Capítulo 43

Cuando volví a abrir los ojos, ya estaba oscuro a mi alrededor.


"Ugh..."


No sé si he dormido demasiado, pero me siento incómoda al intentar levantarme.


Tan pronto como un pequeño ruido salió de mi boca, alguien vino corriendo hacia mí.


"Cia, ¿estás bien?"


Era mi padre que me preguntaba cautelosamente.


"¿Papá?"


"Sí, Cia. Es papá".


El toque familiar de mi padre acarició mi cabeza.


"¿Por qué sigo aquí?"


Me acababa de derribar una pelota.


Y me sangró la nariz.


En realidad, sentí que se me rompió.


Pero la cama de la clínica era cómoda.


En ese momento, no estaban los gemelos, y estaba todo tranquilo, así que pensé que debía levantarme después de un buen descanso.


Y ahora abro los ojos.


No sabía que iba a estar aquí hasta que estuviera tan oscuro a mi alrededor.


"No desperté a Cia antes porque pensé que estaba durmiendo plácidamente".


"No era necesario, me hubieras despertado..."


Me da un poco de vergüenza haber dormido como un tronco, haciendo esperar a mi padre que ha estado ocupado estos días.


Mi padre sacudió la cabeza ante mis palabras y se rió.


"Te habrás asustado mucho, pero espero que hayas descansado bien".


Mi padre lo sabía.


"No fue nada del otro mundo, pero debiste sorprenderte porque te desmayaste".


Sonreí para aliviar la ansiedad de mi padre.


Pero los ojos de mi padre se volvieron más tristes.


"Me enteré más o menos por mi hermana Shanet. Belsach, te atacó con una espada de madera..."


¿Eh? ¿Una espada de madera?


Me ha sangrado la nariz porque me ha dado un pelotazo en la cara.


Ahora que lo pienso, Belsach cogió la espada de madera de Astall al final.


"Pero les dijiste a los gemelos que no golpearan a Belsach…" La cálida mano de mi padre me acarició la frente una vez más.


"¿Por qué eres tan amable, hija mía..."


"Bueno, quiero decir...".


"Prefiero que seas un poco más codiciosa".


¿Más qué?


Parpadeé y traté de comprender la situación.


Creo que la gente malinterpretó la situación un poco antes de que me desmayara.


La razón por la que quedé inconsciente no fue porque Belsach blandiera su espada, sino porque fui golpeada por una pelota lanzada por él.


Belsach ni siquiera podía blandir esa espada de madera.


Y el significado de la frase "No golpees a Belsach" que dije justo antes de desplomarme no era una frase tan noble.


Significaba: "Ustedes dos quédense atrás porque ésta es mi venganza".


Creo que todos lo entendieron mal.


Mi padre me miraba como si fuera el ángel más bueno del mundo.


Tal vez les ocurra lo mismo a otras personas que han escuchado esta historia.


Como los gemelos, tía Shanet o el abuelo.


Las excusas de Belsach o Astall no habrían sido aceptadas.


Tal vez ya se ha extendido esta historia por toda la mansión Lombardi.


¿Cómo lo aclaro ahora?


Miré a mi padre, levantando la cabeza, que había agachado durante un rato pensando.


"Estoy bien, papá".


Dije, dedicándole a mi padre una sonrisa más angelical.


Mi padre me acarició la mejilla con un toque más suave y se rió a la par.


"No te preocupes demasiado, Cia. Belsach no podrá intimidarte a partir de ahora".


¿Qué quieres decir?


"Tu abuelo le ordenó a Belsach que se mantenga alejado de ti".


"Oh, mi Dios..."


¡Obtuve un beneficio!


El estar como una calabaza enrollada en una liana mientras estaba desmayaba, me trajo una ganancia.


Pero para ser honesta, yo era la única preocupada por Belsach.


Después de ser golpeado por un libro la última vez, tenía miedo de mí y parecía un poco desanimado, pero no esperaba que le durara mucho tiempo.


Y así fue.


En el último banquete familiar Belsach estuvo muy arrogante, alardeando que su posición había mejorado debido a su relación con el príncipe Astana.


Y en cuanto eso ocurrió, fue a por mí como si estuviera aliviando su ira.


Era obvio lo que iria a hacer porque es un idiota incorregible.


