Capítulo 48

"¿Qué haces aquí?"


Aguanté frunciendo el ceño, pero de repente salió una voz temblorosa.


Johanes se apresuró a decir "casa, casa", tosió en vano y corrigió sus palabras.


"Quiero decir... ¿Por qué has venido hasta aquí?".


"Sí, eso es lo que querías decir".


Dijo Lulak con una sonrisa que hacia que sus ojos se arrugaran.


"¿Han pasado tres años?"


Por lo general el señor de Lombardi no se desvía del territorio de Lombardi.


Eso fue un alivio y una preocupación para johanes, ya que el anciano conocía todas las historias del palacio imperial, pero, el propio emperador, rara vez sabía lo que ocurría dentro de Lombardi.


"Es suficiente".


Johanes respondió: "He recuperado la compostura y, naturalmente, me he sentado a la cabecera de la mesa".*

*Se refiere que ahora él es el emperador y el líder.


"Te has hecho mayor". Pero eso también es solo por un tiempo. -Respondió Lulak.


Cada una de las palabras de Lulak hicieron que las gruesas cejas de johanes se retorcieran.


Le conmovió la forma que Lulak trataba al emperador del imperio, como si fuera un niño en un barrio después de mucho tiempo.


"¿Cuántas veces ha querido este anciano venir a palacio? La última vez que lo vi, tomé lo que me había dicho y me di la vuelta en la puerta del palacio".


"...... alguien pensaría que perseguí al señor de Lombardi, que es como perseguir a un tío".


"No estoy seguro de dirigir este imperio dentro y fuera del palacio imperial como si el territorio de Lombardi fuera mi casa, así que si quieres arrastrarme fuera del trono, mantén tu cara en la reunión".


"Khahahahaha.


Johanes no tenía nada que decir.


De hecho, fue una respuesta natural porque fue lo que le dijo a Lulak.


"En ese momento, estaba en medio de una fuerte lluvia....."


Lulak, que miraba a Johanes con cara sonriente, dijo: Estás poniendo excusas poco convincentes.


"Aunque lo he soportado, no he podido evitar visitarte hoy. Perdóname".


"...... qué demonios está pasando en esta madrugada".


Johanes también sentía curiosidad y no podía soportarlo.


Venir a la oficina sin dar una palabra de antemano y esperar así, esto era como si fuese lulak, pero no era como lulak.


"Con el debido respeto, ¿Sabe usted en qué anda ahora el segundo príncipe heredero Pherez?"


"¿Pherez?"


Era un nombre extraño en su boca.


Tardé unos segundos en darme cuenta de que era el nombre de mi hijo que había olvidado.


"Si habla de el…. la emperatriz lo está cuidando bien.

¿Es por el que lulak ha venido hoy?"


Fue completamente inesperado, así que Johanes inclinó la cabeza hacia un lado.


"Déjame hacerte una pregunta. ¿Confías seriamente en que la emperatriz cuide adecuadamente del segundo príncipe heredero?


El emperador tiene honoríficos, pero la emperatriz no.


Era su propia forma de expresar el estatus único de los miembros de la familia Lombardi.


Johanes replicó llorando ante el tono de Lulak, como si lo estuviera regañando.


"¿Ahora te metes en los asuntos de la familia imperial?".


A diferencia de Lulak, Johanes, que era un emperador relativamente modesto que nunca se había opuesto públicamente a los Lombardi, se mostraba muy desinteresado con la situación de su sucesor.


"No me refiero a la responsabilidad que tienes con tus hijos. ¿Qué sentido tiene eso en la familia imperial? Sólo".


Lulak sacudió la cabeza como si lo lamentara.


"¿Tu hijo debería ser una excusa para engañarte y burlarse de ti?"


"¿Burlarse de mí...... una excusa?"


La actitud de Johanes se volvió bastante seria.


"¿Qué quieres decir ahora? Explícalo bien".


Ante el impaciente johanes, Lulak respondió con una sonrisa relajada, sin embargo las palabras que salieron de su boca no fueron nada ligeras.


