Capítulo 60

¿Vivir juntos?

—¿El incendio ocurrió en Zhaojiayao? —Cheng Boyan seguía atónito y se volvió para mirar hacia el televisor. 

—Cerca de Zhaojiayao, en ese viejo callejón y no está lejos de Dawali. Había viejas casas en las que nadie vive —Xiang Xi lo agarró del brazo y no soltó, junto a su voz temblorosa: —¡Es Mantou! ¡Debe ser Mantou! ¡Él lo hizo! 

—No te preocupes todavía —Cheng Boyan le dio unas palmaditas en el brazo: —Leeré las noticias. 

—¡Ya lo he visto! —Xiang Xi rugió: —¡Lo he visto! ¡Zhaojiayao! ¡Fue en Dawali! ¡Ese es el territorio del tío Ping! ¡Fue un gran incendio! 

Cheng Boyan se sorprendió por su rugido y lo abrazó rápidamente, dándole palmaditas en la espalda: —Está bien, está bien, lo entiendo. No te preocupes. 

—Sólo una persona resultó quemada —Xiang Xi continuó: —¿Solo una persona resultó quemada? ¿Fue Mantou? ¿el tío Ping? ¿O Erpan...? lo llevaron a tu hospital, a tu hospital...

—Lo sé, lo sé —Cheng Boyan frotó su espalda con fuerza: —Iré al hospital de inmediato. Si él no está en nuestro hospital, le preguntaré a algunos de mis colegas si está en algún u otro hospital. No te preocupes, lo averiguaré y definitivamente lo haré por ti, lo prometo. 

No había más información en las noticias, sólo sabía que el incendio fue bastante grande y quemó tres edificios antiguos muy seguidos. Pero como todas eran casas antiguas en las que no vivía nadie, no causaron mucho daño y no hubo víctimas. 

Pero, ¿Quién resultó herido? ¿y quién provocó el incendio? eso no lo dijeron en las noticias, sólo que se continuará con el seguimiento. 

Xiang Xi se sentó en la mesa y se comió el desayuno que le trajo Cheng Boyan, sin hablar ni mirar la televisión. Cheng Boyan pensó que el té de la mañana de este restaurante era bastante bueno, pero después de este incidente, perdió el apetito y no pudo saborear la comida. No fue capaz de terminarlo después de solo dos bocados.  

—Te lo daré —Cheng Boyan se colocó de pie: —Te llevaré...

—No es necesario —Xiang Xi comió bastante. Se comió su propia porción, también la porción de Cheng Boyan que no había acabado. Se secó la boca y rápidamente guardó la lonchera en su bolso: —No estás de camino, solo déjame en la parada de autobuses más cercana. 

Cheng Boyan lo miró y no dijo nada. 

Cheng Boyan llevó a Xiang Xi a la parada de autobús. Y cuando Xiang Xi estaba por bajar del auto, Cheng Boyan tiró de su brazo: —Xiang Xi. 

—¿Mm? —Xiang Xi se dio la vuelta. 

—Espera mi llamada, no corras —dijo Cheng Boyan. 

—Mm —Xiang Xi asintió: —No te preocupes, no perderé el tiempo. 

—Ve —Cheng Boyan sonrió. 

. . .

Xiang Xi caminó hacia el andén. El auto de Cheng Boyan estuvo detenido por un momento antes de alejarse lentamente, suspiró suavemente y se apoyó contra el cartel publicitario. 

Si hubiera escuchado esta noticia hace unos meses, habría hecho un viaje desesperado a Zhaojiayao a toda costa. Como aquella vez, en que fue a la licorería ilegal. 

Pero hoy no lo hizo. Sentía pánico y miedo, pero no tenía la intención de ir a mirar. 

Aparte del hecho de que no se atrevía acercarse precipitadamente a Zhaojiayao, sabía que este asunto no era trivial. Si realmente esto estaba relacionado con Mantou, definitivamente se meterá en problemas si va allí, y no ayudará en lo más mínimo a Mantou. 

Aunque estaba un poco indefenso, lo único que podía hacer, era esperar la llamada de Cheng Boyan. 

Fue un buen momento cuando llegó al supermercado, abrió las puertas del supermercado y Yu Baoquan, llegó después con su pequeña motocicleta. 

