Capítulo 69

¡Es mío! ¡es mi novio!

Cheng Boyan dijo antes que no se atrevía a decir nada más serio. 

Xiang Xi sabía a lo que se refería y también sabía por qué no se atrevía a decirlo tan casualmente. 

Ahora, cuando escuchó a Cheng Boyan decir estas palabras tan de repente, se sintió confundido mientras sostenía su bolso. 

La puerta del ascensor se abrió y salió una tía que había regresado después de hacer las compras. Después de que saludó a Cheng Boyan, Cheng Boyan entró al ascensor, pero él todavía estaba congelado en la puerta. 

—Vamos a llegar tarde —Cheng Boyan extendió la mano y lo atrajo hacia dentro del ascensor: —¿En qué piensas? 

—¿Qué acabas de decir? —Xiang Xi se volvió para mirarlo: —¿Qué fue lo que dijiste? 

—¿No me escuchaste con claridad? —Cheng Boyan también lo miró: —Luché toda la noche, decidiéndome en decirte estas palabras...

—Dilo de nuevo —Susurró Xiang Xi. 

Cheng Boyan sonrió y permaneció en silencio por un momento, antes de volver a inclinarse hacia su oído: —Xiang Xi, te amo. 

Xiang Xi no dijo nada, solo lo miró fijamente y después de unos segundos, de repente se colocó en cuclillas, enterrando su rostro entre sus brazos. 

—¿Qué pasa? —Cheng Boyan quedó atónito, y cuando se inclinó para ayudarlo, escuchó el grito de Xiang Xi. Se sobresaltó y rápidamente se arrodilló, acariciando la cabeza de Xiang Xi: —Oye, ¿Que sucede? 

Xiang Xi lloraba, lloraba mucho. Sostuvo su cabeza entre sus brazos y lloró hasta que su voz se volvió ronca, como si quisiera desahogar algo. 

No tuvo intención de detenerse, hasta que el ascensor bajó hasta el primer nivel y la puerta se abrió. 

Fue el momento en que los tías y tíos del edificio regresaban después del ejercicio matutino y traían el desayuno con ellos. Y tan pronto como se abrió la puerta del ascensor, habían dos tías y un tío que estaban afuera de las puertas, quedando atónitos al ver esta escena.  

—Levántate primero —Cheng Boyan tiró de la manga de Xiang Xi: —Las personas pensarán que te golpeé hasta hacerte llorar. 

—¿Quién...? —Xiang Xi se secó los ojos y levantó la cabeza. Con lágrimas en su rostro, vio a algunos adultos con rostros de preocupación afuera de la puerta, se quedó atónito y se levantó de un salto. Con la cabeza baja, salió corriendo. 

—Lo siento —Cheng Boyan lo siguió y le sonrió a algunas personas: —Llora porque le duele el estómago. 

Xiang Xi corría rápido y Cheng Boyan no vio su sombra en todo el camino. Cuando llegó hasta el auto, lo vio apoyado contra la puerta del auto y esperándolo. 

—¿Estás bien? ¿Por qué lloraste? —Cheng Boyan se le acercó. 

—No es nada, solo me sentí un poco emocionado de repente —Xiang Xi se había secado las lágrimas, tanto sus ojos como la punta de su nariz estaban todavía un poco rojas, pero su voz no se le notaba poco que había acabado de llorar. 

Cheng Boyan sonrió y le tocó la cara: —No te apoyes en la puerta del auto, está sucia. Mejor sube al auto. 

Xiang Xi se frotó la nariz, abrió la puerta del auto y se subió: —Eres bastante aburrido. 

—¿Mm? —Cheng Boyan también se subió al auto y lo miró. 

—En un momento como este, todavía piensas sobre si está sucio o no —Xiang Xi lo miró y dijo: —aburrido. 

—Es aburrido —Cheng Boyan pensó por un momento: —Debería llorar contigo, ¿así que te parecer si hacemos todo de nuevo? 

Xiang Xi se rió, rió por un buen momento y luego giró la cabeza, para mirar por la ventana. Cuando sacó el auto hacia la calle, dijo en voz baja: —Pensé que no dirías esto. 

—No lo tenía pensado, pero debía decirlo al menos una vez —Cheng Boyan sonrió: —Con un significado diferente. 

—Yo... —Xiang Xi se dio la vuelta y balbuceó en voz baja: —Yo también...yo también...yo...

Xiang Xi no pudo decir esto con fluidez por mucho tiempo y finalmente se dio una palmada en el muslo: —Maldición, me da vergüenza decirlo. 

