Capítulo 55

"Mi nombre es Xiang Xi" finalmente eligió un nombre para sí mismo.

Xiang Xi se levantó diez minutos antes de la mañana, se duchó y lavó la ropa.

La ropa la colgaba fuera de la ventana de la habitación, que era la puerta trasera del supermercado, en donde había un pasillo que las personas rara vez usaban. Normalmente, los residentes que vivían arriba estacionaban sus motocicletas eléctricas o cosas así.

Normalmente no sentía nada cuando iba a secar su ropa. Pero hoy, cuando Xiang Xi fue a secar su ropa interior, de repente se sintió culpable. Después de colgarlo, volvió a mirarlo bajo la luz, luego bajó la cabeza y se alejó.

De hecho, no se podía ver nada, e incluso si se viera, nadie levantaría la cabeza y miraría con tanta atención la ropa interior de una persona que colgó para que se secara y más, si era la ropa interior de un hombre...

Xiang Xi normalmente desayuna frente al supermercado. Había un puesto de desayuno que se encontraba frente a la entrada, a un costado de la carretera. La dueña del puesto era una hermana mayor que todos los días le sonreía y Xiang Xi, estaba más dispuesto a comprarle el desayuno y se sentía de buen humor.

—¿Quieres leche y bollos? —Preguntó la hermana mayor con una sonrisa, tan pronto como lo vio venir.

—Hoy quiero pasta de maíz —Xiang Xi pensó por un momento: —quiero dos bollos...y una taza de leche de soja.

—Bien, hoy estás comiendo más de lo habitual —la hermana mayor rápidamente tomó una bolsa y empacó los bollos: —Consumes mucho en verano, ¿verdad?

—...Supongo que sí —respondió Xiang Xi, un poco avergonzado.

¿Consume mucho?

Aunque tampoco...consumía tanto...

Consumía poquito...

No sabía si Cheng Boyan solía consumir mucho, ¿quizá?

¡Pero si no consume nada tal vez sea porque se volvió loco!

Xiang Xi tomó la bolsa, regresó al supermercado y chasqueó la lengua. ¡¿En qué había estado pensando todo el día?!

Hoy todavía se veían muchos clientes, debido a los dos días que aún quedaban en la exposición del museo que se encontraba cerca. Xiang Xi deambulaba por el supermercado, pero no se encontró con ningún ladrón. Cuando sus compañeros del turno de noche hicieron el inventario antes del salir del trabajo, descubrieron que faltaban algunas cosas.

Xiang Xi sentía que los que venían aquí a robar no eran necesariamente ladrones profesionales. La razón principal es que sus compañeros no sabía cómo mirar a las personas, ya que no aquí no había nada de gran valor. En este momento, los verdaderos ladrones se encontraban en la exposición del museo.

En el pasado, Mantou y él...

Al pensar en Mantou, la línea de pensamiento de Xiang Xi de repente se detuvo y terminó en la figura de Mantou, que había desaparecido ayer bajo la luz blanca del sol.

Suspiró suavemente, apoyándose en los estantes y mirando a algunos clientes que estaban escogiendo productos.

Después de un día ajetreado, Zhang Xin volvió a invitar a todos a cenar y He Xiaoru esperó expectante su respuesta.

—No iré, tengo algo que hacer esta noche —dijo Xiang Xi— es algo bastante importante.

Yo, ¿y qué es tan importante? —Preguntó Yu Baoquan desde un lado: —¿No puedes ir después de comer? ¿Vas a ir a comer con alguien?

—Mm —Xiang Xi asintió y luego agregó mientras se daba la vuelta, caminando hacia la habitación: —Novia.

No había necesidad de decir la última palabra, pero de todas formas lo dijo. La actitud de He Xiaoru lo hizo sentir un poco intolerante, ella es tímida y suponía que no podría esperar unos meses más antes de que tenga la oportunidad de decir que no.

Era bueno mencionarlo sin querer, no dañaba la autoestima.

—¡Maldita sea...! —Gritó Yu Baoquan con una sonrisa.

