Capítulo 12

Me mordí la lengua un poco. Cuando estaba inmersa en mis pensamientos, un enorme carruaje llegó corriendo con tierra y polvo, y se detuvo entre la multitud y yo.

─ Emelie.

Se oyó una voz suave. Cardin se bajó del carruaje y apareció delante de ella.

Podía oír las fuertes agitaciones nerviosas de la gente alrededor por Cardin.

─ Papá.

Corrí a Cardin como si hubiese esperado bastante para verlo. No me sonrió amablemente, pero en cuanto me acerqué, me levanto y me llevo al carruaje.

─ Has tomado prestados bastantes libros.

Miro los libros que lleva en las manos, y él preguntó sorprendido.

─ Porque había muchas cosas interesantes.

─ ¿Cuáles son?

Cardin se rio cuando vio los títulos de los libros. Los niños tienen que leer libros infantiles, no era común ver a un niño de 6 años leyendo libros difíciles.

Continúe diciéndole a Cardin lo mismo que le mostré a mi niñera.

─ ¡Hay pinturas!

Abrió el libro y señaló las pinturas.

Quería leer libros difíciles, pero a esta edad era evidente que leer tales libros llamaría mucho la atención. Esos libros de alta calidad son para la gente inteligente. No será tarde en leer después de que sea reconocida como un genio entre los niños de mi edad.

Cardin asintió varias veces pensativo y subió al carruaje.

─ Vámonos.

Cuando entró al carruaje con la niñera, Cardin le dio órdenes al jinete por la ventana, note a un grupo de personas ofendidas mostrando caras graciosas.

─ Las moscas se retuercen.

Cardin giró donde se encontraba el grupo. No logre ver el rostro de Cardin porque estaba mirando hacia esa gente, pero pude ver a la multitud asintiendo con la cabeza agachada.

Gracias al carruaje, la desagradable mirada de esas personas desapareció en el paisaje rápidamente cambiando uno más tranquilo.

─ Papá.

Le hable a Cardin, agitando suavemente su manga, sentado a mi lado. Sonreí y le dije.

─ ¿Por qué me miras así?

─ A partir de ahora, puedes llamarme Liel. ¡Es mi apodo!

Quería que Cardin me llamara por mi apodo, me gusto porque me lo puso Fey.

─ Nunca has tenido apodo, tú te lo pusiste.

─ Los apodos les gustan a los niños.

Cardin se rio, me dio una mirada absurda.

Yo no lo pensé, sino fue mi nuevo amigo Fey.

Me emocioné un poco cuando imaginé a él llamándome por mi apodo.

─ ¿Eh? dilo Papá.

Me aferró a Cardin, con ojos brillantes.

Cardin no movió la boca para nada.

─ Por favor asegúrate de llamarme así más tarde.

Decidí dar un paso atrás, viendo a Cardin que se veía un poco incómodo.

La forma en que yo y Cardin nos parecemos hizo que la niñera sonriera la vi cubriéndose la boca aguanta la risa.

Mientras el carruaje se dirigía al Ducado, intercambió tontas historias con la niñera, y en un momento me acuerdo de lo que quería decirle a Cardin.

─ Ya sabes, papá.

Saqué un libro que tomé prestado y se lo mostré a Cardin.

─ ¡Quiero aprender magia! Yo también quiero ser un *Dustin.

(n/t: Dustin significa Valioso guerrero)

***

─ Oh, hola. Princesa. Soy Tesun, un mago mayor a cargo de tu entrenamiento en administración de magia.

─ Estoy deseando trabajar con usted. ¡Sr. Tesun!

El profesor Tesun tiene la piel blanca y cabello castaño; en el momento en que entro en la sala parecía inquieto como un paciente débil. La mano con la que me saludaba temblaba hasta el punto de poderse caer.

Me tragué un suspiro en mi mente. La razón era que Cardin mostraba signos de incomodidad en el cuarto con los brazos cruzados y las piernas orgullosamente.

Desde que entró Tesun, a cualquiera lo pondría débil, he estado mirándolo fijamente al maestro con una mirada espantosa. Era lamentable ver al Sr. Teson temblando ahora.

─ Papá.

Me levanté por la vida de Tesun, que estaba a punto de desmayarse, y salte sobre Cardin.

─ ¿No estás ocupado?

─ ¡No estoy ocupado!

─ Tranquiliza tu mente y escucha la clase.

Como si quisieras decir algo, chasqueo la boca unas cuantas veces y luego frunció el ceño de nuevo, girando la cabeza para evitar mis ojos.

De hecho, sabía que iba a reaccionar de esta forma Cardin.

Cuando dijo en el carruaje que quería aprender magia, Cardin me dijo, con una mirada que estaba de acuerdo.

─ No puedo evitarlo. Parece que soy el único que puede enseñarte.

Contrariamente a lo que dijo, era difícil de creerle por su sonrisa ligeramente levantada. Me pregunto cuando me gustaría empezar a aprender, sacudí la cabeza y expresé mi intención con firmeza.

─ Por favor, llama un profesor, no a papá. Quiero aprender de un mago mayor.

Le repetí a Cardin, que parecía no haber escuchado. El ambiente se había enfriado bastante.

No se pude evitarlo, Cardin era un genio del siglo que podía liberar su mana desde su infancia.

¿Es un genio que puede señalarle a otro?

Además, ni siquiera sabía que tenía la magia, así que quería aprender la teoría primero.

Pensé que nunca me escucharía en ese momento. Afortunadamente, Cardin accedió.

