Capítulo 40

La expresión de Heukah, que rebosaba de alegría, se congelo de inmediato. Parecía perdido.

-"¿Qué?"

-"No hice nada bueno, pero me dio de comer."

-"¡No puede ser!"

-"Es cierto."

En ese momento, Heukah me miro con un rostro lleno de traición. Un sudor frío recorrió mi espalda.

La presión para poner una excusa pesaba sobre mis hombros.

-"Maestra, ¿por qué le diste caquis secos?"

-"¿Eh? Bueno, es..."

-"¿Por qué se lo has dado si no ha hecho nada bueno?"

-"Bueno…"

-"¿No era sólo para mí?"

-"Eso es…"

-'Espera, ¿por qué tengo que ser interrogada como una esposa que fue atrapada en una aventura?'

Sin embargo, las palabras no salieron, era como si mi boca estuviera bloqueada.

-"¿Vas a acariciar la cabeza de ese humano también?"

-"¡No! ¡No puedo, aunque quisiera!"

-"¿Quieres hacerlo, pero no puedes?"

-"No, me refería a que es algo que no puedo hacer."

-"Si pudieras, ¿lo harías?"

-"....."

-"¿Por qué no dices nada?"

Se mejor que nadie lo duro que Heukah ha trabajado para que lo elogie y le dé caquis secos. Por eso no pude decir nada.

Mientras guardaba silencio, las comisuras de los ojos de Heukah se afilaron. Sus ojos azules, se alargaron y se volvieron como cuchillas.

En ese momento, Yeon sonrió tranquilamente y echó más leña al fuego.

-"Señorita, puede hacerlo. Si quiere acariciarme, hágalo."

-"¿De verdad?"

-'Espera, ¿por qué sonreí alegremente?'

No era el momento para estar feliz. Debido a la provocación de Yeon, la expresión de Heukah se había distorsionado terriblemente.

Heukah mostró los dientes como si fuera a lanzarse sobre Yeon en cualquier momento.

-"¡No! ¡Mi maestra sólo me tocará a mí!"

Oye, siento mucho haberte ofendido, pero deberías agregarle la palabra 'cabeza' o si no se puede malinterpretar.

Yeon lo miro con burla y resoplo.

-"La señorita también me toco una vez."

¡Por favor! ¿Por qué les gusta omitir palabras importantes? ¡Y sólo te toque un poco las cejas! ¡No lo digas como si hubiera sido algo grande!

-"Fui el primero al que ella le dio de comer caquis secos. Lo que significa que estoy por delante de ti. Tu eres el segundo."

-"¡No quiero ser el segundo!"

-"Negarlo no cambia la verdad."

-"Pero soy más fuerte que tú."

-"Recuerda que eres el segundo. Así que piénsalo."

-"¿Eres más fuerte que yo?"

-"¡Sí!"

-"¿De verdad? ¿Lo comprobamos?"

Yeon cambió su postura con una sonrisa provocadora. Parecía que de verdad iban a luchar.

Parece que le afecto el hecho de estar encerrado sin poder entrenar. Ahora parece un poco más infantil.

Comparando su actitud habitual de serio y educado, ahora parecía más un niño de su edad.

Agarré la manga de Yeon y la sacudí.

-"Oye, oye, ¿qué te pasa? Heukah es un niño que aún no sabe nada."

-"El crecimiento de Imugi es diferente al de los humanos. No te confíes solo por su apariencia joven."

-"Pero si esa es su verdadera forma humana. Y…"

Al decir eso, señale la cabeza y Yeon se mordió los labios.

Solo entonces se dio cuenta de que había estado peleando al mismo nivel que un niño de menor edad mental, por lo que se cubrió de repente los ojos con la mano.

-"Maldición."

Es la primera vez que escucho a Yeon maldecir. Abrí los ojos de par en par, pero lo entendía.

-'Sin duda debe de sentirte avergonzado por hacer algo tan embarazoso.'

Le solté la manga y le agarré suavemente la mano.

