Capítulo 30: Feliz

Jiang Ran verificó la hora en la barra de notificaciones, ya eran casi las ocho en punto, por lo que los maestros deberían estar fuera del trabajo. Pero, su maestro fue capaz de enviarle un mensaje como este, indicándole que se tomaba muy en serio esto. 

Jiang Ran respondió rápidamente el mensaje. 

Le agradaba mucho este maestro, aunque a veces era demasiado estricto en el salón de clases, pero era muy responsable. 

Al igual que Yuan Ding y Meng Bairi, que a menudo se quejan, pero, si alguien levanta una calumnia en su contra, lo defenderán. 

Jiang Ran sintió calidez en su corazón. 

Pero la última frase que le dijo el maestro fue bastante extraña, ¿Conversar con Tan Ye?.

Pensándolo de esta manera, no parecía haber problema alguno. 

......

Después de que Lu Min colgó la llamada, su rostro se volvió cada vez más feo. 

Ella comprendía sobre el hecho de trabajar duro durante mucho tiempo, por lo que fue capaz de comprender lo que dijo Zhang Desheng, pero ella seguía insatisfecha con su educación. 

Le parecía correcto que el maestro dirija bien en la escuela y que deba entrometerse en algunos asuntos. 

Lu Min creía que esto no era algo malo, ya que si ella que experimentó el trabajo duro por su cuenta, ¿Cómo podría haber sido admitida en las mejores escuelas del país?. 

Si Jiang Ran fuese un completo tonto, no estudiaría mucho, o acaso, ¿De verdad quería ser un completo tonto todo el tiempo? 

Lu Min miró su teléfono y resopló. 

Después de un rato, el nombre "Lu Yuan" se iluminó en la pantalla. 

Lu Min finalmente se recuperó un poco su ánimo: —...Me llamas ahora, ¿no ibas a trabajar horas extras el día de hoy?. 

Lu Yuan sonrió y dijo: —Sí, pero decidí mejor salir a comer contigo, así que me pregunté si estás libre esta noche. 

Lu Min miró hacia arriba: —Sí. 

Después de decir algunas palabras más, colgó el teléfono y gritó hacia la cocina: —No hay necesidad de preparar la cena. 

La tía Sun asintió rápidamente. 

Estaba acostumbrada a que Lu Min cambiara repentinamente de decisión, y afortunadamente, todavía no había comenzado a preparar los platos en este momento, por lo que no comenzó de inmediato. 

Faltaban unos días para las vacaciones del Día Nacional, y por primera vez en casa, Jiang Ran se sentía aproblemado sobre lo qué debería hacer. 

Hizo más de la mitad de su tarea en el primer día. Por supuesto, se sentía cansado haciendo las preguntas de inmediato, y no era divertido salir a jugar solo. 

Jiang Ran de repente pensó que hubiese sido mejor quedarse en la escuela. 

Nunca antes se había sentido de esta manera, no sentía que algo anduviera mal y atribuía directamente a esa idea a querer mejorar sus calificaciones. 

Cuando Jiang Ran terminó de escribir los exámenes, siempre pensó que Tan Ye estaba allí y que definitivamente le iba a decir en qué se estaba equivocando. 

Por supuesto que no podía encontrar por sí mismo en qué se estaba equivocando. 

Y pensando así, desde que se transfirió a la escuela y comenzaron a ser compañeros de asientos, Tan Ye constantemente le señalaba sus errores. 

Jiang Ran suspiró ante los exámenes. 

Fue al círculo de amigos. Tan Ye pareció haber salido a divertirse, ya que vio la foto de una barbacoa al aire libre en su círculo de amigos. 

Es aún más vergonzoso molestarlo en este momento. 

Al tercer día de vacaciones, hubo personas en casa. 

Jiang Ran vio una película el día anterior y era extraño que se durmiera una hora tarde. Así que bajó un poco tarde por la mañana. 

Luego vio a Lu Qingxu y a Lu Yuan en la sala de estar. 

La expresión originalmente relajada de Jiang Ran desapareció, y sin ninguna palabra, fue a la cocina a buscar su propio desayuno. 

La tía Sun estaba adentro: —Joven maestro, estás despierto. 

Ella miró hacia afuera y susurró: —El señor Lu y los demás han estado aquí durante una media hora. Según lo dicho por la señora, planeó salir a comer todos juntos después. 

Jiang Ran dijo: —Lo sé. 

Después de todo, donde quiera que vayan, no tenían nada que ver él. 

Jiang Ran estaba a punto de subir las escaleras, con leche, pan y huevos, pero Lu Min se detuvo: —¿Tienes que ir a desayunar a tu habitación?. 

Tuvo que sentarse en el otro extremo de la mesa. 

Para ser honesto, Lu Yuan y Lu Qingxu rara vez venían a desayunar a la casa, y hoy, era la segunda vez que Jiang Ran se encontraba con él. 

—Vamos a salir a divertirnos más tarde, ¿Xiao Ran, quieres venir con nosotros?. No es bueno quedarse leyendo en casa todo el tiempo, vamos a relajarnos adecuadamente. 

