Capítulo 72

"Si tienes tiempo en los próximos dos días, trae a Xiang Xi a casa, tu papá quiere conocerlo"

Xiang Xi permaneció en el salón de té hasta casi las tres. El anciano Lu le contó sobre cómo preparar varios tipos de té y le preparó un poco de té para que se lo llevara.

Hu Hai había estado tocando el piano junto a él y fue muy dedicado como música de fondo. Y al final, Xiang Xi se mostró algo reacio a irse. 

Le gustaba mucho escuchar a Hu Hai tocar el piano. Además, el anciano Lu le habló sobre el hermano menor de Hu Hai y aunque lo mencionó solo una vez, no dijo si estaba perdido o muerto, ni sobre qué le pasó. Todo esto, lo hizo pensar en Cheng Boyan e inexplicablemente sentía que era bastante amigable. 

El trío todavía lo estaba esperando en la intersección, probablemente ya había terminado de comer una barbacoa, así que tomó el té y se preparó para regresar. Le dijo al anciano Lu: —Tengo muchas salchichas en casa, la hizo la abuela de un amigo y hoy se me olvidó traerlas, pero traeré algunas la próxima vez. 

—Está bien, me encantan las salchichas —El anciano Lu estaba muy feliz después de escuchar esto: —¿Pero por qué te vas tan temprano y no te quedas a cenar? 

—Agradezco la cena —Xiang Xi se rascó la cabeza: —Pero vivo en casa de un amigo y él cena conmigo todas las noches. 

—¿Es él que vino por ti la última vez? ¿Es el doctor que mencionaste? —dijo el anciano Lu con una sonrisa: —Pídele que venga también y aunque soy selectivo a la hora de aceptar aprendices, todavía me gusta hacer amigos. 

—Entonces... —Xiang Xi pensó por un momento: —Hablaré con él. 

El anciano Lu estaba muy dispuesto a comer y a beber té con otras personas en el salón de té. A Xiang Xi también le parecía bastante interesante conversar así, pero no estaba seguro de si a Cheng Boyan le gustaría. Por lo general, estaba muy cansado cuando regresaba del trabajo y cuando sus antiguos compañeros de universidad y amigos le pedían salían, él siempre se rompía a lloriquear. 

Cheng Boyan todavía llegó muy cansado hoy y como ambos estaban lesionados, se quedó en las escaleras e hizo una llamada: —Xiao Xixi, baja. Papá te llevará a comer algo de carne. 

—¿Ya estás en casa? —Xiang Xi estaba sentado en el sofá mirando la televisión con aburrimiento. 

—Mm, estoy abajo. Baja y también compensaremos la cena de ayer —dijo Cheng Boyan. 

Xiang Xi corrió escaleras abajo y el auto de Cheng Boyan estaba estacionado frente a las puertas del edificio. Justamente cuando se estaba quedando dormido con la cabeza apoyada sobre el volante, Xiang Xi llegó a la puerta, pero no la abrió. 

—¡Hola papá! —le dio unas palmaditas a la ventana del auto: —¡No te duermas! 

Cheng Boyan levantó la cabeza y abrió la puerta: —¿Cómo está tu hombro hoy? 

—No he sentido nada, tampoco me duele —Xiang Xi se subió al auto: —¿Ya estará curado? 

—Sueñas lindo, solo quieres hacer lo que quieras —Cheng Boyan encendió el auto: —¿Qué quieres comer? 

—No lo sé —Xiang Xi se tocó el estómago: —La verdad no tengo mucha hambre, así que come lo que tú quieras. Puede ser cualquier cosa. 

—Oye, ¿cómo no tienes hambre? —Cheng Boyan lo miró. 

—Fue al salón de té al mediodía —dijo Xiang Xi felizmente: —El maestro me pidió que fuera a comer algo y Hai-ge trajo una pierna de cordero...

—¿Hai-ge? —Cheng Boyan pisó el freno: —¿De dónde apareció ahora este Hai-ge? 

