Capítulo 04

Pero una escena inesperada apareció frente a él sin previo aviso

Las palabras de Zhan Hongtu estaban llenas de debilidad y un toque de tristeza. La mano de Cheng Boyan que estiró para poder comprobar la lesión se detuvo en el aire. 

—¿De verdad? —miró a Zhan Hongtu: —¿Qué le pasa a tu padre? 

Zhan Hongtu bajó la cabeza y dijo suavemente después de un rato: —Un tumor en el estómago. 

—¿En el estómago? —Cheng Boyan volvió a preguntar como de costumbre: —¿Qué parte? 

—En...en...—Zhan Hogtu se alejó del punto y se pellizcó el entrecejo: —En...en el estómago. 

—¿En el estómago? —Cheng Boyan lo miró: —¿Desde hace cuánto? ¿lo comprobaron? ¿es maligno?

. . .

Xiang Xi sintió que se estaba volviendo loco. 

Tenía la costumbre de abrir la boca y no decir la verdad, pero decirle a un médico que su padre tenía un tumor era como cavar un hoyo para sí mismo, y que al caerte, debes llenarlo por ti mismo. 

Ni siquiera sabía si un tumor podía crecer en el estómago, pero era su único forma de escapar. 

¿Qué tan grande es un estómago? ¿tiene suficiente espacio como para un tumor? 

Pero mirando la reacción de Cheng Boyan, parecía ir bien, pero en cuanto al tiempo, pruebas, si era benigna o maligna, realmente no sabía qué responder. 

—Ha...pasado algo de tiempo, —miró hacia la ventana— maligno...es...es malo. 

—Entonces...—Cheng Boyan parecía tener la intención de seguir preguntando. 

—Doctor Cheng, Ge, —Xiang Xi apretó los dientes: —a mi...me duele la pierna. 

—Tu lesión tomará mucho tiempo, —Cheng Boyan finalmente volvió a centrar su atención en su pierna: —Tengo que revisarla con cuidado para ver si hubo algún desplazamiento del hueso, ¿Cómo te lesionaste? 

—fui...golpeado por un cobrador de deudas, debo mucho dinero y si sigo en este estado no podré salir a la calle, —dijo Xiang Xi: —por lo que solo me colocaré una venda o algo así, ¿verdad? 

—Lo sabrás una vez que salgan los resultados. Cuando llegaste ese día, te dije que esto no era una fractura pequeña y retrasaste la recuperación por varios días, —Cheng Boyan frunció el ceño y se acomodó en la mesa, después de tomar la ficha de exámenes, bajó la cabeza y escribió: —Si la situación no es buena, tendrás que ser hospitalizado para ser operado...nombre, edad...

—Zhan Hongtu, 18... ¿Hospitalizado? —Xiang Xi se quedó atónito por un momento y gritó: —¡No puedo ser hospitalizado! 

¿Cómo podría el tío Ping permitir que se hospitalizara? si se queda hospitalizado, estimaba que el tío Ping lo arrastraría después fuera del hospital. En aquel entonces, ni siquiera a Mantou se le permitió ir al hospital, no teniendo de otra que mantenerse por sí mismo. 

Por lo que quedó cojo. 

—¿Por qué no puedes ser hospitalizado? —Cheng Boyan le dio una lista de verificación: —aquí está la boleta de tarifa, no huyas. 

—No puedo ser hospitalizado —Xiang Xi frunció el ceño y colocó una expresión triste: —Tengo que...cuidar a mi papá. 

—No es seguro de que vayas a ser hospitalizado ahora, primero hay que ver la situación específica en un momento —Cheng Boyan lo miró: —¿Alguien vino contigo? 

—No —Xiang Xi tomó una lista, se colocó de pie y saltó hacia la puerta de la consulta con dos pasos: —Soy bueno para saltar.

. . .

Al ver la delgada figura de Zhan desaparecer por la puerta, Cheng Boyan suspiró. 

¿Es realmente un chico que se veía obligado a salir y arriesgarse de esa manera para ganar dinero? 

