Capítulo 20

-"Vaya que me ha costado encontrarte. Los pasillos son muy complicados."

El hombre que caminaba hacia ellos se detuvo, miro el hombro de la niña y frunció el ceño.

Había una herida en el hombro de Cheorinwa.

-"Eso debe de doler. ¿Puedes venir aquí? No te haré daño."

Cheorinwa negó con la cabeza y escondió su cara detrás de la espalda de Yeon. El hombre sonrió suavemente al verlo.

-"Qué bonito. Eso es ser lindo, ¿no?"

Cuando la distancia entre el hombre y los niños se redujo, Yeon dio un paso atrás con Cheorinwa escondida en su espalda.

No sé si el agua en mi espalda son las lágrimas de la niña o mi sudor frío.

Yeon susurró en secreto sin apartar la vista del hombre.

-"Señorita, cuando de la señal, lance la canica roja. Y corra inmediatamente al pasadizo secreto."

Cheorinwa no respondió nada. Ella creía saber lo que él estaba pensando hacer.

-'No querrás que huya sola otra vez.'

Yeon sabiendo lo que pasaba por su cabeza, con su mano mojada de sangre tomo la pequeña mano de Cheorinwa.

-"Vayamos juntos esta vez."

-"... ¿De verdad?"

-"Sí."

Con una respuesta corta pero decisiva, Cheorinwa estrecho fuertemente su pequeña mano con la de Yeon.

Yeon infundio todo lo que le quedaba de energía interna en la espada. La espada grito con un sonido pesado. El color plateado de la espada se volvió azul.

El hombre cambió su rostro al ver tal acto.

-"De todas formas no puedes sobrevivir por ti mismo. Te dejare vivir si me entregas a la niña."

Yeon solo se concentraba en darle adecuadamente su energía a la espada.

La energía que brota de su espada es inusual. Está a un nivel muy elevado, supongo que no quiso mostrar sus habilidades desde el principio, porque quería hacer el mayor tiempo posible.

La frente del hombre estaba ligeramente distorsionada mientras miraba directamente a Yeon.

-"Es un logro asombroso para tu edad, pero ¿puedes acabar con todos nosotros? Romperás tu espada antes de enfrentarte a diez de nosotros. ¿Quieres luchar con tus propias manos?"

-"No necesito una espada."

-"¿Qué?"

Yeon dio un fuerte espadazo y el hombre dio un paso hacia atrás sorprendido.

Pensé que había encontrado una brecha, pero no ataco. ¿A qué demonios está jugando?

En el momento en que el hombre se distrajo un momento.

¡Crujido!

La espada se hizo añicos con una espeluznante ruptura. Al mismo tiempo, trozos afilados de la espada volaron por todas partes.

Fue tan rápido que no dio tiempo ni para defenderse. El hombre cayó al suelo y murmuro.

-"…. ¿Jiàn?"

(una técnica de espada que consiste en hacerla romperse en varios fragmentos y que estos ataquen a varios enemigos)

¿Cómo puede un niño tener tal nivel de energía? Eso es algo que solo se logra con un largo entrenamientos de 60 años. Era algo inimaginable.

-"Pensé que eras un simple perro, pero te subestimé."

El hombre sonrió ferozmente y de repente se dio cuenta de que no podía ver por un ojo y se tocó la cara.

Había un pedazo de metal afilado donde se suponía que estaba su ojo izquierdo. Al darse cuenta el dolor llego.

-"¡Haaaaaaaaa!"

El hombre gritó mientras se cubría la cara. Al mismo tiempo, Yeon gritó.

-"¡Señorita!"

-"¡Sí!"

Cheorinwa lanzo la canica roja hacia el hombre. En cuanto la canica roja se elevó en el aire, Yeon arrastro a Cheorinwa hacia el pasadizo secreto.

¡BOOM!

En cuanto entramos al pasadizo, la canica exploto. Parece que todo salió como lo imagine, ya que la entrada estaba bloqueada por escombros.

Rápidamente le di la espalda a la niña y le dije.

-"Súbete a mi espalda."

-"No, estoy bien. No quiero que me lleven."

Ella se negó sin dudarlo. Sin embargo, tuve que decirle que parara ya que estaba saltando, diciendo:

-"Puedo hacer cualquier cosa".

-"Bien, tenemos que seguir corriendo. Aun no es seguro."

Entonces ella empezó a buscar en su bolso y saco un frasco redondo.

-"Esto, esto es la medicina para la herida. Estarás bien si te pones esto."

Cuando abrí el frasco que me dio y lo olí, percibí el olor único de la medicina de la punta de lanza de oro.

Yeon vertió una gran cantidad de la medicina de oro y lo aplico en el hombro de Cheorinwa. Rasgo un pedazo de tela y se la envolvió en el hombro.

-"¿Estás bien?"

-"¡Vaya! ¡No me duele nada!"

Ella sonrió alegremente con la boca abierta mientras contenía el dolor. Aunque la medicina de la lanza de oro trate la herida, el dolor no desaparece.

-"Tú también deberías ponértela. Te has hecho mucho daño."

-"Estoy bien."

-"¿Quieres que te lo ponga?"

-"Yo... Está bien."

Yeon no pudo detener el impulso de Cheorinwa y dejo que le aplicara la medicina en sus heridas.

Al terminar, Yeon volvió a tomar la pequeña mano de Cheorinwa y empezaron a correr.

Sus pequeñas manos se estaban empezando a enfriar. ¿Habrá sangrado demasiado? En esta situación era difícil saber si algo estaba mal en su cuerpo.

Y la medicina de la punta de lanza de oro, no podía tratar algo así.