—Oh, ese es mi Gege —Xiang Xi lo miró: —Te dije que sabe tocar el piano, también que sabe cocinar. Él mismo cocinó la pierna de cordero, pero...

—Primero fue "gege" y ahora tienes un "Hai-ge". ¿Acaso no tiene un nombre completo? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Su nombre es Hu Hai, tiene aproximadamente la misma edad que tú y ¿no es inapropiado que solo lo llame Hu Hai? —Xiang Xi estaba atónito. 

—Tú a mi me llamas Cheng Boyan —Cheng Boyan chasqueó la lengua. 

—¿No es así? Te llamo Cheng Boyan cuando me coloco ansioso —dijo Xiang Xi alegremente: —Normalmente...

—Normalmente no tienes un apodo para mí —Cheng Boyan pensó por un momento: —Ya no me llamas "Ge" y "Doctor Cheng" raras veces. Cuando estás enojado, simplemente es "Cheng Boyan"...oh, como también me dices "papá".  

—¿Cuántos años tienes? ¿De verdad te importa esto? —Xiang Xi no pudo evitar reírse, y después de un rato susurró: —¿No dejé de llamarte "Ge" para evitar que lo recuerdes...? ¿Y por qué no te llamo solo Boyan? 

—Mi padre, mi madre, mis familiares, mis antiguos compañeros de universidad y mis amigos, —Cheng Boyan habló con calma: —todos ellos me llaman Boyan. 

—¡Oye! —Xiang Xi golpeó la ventana con impotencia: —Entonces Xiao Cheng. 

—Mis colegas y mi jefe me llaman Xiao Cheng —dijo Cheng Boyan. 

—Deja de ladrar —Xiang Xi se reclinó en el asiento y cerró los ojos: —Tómate tu tiempo para buscar uno. 

Cheng Boyan se rió: —Puedes llamarme como quieras. 

—Boyan, seguiré el ejemplo de los demás —dijo Xiang Xi con los ojos entrecerrados: —Me gusta escuchar a otras personas llamarte Boyan. Cuando te llaman Boyan, siento que se escucha muy único. 

—Está bien —Cheng Boyan asintió y lo miró de nuevo: —¿Por qué no me llamas papá? 

—Oye, ¿conoces esos envoltorios de papel comprimidos que parecen bolitas de azúcar? las que usualmente usan las chicas —Dijo Xiang Xi mientras extendía su dedo meñique y pellizcaba la yema de sus dedos: —Por lo general, son así. Pero cuando se empapan en agua, dios mío, son grandes...

Xiang Xi volvió a hacer un círculo con sus dedos: —y son tan grandes como tu cara. 

—Eres como un oso, incluso eres dar vueltas en círculos y lastimar a las personas —Cheng Boyan se rió, con tanta fuerza que el volante casi tembló. 

—No me entiendes muy bien —Xiang Xi chasqueó la lengua: —Durante los últimos diez años, he dependido de lastimar a otros para aliviar el aburrimiento. Ya he golpeado a innumerables personas, pero aun así me empujaron contra el lodo y fui golpeado por Erpan. 

Cheng Boyan rió y no dijo nada. De hecho, si Xiang Xi no se lo hubiera recordado, casi habría olvidado cómo era el Zhan Hongtu que conoció por primera vez. 

Pensándolo bien ahora, esa persona que siempre hablaba con impaciencia, con irritación y tenía una capacidad para cambiar de rostro muy profesionalmente, se había alejado y ni siquiera se dio cuenta. 

Xiang Xi mostró un coraje admirable y fue capaz de pararse bajo la luz del sol. Cada vez que miraba hacia atrás y lo comparaba, se sorprendía. 

Cuando el auto giró por la carretera y casi estaba por llegar a la calle con mayor cantidad de restaurantes, Xiang Xi de repente abrió los ojos: —Vamos a comer algo de comida occidental, filete o algo así. 

—¿No somos solo nosotros dos? ¿Todavía piensas comer comida occidental con las manos así? —Cheng Boyan quedó atónito. 

—Oh, lo olvidé —Xiang Xi miró su brazo: —Entonces comamos KFC. 