Zhang Xin y He Xiaoru guardaron silencio, y Xiang Xi no miró hacia atrás. Era la primera vez que decía palabras como estas y estaba demasiado avergonzado como para hacerlo, así que enterró su cabeza y regresó a la habitación.

Estaba muy cansado hoy, pero aún así planeaba comer algo e ir con el anciano Lu por la dirección dada por Cheng Boyan. Todavía quedaban varios días de descanso y no podía esperar.

Tú estás bien, tú estás bien. 

Si no hubiera visto a Mantou, si no hubiera escuchado las palabras de Mantou, tal vez no se sentiría tan ansioso. 

Pero ahora estaba un poco asustado, temía que cualquier estado de "espera" de su parte lo haga retroceder. Tenía miedo de ser como Mantou, miedo de ese tono perdido de Mantou y que al final no supo el motivo. 

Esa clase de tono le resultaba familiar, él era así antes. Con esa tranquilidad de haber visto de todo, pero solo era una capa en la que ocultaba su más grande impotencia y desesperación. 

No había nada que pudiera prepararle al anciano Lu. Originalmente, quería llevarle algunos regalos, pero después de pensarlo, se dio cuenta que era esa persona que no estaba dispuesta a aceptar dinero, por lo que no le importaba comprar cosas. Ya era complicado el llevar algo. 

Era algo vacío llevar algo liviano y puede que sea insoportable algo demasiado pesado. 

Pero la verdad, la razón principal en que se sentía reacio a gastar dinero...

Xiang Xi llevaba su bolso y no planeaba ir a ningún lado a comer, así que simplemente se llevó con él dos pequeñas bolas de masas del supermercado y se las comió mientras caminaba. 

Después de comer, mientras estaba en la parada esperando el autobús, Cheng Boyan lo llamó. 

—¿Estás tan libre hoy? —Xiang Xi estaba un poco sorprendido. En este momento, Cheng Boyan solía estar corriendo contra el tiempo atendiendo pacientes y esperando a otros que lo atiendan. 

—No, estoy en el baño. Me he estado aguantando por más de una hora —dijo Cheng Boyan: —Solo te llamé al tener un poco de tiempo, ¿saliste del trabajo? 

—Mm, estoy esperando el autobús para ir con el anciano —Xiang Xi se sentía divertido: —¿Terminaste de orinar? 

—Ya está —Cheng Boyan rió —¿Vas a ir ahora? 

—De lo contrario, ¿Cuándo iría? si voy antes, sabré el resultado antes —dijo Xiang Xi: —¿Crees que es apropiado de que vaya con las manos vacías? 

—Simplemente ve así, no te preocupes. Tal vez todos los demás que fueron llevaron algo, pero tú eres el único que no, eso te hace ver más llamativo. Así que tan pronto como te mencionen, inmediatamente se acordarán de ti "oh, es el chico que no trajo nada..." —La voz de Cheng Boyan temblaba un poco, probablemente estaba trotando hacia la sala de consulta. 

—¡¿Quieres lastimarme o consolarme con tus palabras?! —Xiang Xi estaba un poco insatisfecho: —me siento tan nervioso aquí. 

—Te estoy consolando, estoy siendo serio —dijo Cheng Boyan: —Pero cuando estés ahí, no lo llames anciano, puedes decirle Maestro Lu o abuelo Lu. 

—Lo sé, lo sé, aún tengo consideración en estas cosas —dijo Xiang Xi. 

—Es que recuerdo... —Cheng Boyan se rió: —que hablar es tu punto fuerte. Hablas con verdad y mentiras, sin saber cómo diferenciarlas. 

Xiang Xi se rió a carcajadas. Sabía que Cheng Boyan se refería a la época en que estaba lleno de mentiras y engañaba a los demás. 

Después de reír un poco, poco a poco dejó de reír y se apoyándose contra el cartel de la parada, dijo en voz baja: —Dime algo, ¿Crees que soy una persona...indiferente? 

—¿Mm? —Cheng Boyan quedó atónito: —¿Por qué dices que eres indiferente? 

—Es solo...sobre el hecho... de salvar a un amigo que está en problemas, no poder ayudarlo —Xiang Xi frunció el ceño y habló con dificultad. 

