Se echan en un bowl quince yemas y se deshacen un poco revolviéndolas con pocas
gotas de agua de azahar.Se pasan las yemas por un tamiz no muy fino y por otra parte se cuece medio kilo de azúcar y antes del punto de caramelo se echan poco a poco las yemas, tratando de que llenen el fondo de la cacerola, y se dejan cocer tres minutos, se revuelve y se deja llegar el azúcar hasta caramelo flojo.
Se sacan las yemas con una espumadera bien limpia, se ponen a enfriar sobre un mármol untado de aceite de almendras.