—¿Qué? —Cheng Boyan quedó atónito: —¿KFC? 

—Mm, jamás lo he comido —Xiang Xi lo miró: —¿A qué sabe? quiero probarlo. 

—¿A qué sabe? Yo tampoco jamás lo he comido —Cheng Boyan no podía aceptar la idea de llevar a Xiang Xi a una gran cena y de repente, se volviera en ir a comer a un KFC. 

—Eso es bueno, entonces probémoslo juntos —Xiang Xi todavía lo miraba. 

—...Preparé un muy buen dinero para esta gran comida —Cheng Boyan suspiró: —¿y terminaremos comiendo KFC? 

—¿Quieres acaso comer entonces tu buen dinero con una sola mano? —Xiang Xi lo miró de arriba y abajo: —Guárdalo. Comamos algo de pollo hoy y de verdad tengo de repente muchas ganas de comerlo, aunque no sé a qué sabe. 

Cheng Boyan finalmente entró a un KFC con Xiang Xi. Había una pizzería al otro lado de la calle, pero cuando le propuso ir allí, Xiang Xi se negó. 

—De repente quiero comer esto, solo comamos esto. Pollo, hamburguesas, papas fritas, alitas de pollo —dijo Xiang Xi. —Oye, quiero comer todo. 

—Está bien, está bien —Cheng Boyan se colocó de pie y se paró detrás de la fila de pedidos: —¿Qué quieres comer? 

—Estoy pensando, ¿Qué tal dos cubos familiares? —dijo Xiang Xi. 

Cheng Boyan giró la cabeza bruscamente: —¿DOS? 

—¿Es grande? ¿Qué tamaño tiene el cubo familiar? Yo no los he visto —Susurró Xiang Xi. 

—Por lo general, parece ser así de grande —Cheng Boyan imitó su gesto anterior y dijo: —Cuando se come...es así de grande. 

Xiang Xi siguió riendo hasta que llegó su turno para poder pedir comida. Ni siquiera se dio cuenta de que Cheng Boyan no pidió los dos cubos para él, sino que solamente uno. 

Después de encontrar un asiento y sentarse, se dio cuenta: —¿Ah? ¿Solo pediste uno? 

—Nada más, llevémonos un menú fijo. Si quieres comer algo más, pídelo —dijo Cheng Boyan: —Si realmente quieres regresar a comer después, llévate uno y estúdialo lentamente. 

—Está bien, primero probaré una hamburguesa —Xiang Xi agarró una hamburguesa y cuando estaba a punto de comérsela después de abrir el papel, Cheng Boyan sacó una pequeña botella y la colocó frente a él. 

Era una pequeña botella de desinfectante, suspiró y dejó la hamburguesa: —¿Cómo lo froto en la mano? 

—Extiende la mano —Cheng Boyan tomó la botella y exprimió un poco de desinfectante sobre la mano extendida de Xiang Xi: —dame la mano. 

Xiang Xi quedó atónito. Cheng Boyan puso su mano sobre la suya y la frotó, y luego se dio cuenta de que Cheng Boyan frotó y pellizcó su mano por un buen rato. 

—¿Podemos comer? —Xiang Xi miró la mesa que estaba junto a él: —Todos nos están mirando. 

—Come —Cheng Boyan sonrió. 

Esta era la primera vez que Xiang Xi comía en un KFC. Cheng Boyan nunca lo había comido antes, probablemente porque no era nutritivo y no era bueno para el cuerpo, por lo que nunca pensó en comerlo. 

Cuando Mantou y él deambulaban por las calles todos los días, nunca pensaron en comerlos. Por lo general, solo comían comida rápida y fideos. 

En ese momento, probablemente el significado de vivir era simplemente vivir, y la altura de esa vida era muy pequeña. Era como si no fuese capaz de adaptarse a un ambiente más limpio y ordenado, e incluso al ir a los cibercafés era un completo caos, era así como te posicionabas de forma inconsciente. 

