Capítulo 79

"¿Mina?"

Violeta preguntó sin comprender.

"Sí. Mina. Voy a comprar una mina a nombre del Pellets Company, Violeta ".

"Ah, sí… "

La respuesta es, pero no se entiende la cara.

Valió la pena.

"Lo sé, las minas son caras".

El valor de una mina es similar al valor de un territorio común.

También existe una diferencia, de varias veces dependiendo de lo que se encuentre enterrado.

"Lo siento, Florencia".

Violeta levantó una mano con cuidado.

"¿Qué tipo de mina tiene en mente...? "

"Una mina de carbón".

"Oh. Eso podría ser posible".

Violeta, por supuesto, parecía estar calculando la cantidad de dinero que le di cuando abrí la compañía Pellets.

"No voy a usar el fondo operativo de la Pellets Company, Violeta".

"Pero incluso si es una mina de carbón relativamente barata, costaría mil monedas de oro".

El salario mensual de los trabajadores ordinarios sin conocimientos especiales es de aproximadamente 3 monedas de plata.

Y cuando se juntan 40 monedas de plata, tienen el mismo valor que 1 oro.

En esta situación, recibo 8 de oro cada mes solo por el hecho de ser Lombardi.

Después de la edad adulta, este dinero sube a 20 de oro.

Por supuesto, el dinero necesario para vivir una vida básica está separado.

Desde que nací, este dinero se ha ido acumulando constantemente en mi bóveda en el banco Lombardi.

Después de que comenzara el negocio de listo para usar de mi padre, e hiciera a Cleiban mi aliado.

Dejé todo el dinero que había ahorrado a Cleiban y lo invertí en la Tienda de ropa Gallagher.

Y los resultados, por supuesto, fueron muy satisfactorios.

"Cleiban, ¿Tienes suficiente dinero?"

Pregunté, mirando hacia Cleiban, que disfrutaba de la fragancia del té.

"Mmm. No hay problema siempre que el precio de la mina no supere los 3000 de oro. Si más que eso, se necesitará alrededor de un mes para recaudar fondos. Tenemos que hacerlo en efectivo”

"Está bien."

Violeta pareció aturdida cuando nos escuchó a Cleiban y a mí hablando casualmente.

"3000 de oro..."

Murmuró un poco como si no fuera real.

Parece que todavía necesita un pequeño período de adaptación.

"De todos modos, si desea ejecutar los proyectos que tiene en mente, debe aprovechar esta oportunidad para recaudar dinero".

Con solo la inversión de esta vez, Pellets Company se convertirá en uno de los mejores del imperio.

Lo aseguro.

"Tienes una mina en mente". Me preguntó Cleiban, sonriendo significativamente.

Como era de esperar, Cleiban. Eres bueno leyendo mi mente.

“Una antigua mina de carbón en el área de ´Lira´ debe estar a la venta en una subasta. Es propiedad de la familia Lencanta. El tamaño de la mina en sí es bastante grande, pero la expectativa de la cantidad de carbón que queda es muy baja.”

En mi vida anterior, la historia de la mina de carbón Lira hizo vibrar a todo el imperio durante un tiempo.

La familia Lencanta, que tenía la región de Lira, no pudo cosechar adecuadamente debido a la continua sequía.

Sin embargo, dado que se debe pagar un impuesto fijo a la familia imperial cada año, pidieron prestado grandes cantidades de dinero a otras familias cercanas.

Luego, para saldar la creciente deuda, se subastó uno de los antiguos activos, la mina de carbón.

Realmente es una mina de carbón sin nada que ver.

La última vez que se realizó trabajo de minería fue hace décadas.

Sin embargo, justo debajo de esta antigua mina de carbón, se encuentra una piedra preciosa nunca antes descubierta, la cual, si se perfecciona en manos de un artesano adecuado, la familia imperial y los nobles, todos anhelarán tener las joyas en sus manos, independientemente de si son la familia imperial o los nobles.