"La familia Angenas ha reportado sólo la mitad de sus ingresos del territorio de este año".


"¿La mitad?"


El hecho de que la familia de la emperatriz, los Angenas, estuvieran evadiendo impuestos en cierta medida no era nuevo para Johanes.


Pero el hecho de que fuera la mitad le avergonzaba.


"Pero hay algo más a lo que deberías prestar atención".


"¿Qué es?"


"La persona que encontró algo extraño en la declaración de la renta lo comunicó a la cúpula, pero extrañamente no se hizo nada".


Fue tal y como dijo Lulak.


El emperador puso una cara de sorpresa y mientras se desvanecían sus expresiones su rostro iba perdiendo el color.


Lulak habló sin tener en cuenta la reacción del emperador.


"Es un hecho de que ya hay bastante gente trabajando para la familia Angenas y todo es por el dinero de la familia real".


Y lanzó sus palabras al aire.


"¿No pagan bien sus impuestos? Es algo bonito y puedo pasarlo por alto al menos una vez. Pero, si hasta los funcionarios imperiales están cooperando en el asunto...... eso ciertamente sería una mancha para la autoridad de Su Majestad, ¿no es así?


'Bueno', el emperador se frotó la sien como un dolor de cabeza.


Lulak, que disfrutaba de la escena como si estuviera viendo una obra de teatro muy agradable, lanzó la segunda piedra que traía.


Esta vez, esperando una mayor ondulación en el lago.


"Yo también te debo una disculpa. ¿Te acuerdas de la mina de Serves?"


"...... Me acuerdo".

"La mina de hierro que dejaste en nuestra Lombardía para emergencias fue vendida a la empresa Barraport por mi hijo".


"Si, a Barraport......."


"La familia Bongsin es la más prominente de los Angenas".


La familia imperial siempre estaba preparada para un momento en el que el emperador fuese destronado, ellos robaban bienes poco a poco y los dejaba en secreto en manos de los Lombardi.


Como los 5.000 lingotes de oro que yacen latentes en lo más profundo de la cámara acorazada del banco Lombardi.


También había ejemplos, aunque conocidos en el exterior como "minas pequeñas e insignificantes", como las minas con vastas vetas de acero subterráneas.


"La familia imperial y la familia Lombardi no se daban la espalda" era una medida de larga data.


"Aunque los documentos lleven el sello de Barraport, es demasiado evidente quién es el verdadero propietario de la mina".


Por supuesto que fueron los Shulz de la familia de Vestian los que se quedaron con el negocio minero, pero Lulak no lo mencionó.


"La familia Angenas no podía saber que era una mina, pero es una prueba de que su poder es lo suficientemente grande como para llegar a la mina de hierro".


El mineral de hierro era un recurso militar muy importante.


El hierro, el material de las armas, era un recurso en el imperio que sólo tenían unas pocas familias, entre ellas la familia imperial y los Lombardi.


Y los Lombardi eran, además, la únicas familia que había sido leal a la familia imperial durante mucho tiempo.


Aunque Angenas era una familia de la emperatriz, originalmente era más de la nobleza que de la familia imperial.


El mineral de hierro no era una propiedad permitida por ellos.


"Y es Su Majestad quien les hizo soñar presuntuosamente".


"¡Mi culpa! ¡Eso es ridículo! ¡Soy justo!"


"Usted le dio fuerza a la familia Angenas. Usted no miró a su primer hijo, el hijo que tuvo con la emperatriz, y lanzó su segundo hijo a las garras de la emperatriz también. Porque a Lavigne Angenas no le importa si mata o salva al hijo que tuvo con la doncella.


"¿Matar o salvar?"


Johanes no era un emperador estúpido.


Eso es lo que pensó Lulak.


Era astuto y era rápido para leer entre líneas y las palabras de los hombres.

Como ahora.

"Entonces la emperatriz, Pherez... ¿Estás diciendo que ha herido al segundo hijo príncipe?"


"Afortunadamente, todavía está vivo.


