Capítulo 52

Los pantalones deportivos son jodidamente convenientes

Bian Nan y Qiu Yi bebieron té y comieron bocadillos junto al lago. Conversando por bastante tiempo. 

Que Bian Nan se sentara frente a una taza de té y observara un lago durante horas, probablemente sería porque se volvió loco. Pero no lo sintió, e incluso fue capaz de dormirse bajo el sol. 

A las 3:30, Qiu Yi empujó su hombro y de repente se despertó, por lo que saltó y gritó: —¡Se acabo! ¡Ya es tarde para ir a recoger a Erbao! 

—No es tarde, —Qiu Yi lo miró— vi la hora, la hora es justa. 

—Oh —Bian Nan se rascó la cabeza y de repente se despertó por completo. Todavía estaba un poco aturdido y después de observar a Qiu Yi por bastante rato, lo agarró del brazo y lo apretó varias veces: —¡Maldita sea! 

—¿Qué pasa? —Qiu Yi lo miró. 

—Nada —dijo Bian Nan— solo estaba un poco confundido. 

—Vamos —Qiu Yi se colocó de pie y rodeó su hombro con su brazo. 

El auto esperó cinco minutos en la puerta de la escuela, luego escucharon música proveniente de la escuela. En dos minutos, vio a Qiu Yan salir corriendo con su mochila, con el rostro rojo debido a la emoción.

—¿Por qué estás todo sudoroso? —Bian Nan le tocó el cuello. 

—¡Clase de educación física! —gritó Qiu Yan: —¡Quiero sentarme al frente! ¡me sentaré al frente! 

Qiu Yi se bajó del copiloto y tomó su mochila, para cambiarse de asiento. 

Qiu Yan tiró del cinturón de seguridad y se sentó en el asiento del copiloto: —Fang Xiaojun quería irse en el auto. 

—Maldita sea, que cara tan grande —Bian Nan inmediatamente se subió al auto y comenzó a conducir. Con el temor de que Fang Xiaojun lo persiguiera: —¿No salió? 

—No, le dije ¿de verdad te vas a subir a un auto roto? y no vino —Qiu Yan se echó hacia atrás: —Hermano, quiero beber yogur. 

—¡Yo te lo compraré! —Cuando Bian Nan escuchó que Qiu Yan había rechazado tan generosamente a Fang Xiaojun, su estado de ánimo se volvió aún más brillante. Por lo que estacionó el auto al costado de la carretera y corrió al supermercado para comprarle una gran caja de yogur a Qiu Yan. 

Cuando regresaron a la casa de Qiu Yi, papá Qiu ya había ordenado todo. 

—Ha pasado mucho tiempo desde que salí a comer, —Al verlos entrar por la puerta, papá Qiu inmediatamente se dirigió a Qiu Yi: —Ve a buscarme un conjunto de ropa para colocarme. 

—Mm —Qiu Yi entró a la habitación para buscar ropa, para que papá Qiu se lo colocara. Junto con eso, tomó los medicamentos para que él los tomara— ¿Estuviste esperando aquí toda la tarde y pensando qué comer por la noche? 

Papá Qiu se rió por bastante tiempo: —mi hijo de verdad es capaz de saberlo todo. 

—Tío, vayamos a comer hoy —Bian Nan empujó la silla de ruedas y entró a la habitación. 

—No puedo comer mucho, —papá Qiu seguía sonriendo: —pero todo se basa en la atmósfera.

Cuando Qiu Yi empujó la silla de ruedas hasta la entrada del callejón, en el camino, se encontró con un vecino que regresaba del trabajo. 

"¿Saldrás Lao Qiu?"

"Tío Qiu, ¿A dónde irás a disfrutar?"  

Papá Qiu parecía serio: —Solo observa, observa. 

Bian Nan salió corriendo y condujo el auto hasta la entrada del callejón. Abrió la puerta y lo subió primero, mientras que Qiu Yi lo acomodó y apoyó en el auto. 

Papá Qiu no era alguien bajo, pero era muy delgado. Bian Nan estaba un poco conmocionado cuando lo colocó en el asiento trasero entre apoyos, era en verdad ligero. 

Esta vez, Qiu Yan no hizo un escándalo por sentarse al frente, y rápidamente se subió al asiento trasero, para sentarse junto a papá Qiu: —Acompañaré a mi papá. 

