Capítulo 33

"Chen Chen" dijo Huo Ran.

La fractura de Lao Yuan no fue demasiado grave. No necesitaba cirugía y el doctor simplemente fijó su fractura y el siguiente paso era descansar. 

Cuando el director y varios maestros más corrieron hacia el hospital, Huo Ran y Kou Chen estaban ayudando a Lao Yuan a salir de la sala de consulta. 

—¿Ya todo está hecho? —Preguntó el director: —¿Tan pronto?. 

—¿Acaso querías que me operaran y me quedara en el hospital por unos días? —Lao Yuan sonrió.

El director aún así, no estaba tranquilo. Se apresuró hacia la sala de consulta del doctor a preguntar sobre la situación, y luego salió: —Conduje hasta aquí, así que deja que te lleve a casa primero. 

—No es nada, solo regresemos a la escuela. —dijo Lao Yuan— Si hiciera algo así, los estudiantes de las clase 1 se sentirán muy intranquilos. 

—Es hora de la cena —dijo el director: —¿Por qué se inquietarían por la noche? además, estos dos chicos de seguro no se quedarán callados una vez que regresen, van a hablar. 

—Hemos estado dando y recibiendo información desde hace mucho tiempo —dijo Kou Chen —Todos en la clase sabrán que estás bien, no te preocupes. Y si quieres hablar algo, puedes hacerlo mañana. 

—El festival deportivo llegará pronto... —dijo Lao Yuan. 

—Te garantizo que obtendremos el primer lugar en todas las competencias que aplique, junto a Huo Ran —dijo Kou Chen: —No tienes que preocuparte por eso. 

—Ustedes fueron los que prometieron eso —Lao Yuan los señaló. 

—Lo prometimos —Kou Chen asintió. 

Huo Ran simplemente lo miró. 

La casa de Lao Yuan no estaba en la misma dirección que la escuela, así que el director les dio algo de dinero y le pidió que tomaran un taxi de regreso. 

Kou Chen no se negó esta vez, tomó el dinero y vio partir el auto del director. 

De pie al costado de la calle y viendo cómo el auto desaparecía en la carretera, Huo Ran de pronto volvió en si y gritó: —¡Yo no prometí eso! 

—¿Ah? —Kou Chen se giró para mirarlo: —¿Dijiste algo? 

—¿Cuándo prometí ganar el primer lugar? —dijo Huo Ran. 

—¿No lo dijiste? —Preguntó Kou Chen con un rostro serio. Pero la sonrisa en la comisura de su boca, era casi incontrolable. 

—¿Sabes acaso a qué competencias nos inscribimos? ¿Y solo prometes el primer lugar? —Huo Ran le lanzó una sola mirada: —¡100! ¡400! ¡1.000! ¡Salto triple! ¡Salto de altura! ¡Relevo! ¿No sabes que hay estudiantes deportivos en nuestra escuela?

—¿No es Zhou Haichao un estudiante deportivo? —Kou Chen pasó su brazo sobre sus hombro y lo miró con la cabeza inclinada: —¿Crees que no puedo vencerlo?

—Veamos cómo lo haces —dijo Huo Ran— Sé que eres bueno peleando, pero no sé si puedes hacer algo más. 

—No es así —Kou Chen lo miró fijamente: —Huo Ran Ran, por lo general creo que eres una persona que hablaba seriamente...pero, ¿por qué eres así...? 

Huo Ran lo miró y no pudo evitar reírse: —¿Quién te dijo que hablo seriamente?. 

—Eso es lo que siento —dijo Kou Chen. 

—Tu ropa es demasiado gruesa, no creo que seas tan preciso —dijo Huo Ran. 

—Es posible —Kou Chen metió la mano dentro de su ropa y tocó —de esa forma...

—Piérdete —dijo Huo Ran: —¿Tomemos un taxi? regresemos a la escuela.

—Busquemos un lugar para comer —dijo Kou Chen— Estoy un poco emocionado el día de hoy y no quiero volver a la escuela. 