Creo que ha estado comiendo veneno".


"¡Ja!"


Johanes se quedó sin palabras y se echó a reír.


Su afecto por el hijo de una criada, que no recordaba bien su nombre, estaba muy lejos de ser real.


Se debía más bien a la rabia y al asco que sentía por la emperatriz que se atrevía a tocar su propia sangre.


Lulak, empujó un vaso de agua que se había servido ante el emperador y le dijo:


"Desde luego, ha sido una muy buena jugada dotar a la familia Angenas de palabras para hablar contra mí, Majestad".


Johanes, que estaba completamente ído, se estremeció, pero Lulak sonrió felizmente al verlo.


Era como si el maestro mirara al alumno bien crecido.


"Pero me diste de más.


Ese fue el problema. No sé si es que tengo demasiado y todavía estoy siendo codicioso....... Ahora es el momento de quitarme ese poder".


"Pero...."


"Su Majestad no tiene que hacer nada".


El emperador apretó su pegajosa frente con su mano y de repente se detuvo.


Lulak sonrió al ver a tal emperador.


E hizo una propuesta que el emperador nunca rechazaría.


"Seré tu villano".



Pherez y yo nos sentamos cara a cara en la cama.


El único sofá estaba cubierto de polvo, y el suelo estaba frío como un hueso, así que era una elección inevitable.


Todavía tenía el pelo negro cubriendo el cuello, la piel blanca y los ojos rojos como los labios.


"Pherez", ...... sus largas pestañas temblaban en un movimiento de parpadeo.


"¿Has crecido un poco?"


"Creo que soy un poco más alto".


Pherez contestó, asintiendo con la cabeza con rostro grave.


"Bueno....... es porque será una cabeza más grande que otros".


murmuré mientras recordaba mi vida anterior.


Recordé verlo de pie, en medio de una multitud que se agolpaba ante la noticia de la llegada del nuevo príncipe heredero, pero sólo logré ver una imagen muy lejana.


A Pherez, mirando a todos con ojos fríos, alzaba su capa como si fuera un estandarte, con un cuerpo más anguloso que el de los caballeros que lo rodeaban, cautivando al instante a la multitud.


"¿A Quién?"


"¿Eh? Oh, no".


Pero es difícil imaginar que la persona que está frente a mí haya crecido como un adulto, pensé.


Comparado con el primer Príncipe, Pherez era como un gran lobo de pelo negro y brillante.


"¿En quién estás pensando?"


El inexpresivo Pherez que recuerdo era iguala este, pero ahora Pherez es un poco más como un.......


"¿Cachorro?"


Phrez Ladeo la cabeza ante mis inesperadas palabras.


Mira eso. Parece un perro de verdad.... no, pareces un cachorro.


"¿Tienes un cachorro?"


"Eh, no. Estoy pensando en criar uno ahora".


"Te gustan los perros, ¿no? A mí también me gusta. Nunca los he visto en persona, pero seguro que me gustarán porque a ti te gustan".


Pherez murmuraba una palabra desconocida.


"¿Cómo te fue con toda la tarea que te di?"


"Comer, tomar la medicina, acostarme cuando viene la criada y practicar la esgrima".


Respondió enseguida, señalando con los dedos uno a uno.

"Sí, esa".


"He hecho todo como tú me dijiste, todo".


¿Es mi ilusión o tiene una cola negra moviéndose detrás de su cara descarada?


"¿Te lo enseño?"


Pherez agarró la espada de madera y preguntó como si yo deseaba ver como la balanceaba.


"No, eso no es lo que importa ahora.

Ya que has hecho bien los deberes, deberías recibir un premio. ¿No te parece?


"¿Premio?"


Sonreí mientras sacaba mi bolsa de un lado.


Pherez no sabe cómo apartar sus ojos de mis manos mientras desato el nudo de la tapa de la bolsa.


"Vamos, voy a darle un regalo a un buen chico".


¿Conoces a Papá Noel?


dije mientras abría la bolsa de par en par.

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