Capítulo 30

-'¿Qué quieres decir con sangre?'

Instintivamente agarré la manga de Jegal-hyun. Entonces Jegal-hyun me miró con curiosidad.

-"¿Señorita? ¿Qué pasa?"

-"..... ¿Eh? ¿Qué quieres decir?"

-"De repente, me agarraste la manga con mucha fuerza."

Jegal-hyun parecía no haber oído nada. Pero a mis oídos se escuchó tan fuerte.

Lo mismo ocurría con los demás investigadores. Estaban tan tranquilos como si la palabra 'sangre' jamás hubiera sido pronunciada por el monje.

-"¿No oíste eso?"

-"¿De qué estás hablando?"

-"De lo que acaba de decir el monje Jeong. ¿No escuchaste nada?

-"¿El monje dijo algo? ¿Cuándo?"

-"Ahorita..."

Dejé de intentar hablar. Al parecer soy la única que puede escuchar la voz del monje.

-'¿Cómo diablos?'

Decidí tranquilizarme y pensar mejor las cosas. El monje Jeong no podría hacerme nada de todos modos.

Si hace algo extraño, mis abuelos me protegerán inmediatamente.

-'Pero, ¿entonces por qué estoy tan nerviosa?'

Solté la manga de Jegal-hyun.

-"Saldré primero. Mis abuelos están esperando afuera."

Levanté la voz a propósito para que me escuchara el monje Jeong. Si sabe que los ancianos están cerca, el monje puede retroceder.

Sin embargo, la reacción del monje Jeong fue inesperada.

-"Nadie va a entrar aquí."

-"..... ¿De qué estás hablando? ¿Por qué no puede entrar nadie?"

-"Lo que no se puede decir no existe, y lo que no se puede ver se olvida."

Jegal-hyun, que me miraba atentamente, frunció la frente y preguntó.

-"Señorita, ¿con quién estás hablando?"

Pero no pude responder a Jegal-hyun. Esto se debe a que las palabras del monje eran muy siniestras.

-"Lo siento por la señorita, pero piense que todo esto ha sido un error. Rezare a Sura para que nazca en una familia normal en su próxima vida."

-"¡Que es lo que has…!"

Antes de terminar de hablar, el monje coloco su mano en el suelo y hubo un fuerte sonido que hizo retumbar a toda la cueva.

Pensé que era una señal de ataque, pero no lo era. Con un extraño presentimiento, me volví hacia los demás y me quedé sin aliento.

-"¡....!"

Los investigadores miraban al aire con caras inexpresivas como maniquíes. Ni siquiera parpadeaban y sus cuerpos estaban sin moverse.

-"Esto no está bien."

Los investigadores se miraban espeluznantes y extraños.

Di unos pasos hacia atrás y Jegal-hyun se dio cuenta del estado anormal de los miembros del equipo de investigación y camino hacia ellos.

-"¿Eh? ¿Qué les pasa a todos?"

Agarré el brazo de Jegal-hyun a toda prisa antes de que se acercara a ellos.

-"¡No! ¡Aléjate de ellos!"

-"¿Qué?"

-"¡No te acerques a ellos!"

Jegal-hyun parecía no tener ni idea de lo que estaba pasado.

-'¡Es frustrante! ¿Acaso no tiene sentido del peligro?'

Mientras sostenía el brazo de Jegal-hyun, grite con todas mis fuerzas.

-"¡Eunyeong!"

Pero no apareció nadie. Volví a gritar tan fuerte que sentí que mi garganta se desgarraba, pero fue lo mismo, nadie apareció.

-"Lo que no se puede decir no existe, y lo que no se puede ver se olvida."

-'No puede ser…. ¿Eunyeong no escuchara o vera esta situación?'

Al mirar que el monje saco una pequeña daga de plata de su manga, toda mi piel se erizo.

Sólo entonces, Jegal-hyun cayó en un estado de pánico y gritó.

-"¡Monje! De repente, por qué la daga... ¡qué estás tratando de hacer ahora!"

