Capítulo 03

¡Quiero ver de nuevo a Qiu Yi para matarlo a golpes!  

—¡Maldita sea! —Wan Fei maldijo también al ver a Qiu Yi, deteniéndose luego de haber corrido todo el tramo con la mano en su costilla derecha, y con los dientes apretados, preguntó: —¿Qué es lo que está buscando este nieto?

Qiu Yi todavía llevaba una mascarilla, y se podía ver la mitad de la gasa que sobresalía debajo del rabillo de su ojo izquierdo.

Bian Nan no dijo nada, solo continuó corriendo hacia adelante. No sabía que es lo que quería lograr Qiu Yi con venir aquí y quedarse. ¿Pelear? ¿una demostración? ¿una provocación?

Wan Fei maldijo todo el camino restante sin dejar de lado la incomodidad. 

—Anoche fui derrotado, estaba tan molesto que no dormí bien —Wan Fei seguía quejándose luego de correr una vuelta. Para una persona que nunca había tenido una gran desventaja al pelear cuerpo a cuerpo, el palo que Qiu Yi dibujó en su costilla fue mucho más inolvidable que su primer amor— si no fuera porque...¡ah! ¡¿Por qué mierda sigue aquí?!

Al escuchar a Wan Fei, Bian Nan levantó los ojos y miró el mismo lugar que la última vez, y se sorprendió un poco al descubrir que Qiu Yi seguía allí, todavía mirando hacía aquí con las manos en sus bolsillos. 

—¿Qué es lo que está haciendo? —Bian Nan no pudo evitar preguntar.

—Quién sabe —Wan Fei hizo una pausa, inclinándose en su oído y bajando la voz— ¿Está aquí por ti? 

Bian Nan le sonrió a Wan Fei y no dijo nada. 

Con respecto a lo de anoche, Pan Yifeng fue el líder en esta contienda, y al parecer tanto como él y Qiu Yi ya habían tenido con anterioridad una no muy buena coincidencia. Pero en teoría, Qiu Yi fue él que derrotó en esta ocasión a Pan Yifeng, e incluso, las consecuencias que tuvo no fueron a la ligera, ya que hoy, Pan Yifeng no salió a correr como de costumbre, pero incluso si quisiera ir a provocar el territorio de su oponente, debería ser el de Pan Yifeng.

Bian Nan también sintió que Qiu Yi probablemente vino aquí por haber recibido ese roce del tubo de hierro el día de ayer. 

Giró su cabeza y miró a Qiu Yi.

El camino era estrecho, la distancia entre ambos no era mucha. Bian Nan incluso podía ver los ojos color marrón claro de Qiu Yi brillando bajo el sol.

Qiu Yi lo miró a los ojos, de pronto levantó la mano y señaló la gasa que había en su rostro.

—¡Es lo que mereces! —A Bian Nan todavía le dolía mucho el hombro, y no quería señalar su hombro, ya que sonaba más como una comunicación amistosa, por lo que maldijo, y después de eso, giró nuevamente su cabeza y corrió hacia adelante. 

. . .

El equipo de corredores continuó corriendo, perdiéndose a la vista. Qiu Yi bajó la cabeza y sacó el teléfono que había estado sonando durante mucho tiempo en su bolsillo, y miró el número de contacto: Zhang Xiaorong. 

—¿Mm? —se bajó la mascarilla y contestó el teléfono. 

—¿Dónde estás? —preguntó Zhang Xiaorong. 

—En la entrada del supermercado "pequeño"—dijo Qiu Yi. 

Obviamente, Zhang Xiaorong estaba desconcertada: —¿Por qué estás ahí? 

—Mirando el paisaje —dijo Qiu Yi— ¿Puedes estar aquí dentro de diez minutos?

Zhang Xiaorong no habló, pareciendo vacilante. Cuando Qiu Yi estaba a punto de colgar el teléfono directamente, dijo: —Está bien, entonces espérame. 

—Mm —Qiu Yi colgó el teléfono, se colocó la mascarilla nuevamente y continuó mirando hacia el otro lado de la calle. 

Zhang Xiaorong fue a la entrada del supermercado bajo la presión de diez minutos, y después de ver a Qiu Yi, recogió su cabello y con una sonrisa dijo: —¿Ya estás aquí?

—Este lugar esta cerca de tu escuela —dijo Qiu Yi, pudo ver que Zhang Xiaorong se había vestido seriamente y muy hermosa. 

—¿Qué te pasó en la cara? —Zhang Xiaorong miró la gasa en su rostro— fue por lo de ayer...