-'Por favor, por favor. Por favor, ayúdenos'.

No sabía a quién le estaba suplicando, pero estaba murmurando desesperadamente. En eso mis ojos captaron algo, era la puerta de la salida del pasadizo.

-'¡Estamos aquí!'

Cuando abrí la puerta, vi una escalera que cruzaba el jardín de flores y bajaba directo al pueblo.

Yeon salió del pasadizo con Cheorinwa.

Aun estando fuera del pasadizo no podía relajarme, ya que tenía la fuerte sensación de que los asesinos estaban cerca.

Yeon se dirigió a las escaleras con Cheorinwa que apenas podía respirar.

La niña le seguía con fuerza sin quejarse. Ya era un milagro que le haya podido seguir el ritmo hasta aquí, a pesar de que la condición de ambos era muy diferente.

Yeon sin pensarlo dos veces, se llevó a Cheorinwa a la espalda y su rostro se endureció.

Frente a ellos estaba el hombre con un fragmento de la espada en el ojo. Posteriormente, los asesinos los rodearon.

-'¿Escapó de la canica roja? ¡Maldición!'

Yeon rápidamente escondió a la niña en su espalda.

-"Buen trabajo al llegar hasta aquí."

-"…"

-"Aunque no importaba a dónde vayas. Pensé que terminarías yendo al pueblo, eres muy inteligente."

El hombre que se tocó la cabeza, empezó a acercarse a Yeon con una sonrisa siniestra.

-"Algunos de mis compañeros murieron por culpa de tu canica roja. Yo también salí herido. Así que lo siento, pero he decidido no matarte fácilmente."

-"…"

-"Voy a empezar contigo, pero será mejor que te quedes quieto. Si lo evitas, puede que ataque los ojos de la niña que tanto proteges."

El hombre soltó una risita y apunto la espada hacia sus ojos. Yeon miro directamente la punta de la espada.

No puedo evitarlo. La niña está en peligro y el Maestro ya casi está aquí, así que aguantemos hasta entonces.

-"Oh, mi error. Se me resbalaron las manos."

El hombre corto las cejas de Yeon. Pronto, la sangre empezó a gotear y su rostro se llenó de sangre.

El hombre miró la cara de Yeon y sacudió los hombros.

-"Bueno, hagámoslo de nuevo. No te preocupes. Esta vez lo haré bien."

Al hombre se le lleno la cara de alegría cuando escucho a Yeon apretar los dientes por el dolor.

-"¡Detente!"

Cheorinwa grito y lanzo algo contra el hombre. El hombre sonrió mientras esquivaba lo que le había lanzado.

-"¿Qué, es sólo una rama? Niña, en estos casos, tienes que tomar una piedra y lanzarla."

En cuanto el hombre termino de hablar, las flores de la rama empezaron a florecer. Al mismo tiempo, el aire alrededor de ellos se enfrió.

Era inusual, pero era inútil en esta situación. No sirve ni para matar a una hormiga con eso.

En el momento en que el hombre se burló. Empezó a nevar.

Los copos de nieve empezaron a llenar el lugar. Todos miraban la nieve que caía en plena noche de verano.

Mientras miraban atentos, un asesino miro fijamente un copo de nieve.

-"¿Flores?"

No era nieve, sino flores. Flores blancas con un frío intenso.

En cuanto las flores tocaron la palma de la mano del asesino, se volvieron agua.

-"¡Haaaaaaa!"

El grito del asesino resonó en el cielo nocturno.

Se empezó a retorcer como una lombriz de tierra cayendo en la sal, pero se congeló al escupir su aliento. Todo sucedió en un instante.

El hombre apretó los dientes mientras miraba los dedos azules del asesino congelado.

-"¡Aléjense de las flores! Salgan de su alcance."

Las flores de hielo ni siquiera tenían ojos, pero parecía que podían distinguir claramente al enemigo.

A los ojos era una simple flor, pero si la tocas es un arma mortal. Una frialdad extrema que penetra rápidamente la piel y congela todo el cuerpo.

Los asesinos se dispersaron en todas las direcciones. El hombre también escapó de las flores de hielo.

Yeon no desaprovechó la oportunidad y empezó a correr rápidamente con Cheorinwa en su espalda.

-'Por las escaleras no.'

Yeon evito las escaleras, y corrió hacia un oscuro camino que se encontraba junto a ellas. Era un camino de montaña que estaba lleno de árboles.

La sangre que fluía de mi frente, me bloqueaba la vista. No importaba cuantas veces sacudiera mi cabeza, la sangre cubría nuevamente mis ojos.

No creo que haya bajado mucho, pero ya me temblaban las piernas. Mi espalda esta tan lastimada que ya no me quedan fuerzas para correr.

-"¡Ja, ja!"

Para colmo, la niña se hizo más pesada.

La sangre empezó a gotear de los labios de Yeon. De alguna manera el empezó a morderse con fuerza los labios para no perder la conciencia.

Prefiero perder un trozo de labio que perder la conciencia y a la niña.

En ese momento que estaba sumido en mis pensamientos, mi espalda se hizo mucho más ligera. Alguien había tomado a la niña.

-"¡Oh, no! Si le haces daño, te mataré."

Una gran mano se posó sobre la cabeza de Yeon, que intentaba luchar violentamente.

-"Yeon."

Al escuchar mi nombre cerré mis ojos y me limpié la sangre. Cuando alcé la mirada, vi a un hombre erguido como una montaña.

-"Buen trabajo."

-"Maestro…"

Las rodillas de Yeon estaban temblando.

Traducción: Jiho

Corrección: Jiho