Ese tipo de tono y ojos lamentables, así como ese "Ge"...de repente lo llevó a un estado de perdición durante mucho tiempo. 

Cheng Boyan se presionó la frente y cuando entró el siguiente paciente, dejó de lado sus pensamientos. 

La lesión de Zhan Hongtu no es tan grave y no necesitaba cirugía, pero Cheng Boyan dijo que aún tenía que observar como iba la situación en el hospital durante dos días, pero se negó.

—Solo coloca el yeso sobre la lesión, —se sentó en la silla, con los párpados caídos: —yo mismo procuraré cuidarme. 

—Está bien si realmente no quieres, pero ten cuidado cuando regreses a casa —explicó Cheng Boyan mientras se lo acomodaba: —Minimiza tus actividades, no cargues peso con esta pierna, no toques el suelo y es mejor que lo mantengas elevado...

—¡Oye! —Zhan Hongtu lo interrumpió de repente, un poco irritado: —Lo sé, lo sé, solo tengo que mantenerme acostado en la cama y no moverme. 

La expresión de su rostro era exactamente la misma que cuando Cheng Boyan lo vio robando en la calle antes, con su impaciencia dando a entender de que era una persona que se ha mezclado durante mucho tiempo. 

—¿Crees que estoy jugando en mis horas de trabajo? —Cheng Boyan retiró su simpatía por él y continuó diciendo las precauciones: —Si no me dejas hablar, te irás a trabajar con un yeso y si luego regresas, otro médico te revisará y tu fractura empeorará, por lo que esa responsabilidad recaerá en mi, ¿lo sabes? 

—No volveré más, no te preocupes —Zhan Hongtu chasqueó la lengua: —¿Qué tipo de lugar increíble crees que es este? 

—Solo ven a quitarte este yeso y revisar la recuperación de la lesión antes de que puedas despedirte de este lugar desagradable —Cheng Boyan lo miró: —Lo primordial es que la lesión se haya recuperado correctamente. 

. . .

Cheng Boyan no sabía si se había curado bien o no esta magnifica pierna, lo único que sabía es que la hora y los días en que debía venir a quitarse el yeso, pasaron y nunca regresó. 

Será Año Nuevo Chino en dos días, y las calles estaban llenas de rojo, también se escuchaba la canción especial de Año Nuevo de Andy Lou, que se ha tocado sin parar durante cien años y puede que no se detenga dentro de cien años. 

Deseo que te hagas rico, deseo que tengas un año maravilloso, lo mejor es invitar a la gente, los que tienen mala suerte por favor váyanse... [1]

Para no quedar atrapado en un ciclo interminable de solteros y cuando Cheng Boyan salió del supermercado, rápidamente se aclaró la melodía en su mente y cantó el himno nacional en su mente. 

Pero tan pronto como se subió al auto y encendió la radio, escuchó nuevamente la canción, perfectamente conectada con la última línea cuando salió del supermercado.

Oh, nadie te culpará por tantos regalos y respetos, les deseo a todas las chicas de la tierra capaz de casarse con buenos chicos, les deseo a todos los niños de la tierra...

Cheng Boyan tarareó reflexivamente algunas letras y rápidamente cambio la estación, pero ya era demasiado tarde, esta canción es demasiado familiar y no tiene sentido cambiarla o no, porque una vez escuchada, la escuchará hasta el final y nunca se detendrá. 

Mientras escuchaba la nueva canción, aún era capaz de escuchar Gong Xi Fa Cai en su cabeza. 

Hoy iba a la casa de la abuela, y hay un montón de cosas en el auto que compró mamá para que él se la entregue. 

Casi todos los años va a la casa de la abuela en Año Nuevo Chino, comenzó siendo un enlace de conexión de los productos nutricionales de Año Nuevo de su madre y los alimentos de la abuela de la semana pasada y continuará hasta el final del primer mes. 

Él era el responsable que estaba a cargo de las compras y envíos. 

Cuando iba a mitad del camino en auto, la abuela lo llamó y preguntó cuando llegaría: —¿Ya cenaste? ¿te gustaría que te hiciera alguna comida? ¿Quieres comer frijoles como todos los días? 