—¿Qué es lo que quieres darme? —Qiu Yi le preguntó, interrumpiéndola. 

—Llévame primero a la escuela —Zhang Xiaorong fue ingeniosa y no preguntó más, mientras miraba al otro lado de la calle— ¿has comido los panecillos que venden en la entrada de nuestra escuela? 

—¿Qué es lo que quieres darme? —preguntó nuevamente Qiu Yi.

—Te lo daré después del desayuno, primero invítame a comer panecillos —Zhang Xiaorong sonrió con las manos en su espalda. 

Qiu Yi no habló ni se movió, solo la miró. 

Después de unos segundos, extendió la mano y colocó el contenido sobre su mano: —Hice algo como esto en clases, algunos de mis compañeros se rieron, así que no te rías ahora tú de mi. 

Qiu Yi miró la cosa en su mano, era un llavero negro esponjoso hecho a mano. 

—Gracias —Qiu Yi, tomó el llavero y lo movió en su mano hacía adelante y atrás— tienes manos capaces. 

—Mis manos... —Zhang Xiaorong no terminó sus palabras. Levantó la cabeza y miró hacía la calle que estaba al frente, y de pronto su rostro se volvió rígido, escondiéndose detrás de él: — que estupidez...

Qiu Yi no siguió la mirada de Zhang Xiaorong al otro lado de la calle, solo giró su cabeza y le sonrió a Zhang Xiaorong: —¿Tienes miedo de que te vea? 

—¿Eh? —Zhang Xiaorong sonrió y volvió a mirar — ¿De quién estás hablando?

—Bian Nan —dijo Qiu Yi. 

—¿De qué estás hablando? —Zhang Xiaorong bajó la cabeza, y mientras se sacaba el abrigo frunció el ceño— ¿Por qué tendría miedo de que me viera? no es nadie para mi. 

—¿De verdad? —Qiu Yi levantó la comisura de su boca, sonriendo y con un giró en su bicicleta se subió— Vamos. 

Zhang Xiaorong vaciló por un momento y se sentó en el asiento trasero, aferrándose a la cintura de Qiu Yi. 

. . .

Bian Nan arrojó la lonchera sobre la mesa del comedor y se deslizó hacia a Wan Fei. Wan Fei estiró un dedo para detenerlo: —¿No comerás? deberías comer. 

—No me importa —La expresión de Bian Nan no era buena, solo estrelló su cuchara en la lonchera.

Las gachas de la lonchera salpicaron sobre las manos Wan Fei. Él solo resopló y se limpió con su ropa el dorso de su mano: —En momentos normales, no creo que te preocupes tanto por Zhang Xiaorong, así que, ¿Por qué estas tan enojado ahora? 

—Son dos cosas diferentes —Bian Nan tomó la lonchera que estaba frente a él con enojo— ¿Por qué crees que esta persona en tan problemática?

—El problemático eres tú al enojarte de esa manera —Wan Fei miró la lonchera— ¿Me lo como por ti? 

—Si quieres comer, ve y cómprate algo tú mismo —Bian Nan bajó la cabeza y le dio un mordisco al pan— ¿y que hay de malo de que sea problemático? todavía estoy en mi jodida edad infantil. 

Para Wan Fei, la clase cultural de la mañana era la hora para dormir, y dormía plácidamente en la mesa mientras roncaba. Estaban sentados en la última fila y los maestros generalmente no se molestaban en controlarlos siempre y cuando no estén peleando y no dejen continuar con la clase. 

Bian Nan sacó su teléfono y lo colocó junto al rostro de Wan Fei y lo grabó durante dos minutos. Para luego tomar dos fotos del dormilón Wan Fei, que no eran para nada adecuadas para que los vea la audiencia. Luego se reclinó en la silla y miró a la maestra en un estado aturdido.

Bian Nan rara vez duerme en clases, incluso si tuviese demasiado sueño no podría dormir. Por lo general, solo mira a los maestros aturdido. La joven maestra de la clase de Literatura que era una recién asignada, le dijo que si no quiere asistir a clases, lo mejor es que mirara por la ventana, porque cada vez que la miraba en ese estado, pensaba que iba ir hacia ella y comenzaría a pelear. 

Bian Nan se quedó aturdido toda esa mañana y Wan Fei durmió toda esa misma mañana. En la última clase, roncaba tan fuerte que el maestro de inglés no pudo soportarlo más. Señaló a Wan Fei y dijo: —¡Que alguien lo despierte! ¡Si sigue durmiendo, sus ronquidos los escuchará toda la escuela como si fuera una trasmisión! 