—¿No regresarás por la noche? —Preguntó Huo Ran con sorpresa. 

—Hablemos de eso después de comer. ¿Quieres regresar a la escuela? —Kou Chen se colgó de él y se estiró: —Si quieres regresar, entonces hazlo. 

—Comamos primero —Huo Ran sacó su teléfono y miró: —¿Quieres pedirle a los demás que salgan a comer?. 

—No les hables —Kou Chen se pasó la mano por el pelo un par de veces: —Quiero estar a solas contigo. Ellos definitivamente vendrán a hacer un alboroto otra vez y me dolerá el cerebro. 

Huo Ran no esperaba que Kou Chen buscara un lugar para comer tan lejos. 

La escuela estaba en el este. Y Kou Chen, tomó un taxi y se dirigió al oeste de la ciudad, cruzando casi la mitad de la ciudad. 

Huo Ran sentando dentro del taxi, sintió que el camino por delante era muy largo y además, el conductor escuchaba música budista, y tarareaba algo. Sus párpados luchaban por quedarse abiertos. 

Kou Chen era diferente. 

Kou Chen ya estaba dormido. 

Y su posición para dormir era poco atractiva e irrazonable, y no lo usaba bien como almohada.  

Lo rodeó por completo con sus brazos, apoyó su cabeza sobre su hombro e incluso, se subió la capucha de su chaqueta para amortiguarlo. Estaba durmiendo profundamente. 

Teniendo en cuenta una amistad a base de peleas constantes, Huo Ran no lo empujó. Simplemente se apoyó contra la puerta del taxi aturdido. 

De hecho, él también quería dormir. Pero la postura de Kou Chen al dormir y si se relajaba de pronto, iba a terminar rodando en el suelo 

—Ah... —Huo Ran suspiró y se volvió para mirar a Kou Chen. 

Este ángulo en que miraba hacia abajo y desde la frente de Kou Chen, antes no le había prestado atención en circunstancias normales, pero solo después de mirarlo de esa forma, notó que las pestañas de Kou Chen son sorprendentemente largas. 

—Maldita sea —No pudo evitar susurrar: —¿Usaste pestañas postizas hoy?. 

Kou Chen estaba dormido. 

Huo Ran lo miró por un momento, luego miró al conductor y después de que se aseguró de que no podía ser visto por el espejo retrovisor, sopló las pestañas de Kou Chen. 

Kou Chen no respondió. 

Volvió a tomar aire y esta vez sopló con más fuerza, incluso casi perdió su control sobre este soplido y temió que su saliva llegara a la cara de Kou Chen. 

Kou Chen todavía no respondía. 

Que aburrida puede estar una persona. 

Huo Ran extendió la mano y con mucho cuidado, agarró la pestaña del ojo izquierdo de Kou Chen y  tiró de ella suavemente.

Los párpados de Kou Chen se levantaron y luego se recuperó. 

Huo Ran no pudo evitar reírse, pero no se atrevió a emitir ningún sonido. Solo podía apoyarse sobre el respaldo del asiento y tembló en silencio.  

—Tus manos son jodidamente malas —dijo Kou Chen de repente. 

—¡Ah! —Huo Ran se sobresaltó y rápidamente lo miró: —¿Kou Chen?

—Realmente al dormirme, no sé de que jodidamente eres capaz —Kou Chen no se movió, aún se aferraba a la misma postura de antes y su voz era bastante clara. 

—¿Estabas durmiendo a muerte o no? —Preguntó Huo Ran. 

—No estaba durmiendo a muerte —dijo Kou Chen— Me desperté cuando me escupiste en la cara. 

—¡...No te escupí! —Respondió Huo Ran en estado de shock: —¡Solo estaba soplando! 

El conductor del taxi, que estaba adelante, accidentalmente se rió. 

Huo Ran lo miró. Miró a Kou Chen con algo de vergüenza y bajó la cabeza: —Estás cortejando la muerte. 