Cheng Boyan se volvió para mirarlo. 

—Prestaré atención la próxima vez, me siento muy nervioso como para decir esto —Xiang Xi se rascó la cabeza y dijo: —Conduce bien. 

Cheng Boyan no dijo nada más y continuó conduciendo mientras miraba la carretera. 

—Yo también te amo —Susurró de repente Xiang Xi, a su lado. 

Cheng Boyan no reaccionó, pero de pronto el auto se aceleró y después de conducir a alta velocidad por unos metros, de repente frenó. 

—¡Oye! ¡Qué te pasa! —Xiang Xi se sobresaltó y rugió. 

—Solo estoy...un poco emocionado —Cheng Boyan estacionó el auto a un lado de la carretera, tomó una caja de leche y bebió unos sorbos. 

—¡Me asusté demasiado! —Dijo Xiang Xi, pero pensando en ello, se rió de nuevo: —¿Te emocionas con tanta facilidad? 

—Más o menos, déjame decirte algo, nunca realmente has visto a alguien emocionarse tan fácilmente —Cheng Boyan se dio la vuelta y dijo seriamente: —Yo acabo de ver a alguien en cuclillas en el ascensor y llorando cuando se emocionó. 

—Realmente... —Xiang Xi se dio cuenta a mitad de algo a mitad de sus palabras y dijo: —¡Te burlas de mi! 

Cheng Boyan quería decir algo más, pero de pronto escuchó una sirena afuera del auto y un auto de la policía se detuvo junto al auto de Cheng Boyan. 

—¡Policía! —Gritó Xiang Xi en voz baja. Se giró nerviosamente y quiso abrir la puerta, para salir de un salto: —¡Qué está pasando! ¡es la policía! ¿Qué está pasando? 

—¡Es la policía de tránsito! Es un policía de tránsito, es porque no nos podemos estacionar aquí —Cheng Boyan rápidamente tiró de él. Bajó la ventanilla y comenzó a conducir el auto mientras le sonreía al policía de tránsito: —Lo siento, me detuve porque este chico se sintió mareado, ¡nos iremos ahora!

—Me asusté demasiado —Xiang Xi se recostó sobre el asiento del auto: —¡Toda esta mañana solo he sentido susto! 

—Tú... —Cheng Boyan extendió la mano y tiró de su cabello: —Me pregunto cuándo se corregirá este problema tuyo con la policía. 

—En un inicio no lo estaba —Xiang Xi suspiró: —¿No es porque el tío Ping y los demás aún no han sido arrestados? tengo miedo de que la policía venga y me arreste. 

—Incluso si realmente acuden a ti, sólo debes hacerles entender tu situación y decirles lo que sabes —dijo Cheng Boyan: —¿Quién te arrestaría solo por diversión? El número de camas tanto en la comisaría como en el hospital, se han reducido.  

—Mm —Xiang Xi sonrió. 

Cuando llegaron al hospital, la hora era bastante adecuada, pero ya habían muchas personas sentadas en la fila de asientos afuera de la clínica. 

—Diviértete solo, solo no corras. Si tienes algo planeado, pueden venir y decírmelo. Iremos a comer en la entrada al mediodía —dijo Cheng Boyan y se apresuró a entrar a la clínica. 

Xiang Xi miró los asientos y encontró una donde podía ver a Cheng Boyan, y se sentó. 

Cuando se sentó, sintió su trasero un poco...incómodo. Pero aún así era soportable. 

Habían personas sentadas a ambos lados y todos, estaban un poco insatisfechos con la presencia de Xiang Xi, quien se metió en un asiento entre todos ellos a pesar que había mucho más espacio. El tío de la izquierda murmuró: —Al parecer tienes fiebre, ¿por qué te apretujas aquí? 

Xiang Xi lo ignoró y fingió no escucharlo, solo bajó la cabeza, sacó el pan y la leche de su bolso, para comenzar a comer lentamente. 

De hecho, estaba muy familiarizado con el estado laboral de Cheng Boyan. Después de todo, había estado en el hospital durante mucho tiempo y a menudo, pasaba el rato afuera de la clínica, pero esta era la primera vez que lo miraba tan fijamente desde que comenzó a trabajar. 

Al mirar a Cheng Boyan, que acababa de ponerse una bata blanca y comenzó a hablar con el paciente antes de incluso abotonarse la ropa. Sintió esa sensación de frescura y un orgullo inexplicable. 