—No es necesario, y no quiero comer frijoles hoy, quiero carne —dijo Cheng Boyan con una sonrisa: —Estaré allí en un rato, acabo de salir del supermercado. 

Después de colgar la llamada de la abuela, Cheng Boyan se quitó el auricular y lo tiró a un lado. 

Justo cuando tiró el auricular, una figura apareció desde la calle y antes de que pudiera ver claramente, ya estaba frente al auto. 

Cheng Boyan pisó rápidamente lo frenos y el auto hizo un chirrido, y se detuvo a unos centímetros de esa persona. 

—¡Mira si viene un auto antes de cruzar la calle! ¿Por qué cruzaste tan de repente? —Cheng Boyan bajó la ventanilla del auto y dijo: —¿Qué hubiese pasado si te atropellaba? 

Al ver a esa persona, aunque parecía sobresaltado, inconscientemente levantó el brazo en forma de bloqueo, pero aún estaba de pie, por lo que respiró aliviado. Esperó que el hombre se alejara para continuar manejando. 

Pero una escena inesperada apareció frente a él sin previo aviso. 

El hombre cayó repentinamente al suelo en el siguiente segundo. 

Cheng Boyan quedó atónito durante tres segundos antes de que pudiera reaccionar. 

En primer lugar, sabiendo que debió haberse cruzado con esta persona y entonces, esta persona no alcanzó el punto de ser atropellado. Entonces, según su propia experiencia, probablemente debido al susto o a un desmayo, no lo sabía con claridad. Pero cuando cayó al suelo, esta persona seguía protegiendo su cabeza debido a la luz...

Entonces...

¡Él está con vida! 

¡En toda su vida! ¡Jamás se había cruzado con alguien buscando problemas! 

—Tú solo sigue así —Cheng Boyan dijo esto y presionó el botón del tablero de la luz, aumentando el brillo. 

Tan pronto como terminó de hablar, el hombre se levantó del suelo y miró hacia el interior del asiento del conductor con las manos tapando la luz de focos que le llegaban a la cara: —Da-ge, tu voz me resulta familiar. 

—Tú... —Cheng Boyan lo miró a la cara, casi mordiéndose la lengua: —¿Zhan Hongtu? 

. . .

Xiang Xi estaba un poco atrasado el día de hoy, salió a caminar y no encontró nada bueno, debido a que tenía un enemigo mortal. 

No era solo un enemigo mortal, era el tío Ping. 

Según los estándares de Xiang Xi, sino tenía mucho éxito como el tío Ping, en el mundo de los gángsters, puede acabar sin comida ni ropa. Y si lo atrapan, lo golpearán hasta la muerte, por eso siempre estaba bebiendo té y jugando cartas en Zhaojiayao, cobrando alquileres u ocupándose de pequeños hermanos inútiles.

Pero incluso una persona así tiene enemigos, después de todo, si te mezclas bien o no, estás mezclado. 

Una persona como Xiang Xi, que creció junto al tío Ping, está a los ojos de los enemigos del cual tienen el mismo nivel de familiaridad que el del tío Ping. 

Se acercaba el Año Nuevo Chino y tres personas lo siguieron por tres calles con un palo. Se deshizo de ellos hace dos minutos y corrió al lugar dónde concertó un lugar para encontrarse con Mantou y Dajian a las nueve en punto, pero no iba a llegar a tiempo. 

Todavía estaba en el territorio de otras personas, y obviamente las personas que lo estaba siguiendo no iba a regresar con las manos vacías. Con el fin de garantizar su seguridad antes de que Mantou y los demás vinieran, planeó encontrar un automóvil para tocarlo, creando un poco de confusión y haciéndoles creer que era un inconveniente. 

Pero realmente no esperaba que el auto de Cheng Boyan casi lo chocara. 

Xiang Xi se levantó del suelo y sonrió un poco avergonzado, y podía ver que Cheng Boyan estaba un poco sorprendido: —¿Eres tú, doctor Cheng? 

—Ah, soy yo, ¿acaso quieres darme un descuento del 20%? —Cheng Boyan salió del auto y lo miró de arriba a abajo: —¿Eres realmente un jugador así de profesional? 

