VOLUMEN II

Capítulo 33

Quizás, ¿por qué ha pasado demasiado tiempo?.

Xiang Xi parecía estar en buenas condiciones. Cuando Cheng Boyan estaba esperando en el lado opuesto de la carretera antes, podía ver su figura balaceándose ocasionalmente que pasaba por la ventana de cristal. Caminando por ahí como un pequeño torbellino. 

—¿Cómo se siente trabajar aquí? —Preguntó Cheng Boyan, mientras conducía el auto. 

—¡Genial! —Xiang Xi chasqueó los dedos: —¡Oye, ¿no me viste? ¡Estaba usando un uniforme!

—Pude verlo —dijo Cheng Boyan con una sonrisa: —Es muy colorido. 

—Aunque en realidad, esto no se llama uniforme, se llama ropa de trabajo —Xiang Xi se rió un par de veces: —Creo que es muy interesante y se siente muy formal. Déjame decirte que nunca pensé que tendría la oportunidad, de trabajar en un lugar tan formal en mi vida. 

—Es un buen trabajo —dijo Cheng Boyan. Pensando en invitar a una comida a Song Yi y Lin He en unos días. —¿estás cansado?. 

—Estoy bien, no es demasiado agotador. Debido a que el ambiente es bueno, limpio y ordenado. Cálido en invierno y fresco en verano —Xiang Xi se apoyó en el asiento del auto, con un rostro de satisfacción: —Los colegas también son muy buenos. Si hay algo que no entiendo, me lo enseñarán...colegas, colegas, colegas...

—¿Qué sucede? —Cheng Boyan se volvió para mirarlo. 

—¡Colegas! —Xiang Xi se rió —Es la primera vez que tengo colegas, es muy inusual. 

—¿En serio? —Cheng Boyan sonrió— Además, en tu situación, antes solo había cómplices. 

—Mm —Respondió Xiang Xi con felicidad— Malas personas. 

Era hora de salir del trabajo, por lo que la carretera estaba un poco congestionada. Cheng Boyan giró el auto hacia la pequeña carretera con la intención de tomar un largo desvío. Aunque hay muchos autos en esta carretera, pero no había semáforos. 

Después de conducir por un transcurso de tiempo, la velocidad del auto que iba al frente disminuyó  y Cheng Boyan ligeramente frenó. Justamente cuando estaba por volver a avanzar, una persona que iba en bicicleta que iba al frente al auto en el lado derecho, de pronto giró hacia la izquierda y cayó al suelo. 

Cheng Boyan rápidamente pisó el freno hasta el fondo. 

. . .

La velocidad del auto no era alta, pero este freno tan repentino, aún provocó que Xiang Xi se fuera hacia adelante con fuerza. 

—¡Maldita sea! —Gritó— ¡Qué le pasa a este hombre!

Cheng Boyan no habló, solo se mantuvo sentado en el asiento del conductor y miró a la persona que yacía inmóvil en el suelo, frente a él. 

—¿Se desmayó? —Xiang Xi se aflojó el cinturón de seguridad: —¿Quieres ir verlo...?

Cheng Boyan cerró el auto con seguro: —¿No te parece una imagen familiar?. 

—¿Eh? —Xiang Xi quedó aturdido por unos segundos, luego de repente saltó sobre el asiento del auto: —¡Maldita sea! ¿está buscando problemas? mierda...¿por eso hizo que lo golpearan? 

—Maldice una vez más, me creas o no, te voy a dar una bofetada —Cheng Boyan lo miró. 

—Estoy conmocionado —Xiang Xi se rascó la cabeza— Es la primera vez que presencio esto. 

El camino era muy angosto, el hombre que yacía al frente del auto y como no podía levantarse, Cheng Boyan no podía avanzar. Por lo que el auto que iba atrás de él, comenzó a tocar la bocina. 

Xiang Xi estaba bastante familiarizado con esta escena. Muchos conductores, especialmente mujeres, se comienzan a colocar nerviosas cuando se encuentran con una situación así y más si el auto que viene atrás comienza a hacer movimientos, todo se volverá más caótico. Por lo que en un momento como este, dos o tres "transeúntes" que no parecen ser buenos vienen y comienzan a gritar, por lo que al final algunas persona de alguna u otra manera, obtendrán dinero. 

Pero Cheng Boyan no salió del auto, solo cerró la puerta y se mantuvo sentado en su asiento. Sin moverse. 