¡Mira! ¡Ese doctor tan guapo, que habla con mucha calma y sonríe cortésmente es mío! ¡Es mi novio! 

¡Me dijo "te amo" esta mañana! 

Xiang Xi se comió un bocado de pan y sonrió ante la caja de leche. 

Después de comer pan y beber leche, Cheng Boyan recibió dos pacientes. Mientras esperaba a que entrara el tercer paciente, Xiang Xi miró hacia adentro e inmediatamente le sonrió.

Cheng Boyan llevaba una mascarilla y no podía ver su rostro con claridad, pero Xiang Xi aún podía sentir que también estaba sonriendo, tenía sus ojos curvados.

El tercer paciente fue sostenido por alguien más y saltaba con una sola de sus piernas. Cheng Boyan inmediatamente se levantó y le acercó la silla. Luego se agachó y comenzó a revisar su pierna mientras le hacía algunas preguntas. 

Xiang Xi miró su perfil fascinado, recordando la primera vez que entró a la sala de consulta debido a un hueso roto.  

"¿Sigues vivo?"

Esto fue lo primero que le dijo Cheng Boyan en la sala de consulta. Ahora que pensaba en eso, Xiang Xi todavía se sentía muy feliz. 

También recordó las primera palabras que le dijo Cheng Boyan fuera la clínica: "¿Dónde te golpeaste?" 

En el futuro, creo que todavía recordará la escena en la que conoció a Cheng Boyan en la calle. Cheng Boyan, que vestía muy bien y era llamativo, salía del supermercado...

Sosteniendo la bolsa de pan vacía y el cartón de leche en sus manos, recordó de esta manera durante una hora. Xiang Xi repasó lentamente cada detalle entre Cheng Boyan y él. 

Era sorprendente pensar en esto. 

Si no hubiera muerto a manos del tío Ping y escapado de Zhaojiayao, todo esto habría estado fuera del alcance de su imaginación. Haber podido llegar a este punto con Cheng Boyan era algo que nunca había pensado e imposible de imaginar. 

Cheng Boyan era esa luz cálida y que siempre ha anhelado. Y antes de poder ser capaz de abrazar verdaderamente a esta luz, nunca imaginó que podría estar siquiera así de cerca. 

Cuando regresó de sus recuerdos, descubrió que los asientos a su alrededor se habían llenado de personas y las personas seguían llegando. 

Con solo mirar a estas personas, Xiang Xi se sintió molesto. Simplemente no podía imaginar que tantas personas dependan de tan pocos doctores y cada día en la clínica. 

Era algo difícil para Cheng Boyan estar tan ocupado todos los días, que incluso cuando llegaba a casa se daba una ducha, ordenaba la casa y leía un libro. Era como una máquina. 

Xiang Xi miró la bolsa y la caja de leche vacía en sus manos. El bote de basura estaba a solo unos metros de distancia, pero no se atrevía a tirarlo. Ya que en cuanto se levantara, su asiento habría sido ocupado al segundo siguiente.  

Cada vez que Cheng Boyan terminaba de tratar a un paciente, miraba hacia afuera. Xiang Xi no quería alejarse, temiendo que Cheng Boyan no lo mirara en cuanto levantara los ojos. 

Se sentó allí sosteniendo la bolsa y el cartón de leche hasta el mediodía. Había un poco menos de personas, pero después de un tiempo, Cheng Boyan todavía tenía pacientes y el doctor de al lado, hoy no apareció. 

El estómago de Xiang Xi gruñó y rebuscó en su bolso, pero no encontró nada para comer. 

Cheng Boyan tomó una radiografía y hablaba con el paciente. No vio a Cheng Boyan beber agua en toda la mañana, y no sabía si era porque no tenía tiempo para beber o porque temía no tener el tiempo para ir al baño. 

El mismo Xiang Xi quería ir al baño. Después de intentar retenerlo por casi veinte minutos y mirar a Cheng Boyan, probablemente no podía retenerlo por más tiempo, así que finalmente se levantó y corrió hacia el baño.  

Al salir del baño, Cheng Boyan finalmente salió de la sala de consulta y lo saludó con la mano: —Salgamos por la puerta trasera. 

—Oh, ¿puedes descansar ahora? —Xiang Xi se apresuró y lo siguió por el pasillo: —¿Por qué hay tantas personas hoy? 

—Está bien, no me he encontrado con nada particularmente difícil. Así que me ha ido bastante bien —Cheng Boyan sonrió: —¿Qué quieres comer? 

—Solo comamos fideos. No hay tiempo para una gran comida —dijo Xiang Xi. 