—¡Buenos días! —Yu Baoquan lo saludó con la mano. 

—Buenos días —Xiang Xi sonrió. 

Después de terminar de barrer el piso de la entrada con Yu Baoquan, llegaron Zhang Xin y He Xiaoru. Zhang Xin los saludó y entró a cambiarse de ropa. He Xiaoru saludó a Yu Baoquan, bajó la cabeza cuando vio a Xiang Xi y entró trotando al supermercado. 

La sonrisa que Xiang Xi acababa de esbozar tuvo que disiparse, y Yu Baoquan le dio una palmada en el hombro: —Tu rechazo ese día fue demasiado directo. Supongo que a Xiaoru le tomará un tiempo recuperarse. 

—No me gusta dar tantas vueltas —dijo Xiang Xi: —Si doy tantas vueltas a un asunto, me toparé con malentendidos y todo después será poco claro. 

Yu Baoquan se rió dos veces. 

No habían muchos clientes por la mañana, Zhang Xin estaba ordenando los estantes mientras conversaba con He Xiaoru: —El incendio se podía ver desde mi casa y les tomó mucho tiempo apagarlo. 

—Afortunadamente, nadie vivía ahí —dijo He Xiaoru. 

—¿Están hablando del incendio de anoche? —Xiang Xi estaba a punto de trapear el piso, pero se detuvo después de escuchar lo que dijeron. La familia de Zhang Xin no vivía en Zhaojiayao, sino que estaba en esa dirección. 

—Mm, tú también lo supiste, ¿verdad? —dijo Zhang Xin: —Dio mucho miedo. Escuché que llamaron a la policía después y me sorprendió. ¿De verdad era tan necesario que la policía fuese al incendio? 

—¿La policía? —Xiang Xi quedó atónito. 

—Mm —Asintió Zhang Xin: —También escuché a las personas hablar sobre eso mientras desayunaba por la mañana. Me pregunté si el incendio fue demasiado grande y requería apoyo policial. 

Xiang Xi no dijo nada, su corazón de hundió por completo. 

Estaba casi seguro de que Mantou hizo todo esto, pero no entendía por qué Mantou le prendió a esas viejas casas, donde nadie había vivido allí desde que es un niño. Solo habían una pocas habitaciones que usaban como gallineros y todo lo demás estaba en ruinas. 

¿Cuál es punto de quemar unas viejas casas? 

¿Por qué no simplemente quemar al tío Ping y a Erpan en sus casas? 

Pero...imaginar a Mantou quemando las casas del tío Ping y Erpan...sintió escalofríos, eso no sería un incendio provocado, más bien sería asesinato. 

Aunque odiaba al tío Ping y a Erpan en su corazón, a pesar de que el tío Ping casi lo mata en medio de la nada, nunca pensó en matar al tío Ping y a Erpan. No dejaría que aquel hecho tan oscuro permaneciera para siempre en su corazón. 

No sabía si era porque no tenía suficiente coraje o porque no odiaba lo suficiente. 

Había estado pensando en esto toda la mañana, y cuanto más pensaba en ello, más no podía entenderlo. Y cuanto menos entendía, más quería pensar en ello y cuanto más pensaba en ello, más le faltaba la respiración. 

Cuando debía pedir el almuerzo, no pidió y no quiso comer nada. Simplemente se acuclilló en el callejón de la puerta trasera del supermercado. 

Ya no fuma demasiado. Aunque Cheng Boyan no lo obligó a dejar de fumar, solamente una vez le dijo que no lo hiciera, así que de vez en cuando fumaba. 

Pero en este momento, sacó su pitillera y encendió un cigarrillo, para llevárselo a su boca. 

El humo flotaba frente a sus ojos y su mente finalmente comenzó a sentirse vacía.

La llamada de Cheng Boyan llegó al final de su descanso. Xiang Xi todavía estaba en cuclillas en aquel callejón con su teléfono en mano y en el momento en que escuchó el timbre, contestó: —¿Hola? 

—Ese hombre está en nuestro hospital... —Escuchó la voz de Cheng Boyan. 

—¡¿Es Mantou?! —Xiang Xi de inmediato se levantó. 

