Capítulo 192

Al oír la palabra 'sucesión', los vasallos no pudieron contener su sentir.

"Patriarca, esas palabras todavía son..."

"¿Dirás que es demasiado pronto?"

Lulak sonrió y preguntó.

“¿No es hora que yo también descanse?

Quiero decir que cada día es diferente".

Los vasallos tenían rostros de tristeza.

Especialmente los que pertenecen a la facción de jóvenes vasallos.

El único patriarca que conocían era Lulak.

Era difícil de imaginar que alguien más que Lulak estuviera sentado en el asiento del patriarca.

Un extraño silencio fluyó en medio del salón.

“Todos ustedes, ¿cuándo dije que me voy ahora mismo? ¿Por qué todos actúan como si me fuese a morir?"

Lulak se rió por un momento y continuo:

“Ahora, siéntanse libres de hablar.

¿A quién debería de confiar y entregar el liderazgo de esta familia?".

Se instaló otro silencio.

Todos se pusieron a pensar.

En ese momento, el patriarca de la familia Haringa rompió el silencio primero.

"Me pregunto cómo sería el futuro si escogemos a la señora Shanet".

Algunos de los otros vasallos también asintieron con la cabeza y mostraron estar de acuerdo.

“¿No se ocupó ella misma de varios asuntos de Lombari mientras era reemplazo temporal del patriarca?

Es como si ya estuviera probado que es la opción más segura. Eso es lo que creo".

"Mmm. ¿Lo creen los demás también?

La pregunta de Lulak fue respondida por el patriarca de la familia Greenik, esta vez.

“Tengo experiencia trabajando con la señora Shanet. De hecho, cada vez que juntábamos las manos me sentía tan seguro que no necesitaba volver a revisar el trabajo que se hacía. Era como si estuviera trabajando con usted, mi Señor".

"Sí. Además, la capacidad de Shanet para gestionar crisis es incomparable con otros".

El patriarca de la familia Tolta, quien ve la industria minera, estuvo de acuerdo.

En ese momento, el patriarca de la familia Bray, que estaba a cargo del Banco Lombardi, se pronunció.

"Me pregunto cómo sería el liderazgo con Gallagher".

"Hoh".

Apareció otro nombre y Lulak arqueó las cejas.

"¿Por qué lo mencionas?"

“Porque Gallagher es una persona que ya tiene experiencia gobernando y desarrollando una provincia. Por eso, mi Señor”.

"Humn. El valle de Chesayu ha progresado mucho en un corto período de tiempo".

"Sí. Incluso yo, que me ocupo del dinero de los negocios de la familia, he quedado asombrado del buen conocimiento que tiene en comercio y finanzas".

El patriarca Bray, que suele ser tacaño con sus palabras al evaluar a los demás, hacía que su apreciación hacia Gallagher sea más importante.

"Lord Gallagher también es una opción muy buena en ese sentido".

"Sí. Además, si Chesayu se incorpora a las propiedades de Lombardi, será un gran compañero comercial.

¿No sería posible apuntar a esa sinergia? ¿Qué opinas, Edillard?"

La atención de todos se dirigió a Roman Edillard, el jefe de la cúpula de las familias vasallas de Lombardi.

Lo mismo sucedió con Lulak.

"Yo…"

Roman Edillard respondió con voz tranquila:

“Creo que pueden ser buenos candidatos a la sucesión, tanto Shanet como Gallagher, pero no creo que sean la mejor opción".

"¿Qué quieres decir con eso?"

El patriarca Tolta, sentado a su lado, le preguntó sorprendido.

“Entonces, ¿quieres decir que hay otras opciones además de Shanet y Gallagher? No, Edillard, no puedes considerar a..."

'¿Estás hablando de Vieze?'

El patriarca Tolta no pudo decir sus últimas palabras y abrió los ojos de par en par.

"No. Lo dije pensando en la señorita Florencia".

Esta vez, la repercusión fue aún mayor.

"¿Florencia?"

"Si es Florencia, ¿no es la hija de Gallagher?"

“¿Por qué sugieres a la señorita si todavía..."

Varias palabras se derramaron entre los que apoyaban a Shanet y a Gallagher.

Sin embargo, Roman Edillard no estaba solo.

“Ha sido inteligente desde que era una niña. Después de alcanzar la edad adulta, muchos de los negocios de Lombardi han sido dirigidos por ella con éxito. Además, en la historia de Lombardi, no hay nada que impida que ella pueda ser la sucesora".

“Eso es correcto, pero..."

En ese momento, una persona inesperada intervino en la discusión.

"Yo también pensé primero en la señorita Florencia cuando mi Señor nos hizo la pregunta".