—¿Son largos? —Preguntó Kou Chen. 

—¿Qué...? —Huo Ran por un momento se congeló: —Largos. 

—¿Te acabas de dar cuenta hoy? —Kou Chen bostezó, se dio la vuelta y dejó de abrazarlo. Pero luego se apoyó contra él, y como habitualmente levantó la pierna para posicionarla sobre la puerta del taxi y probablemente porque se dio cuenta de que no estaba en su auto, volvió a poner el pie en el suelo. 

—Sí, no me había dado cuenta —dijo Huo Ran— ¿Estás usando pestañas postizas?. 

—Si usara pestañas postizas y te atrevieras a sacarlas así, estarías muerto ¿comprendes? —dijo Kou Chen— Esa cosa, se caerá tan pronto como lo tires. 

—¿...Usaste alguna vez las pestañas postizas de Kou Xiao? —Huo Ran se dio cuenta de inmediato. 

Kou Chen no dijo una palabra, solo siguió apoyado sobre él. Antes de asentir y echarse a reír: —Maldita sea, ella casi me golpeó hasta morir. 

Kou Chen lo llevó a un restaurante, que estaba justamente al lado de la calle de bares más pretenciosa en la parte trasera del distrito comercial, y el más prospero de la parte oeste de la ciudad. 

En un restaurante de mini ollas calientes personales. 

Una mini piedra por persona. 

Cuando Kou Chen se subió al taxi en el hospital, llamó y reservó una sala privada para dos personas. O de lo contrario, no serían capaces de encontrar una mesa ahora. 

El camarero los llevó a la sala privada y atravesando por el pasillo, hasta el pasillo más interior. La terraza estaba al final del pasillo. 

Había una gran ventana al lado, donde podían ver el exterior. Aunque afuera solo se podía ver el patio trasero del restaurante, junto con la disposición de las montañas, las rocas y agua que fluía. Era bastante tranquilo. 

—Sé honesto, —Huo Ran miró a su alrededor después de sentarse. Se apoyó en la mesa y se acercó a Kou Chen que estaba al frente, susurrando: —¿Trajiste a alguien aquí cuando estabas persiguiendo a una chica?. 

—¿Por qué me dices eso? —Kou Chen también se apoyó en la mesa, se inclinó hacia él y le devolvió con una pregunta. 

—Solo creo que este lugar es bastante adecuado —dijo Huo Ran. 

—Entonces puedes traer a chicas aquí en el futuro —Kou Chen curvó los labios. 

—No hay quién pueda traer —Huo Ran se reclinó en su asiento— En la reunión de clase de ese día, al verlos hablar tan animadamente, me decepcionó bastante no tener nada que decir. 

Kou Chen se rió y dijo después de un rato: —Solía comer aquí solo. 

—¿Solo? —Huo Ran lo miró: —No pareces alguien que saldría a comer solo. 

—¿No te dije antes que no tenía amigos, solo un montón de tontos? —dijo Kou Chen— Después de que me transferí a tu escuela, Chuan-ge y Chao se volvieron mis únicos amigos, y luego llegaron ustedes. 

—Oh —Huo Ran asintió— ¿Cómo se siente comer solo? 

—No es comida en sí... —dijo Kou Chen. 

—Es solitario. No hace falta decirlo —Huo Ran lo interrumpió. 

Kou Chen se rió durante mucho tiempo: —Tonterías, es deprimente. Solo salgo a comer cuando estoy deprimido. 

El camarero vino a tomarles la orden, y Kou Chen pidió una olla caliente picante y olla de sopa de huesos grande. Huo Ran pidió olla caliente de tomate y después de pensarlo durante mucho tiempo, añadió una olla de hongos silvestres. 

Después de que el camarero de fue, volvió a preguntar: —¿Por qué te sentías deprimido? Siento que piensas todos los días como un tonto ¿y eres capaz de sentirte deprimido?