—¿Estás hablando de Mantou? —Preguntó Cheng Boyan. 

Esta era la primera vez que Cheng Boyan tomaba la iniciativa de mencionar a Mantou. Xiang Xi hizo una pausa y dijo: —Hablaba de Mantou. 

—No podría dar una explicación sobre este asunto con una o dos frases —Cheng Boyan guardó silencio por un momento: —Solo haz lo que puedes hacer y no tiene nada ver con que seas indiferente. La impulsividad es una cosa muy aterradora. 

Xiang Xi no habló y después de unos segundos, respondió: —Entiendo. 

—Primero haz las cosas que tú debes hacer —dijo Cheng Boyan— Si quieres hablar sobre esto, busquemos un mejor momento para hablar. 

—Bien —Xiang Xi sonrió, sintiéndose mucho más a gusto. 

La casa del anciano Lu estaba bastante lejos y Xiang Xi no estaba familiarizado con las rutas de los autobuses. Tuvo que cambiar de autobuses tres veces para llegar allí y estaba sudando cuando se bajó.

Entró a una tienda y sintió un poco el aire acondicionado frío, y después de sentirse más fresco, siguió caminando hasta la casa del anciano Lu según la dirección. 

Esta era una zona residencial antigua del instituto de investigación del té y había una fábrica al lado, con un gran patio. El patio era un patio muy abierto en el primer piso y compartido, en algunos lados se habían plantado algunos vegetales y otros todavía estaban vacíos, cubiertos de maleza y con muchas pequeñas flores silvestres. 

También habían muchos arboles. Todos parecían ser árboles viejos a primera vista, que eran diferentes a los árboles ordenados y regulares de la comunidad de Cheng Boyan y que parecían verse mejor. 

La casa del anciano Lu estaba en el primer piso, en la parte final del complejo residencial. El edificio tenía en el número 8, que estaba impreso en la pared y estaba medio caído, haciéndolo parecer un 6. 

Xiang Xi olió la fragancia del té...aunque no estaba seguro si realmente lo olió. Por lo general, no tenía tan buen olfato y era posible que la fragancia del té no llegara tan lejos. Pero sintió que ya estaba aquí. 

No había nadie en el patio semiabierto del primer piso, como tampoco nada plantado ahí. Cuando se acercó más, pudo ver a dos gallinas en el suelo, con media cuerda atada a sus patas. 

Xiang Xi tomó un hondo respiro y tocó suavemente la puerta. 

—¿Quién es? —Preguntó alguien desde adentro, y su voz parecía ser la de una pequeña niña. 

—Estoy buscando al maestro Lu... —Xiang Xi miró y notó que aunque no había una mirilla en la puerta, aun así colocó una sonrisa en el rostro. 

—Mi abuelo no se ha sentido bien en estos últimos días, por lo que no recibirá invitados —dijo la pequeña desde adentro, sin abrir la puerta. 

—Lo vi en YunShui Fanxin hace dos días —Xiang Xi se sintió un poco incómodo con esta clase de rechazo tan cortés: —No puede decirme que no se ha sentido bien. 

—Por eso dije que no se ha sentido bien durante los últimos días, ayer y hoy —dijo la niña desde adentro. 

Xiang Xi se alegró cuando lo escuchó y dijo con casualidad: —Realmente eres muy mala para mentir. 

La pequeña se quedó en silencio durante dos segundos, y cuando volvió a hablar, y cuando volvió a hablar, su voz se notaba una risa: —¿Lo buscas para tomar té o invitarlo a una actuación? en verdad no tiene tiempo.

—No —dijo Xiang Xi— Sólo quiero preguntarle si todavía acepta aprendices. 

La niña perdió la voz, luego se escuchó la voz de un anciano dentro de la casa, pero Xiang Xi no lo escuchó con claridad. 

Entonces la puerta sonó suavemente y se abrió un poco, revelando un ojo y medio rostro. Una niña miró de arriba y abajo a Xiang Xi, se giró y dijo hacia adentro: —Es un pequeño niño. 