Pero por mucho que desprecie a Belsach, no hay forma de evitar la gran diferencia de fuerza física entre nosotros.


Todavía soy más joven y más pequeña que mis otros primos.


Belsach, que es mayor que yo, irá ganando cada vez más ventaja física y no puedo evitar preocuparme por mi futuro, porque se convertirá en una espina clavada en mi.


También pensé en qué debía hacer para prepararme para el ataque de Belsach.


Pero mi abuelo se adelantó y resolvió mis problemas por mí.


De hecho, basta con plantear la orden de alejamiento, para que Belsach no vuelva a meterse conmigo.


Y no será capaz de golpearme fácilmente en el futuro.


Se que me tiene miedo.


"Papá, ya estoy bien".


"¿No podemos ir a casa?"


Mi padre se levantó de su asiento y me abrazó ligeramente.


"No creo que haya un gran problema por ahora, pero por si acaso, me dijeron que tenía que cuidarte en la habitación durante unos días".


La gente no podía evitar pensar que Belsach me había golpeado con una espada de madera.


Asentí suavemente con la cabeza.


Al pasar por el oscuro pasillo en brazos de mi padre, un grupo de empleados que regresaba tras terminar su jornada nos reconoce y nos saluda.


Sin duda, llevaban el uniforme que mi padre confeccionó, parecían más cómodos con los uniformes y tenían mejor aspecto.


Entonces, una empleada con una impresionante cara redonda y grandes ojos se acercó a nosotros con cuidado y preguntó:


"Bueno, cómo se siente señorita Florencia. ¿Está usted bien?"


No sabía que me hablaría, así que no pude contestar de inmediato y parpadeé.


"He oído que se ha desmayado..."


Otra persona se acercó y dijo con ansiedad.


No eran sólo ellos dos los que miraban mi estado.


Otras personas que volvían juntas también dejaron de caminar y escucharon nuestra conversación.


Al principio era una persona que hablaba libremente con los empleados, pero no era lo suficientemente popular como para que todo el mundo se preocupara por mi.


"El joven Belsach fue muy cruel con usted".


"Hacerle eso a la pobre señorita Florencia..."


"Ha pesar de estar tan mal herida, le pidió a los jóvenes gemelos que no le peguen al amo Belsach".


"Aunque el joven Belsach se lo merecía, pero seguro que le preocupaba que los jóvenes gemelos se metieran en problemas".


"Uf, que buena chica..."


Varios empleados cuchicheaban por detrás.


El rumor sobre mí gran benevolencia parecía estar circulando.


Respondí con una sonrisa angelical, tal y como le mostré a mi padre hace un momento para satisfacer sus expectativas.


"¡Estoy bien! Gracias a todos por vuestra preocupación".


La sonrisa pura de un niño ciertamente funciona.


Las expresiones de todos se aflojaron y pude ver cómo aumentaba su agrado por mí.


Mi padre les dio las gracias por su preocupación y continuamos el camino de regreso a casa.


Al poco tiempo, llegamos a casa y le pregunté a mi padre de repente.


"Papá, he oído que pronto vendrán invitados a la mansión. ¿Cuándo será?"


"Ah, te refieres a los Becarios Lombardi. He oído que será dentro de tres días. La mansión volverá a ser ruidosa después de mucho tiempo".


Tres días después.


Fue tiempo suficiente para recuperarme de mis heridas y tomar unos días de descanso.


Si todo sale bien, podré estar en la entrada a tiempo para el banquete.


Sin embargo, me preocupa que mi abuelo esté muy ocupado durante ese tiempo.


"Voy a tener que moverme ahora".


Estaba un poco nerviosa, pero por ahora, la Asociación de Becarios Lombardi es lo primero.


Me presioné un poco.


* * *

"Señora, qué gran fiesta de té. Estoy complacido".


Una Seal muy bien vestida devolvió el saludo a su primo Rabini con una ligera inclinación hacia él.


"Tu hijo, Belsach, se convirtió en el compañero de juegos de mi hijo. Cuánto tiempo sin verte, Seal. No creo que te incomode tanta atención".


Comentó Lavigne con una gran sonrisa poco común.


Originalmente, Belsach tenía previsto venir con sus padres, pasar tiempo con Astana y cenar juntos.