—Aún no está claro. No pregunté el nombre —Cheng Boyan probablemente estaba en el baño, ya que podía escuchar el sonido del agua al tirar la cadena: —Y con la policía custodiando el lugar, no hay forma de saber más sobre la situación específica. 

—¿Policía? —Cuando Xiang Xi escuchó esta palabra, sus piernas se suavizaron y se apoyó contra la pared. 

—Volveré a preguntar más tarde —dijo Cheng Boyan: —Iré a buscarte al trabajo por la tarde. 

—No es necesario que preguntes —Xiang Xi se mordió el labio: —Si haces demasiadas preguntas, la policía podría sospechar de ti. Así que no lo hagas más. 

—Sé muy bien cómo preguntar —Cheng Boyan sonrió: —No salgas esta noche y espérame. 

—Mm —respondió Xiang Xi. 

Después del gran evento del museo, la circulación en el supermercado volvió a la normalidad y no había tantas personas como antes. Pero Xiang Xi caminó de un lado a otro por el supermercado toda la tarde y no quiso quedarse quieto en un lugar. Sentía que iba a entrar en pánico si se detenía. 

—Oye —Yu Baoquan estaba jugando con su teléfono en la caja y conversando con Zhang Xin, y de repente le dio unas palmaditas en la mesa de la caja: —¿Han visto las noticias? Se dice que en el incendio que ocurrió, se debió a que habían sospechas de droga oculta en las casas. 

—¿Qué? —Zhang Xin se acercó de inmediato. 

Cuando Xiang Xi escuchó esto, todo su cuerpo pareció ser azotado. Se congeló por un momento y luego se apresuró hacia la caja. Tomó el teléfono de Yu Baoquan y dijo: —Déjame ver. 

Xiang Xi miró fijamente la pantalla del teléfono. Habían varias imágenes en ella, pero no reconoció ninguna palabra. Desde un principio ha sido lento para leer, pero ahora que estaba ansioso, no podía entender bien las palabras que tenía delante de sus ojos. 

—Todavía es un rumor —dijo Yu Baoquan: —Pero no dudo de eso, lo más seguro lo sabremos en las noticas de esta noche. 

—Creo que es verdad —dijo Zhang Xin: —Quizá por eso la policía está allí, ¿verdad? 

¿Drogas?

Xiang Xi le devolvió el teléfono a Yu Baoquan y se sentó en la caja. 

—Oye —Zhang Xin lo empujó: —¿Dónde crees que estás sentado? Si estás cansado, ve a sentarte por un rato al salón. 

Xiang Xi se enderezó y no fue al salón, sino que caminó lentamente entre los estantes. 

Este era un rumor que aún no ha sido confirmado, pero Xiang Xi de repente lo creyó. Esto era cierto. 

Durante el último período de tiempo en que estuvo en Dawali, Erpan continuó llevando a muchas personas a la casa del tío Ping y aquellos, no estaban en el mismo "círculo" que el tío Ping. Estaban en el "círculo" de cometer graves delitos. 

Xiang Xi no estaba si esto era lo que estaban haciendo, pero conocía a Lao Si [1] quien le había pedido ir por algo de comida y escuchó de Mantou que tenía un hermano menor que vendía drogas en un bar. 

Xiang Xi sintió que un escalofrío se extendió desde la yema de sus dedos hasta todo su cuerpo. 

Mantou realmente arriesgó su vida para hacer algo grande. 

Después de salir del trabajo por la tarde, Xiang Xi ayudó a sus compañeros de turno de noche a ordenar los productos y regresó a su habitación. 

Debería comer algo a esta hora, pero no tenía hambre, ni siquiera ha bebido un sorbo desde esta mañana. Pero no sentía nada, ni sed ni hambre. 

Desde su corazón hasta su cabeza, se sentía congestionado. 

El aire acondicionado de la habitación estaba encendida, pero todavía se sentía asfixiado. Y después de tomar profundamente aire y mantenerlo por dos segundos, sintió que se ahogaba. 

Encendió la televisión y esperó las noticias de la ciudad de las 8:30. Se sentó en la cama y se quedó congelado hasta las 8 en punto. Cuando sonó su teléfono, vio que era una llamada de Cheng Boyan. 