Lu Yuan se rió. 

Jiang Ran lo miró y dijo suavemente en un momento después: —No, todavía tengo tareas que terminar. 

—Está bien si no quiere ir —dijo Lu Min: —Probablemente no se divertiría demasiado, tampoco será capaz de decir mucho. 

Jiang Ran se sirvió su desayuno con calma. 

—Por cierto, el cumpleaños de Qingxu llegará pronto —Lu Min de repente giró su cabeza: —¿Hay algo que quieras?. 

Jiang Ran también miró a Lu Qingxu. 

Lu Qingxu estaba a punto de hablar, pero se sobresaltó al sentir su mirada. 

La escena que había visto, era como una bomba de tiempo. 

Lu Qingxu bajó la cabeza y dijo: —No es necesario, mi cumpleaños es algo complicado y no quiero que malgastes tu dinero, tía. 

Lu Min se sorprendió cuando escuchó sus palabras, luego asintió. 

Por supuesto, una cosa es que él le diga a ella lo que quiera que le compre, ¿Acaso el novio que tenía no podía comprarle nada a su hijo?. 

Jiang Ran comió rápidamente y no quiso escucharlos hablar, así que fue directamente hacia arriba. 

Lu Qingxu tenía algo en mente, así que terminó su comida con dos o tres bocados, y encontró una excusa para subir las escaleras: —Jiang Ran. 

Jiang Ran se detuvo. 

—¿De verdad te aferras tanto a ese asunto? —dijo Lu Qingxu con ojos rojos: —¿Crees en verdad que puedes amenazarme?. 

"....."

Jiang Ran quedó atónito. 

Sintió que cada vez que Lu Qingxu se apresuraba a decirle algo, obviamente no había algo diferente a esto, y no sabía lo que estaba pensando Lu Qingxu. 

Con las palabras que Yuan Ding usaba para a menudo quejarse, era alguien que pensaba demasiado en sí mismo y pensaba que otros también pensaban en él. 

Al ver que no hablaba, Lu Qingxu pensó que había acertado: —Jiang Ran, crees que no siento pena por ti, ¿verdad?. 

Al escuchar esto, Jiang Ran finalmente dijo: —No quiero verte a ti, ni tampoco a tu padre. 

Por supuesto, Lu Qingxu sabía lo que estaba pensando.

Jiang Ran nunca ha tenido una buena actitud hacia el padre e hijo desde un principio.  

Jiang Ran abrió la puerta, estaba adentrándose y de pronto se detuvo: —No me sigas buscando para esto, es muy molesto. 

Antes de que Lu Qingxu pudiera reaccionar, agregó: —Además, por favor, no vuelvas a entrar a mi habitación, ni tampoco toques mis cosas. 

Tampoco lo tomes. 

La cara de Lu Qingxu se torció por un momento. 

Era realmente vergonzoso ser criado de esa manera por alguien, pero no podía hacer nada más en este momento. 

Lu Qingxu vio que la puerta se cerraba frente a él. 

De regreso a su habitación, Jiang Ran todavía sentía que Lu Qingxu era alguien realmente molesto. 

Odiaba a los que eran tan superficiales. Muchas de las personas que conocía, eran extrañas, enmarcados entre la línea del disgusto y el gusto. 

Lu Qingxu ha estado mencionando sobre este incidente más de una vez, cada vez que acudía a él. Obviamente, el propio Jiang Ran nunca lo ha mencionado y no sabía lo que realmente estaba pensando Lu Qingxu, quien siempre pensó que lo iba a decir. 

Jiang Ran pensó que seguía así por un tiempo más, terminaría aburriéndose y tal vez comenzará a hablar sobre eso. 

Se recostó en la cama, mirando de forma aturdida el techo. 

No mucho después, escuchó el sonido de un auto arrancado abajo. 

Jiang Ran se levantó y fue a la ventana. Vio a Lu Yuan y Lu Qingxu subiéndose al auto de Lu Min, luego salió de la casa Jiang y desaparecieron hasta el final del camino. 

De repente exhaló un suspiro de alivio. 

Fue lo mejor haberse ido. 

Jiang Ran se recostó en la cama y jugó algunos pequeños juegos en tu teléfono por un rato. De repente sintió que no era una persona divertida. 

Probablemente porque su vida en la escuela secundaria Yizhong era muy diferente a antes, y parecía un poco difícil para él adaptarse a estar solo por un tiempo.  

Jiang Ran abrió WeChat y revisó el círculo de amigos. 

No habían muchos amigos en su círculo de amigos. Meng Bairi y Yuan Ding resultaron ser lo que amaban publicar sus momentos durante las vacaciones, publicando a dónde fueron y qué comieron. 

Anoche, conversó con Tan Ye y luego se acostó. Hasta este punto, la interfaz de su chat seguía siendo el primero. 

Jiang Ran se dio la vuelta y envió un mensaje. 

No hubo una respuesta después de mucho tiempo. 