Pero después de comenzar a conducir, no podía quedarse quieto. Abrió la ventana del automóvil y miró hacia afuera, luego le pidió a Bian Nan que abriera el techo corredizo de arriba y sacar la cabeza: —Papá, mira, se puede asomar por aquí. 

—¡Oye! —Bian Nan tiró de sus pantalones: —No subas. 

—Dije que se podía asomar, —Qiu Yan lo miró mientras se apoyaba en la claraboya: —no que iba a salir por aquí. 

—Siéntate —dijo Qiu Yi: —Si sigues molestando, te quedarás en el auto mientras nosotros iremos a comer. 

—¡Me sentaré! —Qiu Yan inmediatamente se sentó en el asiento trasero y se apoyó contra papá Qiu. 

—Date prisa y crece, eres molesto —Qiu Yi suspiró. 

—¿Qué se debe hacer si crece y se vuelve más molesto? —dijo papá Qiu con una sonrisa desde atrás. 

—Lo vendemos —dijo Qiu Yi. 

—Venderé a mi hermano —dijo Qiu Yan mientras bebía yogur. 

—Si me vendes, ¿Quién pagará tus estudios? —Qiu Yi chasqueó la lengua. 

—Entonces, —Qiu Yan pensó por un momento: —Venderé al Gran Tigre. 

—Oye, sabía que ibas a intentar venderme —dijo Bian Nan— ¡Si me vendes, quién te comprará yogur después! ¿Quién te llevará a comer barbacoa? ¡Quién! 

Qiu Yan suspiró ruidosamente, se acostó sobre el regazo de papá Qiu y mientras pensaban, finalmente dijo de manera agraviada: —Entonces que me vendan.

—Yo te compro —Bian Nan tomó una decisión. 

Bian Nan temía que papá Qiu no pudiera sentirse cómodo en el auto por mucho tiempo, por lo que fue a una calle cercana con muchos restaurantes. A la familia de Qiu Yi le encantaba la comida picante, por lo que Bian Nan eligió un restaurante de Sichuan. [1] 

—¿Por qué estamos aquí? —Cuando Qiu Yi salió del auto, le recordó con voz suave: —¿No que debido a la comida picante no te sientes bien? 

—Realmente me siento mal con eso, —dijo Bian Nan con una sonrisa: —¿pero no lo principal aquí es hacer que tu papá se siente cómodo? y además este lugar es de un solo piso, es sencillo empujar la silla de ruedas. 

Qiu Yi le dio unas palmaditas en la espalda y no dijo nada más. 

Hoy no era fin de semana, por lo que no habían muchas personas en el restaurante e incluso, había una sala privada, por lo que decidieron entrar ahí. 

Cuando Bian Nan pidió la comida, Qiu Yan encontró una silla para niños en la sala e inmediatamente le llamó la atención: —¿Qué es esto? 

—Este es un asiento para niños —respondió el camarero: —para niños. 

—Soy un niño —Qiu Yan asintió, arrastró la silla hacia la mesa y estudió cómo sentarse. 

—Eso es para un niño pequeño, del tamaño de Mao Mao que vive al lado de nosotros —Qiu Yi lo miró. 

—¿De verdad? —Qiu Yan frunció el ceño y quiso subirse a la silla: —No lo creo. 

—Entonces sube, —Qiu Yi se colocó de pie— Pero digámoslo primero, entres o no entres, piensa en que vas comer todo esto. 

—Espera, —QiuYan retrocedió rápidamente, se hizo a un lado e hizo un gesto: —me quedaré atascado.

—¿En dónde te sentarás? —le preguntó Qiu Yi. 

—Aquí, —Qiu Yan señaló la silla que estaba a su lado y devolvió la silla para los niños a su lugar: —Mejor que Mao Mao se siente en esto. 

—Acabo de descubrir que, —Bian Nan señaló a Qiu Yan mientras ordenaba: —pequeña cosita, tienes demasiada energía y si no tienes cuidado, te convertirás en un niño travieso, joven, ignorante y rebelde. 

—Es mi hermano el que debería tener cuidado con eso —Qiu Yan se acostó sobre la mesa, un poco avergonzado y bebió yogur. 

Bian Nan ordenó los platos, que eran básicamente los platos estrellas recomendados por el camarero. 

Cuando invita a las personas a cenar, por lo general no actúa tan ciegamente como su padre, él se basaba más en la cantidad de personas que llevaba con él. Pero hoy, ordenó un poco más de lo normal, principalmente porque fue una ocasión en la que no fue fácil para papá Qiu salir y estaba de muy buen humor hoy. 