—¿Regresarás después de comer? —Cheng Boyan lo miró: —Sentado allí toda la mañana...¿no sientes incomodidad en tu trasero? 

—Yo... —Xiang Xi lo miró: —No me siento tan incómodo, que ni siquiera soy capaz de sentarme...además, no le estaba prestando atención a mi trasero. Llevo toda la mañana mirándote. 

—Ya veo. Pero después de comer, ve al jardín del departamento de pacientes hospitalizados a caminar y a hacer algo de ejercicio. Muévete un poco, no es bueno estar bajo mucha presión —dijo Cheng Boyan. 

—...Lo sé —Xiang Xi sintió que Cheng Boyan probablemente llevaba mucho tiempo siendo doctor, que decía este tipo de cosas como si fuera un hábito. 

Xiang Xi comió fideos frente al hospital y sabía bastante bien, pero había muy poca carne y los fideos se volvieron débiles en sabor después de dos bocados. 

—Hay muy poca carne —Xiang Xi chasqueó la lengua. 

—Le puedo agregar una porción extra de carne a tu tazón —Cheng Boyan tomó dos trozos de carne de su plato y se los acercó: —¿Por qué no te llevo a comer carne esta noche? has estado comiendo demasiada comida vegetariana estos últimos días y sé que te gusta.  

—Puedo seguir comiendo lo mismo, estarás ocupado hasta muy tarde —Xiang Xi quería regresarle la carne a Cheng Boyan. 

Pero tan pronto como se acercó, Cheng Boyan inmediatamente bajó su mano: —¡No me la des! 

—Oye —Xiang Xi se rió: —Está bien, no te lo daré. Ni siquiera lo he lamido...

—Si te lo doy, es porque debes comerlo tú —Cheng Boyan continuó comiendo fideos. 

—Lo comeré —Xiang Xi tomó el trozo de carne y se lo llevó a la boca. 

Después de comer fideos, Cheng Boyan le compró una botella de yogur y caminó con él por el pequeño jardín, para luego volver a trabajar. 

Xiang Xi continuó caminando por el pequeño jardín mientras bebía yogur. Su trasero estaba bien, no se ha vuelto sentir incómodo, solo...era mejor no pensar en eso. 

No habían muchas personas en el pequeño jardín y el clima comenzaba a colocarse más fresco, pero el sol todavía era bastante fuerte en este momento y las personas todavía estaban dispuestas a quedarse aquí. 

Xiang Xi dio vueltas varias veces y comenzó a sudar un poco, por lo que sentó bajo un pequeño pabellón con sombra. Y una mujer con estabilladas en la pierna estaba sentada en una silla de ruedas. 

¿Estarás bien mañana? —Cantó una niña por un rato. 

—¿Quizás pasado mañana? —dijo la mujer con una sonrisa. 

—Entonces seguiré cantando —La niña se aclaró la garganta: —El doctor Cheng dijo, que te sentirás mejor más rápidamente si me escuchas cantar. 

Cuando Xiang Xi escuchó las palabras "Doctor Cheng" inmediatamente volvió la cabeza. 

La mujer sonrió: —El doctor dijo que hablas demasiado, así que te recomendó que cantaras. 

—¿Hablan del Doctor Cheng Boyan? —Xiang Xi estaba divertido. Esa clase de método era igual al estilo de Cheng Boyan. 

—Sí —La mujer asintió: —¿Tu también eres su paciente? 

—...Solía serlo —dijo Xiang Xi: —Pero ahora estoy bien, me hice una revisión hoy. 

—Oh, yo acabo de ingresar y tengo que quedarme por un tiempo —La mujer sonrió. 

—El doctor Cheng es muy bueno —dijo Xiang Xi sin pensar y después de que terminó de hablar, sintió que esto muy demasiado repentino y no hubo más transición. 

—Si, es bueno —La niña inmediatamente se hizo cargo: —Incluso me dio dulces, piruletas, caramelos de leche, pero él no vino hoy...

—Oh —respondió Xiang Xi. No le gustaban mucho los niños y no sabía cómo conversar con ellos. 

A la pequeña no le importó su respuesta tan simple y continuó hablando por su cuenta: —Fui a su oficina y me dijo que no se permitía la entrada a los niños, así que me llevó de regreso a la sala. Me dio un caramelo, pero estaba un poco amargo, era una caramelo de ciruela...

Xiang Xi solo podía mirar a la niña con una sonrisa, sin saber cómo responder. Sintió que Cheng Boyan era muy paciente con esta niña conversadora. 

