Capítulo 32

Mastica esos sueños de justicia propia y libérate de la humildad de esta ciudad...

Cuando Song Yi abrió la puerta y entró al baño, Cheng Boyan estaba de pie frente al fregadero y centrado en frotarse las manos con desinfectante para manos, sin ver a Xiang Xi. 

—¿Me llamaste solo para ver cómo te frotas las manos? —Song Yi miró alrededor del baño y vio que la puerta de uno de los compartimientos estaba cerrada. 

—Tu supermercado —Cheng Boyan lo miró— ¿Todavía estás buscando personal?. 

—Todavía —dijo Song Yi de inmediato— todavía. 

—¿Qué área? ¿Cuáles son los requisitos? —Preguntó Cheng Boyan, también mirado la puerta del compartimiento cerrado. 

—Incluso con la caja registradora, puedes hablarme —dijo Song Yi, entendiendo lo que quería decir Cheng Boyan. 

—No puedo recibir el dinero —dijo Xiang Xi dentro del compartimiento. 

—Inténtalo primero —dijo Song Yi con una sonrisa— La caja registradora no es difícil, solo hay que saber algunas cosas y si realmente quieres aprender, podrás hacerlo en tan solo unos días.  

—No puedo hacerlo —dijo Xiang Xi. 

—Entonces, si no es en la caja registradora, ¿tienes algún otro puesto? —Cheng Boyan hablaba con él mientras se frotaba las manos— Algo en el que no deba escribir. 

—Comprendo —dijo Song Yi, luego se inclinó hacia el oído de Cheng Boyan y susurró: —Este chico, ¿era el de Fengbozhuang?

Cheng Boyan lo miró, y asintió sin decir una palabra. 

Song Yi se apoyó contra el fregadero y se rió. Cheng Boyan le lanzó una mirada: —¿No crees que está demasiado sucio? 

—No lo creo —respondió Song Yi con una sonrisa. Luego, caminó hacia la puerta del compartimiento y tocó la puerta: —Boyan tiene mi número de teléfono, solo llámame cuando vengas y podemos discutir los detalles cuando vengas. 

—Sí —respondió Xiang Xi desde adentro: —Gracias. 

Después de que Song Yi salió, Xiang Xi abrió la puerta y salió del compartimiento, sus ojos todavía estaban bastante rojos y como también la punta de su nariz. Se miró en el espejo y dijo: —¿Qué debería hacer?. 

—Toma un poco de aire en el pasillo antes de entrar —Cheng Boyan lo instó. 

—Primero me lavaré la cara —Xiang Xi abrió la llave, tomó el agua salvajemente son sus manos y se la echó en la cara. 

El agua salpicó sobre los pantalones de Cheng Boyan y luego se hizo a un lado: —Te lavas la cara como si estuvieras en medio de una guerra. 

—No te agradeceré más —Xiang Xi cerró la llave del agua y sacudió la cabeza vigorosamente— No te agradeceré tu amabilidad. 

—¿Todavía sabes usar esta oración? —Cheng Boyan sonrió. 

—Mm, me lo enseñó un ciego falso, y entre todas las personas que conocí antes, era considerado una persona con cultura —Xiang Xi se limpió el agua de la cara, tomó un hondo respiro frente al espejo y dejó escapar el aire lentamente: —¿Podré hacer el trabajo del supermercado? no sé nada. 

—Es el jefe Song, no temas demasiado, solo conversa con él —dijo Cheng Boyan. 

—No soy tan tonto —Xiang Xi sonrió— Él después de todo me dijo eso. 

—Si, no eres tonto, solo aprende lo que no puedas entender. Ese es el beneficio de tener conocidos —Cheng Boyan le dio unas palmaditas en el hombro: —Salgamos y conversemos. 

—Deben estar preocupados —Xiang Xi caminó hacia la puerta del baño y se frotó la nariz: —Hemos estado dando vueltas en el baño por mucho tiempo. 