—Yo no...lo hago por mi papá —Xiang Xi se frotó la nariz y estornudó hacia el suelo. 

—¿Tu papá sabe que haces esto? —Cheng Boyan abrió la puerta del asiento trasero: —Sube al auto. 

—Esto es demasiado vergonzoso de decir —Xiang Xi hizo un puchero, la vergüenza era real y siente vergüenza siempre que busca problemas. Aunque las cosas que suele hacer no son muy diferente a esta situación, es demasiado feo tirarse al suelo y rodar: —¿Por qué me debo subir al auto? 

—Obviamente para llevarte a casa—dijo Cheng Boyan: —¿No tienes frío? 

Xiang Xi lo miró, este era un doctor de buen corazón. Aunque es inaceptable de que lo lleve de regreso, no quiere que cuando lo escuche decir Zhaojiayao, solo se ganará una etiqueta por parte de él. 

Pero aún así se subió al automóvil, al menos de manera temporal el auto garantizaba seguridad, y luego podría encontrar una excusa para bajarse. 

Acababa de subirse al auto, pero todavía no se había sentado bien y Cheng Boyan cerró la puerta trasera detrás de él, luego escuchó un clic y el auto se cerró. 

—¿Para qué es esto? —Xiang Xi se sorprendió y preguntó mientras se aferraba a la ventana del automóvil. 

—Adivina —Cheng Boyan se apoyó contra la puerta del auto y lentamente sacó su teléfono de su bolsillo. 

—Doctor Cheng, acaso... —Xiang Xi respondió e inmediatamente entendió qué iba a hacer Cheng Boyan, y a toda prisa, comenzó a palmear la ventana del auto y gritar: —¡Doctor Cheng! ¡Ge! ¡Chen-ge! ¡Chen-dage! ¡Tio Cheng! ¡Qué estás haciendo! 

—¿Crees que tu papá estaría feliz de verte así? dijiste que tienes 18 años, ¿no? tienes manos y pies, no seas estúpido... —Cheng Boyan presionó lentamente el teléfono y lo miró: —e incluso te ves inteligente...

—Gracias tío...no, gracias Ge, —Xiang Xi sonrió de manera apropiada y continuó palmeando la ventana: —Por favor, déjame ir esta vez, si llamas a la policía me arrestarán, ¡Qué sucederá con mi papá! ¡Nadie le llevará comida! 

—Deja que tu madre se la de —dijo Cheng Boyan. 

Los movimientos de Cheng Boyan se detuvieron, volvió la cabeza y lo miró, pero no dijo nada. 

—¡Jamás he visto a mi madre! ¡No sé dónde está! —Gritó nuevamente Xiang Xi, se mordió el labios dos veces y bajó su voz: —No lo sé...probablemente se escapó. 

Cheng Boyan todavía no hablaba, pero no siguió usando su teléfono y solo lo miró en silencio. 

—Te diré la verdad Ge, no hice todo esto a propósito. Me perseguían...acreedores, cuatro o cinco personas, si me descuido por un momento, definitivamente me mataran a golpes —Xiang Xi levantó la cabeza, miró hacia la intersección comenzando a saltar dentro del auto y señalando la esquina derecha e incluso gritando y golpeando con más fuerza la ventana del auto: —¡Son ellos! ¡Lo has visto! ¡Son ellos! ¡los que me seguían! 

Cheng Boyan frunció el ceño y miró a la dirección que señalo. Realmente vio a cuatro personas, que estaban de pie en la intersección y miraban alrededor, dos de ellos sostenían algo como unos palos en sus manos. 

—No te mentí —Xiang Xi se acostó en el asiento trasero: —Ge, realmente no tengo buena suerte. 

Justo cuando estaba a punto de volver a hablar, sonó el teléfono. Xiang Xi lo sacó y miró, era Mantou. 

—No vengas aquí —Contestó el teléfono de inmediato: —No vengas aquí, solo espérame en el supermercado Dongli, me encontré con Lu Lian...está bien, iré en un rato a buscarte...

. . .

