Capítulo 84

Querido Bao, estoy acostado en la cama y escribiendo una carta de amor para ti

A estas alturas de la vida de Bian Nan, este ha sido el año más interesante de todos. 

Aunque el comer, hacer bolas de masas y luego llevar a Qiu Yan al espacio abierto de la fábrica de fósforos, para hacer estallar petardos y encender fuegos artificiales, era un proceso realmente ordinario, fue algo que jamás pudo experimentar antes. 

Cuando solía cenar todos juntos la víspera de Año Nuevo, siempre esperaba que terminara pronto. Especialmente a veces, donde los ancianos en el hogar tenían que traerlos a casa para el Año Nuevo Chino, o al abuelo, abuela, los padres de su tía, él no sabía cómo llamarlos sinceramente. Era un momento realmente difícil para Bian Nan. 

A la hora de comer, a veces solo comía un par de bocados y luego regresaba a su habitación, tratando de esa manera evitar atraer la atención, al igual que todos se avergüencen.

Cuando era un niño, se escondía en su habitación, al volverse mayor, salía y llamaba a sus compañeros de clases y amigos para salir a divertirse afuera. Si Wan Fei no regresaba a su ciudad natal para el Año Nuevo Chino, entonces se quedará en la casa de Wan Fei. 

Pero en cuanto a cosas como "colocar flores junto con la familia", eso nunca ha pasado. 

Qiu Yan estaba muy emocionado esta noche, siguió gritando, saltando y molestando a Bian Nan para que estallaran flores en el cielo. Bian Nan sintió que estaba mucho más emocionado que él, ya que después de que pospuso encender los fuegos artificiales, se apresuró hacia el vecindario y llevó dos petardos de doble explosión. 

Cuando llegó, no sabía cómo colocarlos, así que miró a Qiu Yi: —¿Cómo se posiciona esto? ¿explotará? 

—¿Nunca has hecho esto? —Qiu Yi lo miró, sorprendido. 

—No, usualmente veo a otros que son buenos en esto, ¿explotará? —Bian Nan miró los petardos de doble explosión. 

—¿Ah? —Qiu Yan se sobresaltó cuando escuchó esto: —¡No lo hagas tú! ¡No lo hagas tú! 

—Yo no lo permitiré —Qiu Yi sonrió y le dio unas palmaditas a Qiu Yan: —Ve y pídele al tío Wang una montura para armas. 

—¡Oh! —Qiu Yan inmediatamente corrió hacia el callejón, fue donde el vecino, el tío Wang y tomó prestada una montura doble de armas. 

—¡Es muy avanzado! —Bian Nan estudió la montura del arma: —es demasiado...

Después de instalar el petardo de doble explosión sobre la montura del arma, Qiu Yan retrocedió y se refugió detrás de Qiu Yi mientras gritaba emocionado, aferrándose a su ropa y mostrando solo la mitad de su rostro. 

Bian Nan en realidad se sentía bastante aprensivo, tomó el cigarrillo de la mano de Qiu Yi y se inclinó nerviosamente, Qiu Yan de pronto gritó: —¡No permitas que explote! 

—¡No grites! —las manos de Bian Nan temblaron por un segundo, y luego se dio la vuelta: —¿Cómo piensas que va a explotar si ni siquiera lo he encendido? 

—Oh —Qiu Yan asintió, y cuando Bian Nan estaba a punto de extender la mano para encenderlo, agregó: —¡Ten cuidado, gran tigre! 

—¡Oye! —las manos de Bian Nan volvieron a temblar: —Lo entiendo. 

Estos dos petardos de doble explosión parecían detonadoras, y Bian Nan tuvo la ilusión de que debería tomar el petardo de doble explosión y luego correr hacia la posición del enemigo. 

La colilla del cigarrillo ya estaba cerca del fusible, y Bian Nan, estaba pensando en cómo darse la vuelta y huir de manera inmediata apenas lo encendiera, como si alguien disparara un cañón. 

Una fuerte explosión. 