Tener una hamburguesa en la mano ahora lo hacía sentir especial, ya que era como una persona ordinaria y llevando una vida corriente, como saludable. 

Comió demasiada pierna de cordero al mediodía y Xiang Xi no tenía mucha hambre en este momento. Después de que se comió una hamburguesa de bacalao y un par de alitas a la parrilla, una caja de papas fritas, una media caja de tarta de huevo, una barra de maíz y su suavecito panecillo de ternera, luego no pudo comer más.  

—Estoy lleno —Xiang Xi se reclinó en su silla y entrecerró los ojos con satisfacción. 

—Siempre me he preocupado de que estuvieras demasiado delgado —Cheng Boyan miró la pila de cajas frente a él: —Ahora parece muy innecesario. 

—Se come más cuando estás de buen humor —Xiang Xi se rió por un rato: —Por cierto, el maestro me pidió que fuera a cenar durante la clase de té este fin de semana y también, que te unieras tú. 

—¿Yo? —Cheng Boyan estaba un poco sorprendido. 

—Mm, dijo que sería animado si hay más personas —Xiang Xi se frotó la nariz: —Dije que iba a preguntarte, como estás cansado no creo que...

—¿Quiénes están ahí? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Solo yo, el maestro y Hai... —dijo Xiang Xi, pero fue interrumpido por Cheng Boyan antes de que pudiera decir "ge". 

—Está bien —dijo Cheng Boyan: —Iré. 

—¿Vas a ir? —Xiang Xi levantó las cejas felizmente. 

—Mm, iré —Cheng Boyan se secó las manos: —y de paso conoceré a ese...Gege tuyo. 

Después de salir del KFC, no era demasiado tarde y Xiang Xi quería ir a la librería: —Compremos algunos libros como El Principito. Soy capaz de entenderlo, es bastante bueno y puedo entender ese libro entre todos de tu estantería. 

—Está bien —respondió Cheng Boyan: —Caminemos hasta allí, no está lejos. Vamos a caminar para bajar la comida. 

—Mm —Xiang Xi levantó la cara y tomó un hondo respiro: —Ahora me siento bastante bien. 

Los dos deambularon lentamente por la calle. Xiang Xi miró las luces brillantes de los centros comerciales y restaurantes a ambos lados de la calle, y las personas a su alrededor caminaban rápidos y otros lentamente. Este estado de deambular de forma inactiva y sentimiento era completamente diferente, cada paso que daba era real. 

Cuando se dirigió a la puerta de la librería, sonó el teléfono de Cheng Boyan, lo sacó y miró. Caminó hacia un lado con pocas personas y dijo: —Es mi madre. 

—¿Ah? —Xiang Xi se puso de repente nervioso y rápidamente lo siguió hacia un lado. 

—¿Mamá? —Cheng Boyan contestó el teléfono. Estaba bastante sorprendido de que su madre lo llamara a esta hora, llamó a su madre por la mañana y le dijo que tendría una buena conversación con ella cuando fuera a casa el fin de semana. 

—Boyan —La voz de su madre no sonaba muy diferente de los habitual: —Quiero decirte algo. Si tienes tiempo en los próximos dos días, trae a Xiang Xi a casa, tu papá quiere conocerlo. 

—¿En estos dos días? —Cheng Boyan quedó atónito. No pasó esta prueba con su madre y no había discutido sobre este asunto con ella a detalle. Ni siquiera pensó en llevar a Xiang Xi a casa: —¿No ibas a decirle sobre esto a mi papá?

—Por supuesto que no le dije que te hirieron hasta llegar a la comisaría, pero tu padre sabía de él antes —dijo su madre: —Tiene que irse a un viaje de negocios para una reunión de la próxima semana, así que si estás libre en estos dos días...

—¿Es apropiado? —Cheng Boyan estaba un poco indeciso sobre el aspecto actual de Xiang Xi y él. 

—Por supuesto que es inapropiado, no quiero que venga a mi casa ahora. Pero para tu papá esto claramente es apropiado y él, tampoco sabe sobre todo esto —Su madre suspiró: —Solo sabe que su hijo tiene novio y que viven juntos, por lo que con más ánimos quiere conocerlo. 