Era Klang Devonga, el patriarca de los Devonga, responsable del sector de transporte y mensajería de Lombardi.

"¿No dijiste hace poco que trabajar con Shanet te da una sensación de seguridad?"

Dijo Klang Devonga, mirando al patriarca Greenik que había dicho esas palabras antes.

“Si trabajas con la señorita Florencia... Te sientes invencible".

"¿Qué, invencible?"

"Sí. Es decir, tienes un sentimiento de que no hay nada que temer si crees en la señorita Florencia".

"Eh, eso es..."

En ese momento, el patriarca Haringa no estuvo de acuerdo.

“Pero el patriarca Edillard aunque dijo que la señorita Florencia era inteligente, aún es muy joven, ¿no?

Además, recientemente se comprometió con el segundo príncipe. Una persona en su situación no podría ser la sucesora, ¿verdad?".

Eso también tenía sentido.

Una vez más, los ojos de todos los presentes se voltearon hacia Roman Edillard.

En eso, Roman Edillard negó con la cabeza con una sutil sonrisa.

“Es solo un compromiso por contrato. Ni siquiera ha sido en serio todavía. Además, mencionaste su edad".

Roman Edillard miró directamente al patriarca Haringa y dijo:

“El hecho de que sea joven no significa que no sea una Lombardi. ¿No es así?”

En pocas palabras, se dijo que tenía suficientes calificaciones como para convertirse en la sucesora.

Hubo una loca batalla de palabras y la sala de conferencias volvió a estar en silencio.

Pero esta vez, incluso Lulak cerró la boca y se metió en sus pensamientos.

Sabía que se mencionarían los nombres de Shanet y Gallagher, pero la mención de su nieta Florencia, fue inesperado.

Lulak, frotándose la barba, miró tranquilamente a Roman Edillard.

Siempre fue Roman quien conocía mejor las intenciones de Lulak y sabía cómo moverse.

“¿Es este el caso de nuevo? Si no…"

Roman Edillard fue uno de los primeros partidarios de Lulak cuando era joven y fue una de las primeras personas que lo apoyaron antes de convertirse en candidato para sucesor.

Desde entonces, Lulak y Roman han crecido juntos de alguna manera.

Pero ahora, salió a apoyar a Florencia.

Eso significó mucho para Lulak.

Al mismo tiempo, tenía una pregunta.

'¿Qué ve Roman en Cia?'

No habría estado apoyando a Florencia en una posición tan abierta sin una buena razón.

No había duda.

Roman Edillard estaba convencido

Cia vence a Gallagher y Shanet adaptándose a la posición del próximo gran sucesor de Lombardi.

Es ese tipo de persona.

'Tiene que haber algo'

Lulak no dejaba de pensar sobre eso y su curiosidad crecía rápidamente.

* * *

"¡Su Majestad, todavía es demasiado pronto para regresar!"

Lignite gritó molesto.

Al enterarse de que Pherez estaba en serios problemas, llevó a Tedro y Stilly a la mansión de Lombardi.

Llegaron corriendo.

Sin embargo, tan pronto como llegaron, descubrieron que aún no se podía mover libremente pero ya se quería dirigir al Palacio Imperial.

Fue Pherez quien insistió en volver.

“No es como si fueras a contarle a todos que la Emperatriz intentó matar a su majestad, el príncipe. Tampoco es que en el Palacio Imperial no puedas recibir el tratamiento médico adecuado. El problema es: ¡¿Qué diablos vas a hacer con tu cuerpo en ese estado?!

Dijo molesto Stilly, pero a Pherez no le importó.

"Toma mi espada, Tedro".

“Esta vez estoy pensando lo mismo que ustedes dos. Aún así, no puedo causar más problemas en Lombardi".

"Entiendo. Pero, ¡ni siquiera puedes caminar correctamente!"

Lignite suspiró.

La débil apariencia de Pherez fue un gran shock para los tres.

Incluso, a menudo fue objeto de frecuentes ataques de asesinato, pero ésta era la primera vez en que Pherez resultó muy herido.

“¡Además dijo que había sido envenenado! El doctor de Lombardi es muy bueno. ¡Incluso solo un día más, reciba más tratamiento, Majestad!"

Pero Pherez se limitó a negar con la cabeza.

Al final, Lignite levantó la voz.

"¡Entonces al menos dinos el por qué! ¿Cuál es la razón para regresar repentinamente al palacio imperial?

Cuando llegamos por primera vez a la mansión de Lombardi, todos nosotros estábamos dispuestos a no separarnos de usted y cuidarlo por unos días aquí.

¡Es el príncipe, actué como tal!"

"Es por Cia."