En tal situación, aquellos como Mantou, se colocarían de pie y cubriendo su pierna coja, gritando y lanzando miradas. Realmente parecía un gran maestro, que no creía que trae malas intenciones y con una fuerte calidad psicológica, y que al irse, puede marcharse con la grabadora del auto. 

Pero esta persona es obviamente un novato, y las personas que lo acompañaban no tenían experiencia. Se acercaron dos o tres "transeúntes", se agacharon e hicieron preguntas con preocupación, y la persona tirada en el suelo se movió con un dolor agudo en el rostro y cuando se reincorporó, señaló el auto y gritó dos veces, sin saber qué gritaba.  

—¡Bajaré y me ocuparé de ellos! —Xiang Xi no esperó un segundo. 

—¿Cuál es la prisa? Ellos no tienen prisa —dijo Cheng Boyan, encendiendo la luces las luces del auto: —Es de noche, no hay que preocuparse. 

El hombre estaba sentando en la parte delante del auto, y cuando las luces se encendieron, la luz deslumbró de golpe su rostro. Estaba recibiendo tanta iluminación, que no podía abrir bien los ojos, así que se cubrió los ojos con las manos y se puso se pie. 

Debido a esto, se olvidó por completo de la expresión de dolor de su rostro. 

Los "transeúntes" que se acercaron, también se enojaron, por lo que se acercaron y comenzaron la tocar la ventana del auto de Cheng Boyan. Cheng Boyan ni siquiera los miró, solo sacó su teléfono y lo presionó varias veces, para luego dirigir la pantalla del teléfono a la ventana del auto y que las personas que estaban afuera, miraran. 

Xiang Xi miró la pantalla del teléfono reflejada en el cristal de la ventana y el 011 parpadeante que estaba marcando. Las personas fuera, se congelaron por un momento y en un segundo, la llamada se conectó. 

—¿Hola 110? —Cheng Boyan se llevó el teléfono a la oreja: —Estoy llamando a la policía, alguien justamente por aquí está buscando algunos problemas...

Xiang Xi recordó de inmediato una de las veces que se encontró con el auto de Cheng Boyan, donde lo encerró dentro del auto y él rápidamente marcó al 110. Sin razón alguna, de pronto se colocó nervioso. 

No sabía qué es lo que decían las personas que estaban afuera, pero la persona que estaba en el suelo se levantó, gritó mientras maldecía y empujando su bicicleta, caminó rápidamente hacia el costado de la carretera. 

Varios "transeúntes" también comenzaron a dispersarse, y el que estaba de pie junto al auto, también estaba por irse, pero cuando se dio la vuelta, hizo un gesto con su mano. 

—¡Mierda! —Gritó Xiang Xi, sabiendo exactamente lo que iba a hacer este hombre: —¡Quiere rayar el auto!

Cheng Boyan abrió la puerta del auto y la empujó con fuerza, la puerta golpeó al hombre. Xiang Xi se bajó del auto y dio la vuelta por al frente del auto. 

El hombre simplemente se dio media vuelta y salió corriendo, Xiang Xi estaba a punto de seguirlo, cuando Cheng Boyan abrió la puerta del auto y gritó: —¡Xiang Xi! ¡Regresa aquí! 

—¡Maldición! ¡Ni siquiera te atrevas a aparecer frente a mi! —Gritó Xiang Xi a espaldas de ese hombre con cierta desgana, y no lo persiguió. 

Aunque el hombre no tuvo el tiempo de rayar el auto, Xiang Xi de todas formas la revisó. A excepción por una capa de polvo, no había rasguño alguno. Chasqueó la lengua: —¿No eres un fanático de la limpieza? el polvo la puedes usar como una capa protectora, y todo porque no la lavas. 

—No estoy tan obsesionado con la limpieza —dijo Cheng Boyan—Súbete al auto, estamos bloqueando el camino.  

Xiang Xi se apresuró y se subió al auto, se abrochó el cinturón de seguridad y dijo: —Eres como un paciente con un problema mental, que dice no estar enfermo. 

—Después de lavar el auto y conducir por lo menos una media hora, es normal que haya polvo—Cheng Boyan apagó las luces y comenzó a conducir el auto nuevamente: —Está tan limpio, que incluso me uní al grupo de viajeros ecológicos. 

Xiang Xi se rió, y cuando el auto salió de esta carretera, suspiró: —Realmente...no esperaba que una cosa así volviera a suceder. 

—Ya lo habías hecho bastante veces antes, ¿ahora sabes cómo se sienten los demás? —Cheng Boyan sonrió. 