Asustado, Bian Nan extendió el cigarrillo hacia el mortero y fusionándose con el fusible.  

Whoosh, whoosh, fue capaz de escuchar el sonido. 

—¡Mierda! —rugió Bian Nan, sintiéndose inexplicablemente asustado. Cuando se dio la vuelta y quiso correr, sus piernas tuvieron problemas. 

La segunda explosión vino detrás de él, tal como el primero. 

—¡Ah! —Bian Nan volvió a rugir, y se arrojó directamente sobre Qiu Yi. 

—¡Oye! —la mano de Qiu Yi todavía estaba dentro de los bolsillos de su abrigo, y no tuvo tiempo de sacarlas. Al abalanzarse sobre él de esta manera, solo retrocedió, y además con Qiu Yan detrás de él, los tres se tropezaron en un lío y como un bulto se estrellaron contra la pared. 

Después de llegara el segundo sonido desde el cielo, Bian Nan sacó a Qiu Yan que estaba sobre la pared, detrás de Qiu Yi: —Bebé, ¿no te apretujaron? 

—¡No! ¡Estoy usando ropa gruesa! —los ojos de Qiu Yan brillaron de emoción y su risa fue nítida: —¡Soy fuerte! 

—¿Qué te pasa? —Qiu Yi se sintió un poco divertido: —¿De verdad eres capaz de asustarte así con unos petardos? de esta manera, se puede considerar como el oponente legendario de la escuela deportiva y que más teme enfrentar. 

—¡¿Puede ser esto lo mismo?! —Bian Nan no podía explicar su coraje en forma de pollo en este momento. 

El segundo petardo fue mucho mejor, y después de que Bian Nan lo encendiera, no se dio la vuelta, ni tampoco salió corriendo. Solo dio un paso atrás y observó todo el proceso, desde el primer sonido, hasta el segundo. 

—Es demasiado peligroso dejar que Erbao juegue con esto —Bian Nan se frotó las manos, sintiéndose bastante cómodo. 

—Ya no puede jugar con esto —Qiu Yi sonrió y luego dijo: —ya que tú te adelantaste. 

—Error mío —Bian Nan frotó nuevamente la cara de Qiu Yan: —Simplemente nunca he hecho esto, y de pronto quise divertirme. 

—¿Cómo te divertías antes? el año nuevo con tu familia... —Qiu Yi no dijo nada más, sacó su teléfono y miró la hora. Agarró el cuello de Qiu Yan, que todavía tenía la intención de correr hacia otro lado: —Son casi las 12, ve a dormir. 

—¡¿Papá ya se fue a dormir?!  —Qiu Yan luchó. 

—¿Es realmente necesario que papá se vaya a dormir? —dijo Qiu Yi: —Si papá no se duerme hasta mañana, ¿lo ayudarás a dormir por él? 

—Entonces, ¿habrá flores en el cielo mañana? —Qiu Yan se dio medio vuelta y preguntó. 

—¿Lo vas a instalar tú o solo piensas ver? —preguntó Bian Nan con una sonrisa. 

—¡Veré! —Qiu Yan pensó por un momento. 

—Te llevaré a verlo mañana por la noche, y te lo mostraré —dijo Bian Nan. 

—Todos los que se compró y estaban en casa, ya se usaron —dijo Qiu Yan con una sonrisa: —Vamos a ver cómo alguien más los enciende. 

Bian Nan de repente entendió el pensamiento de Qiu Yan, los fuegos artificiales eran bastante caros. A Qiu Yan solo le gustaba mirar y de todos modos, no se atrevía a encenderlos, por lo que era más rentable ver los fuegos artificiales de otras personas. 

Después de comprender esto, se sintió un poco angustiado. Cuando Qiu Yi y él regresaron junto a Qiu Yan, susurró: —Mañana compraré más fuegos artificiales. 

—¿Eres lo bastante rico? —Qiu Yi lo miró con una sonrisa. 