La niña siguió hablando y cuando Xiang Xi quiso volver al consultorio, ella seguía hablando. Xiang Xi la intentó interrumpir varias veces, pero falló. 

Al final, su madre dijo desde un lado: —¿No vas cantar para que mi pierna sane más rápido? 

La pequeña dejó de hablar, se dio la vuelta y empezó a cantarle a las piernas de su madre. Xiang Xi rápidamente se levantó y huyó del pequeño jardín. 

El tiempo pasó mucho más lento que la mañana. Por supuesto, el tiempo por la tarde era mucho más largo que la de la mañana y habían personas que venían por la tarde al doctor, por lo que todo el hospital estaba muy ruidoso. 

Los pocos asientos donde se podía ver a Cheng Boyan ya estaban ocupados, por lo que Xiang Xi solo podía deambular. Fue difícil esperar por un asiento y tuvo que inclinar la cabeza hacia atrás para poder verlo. 

Así que simplemente se reclinó y miró por un momento, bajó la cabeza para jugar con su teléfono, se reclinó y volvió a bajar la cabeza. Cuando Cheng Boyan finalmente salió de la sala de consulta después de casi una hora después del tiempo libre, sintió que su cuello estaba a punto de romperse. 

—¡Siento que casi se me rompe el cuello! —dijo Xiang Xi con el ceño fruncido mientras se frotaba el cuello. 

—Quería preguntarte que estás haciendo desde hace una hora —dijo Cheng Boyan: —¿No hay un asiento vacío en la fila detrás de ti? 

Xiang Xi quedó atónito y de repente se inclinó sobre un asiento, suspirando deprimido: —Lo olvidé...olvidé que si las personas detrás de mi se iban, podría sentarme allí...

—Tal vez sea porque soy demasiado guapo —dijo Cheng Boyan con una sonrisa, sacando su teléfono y mirándolo: —Haré una llamada, mi madre acaba de enviarme un mensaje y aún no le he respondido. 

—¡Oh! —Xiang Xi se enderezó inmediatamente y preguntó nerviosamente: —¿Qué dijo? ¿Es sobre...mi? 

—No, no te pongas nervioso —Cheng Boyan le dio una palmada en la espalda: —Iré a buscar unas salchichas más tarde...y por cierto, son para ti.

—¿Para mi? ¿Qué tengo que ver yo con las salchichas? —Xiang Xi preguntó rápidamente. 

—Dijo que las salchichas las salchichas las hizo mi abuela. Temía que no te acostumbraras a la comida que yo hacía, así que me pidió que fuera buscarlo para que comas —dijo Cheng Boyan con una sonrisa, e imitando el tono de la abuela, agregó: —Sé a que a Boyan no le gusta esto, así que Wang Xing se los coma...eso de seguro dijo mi abuela. 

Xiang Xi se rió y entrecerró los ojos: —La abuela es muy amable. 

Cheng Boyan llamó a su madre, quien le pidió que hiciera un desvío y fuera a su casa a buscarlo. 

—¿Qué tal lo voy a buscar mañana? Estoy con Xiang Xi —dijo Cheng Boyan: —Iremos a cenar más tarde y con un montón de salchichas...

—Ya está bien, está bien —Xiang Xi agitó la mano desde un lado, bajó la voz y dijo con ansiedad: —Ve a buscarlo, no dejes que la directora Xu piense que no hay tiempo. 

—Entonces iremos a buscarlo —dijo Cheng Boyan nuevamente. 

—Está bien, si van a ir a cenar más tarde, entonces espérenme en la entrada y yo se los llevaré —dijo su madre: —Si quieres venir, hazlo en un momento en que tu padre esté en casa y Xiang Xi merece respeto. 

—Sí —Cheng Boyan sonrió. 

—¿Debería esperarte aquí o...? —Xiang Xi vaciló. Después de todo, la directora Xu no estaba muy satisfecha con él y no sabía si ir con él haría que la directora Xu se sintiera incomoda. 

—Vayamos juntos —Cheng Boyan salió: —Le dije que íbamos a ir a cenar.  

—¿Está bien que vaya así? ¿Debería lavarme la cara? —Xiang Xi tiró de él. 

—Estás muy bien, muy bien, guapo y enérgico —dijo Cheng Boyan: —No es necesario que te laves la cara, si te lavas muy bien la cara, después me robarás el protagonismo. 

Xiang Xi estaba muy feliz. 

