esto?! —Xiang Xi inclinó la cabeza hacia atrás y lo miró fijamente.

—De acuerdo —Cheng Boyan se aclaró la garganta: —Si quieres comer todo lo quieras...

—¡Oh, me iré a lavar la cara! —Xiang Xi lo empujó, se dio la vuelta y corrió hacia el baño.

Probablemente porque estaba aturdido nuevamente y se demoró mucho, Cheng Boyan fue hacia la puerta: —¿Sientes incomodidad en algún lugar? No esperes más y dímelo. 

—¡No siento nada! —Gritó Xiang Xi, mientras se cepillaba los dientes. 

—¿En serio? Si no, puedo preguntarle a alguien —dijo Cheng Boyan afuera. 

—Preguntar...¿a quién le preguntarás? —Xiang Xi se congeló. 

—Song Yi —dijo Cheng Boyan. 

—¡De verdad eres demasiado increíble! —Xiang Xi se sorprendió y abrió la puerta con el cepillo de dientes en la boca: —¡Por qué preguntarle a Song Yi! ¡En qué estás pensando! ¡Qué quieres preguntarle! 

—Solo le preguntaré si siente alguna molestia después de hacerlo, ¿Qué más? —respondió Cheng Boyan con facilidad. 

—¡No lo hagas! ¡No siento incomodidad! —Xiang Xi lo miró fijamente y suspiró: —Es solo que siento algo pequeño en mi trasero, pero en dos días debería estar bien, no siempre estaré así.

—Ya veo —Cheng Boyan se tocó la barbilla: —Te traeré un medicamento después de salir del trabajo. 

—¿Qué medicina? —Xiang Xi lo miró. 

—No lo sé...¿medicina para las hemorroides? —Cheng Boyan sonrió, se dio la vuelta y rápidamente se alejó: —La leche y el pan están listos, cómelo más tarde. 

—¿Puedo...puedo hacer que mi trasero se recupere solo? —Xiang Xi casi se tragó la espuma de la pasta de dientes, así que se giró y se enjuagó la boca. Luego, corrió hacia la sala de estar y tiró de Cheng Boyan: —¿Puedes dejar de interferir con la libertad de mi trasero? 

Cheng Boyan lo miró durante mucho tiempo, se apoyó contra la pared y se rió durante mucho tiempo. Y finalmente, suspiró suavemente: —Oye, ¿entonces no debo preocuparme por ti? 

—No, realmente no hay necesidad —Xiang Xi frunció el ceño: —¿Puedes dejar de concentrarte en mi trasero? 

—Está bien —dijo Cheng Boyan: —Entonces...no me importa tu trasero, me voy. 

Xiang Xi se inclinó y le besó la boca: —Mm. 

Cheng Boyan sonrió y abrió la puerta. Dio un paso hacia afuera, pero luego retrocedió, para rodearlo con sus brazos y besarlo con fuerza: —No tengo ganas de ir a trabajar.

Xiang Xi se mostró inexplicablemente reacio a dejarlo ir por sus palabras, e inmediatamente, le rodeó el cuello con los brazos y quiso también rodearlo con sus piernas: —¿Qué tal si voy contigo al trabajo? 

—¿Mm? —Cheng Boyan sonrió: —¿De qué forma? 

—Bueno...¿estarás solo en la clínica ambulatoria hoy? —Xiang Xi lo miró. 

—Sí —Cheng Boyan lo miró: —¿Por qué? ¿Quieres sentarte frente a la clínica? 

—Sí —respondió Xiang Xi.

Cheng Boyan no dijo nada y después de unos segundos, le dio una palmada en la espalda: —¡Rápido! ¡Rápido! ¡Cámbiate de ropa! 

—¿Ah? —Xiang Xi quedó atónito por un momento, se dio la vuelta y corrió hacia el dormitorio, gritando mientras corría: —¿De verdad? ¡¿Realmente debería ir?! 

—¡Vamos! ¡O llegaremos tarde! —Cheng Boyan gritó apresuradamente desde la puerta: —¡Llévate el desayuno! ¡Come en el camino! 

Xiang Xi rápidamente agarró una camiseta y se la colocó, metió el pan y la leche en su bolso, y corrió hacia él. Cuando se estaba cambiando de zapatos, quiso reírse un poco y cuando miró hacia arriba, vio que Cheng Boyan estaba soportando la risa y de repente se puso feliz, y dijo: —¡Esto es una locura! 

—De vez en cuando me coloco nervioso, pero no siempre soy así —Cheng Boyan sostuvo la puerta y lo llevó hasta el ascensor. Mientras esperaba que el ascensor subiera, de repente se inclinó hacia el oído de Xiang Xi y dijo: —Xiang Xi. 

—¿Mm? —Xiang Xi giró la cabeza. 

—Te amo —dijo Cheng Boyan suavemente y besó la punta de su oreja.