Cheng Boyan no dijo nada, frunció el ceño y pensó en ello. De hecho, tal como dijo su madre para su padre era algo apropiado, tomado como una solicitud formal para poder conocer a Xiang Xi. Si no iban, su padre sentirá algo extraño e incluso, podría también tener una mala impresión de Xiang Xi...

—Entonces... —Apretó los dientes: —¿pasado mañana? 

—Sí —dijo su madre. 

—Está bien, estaré de servicio mañana. Por lo que pasado mañana está bien —dijo. 

—Mm, pero haz una llamada antes de que vengan, así ayudarás a mamá a preparar la comida a tiempo —dijo su madre. 

Después de colgar el teléfono, Cheng Boyan se quedó mirando el macizo de flores frente a él y sintió que este asunto era un poco problemático. Tenía que pensar en una excusa adecuada para la lesión de ambos.  

—¿Qué sucede? —Preguntó Xiang Xi con nerviosismo: —¿Qué vas a hacer pasado mañana? ¿Qué le pasó a tu padre? 

—Mi padre quiere conocerte —Cheng Boyan volvió a guardar su teléfono en su bolsillo y lo miró: —Quiere que vayas a casa a cenar. 

Los ojos de Xiang Xi se agrandaron repentinamente, abrió la boca sin decir nada y Cheng Boyan lo miró por un rato, antes de dijera: —¿Estás de acuerdo? 

—Tengo que estar de acuerdo, ¿tengo de otra? —dijo Cheng Boyan, levantando su mano y frotando su cabello. 

—Sin esta clase de virtud, ¿no significa que mi vida corre riesgo? —Xiang Xi miró la férula de su brazo: —¿Se puede quitar esto mañana? ya no siento nada, ¡así que se puede quitar! 

—No —Cheng Boyan sujetó el brazo de Xiang Xi, debido a sus movimientos ansiosos: —No hay necesidad de quitarlo, solo podemos inventar una mentira y la cubriremos de esa manera. 

—¿Por qué mentir? ¡La directora Xu lo sabe! —Xiang Xi todavía estaba ansioso. 

—Ella no le dirá a mi padre ahora, nosotros... —dijo Cheng Boyan: —solo pensemos en cómo compensarlo. 

—Había un tipo borracho que conducía su viejo auto por la acera mientras caminábamos. No nos apartamos a tiempo y el tipo nos chocó. —dijo Xiang Xi, sin pensarlo demasiado: —¿Está bien eso? 

—...está bien —dijo Cheng Boyan. 

Xiang Xi, que originalmente estaba emocionado por comprar libros, se desanimó un poco después de esta llamada telefónica. Cuando entró al ascensor, pisó su pie izquierdo y casi se tropezó. 

—Ya no te preocupes —le susurró Cheng Boyan al oído: —¿No quieres conocer a mi padre? 

—Estoy nervioso con el hecho de ya conocer a tu padre —dijo Xiang Xi con su voz apagada: —y más, siendo tan virtuoso. 

—Está bien, todo está bien —Cheng Boyan sonrió: —Mi padre es amable y es fácil conversar con él. Además, mi madre lo escucha en muchas cosas, así que tú... 

—¿De verdad? —Xiang Xi levantó la cabeza de repente. 

—Mm —Cheng Boyan sonrió y asintió. 

—¿Qué le gusta a tu papá? ¿Tiene algún pasatiempo? ¿Le gusta cuida de su salud? ¿Planta flores, algunas plantas o le gusta los pájaros? —Xiang Xi hizo una serie de preguntas: —Pero él no me hablará sobre algunos problemas médicos, ¿verdad? No puedo conversar con un doctor, solo si sale el tema sobre hospitalizarse...

—Té —Cheng Boyan presionó su hombro: —Té, solo háblale sobre el té. No le gusta tanto el té como al jefe, pero le parece bastante interesante. 