Al final, Qiu Yi tomó el menú y pidió dos platillos más antes de que el mesero se retirara.

Papá Qiu no había comido en un restaurante por bastante tiempo. Ahora que vio el televisor, un pequeño refrigerador, aire acondicionado y un baño en la sala privada, inmediatamente comenzó a conversar. 

—Ahora las salas privadas son muy completas, antes solo solía haber un televisor y un cable con dos micrófonos conectados, y después de la cena, todos comenzaban a cantar. Solo se comía durante una hora y se cantaban por cuatro horas, y la cara del mesero cambiaba a color verde cuando salíamos.

Bian Nan lo escuchó con alegría. La madre de Qiu Yi generalmente se incluía en las historias de papá Qiu, y efectivamente, las palabras no eran pocas sobre ella.   

—No podía comprender a tu tía en ese momento, escuché que las personas que provenían de la provincia de Guangdong suele beber té después de comer, así que después de haber comido, le dije a alguien que nos sirviera té, del tipo de hojas de té molidas. Y nos sentamos a beber por casi una hora, hasta que nos tuvieron que echar. 

Bian Nan se la pasó bien y no podía dejar de reír. Cuando giró la cabeza para hablar con Qiu Yi, descubrió que Qiu Yi estaba mirando aturdido la televisión. 

Mientras papá Qiu conversaban con Qiu Yan, apretó suavemente la mano de Qiu Yi debajo de la mesa. 

—¿Mm? —Qiu Yi volvió la cabeza, como si se hubiera recuperado. 

—¿En qué estás pensando? —preguntó Bian Nan en voz baja. 

—Nada —Qiu Yi tomó su mano, se la llevó a su pierna y la frotó. Y dijo con una sonrisa: —solo pensaba en mi madre. 

Cuando Bian Nan sintió ese frote, se sintió aliviado y se rió dos veces. 

Se dijo que papá Qiu podía comerse medio cerdo cuando era joven, pero después de que tuvo ese accidente, perdió su apetito. Solo fue medio plato de arroz y después de algunos bocados más sobre los platillos estrellas, básicamente expresó que no podía comer más. 

Qiu Yi, Bian Nan y Qiu Yan siguen siendo la fuerza principal el día de hoy y además de que estaban de buen humor, por lo que eran más fuerte de lo habitual. La comida para Bian Nan solo era ligeramente picante, por lo que básicamente comía y bebía agua, pero no afecto en nada su actitud positiva. 

Qiu Yan comió felizmente, enterró la cabeza y comió hasta el final. Sostuvo su estómago y se recostó en la silla, suspirando: —Que bueno es esto, tan picante. 

—¿Quieres helado, o...? —le preguntó Bian Nan. 

Qiu Yan se quedó en silencio, se cubrió el estómago y frunció el ceño. Pensó en ello por bastante tiempo y luego se desplomó sobre la mesa, deprimido: —No puedo comer más. 

Al escuchar su voz, afligida y cansada, Bian Nan se llenó de alegría: —Está bien, te lo compraré cuando puedas comer. 

Después de la cena, Bian Nan condujo de regreso al callejón. Mirando en secreto a Qiu Yi en el camino y pasaba una sola cosa en su mente. 

¿Se irá esta noche? 

Si no se va, entonces hay que hacer que Qiu Yan se fuera a dormir con papá Qiu. Pero el niño no había visto a su hermano en dos meses, por lo que esto era un poco cruel. 

Oh vamos, que reacio. 

¿Por qué no permites que Qiu Yan duerma con su hermano? 

Porque tendría que dormir en el sofá, que tontería. 

Pensando en esto, no puedo evitar mirar nuevamente a Qiu Yi. Su mente estaba llena de contenido poco saludable, lo que lo hizo sentir cómo un hooligan [2] en medio de la calle. 

—Conduce bien —dijo Qiu Yi en voz baja. 

—Lo sé —Bian Nan miró el camino que tenía delante de él. 

. . .

Después de regresar a casa y descansar por un rato, papá Qiu regresó a su habitación para ver la televisión. Bian Nan estaba a punto de entrar a la habitación de Qiu Yi, pero Qiu Yan entró corriendo a la habitación con su mochila, y mientras lo hacía, dijo: —Tarea, tarea, así es, a hacer la tarea, así es, a hacer la tarea. 

—¿No irás a ver la televisión y tomar un descanso? —preguntó Bian Nan. 