Sin embargo, tras recibir una carta de Seal hace unos días, la emperatriz cambió todos los planes.


A la mañana siguiente, ordenó que enviaran cartas a los nobles de alto rango que tenían hijos de la edad de Belsach y Astana.


Era una invitación para que los aristócratas asistieran con sus hijos a una merienda y cena en el Palacio Imperial .


El motivo de la invitación era "Disfrutemos todos juntos porque llegaron buenas hojas de té", pero la finalidad de todo esto era que Belsach haga su aparición oficial como compañero de juegos del príncipe Astana.


Cuando se celebró el banquete con los aristócratas, las caras de los demás niños se llenaron de envidia al ver a Belsach junto al primer príncipe.


Seal estaba muy satisfecha con ello.


Por otro lado, Lara que por lo general jugaba sola, se estaba divirtiendo con las niñas de su edad.


En eso, Seal descubrió algo y le pidió permiso a la emperatriz para salir un rato del salón.


"Cariño".


El lugar al que se dirigía Seal era junto a Vieze, que estaba sentado solo en una mesa bebiendo té.


"¿Sigues tan preocupado? ¿Qué te preocupa?"


Sin embargo, el semblante de Vieze seguía siendo el mismo.


"¿Recuerdas lo que te dije?"


Seal sonrió y se sentó a su lado, poniendo sus manos con guantes blancos sobre las manos de Vieze.


"Por muy fuerte que parezca tu padre ahora, el tiempo no puede detenerse. Incluso después de unos años, no podrá hacer lo que quiera".


"Lo sé, pero antes puede quitarnos todo".


Vieze inhaló nerviosamente el agua del té mientras recordaba los ojos azules de su padre brillando de ira.


Originalmente, quería quedarse en la mansión y asistir al banquete de los Lombardi, pero Seal se lo impidió.


Y como estaba previsto, acudió al palacio, pero como si hubiera hecho algo malo, se sintió incómodo y asustado.


"Pero tú mencionó que el Sr. Gallagher debía de ser más independiente".


"Lo hice pero...."


"¿Por qué te preocupas con eso? Tu padre quiere secretamente que Gallagher se parezca un poco más a ti, su hijo mayor que nunca ha ido en contra de su voluntad. ¿No te parece?"


Vieze asintió con un rostro sombrío.


"Tal vez a tu padre no le gustó la idea de venir. Pero aunque tengas miedo, esta vez debes enfrentarte a tu padre porque tú estás haciendo lo correcto".


"Tal vez...."


Vieze pronto fue persuadido por su esposa.


La idea de sentarse de rodillas e incluso de rogar con las dos manos pidiendo perdón a su padre, se estaba desvaneciendo.


Y cada una de las palabras de Seal penetraba a través de sus pensamientos.


"Estoy seguro de que es así. Estoy seguro de que en algún momento él me dará la razón".


"Por supuesto que sí. ¿Cómo podría darle la espalda a su hijo mayor, a su primogénito?"


Otra complacencia llenó el corazón de Vieze.


Seal sonrió y cogió la mano de su marido para levantarse de su asiento.


"La emperatriz está esperando".


"Belsach se está acostumbrando al príncipe, así que tú tienes que hacer lo que normalmente haces".


"Sí, como lo habíamos acordado".


Vieze recuperó su aspecto habitual, sonrió y se acercó al lado de la emperatriz, donde había gente reunida.


En cada una de las grandes mesas había tazas de té y tazas hechas exclusivamente para la familia imperial, y en un lado, los artistas creaban hermosas melodías.


El espacio donde los niños jugaban apiñados estaba cubierto de hierba verde sin manchas.


Cada uno de los elementos que llenaban este espacio constituían una magnífica y esplendorosa fiesta del té.


Bella, que observaba la escena desde detrás del pilar del Palacio de la Emperatriz, dio un paso rápido hacia la cocina.


Bella, se adentró en el bosque con la comida en la cesta, llegó frente a una destartalada puerta y se detuvo un momento.


Luego sacó un pequeño frasco de cristal de sus brazos y vertió todo su contenido en el guiso de la cesta.


"El niño deja el pan duro, pero se come todo el guiso".


Era un príncipe en pleno derecho.