Bian Nan movió con la mano a Wan Fei y Wan Fei murmuró algunas palabras con una expresión infeliz en su rostro, pero no se despertó.

Bian Nan tomó una toalla de papel, las amasó formando dos bolitas y las metió en la nariz de Wan Fei. Wan Fei los sostuvo durante diez segundos antes de ser despertado.

Después de que la clase terminó al mediodía, Bian Nan le mostró a Wan Fei las fotos de su teléfono: —Envíaselo a Xu Rui en un rato. 

—¿Te consideras una buena persona? —Wan Fei lo señaló. 

—No —Bian Nan sonrió y cuando estaba a punto de reproducir la grabación para que Wan Fei la escuchara, su teléfono sonó y entró una llamada, era su padre. 

Respondió el teléfono: —Papá. 

—Tu tía me dijo que no vendrás a casa este fin de semana —Escuchó la voz de su padre desde el otro lado. 

—Mm —Bian Nan se colocó de pie y salió de aula, apoyándose en la barandilla del pasillo— ¿Regresar y volver para pelear con Bian Hao? 

—¿Qué estás diciendo? —Su padre suspiró— los dos hermanos no deberían pelear todo el tiempo. 

—Eres el único en esa familia que piensa en que él y yo somos hermanos —dijo Bian Nan— no digas nada más. 

—No me hables en ese tono, pero si no quieres regresar, te recogeré por la tarde y vamos a comer —El tono de padre no era de alguien que quería discutir, y colgó el teléfono sin esperar a que Bian Nan respondiera. 

—¿Comer? —Wan Fei salió del salón de clases y se apoyó en la barandilla al lado de él. 

—Vamos a comer —Bian Nan masajeó su hombro y bajó las escaleras con Wan Fei. 

La escuela deportiva solo tiene una cafetería, y lo maestros se muestran descontento por ese hecho todos los días. A excepción a cuando hay competencias, los platos son realmente buenos, ya que los platos que habitualmente que había en la cafetería no carecían de carne, pero el color y la fragancia estaban completamente ausentes, y al parecer las guarniciones eran sacadas de una granja de cerdos. Pero estar ante una competencia dependía en gran medida del estado de ánimo, y solo en esas ocasiones se le podía ver ese tipo de combinación. Una vez, Bian Nan pidió una porción de ternera salteada con pimiento verde y le dieron un pimiento entero con un gran cucharon. 

Bian Nan miró los platillos, pero no tenía mucho apetito, y solo fueron unas pocas veces en que movió sus palillos. 

—¿Irás a la enfermería de la escuela en un rato? —Wan Fei miró a Bian Nan, que había estado comiendo con su mano izquierda. 

—Mm —Bian Nan suspiró— Recuerda decir que me caí de la litera de arriba. 

—Y que te caíste sobre mi...—Wan Fei asintió, pero luego comenzó a reír:— ¿Crees que Lao Jiang se lo crea?

—Lo crea o no, terminaremos de todas forma muertos —dijo Bian Nan

La lesión en el hombro de Bian Nan no era demasiado grave. El médico lo revisó, confirmando que sus huesos estaban bien y terminó luego de rociarle un poco de medicina. 

Sin embargo, cuando entrenó por la tarde, Lao Jiang no se creía en el escenario de haberse caído de la litera, más bien que lo habían golpeado en el camino. 

—¿Tienes otras lesiones? —Después de correr tres kilómetros, miró a Bian Nan y se lo preguntó. 

Bian Nan movió los hombros y luego saltó dos veces: —no, solo el hombro...

—Entonces haz seis series de ida y vuelta, seis series de sentadillas —Lao Jiang lo interrumpió— y luego apresúrate a correr cuatro sets de 30 metros. 

Bian Nan no habló, se dio la vuelta y se movió, comenzando a correr de un lado a otro.

De hecho, la carrera de ida y vuelta era de diez metros y requería varios movimiento de los hombros. No lo creía tan profundamente, pero si estuviera herido, ya tendría una profunda conmoción. 

Lao Jiang organizó todas la tareas de entrenamiento y se paró a un lado, mirando a Bian Nan. 

—¿Peleaste? —dijo Lao Jiang cuando pasó corriendo junto a él. 

—No —Bian Nan se detuvo, se giró y se apresuró a regresar. 

—¿Entonces Wan Fei se instaló en el suelo y dejó que lo aplastaras? —Lao Jiang se burló. 

Bian Nan volvió a dar la vuelta y corriendo nuevamente hacia adelante: —En ese momento, él se estaba estirando. 

—Tonterías —dijo el viejo Jiang. 

