Capitulo 3

Poco después, el olor a rosas rozó la punta de mi nariz y el aceite resbaladizo se extendió por todo mi cuerpo. Nunca había usado el aceite de rosas.


'Es suave...'


Era una oportunidad para potenciar mi deseo material.


Después de bañarme, me senté en una silla como una muñeca y recibí la mano de la criada. Siempre me cepillaba el cabello largo porque era demasiado para secarlo, pero las sirvientas me secaron el cabello con una toalla después de bañarme.


La verdad es que me sorprendió mucho, pero solo mire un poco porque pensé que me sentiría vulgar si demostraba mi asombro. Las criadas sonrieron y me hablaron.


-"Parece que la señorita tiene la piel clara".


-"Así es. Además, nunca había visto un cabello rubio platino tan suave y brillante".


-"Gracias".


Estoy segura porque hay una mezcla de sangre de diosa. Aunque el tiempo bajo el sol abrasador era demasiado largo, no había quemaduras, piel áspera ni manchas.


Lo mismo ocurría con el cabello. Esta es la suerte de la desgracia. Si mi cabello fuera como el de un perro, me lo habría cortado enseguida.


-"¿Qué vestido le gustaría usar?"


-"Bueno".


Sonreí después de comprobar los vestidos que estaban delante del espejo.


-"El más caro".


Las sirvientas parpadearon ante mis palabras y sonrieron torpemente. Luego me trajeron un vestido con pequeñas joyas incrustadas en el dobladillo de la falda y me lo mostraron.


-"Tengo entendido que este vestido es el más caro. ¿Qué le parece señorita?"


-"Es bonito. Me lo llevaré".


Cuando me pusieron el vestido, las sirvientas se afanaron. El vestido blanco se ajustaba perfectamente a mi cuerpo, y la textura era tan suave que ni siquiera recordaba el vestido negro que llevaba.


Definitivamente era el mejor vestido que he tenido... No puedo creer que ese vestido fuera una basura.


Me despedí del vestido negro por dentro. Por supuesto, si Herace me está prestando este vestido como un préstamo de una sola vez, tendrá que reunirme con el vestido negro.


-"Señorita Swan, ya he terminado de maquillarla".


Asentí un poco avergonzada, quizá porque varias personas estaban pendientes de mí.


Entonces la criada, que parecía tener mucha experiencia en su trabajo, me entregó un abrecartas y una carta encerrada y se llevó a las demás criadas fuera de la habitación.


Al quedarme sola, mire entre mis manos una carta lujosa y un abrecartas.


-"......."


Rasgar


Acabo de abrir la carta con la mano. Realmente es un desperdicio de dinero usar este tipo de cosas.


Suspiré y saqué la carta del sobre. Cuando lo abrí, había unas letras bien definidas que se parecían al dueño.


<<Te lo digo por precaución. No quiero escándalos innecesarios, así que por favor abandone la habitación inmediatamente si ha recibido el vestido>>


A diferencia de la pulcra escritura, me eché a reír ante la grosera carta, que no tiene destinatario ni remitente.


Te diste cuenta de que iba a dormir aquí.


Miré la suave cama con ojos decepcionados y finalmente salí de la habitación con mi nuevo vestido.


Me sentí vacía cuando mi pequeño plan de beber el alcohol como si fuera agua se vino abajo. Nunca pensé que dormiría en un palacio imperial en mi vida.


Así que, por primera vez en mi vida, puse un pie en un alojamiento cutre en el que me estaba alojando.


No tenía ropa que ponerme mañana, así que no tenía otra opción que ponerme esta nuevamente.


-"De todos modos, puedo oler el dinero increíblemente bien".


Es una situación perfecta para ser el objetivo de la gente de la calle.


Miré a los enormes hombres tirados en el suelo y giré la muñeca. Tal vez sea porque hace tiempo que no uso el puño, pero está un poco rígido.


-"Hola".


-"......."


-"No están muertos, ¿verdad?"


Me encogí de hombros ante los hombres caídos inmóviles y los pisé.


Me habría enfadado un poco si mi vestido se hubiera ensuciado.


Si pensaran que eres una dama noble e inmadura que sale sin escolta, te mandarían a casa. ¿Quién podría ser tan mezquino para comerme?


Si mantienes los ojos cerrados en la capital, te robaran. De todas formas, no quiero arruinar este vestido caro.


Cuando balancee mi cuerpo, se dirigió rápidamente a la posada con una sensación de fatiga que se acumulaba rápidamente. Lamenté haber intentado vestirme bien, pero me quité el vestido sin todos los accesorios de mi cuerpo.


Recién bañada, me acosté en la cama después de lavarme la cara. Pude sentir un duro colchón a mis espaldas con un sonido chirriante.


-"...Era tan esponjoso".


Lo suficiente como para quedarme dormida al instante que mi cuerpo lo tocara.


-"Y fue genial".


El movimiento de Ferdinand.


-"Debes usar bien tu cuerpo además de la magia".


La mayoría de los hombres tenían la confianza para derribar, pero el ataque sorpresa de Ferdinand fue un poco embarazoso.