—Erbao quiere ver los fuegos artificiales y para eso va a las casas de otras personas —Bian Nan suspiró. 

—Es porque no puede encender uno por sí mismo, y además que es rentable ver a otras personas —dijo Qiu Yi. 

—¿A un niño no le gusta jugar de esta manera? pero piensa que comprar fuegos artificiales es muy caro y prefiere solo mirarlos —Bian Nan chasqueó la lengua y suprimió su voz: —que lamentable. 

—¿Lamentable? ¿Qué tipo de vida se debe llevar para considerar vivir de manera lamentable? —Qiu Yi le dio unas palmaditas en su espalda: —Si no dijeras que es una vida lamentable, puede que de manera natural no lo sienta así. Pero si dices que es lamentable, tan lamentable y él lo descubre comenzará con el, "oh, soy tan lamentable". 

—¡Qué absurdo! —Bian Nan se aturdió. 

—Mi punto es que, yo antes no pensaba que trabajara demasiado, a lo sumo me sentía un poco cansado, que no era casi nada. Pero una vez, un vecino me dijo "Qiu Yi, trabajas tan duro desde muy joven" o algo así —Qiu Yi sonrió: —y me comencé a sentirme cansado para vivir un buen tiempo, pero, ¿por qué me cansé? y aunque las personas son así, la clave es que se lo hiciste saber, y eso, no tiene un impacto positivo en él.

Bian Nan abrió la boca, pero no dijo nada. Lo dijo Qiu Yi tenía mucho sentido y como generalmente, no puede refutarlo. 

De regreso a la casa de Qiu Yi, papá Qiu ya se había ido a la cama. La vajilla y los palillos que estaban sobre la mesa aún no se han limpiado. Junto con una pequeña escena desordenada como esta y un leve sonido de los petardos después de haber cerrado la puerta, había una cálida sensación de agotamiento y emoción durante el Año Nuevo Chino. 

Qiu Yan comenzó a sentirse somnoliento, después de haber estado dando vueltas durante toda la noche. Luego de haberse duchado, entró conscientemente a la habitación y fue a dormir. 

—Voy a regresar —Bian Nan bostezó: —Yo también tengo un poco de sueño, ¿descansarás mañana? 

—No descansaré, tengo que considerar la triplicidad del salario extra y me sentiré inquieto si no tomo ese dinero —dijo Qiu Yi con una sonrisa. 

—Cierto, eres alguien que "valora mucho el dinero" —Bian Nan rechistó: —Yo comenzaré a trabajar el cuarto día después del Año Nuevo, así que vendré a jugar con Erbao cuando tenga tiempo. 

—Mm —Qiu Yi lo abrazó y lo besó: —Toma un taxi de regreso, ahora no hay un autobús. 

—Creo que debería conseguirme una motocicleta a batería o darme tu bicicleta, ya que de todos modos tú ya no la usas —Bian Nan lo pensó. 

—No lo hago porque hace frío, ¿te parece bien andar en bicicleta para ir a trabajar bajo el viento frío del norte? —dijo Qiu Yi. 

—No me importa, la quiero —dijo Bian Nan— soy un atleta que ha corrido contra el viento frío del norte durante seis años, y no soy tan aprensivo como tú. 

—Eres tan extraño —Qiu Yi no lo detuvo más, sacó las llaves y la cerradura de la bicicleta del cajón: —Tómalo y diviértete, veré por cuantos días serás capaz de montarla. 

Era difícil tomar un taxi de noche. Qiu Yi tardó mucho tiempo en contactar a uno y tardó 20 minutos en llegar, y cuando Bian Nan estaba a punto de salir a esperar, Qiu Yi le preparó dos bolsitas de rollitos de primavera fritos para él. 

—¿No es suficiente con una sola bolsa? —Bian Nan tomó la bolsa. 

—Una bolsa para que tú comas y la otra puedes dársela al taxista más tarde —dijo Qiu Yi: —trabajar durante el Año Nuevo es bastante duro. 