"Si ese es el caso, sería una oferta ganadora dentro de 1000 de oro".

Dijo Violeta, que parecía un poco distraída.

"Si no tenemos un competidor, es posible bajar a 600 de oro".

Cleiban también se mostró optimista.

Pero negué con la cabeza.

"2000 de oro".

La oferta ganadora original es de 1800 de oro.

Estaba pensando en recaudar 200 de oro.

Dado que se trataba de una subasta simple en la que a cada postor se le otorgaba una sola una oportunidad de pujar, era fácil obtener una oferta exitosa si se sabía la cantidad que gastaría la otra parte.

"Para ganar, tendrás que gastar alrededor de 2000 de oro".

"¿Sí?"

Los dos se sobresaltaron.

"Una antigua mina de carbón no vale 2000 de oro, Srta. Florencia”.

Por supuesto Cleiban me detuvo.

¿No lo sabes? Si se acaba de descubrir una mina de carbón, todavía queda mucho por excavar.

“Lo dijiste hace poco. Si no hay competidores, se puede bajar el precio ".

Eso es lo que dijo Cleiban hace un rato.

“Al contrario, habrá competidores, por lo que es inevitable que el precio suba”.

“No importa cuántos rivales haya..."

"Angenas hará una oferta".

En mi vida anterior, fue Angenas quien ganó la mina y se llevó el premio mayor.

Fue gracias a las joyas encontradas en la mina que la emperatriz Lavigne pudo continuar manteniendo el poder y comprar a los nobles para empoderar a Astana a pesar de su creciente distanciamiento con el emperador.

La oficina se quedó en silencio.

Entonces Cleiban dijo.

“Definitivamente va a tomar una gran cantidad de sangre para hacer frente a Angenas ... Angenas ha estado creciendo rápidamente en tamaño en los últimos años con inversiones agresivas en la minería”.

"¿No es simplemente una mina de carbón?"

"¿Por qué crees eso, Violeta?"

“Angenas ya tiene suficientes minas de carbón. Incluso si hay una veta de carbón que aún no se ha descubierto, no hay razón para que Angenas sea irrazonable al considerar el costo de desarrollo".

Violeta, con los dedos en la barbilla, comenzó a pensar en voz alta.

“Antes de ir a la subasta, es algo común enviar en secreto a un experto para reevaluar la mina. Es posible que obtenga información que la familia Lencanta desconoce".

Disfruté viendo el proceso de razonamiento de Violeta.

“¿Una mina de oro? Pero si fuera una mina de oro, serían más agresivos. Tendrían que conseguirla de alguna manera. Pero considerando que el postor es ambiguo parece que no quiere presumir tanto como sea posible…”

Y pude ver una comprensión atravesando el rostro de Violeta.

“… ... . " Sin embargo, Violeta se mordió la boca.

Así que se lo dije.

"Mina de hierro."

“Pero la mina de hierro..."

"Es una propiedad no permitida para Angenas".

El mineral de hierro, un recurso militar, era principalmente exclusivo de la familia imperial.

Cuando se encontraba mineral de hierro en una propiedad, a menudo lo recompensaba la familia imperial, se recibía un título, o se le concedía otra propiedad.

Por supuesto, Angenas no lo hizo.

Debido a las escazas reservas de hierro no liberaron la mina y oficialmente se convirtieron en una familia propietaria de hierro.

"Pero lo que quiero no es mineral de hierro".

En primer lugar, hay pocas reservas de hierro.

Por supuesto que tiene un uso aparte.

"El resto de la historia se hablará después de ganar la mina".

Si explico todos mis planes ahora, solo empeoraré la confusión entre Cleiban y Violeta.

Cuando me levanté, le dije a Violeta.

"Descubre lo de la mina de carbón Lira, Violeta".

"Sí, señorita Florencia".