—Solo llora cuando te sientas deprimido, solo hazlo —dijo Cheng Boyan. 

. . .

La cena de cumpleaños de Cheng Boyan se trasladó a tres lugares diferentes, comer, beber té e ir a cantar. 

Xiang Xi originalmente quería irse después de cenar, pero después de pensarlo no se fue. Lloró bastante en el cumpleaños de alguien y dejo que Cheng Boyan, que es tan higiénico, tocara la puerta del baño e incluso, se subió sobre un inodoro, por lo que no podía ser una decepción. 

De todos modos, sintió algo después de que terminó de comer con los amigos de Cheng Boyan. Todos eran fáciles de tratar y aunque no pueda participar en los temas de conversación, no era incómodo escucharlos. 

Nadie lo miró extraño como un "trabajador de Shaxian". 

Todos los amigos de Cheng Boyan eran como él, todos eran muy agradables. 

Pero cantar daba un poco de miedo. 

Realmente no era fácil reunir a un grupo de amigos, que todos eran desafinados y tenían voces de gong rotos. 

—Ay, tengo una voz de alguien de 15 años... —Song Yi tomó un micrófono y entre gritos cantó "Cebolla"[1]. Luego se recostó en el sofá y tosió por bastante tiempo. 

—Estás en el periodo de cambio de voz —Dijo Cheng Boyan con seriedad: —Presta atención a los cuidados. 

—Mm, ya no cantaré más —dijo Song Yi con una sonrisa: —¿Qué quieres cantar Xiang Xi? puedo ayudarte. 

—Yo...no cantaré —Xiang Xi se encogió en el sofá. Aunque había estado con estas personas por un buen rato, pero ser el centro de atención todavía le resultaba incómodo: —Solo los escucharé. 

—Solo canta —dijo Cheng Boyan con una sonrisa— Todos cantan iguales. 

—¿Por qué mejor no cantas tú? —Xiang Xi chasqueó la lengua. 

—Si tú cantas, yo cantaré —dijo Cheng Boyan. 

Xiang Xi lo miró, lo pensó por un momento y le pidió a Song Yi que buscara una canción para él. 

—No sé mucho de canciones, solo puedo cantar algunas canciones —susurró Xiang Xi— Si no puedo cantar bien...solo ríanse, de todos modos, cada vez que alguien cantaba, todos ustedes se reían. 

—De acuerdo —Cheng Boyan se rió— También solíamos decir que deberíamos grabar un álbum, uno especial para todas esas personas que están de mal humor. 

Después de que se terminaron las primeras canciones, fue el turno de Xiang Xi. Tomó el micrófono que Cheng Boyan le entregó, se puso de pie y se aclaró ligeramente la garganta. 

—Veamos si Xiang Xi pertenece a nuestra banda —dijo Fatty Chen mientras aplaudía. 

Xiang Xi sonrió, y cuando escuchó la música, de repente se sintió menos nervioso. 

A Mantou y a él le gustaba mucho esta canción cuando iba a divertirse al cibercafé. A ambos les encantaba reproducir esta canción durante la noche, con los auriculares puestos. 

Después de que de que reprodujo el preludio, Xiang Xi cerró los ojos y de repente sintió que regresaba al pasado, a esos días en que pasaba los días junto con Mantou. 

Pensé que no me emborracharía, atrapado en esta impotente defensa... —Xiang Xi estaba de pie con la cabeza gacha, golpeando con su pie y bajo el ritmo de la música el suelo: —mastica esos sueños de justicia propia y libérate de la humildad de esta ciudad...

La sala quedó en silencio. 

. . .

La voz de Xiang Xi era clara, junto con un ligero tono metálico, y cuando cantó esas dos líneas, había una repentina sensación de vacío. 

Soledad. 

Cheng Boyan se apoyó sobre el respaldo del sofá, mirando a través de los diversos puntos de la tenue luz que se proyectaban sobre el rostro de Xiang Xi. No sabía por qué esta palabra se le vino a la mente. 

