Capítulo 11
-"Hola, Hermanas".
-"Si."
-"El viento se ha vuelto más frío. Parece que se acerca el otoño".
-"Si."
-"... ¿Han comido?"
-"Sí".
-"... Volveré después de jugar."
-"Sí".
Cuatro hermanas fueron asignadas para servirme. Pero ninguna de ellas me mira a los ojos cuando digo algo.
No son soldados, pero su expresión es tan fría al contestar cualquiera de mis preguntas.
Esas hermanas no solo se comportaban así conmigo. Un día pude verlas reunidas a las 4, pero ninguna se dirigía la palabra.
Me siento y las miro, son como una máquina.
Quería mostrar mi perfecta pronunciación y tener una conversación como alguien inteligente. Pero sin duda alguna no podía comunicarme con estas hermanas.
Tiré de la mano de la niñera.
-"Niñera, ¿no son un poco raras las hermanas?"
-"¿Qué?"
-"Son como muñecas. No tienen expresiones y no hablan".
-"Es porque las educaron así desde muy jóvenes".
-"…"
-'¿Por qué reciben ese tipo de educación?'
Realmente no lo entiendo, pero para Seoyoung no parece ser la gran cosa.
Hubo otra cosa extraña.
Si fuera la hija de un Dogma ¿no tendría que hablar sin honoríficos?
NOTA: Dogma, persona con gran poder y dinero.
-'Señorita, no seas respetuosa con tus subordinados'.
Era posible que este tipo de cosas me lo dijeran al menos una vez, pero nadie me dijo nada.
¿Es la tradición de Makyo honrar inesperadamente a los ancianos? Es extraño que no se vea así.
Sostuve la mano de Seoyoung con fuerza y recorrimos los pasillos del palacio que parecían laberintos.
El palacio al que me trasladaron era tan complicado que me perdía con facilidad, por lo que me resultaba difícil salir sola.
Después de un tiempo llegamos al jardín de flores, Seoyoung soltó mi mano y dijo.
-"Señorita, quédese aquí un minuto."
-"¿Harás otra corona? Hasta ahora, tengo 158 coronas de flores que la niñera me ha hecho. Las flores se secarán a este ritmo."
-"Bueno, entonces, sólo... iré a ver por allá".
-"Vamos juntas."
-"¡No!"
De repente, Seoyoung gritó mientras me miraba con los ojos bien abiertos. Luego aparto rápidamente su mirada.
-"Eso es... podría ir después de mí, así que... espéreme aquí."
-"...Bueno."
Seoyoung rápidamente se fue, como si solo estuviera esperando a que yo respondiera. La miré fijamente mientras se iba y abrí mis ojos ante el pensamiento que llego a mi cabeza.
-'¡Ah! ¿Vas a encontrarte con a tu amante?'
Seoyung tiene 20 años. ¿No es la edad para estar enamorado?
De alguna manera, cuando le dije que fuéramos juntas se avergonzó.
Probablemente no tuviste tiempo para ti por cuidarme, pero conociste a alguien. Seoyoung, te felicito.
Me reí mientras hacia un ramo de flores. Cuando Seoyoung regrese, se lo daré y la felicitare.
Fue entonces.
-"¡Cof, Cof!"
De repente, escuché una tos que venía de atrás de mi espalda.
Cuando miré atrás, un anciano se puso de pie. El abuelo tenía la cara roja, como si estuviera salpicada de pintura roja.
-"¿Quién es usted?"
-"Solo un abuelo que pasaba por aquí".
"¿...?"
-" Entonces, adiós."
-"¡Solo pasaba por aquí!"
-"Si, ya lo dijo."
Me rasque mi mejilla. Ignore al abuelo y me concentre en mi ramo.
El abuelo parecía un poco avergonzado. Dudo por un momento y volvió a hablar.
-"Bueno... ¿quieres tener esto?"
Él saco algo. Una canica roja que era un poco más grande que el pulgar. ¿Qué es esto?
-"¿Qué es eso?"
-"¿No lo ves? Es una canica."
-"¿Por qué me das esto?"
-"Lo recogí mientras pasaba por aquí. Si no te gusta, tírala."
El abuelo respondió con brusquedad. Extendí mis manos mientras lo miraba fijamente.
-"...Gracias."
-"Es mejor que juegues con él con cuidado".
-"Dijiste que lo recogiste. ¿Sabes lo que es esto?"
-"No lo sé".
-"Ya veo".
Cuando respondí un poco vacilante, el abuelo dudo.
Parecía confundido por la forma en que sus ojos parpadeaban rápidamente. Era un anciano con fuertes cambios emocionales.
-"Ehh, um, bueno, si ves a un tipo molesto, arrójaselo."
-"¿Qué pasa entonces?"
-"Explota".
-"¿Qué?"
-"Va a explotar, Bang. Sera difícil encontrar un rastro. No hay nada mejor que eso para destruir las pruebas.
-'... ¿Estás bromeando?'
Estaba sorprendida, miré mi ramo de flores y se lo ofrecí.