Bian Nan no dijo nada más, después de la seis rondas de viaje de ida y vuelta, susurró: —¿No solo la comida de nuestra cafetería que no sabe ni siquiera a grasa ni sal es la verdadera tontería aquí? 

Hoy, Lao Jiang no lo molestó demasiado. Su lesión tuvo un gran impacto en el entrenamiento y Bian Nan se lesionó el hombro derecho, además del ritmo y agarre de la red, Lao Jiang no le organizó que practicara los servicios, lo que requería mucho más entrenamiento de hombro. 

Al final del entrenamiento, creyó en la oraciones de Bian Nan y lo dejó descansar por dos días. Pero de paso, que leyera el reglamento de la escuela unas treinta veces. 

—¿La escuela tiene un reglamento? —Bian Nan estaba bastante sorprendido y se lo preguntó a Wan Fei, mientras estaban en la puerta de la escuela acuclillados, esperando a su padre. 

—Solo existen leyendas, ¿Lao Jiang no nos dio una vez un extracto de dos guías? —Wan Fei tomó un bocado de fideos agrios que estaba caliente aún y comía bastante. 

—Esas dos guías estaban escritas a mano, lo copió para que solo los celestiales pudieran leerlo, así que primero tengo que traducirlo...—Bian Nan movió su hombro— ¡Mierda! ¡Quiero ver de nuevo a Qiu Yi para matarlo a golpes! 

—¿Fue por qué te golpeó o por lo de Zhang Xiaorong? —Wan Fei colocó frente a sus ojos la caja de cartón lleno de fideos— ¿Quieres un poco? 

—No comeré —Bian Nan apartó la caja de cartón— y no importa el por qué, pero, ¿crees que Zhang Xiaorong de verdad tiene un interés en él? 

—...Es guapo —Wan Fei continuó comiendo— ¿No es del tipo que le gusta a todas las chicas?

—No lo vi con claridad, estaba usando una mascarilla —Bian Nan sacudió con unas palmaditas el polvo de sus zapatos— guapo mi trasero, es bastante descarado junto con ese color fluorescente de su bicicleta, además de esos lentes de contacto que lleva... 

—¿Lentes de contacto? —Wan Fei se quedó atónito— ¿Cómo sabes que lo usa? 

—¿No viste los ojos dorados que tiene? —Bian Nan suspiró, la impresión que tiene de Qiu Yi con respecto a su apariencia, son solo los ojos que vio cuando corría por la mañana. 

—Nan-ge, —Wan Fei dejó sus palillos, colocó la caja de cartón de papel cerca de sus pies y miró a Bian Nan— Qiu Yi no usa lentes de contacto, es una de esas personas con sangre mestiza. 

—¿Qué? —Bian Nan lo miró fijamente— ¿Qué clase de mestizo?

—Xu Rui dijo que la madre de Qiu Yi es rusa, ¿no pudiste ver que su nariz es alta, su apariencia es más destacable que la persona común y que su piel es más blanca...? —dijo Wan Fei.

—¿Cómo querías que lo mirara bien? cubrió su rostro con tanta dedicación que pensé que iba ir a robar un banco —Bian Nan se colocó de pie, incómodo— ¿Qué pasa con que sea blanco? ¿Qué sea blanco lo hace mejor a mi? que personas tan superficiales. 

—Xu Rui dijo que se llamaba Yushu Linfeng —Wan Fei tiró la caja de cartón al basurero que estaba junto a él. 

—Tú eres bastante blanco, perseguiste a Xu Rui incluso con esos malos hábitos que tienes y entonces, ¿por qué no puedo yo perseguir a alguien de la misma manera? —Bian Nan se apoyó contra el árbol y ladró entre dientes. 

—Nosotros no somos mestizos —Wan Fei señaló con el dedo a Bian Nan— además, ¿todavía existe personas que hablen igual que tú? ¿todavía eres capaz de mantener una buena conversación?

—¿Qué tiene de bueno ser alguien con sangre mestiza? —Bian Nan sacó un chicle de su bolsillo y lo desenvolvió en su mano: — yo también soy mestizo, los dos lo somos, mi madre...

Cuando Bian Nan dijo estas dos palabras, se detuvo abruptamente. Cada vez que decía "mi madre" sentía una extraña sensación de no poder mencionarla, y los sentimientos difíciles de explicar sobre su propia madre lo dejaron sin habla. 

Wan Fei no continuó con este tema de manera muy cooperativa y se colocó en cuclillas al costado de la carretera nuevamente: —Después de ir a comer con tu padre, ven a mi casa. 