—No lo hice bastantes veces...pero cuando lo hacía, realmente no pensaba en cómo se sentía la persona dentro del auto —Xiang Xi rió y lo miró: —Realmente te mostraste bastante tranquilo. Oye, ¿Llamaste a la policía con ese 110? La policía lo más seguro llegará en un rato, ¿seguro de irte?. 

—Para nada —dijo Cheng Boyan: —Fue un simple GIF. 

—¿Qué? —Xiang Xi quedó atónito: —¿GIF?

—Mm, es solo GIF, del tipo para asustar. ¿Cómo podría molestar al 110 con un asunto tan pequeño? Deberían estar ocupados desbloqueando cerraduras y ayudando a las personas a guiar su camino —Cheng Boyan sonrió. 

—¿Desbloquear cerraduras y ayudar guiando a las personas? —Xiang Xi no comprendió. 

—Muchas personas marcan el 110 cuando sucede algo. No poder abrir la puerta de tu casa porque olvidaste las llaves, guiar a alguien en su camino a una entrevista de trabajo y aquellos pollos criados que escaparon de casa... —dijo Cheng Boyan. 

Xiang Xi no habló, solo se apoyó en el asiento del auto y miró por la ventana. 

—¿Qué pasa? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Nada, —Xiang Xi trazó suavemente algo con su dedo sobre la ventana del auto—Siempre pensé que solo le importaban las cosas grandes, robos, engaños, alguien que se metió en una pelea de una pandilla, marcando al 110 cuando asesinaron a alguien o algo así...En Zhaojiayao, nadie parecía poder llamar al 110 y no habría tiempo para esconderse de la policía. 

Xiang Xi le tenía miedo a la policía y todo por las enseñanzas del tío Ping: Una persona como tú, que ni siquiera tiene el estatus de una persona normal y que nunca en su vida ha hecho algo bueno, estarás arruinado una vez que te atrapen. E incluso si jamás hizo algo, caminaría en otra dirección cuando viera a un policía.

Nunca supo que aquellos que vivían seguras y estables, usaban razones ordinarias, triviales e incluso por razones tan menores para llamar a la policía. 

Secretamente, envidiaba la felicidad que podría traer esta clase de comportamiento, quizás inapropiado.  

—¿También usaste ese GIF cuando me encerraste en el auto y marcaste el teléfono? —Preguntó Xiang Xi. 

—No tuve tiempo para usarlo —dijo Cheng Boyan—Antes de que encontrara el GIF, ¿no comenzaste a gritar un montón de tonterías y tanta cosa frente a mi? 

—Es mi costumbre —Xiang Xi se rió por un rato: —¿Realmente me odiaste en ese entonces?. 

—No te odié, solo no me agradó el cómo actuaste —Cheng Boyan sonrió. 

—Tengo mucha suerte —Xiang Xi se estiró: —Solía pensar que la suerte era una cosa, en que solo haya un número en todo un montón y una vez que alguien lo tome, no habrá ninguno más. Yo dejé que el tío Ping lo tomara y lo usara antes de morir. Pero realmente no esperaba que hubieran más, ¿crees acaso que Dios hizo un cálculo algo equivocado?.  

—No pienses en esas cosas todo el día. Incluso si alguna vez cometiste un error y si ya has llegado hasta este punto, ¿no siempre puedes retractarte? —Cheng Boyan encendió la música del auto: —El camino siempre debes mirarlo hacia adelante. Es fácil caerse, si miras hacia atrás todo el tiempo. 

. . .

Habían dos bolsas de verduras en el asiento trasero del auto, y Xiang Xi y Cheng Boyan llevaron cada una bolsa hacia el ascensor. 

—¿Estás comprando verduras para toda la semana esta vez? —Xiang Xi sintió que la bolsa era pesada: —Parece que llevas una bolsa de dinamita aquí. 

—No es tanto —Cheng Boyan presionó el botón del piso— Compré leche y yogur hoy, por eso debe estar pesado. 

—Déjame decirte una cosa, si tienes que comprar verduras, ve al mercado a comprarlas. Las del supermercado son bastante caras —dijo Xiang Xi. 

—Muy sucio —respondió Cheng Boyan con simpleza. 

—El mercado no está tan sucio ahora. Cuando estaba en el restaurante de arroz a la cacerola, ayudaba al jefe a comprar verduras y el mercado que estaba por detrás, era bastante limpio —Xiang Xi salió del ascensor. 