—¡Tomaré un descanso cuando termine de escribir! —respondió Qiu Yan en voz alta. 

De hecho, Qiu Yan entraba a la habitación todos los días para hacer su tarea tan pronto como terminaba de comer. Este era un hábito de un buen estudiante, salir después de escribir. Bian Nan abrió la boca pero no dijo nada, por lo que tuvo que ir al dispensador de agua para servirse una taza y suspiró para sus adentros mientras bebía. 

Qiu Yi había estado en el sofá, mirándolo y recién ahora se colocó de pie con una sonrisa, caminando en dirección hacia el patio. 

Bian Nan vaciló por un momento, dejó la taza y salió. 

No comieron en el patio hoy, por lo que la luz debajo de la pérgola de uvas estaba apagada. El patio estaba oscuro, los ancianos de al lado se acostaron temprano y en este momento, no había luz tampoco en su casa. 

Qiu Yi se paró en el patio, sacó un cigarrillo y se lo llevó a la boca. Cuando estaba buscando en su bolsillo un encendedor, Bian Nan se acercó, lo abrazó por la espalda, tomó el cigarrillo que había en su boca y lo arrojó sobre la mesa que estaba junto a él. 

—¿Qué haces? —Qiu Yi apretó su muñeca. 

—Rápido, —Bian Nan lo empujó hacia la cocina: —encuentra un lugar para besarnos. 

—Tú... —Qiu Yi se volvió a mirar hacia la casa y antes de que terminara de hablar, lo empujaron hacia la cocina. 

Bian Nan cerró la puerta de la cocina, presionó a Qiu Yi detrás de la puerta para abrazarlo y presionarlo, hundió su rostro en su cuello, tomando un hondo respiro y susurró: —Mierda, hueles a pimienta. 

—Que enérgico —Qiu Yi se rió y acarició suavemente su espalda un par de veces a través de su ropa. 

Bian Nan besó ferozmente la boca de Qiu Yi bajo la débil luz de la luna, metiendo su mano bajo su ropa y acariciando fuertemente su cintura. 

Ambos respiraron inicialmente despacio y luego fue en aumento. 

Le gustaban los labios de Qiu Yi y también la ternura húmeda que existía entre los labios y dientes de Qiu Yi. Esa sensación en las que las puntas de sus lenguas se enredaban era tan embriagadora. 

La agradable sensación cuando sus manos tocaban la piel de Qiu Yi y aquel impulso que sintió cuando las manos de Qiu Yi se deslizaban por su cuerpo, al igual que ese zumbido que resonaba dentro de su cabeza. 

Bian Nan ha hablado mucho sobre el pseudo-amor, pero nunca había tenido un contacto tan intimo con alguien, y esta emoción que nunca antes había tenido le dio ganas de morder los labios, los hombros o cualquier parte del cuerpo de Qiu Yi. Solo de esta forma, podía desahogar esos impulsos incontrolables de su corazón. 

Su mano bajó aún más y tocó la cintura de los pantalones de Qiu Yi. 

—Estás loco, —le susurró Qiu Yi, pero no lo detuvo, sintiendo un jadeo en su voz: —¿En la cocina? 

—Entonces dile a Erbao que vaya a hacer su tarea a la habitación del tío, —Bian Nan desabrochó la cremallera de sus pantalones: —No sé qué me pasa, pero no puedo controlarme...

Antes de que pudiera terminar de hablar, Qiu Yi de repente le bajó la cintura de sus pantalones y metió la mano dentro. 

—¡Maldita sea! —Bian Nan abrazó a Qiu Yi con fuerza. Esta estimulación lo hizo jadear y su voz se volvió un poco ronca: —Los pantalones deportivos son jodidamente convenientes. 

Las nubes oscurecían la luz de la luna que intentaba entrar por la ventana y todo a su alrededor estaba oscuro. No había mucho espacio en la cocina, y ambos respiraban con dificultad entre la oscuridad, que era lo único claro aquí. 

La mezcla de jadeos y susurros ocasionales llenaron sus oídos, golpeando cada uno de sus nervios sensibles. 

. . .

La puerta de la cocina se abrió suavemente y Bian Nan asomó la cabeza para mirar hacia afuera. 

—Sal —Qiu Yi lo empujó suavemente detrás de él. 

—Solo temía que cuando abriera la puerta, estaría Erbao afuera llamando a su hermano —Bian Nan chasqueó la lengua y salió de la cocina. 