-"¡Es demasiado tarde! ¡Nos va a atacar!"

-"No puede ser... ¡es imposible!"

En ese momento, el monje Jeong levantó la mirada.

Sus ojos que eran oscuros, ahora eran sorprendentemente claros. Parecía haber abandonado todos sus deseos. Incluso la voluntad de vivir.

En el momento en que miré esos ojos, me di cuenta de que mi suposición era errónea.

Jeong no me atacará. Sólo acabara con su propia vida.

<<Como una mecha que ilumina el camino.>>

Ya sea desafortunado o afortunado, mis predicciones no se equivocaron.

La daga de plata se clavó en la nuca del monje Jeong, no en la nuestra. Su sangre salpicó como una fuente, y al mismo tiempo una luz se filtró de su cuerpo.

-'¡Es la autodestrucción!'

No sé cómo es posible, pero lo sentí instintivamente.

-"¡Tenemos que evitarlo!"

-"¡Uh, a dónde vas!"

No podemos ir por la entrada donde el monje estaba bloqueando ya que me daba muy mala espina, así que solo nos quedaba una salida.

-"¡Adentro!"

Corrí locamente dentro del campo de entrenamiento con Jegal-hyun.

La parte de atrás de mi cabeza estaba avergonzada, pero no había vuelta atrás. Si dudaba, aunque fuera un poco, pensé que sería un gran problema.

¡Todo lo que tenemos que hacer es ir allí! A la vuelta de la esquina, estaremos a salvo.

En cuanto no pude sobrellevar la velocidad de mis pies, tropecé al doblar la esquina y la luz que salía del monje lleno la cueva.

-"¡Argh!"

Una enorme energía como un maremoto nos golpeó en un instante y se alejó.

¡BOM! ¡BOM! ¡BOM!

La cueva vibró con un rugido y el suelo se agitó como una ola.

-"¡Uf!"

Tan pronto como mi cuerpo reacciono me gire hacia una pared cercana.

La cueva, que había estado temblando como si estuviera a punto de derrumbarse, se quedó en silencio después de un largo rato.

Comprobé cuidadosamente mi estado.

Todo mi cuerpo palpitaba como si me hubieran golpeado. ¿Me abre hecho daño cuando rodé por el suelo? Ya que mi brazo derecho dolía más.

Encontré a Baek que había rodado por el suelo y me froté los ojos.

No podía ver bien porque estaba bloqueado por el polvo. Ni siquiera podía distinguir quién vivía y quién moría.

-"¡Genial! ¿Eh?"

Algo surgió de mi interior. Cuando lo escupí, era un bulto de sangre rojo oscuro. Sudé mientras todo mi cuerpo perdía fuerzas.

Debí de haber sufrido heridas internas. Me limpié la boca con la manga y busqué en mi bolsillo que estaba oculto en mis brazos.

Contenía caquis secos preparados para Yeon y regalos para mis abuelos.

Rebusqué en mi bolsillo y saqué la medicina de la lanza de oro, me la puse en el hombro y me tomé la mitad de la medicina interna.

Las punzadas mejoraron y la velocidad del frio también, pero la historia seguía siendo la misma. A este ritmo, moriré congelada con el frío que tengo.

-"No deberías estar aquí. Salgamos de aquí."

Me apoyé a duras penas de la pared y tocando el suelo con mi temblorosa mano izquierda empecé a caminar.

No caminé mucho, pero sudé rápidamente y me mojé la cara.

Me detuve un rato y me estaba limpiando el sudor de los ojos cuando oí un gemido en alguna parte.

-"Uh..."

-"......"

Era Jegal-hyun.

Me acerqué a él y le tiré del brazo.

-"¿Estás bien?"

Parecía mareado, como si aún no hubiera recuperado el sentido, pero pronto se agarró la pierna y se quejó de dolor.

Le puse la medicina de la lanza de oro en la pierna y le di el resto de la medicina interna.

Sólo entonces Jegal-hyun miró a su alrededor mientras recuperada el aliento.

-"Uh... ¿qué pasó?"