—Tenemos diferentes definiciones de limpieza —Cheng Boyan sacó la llave y abrió la puerta. 

La puerta se abrió y Xiang Xi estaba de pie afuera. El olor ligeramente familiar que provino desde dentro de la casa, lo hizo con mucha tranquilidad. Aunque de hecho, este era el olor del desinfectante de manos con olor a limón de Cheng Boyan, pero se sentía muy a gusto al olerlo. 

Aunque le resultaba molesto, tener que frotarse en las manos esta cosa todas las veces.

Cheng Boyan sacó las pantuflas del zapatero y las arrojó frente a él. Las miró y era el mismo par que había usado antes. 

—Pensé que ibas a tirar las pantuflas —Xiang Xi se colocó las pantuflas, se quitó el abrigo y lo colocó dentro del armario que estaba junto a él. Para finalmente, echarse un poco de desinfectante en las manos. 

—No hubo necesidad, simplemente le eché agua desinfectante —Cheng Boyan llevó las bolsas a la cocina. 

—¡Realmente lástimas mi autoestima! ¡Como si tuviera algo en los pies! —Xiang Xi gritó. 

—Los míos los desinfecto una vez por semana —dijo Cheng Boyan desde la cocina: —Tu baja autoestima puede salir lastimada si no prestas más atención. 

—No tengo ropa para cambiarme hoy, tendrás que soportarme —Xiang Xi caminó hacia la cocina con una sonrisa: —¿Qué estás cocinando? déjame ayudar. 

—Arroz a la cacerola, compré cacerolas—Cheng Boyan lo miró: —La ropa que llevas la usaste ayer cuando bebiste, ¿verdad? ¿No te cambiaste?. 

—Ya te dije que esta es la única ropa que tengo. Fue mi primer día trabajando en el supermercado hoy y tenía que colocármelo. —Xiang Xi se apoyó contra la pared de la cocina y habló, y después de decir estas palabras, de dio cuenta de las palabras dichas por Cheng Boyan y señaló las dos cacerolas que Cheng Boyan sacó de la bolsa: —¡Realmente compraste cacerolas!. 

—Mm, el arroz a la cacerola debe hacerse en cacerolas, y no tenía una aquí —Cheng Boyan se lavó las manos y se retiró de la cocina: —Espérame un rato. 

Xiang Xi no esperaba que Cheng Boyan de pronto, quisiera hacer hacer arroz a la cacerola y en casa por capricho. Mirando las dos cacerolas sobre la tabla de cortar, no sabía qué decir. 

¿Cómo hacer una arroz a la cacerola?

¿Cuánta agua colocar? ¿Cuál era la cantidad exacta?

¡Cuáles y cómo son los pasos para prepararla!

¿Cuándo debes colocar las verduras y cocinarlas al vapor?

Pero en el punto es, ¿Quién lo hará?. 

A juzgar por el significado de las palabras de Cheng Boyan, ¿pareces que tiene la intención de él hacerlo?. 

¿Esos dos huevos parecidos al carbón de la última vez, hicieron que Cheng Boyan perdiera la confianza en su cocina?. 

—Xiang Xi —Cheng Boyan lo llamó desde la sala de estar: —Ven. 

—Oh —Xiang Xi salió apresurado y vio que Cheng Boyan llevaba un montón de ropa y la dejó sobre el sofá. Se congeló: —¿Qué haces?. 

—Es para ti —Cheng Boyan palmeó la ropa: —Solo son unos conjuntos, mi ropa de escuela secundaria y puedes combinarlos con tu ropa.

—Yo... —Xiang Xi revisó la ropa, todo parecía bastante nuevo, camisetas, pantalones deportivos, pantalones y pantalones cortos. Se notaba de un solo vistazo que el material era muy bueno: —que embarazoso. 

—Demasiado falso —Cheng Boyan sonrió. 

—Solo un poquito —Xiang Xi sonrió y tomó un conjunto de ropa: —Entonces, me iré a cambiar. O no me atreveré a sentarme en tu sofá por un tiempo. 

Xiang Xi se cambió de ropa, que parecía ser bastante adecuada y entró a la cocina: —¿Eras más delgado en la escuela secundaria?. 

—Mm, fui bastante delgado por un tiempo —Cheng Boyan asintió. 

—¿En qué tiempo? ¿Cuándo estabas en etapa de crecimiento? —Preguntó Xiang Xi. 