Cheng Boyan sintió que Zhang Hongtu con esa clase de actitud era bastante divisiva, su tono de hablar de antes y el tono que uso cuando habló por teléfono eran completamente diferente, como si fueran dos personas diferentes. 

—¿Tu amigo vendrá? —preguntó. 

—No dejé que viniera, no puede correr bien o de lo contrario estará frito —Zhan Hongtu todavía estaba acostado en el asiento trasero: —Ge, Doctor Cheng, me iré en un rato y me iré cuando ellos se vayan. 

Cheng Boyan tiró del cuello de su ropa, el viento soplaba con urgencia en este momento. Por lo que abrió la puerta, se subió al auto y lo encendió: —¿Dónde está el supermercado Donglin? 

—De aquí está a diez minutos, Distrito Lu Nan, las pequeñas albóndigas que vende adentro son muy deliciosas —Después de que el automóvil se alejó, Zhan Hongtu se sentó: —Te invitaré a comer albóndigas de arroz. 

—No es necesario, ahorra tiempo —Cheng Boyan lo miró por el espejo retrovisor: —tu pierna, recién te quitaron el yeso, el dolor te puede doler yendo de aquí a allá. 

Zheng Hongtu se rió dos veces y no volvió a hablar. 

El supermercado Dongli no es realmente grande, estaba abarrotada en medio de un montón de otras tiendas. Cheng Boyan pasaba por aquí cada vez que iba a la casa de la abuela, nunca notó que había un pequeño supermercado aquí. 

Zhan Hongtu salió del auto y le hizo una reverencia antes de cerrar la puerta: —Ge, gracias. 

Cheng Boyan no dijo nada más, suspiró y agitó la mano. 

Había dos personas de pie frente al supermercado, uno de ellos vio a Zhan Hongtu salir del auto e inmediatamente se acercó cojeando. 

Zhan Hongtu y sus amigos, dentro de una antigua ciudad antigua los malos adolescentes se ven muy comunes. Cheng Boyan lo miró un par de veces más como última vez. 

Le dio la vuelta al auto y condujo en dirección a la casa de la abuela. 

A su padre le preocupaba que la abuela viviera aquí sola. Quería comprar una casa para la abuela en distrito del centro, pero la anciana se negó a mudarse, diciendo que ha vivido ahí durante toda su vida y que se morirá si se le ocurría irse de ahí. 

Afortunadamente, la casa de su tío se encontraba en el edificio que estaba al lado, por lo que todavía había alguien que podía cuidarla. 

Cheng Boyan estacionó el auto en la planta baja de la casa de la abuela y apretándose junto a un montón autos y triciclos a batería, grandes y pequeños. Dentro de esta escena tan caótica, le daba la ilusión de que su auto los encontraría atropellado en cuanto volviera a bajar las escaleras. 

Tan pronto como entró por la puerta, olió la fragancia. La abuela estaba friendo muslos de pollos, aunque él dijo que no era necesario que le hiciera algo de comida, todavía fue capaz de hacerlo. 

—Dije que no era necesario que preparas algo, pero de todas formas me lo comeré —Cheng Boyan colocó sobre la mesa un montón de artículos de año nuevo traídos por su madre. 

—Su querido nieto está aquí, ¿Cómo no podría hacerlo? —su tía se apoyó en la puerta de la cocina y dijo con una sonrisa: —Xiao Yu dijo que quería algo como esto en estos dos días, pero no lo freímos. 

—¡Así es! ¡No pude comer! ¡la abuela es muy particular! —un niño gordo salió corriendo de la habitación. 

Cheng Boyan se molesto cuando lo vio, se dio la vuelta y se fue a esconder a la cocina. 

Cheng Xuanyu es el nieto de su tío y se queda aquí durante las vacaciones de invierno. Desde le segundo grado de primaria, se ha vuelto en un chico con mucha grasa, por lo que solo tiene palabras en su mente todos los días, comer y jugar. Cheng Boyan quería sacarlo cada vez que lo veía, por lo que tiene que esconderse. 