Bian Nan no pensó en esto, así que asintió y miró a Qiu Yi. Qiu Yi probablemente tiene una buena comprensión de este tipo de vida tan difícil.

Los dos esperaron un rato en la entrada del callejón, y el taxi de pronto llegó, el conductor era un tío. 

Después de poner la bicicleta en el maletero, Bian Nan se subió al taxi, agitó la mano en dirección a Qiu Yi. Qiu Yi le sonrió y se dio la vuelta, cerrando la puerta del taxi. 

El tío dijo felizmente: —Feliz Año, feliz año, ¿saldrás a divertirte? 

—Más bien ir a casa —Bian Nan sonrió. 

El tío estaba de buen humor, conversó todo el camino con él sobre asuntos nacionales, y Bian Nan siempre tuvo la sensación de quedarse dormido de manera profunda, a medida que hablaba. 

Cuando llegó allí, recordó las bolsas de rollitos de primaveras que llevaba, y rápidamente los tomó y se los entregó: —Tío, esto lo hizo mi amigo y es muy delicioso, por favor, pruébalo. 

El tío se sorprendió un poco y luego sonrió felizmente: —Que embarazoso es esto. 

Los dos se empujaron la bolsa por un rato, y el tío le dio una palmada en la pierna: —Bien, lo tomaré, ¡gracias pequeño hermanito! ¡te daré un descuento en tu tarifa! 

Estaba de buen humor cuando se bajó del taxi. 

No sabía el por qué, tal vez sea por el sonriente rostro de este tío, o tal vez, por haber ahorrado la mitad del dinero del taxi. 

Pero estaba feliz de todos modos. 

Cuando empujó la bicicleta dentro del ascensor, cada paso que daba era como pisar un resorte. 

No fue que hasta que entró por la puerta de la casa y vio el desorden, que volvió en sí. 

Empujó las mesas y sillas desorganizadas contra la pared. Lo mejor era apilarlas de esa manera y esperar a que Qiu Yi luego venga a limpiar. 

Aunque tenía un poco de sueño, cuando Bian Nan yacía en la cama, no fue capaz de conciliar el sueño. 

Después de rodar de un lado a otro en la cama por un buen rato, se levantó y corrió escaleras abajo, sacó el paquete de bolígrafos de la caja, tomó uno y un cuaderno sin usar. 

¡A escribir una carta de amor! 

Este es un asunto muy importante. De todos modos, hoy está de tan buen humor que no era capaz de dormir, así que averigüemos si podía escribir algo al respecto. 

Qiu Yi 

No, querido Qiu Yi

No, es un poco incómodo y no era lo suficientemente íntimo. 

Qiu Dabao. 

Dabao. 

Querido Dabao. 

Querido Bao.

[ Querido Bao, estoy acostado en la cama y escribiendo una carta de amor para ti ]

Bian Nan estaba feliz y reflexionó. Este comienzo era tan poco implacable, profundo y lluvioso, pero lo tachó y escribió una nueva línea. 

[ Querido Bao, acabo de separarme de ti. Solo ha pasado una hora, y ya he comenzado a extrañarte, otra vez ]

—Maldita sea —Bian Nan miró la línea que escribió, dejó caer el bolígrafo y se frotó con fuerza el brazo. 

[ Querido Bao, no sé si estás dormido o no, y llevamos una hora separados. Pero sabiendo tu velocidad, la mesa ha sido ordenada y deberías estar acostado, ¿Erbao está roncando? ]

Bian Nan se frotó los brazos y lo miró. Um, este comienzo es mucho mejor. 

[ Hoy fue un día muy feliz, dentro de mis más diez años de vida, hoy ha sido el más feliz y este ha sido el mejor año de todos ]

—Ahh —Bian Nan frunció el ceño, sintiendo que cuanto más escribía, más se parecía a la composición de un estudiante de primaria. Tal vez Qiu Yan pueda escribir mucho mejor que él mismo. 

¿Qué deberías escribir a continuación? 