—Estaba en etapa de crecimiento en la escuela secundaria —Cheng Boyan sacó la lechuga de la bolsa y la colocó sobre el fregadero: —Cuando murió mi hermano, no podía comer ni dormir bien. 

—...Oh —respondió Xiang Xi, sin saber qué más decir. Y después de un momento de silencio, cambió de tema: —Todavía eres capaz de conservar tu ropa de la escuela secundaria. Es bastante económico. 

—Había mucho más, pero muchos de ellos fueron empacados y enviados al orfanato —Cheng Boyan lo miró—¿El arroz se cocina primero? 

—Sí —Xiang Xi asintió. 

—¿Y luego? —Preguntó Cheng Boyan. 

—Y luego, ah. A algunos les gusta cubrirlo con verduras salteadas, otros quieren que sea cocinado directamente a vapor, como también con salchichas y tocino... —respondió Xiang Xi. 

—Lo quiero con salchichas —Cheng Boyan sacó un paquete de salchichas del refrigerador: —Mi madre lo trajo, y no las he comido mucho. 

—Espera un minuto —Xiang Xi lo miró: —¿Quieres que yo lo haga cuando fuiste tú el que me invitó a cenar?. 

—Sí, compré verduras e incluso una cacerola —Cheng Boyan lo miró.

—¿Hay alguien más igual a ti que invite a alguien a cenar así? —Xiang Xi le parecía divertido. 

—Entonces yo lo haré —dijo Cheng Boyan con simpleza— Solo dime si quieres comer o no. 

Xiang Xi abrió la boca, pero no dijo nada. 

Cuando estaba trabajando en el restaurante de arroz a la cacerola, Xiang Xi observó cómo la esposa del jefe cocinaba con mucho cuidado. Sin embargo, primero se dejaba remojando el arroz en agua según la proporción que se quería, y cuando se necesitaba, se echaba directamente en la olla junto con el agua del arroz. 

Xiang Xi se puso en cuclillas frente al recipiente con arroz, junto a la dos cacerolas y pensó durante mucho tiempo. Al final de los cálculos, agarró un puñado de arroz y las colocó. Después lavó el arroz y calculando nuevamente, colocó agua y la puso junto a la estufa de la cocina. 

Cheng Boyan estaba cortado las salchichas mientras lavaba el arroz. Y Xiang Xi lo miró: —¿Esas salchichas son caseras?. 

—Mm, mi tía lo hizo y se las dio a mi madre —dijo Cheng Boyan— ¿Pudiste notarlo?

—Se puede notar, aunque a simple vista no. No tiene en absoluto grasa. Así que pensé que la Directora Xu lo había hecho —Xiang Xi suspiró: —La carne sin grasa que se cocina al vapor y sin aceite, el arroz al final no sabrá delicioso. 

—Puedes agregarle un poco de aceite tú mismo, más tarde —A Cheng Boyan no le importaba esto. 

—¿Podrá saber igual? —dijo Xiang Xi, pero después de pensarlo, agitó la mano: —Olvídalo, así está bien. También cuidaré de mi salud. 

—Comer salchichas no te mantendrá saludable, estos encurtidos no son buenos para la salud —Cheng Boyan colocó las rodajas de salchichas sobre un plato: —Especialmente, las que se venden en la calle, el Nitrito...

—Mejor sal de aquí —Xiang Xi lo empujó con el codo: —Gracias. 

. . .

Cheng Boyan volvió a la sala de estar, se sentó en el sofá y vio la televisión, escuchando al mismo tiempo a Xiang Xi, arrojar y golpear los tazones en la cocina. Quiso levantarse varias veces para ver qué estaba haciendo, pero finalmente se contuvo. 

Después de ver la televisión por un rato, sonó su teléfono y lo tomó para mirarlo. Era Song Yi. 

—¿Ya comiste? —Preguntó Song Yi, tan pronto como contestó el teléfono. 

—Si no lo hice, ¿me invitarás? —Cheng Boyan sonrió. 

—No por favor, solo es una pregunta casual. Solo escuchas lo que quieres —dijo Song Yi. 

—En dos días a ti y a Lin He los invitaré a cenar, después de que termine mi turno —Cheng Boyan miró el pequeño calendario en la mesita de café: —Como un agradecimiento. 

—¿Es sobre Xiang Xi? No hay nada qué agradecer. No es el supermercado de otra persona, solo es un arreglo para que alguien que conozco vaya a trabajar sin problemas a mi supermercado. —dijo Song Yi con indiferencia. 

