Capítulo 37

Cheorinwa miro a Cheonma sorprendida.

-".... ¿También tienes miedo de algo?"

-"Tengo miedo de no volver a verte. Eso es a lo que más le temo en el mundo."

-"......."

-"Sólo estaba asustado, no enojado. ¿Por qué estaría enojado cuando mi hija manejó la situación más sabiamente que nadie? Estoy orgulloso de ti."

Las mejillas de Cheorinwa se enrojecieron ante las palabras de su padre.

Cheonma barrió cuidadosamente la mejilla de Cheorinwa, que aún tenía algunas heridas.

-"¿Te duele?"

-"¡No! ¡Estoy bien, no me duele nada!"

-"Yo si me siento enfermo."

Cheorinwa se calló y lágrimas llenaron rápidamente sus ojos.

-"Lo siento... ...no lo volveré a hacer. No quiero que estés enfermo. No te pongas enfermo."

Cheorinwa gimoteó y se aferró al cuello de Cheonma. Rogaba por un error que no había cometido y susurraba: "No te pongas enfermo".

Cheonma secó las lágrimas que caían por la mejilla de su hija.

-'Son las yemas de mis dedos las que tienen lágrimas, entonces ¿por qué mi pecho se siente tan cálido? '

Era la primera vez que me decían que no me enfermara. Se sintió tan extraño escuchar algo que nunca antes había oído de nadie en boca de mi hija.

Cheonma acaricio la espalda del Cheorinwa lentamente.

-"Tú eres la única que puede causarme dolor."

-"......"

-"Así que no te hagas daño ni te pongas enferma."

Cheorinwa asintió con los labios apretados.

Imugi observó en silencio la escena de padre e hija.

***

Tan pronto como salí de la habitación de Cheonma, Imugi me pregunto de repente.

-"¿Es la maestra la dueña de Cheonma?"

-"¿Qué? Claro que no, él es mi papá."

-"¿Por qué papá aún está a tu lado?

Me sorprendieron sus palabras, pero luego recordé que la serpiente macho deja a la serpiente hembra después de aparearse.

-"Se supone que los padres humanos se quedan con sus hijos hasta que crezcan."

Aunque hay mucha gente que no lo hace. Le di una palmadita a Imugi en la cabeza mientras recordaba mi vida pasada.

-"De seguro no conoces a tu papá porque se fue antes de que nacieras, pero estoy segura que está en alguna parte."

-"Si. En el estómago de mi madre."

-"Tu… ¿tu madre se lo comió?"

-"Sí."

Cuando termina el apareamiento, hay especies que se comen a los machos para acumular nutrientes. No esperaba que las serpientes también lo hicieran.

Bueno creo que no sería correcto felicitarlo y preguntar si su mamá disfruto de la comida.

Deje de hablar porque no tenía nada más que decir. En cambio, Imugi tenía una mirada de alivio en sus ojos.

-"Tu papá , no, Cheonma, es fuerte. Creo que es el humano más fuerte que he visto."

-"¿Enserio?"

-"Así que no entiendo por qué una persona tan fuerte es el subordinado de mi maestra."

-"No está conmigo porque sea mi subordinado, sino porque me ama."

-"¿Qué es amar?"

-"Amar es preocuparse por la otra persona. En lugar de querer que la otra persona se enferme, quieres enfermarte en su lugar. Si hay algo delicioso, quieres dárselo a esa persona, y verle comer te llena de alegría, aunque tú no comas. Simplemente es pensar en esa persona por encima de todo."

-"¿Qué? Eso es estar enfermo."

Parece que no le agradaron mis palabras porque Imugi frunció su frente. Y me imagino porque fue su reacción.

La comida para el parece ser algo sagrado, así que me imagino que no le agrado el hecho de darle de comer a alguien antes a que a ti mismo.

Supongo que una criatura como Imugi no podría entender las emociones humanas. Así que solo sonreí en silencio.

-"De todos modos, mientras no sea tu subordinado, esta bien. No quiero competir con otros tipos."

-"¿.....?"

De alguna manera era un matiz extraño. Incliné la cabeza y pregunté.

-"Por cierto, ya puedes irte."

-"¿A dónde?"

-"A donde tú quieras."

-"¿Vendrás conmigo?"

-"No, ¿por qué iría contigo? Te estoy dejando ir."

Gracias a él fue mucho más fácil salir sanos y salvos de la cueva. Pero criarlo era otra cosa.

No sé qué va a pasar en el futuro, así que no puedo hacerme responsable en cuidarlo.

-"Vive libremente. Solo mantente alejado de lugares donde haya humanos ya que eres alguien a quien pueden estafar fácilmente."

Pensé que le agradaría la idea, pero Imugi endureció su rostro de inmediato.

-"Me sedujiste, ¿y ahora me estas echando?"

-"¿Qué? ¡Oye, cuándo fue que te seduje!"

-"¡Tú me tocaste primero cuando me diste algo de comer!"

Al darme cuenta que aun estábamos frente a la habitación de Cheonma, me sobresalté y cubrí la boca de Imugi.