—¿Eh? ¡De acuerdo! —Xiang Xi se rió de inmediato: —Oye, si es té, puedo hacerlo. Puedo hablar sobre eso y mucho más, ¡Ojalá pudiera mover mis manos y prepararle té! 

—¿Estás más tranquilo? —Le preguntó Cheng Boyan: —¿Quieres ir por unos libros? 

—Mm, primero vayamos por libros. Esta vez no vayamos a la sección para niños —Xiang Xi avanzó: —Quiero ir al área de libro de cuentos. 

Cheng Boyan miró la espalda de Xiang Xi y suspiró aliviado. 

Sin embargo, el estado de nerviosismo o no de Xiang Xi no era muy estable. Después de pensarlo por un tiempo, se sentía nervioso, pero cuando volvía a pensarlo, sentía que no era nada. 

En la noche hasta el día siguiente, Xiang Xi siguió de la misma manera. Cheng Boyan casi se arrepintió de haberle dicho sobre esto. 

—Estoy de servicio por la noche —Declaró Cheng Boyan con cierta preocupación: —Come bien, duerme bien y lee un libro cuando estés aburrido. Deja de pensar en eso o de verdad harás que me pregunte sobre qué te sucede. 

—Lo sé —Xiang Xi saltó: —De hecho, no tienes que preocuparte por mí, yo soy así. Solo que, si lo pienso una y otra vez, en algún punto me perderé y estaré bien. 

Estaré bien. 

Cuando Xiang Xi dijo esto, no estaba seguro. Una reunión formal como ir a la casa de los padres de Cheng Boyan era una experiencia completamente diferente a la reunión sorpresa de la última vez, cuando la abuela y las demás vinieron de repente. 

Aunque sabía que la actitud de Cheng Boyan con él no cambiaría por nada, todavía quería dejar una buena impresión y comportarse como una persona común frente a los padres de Cheng Boyan. 

Durante mucho tiempo, las personas que lo han rodeado lo han tratado bien. Tenía a Cheng Boyan, compañeros de trabajo, amigos, maestro y un Gege. Nadie lo ha mirado nunca de manera extraña, pero ahora todavía anhelaba la aprobación de los padres de Cheng Boyan. 

Pensó mucho, pero al final no sabía realmente en qué estaba pensando. Cuando llevó a Cheng Boyan al centro comercial a comprar regalos, sintió que su mente estaba vacía. 

Y de hecho, cuando Cheng Boyan regresó del trabajo a recuperar el sueño hoy, fue al salón de té. Para pedirle al anciano Lu un frasco de un buen té y aunque no era caro, se sentía mucho más a gusto con el té proveniente de la montaña de té. 

Pero todavía sentía que el té no era suficiente. 

—Mientras tomen té —Cheng Boyan le preguntó: —¿Qué más quieres comprar? 

—No entiendes esto —Xiang Xi miró a su alrededor: —Yo nunca le compré algo a mis mayores. Solo le compré cigarrillos y comida para llevar al tío Ping. 

—Entonces miremos. Hay mucho tiempo, así que piensa lentamente. Yo no he podido pensar en eso hace mucho —Cheng Boyan lo abrazó por los hombros. 

Después de caminar por el centro comercial por casi una hora, Xiang Xi finalmente se fijó de un pañuelo de seda, el color era hermoso y cuando lo miró por primera vez, pensó que combinaba muy bien con la directora Xu. 

Pero fue el precio lo que más le sorprendió a Xiang Xi, más de quinientos. 

Después de mirar por un rato el precio, decidió comprarlo. 

—Esto es demasiado caro —Cheng Boyan detuvo a Xiang Xi, que estaba a punto de pedirle a la guía de compras que tomara el pago del producto. 

—No es caro —Xiang Xi tocó el pañuelo de seda: —Es muy hermoso. Creo que a la directora Xu le gustará. 

—Es demasiado caro, compra algo más —Susurró Cheng Boyan: —Si quieres comprar algo como esto, ¿por qué mejor no te fijas en las horquillas o algo por el estilo? también son muy hermosos. 