—No soy un pequeño niño. —añadió Xiang Xi, y miró por la rendija de la puerta, pero no vio a nadie. 

La niña se volvió a girar y abrió la puerta: —Puedes entrar. 

—Gracias —Xiang Xi le sonrió y entró a la casa. 

La niña solo tenía entre 13 o 14 años, no era tan bonita, pero su cabello largo y sedoso que casi le llegaba a los muslos, llamaba mucho la atención. 

—Tu abuelo... —quiso preguntar Xiang Xi, de pie en la puerta. 

El anciano Lu salió desde la trastienda. A diferencia del abrigo gris de ese día, hoy vestía una sudadera de anciano muy común y corriente, junto con un par de pantalones grandes que los ancianos comúnmente usaban para salir a caminar por la mañana. 

—Hola, maestro Lu —Xiang Xi hizo una reverencia ante él. 

—Pensé que era en verdad un pequeño niño. —El anciano Lu miró a la niña, y luego, lo volvió a mirar: —Siéntate. 

Xiang Xi miró a su alrededor y vio que la sala tenía piso de madera, pero no había pantufla para cambiarse. Dudó, usando sus zapatos entró y se sentó en el sofá. 

—¿Cuál es tu nombre? —el anciano Lu se sentó frente a él y lo miró—¿Cuántos años tienes?

—Tengo 20 —respondió Xiang Xi, y rápidamente calculó su edad en su mente. Era casi lo mismo. 

Pero cuando debía responder sobre su nombre, le dio muchas vueltas en la cabeza. 

¿Zhan Hongtu o Xiang Xi? 

¿Zhan Hongtu o Xiang Xi? 

—Mi nombre es Xiang Xi —finalmente eligió un nombre para sí mismo. 

—¿Quieres aprender sobre el té? —Preguntó el viejo Lu, con una sonrisa. 

—Así es —Xiang Xi asintió. La niña trajo una taza de té, la colocó sobre la mesa de café frente a él y él le dijo: —Gracias.

De hecho, en la casa del anciano Lu y con solo mirar la sala de estar, no habían muchas cosas relacionadas con el té. Ni siquiera había un juego de té en la mesa de café, solo un plato de frutas. La decoración de la sala de estar también era extremadamente común, una decoración que elegiría una persona común, bastante antigua y no veía tan bien como la sala de estar del tío Ping. 

—Prueba este té —El anciano Lu agitó la mano. 

El té estaba preparado en una taza de vidrio normal, pero no se veían hojas en el interior y Xiang Xi tomó la taza y le bebió un sorbo sin decir nada. Este té realmente no era tan bueno, y no sabía qué quería lograr el anciano Lu al hacerle beber este té.  

—¿Puedes decirme cómo sabe el té? —Preguntó el anciano Lu.

Xiang Xi lo miró, lo pensó durante mucho tiempo y finalmente decidió decir la verdad: —No...es un té verde tan bueno. 

El anciano Lu lo miró sin hacer ningún sonido, solo lo miró fijamente durante mucho tiempo, lo que hizo que Xiang Xi se sintiera incómodo. No sabía si eso fue demasiado grosero, pero lamentó no haberlo dicho con más tacto.  

El anciano Lu lo miró durante un rato, se reclinó en el sofá y se rió: —¿Sueles beber té? 

—No bebo —Xiang Xi miró su sonrisa y sintió que el anciano no estaba enojado, así que dijo la verdad. 

—¿Cómo puedes saber qué tan bueno es el té? —Preguntó el anciano Lu con una sonrisa. 

—Cuando era más niño...ocasionalmente bebía con adultos —Xiang Xi también sonrió. 

—Entonces dime, ¿por qué quieres que te enseñe? —El anciano Lu dejó a un lado su sonrisa y volvió a preguntar con seriedad. 

La respuesta que dé, probablemente sea la clave. Quizá, ¿el anciano Lu elegía a un aprendiz basándose en la respuesta a esta pregunta? 

Cuando pensó en esto, Xiang Xi de repente se colocó nervioso. No temía fracasar, antes, cuando debía encontrar un trabajo estuvo lleno de altibajos y al fin y al cabo, este es un trabajo "elegante" y que era normal fracasar. 