Pensé que estaba volando, que olvidé que en realidad estaba cayendo. Quieres que cierre mi peligrosa boca y me aferre a tus seguras piernas... —Después algunas oraciones más, Xiang Xi levantó la cabeza, chasqueó los dedos y su voz siguió la música: —Solo deja que la fuerte lluvia golpee mi rostro. Entre el viento obediente y el peligroso, todo es demasiado insidioso, nunca lo sigas. Tengo una dirección que seguir, ¿Cómo podría preocuparme de esta pequeña herida...?. 

Nunca temo caminar de noche, aquella soledad hace que pueda escuchar mi corazón y sepulta mi juventud en ese camino lleno baches. Estoy dispuesto a soportarlo, todos esos justos pecados...

Cheng Boyan sintió que había pasado algo de tiempo desde que escuchó a alguien cantar tan en serio. Por supuesto, también tenía algo que ver con el hecho de que no había muchas personas a su alrededor que sean capaces de cantar bien, haciendo que las personas quieran escucharlas. 

Pero Xiang Xi cantó esta canción, haciendo que todos perdieran la voz y escucharan en silencio. 

No podía describir este sentimiento, la desolación, la soledad y también aquella terquedad, en que se negaba a darse por vencido. 

Después de que Xiang Xi comenzó a cantar, pareció haber caído en su propio mundo, no miraba a nadie, ni siquiera a la pantalla. Solo bajó los párpados y miró la luz en el suelo que oblicuamente estaba frente a él. 

Esta botella de vino vacía que se derramó detrás de mi, la noche, más intensa...puedo hacer cualquier cosa, solo otórgame tu coraje, no solo te limites a palabras, ahora se muy bien que hay tigres en las montañas, ¡pero prefiero esas montañas llenas de tigres!. [2]

Xiang Xi cantó la parte del RAP muy claramente. Cheng Boyan miró su perfil y no apartó la mirada hasta que terminó de cantar. 

—¡Muy bien! —Después de que la música se detuvo, Fatty Chen fue el primero en aplaudir y después de que él gritó, todos en la sala gritaron y comenzaron también a aplaudir. 

—No lo había notado —dijo Lin He, aplaudiendo: —El canto de Xiang Xi es realmente sorprendente. 

—Gracias —Xiang Xi se frotó la nariz, dejó el micrófono y se recostó en el sofá. 

—Xiang Xi —Song Yi se acercó junto a Cheng Boyan y dijo: —Con tu voz, puedes cantar donde quieras... 

—¿Un cantante de un bar? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Mm —Song Yi asintió, pensó por un momento y dijo: —Olvídalo, es demasiado complicado. 

Xiang Xi sonrió y no habló. 

El canto de Xiang Xi era muy bueno, pero no afectaba las voces tan rotas como las de un gong, para seguir entreteniéndose. Todos comenzaron a demoler canciones con sus fuertes voces.  

—Cantaste muy bien —Le susurró Cheng Boyan a Xiang Xi. 

—Esta es la única canción que puedo cantar bien —dijo Xiang Xi con una sonrisa: —Te toca a ti, yo canto una canción y tú cantas también. 

—Ya no cantaré —dijo Cheng Boyan. 

—¿Por qué? ¿Estás jugando conmigo? —Xiang Xi lo miró fijamente. 

—Ahora, de pronto, ya no quiero cantar —Cheng Boyan tomó un sorbo de agua mineral de la botella. Al principio quería cantar, pero ahora sus emociones parecieron abrumarse por el canto de Xiang Xi, que de repente, ya no quería cantar. 

. . .

—¿No eres capaz de cantar? —Xiang Xi de repente se rió. 

Cheng Boyan sonrió, permaneciendo en silencio. 

Xiang Xi chasqueó la lengua: —Realmente no esperaba que mi canto fuese demasiado poderoso. Fuiste golpeado de esa manera, pero los demás todavía se atreven a cantar cuando son malos. ¿Qué miedo tienes de cantar?. 