Con la intención de calmarlo un poco, solté un poco de frio de la palma de mi mano y apreté su mano con fuerza.

Al sentir la fresca sensación, Yeon correspondió a mi agarre suavemente.

-'Hoy parece un poco diferente a lo habitual.'

Por otro lado, no solo Yeon estaba actuando diferente. El rostro de Heukah tenía una expresión que nunca antes había visto.

-"Maestra..."

-"¿Si?"

-"¿Por qué estás sosteniendo su mano?"

-"¿Eh?"

-"¡Por qué estás sosteniendo su mano! ¡Mi mano es la que deberías sostener! ¡El subordinado soy yo! ¡Soy tu único subordinado! Entonces, ¿por qué sostienes su mano?"

-"Pero un subordinado es…"

-"¡Te odio maestra!"

Heukah gritó como un niño de cinco años sin dejarme hablar y salió volando por la ventana.

Rápidamente se convirtió en una serpiente negra y le grité mientras miraba su cola desaparecer en la distancia.

-"¡Oye! ¿A dónde vas? ¡Tienes que llevar tu ropa! Si vas por ahí desnudo, tendrás problemas."

Apreté los dientes y miré hacia el lugar donde había desaparecido Heukah.

-'¡Este bastardo! ¡Solo espera a que regreses y veras lo que es tener un maestro enojado!'

-"¿Qué te parece si comemos? Debes de tener hambre."

Después de forzar a mi mente a calmarse, desempaque mi bolsa de comida.

Cuando la comida estaba colocada en la mesa, Yeon puso una expresión extraña.

-"¿Me trajiste comida?"

-"Me imagine que no habías comido nada en todo el día."

-"En este palacio también proporcionan tres comidas al día."

-"Ah, ya veo…"

Claro. Él es el futuro maestro de Makyo, claro que le darían de comer.

-'Pero, ¿por qué pensé que, si no fuera por mí Yeon se moriría de hambre?'

Al pensar en la comida limpia y ordenada que le habrían dado en el palacio, me sentí tan avergonzada de la comida que metí en mi bolsillo al azar.

-"Lo siento. Parece que lo malinterprete."

Oculté mi vergüenza y metí la comida poco a poco. Entonces, Yeon me agarro la muñeca.

-"Déjalo."

-"Eh... ¿por qué?"

-"Tengo que comer."

-"No tienes que hacer eso.... esta demasiado desordenada y será difícil comerla. La comida del palacio debe de ser más ordenada y limpia que esta.

-"No importa el aspecto que tenga. Lo que importa es lo que hay dentro. Me gusta más la comida que me traes que la que me dan aquí."

Mis mejillas se calentaron de repente. Por suerte era de noche, así Yeon no lo notara.

Le entregué los palillos.

Después de una comida tranquila, saque un pequeño bolso al mirar que Yeon había terminado de comer.

Cuando saque el pequeño frasco del bolso, Yeon me miro con ojos curiosos.

-"Tomate esto."

-"¿Qué es?"

-"...Te gustara. No es veneno ni nada por el estilo. Al contrario, es algo bueno para tu salud, así que bébelo de inmediato. No dejes ni una gota."

-"¿Hiciste algo más como las galletas de ginseng de 100 años?"

-"Bueno, es algo así."

Yeon sonrió y aceptó la botella. Y sin dudarlo un instante, se tomó lo que había en la botella.

Los ojos de Yeon se abrieron con asombro. En cuanto se lo metió a la boca, debió de haberse dado cuenta que no era solo agua.

Le tape la boca antes de que hablara.

-"Es aceite sagrado. Lo traje del laberinto bajo el campo de entrenamiento cerrado."

-"....."

-"No hables si no la energía no surtirá efecto."

-"....."

-"Es tarde, pero gracias. Gracias por salvarme la vida con el aceite sagrado."

Los ojos de Yeon, que estaban llenos de sorpresa, cambiaron.

Me miró con tanta seriedad que picó, luego se sentó con las piernas cruzadas y se concentró.