Estaba nervioso al cómo responder. Habían muchos tipos de respuestas y se sentía enredado sobre cuál satisfaría al anciano.  

—Quiero aprender algunas habilidades para ganar dinero —Xiang Xi levantó los ojos y miró al anciano. 

Esta probablemente no fue muy buena, pero Xiang Xi aún decidió decir la verdad. De todos modos, ha mantenido el hecho de decir la verdad, por lo que no había nada de malo de mantener este estilo.

¿No habían dicho que había algo de especial en él? así que, seamos especial.  

—¿De verdad? —El anciano Lu no sonrió, y era difícil saber si estaba feliz o infeliz por su tono: —Entonces, ¿por qué debería enseñarte?

—Simplemente creo que aprenderé bien —dijo Xiang Xin pensarlo: —Creo que es bastante bueno y por eso, quiero aprender de usted. 

—Ya veo —El anciano Lu se mostró pensativo por un momento y luego se rió: —Sabes ahora que no tomo muchos aprendices, ¿verdad?

—Lo sé y también sé, que cuando aceptas un aprendiz, los observas bien —Xiang Xi se rascó la cabeza: —Solo quise intentarlo. Si no conversábamos ni tampoco reunirnos, ¿Cómo saber si al menos tengo la oportunidad de conocernos bien? 

—Entonces déjame hacerte nuevamente una pregunta, tú no entiendes de té —El anciano Lu apoyó el codo en su rodilla y lo miró: —¿Cómo sabes si soy bueno o no?. 

—Observándote —Xiang Xi también apoyó su codo sobre su rodilla: —Durante la ceremonia, sentí que no actúas y que solo bebes té... 

El anciano Lu tenía una sonrisa en el rostro, como si esperara que continuara. Por lo que Xiang Xi continuó sin pensar: —De todos modos, creo que el té es té y beber té es beber té. No importa qué procedimientos se utilicen o qué tipos de detalles existen, lo primero que se debe beber cuando bebes té es té, y todos esos detalles del proceso deben basarse en el té...

Xiang Xi quería decir algunas palabras más, pero no sabía qué exactamente. Su mente daba vueltas y el anciano Lu de repente se reclinó y dijo: —Bien dicho. 

—¿Eh? —Xiang Xi se congeló. ¿Estuvo bien?

—También me respondiste la siguiente pregunta que quería hacerte —dijo el anciano Lu con una sonrisa: —Originalmente, quería preguntarte qué piensas sobre beber té y lo que quería, era es respuesta simple. 

—Entonces...puede preguntar y puedo volver a responder —dijo Xiang Xi con una sonrisa. 

—Ahora sólo tengo libre dos noches a la semana y no puedo otra instancia más. ¿Cuándo tienes tiempo libre? —Preguntó el anciano Lu: —Es una coincidencia muy afortunada de que estés aquí y ahora, solo tengo un aprendiz conmigo. No tengo mucho tiempo, así que si vienes más temprano o más tarde, no podré enseñarte. 

. . .

Eran un poco más de las ocho cuando Cheng Boyan llegó a la casa, todavía era de día. Hoy no hubo demasiados pacientes y no hubo operaciones, así que se colocó ropa deportiva y entró al estudio. 

Se colocó los auriculares y encendió la cinta de correr. 

Desde hace unos días que no hace ejercicio. 

Al escuchar música, habitualmente contaba sus pasos mientras corría. 

En el sofá junto a él estaba el conjunto de ropa de Xiang Xi, que siempre usaba cuando venía a casa. Xiang Xi aún no lo llamaba, por lo que no sabía cuál iba a ser el resultado después de ir a ver al anciano Lu hoy. 

¿Cuántos pasos había corrido?

Xiang Xi estaba un poco nervioso, pero él no se sentía demasiado preocupado. Este chico era inteligente y reaccionaba rápidamente. Ya sea inventando mentiras o no, es capaz de hablar bien. 

Lo único que le preocupaba, sería de que si comenzaba a hablar con demasiada elocuencia, accidentalmente sacaría a relucir su espíritu de delincuente. 