—¿Cómo estuvo el día de hoy? —Preguntó Cheng Boyan.

—Es bastante bueno, ingenioso, de respuesta rápida y dispuesto a preguntar si no entiende —dijo Song Yi: —Eso es lo que vi, y quiero preguntar, después de un tiempo ¿debería ser promovido o algo así?. 

Cheng Boyan miró hacia la cocina, se puso de pie y entró al dormitorio: —¿Por qué me preguntas esto?. 

—Si es otro empleado, definitivamente no te preguntaré. ¿No me lo presentaste? —dijo Song Yi con una sonrisa: —Esta es la primera vez que pides algo con respecto a otra persona, tengo que tomármelo en serio. 

—Sin trato especial, solo haz lo que quieras —Cheng Boyan pensó por un momento, y luego dijo: —Nunca ha ido a la escuela, así que no hagas que haga cosas que son demasiado difíciles. 

—Oh, ya veo —respondió Song Yi. Hizo una pausa por un momento y luego volvió a hablar: —Entonces, Boyan, ¿este chico realmente es tu paciente?. 

—¿Qué quieres decir? —Cheng Boyan se sentó en la mesa, que estaba junto a la ventana. 

—No quiero decir nada, solo quiero chismear —Song Yi sonrió: —Ahora estoy solo en casa, estoy libre. 

—Antes, realmente era mi paciente —dijo Cheng Boyan— Le hice una cirugía. 

—¿Y qué pasó después? —Preguntó Song Yi. 

—No hay nada después —Cheng Boyan se apoyó en el alféizar de la ventana, estiró las piernas y se estiró: —Sé lo que quieres preguntar, pero esto no puedo decirlo. 

—¿Por qué? ¿Cierras la boca conmigo? —Song Yi chasqueó la lengua dos veces. 

—Es que no hay razón, ni siquiera lo sé —Lo que dijo Cheng Boyan, era la verdad. Realmente no lo sabía. 

Después de conversar con Song Yi unas palabras más y colgar el teléfono, Cheng Boyan se mantuvo apoyado en el alféizar de la ventana y sin moverse. Al escuchar los movimientos de Xiang Xi en la cocina, no podía explicar cómo se sentía. 

Para él, el Xiang Xi actual, ya no es el delincuente que estaba lleno de amigos problemáticos e historias. No era el paciente gravemente herido que luchó por salvarse, y seriamente hablando, ya no le despertaba aquella culpa que sentía hacia Cheng Boyu. 

Pero todavía estaba lejos de la suposición de Song Yi.

Desde el día en que Cheng Boyan supo de su orientación sexual, tuvo una clara comprensión de sí mismo y sus sentimientos. Él mismo, no era una persona impulsiva y emocional. 

Simplemente, ha sentido que Xiang Xi no era una persona atrevida. Después de estar en contacto con él durante un tiempo, sintió que las muchas cualidad que lo sorprendían y lo angustiaban. Pero cada vez que se acerca, excepto por ese tiempo en el estacionamiento, ha considerado que cada vez que Xiang Xi le extienda la mano, lo ayudará una y otra vez. 

En cuanto a lo demás...ni siquiera pensó si esta persona que le parecía guapo y de buen carácter, era su tipo. 

Cheng Boyan frunció el ceño. No parecía correcto resumirlo así, decirlo así...muy santo, e incluso daba algo de vergüenza ser tan desinteresado.

Suspiró y recordó la pregunta de Xiang Xi, ¿Por qué?.  

¿Por qué? Realmente ya no podía responder a esta pregunta. 

Pero, ¿Por qué...?

—¡Por qué! —La nítida voz de Xiang Xi lo asustó repentinamente, tanto que casi se cae del alféizar de la ventana.

¿Por qué? Quizás, ¿por qué ha pasado demasiado tiempo?. 

Al azar encontró una respuesta para sí mismo en un lío 

—¿Por qué, qué? —Cheng Boyan se puso de pie, y miró a Xiang Xi de pie en la puerta del dormitorio. 

—¿Por qué, qué cosa? —Xiang Xi se congeló. 

—¿No me preguntaste un por qué? —Cheng Boyan de alguna forma también se congeló. 

—¿Quién preguntó un por qué...? Te pregunté sobre el MSG. La última vez no vi MSG, así que me olvidé de preguntar. Así que acabo de buscar y no encontré —dijo Xiang Xi. 

—No consumo glutamato monosódico —Cheng Boyan se recostó en el alféizar de la ventana. 

¿Qué era esto...?