A los pocos días, me informaron que el maestro venia de la torre.

No sabía que en la clase iba estar también Cardin.

─ En primer lugar, averigüemos la presencia de mana en el cuerpo de la princesa.

Cardin no le respondió, y el Sr. Tesun se rindió y sonrió.

Es mi primera clase, recordé que el profesor iba investigar si tengo maná en mi cuerpo.

Tenía dudas del por qué este mago decidió ser mi maestro

El maestro Tesun prometió ver el maná para así poder aliviar la tensión.

Tesun sacó del equipaje que había traído, mostro una caja de cristal del tamaño de su palma de la mano.

─ ¿Qué es esto? ¿Una caja?

─ Oh, esto es...

─ Es una herramienta mágica que te muestra si tienes maná en el cuerpo, lo dice inmediato si pones su mano sobre él.

Estaba seguro de haberle preguntado al Sr. Tesun, pero la respuesta vino de la parte de atrás de mi cabeza, y cuando me gire observe a Cardin, desvié mi mirada y seguí mirando a Tesun.

Cuando Cardin asintió como si le dijera que continuara, el Sr. Tesun volvió a mirarme los ojos, y me quedé atónita.

─ Como usted dice, es una herramienta para mostrar si hay magia en su cuerpo. Ahora, así...

El Sr. Tesun pone la caja.

Poco después de la grande, la caja se vio llena con más de la mitad de gases verdes y la mitad de gases transparentes.

─ Cuanto mayor sea el poder o la cantidad de maná que tengas, mayor será tu propio color de maná. Normalmente, los magos avanzados llenan la mitad de las cajas de esta manera, y en el caso de un típico sostenedor de maná, el extremo de la caja es igual de aleatorio.

─ Guau, guau, guau, guau, guau, guau.

El gas verde llenado en la caja se mueve pacíficamente en ella.

¡Oh dios mío!

Estaba mirando atentamente y me preguntaba qué pasaría si el aura de Cardin tocara esta caja.

─ ¿No puedes tocar este papá también? ¿De qué color es papá?

De repente se me ocurrió la última vez que Cardin había sacado su aura en jardín. Esa aura era negra. ¿Es el mismo maná negro?

─ No.

Me dolía el corazón al ver a Cardin, quien se negó de inmediato.

─ Jaja, Princesa. Si toca esta caja el gran duque, no podrás identificar su maná hoy.

─ ¿Por qué?

─ Eso es...

Cardin respondió de nuevo en nombre del Sr. Tesun, quien dudó y vaciló en responder.

─ En el momento en que mi maná entra, la caja se hace añicos. No puedo medirla en esa caja de juguete.

¿Juguete esto?

Podía oír al Sr. Tesun murmurar en vano.

─ Es algo que me gustaría refutar…. pero….

Pronto asintió débilmente con la cabeza.

─ Sí, el maná de su excelencia es tan vasto que no puede ser medido con estas herramientas móviles de maná que apenas puede ser medido por el centro de la caja mágica.

En ese momento en el que Cardin se veía orgulloso.

Lo olvidé por un momento, pero Cardin está ahora...

No sólo en Madosa, sino también el emperador era el dueño del poder del Duque Bardion, el cual le tenía una fuerte influencia negativa.

─ Te lo mostraré cuando llegue a Madosa.

Dijo por detrás Cardin.

─ ¡Yo también lo intentaré!

Me entregó la caja el Sr. Tesun.

« ¡Papá es Cardin del Bardion, y estoy seguro de que tendré algún tipo de maná! »

Agarré la caja con mis manos y la miré fijamente.

He estado sosteniendo la caja por un tiempo, pero la caja no ha mostrado ningún signo de cambio.

Le sonreía al Sr. Tesun, por si el color de mi maná era transparente.

Supongo que no hay un color maná claro.

Agarré la caja y la sacudí, pero nada cambió.

─ No lo creo. Princesa. No te decepciones demasiado. Todo el mundo nace con una pequeña cantidad de fuerza en sus cuerpos. Pero si es una fuerza, no maná, no aparece en el instrumento de medición de maná.

─ ¿Fuerza?

─ Sí, todos nacen con fuerza en sus cuerpos. Las fuerzas se dividen naturalmente en maná y santidad, lo que significa que, si no hay maná, entonces la persona tiene fuerza en su interior.

Sí. Así es. Este lugar era casi igual en poder entre la Divinidad y los Magos.

Aquellos que tienen suficiente habilidad para usar su voz libremente se convierten en dioses.

Cuando el portador de la voz se fortaleció enormemente, fue la puerta en la que los dos poderes nunca pudieron mezclarse.

Así, el portador de maná tuvo que ser tratado con honra por el mago, y el hombre con el poder del dios también fue capaz de curar.

Y luego estaba este escenario.

Hay una gran ceremonia que se celebra una vez al año no sólo por el Imperio sino por todo el continente. Era el día más ocupado para los magos mayores y los sacerdotes súper nuevos.

En este día, llamado el Año de la Conciencia, se graban signos en los cuerpos de maná.

Normalmente, se acostumbraba a grabar frases en el año de la edad de 10 años.

Para un niño que tiene maná, graba la sentencia del mago, y para un niño que es diferente es la sentencia de la divinidad.

Esto fue en la misma línea que los análisis de tipo de sangre que eran comunes en la vida anterior.

En caso de una gran consolidación, todos los imperialistas debían grabar una frase en sus cuerpos sobre el poder que cada uno tenía.

Traducción: Juli

Corrección: Yua