El pan que los niños normales no pueden comer porque está duro a los pocos días, era el pan que le entregaban al príncipe Pherez.


Bella se quejó de no poder estar en la colorida fiesta del té.


Pero tenía que cumplir con las órdenes de la emperatriz.


Entrando por la puerta oxidada y chillona, Bella se dirigió al dormitorio del segundo príncipe.


Bip.


Ni siquiera llamaron a la puerta del dormitorio antes de que se abriera.


Tras una mirada a su espalda agazapada en una gran cama lejana, puso la comida sobre la mesa sin decir nada y salió.


No fue hasta que el sonido de los pasos alejándose de la puerta desaparecieron y la puerta principal se cerró, que el príncipe Pherez se levantó de la cama.


Pherez, mirando la cesta con rostro indiferente, sacó un poco de guiso con una cuchara.


"...Has puesto mucho esta vez". Murmuró.


No sabe si la sirvienta que trae la comida lo sabe, pero el veneno que le dan tiene un olor único y un sabor amargo.


Por supuesto, la gente común puede no notarlo, pero Pherez era diferente.


Pherez, que tiene un sentido excepcionalmente sensible, tenía la capacidad de discernir el sabor.


La razón por la que Pherez buscaba en los libros de hierbas plantas medicinales, era porque el sabor de su comida había cambiado sutilmente de un día para el otro.


Sin embargo, Pherez siguió comiendo el guiso aun sabiendo que contenía veneno.


"Dijo que no debía de ser obvio".


Florencia lo hizo.


Así que tomaba su comida y luego bebía su antídoto.


Ignorando su estómago, que ya le dolía mucho a pesar de que solo había comido unas cuantas cucharadas, Pherez se dirigió de nuevo a la cama.


Luego sacó un frasco de cristal redondo que estaba debajo de la almohada.


Los ojos rojos de Pherez, que bebían la medicina como si fuera una costumbre, miraron el líquido dorado, brillante y casi a punto de acabarse.


En la desolada habitación, un ligero murmullo salió de los labios de Pherez.


"Ya se ha olvidado de mi".


Pero Pherez sacudió su pequeña cabeza.


El pelo negro se agitó en el aire y se refutó a sí mismo.


"No, no puede ser".


Pherez sostenía la botella de cristal redonda entre sus brazos como si fuera su propia vida.


"Nunca podrías olvidarme".


Dijo mientras cerraba los ojos con fuerza y recordó a Florencia.


El pelo castaño que ondeaba suavemente al viento, y los ojos verdes como hojas en primavera.


Las lágrimas comenzaron a brotar.


Pherez abrazó la botella redonda con más cariño.



* * *

"Vaya, mira la multitud".


Dijo que la casa iba a ser ruidosa, pero realmente lo era.


"¿Parece que este año está especialmente lleno?"


O quizás era porque era pequeña y la multitud parecía más grande.


"¡Cia! Aquí está el pastel!"


"¡Quiero un pedazo!"


Mi abuelo nos permitió especialmente asistir a este banquete.


Probablemente esté relacionado con la visita de Belsach al palacio hoy.


Cualquiera que sea la razón, fue bueno para mí.


No había forma de que Astall se presentara en ausencia de Belsach, y Lara fue al palacio junto con Belsach.


Los otros primos eran demasiado jóvenes para moverse solos.


Finalmente, los gemelos y yo fuimos los únicos que asistimos al banquete de los Becarios Lombardi.


"Gracias, dos tajadas por favor".


Desde el último incidente, los gemelos que están especialmente más cerca de mí ya no son tan molestos, pero ha habido bastantes cosas que son cómodas como ahora.


Fue el momento en que intenté dar un mordisco al pastel con un tenedor.


Una mujer pasó justo por delante de la mesa donde estábamos sentados.


Tiene poco más de treinta años.


Sin embargo, su cintura recta y sus pasos elegantes me llamaron la atención.


"La he encontrado".


Me olvidé de comer el pastel y me reí.


Es una veterana becaria que trabajó mucho hasta que el segundo príncipe Pherez se convirtió en príncipe heredero.


Y una persona que puede cuidar de Pherez y ser un fuerte apoyo.


Caitlin Brown, la subjefa del Palacio Imperial, fue vista desde lejos.

Traducción :

Corrección :