—Él hace su tarea muy en serio —Qiu Yi sonrió, camino hacia el fregadero y se acuclilló para lavarse las manos. 

—La cocina, —Bian Nan se colocó en cuclillas a su lado y susurró: —¿la vas a limpiar? 

—Todo está en mis manos, —Qiu Yi se colocó de pie, se acercó a la mesa, tomando el cigarrillo y encendiendo la luz debajo de la pérgola de uvas: —¿Limpiar qué? 

Bian Nan colocó sus manos debjo del grifo y lo abrió. De repente, sintió un pánico ardiente en su rostro: —¿Por qué eres tan desvergonzado? 

—Quien comenzó primero es el desvergonzado —dijo Qiu Yi. 

—Joder —Bian Nan se divirtió: —De verdad tienes esta clase de habilidad, siempre con un rostro serio. 

Qiu Yi se rió y el cigarrillo en su boca casi se cae al suelo. 

Bian Nan miró su sonrisa y todos esos sentimientos que experimentó en la pequeña cocina volvieron a surgir. Y ahora, junto con el viento frío de la noche, se sintió un poco incapaz de enfrentarse a Qiu Yi. 

—Debo irme a casa —Cerró el grifo, se colocó de pie y se apresuró hacia la casa, para tomar su bolso y salir, parecía que alguien lo estuviese persiguiendo. 

—¿No vas a decirle algo a Erbao? —Qiu Yi lo miró. 

—Me quedaré hablando con él si me quedo más tiempo, —Bian Nan enterró la cabeza y dio dos pasos más antes de detenerse, aunque sin razón estaban nervioso, estaba realmente reacio en irse, así que se volvió para mirar a Qiu Yi: —Te llamaré mañana para la cena. 

Qiu Yi sonrió, dio un paso hacia adelante y lo abrazó suavemente: —Llámame cuando llegues a tu casa, pareciera que alguien estuviese por pisar tus pies. 

—Mm —Bian Nan miró hacia dentro de la casa, y besó rápidamente la boca de Qiu Yi. Para girar la cabeza y salir del patio. 

Bian Nan abrió por completo la ventana del auto y condujo en dirección a casa mientras sentía el viento frío durante todo el transcurso. 

Las emociones en su corazón aún no se habían desvanecido, junto con una mezcla de inquietud que provocaba que su rostro se enrojeciera. Este sabor es realmente mucho más complicado que comer una olla picante por la noche. 

Pero después de haber cerrado la ventana y sentir todo ese viento frío, aunque no sabiendo si se trataba del frío o no, tenía entumecido el rostro. 

Cuando llegó a casa y esperar a que abrieran la puerta del garaje. Miró hacia arriba, y notó que las luces del estudio de su padre no estaban encendidas. Cuando guardó el auto en el garaje, notó que el auto su padre no estaba. 

Por el contrario, Bian Hao, que no estaba muy a menudo en casa, tenía su auto guardado en el garaje. Y tan pronto como Bian Nan lo vió, se sintió bloqueado. 

Pero no fue tan malo como de costumbre. 

Después de subir las escaleras desde el garaje hasta la sala de estar, Bian Nan de repente escuchó el llanto de Bian Xinyu.

Vaciló por un momento y abrió la puerta. La puerta que conectaba el garaje y la sala de estar daba al lado del comedor, así que en cuanto la puerta fue abierta, Bian Nan vio a Bian Xinyu llorando y corriendo escaleras arriba. 

—¿Tu padre ha regresado? —se escuchó la voz de su tía. 

—Soy yo —respondió Bian Nan y caminó por el pasillo hacia la sala de estar. 

La tía que se había puesto de pie, pero en cuanto lo vió se recostó en el sofá. No sabía si se trataba de Bian Xinyu, pero la sonrisa que solía llevar en sus labios en cuanto lo veía, no la tenía. 

Bian Hao estaba de pie al lado de las escaleras, y cuando Bian Nan lo vio sintió que no debió haber regresado el día de hoy. Bian Hao es de tez más blanca a comparación de él, pero su rostro estaba casi tan oscuro como el suyo. 

—¿Qué pasa entre ese amigo tuyo y Xinyu? —Bian Hao probablemente porque estaba delante de su tía, la ira en su rostro estaba casi por quemar el cielo, pero el nivel de su voz estaba dentro del rango normal. 