—¿Saliste del trabajo? —Xiang Xi respondió el teléfono. No había hablado en más de dos horas y sentía su garganta extrañamente seca. 

—Estoy en la entrada del supermercado —dijo Cheng Boyan: —¿Vas a salir o yo debería entrar? 

—Tú...entra —Xiang Xi no quería perderse las noticias: —Estaciona el auto, saldré e iré a buscarte. 

Cheng Boyan estacionó el auto en el espacio del estacionamiento, al costado de la carretera y al bajar el auto, Xiang Xi salió por el pequeño callejón que estaba al lado del supermercado. Lo saludó con la mano. 

Sacó una bolsa del auto y se lo entregó a Xiang Xi cuando cruzó la calle: —No sé si te guste o no. 

—¿Qué es? —Xiang Xi tomó la bolsa y miró dentro. En el interior habían dos grandes cartones de té con leche, una porción de fruta cortada en cubitos espolvoreada en azúcar y una porción de gelatina y todo todavía estaba helado. 

—Supuse que no comiste mucho —Cheng Boyan extendió la mano y frotó su cabeza: —Todo esta helado y fresco, y también algo dulce para que comas, especialmente cuando no estás de humor. 

Xiang Xi bajó la cabeza y abrazó las porciones, luego guio a Cheng Boyan hacia la puerta de la habitación por la puerta trasera. Sin decir una palabra, ese sentimiento de incomodidad en su corazón fue lavado por el frescor que sentía en sus palmas. 

—¿Has leído las noticias en tu teléfono? —Después de entrar a la habitación, Xiang Xi se sentó al borde la cama, bajó la cabeza y usó una pequeña cuchara para tomar la fruta cortada en cubitos. Al darle dos mordiscos, sintió que sabía muy bien: —Decía que habían...drogas, así que estoy esperando ver las noticias ahora. 

—Mm, me enteré —Cheng Boyan se sentó a su lado y pasó su brazo por sus hombros: —Veamos qué dicen las noticias. 

—Esa persona en el hospital... —Quiso preguntar Xiang Xi en voz baja mientras comía. Pero después de abrir la boca, no se atrevió a preguntar más. Por un lado esperaba que fuera Mantou y por otro, esperaba que no fuera Mantou. 

—Es un joven de unos 20 años —dijo Cheng Boyan. 

La mano de Xiang Xi que sostenía su cuchara se detuvo y quedando a la mitad ese mango cortado en cubitos, y antes de llegar a su boca, este cayó sobre su ropa: —Es Mantou, debe ser Mantou. 

—Aún no estoy seguro —Cheng Boyan tomó de su ropa el mango cortado en cubitos y lo miró durante mucho tiempo, sin saber dónde tirarlo: —Sin embargo, sus lesiones no fueron graves. Sus quemaduras no fueron grandes y parece haber sufrido más lesiones externas.

—¿Lesiones externas? —Xiang Xi frunció el ceño y miró el mango cortado en cubitos en la mano de Cheng Boyan: —Tíralo al suelo. El bote de basura está afuera de la puerta. 

Cheng Boyan se colocó de pie y planeó llevar el mango cortado en cubitos hacía a puerta y tirarlo. 

Tan pronto como se puso de pie, Xiang Xi se puso de pie también y se paró cerca de él. Se congeló y luego sonrió. Rodeó nuevamente con su brazo los hombros de Xiang Xi, caminaron uno al lado del otro, abrieron la puerta, salieron y tiraron juntos el mango cortado en cubitos en el bote de basura. 

Luego regresaron a la habitación uno al lado del otro y cerraron la puerta. Se dieron la vuelta y se sentaron en la cama uno al lado del otro. 

El comercial en la televisión terminó y se escuchó la música de apertura que anunciaba el inicio de las noticias. Xiang Xi de repente se enderezó y la porción que tenía en la mano casi fue aplastada por él mismo. 

—No lo derrames —Cheng Boyan tomó la porción y tomó la cuchara de mangos cortado en cubitos: —¿Quieres comer mangos? 

—Mm —Xiang Xi miró fijamente la televisión.