Xiang Xi realmente quería escuchar cantar a Cheng Boyan, pensaba que la voz de Cheng Boyan era bastante agradable y por eso, su canto debería ser bueno. Pero, Cheng Boyan no cantó e incluso cuando todos se cansaron de cantar. 

—Cantaré la próxima vez, cuando tengamos la oportunidad —dijo Cheng Boyan, caminando hacia el estacionamiento. 

—¿Cantas mal? —Preguntó Xiang Xi. 

—...No demasiado mal—Cheng Boyan pensó por un momento— A modo general, mal, a comparación de los demás. 

Xiang Xi lo siguió y se rió durante mucho tiempo. 

Cheng Boyan lo llevó de regreso y detuvo el auto en la intersección: —¿Qué edificio?. 

—No entres, la calle es demasiado angosta y temo que no saldrás si entras —Xiang Xi se aflojó el cinturón de seguridad: —Solo me tomará dos minutos más estar ahí. 

—Llama a Song Yi mañana —Cheng Boyan sacó su teléfono y buscó el número de Song Yi— Su supermercado está bastante lejos de aquí. Puedes preguntarle si puedes encontrar un lugar para vivir por allí. 

—No te preocupes, alguien ya me ayudó a buscar trabajo, ahora no necesito a alguien que busque un lugar para mi —Xiang Xi anotó el número de Song Yi: —Si no es adecuado, puedo solamente tomar el autobús. He pagado ya tres meses de alquiler aquí y tengo miedo de que el propietario no me devuelva el dinero si me retiraba antes de tiempo. 

—¿Esta área es segura? sabía que el alquiler aquí es barato, pero nunca había estado aquí —Cheng Boyan miró hacia afuera: —Recién vine aquí hoy y descubrí el lugar que es este. 

—Es seguro, ¿Qué inseguridad habría? todos son estudiantes —Xiang Xi sonrió y abrió la puerta del auto: —A los ojos de los demás, yo soy el factor inseguro. 

—Pero te ves bastante seguro ahora —dijo Cheng Boyan. 

—Feliz cumpleaños —Xiang Xi salió del auto, cerró la puerta y dijo a un costado de la ventana— Buenas noches. 

—Buenas noches —Cheng Boyan sonrió. 

Xiang Xi regresó a la casa. Después de que se duchó, se acostó en la cama y no logró dormir después de haber estado acostado más de un hora. 

Era bastante tarde. Inicialmente, tenía bastante sueño, pero se sentía inexplicablemente emocionado y no era capa de conciliar el sueño. 

El cansancio de haber llorado, gritar y la alegría de volver a tener esperanza se mezclaron. Junto con aquella preocupación por lo que podría hacer en el supermercado, su mente siempre estaba llena de confusión. 

Dio vueltas y vueltas hasta la medianoche, antes de quedarse dormido aturdido. 

Aunque no durmió bien en toda la noche, Xiang Xi se despertó temprano por la mañana. Mirando la hora, llamó a Song Yi a las ocho en punto. 

—¿Hola? —La persona que contestó el teléfono, no sonaba como la voz de Song Yi. 

—Sí... —Xiang Xi no sabía cómo debería dirigirse a Song Yi, Jefe song, Song-ge u otra cosa. Por lo que vaciló y lo llamó por su nombre: —¿Song Yi?. 

—Todavía no se ha levantado —dijo el hombre al otro lado de la línea: —¿Quién eres?

—Mi nombre es Xiang Xi. —Xiang Xi de repente reconoció esta voz, era la voz de Lin He y se sorprendió. Estos dos realmente...¿y también vivían juntos?. 

—Xiang Xi, soy tu Lin-ge —dijo Lin He— Le hablaré por ti. 

—No, no, puedo llamarlo más tarde —dijo Xiang Xi rápidamente. 