Bian Nan dejó caer el bolígrafo y apoyó la barbilla en la cama. Con habilidades que no ha aprendido correctamente en más de diez años, escribir algo de mil palabras o una carta de amor, le era algo realmente demasiado difícil. 

Demasiado difícil. 

difícil. 

fícil.

. . .

Cuando lo despertó el tono del teléfono por la mañana, Bian Nan quería alcanzar el teléfono, pero descubrió que no podía moverse. 

Su cuello le dolía, la espalda y cintura también le dolía. Sus articulaciones estaban tan rígidas, que sentía como si tuviera despegándose, luego de haber sigo pegado con pegamento. 

Después de luchar durante mucho tiempo, se dio la vuelta y contestó el teléfono. 

—Feliz año nuevo —escuchó la voz de Qiu Yi. 

—Feliz año nuevo, oye —Bian Nan sonrió y dijo mientras se frotaba el cuello: —¿estás en el trabajo?

—Mm, es temprano, son casi las 11 en punto —dijo Qiu Yi: —¿Qué pasa? 

—Me dormí en una posición incorrecta, así que ahora tengo un dolor insoportable y siento que mis huesos están tensos —Bian Nan se incorporó con gran esfuerzo, se dio lentamente la vuelta como un anciano y vio el cuaderno arrugado por su barbilla al lado de la almohada, junto con las pocas líneas escritas: —Oye, Dabao, negociemos. 

—¿Sobre qué? —Qiu Yi sonrió. 

—Tu carta de amor, ¿pueden tener 500 palabras? —Bian Nan se dio golpes en la cintura. 

—No —respondió de inmediato Qiu Yi— no debe faltar ninguna palabra, ni tampoco se cuentan las puntuaciones. Debe estar escrita a mano, la letra clara y sin alteraciones. 

—¡A la mierda! —Bian Nan se arrojó de espaldas sobre la cama. 

—No te di un límite de tiempo, así que puedes escribirlo cuando quieras, no tengo prisa. La idea de que pienses en escribirme una carta de amor todos los días, me hace sentir muy cómodo —dijo Qiu Yi. 

—Maldita sea, eres tan atrevido —Bian Nan se sintió impotente. 

—Voy a estar ocupado ahora, duerme un poco más —Qiu Yi bajó la voz: —Vuelve a llamar a tu papá hoy. Si no contesta el teléfono, llama a Bian Hao, él puede conversarle a tu papá y también, envíale un mensaje de texto a tu papá por el Año Nuevo. 

—Oh —respondió Bian Nan. Pensando en su padre, se colocó un poco nervioso. 

—Tómatelo con calma, no te escondas —Qiu Yi le confesó. 

—Mm, no me esconderé, te tengo a ti detrás de mi —Bian Nan se rió dos veces. 

—Entonces ve a dormir primero, estaré ocupado —Qiu Yi agarró el teléfono y le envió un beso. 

Este beso fue un poco ruidoso, fue un gran sonido. Al escuchar lo ensordecedor que fue, Bian Nan se acostó en la cama y se divirtió durante mucho tiempo. 

Para Bian Nan, el día de Año Nuevo es el día más significativo. De todos modos, después de eso, era divertido salir a comer, beber y visitar a los familiares. 

Pero era imposible para él ir con los parientes en casa, y es imposible para él ir con los parientes de la familia de Qiu Yi. 

Qiu Yi navegó por si solo, trayendo algunos bienes y dinero de Año Nuevo. 

Después de pagar este dinero esta vez, el dinero que Qiu Yi le debe a sus parientes es básicamente el mismo cada vez, pero todavía estaba luchando por ganar dinero. Bian Nan sabía que, aparte de las deudas, los gastos diarios que tenía que afrontar no eran bajos. 

Gastos de manutención, la escuela de Qiu Yan y gastos médicos de papá Qiu. 

. . .