Cheng Boyan llevó el mango cortado en cubitos hacia su boca, abrió la boca y comió mango cortado en cubitos. 

El titular de la noticia habló de hecho sobre el incendio. Mientras el presentador decía algunas cosas en un principio, Cheng Boyan vio las palabras en la parte inferior de la pantalla de un solo vistazo. 

Se encontraron herramientas para la fábrica de droga en el lugar del incendio, en Zhaojiayao. Donde se sospecha que era una guarida de fabrica de drogas. 

Luego, la escena pasó al lugar del incendio, con el periodista sosteniendo un micrófono frente a una casa medio quemada. 

Probablemente Xiang Xi no tuvo el tiempo para leer las palabras, pero aún podía entenderlas. 

Se quedó mirando la pantalla, con las manos temblando ligeramente. El brazo de Cheng Boyan, que aún rodeaba sus hombros, podía sentir a su cuerpo temblar. 

—Xiang Xi —Después de que esta noticia fue transmitida, Cheng Boyan retrajo su brazo y lo llamó suavemente. 

—¿Escuchaste eso? —dijo Xiang Xi, sin dejar de mirar la televisión. 

—Lo escuché —dijo Cheng Boyan. 

—Esto fue provocado por Mantou —Xiang Xi señaló el televisor: —Es lo que dijeron, el sospechoso del incendio se ha despertado y la policía está llevando a cabo más investigaciones. 

—Mm, lo escuché —dijo Cheng Boyan. 

Xiang Xi no dijo nada más. Se recostó en la cama y miró hacia el techo y pasó mucho tiempo, antes de que dijera algo: —Pensé que iba a terminar quemando a Erpan hasta que este muriera. 

—Sería problemático si lo quemara hasta que muera —Cheng Boyan tomó la cuchara otra fruta cortada en cubitos y la llevó hacia su boca: —¿Papaya? 

—Mantou ¿es inteligente? —Xiang Xi abrió la boca y se comió el cubito de papaya. Después de masticarlo dos veces, se echó a reír y después de un reír, dijo: —Todo este tipo de cosas debió ser por el tío Ping, de alguna forma llevó al tío Ping hacia un callejón sin salida. 

—¿Sabías que el tío Ping hacia esto? —Cheng Boyan lo miró y le preguntó. 

—No lo sabía —Xiang Xi dejó de reír: —Solo estoy suponiendo. Antes de irme, la pandilla de Lao Si siempre venía y todos se reunían en la casa del tío Ping. 

—Si ese es el caso —Cheng Boyan pensó por un momento: —Mantou eligió la mejor manera para protegerse, e independiente si lo denunció o quiso quemar al tío Ping, podría haber ocasionado todo esto por las represalias que iban a tomar contra él...y al menos, de esta forma va a estar protegido. 

—Mm —Xiang Xi levantó las cejas: —Eso es muy inteligente. 

Cheng Boyan no emitió sonido alguno, parecía estar perdido en sus pensamientos con esa porción de frutas cortadas en cubitos en la mano. Xiang Xi siguió mirándolo, mientras metía la cuchara dentro de esa porción y revolvía los cubitos una y otra vez. 

Mantou no iba a morir, Mantou ahora estaba seguro. Si este asunto estaba relacionado con el tío Ping, entonces el tío Ping no podrá escapar y de algún modo lo atraparán...

Aunque este asunto todavía inquietaba un poco a Xiang Xi, en general podía clasificarlo como algo bueno. Salvo sobre el asunto de qué ocurrirá con Mantou a futuro, no estaba seguro de eso. ¿irá a la cárcel? ¿Cuántos años estará allí?. 

Cheng Boyan parecía un poco incómodo, lo que lo confundió un poco. Cheng Boyan no haría esto solo por Mantou, sino que por él. 

Pero, ¿por qué? 

Cuando Cheng Boyan inconscientemente tomó una cucharada de agua azucarada de los cubitos y se llevó a la boca, Xiang Xi finalmente lo tomó el brazo: —¿Qué te sucede? 

Usar la cuchara de otra persona para comer algo que otra persona ha comido, eso es algo que Cheng Boyan no haría en circunstancias normales. 

—¿Mm? —Cheng Boyan lo miró. 