Los tres guardaespaldas de Song Yi estaban de pie debajo del árbol frente al hospital y no sabían desde cuándo han estado allí. Al ver que salió justo después de salir del trabajo, Xiang Xi sintió que debería decirle a Song Yi que puede que esto era demasiado difícil y que debería darle algunas bebidas refrescantes. 

Cuando Cheng Boyan y él caminaron hacia el estacionamiento, esas personas lo siguieron. 

Cuando el auto salió del estacionamiento, Xiang Xi miró hacia atrás y su auto los siguió. 

—Realmente dedicados —Suspiró. 

—Cuando este asunto termine, tendré que invitar a Song Yi, Lin He y a ellos una gran comida, para expresar mi gratitud —Cheng Boyan miró por el espejo retrovisor. 

Había un pequeño atasco cuando salieron del hospital, era la hora después de salir del trabajo y las principales carreteras estaban congestionadas. Y aunque no hubiera autos, simplemente podría quedar atascado debido a los semáforos en rojo. 

Después de salir de la sección donde solo podía avanzar un par de metros, Cheng Boyan pisó el acelerador y luego de 30 metros más, aceleró un poco más. 

Exhaló un suspiro de alivio: —Ahora si puedo conducir con más tranquilidad...

Antes de que terminara de hablar, una motocicleta salió repentinamente por la derecha y de repente se detuvo frente al auto. Y frenó el auto antes de que chocara con la parte delantera del auto. 

Cheng Boyan ni siquiera vio de dónde vino exactamente la motocicleta, por lo que rápidamente freno hasta el fondo. Y para evitar la motocicleta, prefería chocar contra la barra de aislamiento de la carretera por la izquierda, que chocar a alguien. 

El auto hizo una sonido de frenada brusco y se detuvo junto a la barra de aislamiento. El equipo de guardaespaldas que seguía su auto también frenó rápidamente, casi provocando una colisión por alcance. 

—¡Qué jodido ese hombre! ¡sus jodidos ojos están puestos en su trasero! —Xiang Xi por inercia se inclinó. Si Cheng Boyan no le hubiera dicho sobre colocarse el cinturón de seguridad cada vez que se subía al auto, probablemente ahora estaría sobre el parabrisas. 

Pero cuando terminó de maldecir y estaba a punto de bajar la ventanilla para volver a maldecir, la motocicleta que iba adelante, ya se había escapado. 

—Mi... —De repente sintió que la ira en su corazón se apretujó en su pecho. Le tomó mucho tiempo girar la cara y mirar a Cheng Boyan, antes de poder contener esa frase: —¡Si no me dejas decir malas palabras, no podré hablar! 

—¿No maldijiste ya? —Cheng Boyan se calmó, antes de volver a encender el auto: —Afortunadamente no lo choqué, ¿estás herido? 

—No —Xiang Xi suspiró y tomó un hondo respiro varias veces: —¿Cuenta como herida si mis pulmones están a punto de explotar? ¡Debería alcanzarlo y golpear a ese idiota! ¡Estoy furioso! ¡y estoy tan enojado que me está doliendo el trasero! 

—Deja que ese tipo simplemente se escape —Cheng Boyan se echó a reír: —Sólo fueron unos últimos minutos y probablemente tenía prisa, ¿así que para qué molestarte con él? 

Xiang Xi lo miró y sonrió: —No decir malas palabras, ya es suficiente daño. 

—De alguna manera, sacaré ese poquito de aire de tus pulmones —Cheng Boyan sonrió. 

Cuando todavía estaba a unos cien metros de la puerta de la comunidad, Cheng Boyan detuvo el auto. No había espacio para estacionarse de manera temporal en la entrada de la comunidad, por lo que solo podía estacionarse aquí.  

—Vamos allí —Cheng Boya abrió la puerta del auto: —Mi madre llegará pronto. 

—Estoy un poquito nervioso —Xiang Xi salió del auto y movió los brazos. 

—Solo es tomar algunas salchichas y nos vamos, ¿por qué estás nervioso? —Cheng Boyan sonrió. 

Los dos caminaron por la calle y luego de un par de pasos, escucharon el sonido de una motocicleta detrás de ellos. El rugido del motor venía desde muy lejos, sentían que venía muy rápido y parecía acercarse por la acera. 

Cheng Boyan lo empujó hacia un lado, tratando de despejar el camino. 

Xiang Xi de repente giró la cabeza. Más de diez años en Zhaojiayao lo han vuelto sensible a los olores peligrosos, diferentes a la de las personas ordinarias.