Al tercer día después del Año Nuevo, acompañó a Qiu Yi a llevar a papá Qiu al hospital. El doctor sugirió que debería ser hospitalizado para una observación durante un corto período de tiempo, pero papá Qiu no estaba dispuesto. Según él, quedarse en el hospital era demasiado aburrido, y ser tratado por doctores y enfermeras. 

Qiu Yi se sentía tan agotado por él, por lo que tuvo que llevárselo a casa. Aún así, él quería que fuese hospitalizado. 

—Solo tiene miedo de que gaste dinero —dijo Qiu Yi— Con cada hospitalización, pareciera que lo secuestraran. 

—¿Cada hospitalización? —Bian Nan se sorprendió: —¿Ha estado hospitalizado muchas veces? 

—Una o dos veces por cada año —Qiu Yi suspiró: —Por lo general, solo va al hospital en caso de que algo ande mal con él y si no lo hace, habrá problemas, pero él siempre ha sido capaz de manejarlo. 

—Tengo dinero conmigo —Bian Nan vaciló y susurró: —Tú...

—No cuesta mucho hospitalizarlo —Qiu Yi le dio unas palmaditas en el hombro: —Además, él sabe cuanto tengo disponible, y si de pronto tengo más, definitivamente sabrá que fue por ti, por lo que se volvería más reacio a ir. 

—Entonces, ¿Qué harás? —Bian Nan frunció el ceño. 

—Yo lo solucionaré —dijo Qiu Yi, y lo miró durante mucho tiempo nuevamente: —Bian Nan. 

—¿Eh? —Bian Nan se sintió inexplicable por él. 

—Si realmente necesito dinero, definitivamente hablaré contigo —Qiu Yi acarició su rostro: —No soy el tipo de persona que no es capaz de sobrellevar algo, pensaré alguna forma y si no, te pediré dinero prestado. 

Bian Nan se rió: —Está bien. 

—Así que ahorra algo de dinero, un día usaré el dinero y es probable que perderás la cara si no eres capaz de sacarlo —Qiu Yi sonrió. 

—¡No te preocupes! —Bian Nan se palmeó el pecho: —Ahora al trabajo, voy ida y de vuelta en bicicleta, así que ahorro tanto como para el medio ambiente y dinero. 

La resistencia de papá Qiu fracasó después del festival, por lo que Qiu Yi y Bian Nan lo llevaron a la fuerza al hospital. Esta hospitalización es principalmente para hacer un examen completo y luego un tratamiento específico.

Qiu Yi renunció a su trabajo en el restaurante, ya que tenía que informar a la compañía marítima en dos días. 

Según la impresión de Bian Nan, estos han sido los días más tranquilos para Qiu Yi. Todos los días puede ir a ver a papá Qiu, llevar a Qiu Yan a la escuela y ver a Qiu Yi de cuclillas junto al macizo de flores esperándolo tan pronto como salía por la puerta de Zhanfei, después de salir del trabajo. Era una sensación absolutamente hermosa.  

—Iré esta noche y te ayudaré a limpiar la casa —dijo Qiu Yi: —Iré a reportarme pasado mañana, y no sé cómo se arreglará el trabajo. 

—Sube a la bicicleta —Bian Nan señaló el asiento trasero de la bicicleta: —Te llevaré.

—¿Por qué no tomamos mejor el autobús? o déjala estacionada primero —Qiu Yi sonrió: —El viento del norte es muy fuerte. 

—Sube —Bian Nan palmeó la manilla: —Date prisa, quiero divertirme. 

—¿Qué clase de adicción tienes? —Qiu Yi se sentía impotente. 

—Quiero verte reír en la bicicleta —Bian Nan le enseñó los dientes. 

—Que loco —Qiu Yi suspiró. 

Bian Nan no lo tomó en cuenta, con un pedaleó con su pie sobre la bicicleta, esta salió a toda velocidad. Qiu Yi tuvo que perseguirlo con un par de pasos y subirse a la bicicleta. 

. . .