—No, será esto —Xiang Xi lo miró —Solo quiero comprar esto. A ti puedo darte una piruleta, pero no a la directora Xu, ¡eso no lo entiendes! Yo no...quiero ser maleducado. 

Cheng Boyan lo miró sin decir nada, así que tomó el pañuelo, se dio media vuelta y se la entregó a la guía de compras. 

Al pagar el dinero, Xiang Xi no dejó que Cheng Boyan lo siguiera, fue al cajero y pagó el dinero él solo. Cuando regresó, tomó el pañuelo de seda y lo revisó cuidadosamente antes de dejar que alguien lo envolviera. 

La caja del pañuelo de seda era muy bonito. Xiang Xi miró de un lado a otro durante mucho tiempo y luego miró a la guía de compras: —¿Tiene otras cajas? ¿Una más pequeña? 

La guía de compras sonrió y dijo: —Sí, pero no es la caja original de la marca, no tiene el logo y es un poco más grande para un pañuelo. Sirven para poner...

—¿Puede poner esto? —Xiang Xi sacó el frasco de té de su bolso. 

—¿Son hojas de té? —La guía de compras miró el frasco con sorpresa. 

—Mm jiejie, mira, esto es para mi...suegra y mi suegro —dijo Xiang Xi y miró a Cheng Boyan: —El pañuelo de seda está muy bien empaquetado, pero este frasco de té no es muy bonito y aunque es un buen té...

Cheng Boyan se cubrió la boca con las manos y no dijo nada, pero sus ojos desaparecieron al intentar contener la risa. 

—¿De verdad? —La guía de compras lo miró con detenimiento: —Entonces le buscaré una mejor caja...tú, te ves tan joven, ¿te vas a casar? 

—Yo... —Xiang Xi volvió a mirar a Cheng Boyan. 

—Sí, se casará pronto —añadió Cheng Boyan. 

—Entonces felicidades —La guía de compras sonrió, encontró una caja y colocó las hojas de té en ella. Se veía bastante adecuada. 

Xiang Xi salió del centro comercial feliz, sosteniendo las dos cajas. 

Cheng Boyan siguió riendo y no dijo nada. Solo abrazó a Xiang Xi y lo besó fuertemente cuando se subieron al auto. 

El té estaba empaquetado en una caja, lo cual era un poco tonto, pero no lo dijo en voz alta. Xiang Xi estaba trabajando muy duro a su manera para que cada detalle fuera impecable y que su familia lo aceptara. Incluso si colocara esa lata de té en una caja de zapatos, no le dirá nada. 

—Tengo que decirle tío Cheng a tu papá, ¿verdad? —Cuando llegaron a casa y esperaron el ascensor en el primer piso, Xiang Xi sostenía las cajas y confirmaba los puntos con él. 

—Mm, sí —dijo Cheng Boyan. 

—Tu familia solo se compone de tu madre y tu padre, ¿verdad? ¿Hay alguien más? —Continuó confirmando Xiang Xi: —Si hay alguien más, puede que dirija a esa persona de mala manera otra vez. 

Tan pronto como dijo esto, Cheng Boyan no pudo evitar reírse: —Nadie más. 

—¡No te rías! —Xiang Xi lo fulminó con la mirada y tamborileó con los dedos sobre las cajas con inquietud. 

Cheng Boyan llamó a su madre antes y le dijo que estarían allí pronto. Así que tan pronto como se abrió la puerta del ascensor y sacó una de sus piernas, vio que se abrió la puerta de su casa y su padre asomó la cabeza: —¿Boyan? 

—Sí —respondió Cheng Boyan. 

—¡Hola, tío Cheng! —Saludó rápidamente Xiang Xi en voz alta, que todavía estaba en el ascensor. 

—Hola, hola —Asintió su padre: —¿Dónde estás? 

—Aquí estoy —Xiang Xi empujó ansiosamente a Cheng Boyan que lo estaba bloqueando, salió del ascensor y desde la distancia, se inclinó ante la puerta, diciendo: —¡Hola, tío Cheng!