—Hablaremos luego de eso— Bian Nan de pronto no tuvo humor para seguir hablando. 

Los dos se quedaron en cuclillas en silencio al costado de la carretera durante un rato, luego Bian Nan vio de cerca el Land Rover de su padre y pateó el trasero de Wan Fei: —Esta aquí, vamos, te llevaremos a la intersección cerca de tu casa. 

Wan Fei conocía muy bien al padre de Bian Nan, después de saludar y subir al auto, todavía eran capaces de tener una animada conversación. Cuando Wan Fei salió del automóvil en la intersección, solo Bian Nan y su padre se quedaron en el auto, y un silencio inexplicable quedó. 

—¿Qué quieres comer? —su padre rompió el silencio después de un rato. 

—Lo que sea— Bian Nan tomó la bolsa de discos compactados y quiso reproducir algo de música. Después de rebuscar un buen rato, descubrió que los pocos discos que él había puesto en este bolso, ya no estaban y que fueron reemplazados por canciones que eran vitales para Bian Xinyu y música sifónica forzada de Bian Hao. 

Tiró la bolsa de discos compactados al asiento trasero, encendió la radio y la escuchó. 

—Xinyu ordenó la bolsa de discos hace unos días, probablemente se olvidó de guardar los pocos discos tuyos —su padre lo miró— ¿voy a casa y te los traigo? 

—No hay necesidad —Bian Nan sonrió— no son mis discos favoritos, además rara vez viajo en auto, así que no importa. 

Solo Bian Nan vive en el campus de la escuela y no en casa. Por lo general, las personas en este auto es básicamente una familia feliz de cuatro personas. 

Su padre estaba un poco indeciso sobre donde comer y condujo por la ciudad durante una hora. Bian Nan suspiró, ya que sabía que su padre estaba buscando un restaurante donde no ha llevado a comer a Bian Xinyu y a Bian Hao. Cuando era un niño, se sentía un poco incómodo con esto, ahora no le importa, ya que su padre al menos le prestaba atención.  

—¿Fuiste a comer champiñones con el tío Xu hace algún tiempo? —dijo Bian Nan. 

—Si, es un lugar que hace poco se inauguró, todos eran champiñones silvestres que fueron enviados desde Yunnan —Su padre disminuyó la velocidad— ¿Quieres ir a comerlos? 

—Mm —asintió Bian Nan.

—Entonces vamos —dijo su padre, comenzando a conducir hacia Nancheng— ¿No será desagradable para ti ya que no es carne? ¿has decidido comer comida vegetariana? 

—El entrenador Jiang me recomendó bajar de peso —Bian Nan encontró una razón de una manera casual. 

—¿Te preocupa tu peso mientras juegas tenis? —Su padre frunció el ceño— tu tía dijo que la semana pasada parecías estar más delgado. 

—No me importa, pero me afecta demasiado cuando corro —Bian Nan sonrió. Su padre le dijo esto para hacerle sentir que su tía se preocupaba por él, pero después del fin de año, su peso aumentó en vez de bajar, lo cual todo era realmente falso: — ¿No es ella la que pasea un perro todos los días y les dice a todos que bajen de peso? 

—¿De quién heredaste esa actitud que tienes? —Su padre negó con la cabeza.

—De mi madre —dijo Bian Nan.

Después de decir esto, su padre solo suspiró y la atmósfera en el auto se congeló nuevamente de una manera extraña. 

Bian Nan guardó silencio por un rato. Se sintió un poco tonto, se frotó la nariz y volvió a hablar: —Ya no tengo dinero en la tarjeta. 

Este tema puede cambiar nuevamente la atmósfera, Bian Nan sentía que cada vez que su padre escuchaba que quería dinero, él se mostraba feliz. 

—Te daré el dinero mañana —dijo su padre inmediatamente. 

—Gracias papá —Bian Nan miró sus manos. 

Aunque era fin de semana, no había muchas personas en el restaurante. Su padre quería ir a la sala privada, pero Bian Nan señaló la terraza que daba a la calle: —Vamos allí, comer en un sala privada se siente como si estuviéramos en medio de un asunto de negocio. 

—Está bien —Su padre sonrió. 

Después de que ambos se sentaron, un camarero tomó dos menús, los colocó frente a ellos y preguntó: —¿Qué tipo de té quieren? 

—¿Qué tipo de té tienen? —Bian Nan miró al camarero. 

Cuando lo miró, solo miró en un estado de shock los ojos marrón claro del camarero. 

¿Maldita sea? ¡¿Qué tipo de casualidad era esta?!