Fue tan repentino, ágil y fuerte. La sensación de impotencia que sentí por primera vez fue honestamente escalofriante en ese momento.


Además, cuando dijo que me dejaría ir por una noche, pensando que era una seguidora suya, estaba siendo bondadoso.


-"...casi caigo por tu cara".


Si lo hubiera hecho, habría perdido mi futuro adorado.


Estaba un poco nerviosa cuando el tiró sus guantes de seda y se aflojaba la corbata. De todos modos, él se veía muy guapo.


-"Ferdinand Herace".


Incluso su nombre es genial. Tiene mucho dinero, poder y honor. Estoy segura de que eres lo suficientemente feliz hasta aquí, pero aparte de todo eso incluso eres guapo.


A este paso, ¿el descendiente de la diosa no es de nuestra familia sino la de Herace? Cerré los ojos ante la injusticia que sentía. Todo lo he conseguido yo sola y me tomo mucho tiempo.


Ojalá hubiera nacido como Ferdinand. No esperaría a gastar el dinero hasta la muerte.


Sé más que nadie de los dos lados del poder. Podría haber llegado a lo más alto del mundo, pero al mismo tiempo podría haber tocado fondo. Igual que nuestra familia.



***


A diferencia del primer día, el banquete del segundo día fue un poco más libre.


-"¿Has venido sola, sin pareja?"


-"...sí."


-"Nunca le he visto antes, así que, si no le importa, ¿puedo preguntar a qué familia pertenece?"


Tal vez era por el ambiente, pero los hombres se me acercaban uno a uno. No tengo tiempo para esto. Ni siquiera puedo ver si Ferdinand ha venido.


¡Intentaba saber quién era la princesa Carmen...!


-"Encantada de conocerte. Soy la baronesa Ophelia Swan".


-"Es obvio que nunca haya oído hablar de mí. Es la primera vez que asisto a un banquete".


-"Ya veo. Soy el conde Winston Randell".


Un hombre apuesto de cabello castaño oscuro me sonrió. Mi cabeza se quedó en blanco por un momento cuando me encontré con un hombre amable después de ver a uno desagradable.


Hay hombres amables como este en el mundo.


-"Si no le importa, me gustaría bailar esta pieza con usted, ¿me permite?"


-"Gracias por la oferta, pero tengo algo urgente que hacer ahora mismo. Prefiero dejarlo para la próxima vez".


Era un hombre de mi gusto, pero no podía perder uno mayor por un entretenimiento.


Mi reputación caería, pero no me importaba porque no pensaba quedarme en casa el resto de mi vida si el trato se establecía y me pagaban.


Además, las personas están tan relajadas como para interesarse en mi, que aparecí de la nada.


Se despidió el hombre y se dio la vuelta, pero el ambiente en la sala cambió.


No sabía que se estaba armando un escándalo mientras hablaba, así que fui al lugar donde la gente estaba amontonada.


Porque, en medio de la multitud, estaba...


-"Lord Ferdinand".


Porque Ferdinand estaba allí. Hasta hace un rato, estaba preocupada por cómo encontrar a la princesa Carmen, pero cuando apareció Ferdinand, se solucionó.


-"Fue una pena que se fuera ayer temprano".


Y es que cuando la mujer pelirroja estaba coqueteando con Ferdinand, las mujeres a su alrededor retrocedían un paso a la vez.


-"Volví porque tenía algo que hacer. Princesa".


-"¿Sabe qué? Las mujeres no saben lo que va a pasar, así que siempre llevan vestidos de más. Si la próxima vez ocurre algo como lo de ayer, dígalo. Lord Ferdinand le ayudaré a que nadie sea una molestia para usted".


-"Gracias por decir eso".


-"No son sólo palabras".


Cuando vi a la princesa Carmen agitando como la cola de un zorro un abanico de colores, incluso yo, que soy una mujer, me quedé con la mirada perdida por un momento.


Cuando la Princesa Carmen sonrió, sus ojos que habían estado mirando hacia arriba, bajaron suavemente y avergonzó a la persona. Esto se debe a que el propio ambiente cambió en un instante.


También quería conectar a Ferdinand como el deseo de la princesa Carmen, pero por desgracia, el grueso hilo rojo de Ferdinand no le correspondía.


Fue una lástima para la princesa Carmen, que estaba cegada por Ferdinand.


Me di cuenta de la situación y poco a poco entré en el campo de Ferdinand.


Y cuando mi cuerpo se adentró por completo en el campo, el ambiente ruidoso se calmó en un instante.


No sé por qué sucedió eso de repente, pero le sonreí a Ferdinand y lo saludé.


-"Lord Ferdinand. Muchas gracias por lo de ayer".


Ferdinand asintió a mi saludo extrañó y abrió la boca.


-"No, yo arruiné su vestido señorita, así que es natural que la compense".


¿Compensación? ¿Así que sólo me vas a dar ese vestido? Ladeando la cabeza con desilusión y un poco de enojo, Ferdinand sonrió suavemente y dijo.


-"Sin embargo…".


-"¿...?"