Supuso que no lo vio, mientras se divertía afuera. 

Pensando de esa manera, Jiang Ran no pudo evitarlo, buscó el número de Tan Ye que había almacenado antes y lo marcó. 

Mientras esperaba para responder, se sentía inexplicablemente nervioso. 

Esta era la primera vez que tomaba la iniciativa de llamar a Tan Ye. 

De lunes a viernes, llamaba al tío Zhou y a la tía Sun, y a nadie más, o también, recibía llamadas molestas de bienes raíces y de bancos. Con Yuan Ding y los demás, solo se contactaba a través de WeChat. 

—¿Sí? 

La voz del otro lado, pareció haber llegado junto con una corriente eléctrica. 

Jiang Ran balbuceó: —Soy yo. 

Sentía que el otro lado era un poco ruidoso, tanto que no podía distinguir qué era el sonido del fondo. 

Desde el otro lado. 

Tan Ye estaba sentando a mitad de una sala privada, mientras que todos los demás estaban jugando juegos de mesas, o bebiendo y hablando. 

Tan Ye giró la copa que tenía en la mano: —¿Quién eres?

"...."

Por alguna razón, Jiang Ran sintió que Tan Ye lo estaba haciendo a propósito: —Jiang Ran, ¿no puedes oír mi voz?

Tan Ye reprimió una sonrisa: —Te escuché. 

Jiang Ran sabía que lo hizo a propósito: —¿Estás divirtiéndote afuera?, escucho mucho ruido por allí. 

Tan Ye bebió un sorbo: —Es el cumpleaños de un amigo. 

Jiang Ran no sabía qué decir, después de mucho tiempo, ahogó una oración: —...Entonces, feliz cumpleaños para él. 

Tan Ye entrecerró los ojos: —¿Me quería preguntar esto?

Jiang Ran dijo "Mm", luego negó rápidamente: —Claro que no, no sabía que era cumpleaños de tu amigo, solo quería preguntarte sobre qué estabas haciendo. Acabé con mi tarea hoy y siento que he estado mejor que antes...

La música dentro de la sala privada se hizo más fuerte. 

Tan Ye escuchó con claridad la voz que provenía del teléfono, cuanto mayor era el sonido en el ambiente se marcaba un gran contraste, pero no era débil. 

Parecía que ahora podía pensar en la forma de hablar de Jiang Ran en este momento. 

Tan Ye preguntó en voz baja: —¿Dónde estás?. 

Jiang Ran dijo: —En casa, ¿y tú?

Después de preguntar, sintió que había hecho esta pregunta de otra forma y ya había dicho que estaba en un cumpleaños de un amigo. 

Pero Tan Ye respondió: —En la casa de un amigo. 

Tan pronto como su voz cayó, Jiang Ran escuchó algunos gritos y risas. Parecían haber hombres y mujeres, muchas personas. 

—Ese lugar parece bastante animado —dijo Jiang Ran. 

—¿Te gusta los lugares animados? —Preguntó de repente Tan Ye. 

Jiang Ran no reaccionó y respondió: —Un poco...

Ya no le gustaba los lugares silenciosos. 

Sin embargo, Jiang Ran recordó de repente que obviamente no estaba llamando para discutir esto con Tan Ye, quería preguntarle algo más. 

Aunque no había pensado qué era. 

Tan Ye miró los diversos vasos de colores y volvió a preguntar: —¿Hay alguien en casa?. 

Jiang Ran respondió de manera directa: —No, solo somos yo, la tía Sun y mi madre ha salido, probablemente no regresará hoy. 

Tan pronto como Tan Ye lo escuchó, adivinó algo. 

Se recostó en el sofá: —¿Quieres venir?

Jiang Ran dijo: —¿Qué?

Tan Ye tiró del cuello de su camiseta y le dijo a la persona al otro lado del teléfono: —¿No te gusta los lugares animados? ven aquí. 

Jiang Ran quedó atónito: —¿A tu casa?

Los amigos con los que estaba familiarizados, aquellos que lo rodeaban habían notado durante mucho tiempo que había estado conversando con alguien con su teléfono. Todos querían saber quién era, después de todo, pocas personas podía conversar con Tan Ye durante mucho tiempo. 

Alguien de pronto se inclinó: —Tan-ge, ¿Quién es?. 

Tan Ye dijo algunas palabras más y colgó la llamada. Visiblemente se veía feliz, se levantó y estaba a punto de salir. 

—Oye, Tan-ge, el pastel aún no se ha comido y solo han pasado unas horas, ¿y ya piensas irte?. 

Alguien se acercó por detrás. 

Tan Ye respondió casualmente: —No me iré. 

—Entonces, ¿Qué irás a hacer afuera?, puedo enviar a alguien por si necesitas algo.

Tan Ye no pareció escucharlo y caminó rápidamente hacia la puerta. Abrió la puerta y salió, antes de irse dijo...

—Iré a buscar a alguien. 

Iré a buscar a mi pequeño compañero de asiento.