—No hagas demasiado —Cheng Boyan miró felizmente a su abuela mientras freía muslos de pollo: —Cené hace poco y puedo terminar atascado. 

—¿Fuiste capaz de comer lo que tu madre te prepara? —la abuela chasqueó la lengua un par de veces: —Eres realmente increíble con tu apetito. 

—Hoy hice yo mismo costillas de cerdo agridulces —Sonrió Cheng Boyan. 

—¿Estaba malo? —la abuelo lo miró. 

—...Sí, demasiado malo —Cheng Boyan asintió. 

—A las costillas de cerdo agridulces ni le colocas sal, ¿Cómo podría saber bien? ¿Qué? ni siquiera cinco gramos de sal sobre la comida...que forma de cocinar tienes —la abuela sacudió la cabeza— Comerás muslos de pollo para compensar más tarde y tranquilo, no le coloqué sal. 

—Le colocaste la mitad de una salsa de soya con escabeche, ¿eso no tiene sal? —Cheng Boyan se rió durante mucho tiempo. 

—¡Te lo vas a comer! —la abuela lo miró fijamente. 

—Comeré, ¡comeré! —dijo Cheng Boyan. 

—¡Yo también comeré! —Cheng Xuanyu corrió hacia la cocina y le dio una palmada en la pierna a Cheng Boyan: —¡Ni pienses en robármelos!

Cheng Boyan tomó su mano. Le dio la vuelta y miró, y no sabiendo de dónde provino ese polvo negro, blanco, amarillo, esos colores tricolores de la nada, y de repente se sintió angustiado y molesto:  —¡Vete al diablo!

—¡Que es esa forma de hablar, Boyan! —dijo la tía algo molesta. 

—¡Ve a lavarte las manos! —Cheng Boyan arrastro a Cheng Xuanyu hasta el fregadero. 

—¡No me lavaré! —gritó Cheng Xuanyu mientras luchaba, giraba la cabeza y queriendo huir. 

Cheng Boyan lo agarró del cuello posterior y no se movió. Se retorció durante mucho tiempo y se quedó en su lugar, pero cerró los ojos y comenzó a aullar: —¡no me lavaré!, ¡no me lavaré!, ¡no me lavaré!, ¡no me lavaré...!

—Entonces sigue gritando —Cheng Boyan lo levantó y lo colgó sobre el fregadero. Si no fuera por el hecho de que su abuela estaba a un costado, lo habría empujado directamente sobre el fregadero. De todos modos, esta es una casa anticuada y cree que esta fregadero puede soportarlo.  

—¡Solo es un lavado de manos! ¡Suenas como si te estuvieran dando una paliza! —la tía no podía soportar la forma en como él estaba gritando, por lo que se acercó, agarró su mano y comenzó a lavarla: —¡No es cómo si tu tío te estuviese golpeando! ¡No es así siempre! 

—Aún no lo he golpeado —Cheng Boyan se hizo a un lado y tomó un plato para tomar algunos muslos de pollo. 

—No más regaños, ni tampoco más amenazas —la tía frunció el ceño: —Boyan, con el temperamento que tienes, ¿piensas castigar de esta forma cuando tengas hijos en el futuro? 

Cheng Boyan sonrió y no dijo nada. 

—¡Él no quiere hijos! ¡Quién dijo que quiere hijos! —la abuela miró a la tía. 

La tía se llevó a Cheng Xuanyu hacia la sala de estar con algo de vergüenza. 

—¿Tienes algún plan para el Año Nuevo? —la abuela colocó los muslos de pollo frito en un plato. 

—¿Qué plan? —Cheng Boyan se congeló por un momento, luego se sirvió un vaso con agua de la tetera y la bebió: —¿Estar de servicio? 

—Oye, ¿No es la misma situación que tu papá? no te estoy preguntando por el hospital, te estoy preguntando sobre tus planes de Año Nuevo —la abuela lo miró— Tienes casi 30, incluso si es...un novio, ¿no deberías traer uno? 

Chen Boyan tomó un sorbo de agua: —¿Por qué todavía te preocupas por eso? 

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[1] 恭喜發財 (Gōng xǐ fā cái) de Andy Lau.