—No te preocupes, ¿Quieres que duerma todo el día? —dijo Lin He y luego gritó: —¡Song Yi! ¡Xiang Xi está al teléfono!. 

Después de que se contactó con Song Yi, Song Yi le dio la dirección del supermercado y le pidió que fuera directamente allí. 

Xiang Xi fue a lavarse rápidamente y mirando la ropa que usó ayer, la tomó y la olió. Todavía quedaba el olor a tabaco y alcohol. 

Pero aparte de esta ropa, no tenía nada más, este era su mejor ropa.

Se colocó la ropa de todos modos y salió. 

Según la dirección dada por Song Yi, encontró fácilmente el supermercado. Pero en el momento en que vio el supermercado, de repente no se atrevió a entrar. 

Nadie le dijo antes que este supermercado era un supermercado de tan alto nivel, y siempre pensó que era del mismo grado que un supermercado normal que vendía verduras abajo. 

El supermercado de Song Yi no era demasiado grande, pero la decoración era muy bonita y no vendían verduras adentro. Con tan solo mirar a través de la vitrina, podía haber productos minoristas y bebidas bellamente empaquetadas, así como el personal con su uniforme de supermercado. 

Alguien detrás de él tocó la bocina, Xiang Xi giró la cabeza y vio a Song Yi montando una motocicleta a batería estacionada detrás de él. 

—Song...Jefe, buenos días —Xiang Xi no esperaba que Song Yi estuviera arriba de una motocicleta, por lo que sabía cómo saludar ahora. 

—Vamos —Song Yi estacionó la motocicleta a batería en la acera y la estacionó: —Entremos. 

El trabajo que arregló Xiang Xi fue muy simple, principalmente se encargaba de contar y pasear por el supermercado, como también ayudando a los clientes cuando no pudieran encontrar algo. 

—No es difícil, solo que será un poco agotador —dijo Song Yi. 

—Es mucho más fácil que cuando estaba en Sha...Shaxian —dijo Xiang Xi con una sonrisa: —Gracias. 

—Puedes empezar a trabajar en cualquier momento, ¿hoy quieres familiarizarte con la situación del supermercado? —Song Yi conversó con él. 

—Bien, incluso puedo comenzar a trabajar de inmediato —Xiang Xi asintió de inmediato. 

—¡Zhang Xin! —Song Yi sonrió y llamó a una chica de unos veinte años en la caja registradora. La Chica al escucharlo, vino de inmediato y Song Yi se la presentó a Xiang Xi: —Ella es la capataz, síguela y aprende de ella primero.  

—Está bien —Xiang Xi asintió. Zhang Xin extendió su mano y se congeló por un momento, antes de extender la mano también y sacudirla: —Mi nombre es Xiang Xi. 

—Obtendrás el registro de entrada y esas cosas, más tarde —Song Yi tomó un cigarrillo y lo encendió: —Primero necesitas un uniforme, yo...

—No está permitido fumar en el supermercado —Zhang Xin lo miró. 

—Oh —respondió Song Yi con el cigarrillo en la boca: —¿Yo lo dije?. 

—Está en las regulaciones del supermercado —dijo Zhang Xin. 

—Bien, bien, bien. Si no entiendes algo, solo pregúntale a Zhang Xin —Song Yin se dio la vuelta y entró a la oficina trasera. 

Zhang Xin era una chica seria, trajo un uniforme para Xiang Xi y después de que se cambió, lo guio por el supermercado un par de veces y le indicó dónde se colocaban cada uno de los diferentes productos. 

—Si no tienes nada que hacer, da algunas vueltas para poder ver si la cosas están bien puestas, si están dañadas o no. Cuando lleguen los productos, debemos revisarlos y colocarlos en los estantes y presta mucha atención a estas cosas. Nuestro supermercado no es grande y solo hay cuatro o cinco personas en este turno. Préstale atención a muchas cosas. 

—Sí —Xiang Xi asintió con seriedad. 