Pherez, que estaba sentado en la cama, se agarró del respaldar y lo usó como impulso para levantarse.

"No puedo dejar que Cia se involucre en mi pelea".

Ellos habían escuchado que la señorita Lombardi estaba con Pherez durante el ataque.

Solo entonces, los tres miembros pudieron comprender el repentino cambio de actitud de Pherez.

Para Pherez, Florencia Lombardi parecía ser una persona muy preciosa.

“Mis pensamientos fueron ingenuos. Deberíamos haber acabado con la emperatriz primero".

Los ojos rojos de Pherez estaban llenos de ira.

No bastó con enviar al patriarca Sushou y usarlo como asesino.

'Si quieres matarme así, sería de mala educación no devolver el ataque de la misma forma'.

Pero Pherez no quería arrastrar a Cia en esa fea pelea.

"Quizás fue bueno que me haya dado cuenta ahora".

No era el momento para estar feliz de tener a Cia a su lado con un compromiso por contrato.

A pesar de que su comportamiento egoísta la estaba poniendo en peligro. Pherez no pudo dejar de estar cerca de Cia y era consciente de lo irresponsable que eran sus acciones.

"Ouch"

Pherez hizo un sonido de dolor, exhaló para aliviar el dolor y le preguntó a Lignite:

"¿Dónde está su majestad, el Emperador?"

“… En la casa de una amante, en la zona residencial del norte de la capital".

"¿Es esta una relación que comenzó recientemente?"

"Bueno, sí."

"Entonces, me alegra saber que estará de buen humor luego de enterarse de la ruptura de mi compromiso".

"¡Wow, ¿romper?!"

Los tres se sorprendieron y preguntaron al mismo tiempo.

“Romper su compromiso. Su Majestad, por favor, piénselo de nuevo".

“Si rompes tu compromiso con la señorita Lombardi sin ningún motivo, saldrás de la vista del emperador y ya no tendrás oportunidad para ser príncipe heredero.

¡Será todo un dolor de cabeza!"

“La competencia de caza se acerca ahora mismo. ¿Por qué no hablamos de eso después de la competencia?”

Pherez sabe mejor que nadie lo importante que es el papel de Lombardi en sus planes de convertirse en príncipe heredero.

Pero todo eso no podría ser más importante que la seguridad de Cia.

Sin embargo, la respuesta no vino de Pherez sino, de un lugar completamente diferente.

"¡Estás hablando de romper!".

El trío sorprendido, rápidamente miró hacia atrás.

Era Cia que estaba de pie con los brazos cruzados, apoyada en la puerta abierta.

“Traigo mi cansado cuerpo por la desintoxicación al hospital, y ¿qué es lo que oigo, que quieres romper?”

Con los ojos entrecerrados, camina hacia Pherez.

Los tres chicos que estaban aturdidos por el notable enojo de Cia, retrocedieron sin darse cuenta.

Fue como si el mar se partía por la mitad allanando el camino.

"¿Adónde vas a ir así ahora, Pherez?"

"Estoy pensando en volver al palacio".

"¿Por qué?"

"Ya no…"

"Ya no me puedes poner en peligro, ¿no estarás pensando en tonterías así, verdad?"

Preguntó Cia, levantando una ceja.

“Espero que la palabra 'ruptura' que acabo de escuchar no provenga de un pensamiento tan ridículo. ¿No es así?

Probablemente no. ¿Verdad, Pherez?”

Pherez cerró los labios con fuerza sin responder.

“Saqué la daga lo más rápido que pude e incluso me corté con ella pero, ¿tal vez el veneno se extendió hasta tu cabeza?

De lo contrario, el Pherez que conozco no podría sonar tan estúpido. ¿No?”

Stilly miró a Lignite por el constante reclamo de Cia hacia Pherez.

“¿No se supone que debemos de ayudarlo?”

Sin embargo, Lignite negó levemente con la cabeza.

“Esta bien. Mejor es quedarse quieto para no ser el blanco de la ira de la señorita Lombardi”.

"Pherez, te daré la oportunidad de retirar lo que acabas de decir".

Cia dijo con una leve sonrisa.

"Te perdonaré si dices que el antídoto que Sttira usó, te hizo decir tonterías por un tiempo".

Pero Pherez no se echó atrás.

Solo la miró con ojos profundos.

"Esta bien".

Cia murmuró en voz baja.

Luego, levantó un dedo, lo empujó como si apuñalara el hombro de Pherez y dijo:

"Siéntate."

Eso es todo.

Pherez, que se siente adolorido, tuvo que sentarse en la cama, frunciendo el ceño de dolor.

Entonces Cia volteó la cabeza y dijo, mirando a las tres personas:

"Todos afuera".