-"... ¿Me lo estás dando? ¿Para qué demonios voy a usar esto?"
El abuelo, a diferencia de sus palabras, recibió las flores con cuidado y las miró durante mucho tiempo.
Los pétalos rojos del otoño se ajustaban muy bien a su cara.
-"Va muy bien con el abuelo".
La cara roja del abuelo se volvió negra y más roja.
-"Pero que dices, ¿eh? ¿Crees que te daré algo más?"
-"¿Qué? No, no dije eso porque quería algo..."
Iba a pegarle, pero el volvió a sacar algo de su bolsillo.
-"¡Bueno! Ten esto".
-"... ¿Qué es esto?"
-"¿Qué es lo que sigues preguntando? ¡Es una canica!"
Entonces, ¿por qué sigues dándome canicas? No me interesa. ¿Y no dijiste que lo recogiste mientras pasabas por aquí?
Recibí las canicas sin decir nada más, no quería que el abuelo se enojara aún mas.
-"Por cierto, eres muy buena conversando. Cuando apenas tienes tres años."
No puedo creer que por fin me hagan el cumplido que quería oír. Sonreí ampliamente.
-"Oh, gracias".
-"Por cierto, el cuerpo..."
El abuelo de repente dejó de hablar y frunció el ceño.
-"No, creo que he estado hablando durante bastante tiempo".
Murmuró para sí mismo, se dio la vuelta y se alejó.
-"Entra antes de que oscurezca. El viento es frío."
Junte mis manos e incline mi espalda en forma de respeto.
-"Adiós, abuelo".
-"Si."
Al poco tiempo levante mi cabeza y el abuelo desapareció.
-"Guau..."
Si miras las canicas, no parecen estar hechizadas. ¿Él era un anciano maestro de artes marciales, del que sólo he oído hablar?
De todos modos, estaba claro que no sabía quién era yo. Si supiera quién era, no habría hablado informalmente.
-"... Espera, ¿cómo supo que tenía tres años?"
Mis pensamientos fueron interrumpidos por Seoyoung, quien acaba de regresar. Al mirar mi mano se sorprendió.
-"¿Esas son canicas rojas?" ¡Señorita! ¡Bájelas con cuidado! ¡No las deje caer! ¡Despacio, despacio, bájela!"
-"¿El abuelo dijo que estaba bien jugar con ellas?"
-"¿El abuelo?"
-"Sí, el abuelo que me dio esto tenía su cara roja. ¿Sabes quién es Seoyung?"
-"Bueno, no lo sé. En realidad no.."
Su cara era tan roja que era increíble. Se lo presentare a Seoyoung cuando lo vea de nuevo.
Seoyoung me miraba con una cara llena de cosas por decirme, pero solo tomo mi mano y dijo,
-"Es hora de comer, señorita. ¿Por qué no vamos a casa?"
No tengo hambre. Extrañamente, no sentía mucha hambre estos días.
Pero volví tranquilamente al palacio. Aunque estaba un poco oscuro, Seoyoung parecía estar nerviosa y al día siguiente.
-"... ¿Quién eres?"
-"Solo un abuelo que pasaba por aquí."
Esta vez, apareció un anciano con un rostro de color azul oscuro.
***
El Rey Rojo que fue a ver a la niña regresó con una sonrisa.
-"No, ¡cuánto tiempo he estado con ella!"
-"También dijiste eso la última vez."
-"….."
El Rey Rojo lo miro para que cerrara la boca.
-"A ver enséñame, ¿Que obtuviste? "
Una sonrisa brillante se extendió en el rostro del Rey Rojo. Abrió sus manos para mostrar lo que traía
-"Esto."
Un ramo de flores mal hecho estaba en las manos del Rey.
El Rey Rojo abrió la boca como si estuviera sorprendido.
-"¡Oh, Dios mío! ¡Era un ramo de flores!"
-"Solo le ofrecí un par de canicas rojas e inútiles y conseguí un ramo".
-"Es extraño. Estoy seguro de que ellos lo dijeron. La niña odiaba lo asqueroso, pero ¿realmente le gusto la soledad?"
La soledad era una especie de bicho. Se alimentaba de la sangre de una persona y así podía controlarlos para siempre.
Tenía la forma de una sanguijuela y no era repugnante.
Por supuesto que pensé que el bebé lo odiaría, ¡pero conseguiste un ramo de flores a cambio!
El Rey Rojo chasqueo la lengua como si fuera algo patético.
-"¡Claro que no le dije que eran bichos! Los puse en una pequeña canica del tamaño de un dedo, ¿y sabes lo que les dije? Les dije que se alimentaran si les daba hambre."
-"Oh, bien hecho".
Otros ancianos alabaron el truco del Rey.
Tal vez porque el Rey había estado bebiendo mucho veneno desde que era joven, sus trucos funcionaban muy bien.
-"Por cierto, no te atraparon, ¿verdad? ¿Fingiste que no lo sabías?"
Traducción: Jiho
Corrección: Jiho