—Eso tiene mi saliva —dijo Xiang Xi. 

Cheng Boyan quedó atónito, volvió a colocar la cuchara dentro de la porción y luego se la entregó a Xiang Xi: —Sigue comiendo. 

—¿Qué te sucede? —Xiang Xi tomó la porción y volvió a preguntarle. 

—Xiang Xi —Cheng Boyan frunció el ceño: —Tu trabajo en el supermercado, renuncia. 

—¿Qué? —Xiang Xi se congeló y se sentó con los brazos levantados: —¿Qué dijiste? ¿Renunciar? 

—Mm —Cheng Boyan todavía tenía su ceño fruncido: —Quédate en mi casa. 

—¿Qué? —Xiang Xi estaba aún más sorprendido. No sabía lo qué quería decir Cheng Boyan antes y ahora menos, con esto. 

¿Vivir juntos? 

—Si la guarida se quemó, todo quedó expuesto —Cheng Boyan lo miró: —El tío Ping y Erpan habrán pensado con claridad y debieron haber escapado por la noche. La policía dijo que estaban llevando acabo más investigaciones y no dijeron que había algún sospechoso arrestado por la fabricación de drogas. ¿Entiendes lo que quiero decir? 

—Quieres decir que, el tío Ping puede... —dijo Xiang Xi en voz baja. 

—Si no sabe bien que fue Mantou quien hizo todo esto, debió haber sigo alguien más —Cheng Boyan habló con lentitud: —Solo debió suponer que eras tú o Mantou, ¿verdad? Y no importa si son enemigos o cómplices, estarán en problemas después de este hecho. 

—Mm —Xiang Xi entendió lo que quería decir Cheng Boyan: —Mantou ahora está en el hospital. Y si ahora quiere venganza...¿Sólo vendrá por mi? 

—No estoy seguro, es solo una posibilidad —Cheng Boyan se colocó de pie: —Este tipo de persona, es capaz de cualquier cosa a este nivel y más si lo obligaron a llegar a este nivel. 

Xiang Xi de repente sintió un escalofrío en la espalda. 

—Pero... —Xiang Xi todavía dudaba. Aunque sabía que incluso si el tío Ping y Erpan estuvieran corriendo para salvar sus vidas y no tuvieran el tiempo para buscarlo, no había garantía que sus subordinados no lo buscaran. 

—Incluso si Mantou fue capaz de encontrarte ese día, es porque te había seguido y si él fue capaz de encontrarte, no le será difícil para los demás —Cheng Boyan caminó por la habitación: —No puedes correr riesgo. 

—Entonces mi trabajo... —Xiang Xi todavía dudaba. 

—Aún puedes tener uno. Después de que termines de aprender la ceremonia del té en dos o tres meses, puedes comenzar a ir a las casas de té. Este no es un gran problema —Cheng Boyan se acercó a él, se inclinó y lo miró: —Ahora quiero que vivas en mi casa, si quieres salir, yo saldré contigo. Quiero te quedes donde mis ojos te vean. 

Xiang Xi abrió la boca, pero no dijo nada. 

—¿Lo entiendes? —Cheng Boyan todavía lo miraba. 

—Entiendo —dijo Xiang Xi—Pero...tengo miedo...

—¿De causarme problemas? —Cheng Boyan sonrió: —Cuando estabas medio muerto en la parte trasera de mi auto y me dijiste "Ge, ayúdame", tú no tenías un lugar donde vivir y cuando decidí traerte a mi casa, ya estabas envuelto en problemas. Es un poco tarde que me lo digas ahora. 

Xiang Xi no dijo nada, se levantó, se arrodilló en la cama y abrazó a Cheng Boyan. 

—Vamos, no seas tan educado —Cheng Boyan también lo abrazó y lo sacudió levemente. 

—No puedo evitar abrazarte —Xiang Xi sonrió. 

—No pienses tanto —Cheng Boyan le dio unas palmaditas en el trasero: —Llamaré ahora a Song Yi. 

—...lo siento por él —Xiang Xi suspiró suavemente y también unas palmaditas en el trasero a Cheng Boyan. 

.......

[1] Este fue mencionado en el capítulo 7.