-"¡Ahaha! Si alguien te oye, lo entenderá mal. Te di de comer porque parecía que tenías hambre, ¡no por querer tocarte!"

Imugi aparto mi mano y grito.

-"¡Mentira! ¿Qué clase de animal alimentarías sin ninguna razón?"

-'Si no lo hubiera hecho, sería yo quien estuviera en tu estómago, ¡no el caqui seco!'

Pero cerré la boca. Si digo eso, puede que Cheonma que está en la habitación lo escuche.

Tome la mano de Imugi y lo jale lejos de la habitación de Cheonma.

-"Es una orden, sal de aquí."

-"No, no quiero."

-"..... ¿Estás desobedeciendo las órdenes de tu maestro?"

-"Sí, no necesito escuchar eso."

-"¿Qué clase de subordinado no escucha las ordenes de su maestro?"

-"Si me abandonas, no eres mi maestro. Entonces no tengo porque escucharte."

-"......"

Bueno eso tiene lógica. Asentí con la cabeza sin darme cuenta.

-"No estoy bromeando. Si estás a mi lado, sólo lo pasarás mal. Aun así, ¿quieres quedarte? Podrías salir lastimado o incluso morir."

-"¿Me vas a dar caquis secos?"

-"..... ¿Si?"

-"Si me hago daño, ¿me acariciarás?"

-"Si te haces daño, te acari... ¡No! ¡Eso no es lo importante ahora!"

-"Eso es más que suficiente."

-'Espera, esta conversación no está yendo a ningún lado.'

Miré a Imugi y cambié de método.

Parece que algo estaba mal con la medicina que el abuelo me dio. Es más eficaz de lo que imaginaba.

-'Tendré que encontrar un antídoto y dárselo.'

Hasta entonces, tendré que darle un nombre como dijo Cheonma. Porque no puedo llamarlo Imugi o serpiente.

-'¿Qué nombre sería bueno?'

-"Bueno, si quieres quedarte, promete que no mataras ni comerás gente sin mi permiso. Entonces lo pensare."

-"De acuerdo."

-"Ahora vamos. Mi padre tiene buenos oídos, así que escucha todo desde lejos. Si te quedas aquí, puede escuchar que intentaste atraparme y comerme.

-"¿Qué? ¡Pero dije que no te comería!"

-"Por mucho que seas mi subordinado, mi papá nunca te lo perdonaría. Me ama tanto que se deshace de todo aquello que me amenace."

-"Pero no te lastime."

-"Lose."

Cuando salí del palacio después de calmar a Imugi, estalló un estruendo.

Los maestros de la magia, incluidos los discípulos de los ancianos, se acercaron rápidamente.

-"¡Mi señorita ha vencido a Imugi!"

-"¡Con solo hablar con él fue suficiente para subyugarlo!"

Antes de darme cuenta, me había convertido en una niña de seis años que pudo controlar al gran Imugi.

-"¿Quién rayos creo este ridículo rumor?"

Me alejé un poco y miré a mis abuelos que me observaban con deleite.

Los abuelos, que parecían evitar mi mirada, se mostraron con miradas de orgullo. En otras palabras, confesaron que ellos lo habían hecho.

-'¡Dios mío, abuelos!'

Quería correr de inmediato hacia ellos para saber por qué lo habían hecho, pero no podía moverme porque los maestros me sujetaban y me alababan.

Fue Imugi quien me salvó inesperadamente.

Imugi, que sólo había estado observando, saltó y se cambió a su verdadera forma. Luego me agarró y me coloco en su espalda.

Los maestros que vieron esto, vitorearon y se volvieron locos.

-"¡Viva Makyo! ¡Viva el gran maestro! ¡Larga vida a la joven señorita! ¡Viva el Imugi!"

-"¡Vaya!"

Desde la distancia, los ancianos levantaron sus pulgares hacia mí. Parece que pensaban que hice esto a propósito.

Escuché un sonido que llego como el aire en mis oídos.

—¿Puedo comerme a esa gente?

-"¿Qué? ¡Prometiste no comer humanos!"

—Esos humanos atacaron a mi maestra.

-"¡No me atacaron! ¡Es una señal de que les gusto!"

—Pensé que mi maestra estaba en peligro por eso la salve… ¿Entonces me darás caquis secos?

-"¡Ya comiste mucho!"

—Pero... Tu dijiste que si hacia cosas buenas me darías caquis secos.

'¿Acaso en su vida pasada fue un humano amante de los caquis secos?'

-"¿Entonces me salvaste solo porque querías comer caqui seco?"

—Si

De alguna manera, se parecía a Baek.

Este mocoso me ve como un almacén de caquis secos, al igual que el niño blanco me ve como su almacén de energía.

-"¡Como yo soy tu maestra!"

Apreté la barbilla y grité.

-"¡Te nombraré Heukah!"

¡Srrrrrrrrrrr!

Heukah se rió moviendo la lengua.


Traducción: Jiho

Corrección: Jiho