Esperé a que su cuerpo absorbiera la energía del aceite sagrado. Cuando paso el tedioso tiempo, y la luna estaba en su punto más alto. Yeon abrió los ojos.

Una luz deslumbrante brilló en sus ojos negros y luego desapareció.

Su piel brilló y la cicatriz de su ceja desapareció. La fuerza que sentía en él era incomparablemente más fuerte que antes.

Había absorbido la energía que yo había absorbido a lo largo de un mes, en cuestión de horas.

Yeon me miro y pregunto en voz baja.

-"Señorita, ¿por qué me haces esto?"

-"Creo que podemos tener una buena relación."

-"¿Buena relación?

-"Si. Pienso que debemos de tener una buena relación ya que estamos compitiendo el uno con el otro. ¿No crees que deberías ser justos?"

Creo que más con ser justos, es culpa por robarte tus logros.

Suspiré y dije.

-"Así que no lo pienses demasiado. Es cierto que te lo di como gratitud, porque nadie le daría algo así a su rival, ¿verdad?"

-"Ya veo… rivales."

Los ojos de Yeon se hundieron profundamente. Pensando en algo, preguntó de repente.

-"Por cierto, ¿dónde aprendiste las palabras competencia y rivales?"

Después de quedarme congelada por un momento, me cubrí las mejillas con ambas manos y parpadeé de forma linda.

-"Soy una genio."

-"…. Supongo que sí."

Yeon suspiró suavemente. Miró al aire y habló con impotencia.

-"En el futuro... te arrepentirás de esto."

Sé que estaba hablando sobre su venganza, pero….

-"No me arrepentiré."

Ante mi respuesta firme, Yeon me miro en silencio.

Por alguna razón, me sentí incómoda, y en el momento en que mi cuerpo se movió, Yeon me acomodo el cabello detrás de mi oreja.

Sus dedos que rozaron mi mejilla y el lóbulo de mi oreja, hicieron que mi cuerpo se calentara y por reflejo mis hombros se tensaron.

Después de poner el ambiente sumamente extraño, Yeon aparto la mano y hablo.

-"Regresa. Es demasiado tarde."

-'¡Si eso es todo lo que tenías que decir! ¿Por qué hiciste todo eso?'

No sé por qué me late el corazón cada vez que Yeon me habla informalmente. Inflé mis mejillas para ocultar mi corazón palpitante.

-"¡Ya me iba de todos modos! Tengo que ir a buscar a Heukah."

Dije con una mirada de disgusto.

-"Déjalo. Ya volverá por su cuenta."

-"¿Cómo lo voy a dejar solo? Ni siquiera conoce este lugar."

-"…Te ayudare a buscarlo."

-"No. Estas castigado. ¿Y si te atrapan por salir del palacio y te dan más días de castigo? Descuida, puedo arreglármelas yo sola.

Yeon no pudo contra mi terquedad y me acompañó hasta la entrada. Me despedí de él y fui en busca de Heukah.

Recorrí el palacio y fui al centro de entrenamiento que se había derrumbado, por si acaso, pero no pude encontrar ningún rastro de Heukah.

-'¿Dónde se metió este mocoso? Tengo que encontrarlo y volver antes de que Seoyoung se despierte.'

Al final tuve que regresar sola al palacio después buscar a Heukah casi hasta el amanecer.

Estaba preocupada, yo fui la que lo saco de esa cueva, yo era quien debía cuidarlo.

-'Debí haberle prestado más atención. Está claro que soy pésima en cuidar de alguien. ¿Dónde diablos podría estar? ¿Debería poner un anuncio de búsqueda?'

Suspiré y abrí la puerta de mi habitación. Al entrar, miré al pequeño niño que estuve buscando como loca durmiendo en mi cama desnudo.

Mi edad es de seis años y por primera vez en mi vida, experimente los síntomas de presión arterial alta y visión borrosa.


Traducción: Jiho

Corrección: Jiho