—Solía tener una tensa relación con mi papá —Kou Chen le sirvió un poco de jugo de maíz: —Salía después de una pelea. 

—Tu papá...Zhifan dijo que era alguien bueno y Lao Yuan también lo dijo —dijo Huo Ran. 

—No dije que fuera alguien malo. De hecho, él se preocupa más por mí que por mi hermana. Mi hermana, solo está acostumbrada. Le da lo que quiere y hace lo que quiere —Kou Chen bebió un sorbo de agua: —En cuanto a mi, tengo demasiadas exigencias, ¿cómo decirlo? eres un hombre. 

—¿No es este un pensamiento un tanto equívoco? —dijo Huo Ran. 

—Mm, mi mamá dijo lo mismo sobre él, sobre cambiar un poco su forma de pensar. Pero no es tan fácil —dijo Kou Chen —Esa es después de todo, su forma de ser. Mima a mi mamá, y ella solo necesita disfrutar de la vida y ser una anciana princesa...no le digas a mi mamá que le dije anciana.  

—Mm —Huo Ran asintió con una sonrisa. 

—Mi mamá es una anciana princesa y mi papá su caballero. —Kou che suspiró: —Y yo simplemente no quiero ser así. No quiero tomarme las cosas tan duramente, no quiero ser el mejor en todo, no quiero ser un caballero. Más bien, quiero ser una princesa, ¿no?

—Princesa Chen —Huo Ran entrecerró los ojos. 

—Te lo advierto —Kou Chen extendió la mano y le tocó la barbilla con sus dedos: —Si escuchó por segunda vez ese apodo, estás acabado. 

Huo Ran solo sonrió y no dijo nada. 

—No quise decir eso... —dijo Kou Chen. 

—Lo sé —Huo Ran asintió— Los hombres deberían ser varoniles y las mujeres femeninas, pero qué es ser varonil, qué es ser femenina, quién lo define y de qué manera, ¿verdad?

—Mm —Kou Chen frunció el ceño y suspiró de nuevo: —Mi papá es alguien bastante duro y mi boca actúa de forma estúpida, por lo que no puedo encontrar un punto de inicio con él...y a veces, siento que soy casi igual que él.  

—Y sale a comer una mini ollita caliente tu solo —dijo Huo Ran. 

—Así es —Kou Chen asintió. 

—Pobre niño que sale a comer una mini ollita caliente —dijo Huo Ran. 

—Piérdete —Kou Chen lo miró fijamente. 

El sabor de la olla caliente seguía siendo muy encantador, especialmente si se come en una vieja olla de piedra. Tenía una fragancia bastante especial. 

Después de que las ollas calientes se sirvieron, Kou Chen pidió dos botellas de vino, Jiang Xiaobai. 

—En la última barbacoa, bebí Erguotu —Huo Ran dijo: —¿Es Jiang Xiaobai esta vez?. 

—Sé que eres capaz de beber —Kou Chen le sirvió un trago: —No creo ser tan bueno bebiendo como tú. En caso de que me emborrache aquí, ¿Cómo lo harás para hacer que vuelva a la escuela?

—¿Por qué te llevaría de regreso a la escuela? —Cuestionó Huo Ran: —Por supuesto que te dejaré aquí, iré al baño y luego me marcharé.  

—¿Sabes lo que está escrito en esta botella? —Kou Chen señaló la botella. 

—No lo sé —dijo Huo Ran. 

—Te lo leeré —Kou Chen miró las palabras de la botella: —Espero que después de diez años, todavía sea capaz de servirte vino. Seguiremos siendo viejos amigos...¿y me sigues tratando así?

—Es muy interesante —Huo Ran tomó la otra botella: —Déjame ver este...Cuántos días durará y será indefinido una vez...

—Maldita sea —Kou Chen agarró la botella, la miró y presionó el botón localizador que estaba sobre la mesa. 