Como era el primer trabajo que recibía de mí, los ojos de Violeta ardían con una fuerte voluntad.

"Cleiban, en un par de días visitaremos la capital imperial".

Las gemas encontradas esta vez no pueden ser manipuladas por joyeros ordinarios.

Necesitamos artesanos con mucha experiencia y habilidad. Sólo en sus manos la piedra preciosa brillará.

Si voy a arrebatar cosas de Angenas, lo haré correctamente.

Ya que perderán la mina frente a sus narices, Angenas tendrá dolor de estómago.

Lombardi paga diez veces la gratitud, pero se venga diez veces más del enemigo.

Bueno, debería haber sido amable.

Pero, ¿quién se atrevió a querer robar el negocio de mi padre?

* * *

Temprano en la mañana, partí hacia la capital imperial en compañía de Cleiban.

El pretexto es, por supuesto, una excursión por la capital con el maestro.

Me vestí un poco más cuidadosamente de lo habitual.

En mi cuello, llevaba un collar en forma de flor que Pherez hizo tallando un rubí entero.

En las fincas contiguas a la capital y territorio Lombardi, las calles de la avenida por las que se trasladan diariamente miles de personas, se limpian todos los días, por lo que es fácil transitar por ellas.

Poco después, llegamos a Sedacuna, una zona céntrica de la capital utilizada principalmente por los nobles.

Nuestro primer destino fue una panadería llamada 'Caramel Avenue', que se inauguró recientemente en Sedacuna.

Era un lugar popular gracias a su ambiente antiguo debido a su buen uso de adornos de mármol y madera curtida.

La dejé a propósito hoy, pero Loreal también era una gran admiradora de este lugar.

"Bienvenidos."

El impecable personal nos recibió con una sonrisa.

Sus profundos ojos ambarinos con su cabello castaño rizado muy bien peinado, son impresionantes.

“Soy Beit, soy un empleado de Caramel Avenue. ¿Quiere que la guie arriba?"

El primer piso era para exhibición y venta, y el segundo y tercer piso eran espacios para tomar el postre y té.

"No. Voy a comprar un pastel ".

"Sí, entonces te llevaré allí".

Cuanto más miraba, mejor se veía la tienda de postres.

Seguí a Beit a un estante con más de treinta tipos diferentes de postres.

Se paró frente.

"Mmm." Todo luce delicioso.

Es difícil elegir.

Después de todo, no lo decidí en este caso.

"Dame todo."

“… ... ¿Sí?"

Beit preguntó con la cara sonriente.

"No puedo elegir. Por favor, dame dos de cada uno de los postres que se exhiben aquí".

Esa es el famoso método de compras "de allí hasta allá".

"¡Ah! Divida el pedido en dos ".

Después de todo, tener mucho dinero es lo mejor.

Miré dentro de Caramel Avenue mientras esperaba tranquilamente que prepararan mi pedido.

"Yo haré los cálculos".

Dijo Cleiban mientras daba un paso adelante.

"Sí, hazlo."

De todos modos, se tratará como un gasto del Pellets Company.

Pero Beit, que está tratando de cobrar, miró el rostro de Cleiban.

"¿Qué pasa?"

"Oh no. Lo siento. Yo le ayudaré con el cálculo ".

Cuando Cleiban preguntó ofendido, Beit sonrió y se disculpó rápidamente.

“Llevaré un paquete a casa y lo comeré con Loreal, y el otro envíalo a Pherez a través de Lombardi ¿Es posible?”

"Sí, señorita Florencia".

Luego, cuando aparté la mirada, los ojos ambarinos de Beit me hicieron sentir como si estuviera mirando a Cleiban con curiosidad.

Sonreí.

“Vamos, señor Cleiban”.

"Sí, señorita".

Cleiban me siguió con dos grandes cajas de pasteles en ambas manos.

Y la mirada de Beit, el empleado de Caramel Avenue, nos siguió hasta que nos subimos al vagón.



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