Lo delincuente en Xiang Xi no era un defecto, pero las huellas de su vida pasada lo llevaba grabado en sus huesos. Pero no significa que pueda vivir sin ella. 

¿200 pasos? ¿o 204?

Pero para un anciano elegante que pasa el tiempo bebiendo té, con ese espíritu semidiós, puede que sé de cuenta cómo es él. 

Pero tal vez, el anciano simplemente le enseñe a beber té y que haya tenido buen ojo. Tal vez, sienta que Xiang Xi era alguien especial, diferente a los demás. 

¿Cuántos pasos había corrido? ya me olvidé. 

Después de casi cuarenta minutos, Cheng Boyan estaba a punto de reducir la velocidad de la cinta y en medio de la música que escuchaba a través de sus auriculares, pareció escuchar el timbre de la puerta de la sala. 

¿Quién? 

Se quitó los auriculares mientras corría. 

Alguien abrió la puerta desde la sala de estar. 

¿Xiang Xi? 

Se congeló y sus pasos se fueron aligerando. Y antes de que pudiera adaptarse, la fuerte voz de Xiang Xi llegó desde la sala de estar: —¡CHENG BOYAN! ¡SAL DE AHÍ! 

Esta provocó que los pasos descoordinados de Cheng Boyan de repente se volvieran caóticos. Sintió como si estuviera dando pequeños pasos en la cinta como una anciana de pies pequeños en la cinta, pero no fue capaz de seguir el ritmo de la cinta para correr. Luego, fue expulsado por la máquina por inercia y cayó al suelo con un fuerte ruido. 

. . .

—¿Qué pasó? —Xiang Xi escuchó que algo andaba mal, así que ni siquiera se molestó en ponerse las pantuflas y corrió hacia el estudio. 

Cuando entró a la sala de estudio, vio a Cheng Boyan siendo arrojado al suelo por la cinta de correr. Justamente cuando estaba a punto de apagar la máquina y colocó su mano sobre la cita para correr, y antes de que Xiang Xi pudiera decir "ten cuidado" lo volvieron a derribar y lo hizo girar en medio círculo antes de caer nuevamente al suelo. 

—¡¿Estás bien?! —Xiang Xi se apresuró y no sabía cómo apagar esta cosa, así que simplemente lo desconectó de forma directa. Luego se arrodilló frente a Cheng Boyan, mirándolo con preocupación, ya que no sabía si Cheng Boyan estaba herido en alguna parte y no se atrevía a extender la mano y tocarlo con casualidad. 

—No te preocupes, no estoy herido —Cheng Boyan se arrodilló en el suelo, apoyó las manos en el suelo y dijo después de un largo rato: —¿Acaso no quieres reírte? 

—¿Ah? —Xiang Xi quedó atónito. Estaba bastante preocupado al principio, pero cuando Cheng Boyan dijo esto, de repente recordó la forma en que Cheng Boyan giró en medio circulo antes de caer al suelo. Luego no pudo evitarlo más, así que tan pronto como se sentó en el suelo, comenzó a reír y no podía detenerse. 

—Yo mismo quise reírse cuando estaba girando —Cheng Boyan levantó la cabeza y lo miró: —¿Sabes en qué palabra he estado pensando? 

—¿En qué estabas pensando? —Preguntó Xiang Xi felizmente. 

—Vuela, vuela, Boyan... —Cheng Boyan se levantó y se dio unas palmaditas en los pantalones. 

Xiang Xi se rió hasta que Cheng Boyan entró al dormitorio a buscar ropa y se preparó para ir a tomar una ducha antes detenerse, hasta que le dolió la cara. 

—Realmente fuiste capaz de reírte —dijo Cheng Boyan. 

—¿Te golpeaste en alguna parte? —Xiang Xi se acercó a él, levantó su ropa y lo giró para poder comprobarlo. 

—No, acabo de comprobarlo —Cheng Boyan le dio unas palmaditas en la cabeza: —¿Por qué viniste aquí de repente y no me llamaste? ¿Cómo estuvo la conversación con el anciano Lu? 