Después de que el camarero se acercó, le entregó la botella: —Dame otra botella, no quiero una botella que diga sobre "tener un futuro indefinido", búscame una botella de "todos los días juntos". 

—Bien, espere un momento —El camarero se dio la vuelta y se alejó trotando con el vino. 

A los dos minutos, el camarero se acercó con otra botella: —¿Está bien esta? 

—Quitando las capaz de esa máscara... —dijo Kou Chen con seriedad, sosteniendo la botella de vino: —Solo frente a ti, soy yo mismo...este está bien. 

Después de que el camarero se alejó, bajó la voz y dijo: —Solo frente a ti, soy yo mismo. 

—Puedo verlo —respondió Huo Ran con sinceridad. 

—¿Qué lado de mi te gusta? ¿El que está frente a ti o el que está al frente de los demás? —Preguntó Kou Chen. 

Huo Ran lo miró y descubrió que la expresión en su rostro era muy seria. Por lo que rápidamente lo pensó, seriamente. Y después de unos segundos, respondió: —Ambos me gustan. 

—Oh —Kou Chen suspiró con alivio: —Pensé que dirías que era bastante molesto. 

Huo Ran se sorprendió por esta oración. Miró a Kou Chen durante mucho tiempo, antes de decir algo: —¿Por qué siento que te consideras bastante inferior al decir esto?. 

—Probablemente porque tengo baja autoestima —Kou Chen le sirvió el vino, levantó la copa y la levantó frente a él: —Ven aquí. 

—¿Qué? —Huo Ran se sobresaltó inconscientemente. Ya que después del "ven aquí" de Kou Chen, venía un beso. 

—¡Brindemos! —Kou Chen apretó los dientes, y dijo: —¡¿O quieres besarme?! 

—Que la amistad dure por siempre —Huo Ran rápidamente levantó su copa y la chocó levemente con la de Kou Chen. 

—¡Qué superficial! —Kou Chen todavía mantenía sus dientes apretados. 

—...Dentro de diez años, te seguiré sirviendo vino —Huo Ran volvió a chocar su copa. 

—¡Cómo que te "seguiré"! yo fui el que te sirvió, no me has servido ahora —Kou Chen siguió apretando los dientes: —Ahora yo soy el jodido que solo te sirve. 

—...Dentro de diez años, me seguirás sirviendo vino —Huo Ran continuó chocando su copa. 

—¡¿No me puedes servir a mi?! —dijo Kou Chen, olvidando apretar sus dientes. 

Huo Ran miró la copa de vino llena que tenía en la mano y no se molestó en seguir discutiendo con él. Simplemente se inclinó hacia su copa y luego se lo bebió de un solo trago, para luego tomar le botella y llenarse su copa: —¿Está bien así, princesa Chen?. 

—Estás muerto —dijo Kou Chen. 

—¿No tienes mido de beber? —Huo Ran entrecerró los ojos: —Tantas tonterías que dices. 

—Vete a la mierda —Kou Chen chocó su copa con la de él, levantó la cabeza, se bebió toda la copa y se limpió la boca. Finalmente, señaló su copa.

Huo Ran también levantó su cabeza y se bebió todo el vino. 

Después de dejar la copa, Kou Chen le volvió a servir vino y dijo con cierta emoción: —Este es mi pequeño secreto, nadie nunca supo que he venido a comer aquí solo en soledad. 

—Puedo fingir no saberlo —dijo Huo Ran. 

—Eso ya no funcionará —dijo Kou Chen— Puedes comenzar a venir conmigo después. 

—¿Eh? —Huo Ran lo miró. 

—Me gusta mucho estar a solas contigo —dijo Kou Chen— Es tranquilizador. 

—¿Por qué eres tan lamentable? —dijo Huo Ran— Prince....

—Piensa en las consecuencias —Kou Chen le lanzó una mirada: —¡No le tienes miedo a la muerte! 

—Chen Chen —dijo Huo Ran. 

—Oye... —Kou Chen sonrió.