—Te contaré sobre el cronograma cuando termine —Zhang Xin le contó rápidamente sobre el horario general de los turnos: —y puedes conocer los detalles al mirar los horarios de turnos en la oficina. 

Xiang Xi se alegró de ser semi-analfabeto, al menos podía entender los horarios...

Después de que Zhang Xin terminó de hablar con él, le presentó a varios otros compañeros de turno. Luego regresó a la caja, donde estaba ocupada y Xiang Xi dio vueltas solo por el supermercado. 

Cada vez que pasaba al frente del espejo, se miraba de forma furtiva y podía verse en uniforme. 

El uniforme era una camiseta amarilla de manga corta, junto con unos pantalones deportivos de color azul. Se veía muy enérgico y Xiang Xi sentía que no podía cansarse de verse y sintió una indescriptible sensación de satisfacción. 

¡Un uniforme!

¡Ahora era incluso un hombre uniformado! 

Cundo pensó en esto, no pudo evitar reírse. Siempre sentía que esto era irreal y necesitaba seguir mirándose arriba y abajo, buscándose en el espejo. 

¡Ja! ¡Jajaja! 

El supermercado de Song Yi estaba al lado de varios vecindarios nuevos, por lo que el negocio era bastante bueno y los clientes en el supermercados no paraban de llegar. Xiang Xi le prestó atención a los que hacían sus demás compañeros de trabajo, como también recordando lo que había en los estantes y también, prestando atención los clientes. No se sentía cansado después de haber estado de pie toda la mañana y su estado de ánimo era muy bueno. 

Hubo una clienta en particular, que tenía bastante prisa de encontrar un cepillo de dientes, por lo que le preguntó a Xiang Xi, y Xiang Xi, la guió hacia el estante de necesidades diarias. Ella le dijo gracias y Xiang Xi de pronto sintió muchas ganas de saltar. 

Era casi mediodía cuando Zhang Xin se le acercó y le preguntó qué quería comer, iba a pedir comida rápida y le tendió un menú. 

Xiang Xi estaba un poco nervioso sosteniendo el menú. Al principio no sabía muchas palabras, pero al estar nervioso, no pudo entender ninguna palabra del menú y como no pudo entenderlos, a excepción de los números, no tuvo más remedio que elegir una de 10 yuanes y lo señaló: —Este. 

—Mm —Zhang Xin asintió— Agreguemos un huevo frito, ¿Cuánto crees que cuesta la comida?, ¿O quieres agregar unas salchichas?. 

—Entonces agregaré salchichas, gracias —dijo Xiang Xi. 

Al mediodía, varias personas del mismo turno comieron juntas. Xiang Xi no sabía que lo que había pedido era arroz con costillas, hasta que se había unido junto a todos en el salón del personal. Las costillas de cerdo de la comida rápida no eran muy buenas y no fue capaz de comerla, pero afortunadamente le agregó salchichas. 

Después de algunos bocados de comida, vio algunos menú esparcidos sobre la mesa. Así que tomó uno, lo dobló y lo guardó en su bolsillo, planeando regresar por la noche y estudiar los diferentes platillos disponibles. 

Después de que empacó su lonchera, Xiang Xi salió del salón y justamente en ese momento, Song Yi salió de la oficina.  

—Song... —Xiang Xi lo miró, pero no fue capaz de escuchar como otros de sus compañeros de trabajo se dirigían a Song Yi, por lo que vaciló. 

—Está bien si me llamas Song-ge, así es como todos me llaman —Song Yi sonrió— ¿y qué tal? ¿Estás cansado?. 

—No estoy cansado —Xiang Xi se frotó la nariz— No estoy cansado en absoluto. 

—Cuando no haya nadie en el supermercado, pídele a Zhang Xin que te enseñe a usar la caja registradora —Song Yin señaló la caja registradora: —No es difícil. 

—Está bien, gracias Song-ge —dijo Xiang Xi. 