Bian Nan iba muy rápido, Qiu Yi se envolvió la bufanda alrededor de la cara y se subió el sombrero. Pero todavía le dolía la cara por el golpe del viento, y finalmente, solo tuvo que apegar su cara sobre la espalda de Bian Nan. 

Afortunadamente, la casa de Yang Xu no estaba lejos de Zhanfei. Así que cuando Qiu Yi estaba a punto de abandonar la bicicleta e irse caminando, Bian Nan apretó los frenos. 

—Estamos aquí —Bian Nan se bajó de la bicicleta y señaló el edificio que estaba frente a él: —¿Comemos algo primero y luego subimos a limpiar? o ¿Limpiamos y luego comemos? 

—Comamos cuando terminemos de limpiar —Qiu Yi pensó por un momento. 

Después de entrar a la casa y encender la luz, Qiu Yi se sorprendió por el desorden que había frente a él y dijo después de un rato: —Joder, deberíamos haber comido y luego subir a limpiar. 

—¿Bajamos a comer entonces? —preguntó Bian Nan. 

—Olvídalo, no te molestes —Qiu Yi caminó por la habitaciones de arriba y abajo: —Está bien, solo hay demasiadas cosas en la sala de estar. Es básicamente fácil hacer todo esto, vamos, a lo menos nos tomará una hora ordenar.

Tan pronto como Bian Nan escuchó que estaría ocupado durante un hora, dejó de moverse. 

Qiu Yi no lo tomó en cuenta, y comenzó a mover las cajas y las sillas. 

—¿Alguna vez has hecho este tipo de limpieza? —Bian Nan lo siguió, para ayudarlo: —Veo que estás muy familiarizado con este negocio.

—No, los servicios de limpieza no aceptan a menores de edad y sus requisitos son muy estrictos —Qiu Yi le ordenó: —Solo deja dos sillas en la sala, mueve las demás y apílalas. 

—¿Cómo las apilo? —Bian Nan tomó dos sillas, un poco confundido. 

—Uno boca abajo del otro, uno encima del otro —Qiu Yi lo miró: —¿Qué clase de coeficiente intelectual? 

—¿Qué coeficiente intelectual tengo? —Bian Nan chasqueó la lengua: —Estás tratando con el coeficiente intelectual de tu esposo. 

Era aburrido hacer cosas como ordenar solo la casa, y era fácil perderse. A veces llevaba mucho tiempo averiguar por dónde empezar. Pero, era mucho más fácil si los dos estaban juntos, especialmente cuando uno de ellos es un trabajador calificado, por lo que simplemente tenía que seguirlo. 

Bian Nan siguió a Qiu Yi, bajando la cabeza y solo aspirando el polvo. Después de haber corrido de un lado a otro, descubrió que la desordenada sala de estar, se vació sin saberlo. 

—Oye —Se colocó de pie en la sala de estar y se estiró: —Acabo de descubrir que la sala de estar de Yang Xu es bastante grande, después de haber limpiado. 

—¿Él no ha vivido en esta casa? —Qiu Yi estaba sudando un poco, se quitó la camiseta y caminó nuevamente por la casa: —Solo te lo alquiló así sin más, ¿y gratis? 

—Mm, dijo que era complicado ir y venir de aquí y el café —Bian Nan siguió a Qiu Yi y miró su espalda. La espalda de Qiu Yi era muy hermosa, con músculos firmes, piel suave y muy blanca, por lo que no pudo evitar estirar la mano y tocarlo. 

—Estoy sudoroso, no toques así sin más —respondió Qiu Yi y lo abofeteó: —Ve a buscarme algo de ropa, me iré a duchar, estoy todo sucio. 

Bian Nan fue por un conjunto de ropa deportiva del armario, y se lo dio a Qiu Yi. 

Después de ver a Qiu Yi entrar al baño, se colocó pie en al puerta y no se fue. 

Después de un rato, escuchó el sonido del agua correr dentro. Se mordió el labio y llamó a la puerta: —Oye, Dabao. 

—¿Qué sucede? —escuchó la voz de Qiu Yi: —¿Quieres entrar?