-"Lo viste, ¿no? El monje Jeong se voló a si mismo."

-"¡Eso es imposible! ¡Él es un hombre que jamás haría algo así!"

-"Es imposible, ¿aun si lo viste con tus propios ojos? No seas ridículo."

-"No puede ser. ¿Por qué haría algo así?"

No lo aguante más, y explote.

-"¡Como voy a saberlo! ¡Era uno de tus hombres!"

-"¡Él no pudo haber elegido volarse a sí mismo! ¡No tiene el poder de hacer eso! ¡Tiene que haber algo mal en esto!"

-"¿Qué quieres decir con que algo está mal? ¿Estás diciendo que nosotros tuvimos algo que ver?"

-"¿Quién ha dicho eso? ¿Pero no es extraño que todos los muertos pertenezcan a una facción política?"

-"¡Yo también estuve a punto de morir!"

-"¡Pero, viviste!"

La arena cayó sobre mi cabeza.

Era peligroso hacer un ruido fuerte en la cueva, que estaba a punto de derrumbarse.

Jegal-hyun y yo cerramos la boca. Nos miramos fijamente y giramos la cabeza al mismo tiempo.

-'¿Por qué intenta culparnos? ¿Acaso ustedes no lo planearon todo?'

Permanecimos en silencio hasta que la arena pareció dejar de caer. Intenté controlar mi ira y hablar lo más calmada posible.

-"Somos los únicos que perderemos si peleamos aquí. Salgamos a hablar."

-"..... Esta bien. Descubriremos la verdad cuando salgamos de aquí."

Habló con rigidez y se puso de pie contra la pared. Volvimos por el camino que habíamos recorrido.

Mis piernas dolían y mi cuerpo se tambaleaba, pero aguante el dolor apretando mis dientes. No quería mostrar mi debilidad a Jegal-hyun.

-'Vamos, tu puedes. La entrada está justo enfrente. ¡Sólo un poco más...!'

-"Eh."

Una enorme roca bloqueaba el paso a la entrada. Me senté en el suelo con frustración.

-"¡Oh, Dios mío!"

Jegal-hyun corrió cojeando. Golpeó la roca con sus puños, pero eso solo lo lastimo ya que no podía mover una enorme roca solo golpeándola con su puño.

-'¿Qué debo hacer...?'

Estaba tan cansada que ni siquiera podía llorar. Mi garganta esta tan seca que parecía que en cualquier momento se desgarraría.

Junté mi saliva seca y mojé mi garganta.

Y para colmo, tenía mucho frio. Esto se debe a que he sufrido lesiones internas y me he exigido en exceso.

Mi fuerza interna disminuía gradualmente y era mucho más difícil soportar el frío. Saqué una de las canicas rojas restantes de mi bolsillo con mis manos temblorosas.

-"¿Puede esto romper esa roca?"

Jegal-hyun miró la canica roja y sacudió la mano con disgusto.

-"¿Una canica roja? ¡Jamás! El poder explosivo es tan fuerte que estaremos en peligro."

-"Entonces espera un poco. Mis abuelos y mi padre me rescatarán pronto."

-"¿Pero qué dices? Si tocas algo mal afuera, todo se derrumbará aquí."

Como un hombre que ha perdido toda esperanza, la voz de Jegal-hyun estaba llena de frustración.

-"¡No, yo no puedo morir aquí! Ahora que tengo una familia, creo que sé lo que es la felicidad... ¡Así que no puedo morir aquí!"

Apreté los dientes y sacudí la cabeza.

-"¡No digas ese tipo de cosas! Yo soy la que tiene seis años y está aguantando esta situación, entonces, ¿por qué alguien que es un adulto es tan cobarde?"

-"......"

-"Es demasiado pronto para rendirse. Dicen que hay una salida para cualquier situación. Me refiero a...."

Incluso antes de terminar el discurso, mis oídos zumbaron y escuché un sonido. Más alto y claro que la voz del monje Jeong.

-"Esa voz…"

Era la voz de Cheonma.


Traducción: Jiho

Corrección: Jiho