Después de que Song Yi se fue, Xiang Xi continuó deambulando por el supermercado. Hubo muchas personas en el supermercado, por lo que no tuvo oportunidad de pedirle a Zhang Xin que le enseñe a usar la caja registradora. También había un repartidor que ayudaba a sus compañeros de trabajo a trasladar la mercancía al pequeño almacén que había atrás. 

Un chico aproximadamente de su edad, tomó un cuaderno y anotó. El nombre de este chico era Yu Baoquan, y Xiang Xi pensaba que su nombre era muy interesante y fácil de recordar.  

Se inclinó y miró el cuaderno: —¿Anotas la mercancía que llegó?. 

—Mm —Yu Baoquan asintió: —Hay que anotarlo, como también se anota cuando se saquen y se coloquen sobre los estantes. 

—....Oh —Xiang Xi miró las palabras en el cuaderno. 

De pronto, entró en pánico. 

Si algún día deba anotarlo, ¿debería recordar todo eso?. 

El número total de palabras que ha escrito en su vida estimaba que era menos de 200...

Al salir del trabajo por la tarde, Zhang Xin aprovechó la falta de clientes y reunió a todos del turno y realizó un resumen simple. 

—Muy bien —dijo Zhang Xin con una sonrisa: —Fue un trabajo duro, hora de salir del trabajo, vuelvan y coman algo 

Ya habían llegado sus compañeros de trabajo del turno de la tarde. Xiang Xi se cambió de ropa y colgó su uniforme en el perchero del vestuario. Si no fuera por ver que todos hacían esto, realmente quería llevarse esta ropa y apreciarla un poco más. 

—Escribe tu nombre aquí, abajo —Yu Baoquan le entregó un bolígrafo y señaló el cuello de su ropa: —De esa manera, nadie se confundirá. 

—Oh, ¿tienes que escribir el nombre? —Xiang Xi tomó el bolígrafo. Podía escribir su nombre, pero sería ilegible su letra. 

—Solo hazle una marca, yo le hice una marca —Yu Baoquan se rió— ¿tu letra es fea? la mía también. 

Xiang Xi se rió entre dientes, apretó el bolígrafo y le dibujó dos líneas onduladas en el cuello. 

Salió del supermercado junto a Yu Baoquan. Yu Baoquan encendió una motocicleta a batería y justamente cuando Xiang Xi se despidió de él, giró la cara y vio el auto de Cheng Boyan estacionado a un costado de la carretera. 

Sus ojos se abrieron, pero aún así corrió con rapidez y abrió la puerta del auto. 

—¿Qué haces aquí? —Alzó la voz, con una sonrisa. 

Cheng Boyan miró la hora, también con una sonrisa: —Llevó aquí casi dos horas. 

—¿Ah? —Xiang Xi se sorprendió. 

—Hoy fue un día de descanso. Song Yi me dijo que estabas trabajando al mediodía y salí después de haber caminado y haber comprado algo de comida —Cheng Boyan encendió el auto— Sube, te invitaré una comida. 

—¿Dónde vamos a comer? —Xiang Xi se subió al auto. 

—En mi casa —Cheng Boyan lo miró: —¿Dónde más quieres comer?. 

—Sí, comer afuera es antihigiénico, insalubre y poco saludable... —Xiang Xi habló, con una sonrisa: —Entonces vayamos a tu casa y comamos gachas de frijoles mixtos. 

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[1] Cebolla (洋葱) Cantada por Yang Zongwei.

[2] La canción que canta Xiang Xi se llama "Borracho" (醉) de Chen Chusheng (陈楚生). 

Xiang Xi luchó una última vez en su vida sombría. Pero, a cada paso que daba, le acompañaba la sombra de su pasado como si fuesen cicatrices. Sin embargo, jamás se dio por vencido...hasta que conoció a Cheng Boyan, que como si fuera una luz y aunque no era tan brillante en medio de esa oscuridad, le era suficiente para iluminar su camino, sostenerlo y brindarle calor.

[ FIN VOLUMEN 1 ]