—¿Qiu Yi? —Bian Nan se acercó para cambiarse los zapatos, no sabía qué fue lo exactamente dijo Bian Xinyu y no sabía qué decir: —No lo sé, Bian Xinyu lo conoce mucho antes que yo. 

—¿Están saliendo? —preguntó la tía desde un lado. 

—¿Ah? —Bian Nan se sobresaltó. Volteó la cabeza para mirarla y casi dijo que eso era imposible, ya que nosotros nos gustamos. 

—No, no lo pienses tanto —le dijo Bian Hao a su tía y miró nuevamente a Bian Nan: —¿Quieres hacer algo con tu amigo? ¡Que no intente colgarse de una chica y divertirse con ella! 

Bian Nan fue presionado por el fuego y miró a Bian Hao: —¿Qué fue lo que él hizo? Él y Bian Xinyu no suelen tener contacto. 

—¿Qué no hay contacto? —Bian Hao caminó hasta quedar frente a él y dijo mientras señalaba hacia arriba, exponiendo el fuego en sus ojos: —¿Acaso no contactó a Xinyu a través de papá y al mismo quien lo está invitando a cenar? ¿No lo contactó para recibir un regalo de Xinyu? ¿Acaso no la contacto invitando a Xinyu a cenar? ¿A eso se le llama no tener contacto? 

Bian Nan estaba de buen humor, y antes de que pudiera darse cuenta de la situación, Bian Hao lo roció como una ametralladora. De pronto, se volvió una personas irritada, pero aún así hizo lo posible para apaciguar ese fuego: —¿No fue un intercambio de un regalo por una cena? 

—¿Por qué la necesidad de un regalo? —preguntó Bian Hao. 

—Te refieres a ese brazalete, ¿no? y yo lo tomé por ella, Bian Xinyu incluso le dijo que no tenía otras intenciones con ese obsequio y que no había necesidad de aceptarlo. ¿Así que cuál es el punto? —Bian Nan estaba en llamas y miró a Bian Hao. 

—¿Ayudaste a entregar ese regalo? —la tía colocó pesadamente la taza de té sobre la mesa: —¡Cómo pudiste hacer eso! ¡Sabes bien que no se puede permitir que Xinyu se relacione con ese tipo de personas! 

Bian Nan no pudo soportarlo más, así que rodeó a Bian Hao y subió las escaleras: —Si no ayudaba a entregarlo, buscaría otra forma de hacérselo saber. 

—¡Ven aquí! —Bian Hao rugió. 

—¿Por qué debería? —Bian Nan se dio la vuelta. 

—Ya no hables más, —la tía se colocó de pie y apartó a Bian Hao, para luego subir dos escalones de las escaleras y pararse frente a Bian Nan: —Dile a tu amigo, que sin importar si está interesado o no en Xinyu, que se aleje de ella y no ensucie nuestra casa. 

Bian Nan se quedó en silencio. 

Cuando la tía se dio la vuelta, volvió a suspirar suavemente: —Lo que ha provocado esta vez, solo causa dolores de cabeza. 

Bian Nan no supo cómo subió hasta su habitación. Después de cerrar la puerta, se quedó quieto por un rato, luego fue a abrir la puerta del armario y golpeó con su codo la tablilla. 

La tablilla se agrietó y sintió un dolor sordo en su brazo. Viendo que la tablilla se agrietó, se sintió mucho más cómodo. 

Cuando sacó su teléfono y estaba a punto de decirle a Qiu Yi que ya estaba en casa, entró una llamada telefónica de Qiu Yi: —¿Ya llegaste? 

—Ya llegué, —Bian Nan se acostó en su cama: —Acabo de entrar por la puerta. 

—Mm —Qiu Yi sonrió: —Temía que tomaras un camino equivocado. 

—Tonterías, este joven maestro aún está bastante sobrio, aún tengo claro lo bueno y lo malo —Bian Nan se rió dos veces, y después de reírse, se quedó en silencio y Qiu Yi tampoco habló. Y después de unos segundos, Bian Nan se mordió el labio, diciendo: —Me iré a quedar en tu casa en un rato. 

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[1] La cocina de Sichuan es una de las cuatro cocinas principales de la cocina china. Lleva el nombre de su origen en Sichuan, China. Se caracteriza por el cáñamo, picante, fresco y fragante. Entre ellos, el picante es el sabor más distintivo de la cocina de Sichua. 

[2] Alguien que busca problemas, pero aquí se coloca obviamente de doble sentido uvu.