—Oh, lo olvidé debido a que me reí —Xiang Xi le dio una palmadita en el trasero a Cheng Boyan y levantó la voz: —¡Adivina! ¿Qué tal si te vas a duchar primero y luego intentas adivinar después de la ducha? 

—¿Aún quieres que adivine? —Cheng Boyan lo miró y levantó las cejas en respuesta al volumen de su voz: —¿Te han aceptado? 

—¡Sí! ¡Ja! —Xiang Xi aplaudió con entusiasmo— ¡Qué te parece! ¿No lo esperabas? ¡Yo en verdad no me lo esperaba! ¡Incluso me invitó a tomar té y conversó un rato conmigo antes de irme! 

—¿En serio? ¿Tan increíble eres? —Cheng Boyan lo tomó por la barbilla. Aunque podía adivinar el resultado por la mirada emocionada de Xiang Xi, no pudo evitar reírse después de escucharlo con sus propios oídos: —¿Qué fue lo que dijiste? ¿De qué conversaron? ¿Te colocó a prueba? 

—¡No! —Xiang Xi caminó dos veces por la sala de estar, tomó una taza, la llenó con agua y se la bebió de una vez: —¡Sólo me preguntó por qué quería aprender! ¡Por qué quería que me enseñara! ¡y qué pensaba sobre beber té! Le dije que quería aprender por dinero y sentí que él no estaba actuando, bebimos té, lo cual es muy cómodo. Beber té significa que no tienes que hacer ningún espectáculo para beber té con algún orden. Es solo beber té...

Xiang Xi estaba muy emocionado, hablaba sin parar y sus palabras eran un poco confusas, pero Cheng Boyan no lo interrumpió. Él solo lo sonrió y lo escuchó, sin siquiera decirle que estaba bebiendo con la taza equivocada. 

—De todos modos, iré a su salón de té a las 8 en punto los sábados y miércoles, él me enseñará sobre el té. Le tomará dos o tres meses enseñarme sobre el té y hay mucho que aprender, todo depende de mi comprensión. Y si puedo aprender, ¡podrá recomendarme a una buena casa de té! —Xiang Xi levantó el brazo y lo agitó vigorosamente en el aire, alzando las cejas hacia él: —¡Qué te parece! 

—¡Eso es muy genial! —Cheng Boyan sonrió y se acercó para abrazarlo: —Ahora toma mi taza y lávala. 

—¿Eh? —Xiang Xi miró la taza que tenía en la mano y corrió hacia la cocina mientras sonreía: —¡Estás realmente desesperado y aún eres capaz de darte cuenta de este tipo de cosas! 

—Me di cuenta desde hace mucho —Cheng Boyan lo siguió hasta la cocina y masajeó sus hombros: —¿Tu maestro dijo que debías preparar algo? ¿Hay algún cargo por los juegos de té y las hojas de té para cuando estudies? 

—No, ninguno, solo debía ir. Dijo que tampoco necesito tomar notas y que no es algo muy avanzado —Xiang Xi lavó la taza: —Solo dijo que es una distracción, todo debe ser natural. El anciano dijo que cuando escogía a una persona, no la escogía basándose en la calidad del té, sino que elegía a alguien real. 

Después de que Xiang Xi dijera esto, dejó la taza a un lado, se apoyó el fregadero y dejó escapar un suspiro de alivio: —Él piensa que soy real, ¿soy real? ¿el anciano no se equivocó?

—Eres muy real —Cheng Boyan lo abrazó desde atrás: —Inteligente y muy capaz. 

—Pasas más tiempo elogiándome que lavándote las manos —Xiang Xi se reclinó hacia atrás. 

—Me iré a dar una ducha —Cheng Boyan lo apartó. 

—Yo no tengo misofobia —Xiang Xi bajó la cabeza: —Simplemente siento que, si no te hubiera conocido, no estoy seguro de cómo sería ahora, cómo hubiera sido capaz de pensar en dar un paso como este. 

—Ya no tienes que pensar más en esto —Cheng Boyan besó su cuello posterior: —Ahora ya me conoces, y somos cercanos.